08.12.2012 Views

Una caricia para el alma - Por un Buen Futuro

Una caricia para el alma - Por un Buen Futuro

Una caricia para el alma - Por un Buen Futuro

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

H I S T O R I A S D E C O U N T R I S T A S<br />

por Carla Lioi<br />

El desay<strong>un</strong>adero de Gorriti:<br />

<strong>Una</strong> <strong>caricia</strong> <strong>para</strong> <strong>el</strong> <strong>alma</strong><br />

Con los primeros rayos d<strong>el</strong> sol, <strong>un</strong> prolijo galpón de chapas en la calle<br />

Gorriti se convierte, cada fin de semana, en la gran esperanza de casi<br />

300 personas de escasos recursos.<br />

Allí, de la mano solidaria de mucha gente, <strong>el</strong>los saben que<br />

pueden recibir algo más que <strong>un</strong> desay<strong>un</strong>o y <strong>para</strong> conocer <strong>el</strong><br />

modo en que se logra tal acción social entrevistamos a sus responsables.<br />

N. C. ¿Cómo empieza este proyecto?<br />

Este proyecto lo inicia Norberto D’Agostino (propietario d<strong>el</strong><br />

co<strong>un</strong>try) en noviembre d<strong>el</strong> 2001 con <strong>un</strong> sólo fin: dar<br />

desinteresadamente.<br />

Un día él se acercó a la calle Gorriti con leche, mesas, sillas y<br />

<strong>el</strong> objetivo de j<strong>un</strong>tar alg<strong>un</strong>os chicos que estaban pidiendo<br />

monedas en la puerta d<strong>el</strong> co<strong>un</strong>try, <strong>para</strong> que tengan la posibilidad<br />

de compartir <strong>un</strong> desay<strong>un</strong>o.<br />

Pasó <strong>el</strong> tiempo y cada vez eran más los que se acercaban al<br />

lugar, pero ya acompañados por sus familias. Fue entonces cuando<br />

<strong>el</strong> desay<strong>un</strong>adero se trasladó al lado de <strong>un</strong> vivero cercano al<br />

co<strong>un</strong>try. Más tarde, la familia Alzogaray decidió facilitar <strong>un</strong><br />

galpón y es allí donde f<strong>un</strong>ciona actualmente.<br />

N. C. ¿Cuáles eran las expectativas cuando decidieron emprender<br />

esta red solidaria?<br />

Queríamos que los chicos no pidan dinero e intentar enseñarles<br />

de alg<strong>un</strong>a manera que podían vivir mejor. Para <strong>el</strong>lo empezamos<br />

brindándoles algo calentito en invierno, pero lo más importante<br />

es que al venir al desay<strong>un</strong>adero pueden estar en contacto<br />

con otras personas, darles cariño y contención <strong>para</strong> ayudarlos a<br />

crecer poco a poco, pero la base siempre fue alimentarlos.<br />

N. C. ¿Cuál es <strong>el</strong> promedio de edad de quienes que se acercan?<br />

En <strong>el</strong> caso de las mujeres viene de todas las edades: madres,<br />

niñas y adolescentes desnutridas y varones aceptamos adolescentes<br />

hasta los 17 años, <strong>para</strong> evitar que las más chiquitas se<br />

sientan inhibidas.<br />

N. C. ¿Quiénes trabajan en <strong>el</strong> desay<strong>un</strong>adero?<br />

Somos muchas. De la organización se encargan St<strong>el</strong>la Maris García,<br />

Francisco Rica j<strong>un</strong>to con su esposa Ana y Cristina Saravi (Mati).<br />

Pero acá los más importantes son lo que colaboran, los que se<br />

acercan, los que comparten <strong>un</strong> momento con las familias d<strong>el</strong><br />

lugar. Sin <strong>el</strong> apoyo y ayuda de la gente, esto no existiría.<br />

Queremos agradecer especialmente a Patricia y Julio d<strong>el</strong> Sector<br />

