12.10.2016 Views

They were called the Peacekeepers - sin acabar

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

índice<br />

Libro 1<br />

Axtre<br />

Capítulo 1<br />

Una piedra en altamar<br />

página 4<br />

Capítulo 2<br />

El poema del cielo<br />

página 9<br />

Capítulo 3<br />

Amoblando con pájaros<br />

página 14<br />

Capítulo 4<br />

Entendiendo sueños<br />

página 18<br />

Capítulo 5<br />

Regreso a casa<br />

página 1<br />

Capítulo 6<br />

Cara a cara con un rey<br />

página 1


Carta para los lectores<br />

por Juan Fernando Jiménez<br />

En la vida hemos de encontrar miles y miles de realidades<br />

compartidas, indudablemente “nuestra verdad no existe <strong>sin</strong> la<br />

verdad del vecino” (Acosta J. La voz que nunca escuchaste) y ¿qué<br />

es una “realidad compartida”?; yo explicaría las realidades con la<br />

siguiente frase: “El lobo va a ser el malo si caperucita es quien<br />

cuenta la historia”; todos entendemos que el lobo es el “villano”<br />

de nuestro cuento, ese elemento indispensable en la literatura.<br />

Los seres cotidianos no tenemos en cuenta las causas, las ignoramos<br />

solo porque un fin las ‘justifica’, pero como dijo Ghandi “cuidemos<br />

los medios que los fines se cuidan solos”. Los seres humanos nos<br />

centramos en lo supuesto, vivimos creyendo que la vida está<br />

conformada por dualismos, donde solo hay un cielo y un infierno,<br />

como si no hubiese tonos intermedios.<br />

Lo que logramos ver con nuestros propios ojos, lo que logramos<br />

entender con nuestra reducida realidad; es solo un vistazo perezoso<br />

(de una forma inconsciente) ES TAN SOLO UNA REALIDAD<br />

PROPIA, y muchas veces le permitimos a la pereza alejar nuestras<br />

preguntas, y así, nos ofuscamos sometiéndonos a la ignorancia.<br />

Mi opinión es que en la vida hemos de mirar a los ojos a nuestros<br />

vecinos y hermanos, eventualmente nos ayudará a entender más<br />

allá lo que vemos cotidianamente, abrirá la empatía de nuestros<br />

corazones; nos ahorrará unas cuantas lágrimas, unos tragos menos.<br />

Nadie lleva un diario de tu vida, tú incluso la olvidas, pero, quizás<br />

en un futuro algún escritor relate un poco sobre ti y seremos<br />

guardados en una falsa memoria, una memoria escrita en tinta,<br />

tinta como huella,<br />

huella como ceniza...


Capítulo 1<br />

Una piedra en altamar<br />

En un barco majestuoso, abanderado por un color dorado, está un<br />

comandante que sufre pensativo, culpable, meditativo e indagante;<br />

éste comandante será quien narre la historia.<br />

¿Qué será de mí en un futuro?, ¿qué es de mí en mi presente?;<br />

me pregunto, ¿seré un buen líder?<br />

Mi nombre, Axtre Terra; mi ocupación; comandante, guerrero<br />

y filósofo; pero, más allá de una profesión, ¿qué seré?; los<br />

animales viven <strong>sin</strong> nombre y <strong>sin</strong> profesiones, de una u otra<br />

forma se ve que viven tranquilamente, aún siendo salvajes<br />

bajo la ley del más fuerte; quizás sufren, pero viven libres. Los<br />

animales no se preocupan por cargos ni por trabajos, viven <strong>sin</strong><br />

temerle a un dios; viven por vivir, <strong>sin</strong> ataduras culturales;<br />

nadie les enseña a sentir, solo sienten lo que viven, <strong>sin</strong> la<br />

