Homenaje al Obispo Colombres

EDITORIAL
COMISIÓN
Encuentro familiar en el Bicentenario
Este esperado Encuentro Familiar comenzó
a gestarse hace algo más de
un año, cuando convocados por Valeria
Schweitzer Schoo
para homenajear
a nuestro ilustre
antepasado en
común, el Obispo
José Eusebio
Colombres,
un puñado de
Colombres nos
reunimos en un
Café céntrico
como uno suele
reunirse en estas
circunstancias:
con más preguntas
que certezas. Supongo que a todos nos
rondaban los mismos interrogantes: ¿es
utópico pensar en reunir a una familia tan
grande y que por ende tiene tantas microidentidades?
Más aún, ¿podremos convencer
a los demás y convencernos a nosotros
mismos de la valía de esta ardua empresa?.
Sin embargo, azarosamente (aunque
preferimos pensar en la mano providente
de Dios) seguimos juntándonos más allá de
nuestras dudas y poco a poco comenzamos
a darle alas a lo que hoy es el Encuentro de
la Familia Colombres por el Bicentenario.
Y casi sin darnos cuenta un milagro sin estridencias
se produjo:
empezamos
a creer. Porque
como todo en la
vida, es una cuestión
de Fe. De Fe
en Dios, en primer
lugar, de Fe
en nosotros mismos
pero también
de Fe en el trabajo
comunitario
como único camino
para construir
proyectos sólidos.
Las palabras hacen cosas según el decir
de un filósofo del lenguaje y en nuestro
caso fueron tres las que motorizaron nuestras
tardes de café en la mesa de El Molino
donde, en general, nos reuníamos los jueves
a las 3 de la tarde: Encuentro, Familia y Bicentenario.
Comisión: Agustín José Peña, Solana Maria Colombres,
Gonzalo Colombres Garmendia, Maria Mercedes Zavaleta,
Martín Colombres, Federico Sassi Colombres,
Mariana Viaña y Cesar Colombres Meyer.
Encuentro
Convencidos como estamos que cuando
la gente se reúne suceden cosas buenas,
STAFF REVISTA HOMENAJE - Junio 2016
Dirección y Edición: Agustín José Peña | Diseño y Diagramación: Martín Bernardo Lobo Colombres
| Colaboraron: Elena Perilli de Colombres Garmendia, Pbro. Dr. Ernesto R. Salvia,
Solana Colombres y Fundación Landrú.

avanzamos confiados en contribuir con la
cultura del encuentro. Encontrarse para
darse cuenta que el prójimo tiene siempre
algo que enseñarnos pero encontrarse también
para tender puentes y abatir murallas.
Porque de los verdaderos encuentros uno
no vuelve el mismo. Tal fue el desafío que
nos planteamos y que les planteamos ahora
a ustedes.
Familia
Para nosotros reconocerse miembros
de una estirpe, en este caso la de los Colombres,
es reconocerse parte de un mismo
árbol que, con la raíz en la tierra, extiende
sus ramas al cielo. En suma se trata de pertenecer.
Y la pertenencia en un mundo que
tiende a la alienación no puede ser más que
beneficiosa. Los convocamos pues, a volver
a nuestro árbol para salir fortalecidos al encuentro
de los otros.
Bicentenario
Esta es la tercera palabra pero no por
eso la menos importante. Una familia no se
entiende sino es en un contexto. El contexto
es la Patria. Y la Patria este año cumple
200 años de existencia soberana. Imposible
soslayar en la conmemoración de este doloroso
y esperanzador alumbramiento la intervención
valiente y desprendida del Obispo
Dr. José Eusebio Colombres que como
hombre de Dios sirvió al Pueblo sirviendo
a su vez a la Patria.
A la luz de estas palabras entonces, nuevas
preguntas reemplazaron a las iniciales:
¿de dónde venimos? ¿Quiénes somos? Hacia
dónde vamos?
Como el Oráculo de Delfos que en la
noche de los tiempos lanzaba enigmas de
cuya resolución dependía el bienestar de
la vida individual y social, el presente nos
interroga inquisidor: de ¿dónde venimos?
¿Quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos?
Para responder a estas preguntas de
cuya respuesta depende nuestro futuro es
que nos miramos en las generaciones que
nos precedieron poniéndonos bajo la figura
tutelar de Obispo, quien, no solo se dio por
entero en su lucha por la promoción humana
sino que también guió como un faro a
las generaciones que lo siguieron en su camino
estrecho hacia la grandeza. Hacemos
pues votos de cara a esta nueva etapa que
se abre para la Patria: Que al igual que él,
la búsqueda del bien, la verdad y la justicia,
palabras con ecos revolucionarios en nuestra
sociedad actual, sean más que un punto
de llegada, nuestro modo de andar.
Comisión Homenaje al
Obispo Colombres

FEDERICO COLOMBRES ROUGES
Y FAMILIA
ADHIEREN AL ENCUENTRO
DE LA FAMILIA COLOMBRES
POR EL BICENTENARIO.

