You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
índice<br />
Libro 1<br />
Axtre<br />
Capítulo 1<br />
Una piedra en altamar<br />
página 4<br />
Capítulo 2<br />
El poema del cielo<br />
página 9<br />
Capítulo 3<br />
Amoblando con pájaros<br />
página 14<br />
Capítulo 4<br />
Entendiendo sueños<br />
página 18<br />
Capítulo 5<br />
Regreso a casa<br />
página 1<br />
Capítulo 6<br />
Cara a cara con un rey<br />
página 1
Carta para los lectores<br />
por Juan Fernando Jiménez<br />
En la vida hemos de encontrar miles y miles de realidades<br />
compartidas, indudablemente “nuestra verdad no existe <strong>sin</strong> la<br />
verdad del vecino” (Acosta J. La voz que nunca escuchaste) y ¿qué<br />
es una “realidad compartida”?; yo explicaría las realidades con la<br />
siguiente frase: “El lobo va a ser el malo si caperucita es quien<br />
cuenta la historia”; todos entendemos que el lobo es el “villano”<br />
de nuestro cuento, ese elemento indispensable en la literatura.<br />
Los seres cotidianos no tenemos en cuenta las causas, las ignoramos<br />
solo porque un fin las ‘justifica’, pero como dijo Ghandi “cuidemos<br />
los medios que los fines se cuidan solos”. Los seres humanos nos<br />
centramos en lo supuesto, vivimos creyendo que la vida está<br />
conformada por dualismos, donde solo hay un cielo y un infierno,<br />
como si no hubiese tonos intermedios.<br />
Lo que logramos ver con nuestros propios ojos, lo que logramos<br />
entender con nuestra reducida realidad; es solo un vistazo perezoso<br />
(de una forma inconsciente) ES TAN SOLO UNA REALIDAD<br />
PROPIA, y muchas veces le permitimos a la pereza alejar nuestras<br />
preguntas, y así, nos ofuscamos sometiéndonos a la ignorancia.<br />
Mi opinión es que en la vida hemos de mirar a los ojos a nuestros<br />
vecinos y hermanos, eventualmente nos ayudará a entender más<br />
allá lo que vemos cotidianamente, abrirá la empatía de nuestros<br />
corazones; nos ahorrará unas cuantas lágrimas, unos tragos menos.<br />
Nadie lleva un diario de tu vida, tú incluso la olvidas, pero, quizás<br />
en un futuro algún escritor relate un poco sobre ti y seremos<br />
guardados en una falsa memoria, una memoria escrita en tinta,<br />
tinta como huella,<br />
huella como ceniza...
Capítulo 1<br />
Una piedra en altamar<br />
En un barco majestuoso, abanderado por un color dorado, está un<br />
comandante que sufre pensativo, culpable, meditativo e indagante;<br />
éste comandante será quien narre la historia.<br />
¿Qué será de mí en un futuro?, ¿qué es de mí en mi presente?;<br />
me pregunto, ¿seré un buen líder?<br />
Mi nombre, Axtre Terra; mi ocupación; comandante, guerrero<br />
y filósofo; pero, más allá de una profesión, ¿qué seré?; los<br />
animales viven <strong>sin</strong> nombre y <strong>sin</strong> profesiones, de una u otra<br />
forma se ve que viven tranquilamente, aún siendo salvajes<br />
bajo la ley del más fuerte; quizás sufren, pero viven libres. Los<br />
animales no se preocupan por cargos ni por trabajos, viven <strong>sin</strong><br />
temerle a un dios; viven por vivir, <strong>sin</strong> ataduras culturales;<br />
nadie les enseña a sentir, solo sienten lo que viven, <strong>sin</strong> la<br />
necesidad de la imaginación, aventuran; por lo que parece,<br />
viven con emoción.<br />
Yo ahora estoy en mi barco, veo a todos trabajar para mí,<br />
considerando que soy tan solo la marioneta de un buen rey; un<br />
rey justo, un rey que casualmente es mi amigo; pero, a fin de<br />
cuentas, soy su marioneta, soy la marioneta de un buen rey, soy<br />
la marioneta que él necesita para mover las cuerdas que con su<br />
mano izquierda no puede mover, (a mis tripulantes). ¿Y ellos<br />
qué verán en mi?, más allá de su servidumbre, más allá de sus
modales, ¿mis tripulantes tan solo vivirán como animales bien<br />
adiestrados?; ahora lo pienso todo, al ritmo del mar, junto con<br />
el aleteo de un ave enferma que se recostó en mi mesa, lleva<br />
ahí cuatro (4) horas desde que se posó en el barco;<br />
Quizás era necesario que apareciera. A pesar de estar a punto<br />
de morir el ave le dio un motivo a mi día, disparó mi<br />
razonamiento, el ave me iluminó la mente, o eso creo entender,<br />
lástima que no pueda agradecerle a un ave. Y que lástima la<br />
que siento por este raro animal: condenado e inocente.<br />
¡Y que curioso ser!, sus ojos expresan miedo; quizás el pobre<br />
animal pensará que me lo voy a comer, aunque, en su estado,<br />
quizás le da más miedo seguir con vida y me ve tan frívolo que<br />
espera que de alguna manera logre hacer algo por él.<br />
Pero, realmente he de analizar ¿Será que soy tan buen líder<br />
como debería? ¿Será que mi tripulación me tiene miedo?, al<br />
igual que esa paloma enferma.
