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Título original: The Elder Scrolls V: Skyrim ®<br />

The Skyrim Library ®, Volume I: The Histories<br />

Primera edición: noviembre de 2016<br />

© 2015 Bethesda Softworks LLC, una compañía de ZeniMax. The Elder Scrolls, Skyrim,<br />

Oblivion, Morrowind, Dragonborn, Bethesda, Bethesda Softworks, Bethesda Game Studios,<br />

ZeniMax y los logos relacionados son marca o marca registrada de ZeniMax Media Inc. en<br />

EE.UU. o/y otros países. Todos los derechos reservados<br />

Queremos expresar nuestro agradecimiento a Todd Howard, Bruce Nesmith, Kurt Kuhlmann,<br />

Emil Pagliarulo, Brian Chapin, Jon Paul Duvall, Shane Liesegang, Alan Nanes, William Shen,<br />

Matt Daniels, Nate Ellis, Matthew Carofano, Ray Lederer, Adam Adamowicz y Natalia<br />

Smirnova de Bethesda Game Studios. También damos las gracias a Steve Perkins,<br />

Paris Nourmohammadi y Mike Wagner de Bethesda Softworks<br />

Esta traducción de Skyrim. Historias, publicada por primera vez en 2016, se publica mediante<br />

acuerdo con Titan Publishing Group Ltd.<br />

© Traducción propiedad de Bethesda Softworks LLC, 2015<br />

Editorial Planeta, S. A., 2016<br />

Avda. Diagonal, 662-664, 7. a planta. 08034 Barcelona<br />

www.timunmas.com<br />

www.planetadelibros.com<br />

Todos los derechos reservados<br />

ISBN: 978-84-450-0387-9<br />

Depósito legal: B 20737-2016<br />

Preimpresión: Keiko Pink & the Bookcrafters<br />

Impreso en España por Egedsa<br />

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su<br />

transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u<br />

otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser<br />

constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal)<br />

Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento<br />

de esta obra. Puede contactar con CEDRO a través de la web www.conlicencia.com o por teléfono en el 91 702<br />