necesidad de la imaginación, aventuran; por lo que parece,<br />

viven con emoción.<br />

Yo ahora estoy en mi barco, veo a todos trabajar para mí,<br />

considerando que soy tan solo la marioneta de un buen rey; un<br />

rey justo, un rey que casualmente es mi amigo; pero, a fin de<br />

cuentas, soy su marioneta, soy la marioneta de un buen rey, soy<br />

la marioneta que él necesita para mover las cuerdas que con su<br />

mano izquierda no puede mover, (a mis tripulantes). ¿Y ellos<br />

qué verán en mi?, más allá de su servidumbre, más allá de sus


modales, ¿mis tripulantes tan solo vivirán como animales bien<br />

adiestrados?; ahora lo pienso todo, al ritmo del mar, junto con<br />

el aleteo de un ave enferma que se recostó en mi mesa, lleva<br />

ahí cuatro (4) horas desde que se posó en el barco;<br />

Quizás era necesario que apareciera. A pesar de estar a punto<br />

de morir el ave le dio un motivo a mi día, disparó mi<br />

razonamiento, el ave me iluminó la mente, o eso creo entender,<br />

lástima que no pueda agradecerle a un ave. Y que lástima la<br />

que siento por este raro animal: condenado e inocente.<br />

¡Y que curioso ser!, sus ojos expresan miedo; quizás el pobre<br />

animal pensará que me lo voy a comer, aunque, en su estado,<br />

quizás le da más miedo seguir con vida y me ve tan frívolo que<br />

espera que de alguna manera logre hacer algo por él.<br />

Pero, realmente he de analizar ¿Será que soy tan buen líder<br />

como debería? ¿Será que mi tripulación me tiene miedo?, al<br />

igual que esa paloma enferma.


Efectivamente, tienen miedo, aún con la suave brisa de la<br />

marea que resopla en las velas, se siente que la muerte se<br />

apodera de este barco.<br />

Dicen ser mis camaradas, pero, me han visto llorar después de<br />

haber ase<strong>sin</strong>ado a varios violadores, ladrones e incluso a otros<br />

ase<strong>sin</strong>os.<br />

Mis tripulantes han de temer a mi espada de la misma forma<br />

que yo le temo a su filo. Esa maldita espada me ha<br />

acompañado desde que nací y no es solo una expresión,<br />

siempre ha estado ahí, ojalá supiese por qué, o cómo<br />

abandonarla, siento que quizás nunca la podré abandonar, y<br />

esa piedra roja que tiene me ata por temor, ese color<br />

carmesí parece sediento de sangre, intimida, incluso a<br />

mí me acobarda.<br />

-Comandante Axtre - dice un marinero<br />

desde abajo de la escalera<br />

-Alguien me necesita por lo que parece<br />

- Axtre habla a sus adentros-<br />

¿Qué sucede Adrián? me has de<br />

necesitar para algo muy urgente si Espada<br />

es que no subes para contarmelo<br />

-Capitán, ¿me ha llamado por mi<br />

nombre?<br />

-¿Acaso eres una rata salvaje? se te ha<br />

dado un nombre y realmente no es algo<br />

que he de discutir a gritos. Ahora, ¿qué<br />

necesitas?<br />

-Señor, sí señor (dice el marinero sorprendido ante la<br />

gentileza espontántea de su capitán) Capitán, resulta que


ya no tenemos comida, pero han aparecido varias aves a lo<br />

lejos, podemos cazarlas?<br />

-Aves?<br />

En ese momento miré hacía arriba y me di cuenta que no solo<br />

había un ave moribunda <strong>sin</strong>o que al parecer nos estaban<br />

rodeando un centenar de palomas enfermas<br />

-Esas aves están a punto de morir, intenten aguantar el hambre<br />

estos dos días, les irá mejor.<br />

-sí ...señor<br />

Yo no sé si en verdad seremos capaces de aguantar estos dos<br />

días <strong>sin</strong> comer, a pesar de que mis camaradas tienen una muy<br />

buena energía ante mi orden, no creo que la cordura sea<br />

suficiente para mantener un barco a flote.<br />

...Mmm, que sorpresa, me volteo a mirar a la mesa y esa<br />

condenada paloma está mirando mi espada, se ha parado de mi<br />

mesa, e intenta volar hacía el acero; me pregunto ¿cómo un<br />

pájaro puede intentar acercarse a algo que repugno tanto?.<br />

- ¡Capitán!!!<br />

- ¿Ahora qué está sucediendo Adrián?<br />

-Todas las palomas empezaron a volar más y más cerca del<br />

barco, aún yendo a una buena velocidad. Por lo que parece, las<br />

palomas nos están siguiendo, seguramente quieren posarse en<br />

el barco, como si fuese tierra firme.<br />

- Agarrenlas, me causan curiosidad, pero tengan cuidado, se<br />

ven amenazantes.<br />

- Son palomas capitán, no son capaces de hacer nada.


