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ARTES ESCÉNICAS<br />

Pag.10 Septiembre 2016<br />

Edición 00 homenaje a Ignacio Mañani Rivas<br />

Ángel Calvente<br />

Yo fui uno de los asaltantes del<br />

Liang Shang Po<br />

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Corría la década de los setenta, nos llegó a los<br />

oídos que en un descampado cercano a mi barrio<br />

unos niños habían creado una fortificación que<br />

vinieron a llamarle el ‘Liang Shang Po’<br />

coincidiendo con la mítica serie asiática que se<br />

estaba proyectando en la cadena de televisión de<br />

la época. Nos bastó unos minutos de charla para<br />

empezar a entrelazar nuestro pasado y descubrir<br />

que nuestras vidas estaban ya ligadas desde<br />

pequeños, y a pesar de conocernos desde hace<br />

años y seguirnos en nuestras trayectorias<br />

profesionales y artísticas; el pasado nos había<br />

enfrentado en la conquista y defensa de un<br />

territorio de nuestros juegos infantiles, el ‘Liang<br />

Shang Po’; pero antes de llegar este momento,<br />

Ángel pasó parte de su niñez en su ciudad natal,<br />

Tetuán, siendo de abuelos de la España de Franco<br />

y exiliados por la guerra civil española, me cuenta<br />

que sus padres se instalaron primero en Ronda y<br />

de allí a Tetuán, donde nació en una casa señorial.<br />

Mantiene fresco el recuerdo de cómo es asistido<br />

como un señorito por personal del servicio,<br />

debidamente uniformado. Al poco tiempo viajó con<br />

su familia a Málaga a la zona de la carretera de<br />

Cádiz, que por aquel tiempo estaba compuesta de<br />

unos conjuntos de bloques de viviendas, también<br />

llamados barrios. Casualmente su barrio y el mío<br />

eran vecinos y de ahí viene que, sin conocernos<br />

aún, ya librábamos nuestras pequeñas empresas,<br />

la antes mencionada, él y su pandilla en la<br />

conquista de un territorio que yo y mis amigos<br />

defendíamos.<br />

Ángel Calvente<br />

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0<br />

Aquello fue una batalla épica para<br />

los zagales de nuestra época, pues<br />

más de un niño llegaba a su casa<br />

con una herida en la cabeza, fruto<br />

de las piedras y palos que<br />

usábamos como armamento en<br />

nuestras gestas, obviamente sobra<br />

decir que Ángel es de la generación<br />

de la ‘pedrá’, pues en sus juegos<br />

infantiles también tuvo mucho<br />

protagonismo la piedra.<br />

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