El primer Colombres en Tucumán
José Ignacio Colombres y Thames
por Elena Perilli de Colombres Garmendia
Don José Ignacio Colombres Thames,
natural de Llanes, Asturias llegó a Tucumán
en 1772 con 23 años, fue incitado
a emigrar por su tío Don José de Thamés.
Era el primogénito de su familia y al haber
muerto su padre, fue Señor de la Casa de
Cueva. Estuvo primero en Esteco y luego
se afincó en Tucumán donde se casó con
Doña María Ignacia Córdoba y Gutiérrez
en 1775 de familia de raigambre. El ser español
de nacimiento se relacionó con distinción
social, ya que los más importantes
comerciantes eran peninsulares. La tradición
familiar vinculada a la antiguedad del
linaje en el territorio y la notoriedad de sus
miembros, era un pilar fundamental. Resultaron
frecuentes los matrimonios entre
los españoles llegados a mediados del siglo
XVIII con mujeres de viejas familias pobladoras.
Orden y jerarquía eran dos principios
fundamentales en la organización familiar
de carácter patriarcal aunque las mujeres
cumplían un rol fundamental en la transmisión
de valores. Por otra parte, las familias
principales se vinculaban entre sí por una
extensa red de parentesco. El tío, don José
de Thames, fue el padre de José Ignacio de
Thames que en 1816 firmó el Acta de la Independencia.
El matrimonio Colombres Córdoba
tuvo nueve hijos: Maria Josefa, José Eusebio,
Santiago, Francisco, Agustín, María
Lucía, Ambrosio, Antonio y Juan Bautista,
los dos últimos muertos en la infancia. Solo
Santiago, Francisco y Ambrosio tuvieron
descendencia.
José Colombres desempeñó cargos en el
Cabildo ya que fue Alférez Real (encargado
de custodiar el Real Estandarte que representaba
a la persona del Rey) y al momento
de su muerte ejercía el cargo de Teniente
Tesorero de la Real Hacienda. También fue
Mayordomo de la Iglesia Matriz, cargo de
alta distinción. Se dedicó al comercio e
hizo fortuna llevando ganado a Bolivia; por
lo general los peninsulares invertían en inmuebles
urbanos y no en tierras. En su casa
tenía tienda dedicándose a la importación
de efectos de Castilla (todos los que provenían
de ultramar) como de la tierra para el
abastecimiento local y su distribución en la
región.
Esta estaba ubicada en una manzana
central, en la ochava sureste de las actuales
calle Rivadavia y San Martín, construida alrededor
de 1780, al igual que otras respondía
al modelo de la casa con amplio frente y
escasas aberturas al exterior y con ventanas
enrejadas en un claro intento de protección
de los bienes y de la privacidad del hogar.
En el interior los espacios se organizaban
alrededor de sucesivos patios. De su testamento
redactado hacia 1800, puede descubrirse
interesantes aspectos que dan cuenta
del estilo y calidad de vida. Vivienda, vestimenta,
mobiliario eran signos visibles de
status social.
Su casa constaba a partir de la media-

nera hacia la esquina
primero de una
al primer patio.
quebracho, enfrentado
sala de doce varas
Al final de esta galería
se encontraba un
de largo, encañada
y entejada, con
cuartito de ladrillo y
ventana con reja
a continuación la media
agua que albergaba
de hierro y puerta
pintadas de verde al
una despensa, encañada
y enrejada, que ser-
óleo. Esta sala tenía
numerosos cuadros José Colombres recibiendo la bendición del vía de cocina, al frente
bajo diversas advocaciones,
San José,
hallaba el segundo pa-
Obispo fray José Antonio de San Alberto de esta habitación se
Santa Bárbara, San Francisco de Paula y la tio, el que finalizaba con la huerta compuesta
por siete naranjos chinos, tres higueras y
Virgen del Rosario, también un cuadro de
Jesús Nazareno y otro de San Antonio. dos parras, cerrada en su contorno por tapiales.
Toda su carpintería estaba pintada de
Poseía la sala otra puerta que caía a la
tienda que hacía esquina. La trastienda continuaba
a la tienda sobre su fachada más las paredes blanqueadas a la cal.
verde al óleo con el contraste que ofrecían
extensa. Hacia la calle se abría una ventana En el mobiliario se destacaba un escritorio
de cedro con ocho gavetas y tiradores
adornada con reja de hierro y puerta que
daba al patio principal. Seguidamente a la de plata; una cómoda con cuatro cajones
trastienda un zaguán con una puerta de calle.
Sala, tienda y trastienda estaban protegi-
dos mesas, una docena de sillas viejas de
y sus tiradores de metal amarillo, de nogal;
das por un corredor apoyado en 8 pilares de espinillo.

