TFE MAY

ALIMENTO
ESPIRITUAL
Rafael Vargas
Ministro del Evangelio
La Palabra de Dios es tu mejor arma
David y los gigantes
Cuando tu corazón está preparado
para los propósitos de Dios
en tu vida, Él usa las cosas más
inverosímiles para ponerte en el
lugar preciso, en la circunstancia
apropiada y en el tiempo exacto.
Así lo hizo con David cuando en
el campamento israelita empezó
a revelarse lo que David tenía en
su ser: un corazón de guerrero.
David venció a varios gigantes.
El primero fue el temor. Lo venció
mirando las promesas de Dios.
El segundo fue el gigante de la
contienda. Tú lo derribas rodeándote
de gente que te incentive a
hacer lo que Dios te ha ordenado
hacer porque La Fe y el Poder
de Dios son contagiosos. Luego
se levantó el Auto-menosprecio,
palabras que contribuyen a que
te sientas disminuido. Lo vences
diciéndole al enemigo que tendrá
que contender con Dios. Luego
se levantó la religiosidad cuando
su hermano lo quiso vestir con
sus ropas. Este gigante se vence
siendo tú mismo y peleando con
las armas de Dios. Finalmente se
levantó el gigante de la amenaza
psicológica. El diablo te dice
cosas y si las crees estarás condenado
a vida de destrucción.
Recuérdale que ya ha sido derrotado
por Jesús y que tú en Cristo
también los vencerás.
Presten atención a la levadura
La estrategia del diablo para
destruir la efectividad del Cuerpo
de Cristo es a través de la “Corrupción”.
Si no la enfrentas se
convierte en guía de a la demonización
y de allí a la muerte. La
iglesia de Corinto aceptó que uno
de sus miembros mantenga una
aventura con su madrastra y no
hicieron nada. Toleraron la conducta
de ese hombre. La Palabra
dice que el proceso de disciplina
es personal y si no oyere a la
iglesia, esta persona debe ser
separada de la comunión con los
creyentes. Los líderes y pastores
deben alentar a las personas a
vivir en rectitud. El apóstol Pablo
explicó a la iglesia el por qué debían
hacer algo al respecto del
pecado de este hombre: porque
un poco de levadura leuda toda
la masa. Quiso decir que si el
pecado de este hombre no es
tratado, esto va a afectar a toda
la congregación, porque otros
empezarán a hacer lo mismo o
cosas peores.
¿Qué dice la Biblia sobre la
corrupción?
El llamado de Dios a su pueblo
era: “Sed santos porque yo soy
santo”, Lv. 20:26. El problema en
el antiguo testamento era que no
eran santos y Dios les dio un sistema
sacrificial, la ley y el sacerdocio.
El remedio para ser limpio
variaba. En el Nuevo testamento
el concepto de corrupción describe
una realidad espiritual. Debido
a la muerte sacrificial de Jesús
en la cruz y su resurrección,
ahora el pecado podía ser perdonado
y todo aquel que pusiera
su confianza en Él podía ser
santo. La corrupción es una condición
del corazón del hombre.
Un pecado sin arrepentimiento
o heridas no curadas, no sólo se
pueden convertir en “raíces de
amargura” que provocan problemas
en la vida de las personas,
sino que se vuelven canales de
contaminación que afectan a los
que les rodean. La corrupción
abre la puerta para la demonización.
El mayor peligro con la corrupción
es que estorba la parte
más esencial de nuestra vida espiritual.
La corrupción trabaja en
la mente, quita nuestra claridad
mental y autocontrol. Esto afecta
nuestra comunión con Dios en
oración, que es clave para todo
en nuestras vidas.