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RESUMEN<br />
ALGUIEN DESORDENA ESTAS ROSAS — 1952<br />
Esta historia inicia con la descripción de un día domingo en el cual es invierno y el niño<br />
sale de su tumba a buscar las flores blancas y rojas que tanto le gustan a la vieja casa donde<br />
él vivió, recuerda la niña que estaba con el día de la muerte, él era un niño cuando murió y<br />
su amiga también pero él no dejaba de visitar su vieja casa lo había hecho durante muchos<br />
años hasta que se fueron los viejos residentes y volvió a llegar a vivir ella su amiga de la<br />
infancia aunque ya estaba vieja y había cambiado físicamente el al mirarla la recordó vio en<br />
ella a aquella niña su amiga, ella limpio la casa y empezó a tener un nuevo aire pero él<br />
seguía hay sentado en la silla en el rincón de la habitación donde había escuchado por<br />
última vez la voz de su amiga, ella aunque comía y dormía en la habitación del al lado,<br />
había hecho un altar en la habitación donde su amigó se la pasaba y el la veía hablar con<br />
sus santos y colocar las rosas en el altar, y aunque ella sentía a veces ese viento que<br />
desacomodaba las rosas, no temía y seguía en la habitación con sus santos su amigo<br />
contemplaba lo que hacia la mujer todos los días como vendía las rosas en la tarde afuera<br />
de su casa como pasaban los años y su amiga iba envejeciendo el solo esperaba el día en<br />
que ella entiendera quien era el que todos los domingos le desordenaba las 39 rosas.
RESUMEN<br />
LA NOCHE DE LOS ALCARAVANES<br />
Cuenta como tres hombre perdieron la vista en un bar de mala muerte. Enredados entre sus<br />
paredes buscan la salida mientras tanto escuchan la música cercana, sus olfatos perciben el olor a<br />
mujeres tristes y con olores agrios. Salen y aún están ahí enredados entre las paredes y puerta que<br />
se abren y se cierran. Caminan para todas partes, sin ninguna orientación precisa, llegan a un<br />
cuarto; se dan cuenta por el olor a ropa y a baúles viejos. Les sacaron los ojos cuando uno de ellos<br />
se puso a imitarlos y dio una hora equivocada. También les informa que los periodistas han dicho<br />
la noticia; pero nadie les h creído por ser, según la gente, una falsa información de los periódicos<br />
para aumentar la ventas y porque también aun nadie ha visto los alcaravanes.<br />
Todos saben dónde viven, pero ellos no. Nadie quiere llevarlos a sus viviendas porque dicen que<br />
todo es una mentira. En este mar de contrariedades sigue perdidos. Llevan tres días en las mismas.<br />
Están en la calle, buscan a alguien o algún olor conocido. Sienten a los que pasan cerca de ellos,<br />
escuchan sus voces y ellos dicen:<br />
“ ..Los alcaravanes nos sacaron los ojos “<br />
Alguien responde:<br />
“..Estos tomaron en serio a los periódicos”<br />
Nadie les cree y las voces se van desapareciendo, y a ellos solo les toco quedarse ahí, esperando<br />
que les pegue los rallos del sol en la cara, quizás para hallar la claridad que necesitan.
Resumen<br />
UN DÍA DE ESTOS — Gabriel García Márquez<br />
Don Aurelio escobar, dentista abrió su gabinete a las seis. Saco de la vidriera una<br />
dentadura postiza aun montada en el molde de yeso y puso sobre una mesa un<br />
puñado de instrumentos.<br />
Vestido de camisa a rayas, sin cuello y los pantalones sostenidos con cargadores<br />
elásticos.<br />
Cuando tuvo las herramientas dispuestas sobre la mesa se sentó a pulir la<br />
dentadura postiza, después de cierta hora hizo una pausa para mirar al cielo,<br />
siguió trabajando con la idea que iba a llover.<br />
Su hijo de once años le habla: papa dice el alcalde que si le sacas una muela<br />
Dile que no estoy aquí, dice el dentista.<br />
En la sala de espera volvió a gritar su hijo: dice que si estas porque te está<br />
oyendo, dice que si no le sacas la muela te va apegar un tiro.<br />
Dile que venga a pegármelo.<br />
Giro el sillón hasta quedar de frente a la puerta, el alcalde apareció.<br />
Buenos días dijo el alcalde, buenos días respondió el dentista, le dijo siéntese,<br />
El alcalde apoyo su cráneo en la silla, cuando sintió que el dentista se acercaba<br />
abrió la boca se aferró a las barras de la silla, descargo toda su fuerza en los pies.<br />
El dentista solo movió la muñeca, el alcalde sintió un crujido en los huesos de la<br />
mandíbula, no suspiro hasta verla salir.<br />
El dentista le dio un trapo limpio para que se secara las lágrimas.<br />
El alcalde se puso de pie se despidió y dijo me pasa la cuenta ¿a usted o al<br />
municipio? Dijo el dentista, el alcalde lo miro cerró la puerta y dijo a través de la<br />
red metálica, es la misma vaina.
http://www.ignaciodarnaude.com/textos_diversos/Garcia%20Marquez,Todos%20los%20cuent<br />
os,1947-1972.pdf<br />
http://recursosbiblio.url.edu.gt/publilppm/Libros/2015/edgar-cuentos.pdf