El dueño de casa, era hombre religioso
y poseía algunos libros -poco frecuente en
esos tiempos- como se registra en su testamento:
4 tomos de sermones del maestro
Lafitav, tres tomos del maestro La Rue; 4
tomos en octavo de las obras del Conde de
Rebolledo, un Diario Sagrado y Calendario
General en 4 tomitos chicos, un tomo en
cuarto de ejercicios sobre la oración por
Molina. Cabe recordar que dos de sus hijos
criados en ese ámbito de religiosidad, José
Eusebio y Agustín fueron sacerdotes . En el
retrato que se conserva, de José Colombres
recibiendo la bendición del Obispo fray
José Antonio de San Alberto, se advierte
cómo vestía un distinguido caballero de
Tucumán de fines del Siglo XVIII. En su
testamento se incluye su ropa: una capa de
paño fino, 5 sortu (casaca o chaqueta) de
raso, terciopelo y paño, chupines o chupas;
un sombrero negro de vestir y dos de vicuña,
una peluca.
De su propiedad eran 5 esclavos, uno de
ellos una mulata, María del Tránsito de 23
años con dos hijos, de 8 y 4 años llamados
Santiago y Pedro.
En la tienda se guardaban 260 varas de
cordallonte negro; 102 sombreros ordinarios,
dos docenas de rosarios; catorce gruesas
de botones de cuerda, pasas de higo,
chocolate de Lima; barriles, pipas, vino, y
tucuyo ancho de Cochabamba como también
serruchos de mano.
José Colombres y Thames murió en
1800 y sus restos descansan en la Catedral
de Tucumán. Es el fundador de una extensa
familia.
Fuente: Liliana Meyer San Miguel de Tucumán en la
época colonial (1685-1810) AHT, Tucumán 2010.

Tucumán, 9 de julio de 1816
José Eusebio Colombres
y la Declaración de la Independencia
por Pbro. Dr. Ernesto R. Salvia 1
Junto con el 25 de mayo de 1810, el 9 de
julio de 1816, son consideradas las efemérides
más salientes de toda nuestra historia
del siglo XIX. El Congreso reunido en la
ciudad de San Miguel de
Tucumán dio el rumbo
definido a los seis años
de vida libre iniciados en
Buenos Aires en la lluviosa
mañana de aquel
otoño del año X.
El Congreso de Tucumán
fue convocado
por el Estatuto Provisional
del 5 de mayo de
1815, redactado en Buenos
Aires. El documento
además de fijar la fecha
de la reunión, estableció
las normas para la elección
de los diputados de
las provincias.
José Eusebio Colombres, tucumano de
nacimiento, vio la luz en San Miguel el 6 de
diciembre de 1778. Fue elegido para representar
a Catamarca, porque desde julio de
1804 estaba a cargo del curato de Piedra
Blanca, cercano a San Fernando del Valle.
Con celo apostólico y entrega a su feligresía
permaneció en su puesto hasta que en abril
de 1816, tuvo que volver a su Tucumán natal,
para asistir como diputado al Congreso.
Fue uno de los 29 diputados que firmaron
el Acta de la Independencia
el memorable
9 de julio de 1816.
Su presencia en aquella
magna asamblea fue
discreta y permaneció
en ella hasta que el Congreso
se trasladó a Buenos
Aires en febrero de
1817.
Como la gran mayoría
de los demás diputados,
la trayectoria
pública posterior de
Colombres es más conocida.
A pesar de las
diferentes posiciones
que cada uno de ellos asumió, quedó siempre
en pie, el objetivo por construir la nueva
nación. Los más conocidos en la arena
política, como Juan J. Paso, Francisco N.
Laprida, Antonio J. Serrano; también en la
organización social, sobresalieron José Darragueira,
en el fomento de la educación y la
cultura, los presbíteros Antonio J. Acevedo,
1 Es profesor en la Facultad de Teología y Derecho Canónico en la Universidad Católica Argentina y presidente
de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina.