II que nos ayudaron a cuidar la salud de los chicos, a Peter<br />

y Graci<strong>el</strong>a, Marita y Oscar, Juan y Roxana, Gabri<strong>el</strong>a d<strong>el</strong> co<strong>un</strong>try<br />

San Diego, al supermercado Sector VI, al Informador, a las<br />

panaderías Can<strong>el</strong>a y El Sol d<strong>el</strong> Co<strong>un</strong>try, a la gente de La Cuarta,<br />

a las inmobiliarias Tizado y Fernándes y Pausa, a Silvina de<br />

la librería, a la oftalmóloga Patricia, a la fonoaudióloga Silvina<br />

NC28 Apadrine <strong>un</strong> niño o niña: www.f<strong>un</strong>dacionapadrinar.org.ar - 0237 4660195<br />

d<strong>el</strong> co<strong>un</strong>try San Patricio, a la abu<strong>el</strong>a Lala, que le teje cosas a los<br />

chicos... y a tantas otras personas que nos ayudan. No nos queremos<br />

olvidarnos de nadie.<br />

¡Simplemente gracias a todos!<br />

N. C. ¿Qué siente compartiendo esta experiencia con los chicos<br />

vecinos al co<strong>un</strong>try?<br />

<strong>Por</strong> <strong>un</strong> lado inmensa f<strong>el</strong>icidad, porque podemos ayudar a alguien<br />

más, pero por <strong>el</strong> otro gran impotencia, porque siempre<br />

es poco lo que se les da a los chicos y a las madres. Nosotros<br />

trabajamos allí sólo dos días y esta gente tiene toda <strong>un</strong>a semana<br />

por d<strong>el</strong>ante con muchos problemas.<br />

Cada <strong>un</strong>o trata de poner lo mejor que tiene en algún momento<br />

problemático que pueda surgir, <strong>para</strong> ayudar a estas familias.<br />

La sensación que tenemos cuando alguien dona algo es providencial.<br />

No podemos creer que las cosas a veces lleguen en <strong>el</strong><br />

momento indicado.<br />

N. C. ¿Algún recuerdo significativo?<br />

Algo que nos marcó fue <strong>un</strong>a chiquita que se quemó la pierna<br />

y pedía por Francisco, <strong>un</strong>o de los organizadores d<strong>el</strong><br />

desay<strong>un</strong>adero. La nena gritaba de dolor en la salita de emergencias<br />

y si Francisco no le tomaba su mano no se dejaba atender.<br />

Gracias a Dios se le pudo curar la infección que tenía.<br />

Otro caso fue <strong>el</strong> de José Luís, <strong>un</strong> adolescente que no salía de<br />

su casa porque era discapacitado. Un día su familia lo trajo al<br />

desay<strong>un</strong>adero y pudo superar su problema, que era primordialmente<br />

ser aceptado socialmente. Conoció gente, se r<strong>el</strong>acionó<br />

con las otras familias y se lo pudo ayudar con la compra de<br />

pañales y medicamentos que él necesitaba.<br />

N. C. ¿A dónde nos podemos dirigir <strong>para</strong> contribuir con <strong>el</strong><br />

desay<strong>un</strong>adero?<br />

En principio pedimos que nos conozcan, <strong>el</strong> contacto con los chicos<br />

es imprescindible. Pero respetamos <strong>el</strong> tiempo de cada <strong>un</strong>o y no<br />

queremos molestar con nuestro pedido. No queremos dinero.<br />

Pueden colaborar con alimentos básicos <strong>para</strong> <strong>el</strong> desay<strong>un</strong>o: leche<br />

larga vida, cereales, frutas, alimentos proteicos, como las<br />

lentejas u otros similares.<br />

Todo es bienvenido: necesitamos medicamentos pediátricos,<br />

útiles escolares, ropa, calzado y lo más importante es dedicar<br />

cinco minutos de sus vidas llevándoles estás cosas a los chicos y<br />

robarles <strong>un</strong>a sonrisa.<br />

Pueden com<strong>un</strong>icarse con nosotros por vía t<strong>el</strong>efónica:<br />

St<strong>el</strong>la: 15-53696743, Mati: 15-60582069 o Francisco: 15-<br />

54170099, UF 149-Sector I, o acercándose al desay<strong>un</strong>adero los<br />

sábados y domingos de 10 a 11, sobre Gorriti, en la ex guardia Osli.