19 70 / 93 272 04 47


BIBLIOTECA SKYRIM<br />

Índice<br />

Historias<br />

Breve historia del Imperio 6<br />

Historia social de Cyrodiil 16<br />

Guerra del Primer Concilio 18<br />

Los cinco cantares del rey Wulfharth 19<br />

El cantar secreto de Wulfharth,<br />

Rey de las Cenizas 2 1<br />

Crónica de Reman 24<br />

Tercera Era: Un breve intervalo 27<br />

Vida de Uriel Septim VII 30<br />

Informe de la Comisión Imperial<br />

sobre el desastre de Ionith 33<br />

Reanálisis de la paradoja dragontina 43<br />

¿Dónde estabais cuando la paradoja<br />

dragontina? 44<br />

La locura de Pelagio 46<br />

Danza en el fuego 50<br />

El relato argoniano 89<br />

La sensual doncella argoniana 110<br />

El tórrido bardo argoniano 111<br />

La Reina Loba 112<br />

Un relato conciso de la Gran Guerra entre<br />

el Imperio y el Dominio de Aldmer 144<br />

Biografía de Barenziah 151<br />

La rebelión de Primada 156<br />

Skyrim<br />

Recorriendo el mundo Volumen XI:<br />

Soledad 179<br />

La ciudad de piedra:<br />

Guía de Markarth para mercenarios 183<br />

De las dagas cruzadas:<br />

La historia de Riften 187<br />

Azote del barrio Gris 188<br />

Las cartas de Ventalia 190<br />

Del andar ligero:<br />

Las ruinas nórdicas de Skyrim 192<br />

La muerte de un errante 195<br />

La caída de Saarthal 200<br />

Un laberinto menor:<br />

Shalidor y Laberintia 202<br />

El Guardián y el Traidor 204<br />

Una guía del explorador de Skyrim 161<br />

Canciones de Skyrim 163<br />

El gobierno de Skyrim:<br />

La visión de un extranjero 167<br />

Las comarcas de Skyrim:<br />

Una guía para comandantes 170<br />

Guía de Carrera Blanca<br />

para gentilhombres 1 7 5


HISTORIAS<br />

Morrowind<br />

Una breve historia de Morrowind 206<br />

El Año Rojo 208<br />

Historia de Roca del Cuervo 212<br />

Dragones<br />

Akavir misteriosa 216<br />

El libro de los Sangre de Dragón 218<br />

La guerra de los dragones 221<br />

Olaf y el dragón 222<br />

Llegarán los dragones 226<br />

El descenso de Ahzidal 228<br />

La dicotomía Alduin-Akatosh 230<br />

Alduin es real, y no hes Akatosh 233<br />

El idioma de los dragones:<br />

Basta de mitos 235


BIBLIOTECA SKYRIM<br />

Breve historia del Imperio<br />

por Stronach K’Thojj III<br />

Historiador imperial<br />

Primera parte<br />

n tiempos anteriores a Tiber Septim, en Tamriel imperaba el caos. El poeta Tracizis<br />

dio en llamar a este período de inestabilidad «los días y las noches de sangre y fieras». Los reyes<br />

no eran sino un manojo de tiranos avariciosos, dispuestos a evitar por las armas que Tiber pusiera<br />

orden. Pero su capacidad de organización era tan escasa como laxa era su moral, por lo que<br />

la mano firme de Septim impuso en Tamriel la paz por la fuerza. Corría el año 896 de la Segunda<br />

Era. Al año siguiente, el emperador declaró el inicio de una nueva era, que sería la Tercera y que<br />

partiría del año O.<br />

Durante treinta y ocho años, el emperador reinó sin cortapisas. Fue una era marcada por la ley,<br />

la piedad y la gloria, en la que todos se beneficiaron de la justicia, desde el siervo hasta el monarca.<br />

El día que murió Tiber, comenzó a llover y no paró hasta dos semanas después; parecía como si<br />

llorase la tierra de Tamriel.<br />

Accedió entonces al trono el nieto del emperador, Pelagio. Aunque su reinado fuese breve, fue<br />

tan fuerte y decidido como su padre, y Tamriel podría haber disfrutado de una segunda Edad de<br />

Oro. Por desgracia, un desconocido enemigo de la casa de los Septim pagó a la maldita camarilla de<br />

degolladores conocida como «la Hermandad Oscura» para que acabase con la vida del emperador<br />

Pelagio I cuando rezaba de rodillas en el templo del Único de la Ciudad Imperial. Su reino no llegó<br />

ni a los tres años.<br />

Pelagio no dejó herederos, por lo que la corona imperial pasó a la hija de Agnorith, el hermano<br />

de Tiber. Kintyra, que era reina de Silvenar, ascendió al trono con el nombre de Kintyra I. Su reino<br />

estuvo bendecido por la prosperidad y las buenas cosechas, y no cesó de promover las artes, la<br />

música y la danza.<br />

El hijo de Kintyra fue coronado tras su muerte y fue el primer emperador de Tamriel que recurrió<br />

al nombre imperial de Uriel. Uriel I fue el gran legislador de la dinastía Septim y promovió<br />

la creación de entidades independientes y gremios. Bajo su mano firme pero generosa, los gremios<br />

de guerreros y magos ganaron prominencia a lo largo y ancho de Tamriel. Su hijo y sucesor, Uriel<br />

II, reinó dieciocho años, desde la muerte de Uriel I allá por el año 64 de la Tercera Era hasta la<br />

subida al trono de Pelagio II en el 82 de la Tercera Era. Por desgracia, el reinado de Uriel II estuvo<br />

marcado por las plagas, las epidemias y los motines. El buen carácter heredado de su padre no<br />

benefició demasiado a Tamriel, y en esta época se hizo poca justicia.<br />

De su progenitor no solo recibió el trono, sino las deudas surgidas de la mala gestión de las<br />

arcas y de la justicia. Pelagio destituyó al consejo de ancianos en su totalidad y únicamente les<br />

permitió reincorporarse a sus cargos si abonaban unas cuantiosas sumas. También animó a los<br />

monarcas vasallos a hacer lo mismo y, en el ocaso de su reinado, la prosperidad volvió a extenderse<br />

6


HISTORIAS<br />

por Tamriel. No obstante, hay críticos que dicen saber de consejeros bien sabios, pero poco adinerados,<br />

que fueron destituidos sumariamente por Pelagio. Aquí pudieron radicar los problemas a<br />

los que tuvo que enfrentarse su hijo Antíoco cuando ascendió al trono imperial.<br />