Antonio Sáenz y Pedro I. Castro Barros; en
la animación pastoral y evangelizadora, los
frailes Justo Santa María de Oro y Cayetano
Rodríguez; en el desarrollo de las economías
regionales, Tomás Godoy Cruz y nuestro
Colombres.
Junto con el ejercicio de su ministerio
sacerdotal en Tucumán y Salta, integró la
legislatura provincial en varias oportunidades,
ocupó el ministerio de gobierno de su
provincia y era considerado como un gran
consejero de los sucesivos ejecutivos tucumanos.
Fue rector de la iglesia matriz de su
ciudad natal y emprendió la obra de la construcción
definitiva del templo central.
Alentó además el crecimiento económico
de su provincia con la instalación del
cultivo de la caña de azúcar que hizo crecer
a lo largo de los años una de las economías
más prosperas del país, en tiempos convulsionados
como los años de la anarquía entre
1821 hasta 1853.
Se opuso a los gobiernos dictatoriales
de su tiempo y por eso padeció el destierro
en varias oportunidades. Luego de su estadía
en Bolivia, se instaló en Salta donde se
desempeñó como canónigo de la catedral y
más tarde fue nombrado Vicario Capitular
a cargo del gobierno pastoral de la diócesis.
Su prestigio y autoridad le valieron para ser
considerado ciudadano benemérito en su
provincia y el Presidente de la Confederación,
Justo José de Urquiza, lo presentó al
Papa Pio IX para ocupar la sede episcopal
de Salta.
Con su edad avanzada, aceptó el desafío
de conducir pastoralmente la diócesis
después de varias décadas de desorden y escasez
de agentes pastorales. Numerosas dificultades
le impidieron el ejercicio normal
de su ministerio, sin embargo con decisión
y constancia pudo llevar adelante sus objetivos.
El papa Pío IX lo nombró obispo de Salta
el 23 de diciembre de 1858, cuando su
salud se encontraba muy deteriorada y no
alcanzó a recibir la consagración episcopal,
porque moría el 11 de febrero de 1859 a los
ochenta años. Era el último sobreviviente de
los diputados que firmaron el acta independentista.
Colombres fue un gran patriota, desde la
primera hora acompañó y asistió a la causa
de la independencia, fue uno de los propulsores
del desarrollo económico regional con
la expansión que experimentó el azúcar gracias
a su impulso.
En esta gran efeméride bicentenaria, todos
estos hombres de julio, como Colombres
merecen un merecido recuerdo y el homenaje
por su gran entrega a la causa de la libertad
y del desarrollo de nuestro pueblo.

Marcos Paz Posse,
“COLOMBRES” en tercera generación
por su bisabuela Angela Colombres de Paz,
y sus hijos y nietos, acompañan
la organización de este encuentro.

CRONOGRAMA
ACTIVIDADES
20:30 horas
21:30 horas
22:00 horas
Primer día . Viernes 24 de junio de 2016
Santa Misa de Acción de Gracias en Iglesia Catedral de Tucumán,
concelebrada por el Arzobispo de Tucumán Monseñor Alfredo Zecca,
Presbítero Marcelo Barrionuevo y Presbítero Guillermo Cassone.
Coro a cargo de Hernan Terán Colombres, Tobías Gordillo Colombres,
Santiago Rivero Colombres, piano Damián Paz.
Participación de autoridades y alumnos de la Escuela Agro Industrial Obispo
Colombres, junto con la bandera papal y la bandera Argentina de Ceremonia.
Descubrimiento de la placa en Homenaje al Obispo Dr. Jose Eusebio
Colombres. El padre Barrionuevo le impartirá la bendición y descubrirá la
placa el Legislador Alberto Colombres Garmendia. A continuación leerá unas
palabras alusivas la Prof. Elena Perilli de Colombres Garmendia. Entrega de
ejemplares de la revista. Cierre del homenaje.
Vino de Honor en Museo de Arte Sacro, exclusivo para Autoridades y
miembros de la familia Colombres de otras provincias.
13:00 horas
Segundo día . Sábado 25 de junio de 2016
- Recepción de invitados en la Casa del Obispo Colombres en el Parque 9 de
Julio y colocación de listones de colores a los descendientes de cada rama de
los hermanos del Obispo: Ambrosio, Santiago y Francisco Colombres,
- Canto del himno nacional argentino.
- Palabras alusivas a cargo de Martin Colombres.
- Video de algunos de los Colombres destacados en Argentina.
- Almuerzo
- Reproducción de fotos de familiares aportadas por los asistentes.
- Sorteo de libros y premios.
- Participación de los “artistas” de la familia.