En ese momento el marinero empezó a subir las escaleras del<br />

barco hacía donde estaba yo, por algún motivo le sorprendió<br />

que estuviese mirando a la paloma que efectivamente estaba<br />

dando vueltas al rededor de mi espada. Él me dijo: -Capitán? -<br />

yo tan solo le susurré que hiciera silencio, quizás él todavía no<br />

entendía que quizás las palomas giraban alrededor de la piedra<br />

roja en la mitad de tan letal arma.<br />

A medida que se acercaba más y más a la espada, me entraba<br />

un sentir de culpa, sabía que la espada le llamaba a morir; me<br />

sentía cada vez más culpable por todas esas personas que había<br />

matado en mi pasado, pero ésta paloma, a diferencia de una<br />

paloma normal entendía que mi espada era la solución para su<br />

enfermedad.<br />

¿Cómo una paloma va a desear la muerte? , o aún más<br />

importante ¿será que la entiende?<br />

Cuando no era tan solo una sospecha, los ojos de la paloma se<br />

tornaron verdes, en un tono desagradable; esa paloma me<br />

miraba fijamente, parecía un demonio suplicando por sentir<br />

una libertad final, uno deseoso de sentir el filo.


-¿Por qué mira tanto a esa paloma señor?,<br />

-Está muerta y aún vuela<br />

En ese momento nos reímos los dos; más allá del miedo y <strong>sin</strong><br />

motivo alguno, le encontrábamos gracia.<br />

...en ese momento miramos al cielo<br />

-Capitán- me dijo Adrián<br />

-¿Me decías que las palomas eran inofensivas?- le respondí.<br />

Capítulo 2<br />

El poema del cielo<br />

-Adrián, mis ojos no son los causantes de mis delirios, pero<br />

ante ellos veo un centenar de pájaros malheridos por el<br />

destino, <strong>sin</strong> sangrar , sangran; <strong>sin</strong> morir, mueren. Todo parece<br />

un poema escrito por el cielo, donde éste mismo nos condenará<br />

a escuchar el último soplido.<br />

-¡¡Corran!! - exclamó un marinero que estaba siendo picoteado<br />

por seis pajaros blancos.<br />

No puedo creer que tan bellos pájaros estén tornándose ante la<br />

locura; una paloma, deseosa a sentir el filo de mi espada; las


otras, rencorosas ante su propio destino.<br />

El cielo está claro todavía , la marea está tranquila, la<br />

brisa apacible ¡y este barco parece un infierno!, uno<br />

donde los demonios que masacran tienen bellas alas<br />

blancas.<br />

¡Aaaargh! Todos mis tripulantes están siendo atacados por<br />

aves enfermas y yo aquí, <strong>sin</strong> hacer nada, de una u otra forma<br />

resulta que no puedo hacer nada <strong>sin</strong> mi espada, ni siquiera<br />

cuando todos están siendo picoteados, hasta mi contramaestre<br />

es torturado mientras intenta llevar el timón, él conduce el<br />

barco de la misma forma que un ciego llevaría las riendas de<br />

un caballo.<br />

Ahora desearía poder ayudarle, quitarle esos pájaros<br />

de encima y al mismo tiempo dejar mi espada<br />

ahí, por fin abandonarla; pero<br />

...esa espada me maldice día a día, no<br />

puedo soltarla, aún sí lo desee, cada vez<br />

que la abandono mis manos se<br />

enardecen, pierdo cualquier suspiro de<br />

carácter humano, yo tan solo, tan solo<br />

debería dejar de huir de mi espada,<br />

¡ahora!!<br />

-¿Intentar dejar tu espada? (susurraba<br />

una voz en la cabeza de Axtre), cada<br />

día me sorprende lo cobarde que<br />

eres<br />

-Sí, lo pensaba hacer e incluso


pensaba irme lo más lejos posible , yo por mí, te abandonaría<br />

junto con mi espada.<br />

-no puedes huir de mí como no puedes huir de tu propia y<br />

maldita existencia, sabes que no puedes alejarte de la misma<br />

forma que el mundo te huye, ¿acaso no entiendes por qué los<br />

pájaros no te atacan a ti?<br />

Por otro lado, ¿cuántas veces has intentado escapar de mí,<br />

Axtre?<br />

-Aún no han sido las veces suficientes.<br />

-...<br />

Ahora debería ayudar a mis camaradas, ya que, por fín y <strong>sin</strong><br />

