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PeriodicoLosEquinos Edicion 11

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3<br />

EDITORIAL<br />

PeriódicoLos<br />

EQUINOS<br />

SELECCIÓN DE YEGUAS<br />

Es común encontrar publicidad masiva promocionando<br />

reproductores importantes de las cuatro modalidades<br />

que constituyen el grupo de Caballos Criollos<br />

Colombianos; estos se dan a conocer bien sea por sus<br />

resultados en exposiciones, por los resultados obtenidos<br />

por sus hijos, por publicidad donde comunican sus<br />

ancestros al mercado potencial o resaltando sus<br />

características positivas, con ello de una u otra manera,<br />

cada criador termina escogiendo cual caballo va a utilizar<br />

para preñar a determinada yegua, ajustándose en 2<br />

elementos básicos como son su gusto personal y por su puesto el presupuesto<br />

disponible que en muchos casos es el que determina cual caballo elegir.<br />

Estos reproductores se evalúan desde infinitas ópticas diferentes, pues hay<br />

criadores para los cuales la prioridad está en el fenotipo y tamaño de un<br />

ejemplar, para otros es fundamental el brío que tenga y que potencialmente<br />

pueda trasmitir, en otros casos la mansedumbre es lo importante. Para muchos<br />

otros el qué tan comercial es un caballo está directamente relacionado con su<br />

decisión, pues busca producir un animal que satisfaga la demanda que hay por<br />

crías de ciertos animales. Se supone que un criador con algo de conocimiento<br />

y criterio, busca un animal que tenga el mejor balance entre todas estas<br />

variables.<br />

Las tertulias equinas por su puesto se basan en la mayor parte del tiempo en<br />

los debates acerca de los reproductores que están vigentes en competencia o<br />

que tienen hijos vigentes en esta actividad; en algunos casos también se habla<br />

de las yeguas y más que eso, de los abuelos maternos, pues una yegua por lo<br />

general se conoce más por ser hija de determinado caballo, que por su propio<br />

nombre.<br />

Podría considerarse un “machismo” equino por decirlo de alguna manera, dado<br />

que el protagonismo se lo llevan en muchos casos los machos. La realidad es<br />

que por no existir monogamia en estos animales y permitirse su uso masivo,<br />

los reproductores logran tener muchas más crías que las hembras por razones<br />

obvias de abundancia de producción de semen cada dos días, con posibilidad<br />

de inseminar más de 100 yeguas en un mes, si fuere el caso de vender<br />

semejante cantidad; en cambio las yeguas ovulan cada mes; si es por<br />

embriones podrá tener entre 2 y 10 crías al año en un caso excepcional; lo<br />

común e ideal sería 1 cría anual.<br />

De ahí que un caballo importante sea asequible para muchos criaderos y salvo<br />

unas pocas excepciones, a costos manejables, cada vez más acompañados por<br />

promociones, garantías e incentivos, fruto de un mercado que viene<br />

evolucionando, donde no solo hay unos cinco a diez campeones destacados a<br />

nivel nacional, sino cientos de ofertas de caballos con buena raza y excelentes<br />

condiciones financieras y logísticas para ser reproducidos.<br />

Mientras tanto, una yegua sobresaliente difícilmente producirá más de cinco<br />

crías al año en promedio, lo cual conlleva además costos elevados por los<br />

procesos de trasplante de embriones. Al tener una producción tan limitada, un<br />

embrión de una buena yegua llega a valer incluso más de veinte veces el costo<br />

de un salto promedio; este hecho reduce por su puesto, la cantidad de<br />

criaderos que pueden acceder a yeguas élite y por lo tanto cada criador busca<br />

comprar sus propias yeguas.<br />

Algunos criaderos tienen yeguas excelentes como yeguas de silla y/o como<br />

reproductoras, pero la gran mayoría de criaderos tienen por lo general, varias<br />

yeguas con algo de raza y tal vez registros llenos y atractivos, que identifican a<br />

yeguas de calidad media baja como animal de silla, que bien pueden producir<br />

un caballo de alto nivel con buena raza. Un Caballo Criollo Colombiano élite<br />

nace de cualquier yegua con raza, aunque no es tan común, pues la mayoría de<br />

animales buenos, tienen madres también de buen nivel de calidad.<br />

En otras razas de caballos, estas yeguas serían aceptables, pues pueden ser<br />

bonitas, sanas, de buen tamaño, de buen brío, nobles e incluso “mostronas”,<br />

pero el Caballo Criollo Colombiano de silla se considera de buen nivel cuando<br />

en la ejecución de su andar merece un calificativo mucho más especializado<br />

que “mostrón”.<br />

Muchas de estas yeguas comunes o de calidad promedio, carecen de<br />

condiciones básicas de calidad, fenotipo y sanidad, en la práctica con un<br />

criterio “soñador” para compensar defectos, se logran algunos animales de<br />

buen nivel, incluso para competencia o disfrute bajo la silla, pero también se<br />

producen cientos de animales defectuosos y sin condiciones sobresalientes,<br />

los que difícilmente sirven para cabalgatas de quien no es muy exigente, para<br />

trabajo en las fincas o para receptoras en el caso de las yeguas de baja calidad.<br />

Así como se hace la exhaustiva selección de reproductores, se castran la<br />

mayoría de machos y solo unos pocos se consideran reproductores, la mayoría<br />

de criaderos carece de exigencias para sus propios vientres; se exige y se<br />

idealiza el uso de caballos mansos, bonitos, briosos, rápidos, vistosos,<br />

aplomados, de buen color, nobles, entre muchas otras condiciones favorables.<br />

