nuevamente en Bolivia

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Editorial
Viernes 17 de junio de 2016
El vergonzoso secreto
del abuso doméstico
“cristiano”
La policía respondió un llamado de un hogar, en el interior,
encontraron que Lyuba Savenok, madre de 23 años, de dos
pequeños niños que había sido apuñalada varias veces. Estaba
embarazada de su tercer bebé. Ambos murieron esa mañana.
Más tarde, el esposo de Lyuba, Eugene, confesó que él había
asesinado a su esposa y huyó de la casa con sus hijos.
Ellos asistían a una gran iglesia evangélica. Lyuba había solicitado
protección policial ya que Eugene la golpeó repetidamente y de forma
violenta, entonces, iba a ser juzgado por asesinato.
Todos sabemos que la violencia doméstica ocurre en nuestros países.
Pero lo que es trágico es que ocurre en hogares cristianos – y
este pecado es raramente abordado desde nuestros púlpitos. El abuso
doméstico es un secreto vergonzoso que la gente solo susurra en la
iglesia y rara vez es confrontado.
Cuando una mujer buscó ayuda de un pastor después de estar en
un matrimonio abusivo por 20 años, le dijeron que: “se convirtiera
en una mejor esposa, y que debería cambiar su comportamiento”.
“Cuando el abuso es traído a la luz, se barre bajo la alfombra, porque
las prácticas religiosas tienen prioridad,” dijo una mujer cristiana,
“Desafortunadamente, muchos líderes de la iglesia no están
equipados para tratar con este problema.”
La violencia doméstica está muy extendida. “Muchas veces, las
mujeres tienen miedo hablar de sus temores debido a que volverán a
ser maltratadas y al gran énfasis que se hace en la reputación, sienten
que serán ridiculizadas en lugar de protegidas, y siempre será su
culpa, simplemente porque son mujeres.”
Necesitamos enfrentar el hecho de que la muerte de Lyuba no solo
representa un problema entre los creyentes. Por años, los pastores
han estado diciéndoles a las mujeres que “solo se sometan” a maridos
abusivos, sin darse cuenta que tal consejo puede realmente provocar
más abusos.
En lugar de emplear mal el verso de Efesios 5.22 “Las casadas estén
sujetas a sus propios maridos, como al Señor”, poniendo en riesgo
a las mujeres, deberíamos estar usando la Biblia, apropiadamente,
para advertir a los abusadores de que Dios se opone fuertemente a los
hombres que ven a sus esposas como inferior. 1 Pedro 3:7 advierte
al esposo que sus oraciones serán obstaculizadas si no honra a su
esposa “como a coheredera de la gracia de la vida.”
Tengamos el coraje de levantar la alfombra. Confrontemos el abuso,
sanemos a sus víctimas y detengamos la tergiversación de la Escritura
para proteger a los abusadores.
C aricatura
Recordando
J. Lee Grady
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