Efectivamente, tienen miedo, aún con la suave brisa de la<br />
marea que resopla en las velas, se siente que la muerte se<br />
apodera de este barco.<br />
Dicen ser mis camaradas, pero, me han visto llorar después de<br />
haber ase<strong>sin</strong>ado a varios violadores, ladrones e incluso a otros<br />
ase<strong>sin</strong>os.<br />
Mis tripulantes han de temer a mi espada de la misma forma<br />
que yo le temo a su filo. Esa maldita espada me ha<br />
acompañado desde que nací y no es solo una expresión,<br />
siempre ha estado ahí, ojalá supiese por qué, o cómo<br />
abandonarla, siento que quizás nunca la podré abandonar, y<br />
esa piedra roja que tiene me ata por temor, ese color<br />
carmesí parece sediento de sangre, intimida, incluso a<br />
mí me acobarda.<br />
-Comandante Axtre - dice un marinero<br />
desde abajo de la escalera<br />
-Alguien me necesita por lo que parece<br />
- Axtre habla a sus adentros-<br />
¿Qué sucede Adrián? me has de<br />
necesitar para algo muy urgente si Espada<br />
es que no subes para contarmelo<br />
-Capitán, ¿me ha llamado por mi<br />
nombre?<br />
-¿Acaso eres una rata salvaje? se te ha<br />
dado un nombre y realmente no es algo<br />
que he de discutir a gritos. Ahora, ¿qué<br />
necesitas?<br />
-Señor, sí señor (dice el marinero sorprendido ante la<br />
gentileza espontántea de su capitán) Capitán, resulta que
ya no tenemos comida, pero han aparecido varias aves a lo<br />
lejos, podemos cazarlas?<br />
-Aves?<br />
En ese momento miré hacía arriba y me di cuenta que no solo<br />
había un ave moribunda <strong>sin</strong>o que al parecer nos estaban<br />
rodeando un centenar de palomas enfermas<br />
-Esas aves están a punto de morir, intenten aguantar el hambre<br />
estos dos días, les irá mejor.<br />
-sí ...señor<br />
Yo no sé si en verdad seremos capaces de aguantar estos dos<br />
días <strong>sin</strong> comer, a pesar de que mis camaradas tienen una muy<br />
buena energía ante mi orden, no creo que la cordura sea<br />
suficiente para mantener un barco a flote.<br />
...Mmm, que sorpresa, me volteo a mirar a la mesa y esa<br />
condenada paloma está mirando mi espada, se ha parado de mi<br />
mesa, e intenta volar hacía el acero; me pregunto ¿cómo un<br />
pájaro puede intentar acercarse a algo que repugno tanto?.<br />
- ¡Capitán!!!<br />
- ¿Ahora qué está sucediendo Adrián?<br />
-Todas las palomas empezaron a volar más y más cerca del<br />
barco, aún yendo a una buena velocidad. Por lo que parece, las<br />
palomas nos están siguiendo, seguramente quieren posarse en<br />
el barco, como si fuese tierra firme.<br />
- Agarrenlas, me causan curiosidad, pero tengan cuidado, se<br />
ven amenazantes.<br />
- Son palomas capitán, no son capaces de hacer nada.