Antíoco fue, con certeza, uno de los descendientes más extravagantes de la normalmente austera<br />

casta de los Septim. Tenía casi tantas amantes como esposas y era conocido por la riqueza<br />

de sus atuendos y su buen humor. Por desgracia, su reino estuvo marcado por la guerra civil,<br />

conflicto aún peor que el que le tocó ver a su abuelo Uriel II. La Guerra de la Isla, que estalló en el<br />

110 de la Tercera Era, doce años después del ascenso al trono de Antíoco, estuvo a punto de costarle<br />

a Tamriel la isla de Estivalia. La alianza de los reyes de Estivalia y Antíoco logró derrotar al rey<br />

Orgnum del reino isleño de Pyandonea gracias a una tormenta sobrenatural. Cuenta la leyenda<br />

que la Orden Psijic de la isla de Arteum desató la tormenta por arte de magia.<br />

CALENDARIO<br />

DE SKYRIM<br />

Cada año tiene 12 meses.<br />

Son los siguientes:<br />

1. Estrella del alba<br />

2. Amanecer<br />

3. Primera semilla<br />

4. Mano de lluvia<br />

5. Segunda semilla<br />

6. Mitad del año<br />

7. Culminación solar<br />

8. Última semilla<br />

9. Fuego del hogar<br />

10. Helada<br />

11. Ocaso<br />

12. Estrella vespertina<br />

Cada semana tiene 7 días.<br />

Son los siguientes:<br />

1. Morndas<br />

2. Tirdas<br />

3. Middas<br />

4. Turdas<br />

5. Fredas<br />

6. Loredas<br />

7. Sundas<br />

7


BIBLIOTECA SKYRIM<br />

La historia de Kintyra II, hija de Antíoco y heredera de su trono, es sin duda uno de los relatos<br />

más tristes del Imperio. Su primo hermano Uriel, hijo de la reina Potema de Soledad, acusó a<br />

Kintyra de ser hija ilegítima. Para justificarlo, alegó a la infame decadencia de la Ciudad Imperial<br />

en los tiempos del reinado de su padre. Dicha acusación no logró impedir su coronación, por lo<br />

que Uriel recurrió a los descontentos monarcas de Roca Alta, Skyrim y Morrowind, y dirigió tres<br />

ataques contra el Imperio Septim con la ayuda de la reina Potema.<br />

El primero de los ataques tuvo lugar en la región de la bahía de Iliac, que separa a Roca Alta<br />

de Páramo del Martillo. Todo el entorno de Kintyra fue ejecutado y la emperatriz fue capturada.<br />

Durante dos años, Kintyra II se marchitó en una cárcel imperial, al parecer en La Cañada o Glenmor,<br />

antes de morir asesinada en misteriosas circunstancias. El segundo ataque tuvo por objetivo<br />

las guarniciones imperiales de las islas de la costa de Morrowind. El consorte de la emperatriz,<br />

Kontin Arynx, cayó en la defensa de estas fortificaciones. El tercer y último ataque fue el del sitio<br />

de la mismísima Ciudad Imperial, justo después de que el consejo de ancianos decidiera dividir<br />

al ejército para atacar el oeste de Roca Alta y el este de Morrowind. El gobierno, debilitado, no<br />

pudo hacer frente al decidido ataque de Uriel y capituló a las dos semanas de resistencia. Uriel se<br />

proclamó emperador de Tamriel esa misma noche con el nombre de Uriel III. Corría el año 121 de la<br />

Tercera Era. De esta forma comenzó la Guerra del Diamante Rojo, que describimos en la segunda<br />

parte de esta crónica.<br />

8<br />

Segunda parte<br />

Contábamos en la parte anterior la vida de los primeros ocho emperadores de la dinastía de los<br />

Septim, empezando por el glorioso Tiber Septim y terminando por su tataratataratataratatarasobrina<br />

Kintyra II. El asesinato de Kintyra mientras estaba presa, probablemente en La Cañada,<br />

es para algunos el final de la línea directa de la familia Septim. En todo caso, constituye un punto<br />

y aparte.<br />

Uriel III no solamente se proclamó emperador de Tamriel, sino también Uriel Septim III, incorporando<br />

tan noble apellido a su título. Su apellido verdadero era Mantiarco, heredado de la familia<br />

de su padre. Con el tiempo, Uriel III fue derrocado y sus crímenes vengados, pero la tradición de<br />

llamar Septim a los emperadores de Tamriel prosiguió tras su muerte.<br />

Durante seis años, la Guerra del Diamante Rojo (que recibe su nombre de la famosa insignia de<br />

la familia Septim) dividió al Imperio. En liza estaban los tres hijos que sobrevivieron a Pelagio II:<br />