EL LENGUAJE DE UNA MIRADA<br />

Son las diez de la mañana. A lo lejos se ve llegar a<br />

<strong>un</strong>a madre con su pequeño en brazos y detrás de<br />

<strong>el</strong>la <strong>un</strong> grupo de niños ansiosos por entrar al galpón.<br />

De pronto todo se interrumpe con <strong>un</strong> «a<br />

desay<strong>un</strong>aaaar». Es <strong>el</strong> llamado mágico que reúne a la<br />

familia por <strong>un</strong>a común necesidad: alimentarse. Pero<br />

que además logra algo mucho más importante: <strong>un</strong>a buena instancia<br />

<strong>para</strong> <strong>un</strong>ir, educar y compartir. Los chicos se van acercando de a poco.<br />

Sus ojos reflejan tristeza y sus labios devu<strong>el</strong>ven <strong>un</strong>a sonrisa.<br />

La sociedad en sí, asume <strong>un</strong>a imagen negativa y a veces agresiva<br />

de los niños que piden limosna, que se traduce a instituciones<br />

policiales y los medios de com<strong>un</strong>icación. Cuando <strong>el</strong> pensamiento se<br />

vu<strong>el</strong>ve acción, se producen conductas tendientes a reprimirlos y<br />

expulsarlos de las calles, promoviendo de esta forma opciones de<br />

supervivencias marginales.<br />

Estos chicos, se transforman así en amenazas <strong>para</strong> la com<strong>un</strong>idad<br />

que los juzga, la misma que los empujó a tener que mendigar <strong>para</strong><br />

comer; por esto es importante destacar, que en <strong>el</strong> desay<strong>un</strong>adero hay<br />

mucha gente con ganas de aprender, estudiar y trabajar,<br />

y si bien alg<strong>un</strong>os tienen hogar propio, no poseen los<br />

recursos suficientes <strong>para</strong> cubrir todos sus gastos.<br />

A pesar de que la vida no los lleva por <strong>un</strong> camino<br />

sencillo, <strong>el</strong>los piensan en progresar y encontrar <strong>un</strong> lugar<br />

en este m<strong>un</strong>do. El no ser excluidos y tener la satisfacción<br />

de que alguien se preocupe <strong>un</strong> ratito por sus vidas es conmovedor.<br />

Se trata de abarcar <strong>el</strong> mayor espectro posible <strong>para</strong> poder<br />

brindarles, además de mucho afecto, todo lo posible <strong>para</strong> que tengan<br />

sólo <strong>un</strong> poco más de lo que tienen.<br />

Desde este espacio, «<strong>el</strong> desay<strong>un</strong>adero» no sólo les brinda la posibilidad<br />

de cubrir en dos mañanas sus necesidades básicas de alimentación,<br />

sino además asistencia sanitaria y educación a <strong>el</strong>los y sus familias,<br />

en temas esenciales <strong>para</strong> su adecuada nutrición y salud.<br />

Esta es la gran razón <strong>para</strong> seguir teniendo esperanza. <strong>Una</strong> esperanza<br />

que es la energía creadora en la búsqueda de nuevos caminos<br />

y que se expresa en los miles de brazos que se extienden día a día<br />

acompañando a tantas familias con su esperanza puesta a prueba.<br />

Apadrine <strong>un</strong> niño o niña: www.f<strong>un</strong>dacionapadrinar.org.ar - 0237 4660195<br />

NC29

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!