En ese momento el marinero empezó a subir las escaleras del<br />
barco hacía donde estaba yo, por algún motivo le sorprendió<br />
que estuviese mirando a la paloma que efectivamente estaba<br />
dando vueltas al rededor de mi espada. Él me dijo: -Capitán? -<br />
yo tan solo le susurré que hiciera silencio, quizás él todavía no<br />
entendía que quizás las palomas giraban alrededor de la piedra<br />
roja en la mitad de tan letal arma.<br />
A medida que se acercaba más y más a la espada, me entraba<br />
un sentir de culpa, sabía que la espada le llamaba a morir; me<br />
sentía cada vez más culpable por todas esas personas que había<br />
matado en mi pasado, pero ésta paloma, a diferencia de una<br />
paloma normal entendía que mi espada era la solución para su<br />
enfermedad.<br />
¿Cómo una paloma va a desear la muerte? , o aún más<br />
importante ¿será que la entiende?<br />
Cuando no era tan solo una sospecha, los ojos de la paloma se<br />
tornaron verdes, en un tono desagradable; esa paloma me<br />
miraba fijamente, parecía un demonio suplicando por sentir<br />
una libertad final, uno deseoso de sentir el filo.
-¿Por qué mira tanto a esa paloma señor?,<br />
-Está muerta y aún vuela<br />
En ese momento nos reímos los dos; más allá del miedo y <strong>sin</strong><br />
motivo alguno, le encontrábamos gracia.<br />
...en ese momento miramos al cielo<br />
-Capitán- me dijo Adrián<br />
-¿Me decías que las palomas eran inofensivas?- le respondí.<br />
Capítulo 2<br />
El poema del cielo<br />
-Adrián, mis ojos no son los causantes de mis delirios, pero<br />
ante ellos veo un centenar de pájaros malheridos por el<br />
destino, <strong>sin</strong> sangrar , sangran; <strong>sin</strong> morir, mueren. Todo parece<br />
un poema escrito por el cielo, donde éste mismo nos condenará<br />
a escuchar el último soplido.<br />
-¡¡Corran!! - exclamó un marinero que estaba siendo picoteado<br />
por seis pajaros blancos.<br />
No puedo creer que tan bellos pájaros estén tornándose ante la<br />
locura; una paloma, deseosa a sentir el filo de mi espada; las
otras, rencorosas ante su propio destino.<br />
El cielo está claro todavía , la marea está tranquila, la<br />
brisa apacible ¡y este barco parece un infierno!, uno<br />
donde los demonios que masacran tienen bellas alas<br />
blancas.<br />
¡Aaaargh! Todos mis tripulantes están siendo atacados por<br />
aves enfermas y yo aquí, <strong>sin</strong> hacer nada, de una u otra forma<br />
resulta que no puedo hacer nada <strong>sin</strong> mi espada, ni siquiera<br />
cuando todos están siendo picoteados, hasta mi contramaestre<br />
es torturado mientras intenta llevar el timón, él conduce el<br />
barco de la misma forma que un ciego llevaría las riendas de<br />
un caballo.<br />
Ahora desearía poder ayudarle, quitarle esos pájaros<br />
de encima y al mismo tiempo dejar mi espada<br />
ahí, por fin abandonarla; pero<br />
...esa espada me maldice día a día, no<br />
puedo soltarla, aún sí lo desee, cada vez<br />
que la abandono mis manos se<br />
enardecen, pierdo cualquier suspiro de<br />
carácter humano, yo tan solo, tan solo<br />
debería dejar de huir de mi espada,<br />
¡ahora!!<br />
-¿Intentar dejar tu espada? (susurraba<br />