1816 / 2016
Los tres Homenajes
por Dr. Agustín José Peña Colombres
CASA DEL OBISPO 1
DE JULIO DE 1916. El
gobernador Ernesto Padilla
habla al inaugurar la casa
restaurada y el busto del
fundador de la industria
azucarera. LA GACETA /
ARCHIVO
En el año del Bicentenario de nuestra
Declaración de la Independencia 1816-
2016, nos reunimos para homenajear al
Obispo Dr. Jose Eusebio Colombres, como
también lo hicieron sus familiares y el gobierno
de Tucumán en otras dos oportunidades.
El primer homenaje que se rindió al Obispo
fue hace ya 100 años, justamente en su
casa quinta de “El bajo” donde el entonces
gobernador de Tucumán Ernesto Padilla realizó
la inauguración de los actos del Centenario,
el 1 de Julio de 1916. Es de destacar
que por obra de Padilla se salvó la “casa del
obispo” ya que cuando se iniciaron los trabajos
del actual parque 9 de Julio, y estándose a
punto de demoler, Padilla mando sacar una
ley para proteger la misma y declararla monumento
histórico.
En dicho acto el Gobernador inauguró
un busto de bronce encargado al artista Clemente
Onelli, y una placa de igual material
escrita en latín que reza lo siguiente “José Eusebio
Colombres. Obispo electo, sacerdote resplandeciente
por su virtud. Mirando por la patria, juró la
libertad para su querido pueblo. Trajo opulenta riqueza
a la tierra con las cañas, cuyo dulcísimo jugo él
primero exprimió. La Provincia de Tucumán dedica.
Año 1916”. Padilla no quiso que la leyenda
Citas: (1) Diario La Gaceta, Carlos Paez de la Torre, Apenas ayer 16-07-2009; (2) Discurso pronunciado por el
Dr. Alberto Rouges el 1-07-1916, fuente Centro Azucarero Regional; (3) Recorte diario La Nación 5-12-1978;
(4) Palabras de Sara Colombres de Marchetti, en el Bicentenario del nacimiento del Obispo Colombres
1778- 6 de diciembre de 1978, fuente Martin Colombres.

MUSEO FOLKLORICO PROVINCIAL
Ena Mantegazza Colombres, Maria Eugenia
Colombres de Mantegazza, Estella Colombres,
Ana Maria Mantegaza, Oscar Colombres,
Serafina Colombres de Colombres, Bernado
Tomas Colombres, Cora Colombres Irrazabal
de Lobo Padilla, Alberto Colombres, Roberto
Colombres, Baron Colombres, Emma Santillan
Paz de Colombres; Maclovio Colombres,
Sara Salazar Colombres de Colombres, Sara
Colombres de Marchetti.
IGLESIA CATEDRAL DE TUCUMAN
Julio y Lucas Robinson Colombres, Carlos
Rafael Colombres Llabres y Juan Manuel
Teran Colombres, Cora Irrazabal de
Colombres, Sara Colombres de Marchetti,
Renee Colombres de Zarlenga, Julio Nores
Argañaraz, Oscar Colombres López-Molina,
don Héctor A. Colombres Leudesdorf, don
Julio Ernesto Nores Colombres, doña Lola
Colombres López-Molina y don Ricardo Terán,
Jorge Colombres Pasquin.
incluyese el nombre del gobernador, por entender
-escribió- que “es una irreverencia poner
el nombre del postrero que levanta el monumento, al
lado del que lo merece”. (1)
En dicho acto inaugural pronuncio un
brillante y encendido discurso del Filósofo
Dr. Alberto Rouges: “Anciano, el de la noble
vida, tu misión no ha concluido con tus días: he aqui
que los que pasamos te dejaos hecho bronce a la vera
del camino de los siglos para indicar el derrotero a los
que vengan, para enseñar perennemente con tu presencia
a un pueblo que se enriquece, que no deber ser su
destino brutal soberbia de ser rico, que deber conservar
siempre la virilidad necesaria para sacrificar su riqueza,
así lo requiere el triunfo de su ideal”. (2)
Posteriormente, en el año 1978, con motivo
de cumplirse los 200 años del natalicio
del Obispo Colombres el Gobierno de la
Provincia presidido en ese entonces por el
general de brigada Lino D. Montiel Forzano,
formó una comisión integrada por funcionarios
de su dependencia, representantes
de instituciones azucareras y familiares del
prelado. (3) Dicho homenaje consistió en una
misa en la Iglesia Catedral, el rezo de un responso
en la tumba donde descansan los