Potema, Céforo y Magnus, además de sus respectivos vástagos. Potema, cómo no, apoyó a su hijo<br />

Uriel III y contó con el apoyo de todo Skyrim y la norteña Morrowind. Sin embargo, gracias a los<br />

esfuerzos de Céforo y Magnus, la provincia de Roca Alta cambió de bando. Las provincias de Páramo<br />

del Martillo, la isla de Estivalia, Bosque Valen, Elsweyr y Ciénaga Negra estaban divididas,<br />

pero la mayoría de monarcas se puso del lado de Céforo y Magnus.<br />

En el año 127 de la Tercera Era, Uriel III fue capturado en la batalla de Ichidag, en Páramo del<br />

Martillo. Cuando lo llevaban a juicio en la Ciudad Imperial, la muchedumbre se hizo con su carro<br />

y lo quemó con él dentro. Su tío, responsable de su captura, prosiguió su camino hasta la Ciudad<br />

Imperial y fue coronado Céforo I, emperador de Tamriel, por aclamación popular.


HISTORIAS<br />

El reinado de Céforo estuvo marcado por la guerra. Era un hombre bueno e inteligente, pero<br />

lo que Tamriel precisaba era un gran guerrero y, por suerte, también lo era. Le hicieron falta diez<br />

años más para lograr doblegar a su hermana Potema, conocida como «la Reina Loba de Soledad»,<br />

que murió en el sitio de su ciudad estado en el año 137. Céforo moriría tres años después. Durante<br />

su reinado no halló la ocasión para contraer matrimonio, por lo que fue su hermano y cuarto hijo<br />

de Pelagio II quien ascendió al trono.<br />

El emperador Magnus, que recibió la diadema imperial a una edad muy avanzada, consumió la<br />

mayor parte de las energías que le restaban en castigar a los pérfidos reyes que participaron en la<br />

Guerra del Diamante Rojo. Las leyendas acusan al hijo de Magnus y heredero Pelagio III de haber<br />

matado a su padre, pero es harto improbable pues Pelagio era rey de Soledad tras la desaparición<br />

de Potema y apenas visitaba la Ciudad Imperial.<br />

Pelagio III, al que a veces se le llamaba «el Loco», fue proclamado emperador en el año 145 de la<br />

Tercera Era. Ya casi desde el inicio de su reinado, sus excentricidades se dejaron sentir en la corte.<br />

Fue la vergüenza de los dignatarios, origen de ofensas para los reyes vasallos y suicida frustrado<br />

al concluir un magnífico baile imperial. Su sufrida esposa fue nombrada finalmente regente de<br />

Tamriel, y Pelagio III pasó por varios hospitales y retiros hasta que falleció en el año 153 de la<br />

Tercera Era a la edad de 34 años.<br />

La emperatriz regente de Tamriel fue proclamada con el nombre de Katariah I al morir su<br />

marido. Los que aún piensan que el linaje de los Septim no acaba con la muerte de Kintyra II consideran<br />

que la ascendencia de esta elfa oscura es un indicio real de su declive. Por su parte, sus<br />

9


BIBLIOTECA SKYRIM<br />

defensores afirman que el hijo que tuvo con Pelagio era descendiente de Tiber, por lo que la línea<br />

sucesoria continuó inquebrantada. A pesar de las acusaciones racistas, los cuarenta y seis años<br />

de reinado de Katariah se cuentan entre los más celebrados en la historia de Tamriel. Descontenta<br />

con la Ciudad Imperial, Katariah se dedicó a recorrer el Imperio a lo largo y ancho como ningún<br />

otro antecesor había hecho desde los tiempos de Tiber. Curó las heridas causadas por la ruptura<br />

de alianzas y la falta de diplomacia del anterior emperador. El pueblo de Tamriel terminó queriendo<br />

a su emperatriz mucho más que los nobles. La muerte de Katariah durante una escaramuza de<br />

poca monta en la Ciénaga Negra es uno de los temas favoritos de los historiadores con querencia<br />

por la conspiración. Se podría catalogar de revelación el descubrimiento hecho por el sabio Montalio,<br />

según el cual una rama desheredada de la familia Septim se vio implicada en la confrontación.<br />