una voz en la cabeza de Axtre), cada<br />
día me sorprende lo cobarde que<br />
eres<br />
-Sí, lo pensaba hacer e incluso
pensaba irme lo más lejos posible , yo por mí, te abandonaría<br />
junto con mi espada.<br />
-no puedes huir de mí como no puedes huir de tu propia y<br />
maldita existencia, sabes que no puedes alejarte de la misma<br />
forma que el mundo te huye, ¿acaso no entiendes por qué los<br />
pájaros no te atacan a ti?<br />
Por otro lado, ¿cuántas veces has intentado escapar de mí,<br />
Axtre?<br />
-Aún no han sido las veces suficientes.<br />
-...<br />
Ahora debería ayudar a mis camaradas, ya que, por fín y <strong>sin</strong><br />
saber cómo, esa voz que me condena día a día se ha silenciado.<br />
Ya tranquilo y con la espada en mi espalda, corro hasta<br />
alcanzar a Adrián, pero , al parecer ya no necesita de mi ayuda,<br />
él ya tiene al pájaro, lo ha agarrado con sus manos, aunque, no<br />
sabe qué hacer con esa paloma.<br />
-¿Qué hago? - me dijo Adrián<br />
Adrián es del tipo de personas que no son capaces de arrebatar<br />
una vida, ni a un pajaro, ni a un insecto, ni a ningún otro ser<br />
latente, decirle que matara al ave era una pérdida de tiempo y<br />
era algo indigno para ambos.<br />
-Adrián, encerremos al pajarraco, busca cualquier hueco o<br />
jaula<br />
-¿Dónde?, este pájaro tiene más fuerza de la que aparenta, no
puedo buscar un lugar y agarrarlo al mismo tiempo, por otr...<br />
-Silencio, corre hacia mi recámara, yo miro qué hago después<br />
con ese pajarraco. Sigueme Adrián, yo te abriré las puertas.<br />
Corrí hacia las escaleras para bajar, pero, al lado de ellas estaba<br />
mi contramaestre sufriendo, tenía dos pájaros encima, lo<br />
picoteaban a medida que intentaba darle dirección al barco.<br />
Ya es costumbre agarrar una espada, pero sonaba interesante<br />
agarrar a los pájaros que molestaban al volante. por lo tanto,<br />
atrapé a los pajaros, cada uno con una mano; era simplemente<br />
complicado, agarrar a uno fue sencillo, atrapar al otro pájaro<br />
fue doloroso; a medida que una paloma me atacaba (nunca<br />
había imaginado a una paloma picoteandome) intentaba<br />
agarrar a la otra.<br />
- ¡Te tengo!- le dije a la paloma aún sabiendo que no me<br />
entendía.<br />
Ya puedo decir que tengo a las palomas presas en mis manos ¡y<br />
qué sufrimiento!; me picotean la piel, debido a que<br />
lastimosamente tienen cuellos cortos. Yo por mi parte siento
Barco con pájaros<br />
un poco de placer al imaginar que de ser aves más grandes<br />
estarían picoteando mis muñequeras de metal y no mis manos;<br />
pero, tan solo es eso, un poco de imaginación.<br />
-¡¡Capitán, ¿Dónde está?! - gritaba Adrián desde abajo,<br />
esperandome en la puerta<br />
-Argh!, ¿ahora con qué manos le abriré la puerta a Adrián? (le<br />
decía a mis adentros); ¡Espera, tengo un problema, mmm,<br />
uno... el doble de grande!<br />
-¿El doble de grande?<br />
-Dos palomas me están picoteando las manos, ¡tengo dos<br />
palomas!<br />
-Muy bien!!<br />
¡Adrián se está riendo, mientras que yo estoy bajando estas<br />
escaleras a medida que me picotean los pájaros!; me pregunto,<br />
¿cómo alguien se puede reír mientras nos están invadiendo un<br />
centenar de “demonios alados”?