saber cómo, esa voz que me condena día a día se ha silenciado.<br />

Ya tranquilo y con la espada en mi espalda, corro hasta<br />

alcanzar a Adrián, pero , al parecer ya no necesita de mi ayuda,<br />

él ya tiene al pájaro, lo ha agarrado con sus manos, aunque, no<br />

sabe qué hacer con esa paloma.<br />

-¿Qué hago? - me dijo Adrián<br />

Adrián es del tipo de personas que no son capaces de arrebatar<br />

una vida, ni a un pajaro, ni a un insecto, ni a ningún otro ser<br />

latente, decirle que matara al ave era una pérdida de tiempo y<br />

era algo indigno para ambos.<br />

-Adrián, encerremos al pajarraco, busca cualquier hueco o<br />

jaula<br />

-¿Dónde?, este pájaro tiene más fuerza de la que aparenta, no


puedo buscar un lugar y agarrarlo al mismo tiempo, por otr...<br />

-Silencio, corre hacia mi recámara, yo miro qué hago después<br />

con ese pajarraco. Sigueme Adrián, yo te abriré las puertas.<br />

Corrí hacia las escaleras para bajar, pero, al lado de ellas estaba<br />

mi contramaestre sufriendo, tenía dos pájaros encima, lo<br />

picoteaban a medida que intentaba darle dirección al barco.<br />

Ya es costumbre agarrar una espada, pero sonaba interesante<br />

agarrar a los pájaros que molestaban al volante. por lo tanto,<br />

atrapé a los pajaros, cada uno con una mano; era simplemente<br />

complicado, agarrar a uno fue sencillo, atrapar al otro pájaro<br />

fue doloroso; a medida que una paloma me atacaba (nunca<br />

había imaginado a una paloma picoteandome) intentaba<br />

agarrar a la otra.<br />

- ¡Te tengo!- le dije a la paloma aún sabiendo que no me<br />

entendía.<br />

Ya puedo decir que tengo a las palomas presas en mis manos ¡y<br />

qué sufrimiento!; me picotean la piel, debido a que<br />

lastimosamente tienen cuellos cortos. Yo por mi parte siento


Barco con pájaros<br />

un poco de placer al imaginar que de ser aves más grandes<br />

estarían picoteando mis muñequeras de metal y no mis manos;<br />

pero, tan solo es eso, un poco de imaginación.<br />

-¡¡Capitán, ¿Dónde está?! - gritaba Adrián desde abajo,<br />

esperandome en la puerta<br />

-Argh!, ¿ahora con qué manos le abriré la puerta a Adrián? (le<br />

decía a mis adentros); ¡Espera, tengo un problema, mmm,<br />

uno... el doble de grande!<br />

-¿El doble de grande?<br />

-Dos palomas me están picoteando las manos, ¡tengo dos<br />

palomas!<br />

-Muy bien!!<br />

¡Adrián se está riendo, mientras que yo estoy bajando estas<br />

escaleras a medida que me picotean los pájaros!; me pregunto,<br />

¿cómo alguien se puede reír mientras nos están invadiendo un<br />

centenar de “demonios alados”?