Cuando Cassynder ascendió al trono al morir su progenitora ya estaba en la plenitud de su<br />

vida. Al ser solo medio elfo, envejeció como un bretón. De hecho, dejó el trono de Quietud en manos<br />

de su medio hermano Uriel debido a su frágil estado de salud. No obstante, al ser el único pariente<br />

que tenía vínculos de consanguinidad con Pelagio y, por lo tanto, con Tiber, le obligaron a aceptar<br />

el ascenso al trono. A nadie le extrañó que el reinado del emperador Cassynder fuera tan breve.<br />

No habían pasado dos años y ya compartía el sueño eterno con sus predecesores.<br />

Uriel Lariat, hermanastro de Cassynder e hijo de Katariah I y su consorte imperial Gallivere<br />

Lariat (tras la muerte de Pelagio III), abandonó el reino de Quietud para gobernar como Uriel<br />

IV. Uriel IV era todo un Septim por ley: Cassynder lo adoptó al erigirse monarca de Quietud. No<br />

obstante, para el consejo y el pueblo de Tamriel seguía siendo el hijo ilegítimo de Katariah. Uriel<br />

carecía del dinamismo de su madre y su largo reinado de cuarenta y tres años fue caldo de cultivo<br />

para distintos alzamientos.<br />

La historia de Uriel IV se narra en la tercera parte de la presente crónica.<br />

10<br />

Tercera parte<br />

En la primera parte contamos el breve relato de la sucesión de los ocho primeros emperadores de<br />

la dinastía Septim, desde Tiber I a Kintyra II. La segunda parte narraba la Guerra del Diamante<br />

Rojo y dimos cuenta de los seis emperadores que siguieron, desde Uriel III a Cassynder I.<br />

Ese volumen concluía con el ascenso de Uriel IV, hermanastro del emperador, al trono<br />

imperial de Tamriel.<br />

Recordemos que Uriel IV no era Septim de nacimiento. Aunque su madre reinó<br />

con el título de emperatriz durante muchos años, era una elfa oscura casada con un<br />

auténtico Septim, Pelagio III. El padre de Uriel era en realidad el consorte de Katariah<br />

I tras la muerte de Pelagio, noble bretón de nombre Gallivere Lariat. Antes de<br />

llegar al trono del Imperio, Cassynder I gobernó en el reino de Quietud, pero su frágil<br />

salud lo obligó a abdicar. Cassynder no tuvo descendencia, por lo que adoptó legalmente<br />

a su hermanastro y abdicó. A la muerte de su madre, Cassynder heredó el Imperio siete años<br />

más tarde. Tres años después, Uriel volvió a heredarlo de la mano de Cassynder.<br />

El reinado de Uriel IV fue largo y estuvo plagado de dificultades. A pesar de haber sido adoptado<br />

legalmente por los Septim y de la posición social de los Lariat (parientes lejanos de estos),


HISTORIAS<br />

pocos ancianos del consejo lo aceptaron como descendiente directo de Tiber. El consejo asumió un<br />

gran número de responsabilidades durante el largo reinado de Katariah I y el breve mandato de<br />

Cassynder I. Por muy fuerte que fuera la voluntad de Uriel IV, les resultaba ajeno, por lo que al<br />

monarca le fue imposible hacerse con su fidelidad inquebrantable. A menudo, consejo y emperador<br />

estaban en desacuerdo, y era el consejo quien solía alzarse con la victoria. Desde los tiempos de<br />

Pelagio II, el consejo de ancianos se había compuesto de los hombres y mujeres más adinerados del<br />

Imperio, y su poder era decisivo.<br />

La última victoria del consejo sobre Uriel IV se produjo a título póstumo. Andorak, hijo de Uriel<br />

IV, fue desheredado por decisión del consejo, que proclamó emperador a un primo más cercano a<br />

la línea sucesoria directa de los Septim. Se trataba de Céforo II, y corría el año 247 de la Tercera<br />

Era. Durante los primeros nueve años del reinado de Céforo II, los leales a Andorak se alzaron<br />

contra las tropas imperiales. En lo que el sabio Eraintine dio en llamar «el día que el corazón de<br />

Tiber Septim dejó de latir», el consejo concedió a Andorak el trono de Timón Despojado en Roca<br />

Alta al final de la guerra y desde entonces los descendientes de Andorak gobiernan aquel lugar.<br />