Capítulo 3<br />
Amoblando con pájaros<br />
- Adrián!, deja las carcajadas ahora, piensa cómo haremos para<br />
abrir la puerta. Argh, antes de que estos pájaros me devoren las<br />
manos.<br />
- Capitán, no se puede, ambos tenemos nuestras manos<br />
ocupadas.<br />
- No me digas lo que ya sé, es más, de ser así tienes a un solo<br />
pajarraco con ambas manos, intenta agarrar las llaves, están<br />
ahí en la puerta<br />
-no puedo..<br />
-¡Sí puedes! (gritando), ¡Anda!!, podrías intentar<br />
agarrar al ave con una sola mano!... o intentar<br />
agarrar a alguno de estos dos<br />
pajarracos que cada vez picotean<br />
más fuerte!<br />
-¡Señor! ¡no puedo, no soy tan<br />
fuerte como para agarrar dos de<br />
estas aves furiosas!<br />
-Son palomas!!, caben en la palma<br />
de la mano!!<br />
-No puedo!!<br />
En ese momento Adrián se comportó de<br />
una forma muy extraña, parecía que fuese a<br />
llorar, pero de repente su cara cambió, en su<br />
rostro expresaba una mirada llena de estrés<br />
acumulado, una mirada llena de recuerdos grises y
dolidos; cuando...<br />
Agarró a la paloma que tenía entre manos contra la pared, la<br />
madera hizo un sonido que retumbó por todas partes, incluso,<br />
no permitió que el chasquido de los pequeños huesos de la<br />
paloma se escuchase a medida que se rompían.<br />
- ¡¿Qué te pasa Adrián? ¿Cómo te atreves a<br />
hacer eso?<br />
-Volaba estando muerta , ¿no?<br />
¿Qué le respondo? esas fueron<br />
mis palabras; aunque he de<br />
considerar que es, ¡es un<br />
monstruo!, ¡un monstruo que<br />
espichó a una paloma contra la<br />
pared!<br />
- Señor, vamos, no se quede ahí, meta a<br />
esos pajarracos a la recamara, ya está<br />
abierta.<br />
- ¿Qué pasa contigo grumete?<br />
- ¿De qué habla señor? ¿no veníamos para guardar<br />
palomas?<br />
- Mataste a una<br />
- Era necesario para cumplir su orden señor, todos están siendo<br />
picoteados, incluso usted.<br />
- Adrián...<br />
- ¡Axtre, usted anda matando personas, no se haga el<br />
moralista!, digo.. capitán!<br />
-...
No me duele que, las palomas me están picoteando y no me<br />
duele, ¿Qué es esto? ¿miedo?, ¿le tengo miedo a Adrián?;<br />
aunque tenía razón, todavía la tiene, no hay tiempo que perder,<br />
toda mi tripulación está siendo picoteada.<br />
Guardamos a las palomas en la recámara, por lo que parece ya<br />
no tienen fuerza para seguir volando, ni tienen energía para<br />
intentar escapar; ¿Y cómo iban a tener energía si me<br />
picotearon durante 13 minutos <strong>sin</strong> parar, dañaron mi vendaje y<br />
lograron hacerme sangrar lo suficiente para manchar el resto<br />
de tela que recubría mis manos.<br />
No sé cómo voy a agarrar a todas esas palomas, son más de<br />
cien y mis manos están dolidas.<br />
-¡Capitán! sus manos están echando humo<br />
- ¿Ah?, Sí, tienes razón!!, un humo completamente negro<br />
-Parece que es su sangre evaporándose<br />
-¿Mi sangre?, vamos Adrián no te preocupes! tenemos que<br />
seguir.<br />
Que asco me da la idea de tan solo pensarlo, pero<br />
efectivamente, ¡mi sangre se está oscureciendo! y se evapora<br />
¡Mi sangre es humo negro!<br />
-¿Capitán? (me decía Adrián)<br />
Me estaba <strong>sin</strong>tiendo mareado, tanto que me empecé a caer al<br />
piso, no le podía responder nada a mi grumete; todo se estaba<br />
volviendo cada vez más oscuro, mis ojos empezaron a cerrarse<br />
hasta el punto de desentenderse del mundo...