Capítulo 3<br />

Amoblando con pájaros<br />

- Adrián!, deja las carcajadas ahora, piensa cómo haremos para<br />

abrir la puerta. Argh, antes de que estos pájaros me devoren las<br />

manos.<br />

- Capitán, no se puede, ambos tenemos nuestras manos<br />

ocupadas.<br />

- No me digas lo que ya sé, es más, de ser así tienes a un solo<br />

pajarraco con ambas manos, intenta agarrar las llaves, están<br />

ahí en la puerta<br />

-no puedo..<br />

-¡Sí puedes! (gritando), ¡Anda!!, podrías intentar<br />

agarrar al ave con una sola mano!... o intentar<br />

agarrar a alguno de estos dos<br />

pajarracos que cada vez picotean<br />

más fuerte!<br />

-¡Señor! ¡no puedo, no soy tan<br />

fuerte como para agarrar dos de<br />

estas aves furiosas!<br />

-Son palomas!!, caben en la palma<br />

de la mano!!<br />

-No puedo!!<br />

En ese momento Adrián se comportó de<br />

una forma muy extraña, parecía que fuese a<br />

llorar, pero de repente su cara cambió, en su<br />

rostro expresaba una mirada llena de estrés<br />

acumulado, una mirada llena de recuerdos grises y


dolidos; cuando...<br />

Agarró a la paloma que tenía entre manos contra la pared, la<br />

madera hizo un sonido que retumbó por todas partes, incluso,<br />

no permitió que el chasquido de los pequeños huesos de la<br />

paloma se escuchase a medida que se rompían.<br />

- ¡¿Qué te pasa Adrián? ¿Cómo te atreves a<br />

hacer eso?<br />

-Volaba estando muerta , ¿no?<br />

¿Qué le respondo? esas fueron<br />

mis palabras; aunque he de<br />

considerar que es, ¡es un<br />

monstruo!, ¡un monstruo que<br />

espichó a una paloma contra la<br />

pared!<br />

- Señor, vamos, no se quede ahí, meta a<br />

esos pajarracos a la recamara, ya está<br />

abierta.<br />

- ¿Qué pasa contigo grumete?<br />

- ¿De qué habla señor? ¿no veníamos para guardar<br />

palomas?<br />

- Mataste a una<br />

- Era necesario para cumplir su orden señor, todos están siendo<br />

picoteados, incluso usted.<br />

- Adrián...<br />

- ¡Axtre, usted anda matando personas, no se haga el<br />

moralista!, digo.. capitán!<br />

-...


No me duele que, las palomas me están picoteando y no me<br />

duele, ¿Qué es esto? ¿miedo?, ¿le tengo miedo a Adrián?;<br />

aunque tenía razón, todavía la tiene, no hay tiempo que perder,<br />

toda mi tripulación está siendo picoteada.<br />

Guardamos a las palomas en la recámara, por lo que parece ya<br />

no tienen fuerza para seguir volando, ni tienen energía para<br />

intentar escapar; ¿Y cómo iban a tener energía si me<br />

picotearon durante 13 minutos <strong>sin</strong> parar, dañaron mi vendaje y<br />

lograron hacerme sangrar lo suficiente para manchar el resto<br />

de tela que recubría mis manos.<br />

No sé cómo voy a agarrar a todas esas palomas, son más de<br />

cien y mis manos están dolidas.<br />

-¡Capitán! sus manos están echando humo<br />

- ¿Ah?, Sí, tienes razón!!, un humo completamente negro<br />

-Parece que es su sangre evaporándose<br />

-¿Mi sangre?, vamos Adrián no te preocupes! tenemos que<br />

seguir.<br />

Que asco me da la idea de tan solo pensarlo, pero<br />

efectivamente, ¡mi sangre se está oscureciendo! y se evapora<br />

¡Mi sangre es humo negro!<br />

-¿Capitán? (me decía Adrián)<br />

Me estaba <strong>sin</strong>tiendo mareado, tanto que me empecé a caer al<br />

piso, no le podía responder nada a mi grumete; todo se estaba<br />

volviendo cada vez más oscuro, mis ojos empezaron a cerrarse<br />

hasta el punto de desentenderse del mundo...