Pero Céforo II tenía enemigos que requerían un mayor esfuerzo que Andorak. En palabras de<br />

Eraintine, el Usurpador Camorano, vino «de una pesadilla cimeria» y devastó Bosque Valen con<br />

su ejército de daedra y guerreros inmortales, conquistando reino tras reino. Pocos resistieron sus<br />

feroces ataques y los sangrientos meses que siguieron aquel año 249 de la Tercera Era terminaron<br />

por hacer desistir a los que quedaban. Céforo II envió cada vez más mercenarios a Páramo del<br />

Martillo para detener la marcha del Usurpador hacia el norte, pero o bien eran sobornados o bien<br />

los pasaban a cuchillo para engrosar su ejército de inmortales.<br />

La historia del Usurpador Camorano se merece su propio libro (recomendamos al lector que<br />

consulte La caída del Usurpador de Palaux Illthre para conocer más detalles). En resumen, diremos<br />

que la destrucción de las fuerzas del Usurpador tuvo poco que ver con los esfuerzos del<br />

emperador. El resultado fue una victoria que tuvo repercusiones en toda la zona y aumentó la<br />

hostilidad para con el Imperio, al parecer ineficaz.<br />

Uriel V, hijo y sucesor de Céforo II, dirigió la atención sobre el poder latente que yacía en el<br />

seno del Imperio. Para desviar la atención de las pugnas internas, Uriel V embarcó a Tamriel en<br />

distintas invasiones al poco de acceder al trono en el año 268 de la Tercera Era. Uriel V conquistó<br />

Roscrea en el año 271, Cathnoquey en el 276, Yneslea en el 279 y Esroniet en el 284. En el año 288 de<br />

la Tercera Era, se embarcó en la que sería su empresa más ambiciosa: la invasión del reino continental<br />

de Akavir, que se saldó con un fracaso. Dos años después, Uriel V moriría en Akavir en la<br />

batalla de Ionith. No obstante, la reputación de Uriel V es solamente comparable con la de Tiber<br />

por ser uno de los dos grandes emperadores guerreros de Tamriel.<br />

La cuarta y última parte de esta crónica narra los avatares de los cuatro últimos emperadores,<br />

empezando por el hijo de Uriel V.<br />

11


HISTORIAS<br />

Cuarta parte<br />

En el primer tomo de esta crónica narramos brevemente la vida de los ocho primeros emperadores<br />

de la dinastía Septim empezando por Tiber I. El segundo relataba la historia de la Guerra<br />

del Diamante Rojo y de los seis emperadores que siguieron. Finalmente, las tribulaciones de los<br />

siguientes tres emperadores (el frustrado Uriel IV, el incompetente Céforo II y el heroico Uriel V)<br />

fueron objeto de estudio en el tercer tomo.<br />

Cuando murió Uriel V en el territorio enemigo de Akavir, su sucesor Uriel VI tenía cinco años.<br />

De hecho, nació poco antes de que su padre se encaminara a su último destino. La única descendencia<br />

de Uriel V, por unión morganática, eran las gemelas Morihatha y Eloisa, que nacieron<br />

al mes de su partida. Uriel VI fue coronado el año 290 de la Tercera Era. La consorte imperial<br />

Thonica y madre del heredero recibió poderes limitados en calidad de regente hasta que Uriel VI<br />

cumpliera la mayoría de edad. El consejo de ancianos era quien mandaba en realidad, tal y como<br />

venían haciendo desde los tiempos de Katariah I.<br />

Tan plena era la libertad de actuación del consejo para promulgar leyes (y generar ingresos),<br />

que Uriel VI no obtuvo plenos poderes para reinar hasta el 307, cuando ya tenía veintidós años.<br />

Con el tiempo había ido adquiriendo potestades, pero tanto el consejo como su madre, que aunque<br />

con cortapisas ostentaba el cargo de regente, se resistieron a ceder las riendas. Para cuando ascendió<br />

al trono, los engranajes del gobierno eran tales que pocas funciones le quedaban, si exceptuamos<br />

la del veto imperial.<br />

No obstante, recurrió a dicha potestad con regularidad y rotundidad. En el año 313, Uriel VI<br />

ya podía presumir de gobernar realmente Tamriel. Recurrió a redes de espionaje y a cuerpos de<br />

guardia ya en desuso para forzar a los testarudos ancianos del consejo. Su hermanastra Morihatha<br />

