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citivas, emocionales y físicas de las y los trabajadores,
afectando su salud de manera significativa, entre estas
variables se encuentran los contratos temporales,
la inestabilidad en el empleo, el aumento de la carga
y las jornadas de trabajo, la intensificación de la actividad
y el escaso equilibrio entre vida laboral y extra
laboral, entre otras.
Al conjunto de variables que aumentan la probabilidad
de afectar negativamente a la salud y el bienestar
del trabajador se les denomina factores de riesgo psicosocial
(Benavides et al. 2002; citado en Moreno y Baez,
2010). El impacto de estos factores en la salud de los
trabajadores se ha reconocido cada vez en forma más
amplia, lo que ha supuesto un mayor análisis sobre sus
repercusiones para el personal trabajador y para el centro
de trabajo, entre éstas, el consumo de drogas.
Las problemáticas relacionadas con el consumo
de alcohol, tabaco u otras drogas pueden surgir como
consecuencia de la combinación de situaciones laborales
de riesgo, así como de factores personales, familiares
y sociales. Los efectos del consumo de drogas
no sólo tienen repercusiones negativas sobre la salud
y el bienestar de las y los trabajadores, sino que pueden
derivar en el deterioro del desempeño laboral, generando
un aumento del ausentismo y de las tasas de
accidentabilidad, lo que conduce a una menor productividad.
El problema también puede vislumbrarse
más allá de la empresa, con desacuerdos, tensiones y
dificultades financieras en la familia, así como en el
aumento de los costos sociales (OIT, 2012).
Con este panorama, las acciones preventivas y de
promoción de la salud en cualquier línea fortalecen a
los Centros de Trabajo como espacios de responsabilidad
social, porque facilitan la adquisición colectiva
de prácticas organizacionales saludables. Específicamente,
los programas de prevención del consumo de
drogas en el ámbito laboral tienen efectos positivos a
corto y largo plazo, beneficiando no sólo a las empresas,
sino también a los trabajadores y a sus familias.
Sus ventajas son variadas y van desde el impacto
en la salud, productividad, seguridad y bienestar de
los trabajadores y de la organización, hasta la identificación
de factores de riesgo específicos, así como los
recursos para afrontarlos y la potencialización del desarrollo
integral a nivel individual y colectivo.
Además, desde el marco normativo, con la operación
de programas preventivos, las empresas cumplen
con algunas de las disposiciones como la Promoción
de la Salud en el Lugar de Trabajo y en las Políticas de
Seguridad (Organización Internacional del Trabajo) y
la Responsabilidad Social (ISO 26000); asimismo, garantizan
a los trabajadores el derecho a desempeñarse
en entornos seguros (Reglamento Federal de Seguridad
y Salud en el trabajo) que se emiten a nivel internacional
y nacional.
En México, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social
(STPS), a través del Programa Nacional de Bienestar
Emocional y Desarrollo Humano en el Trabajo (PRONA-
BET), busca crear una nueva cultura de salud laboral en
el país, mediante el cuidado de las emociones y la prevención
de los factores de riesgo en el trabajo.
Con el PRONABET, el personal trabajador y los empleadores
podrán mejorar las relaciones en sus centros
de trabajo y reducir accidentes y enfermedades
causadas por factores psicosociales de riesgo, promoviendo
en su lugar de trabajo hábitos saludables y entornos
laborales favorables que propicien salud, seguridad,
productividad y satisfacción.
Este programa busca el desarrollo de habilidades
de autocuidado, el manejo de emociones y el mejoramiento
de la comunicación asertiva. Para este propósito,
emplea la “Metodología Solve”, propuesta por
la Organización Internacional del Trabajo, la cual
se ha diseñado con el propósito de prevenir riesgos
psicosociales e integrar la promoción de la salud en
las políticas de seguridad y salud en el trabajo.
Esta metodología se basa en el reconocimiento y
la gestión de las relaciones de interdependencia entre
los factores psicosociales y otros comportamientos
relacionados con la salud y, por otra parte, sus causas
en el lugar de trabajo (organización, condiciones
de trabajo, relaciones laborales). Las variables que se
abordan son:
Factores de riesgo psicosocial:
• Estrés laboral y económico
• Consumo de tabaco y humo de segunda mano
• Adicción al alcohol y otras drogas
• Violencia laboral
• VIH-sida