-¿Axtre? (susurros de mujer)<br />

-¿Quién es?<br />

-Eso no importa, ¿estás despierto?<br />

-¿Se puede hablar de otra forma?, mejor dicho, ¿dormido?<br />

-Estando despierto no hablas conmigo.<br />

¿Quién será? ¿de qué me habla?, no puedo abrir los ojos para<br />

verla. ¡no me puedo mover!<br />

-¿Qué me hiciste?<br />

-¿Por qué dices eso? yo no he hecho nada<br />

-¡Respóndeme!<br />

-Eso hago<br />

-No estoy para bromas, ¿por qué no me puedo<br />

mover?<br />

-Tranquilo Axtre<br />

En ese momento sentí algo en<br />

mi rostro, efectivamente eran<br />

unos labios rozandome la<br />

frente, dándome un suave<br />

beso.<br />

Axtre dormido<br />

-Quedate tranquilo (me repitió<br />

ella)<br />

¿Qué es esto que siento? parece tristeza,<br />

aunque lo dudo, es un sentimiento cálido, uno que


no entiendo, indudablemente estoy llorando, algo me hizo<br />

lagrimear; tengo un nudo en la garganta, mi corazón se acelera<br />

y, no puedo responderle nada a esta mujer ,tampoco puedo<br />

verla...<br />

Capítulo 4<br />

Entendiendo sueños<br />

Axtre no vio el color de sus labios, pero, de seguro que si los<br />

hubiese visto, si los hubiese reconocido, nunca los hubiese<br />

abandonado ,nunca hubiese deseado despertar.<br />

-¡Despieeerte!! (Una voz de un hombre adulto, una voz<br />

aguda, a modo de grito)<br />

¡Aaaaargh! Una serenata con ollas, latas y metales; que ruido<br />

tan infernal.<br />

Resulta que todos los tripulantes del barco estaban alrededor<br />

de mí, tratando de despertarme; lo curioso es que al despertar<br />

todos estaban en silencio y no había ninguna mujer a bordo, ni<br />

había palomas enfermas; lo único diferente a...<br />

-¿Fue un sueño?! ¿Qué pasó?<br />

- Eso le pregunto Capitán, ¿qué hace botado en el suelo?<br />

- No lo sé, creo que estaba soñando<br />

- Jajajjajajja capitán, usted escoge lugares y momentos<br />

rarísimos para dormir.<br />

Este marinero era Wallace, es de aquellos que intentan<br />

alegrarle la vida a todos siempre y cuando tengan alcohol en la<br />

sangre o en una botella lista para poder beber y embriagarse.


Wallace ,con dos botellas,<br />

sentado al lado de Axtre en el piso<br />

- jaja, no ha sido intencionalmente, marinero(le respondí)<br />

- ¿entonces qué sucedió?<br />

- Solo me acuerdo de haber guardado unos pájaros en mi<br />

recámara.<br />

-¿cuales pájaros capitán?<br />

Le conté a Wallace todo lo que había visto; el asunto de los<br />

pájaros, lo que había sucedido con Adrián. En ese momento<br />

estaban todos los marineros sentados a mi alrededor<br />

escuchando como niños, algunos con la boca abierta, otros de<br />

brazos cruzados con una sonrisa enorme. Nunca había<br />

compartido palabras (<strong>sin</strong> ser de caracter imperativo) con esta<br />

gente, en este momento eran cuentos en vez de ordenes.<br />

Quizás mi sueño fue algo bueno después de todo, pensé, por<br />

eso les seguí contando.<br />

- ...Entonces mis manos empezaron a echar humo negro, por lo<br />

que parecía era mi sangre, de nuevo.


Entonces, en ese momento miré y no lo podía creer, mis<br />

vendajes estaban sucios, indudablemente era sangre, no era<br />

negra, estaba seca pero se veía fresca.<br />

- ¡Pasó , fue verdad!<br />

- Claro que fue verdad ,capitán<br />

Me estaban jugando una broma, querían hacerme creer que<br />

era un sueño; aunque, por algún motivo no se estaban riendo<br />

como”deberían”, seguramente pasó algo o me estoy<br />

preocupando demasiado<br />

-¿Donde están las palomas?<br />

- Calma, calma<br />

- Aqui quien da las ordenes soy yo, ahora no estoy de bromas.<br />

Suelta esa botella Wallace, necesito saber qué ocurrió.<br />

- Capitán, casi nunca compartimos con usted, es importante<br />

aprovechar algo apoteósico como una invasión para poder<br />

sentarnos con usted...<br />

- Wallace! Qué ha pasado!?<br />

- Lo que usted ha contado, era el día más bonito y de repente<br />

llegaron unos pájaros a atacarnos.<br />

- Y la mujer?<br />

- ¿Cuál mujer? , señor<br />

- Seguramente soñó con sirenas - dijo Adrián<br />

- Seguramente le hace falta comida, como a nosotros antes de<br />

que llegaran las palomas - dijo Wallace<br />

- No se les habrá ocurrido comerse uno de esos bichos crudos,<br />

cierto? -dijo Axtre<br />

- Capitán, si cocinamos algo nos quedamos <strong>sin</strong> madera.<br />

- Esos pájaros no son normales. todavía tenemos dos días para<br />

llegar a donde el Rey Joálas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!