era (y no es de extrañar) su más estrecha aliada, especialmente tras sus desposorios con<br />

el barón Ulfe Gersen de Hibernalia, que le reportaron considerables riquezas e influencia. Como<br />

ya dijera el sabio Ugaridge, «Uriel V conquistó Esroniet, pero Uriel VI conquistó al consejo de<br />

ancianos».<br />

Uriel VI se cayó de un caballo y no pudieron reanimarlo ni los mejores médicos de la corte, así<br />

que su querida hermana Morihatha recibió la tiara imperial. A los veinticinco años de edad, los<br />

diplomáticos decían de ella (con ánimo de adular) que se trataba del ser más hermoso de toda<br />

Tamriel: bien formada, vivaz, atlética y con experiencia política. Fue quien trajo al maestro supremo<br />

de Skyrim a la Ciudad Imperial y nombró al segundo mago guerrero imperial desde los<br />

tiempos de Tiber Septim.<br />

Morihatha culminó la tarea iniciada por su hermano e hizo de la Provincia Imperial una entidad<br />

administrativa bajo el mando de la emperadora (y, posteriormente, del emperador). No obstante,<br />

en los confines de esa provincia, el Imperio se había ido disgregando paulatinamente. Desde<br />

el reinado de su abuelo Céforo II, no hubo quien pusiera coto a las abundantes revoluciones y<br />

guerras civiles. Administrando sabiamente sus ataques, Morihatha fue recuperando la lealtad de<br />

sus rebeldes vasallos, y eso sin implicarse excesivamente.<br />

A pesar del éxito indudable de las campañas militares de Morihatha, lo meditado de sus decisiones<br />

solía desencantar al consejo. Se cree que uno de los consejeros, un argoniano que adoptó el<br />

13


BIBLIOTECA SKYRIM<br />

nombre coloviano de Thoricles Romo, encargó a unos asesinos<br />

a sueldo que la matasen allá por el año 339 de la Tercera<br />

Era. Al parecer, lo hizo en un arrebato de ira por la<br />

negativa de enviar tropas a su Ciénaga Negra,<br />

aquejada por los conflictos. Romo fue juzgado y<br />

ejecutado sumariamente, aunque insistió en su<br />

inocencia hasta el último momento.<br />

Morihatha no dejó descendientes, y Eloisa<br />

murió de unas fiebres cuatro años antes. El hijo<br />

de Eloisa, de veinticinco años de edad, fue coronado<br />

con el nombre de Pelagio IV. Este emperador<br />

continuó la labor de su tía, recuperando bajo su égida<br />

los reinos, ducados y baronías más radicales y empecinados<br />

del Imperio. Si bien se guió con el mismo aplomo y la<br />

misma cautela que su tía, no logró cosechar el mismo éxito. Tanto<br />

tiempo obraron los reinos a su libre albedrío que la autoridad imperial no dejaba<br />

de resultarles irritante por benigna que fuera. No obstante, al abandonarnos<br />

Pelagio tras veintinueve prósperos años de estabilidad, Tamriel<br />

se hallaba más cerca de la unidad que en ningún otro momento desde los<br />

tiempos de Uriel I.<br />

Nuestro actual emperador, Su excelencia y Terrible Majestad Uriel Septim<br />

VII, hijo de Pelagio IV, tiene la diligencia de su tía abuela Morihatha, la<br />

destreza en el arte de la política de su tío abuelo Uriel VI y la habilidad en el<br />

campo de batalla de su tío abuelo segundo Uriel V. Durante veintiún años reinó<br />

y trajo la justicia y el orden a Tamriel. En el año de 389 de la Tercera Era, no<br />

obstante, su mago guerrero imperial, Jagar Tharn, lo traicionó.<br />

Uriel VII fue encarcelado en una dimensión creada por Tharn y este<br />

se hizo pasar por el monarca adoptando su apariencia. Durante los siguientes<br />

diez años, Tharn abusó de los privilegios propios del emperador,<br />

pero cesó las reconquistas de Uriel VII. Aún no sabemos bien qué<br />

logros y pretensiones albergaba Tharn durante los diez años que se hizo<br />

pasar por su señor. En el año 399 de la Tercera Era, un enigmático adalid<br />

derrotó al mago guerrero en las mazmorras del palacio imperial y liberó a<br />

Uriel VII de su cautiverio en aquella dimensión.<br />

Desde su liberación, Uriel Septim VII ha reiniciado diligentemente la pugna<br />

que habría de reunificar Tamriel. Si bien es cierto que por culpa de Tharn se echó a<br />

perder la recuperación inicial, también es verdad que los años transcurridos desde<br />

entonces han demostrado que aún quedan esperanzas de que Tamriel vea el renacer de la Edad de<br />