SALON DE LA JURA CASA
HISTÓRICA
Los mayores Oscar Colombres,
Maria Eugenia Colombres,
Arturo Colombres, Federico
Colombres, Maclovio Colombres,
Malena Colombres de Robinson
y Bernardo Colombres, y los
niños Luciana Colombres,
Corina Lobo Colombres, Julio
Robinson, Andrés Wagner,
Carlos Rafael Colombres, Hernán
Lobo Colombres, Juan Manuel
Terán Colombres, Federico y
Lucas Robinson Colombres, Ana,
Gabriela, Celia y Maria Guerineau
Colombres.
restos de Colombres, y unas palabras a cargo
de la señora Sara Colombres de Marchetti
que dijo: “Asumiste tu sacerdocio con austeridad,
como compromiso total de donación y entrega, Tu vida
fue, una doble vocación de servicio: servir a Dios en el
mundo y al mundo para Dios, por eso en ti se cumplió
plenamente la frase evangélica”, “a los que buscan el
Reino de Dios y su Justicia, todo se les dará por añadidura”
Lc. c.12v.31 (4) . Más tarde se ofreció
una ofrenda floral en el Salón de la Jura de la
Casa Histórica de la Independencia, como lo
ilustran las fotografías.
La comisión del año 1978 estaba integrada
por las damas Sara Colombres de
Marchetti, Renee Colombres de Zarlenga, y
Elida Colombres de Avila Murga, la señorita
Maria Sofia Colombres (Maga) y los señores
Estraton Colombres, Adolfo E. Colombres,
Oscar Guillermo Colombres, Bernardo Tomas
Colombres y Jose Eusebio Colombres
Garmendia.
En dichos actos conmemorativos del
bicentenario del nacimiento del prelado,
también se ofició una misa en su casa del
Parque 9 de Julio y en el Museo Folclórico
sito en calle 24 de Septiembre – casa en la
que falleciera Colombres – donde se descubrieron
dos placas una en cada lugar, de
la cuales no existe ninguna a la fecha. Es
el deseo de sus familiares que las mismas
sean restituidas a su lugar, y cumplan con
su fin de recordar la figura de tan insigne
sacerdote.
Y por último esta nueva comisión del
Bicentenario, integrada esta vez solo por
familiares, después de casi treinta años
vuelve a rendir un Homenaje a este Noble
Prócer que fue el Obispo Colombres, pero
también ideó un gran encuentro familiar en
donde todos sus miembros podamos reconocernos
y celebrar esta fiesta del Bicentenario.

Juan Carlos Colombres (Landrú)
Juan Carlos Colombres (rama Colombres Marmol), popularmente
conocido por su seudónimo Landrú (19 de enero de 1923, Buenos
Aires) es un humorista argentino caracterizado por sus ironías
sociopolíticas en las cuales incluye la caricatura tanto gráfica
como textual.
A G R A D E C I M I E N T O S
-Elena Perilli de Colombres Garmendia.
-Mercedes Colombres Cassone.
-Pbro. Ernesto Salvia.
-Fundación Landru, especialmente a su nieta.
-Ximena Colombres.
-Al Museo de Arte Sacro y sus autoridades, al
Museo de la Industria Azucarera y sus autoridades
-A la Iglesia Catedral, su párroco Rp Marcelo
Barrionuevo y al Obispo de Tucumán Monseñor
Alfredo Zecca.
-Martín Lobo Colombres.
-Federico Colombres Orfhee.
-Los Periodistas de La Gaceta.
-Los miembros del Coro de la Iglesia.
-Valeria Scheiwter Schoo M.C. Colombres.
-A todas las Autoridades provinciales y
municipales de Tucumán que apoyaron.
-A todos los auspiciantes de esta revista que
confiaron en esta comisión e hicieron posible la
realización de este evento.
-Y a todos los miembros de la Familia Colombres
del país que se sumaron a participar!
Hasta la próxima!