-¿Axtre? (susurros de mujer)<br />
-¿Quién es?<br />
-Eso no importa, ¿estás despierto?<br />
-¿Se puede hablar de otra forma?, mejor dicho, ¿dormido?<br />
-Estando despierto no hablas conmigo.<br />
¿Quién será? ¿de qué me habla?, no puedo abrir los ojos para<br />
verla. ¡no me puedo mover!<br />
-¿Qué me hiciste?<br />
-¿Por qué dices eso? yo no he hecho nada<br />
-¡Respóndeme!<br />
-Eso hago<br />
-No estoy para bromas, ¿por qué no me puedo<br />
mover?<br />
-Tranquilo Axtre<br />
En ese momento sentí algo en<br />
mi rostro, efectivamente eran<br />
unos labios rozandome la<br />
frente, dándome un suave<br />
beso.<br />
Axtre dormido<br />
-Quedate tranquilo (me repitió<br />
ella)<br />
¿Qué es esto que siento? parece tristeza,<br />
aunque lo dudo, es un sentimiento cálido, uno que
no entiendo, indudablemente estoy llorando, algo me hizo<br />
lagrimear; tengo un nudo en la garganta, mi corazón se acelera<br />
y, no puedo responderle nada a esta mujer ,tampoco puedo<br />
verla...<br />
Capítulo 4<br />
Entendiendo sueños<br />
Axtre no vio el color de sus labios, pero, de seguro que si los<br />
hubiese visto, si los hubiese reconocido, nunca los hubiese<br />
abandonado ,nunca hubiese deseado despertar.<br />
-¡Despieeerte!! (Una voz de un hombre adulto, una voz<br />
aguda, a modo de grito)<br />
¡Aaaaargh! Una serenata con ollas, latas y metales; que ruido<br />
tan infernal.<br />
Resulta que todos los tripulantes del barco estaban alrededor<br />
de mí, tratando de despertarme; lo curioso es que al despertar<br />
todos estaban en silencio y no había ninguna mujer a bordo, ni<br />
había palomas enfermas; lo único diferente a...<br />
-¿Fue un sueño?! ¿Qué pasó?<br />
- Eso le pregunto Capitán, ¿qué hace botado en el suelo?<br />
- No lo sé, creo que estaba soñando<br />
- Jajajjajajja capitán, usted escoge lugares y momentos<br />
rarísimos para dormir.<br />
Este marinero era Wallace, es de aquellos que intentan<br />
alegrarle la vida a todos siempre y cuando tengan alcohol en la<br />
sangre o en una botella lista para poder beber y embriagarse.
Wallace ,con dos botellas,<br />
sentado al lado de Axtre en el piso<br />
- jaja, no ha sido intencionalmente, marinero(le respondí)<br />
- ¿entonces qué sucedió?<br />
- Solo me acuerdo de haber guardado unos pájaros en mi<br />
recámara.<br />
-¿cuales pájaros capitán?<br />
Le conté a Wallace todo lo que había visto; el asunto de los<br />
pájaros, lo que había sucedido con Adrián. En ese momento<br />
estaban todos los marineros sentados a mi alrededor<br />
escuchando como niños, algunos con la boca abierta, otros de<br />
brazos cruzados con una sonrisa enorme. Nunca había<br />
compartido palabras (<strong>sin</strong> ser de caracter imperativo) con esta<br />
gente, en este momento eran cuentos en vez de ordenes.<br />
Quizás mi sueño fue algo bueno después de todo, pensé, por<br />
eso les seguí contando.<br />
- ...Entonces mis manos empezaron a echar humo negro, por lo<br />
que parecía era mi sangre, de nuevo.
Entonces, en ese momento miré y no lo podía creer, mis<br />
vendajes estaban sucios, indudablemente era sangre, no era<br />
negra, estaba seca pero se veía fresca.<br />
- ¡Pasó , fue verdad!<br />
- Claro que fue verdad ,capitán<br />
Me estaban jugando una broma, querían hacerme creer que<br />
era un sueño; aunque, por algún motivo no se estaban riendo<br />
como”deberían”, seguramente pasó algo o me estoy<br />
preocupando demasiado<br />
-¿Donde están las palomas?<br />
- Calma, calma<br />
- Aqui quien da las ordenes soy yo, ahora no estoy de bromas.<br />
Suelta esa botella Wallace, necesito saber qué ocurrió.<br />
- Capitán, casi nunca compartimos con usted, es importante<br />
aprovechar algo apoteósico como una invasión para poder<br />
sentarnos con usted...<br />
- Wallace! Qué ha pasado!?<br />
- Lo que usted ha contado, era el día más bonito y de repente<br />
llegaron unos pájaros a atacarnos.<br />
- Y la mujer?<br />
- ¿Cuál mujer? , señor<br />
- Seguramente soñó con sirenas - dijo Adrián<br />
- Seguramente le hace falta comida, como a nosotros antes de<br />
que llegaran las palomas - dijo Wallace<br />
- No se les habrá ocurrido comerse uno de esos bichos crudos,<br />
cierto? -dijo Axtre<br />
- Capitán, si cocinamos algo nos quedamos <strong>sin</strong> madera.<br />
- Esos pájaros no son normales. todavía tenemos dos días para<br />
llegar a donde el Rey Joálas.