Oro del reinado de Tiber Septim.<br />

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HISTORIAS<br />

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BIBLIOTECA SKYRIM<br />

Historia social de Cyrodiil<br />

Publicaciones de la Universidad de Gwylim<br />

ara los historiadores, la ocupación de Tamriel por el hombre se debió a la simple expansión<br />

militar de los nórdicos de Skyrim. De hecho, los colonizadores apenas si dejaron confín de<br />

Tamriel sin habitar antes siquiera de que se fundara Skyrim. Los denominados pueblos «nédicos»<br />

se componen de los protocyrodilianos, los antepasados de los bretones, los aborígenes de Páramo<br />

del Martillo y, quizá, la ya extinta población humana de Morrowind. En términos estrictos, los<br />

nórdicos eran uno más entre los distintos pueblos nédicos, los únicos que no lograron adaptarse<br />

pacíficamente a los elfos que ya ocupaban Tamriel.<br />

16


HISTORIAS<br />

Por supuesto, Ysgramor no fue el primer colonizador humano que llegó a Tamriel. De hecho, al<br />

«huir de la guerra civil de Atmora», tal y como reza el Cantar del retorno, Ysgramor no hizo sino<br />

seguir la larga tradición migratoria desde Atmora; Tamriel había servido de vía de escape de<br />

Atmora durante los siglos que precedieron a la llegada de Ysgramor. Descontentos, disidentes,<br />

rebeldes, hijos menores sin herencia, todos hicieron la dura travesía desde Atmora hasta el «Nuevo<br />

Mundo» de Tamriel. Los yacimientos arqueológicos descubiertos recientemente fechan los primeros<br />

asentamientos humanos en Páramo del Martillo (Roca Alta) y Cyrodiil entre los años 800<br />

a 1000 de la Era Merética, siglos antes que Ysgramor, y eso si consideramos que los doce «reyes»<br />

nórdicos anteriores a Harald eran personajes históricos reales.<br />

Los pueblos nédicos eran minoría en tierra de elfos, y no podían sino vivir en paz con la raza<br />

de los antiguos. Y así lo hicieron en Roca Alta, Páramo del Martillo, Cyrodiil y, quizá, Morrowind,<br />

floreciendo y expandiéndose durante los últimos siglos de la Era Merética. Dicho arreglo terminó<br />

olvidándose únicamente en Skyrim, hecho recogido en el Cantar del retorno. Pudiera ser que, ante la<br />

cercanía de los refuerzos provenientes de Atmora, los protonórdicos no viesen la necesidad de someterse<br />

a la autoridad de los elfos de Skyrim. Y es que las primeras crónicas de los nórdicos cuentan<br />

cómo en tiempos del rey Harald, el primer mandatario de la historia de los nórdicos (113-221 de<br />

la Primera Era), «los mercenarios de Atmora retornaron a su patria», una vez concluida la consolidación<br />

de Skyrim como reino centralizado. Fuera lo que fuera, el futuro de Skyrim estaba sellado. La<br />

expansión continuaría militarmente y el hombre se iría asentando tras las fronteras conquistadas.<br />

De esta forma, la línea entre el dominio humano y el de los elfos quedaba relativamente clara.<br />

Pero más allá de esta «zona de guerra», los demás pueblos nédicos no cesaban de mezclarse<br />

con sus vecinos los elfos. Cuando las tropas de los nórdicos del Primer Imperio entraron finalmente<br />

en Roca Alta y Cyrodiil, encontraron a bretones y protocyrodilianos viviendo entre los<br />

elfos. Claro está que los nórdicos distinguían a duras penas a un elfo de un bretón, debido a tanta<br />

mezcla interracial. La llegada de las huestes nórdicas rompió la balanza entre los pueblos nédicos<br />

y los elfos. Aunque la expansión de los nórdicos en Roca Alta y Cyrodiil fue relativamente breve<br />

(menos de dos siglos), el resultado fue decisivo: a partir de entonces, sería el hombre y no el elfo<br />

quien dominaría.<br />

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