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El estudio conjunto de estos tres altépetl se justifica por las estrechas relaciones que los unían. En<br />
primer lugar, las dinastías de tlatoque de los tres altépetl se aliaron, lo cual dio a las dinastías<br />
cuauhtitlancalque y tetzcocana las necesarias credenciales dinásticas toltecas para gobernar<br />
legítimamente y, a la vez, permitió que los chichimecas dominaran política y militarmente a<br />
Colhuacan.<br />
Paralelamente los colhuas y los chalcas, dos pueblos de rancia raigambre tolteca, proporcionaron<br />
a los otros dos pueblos, que eran de orgullosa prosapia chichimeca, importantes bienes culturales<br />
que les permitieron establecer sus altépetl, y a su vez recibieron bienes culturales chichimecas.<br />
Los orígenes de los pueblos indígenas del valle de México<br />
Este trueque de bienes culturales ha sido interpretado tradicionalmente como un proceso de<br />
“aculturación” o “civilización” que transformó a unos pueblos de chichimecas cazadoresrecolectores<br />
provenientes del norte en pueblos agricultores y urbanos a la manera de los toltecas<br />
del centro de México. Sin embargo, la lectura cuidadosa de las fuentes indica que el proceso de<br />
intercambio entre chichimecas y toltecas no fue una “evolución” cultural de esa naturaleza. En<br />
primer lugar, se trató de un intercambio en que los chichimecas no sólo fueron receptores de<br />
bienes culturales toltecas, sino que también dieron sus bienes culturales chichimecas a los pueblos<br />
de aquella tradición, lo cual produjo una convergencia cultural e identitaria entre ambos. Por otro<br />
lado, como veremos en este capítulo, las descripciones que las fuentes hacen de la vida original de<br />
los chichimecas no deben leerse literalmente, pues la forma de vida de estos pueblos no<br />
correspondía a la de cazadores-recolectores, sino a la de agricultores aldeanos semiitinerantes que<br />
no realizaban cultivos intensivos. Tampoco deben tomarse al pie de la letra las descripciones de<br />
los bienes culturales toltecas: éstos consistían no sólo en un conjunto de conocimientos y<br />
tecnologías, como se ha supuesto tradicionalmente, sino también en rituales y prácticas religiosas<br />
así como formas de organización social y política asociadas con ellas y, fundamentalmente en<br />
derechos de propiedad y de utilización sobre éstos que pertenecían exclusivamente a ciertos<br />
linajes de gobernantes. Por ello, el proceso de intercambio de bienes culturales toltecas y<br />
chichimecas es inseparable de las alianzas dinásticas que establecieron los gobernantes de ambos<br />
grupos y debe ser entendido como parte del proceso de consolidación de los altépetl en el valle de<br />
México.