En contraste, se pasa por alto esa exigencia a la hora de seleccionar las yeguas.<br />

En este caso se falla en el 50% del insumo principal de una cría, con deficiente<br />

selección de la madre.<br />

Es entendible que algunas personas nuevas en el gremio inicien con una<br />

yegua de calidad baja así tenga buena raza y registro “comercial”, pero la<br />

realidad es que el camino por ese lado es mucho más largo y las<br />

probabilidades de lograr producir un animal de buena calidad no son tan altas,<br />

aún si se usa un reproductor élite que haya dado animales excelentes en otras<br />

yeguas.<br />

Hay excepciones y con yeguas incluso con registro reportado sin ascendentes<br />

conocidos, se puede criar un campeón, pero esto no es lo común, y si se preñan<br />

miles de yeguas de baja calidad como las descritas antes, se crían miles de<br />

animales de igual nivel, aunque hijos de caballos importantes lo que los hace<br />

un poco más comerciales. Si se revisa el ejercicio financiero, la utilidad es<br />

tangible solo en el disfrute en cabalgatas, pues si se es estricto con la<br />

contabilidad de egresos que se causan para producir, levantar y arrendar un<br />

animal, pocos son los que logran una cifra positiva que podría ser la utilidad<br />

monetaria del ejercicio, o el privilegio y gusto que genera tener un buen<br />

animal.<br />

Los costos de criar son considerables en la mayoría de fincas, y los honorarios<br />

de veterinarios, montadores, herreros, transportistas y demás recurso humano,<br />

son también altos si se compara con los valores de animales de bajo o incluso<br />

medio nivel; además los alimentos, suplementos, purgas y demás insumos<br />

también aumentan el egreso y es ahí donde criar animales de nivel bajo se<br />

torna en algo puramente romántico sin fundamento financiero.<br />

Todos los que preñan una yegua tienen la ilusión de criar un animal bueno, la<br />

mayoría sueñan con que llegue a dar un nivel para exposición o al menos para<br />

ser un buen animal de silla y esto es un resultado tangible positivo; pero<br />

lamentablemente, así usen caballos importantes, si no tienen yeguas de buen<br />

nivel, estos sueños generalmente se desvanecen, pero los egresos de costos y<br />

gastos si son una realidad.<br />

No todos pueden acceder a animales costosos; sin embargo debe buscarse la<br />

forma de acceder a yeguas de mejor nivel, bien sea consiguiendo yeguas de<br />

edades más avanzadas que generalmente tienen precios menores,<br />

comprando embriones o alquilando vientres de yeguas de alto nivel en<br />

competencia y/o reproducción; también puede lograrse mediante sociedades<br />

con quien tenga yeguas de este tipo, y organizando documentación y<br />

condiciones de la sociedad para alcanzar idealmente los objetivos.<br />

Podría verse este comentario como desalentador para muchos, pero en<br />

realidad es solo una invitación para que los jóvenes o personas de cualquier<br />

edad que inician su afición, tengan en cuenta esto a la hora que decidan<br />

empezar a criar animales; entre más estricta sea esta selección de yeguas<br />

madres, mejores serán los resultados; gran parte de los criadores actuales<br />

empezaron con yeguas no muy sobresalientes y carentes de condiciones<br />

básicas para la reproducción, y luego de algunas décadas, logran llegar a un<br />

grupo de vientres seleccionados. Si se revisa el ejercicio, con toda seguridad<br />

esto es más costoso que haber iniciado con una cría de una yegua de más nivel,<br />

por cualquiera de los medios mencionados anteriormente.<br />

Seamos todos exigentes con nuestras yeguas que vamos a preñar y de esta<br />

manera se logra una producción de menos cantidad pero de más calidad; los<br />

animales regulares siempre nacerán y estos se destinan para oficios varios,<br />

pero su sobre-producción se restringe al seleccionar mejor los vientres; los de<br />

buen nivel para montar serán los de cabalgatas o competencias de exigencia<br />

media; los de alto nivel siempre serán escasos y son los que ganan premios en<br />

exposiciones grado A que ya denota una altísima selección; y por último, los<br />

animales élites son más escasos que los diamantes, sin que haya allí una<br />

exageración. Aún si en el país hay varios, representan un porcentaje mínimo,<br />

por eso son tan valiosos y exclusivos y siempre lo serán, pues no solo nacen<br />

fruto de la alta selección, tienen además un factor de suerte que es<br />

impredecible. Un animal élite es un fenómeno natural que se repite con alguna<br />

frecuencia, pero su cantidad no se logra modificar en gran medida a pesar de<br />

llevar más de medio siglo procurando la mejora del caballo en el país.<br />

Un criador cumple el objetivo cuando produce animales de silla,<br />

independiente de si logra ganar competencias o no; ya si logra un animal con<br />

nivel de exposición, estará cumpliendo con un objetivo más alto y logrando<br />

una labor bien exitosa como criador; pero producir animales de calidad baja,<br />

carentes de condiciones y por el contrario llenos de defectos, no puede ser el<br />

objetivo de ningún criadero. Nacerán en algunos casos aun utilizando yeguas<br />

de buena calidad, porque la genética es un misterio y más en el tipo de caballo<br />

que tenemos en Colombia, pero serán cada vez menos si se implementa<br />

masivamente la disciplina y objetividad a la hora de castar animales con criterio<br />

selectivo tanto en los padres como en las madres de nuestras crías.<br />

CARLOS JORGE OSPINA<br />

DIRECTOR

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