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p Salut i bellesa Dejaría de fumar pero me gusta Psicoterapeuta Técnico en Laserpuntura Visitas concertadas WhatsApp 645 945 128 clara.rubio@yahoo.es Son muchas las personas que afirman que fumar les produce placer, les ayuda a concentrarse o simplemente fuman como excusa para tomarse una pausa o combatir el aburrimiento. La realidad es que aunque los cigarrillos contienen más de 4000 sustancias químicas, ninguna de ellas tiene la capacidad para producir placer, relajación o concentración. Es nuestro sistema hormonal, a través de la segregación de endorfinas el que provoca todas esas sensaciones de bienestar atribuidas al tabaco. Cómo es esto posible? En siete segundos desde la primera calada, al menos 60 sustancias venenosas agreden a nuestro organismo provocándole ansiedad, nerviosismo, frustración e inquietud. Esta agresión repentina, que provocaba los mareos y las náuseas de los primeros cigarrillos, es combatida de manera eficaz por nuestro sistema hormonal: la endorfina, hormona producida naturalmente por nuestro organismo, compensará el malestar provocado por las sustancias venenosas del cigarro y <strong>gener</strong>ará la sensación de placer atribuida al acto de fumar. Durante aproximadamente 20 minutos, será nuestro cuerpo y no el tabaco el que se ocupará de producirnos placer. Asi, cuando decimos que nos gusta fumar, en realidad estamos afirmando que nos gusta cómo funciona nuestro cuerpo! Lamentablemente, el cerebro del fumador irá perdiendo su capacidad natural de <strong>gener</strong>ar endorfinas, quedando limitado a reponder solamente al estimulo del cigarro. Mientras que un no fumador <strong>gener</strong>a endorfina cuando hace deporte, cuando ríe o incluso cuando tiene una lesión (la endorfina se asegurará de paliar el dolor durante varios minutos, como forma de protección), el fumador sólo consigue <strong>gener</strong>ar endorfina cuando fuma. Esta es la explicación de la dependencia física al tabaco, que representa la principal dificultad para dejar de fumar. Por otro lado, como el fumador ha recurrido al cigarillo para “resolver” diferentes situaciones, por ejemplo para buscar la relajación después de un día duro de trabajo, o para obtener la concentración durante un periodo largo de estudio, la dependencia al tabaco tendrá también un claro componente mecánico y social. La láserterapia elimina en su totalidad la dependencia física al tabaco. Además, como actúa en el sistema hormonal, el exfumador comienza a <strong>gener</strong>ar sus propias endorfinas de manera autónoma desde la primera sesión. Esto repercute no sólo en un mayor bienestar sino en la re<strong>gener</strong>ación del sistema inmunológico dañado por el tabaco. Al tener bajo control la dependencia física que representa el 70% de la dificultad de dejar de fumar, la parte mecánica y social resultará claramente más llevadera, sobretodo para aquellos que hayan hecho un análisis honesto sobre los verdaderos motivos por los que quieren dejar de fumar. Gracias a la láserterapia, el cerebro habrá procesado en sólo 21 días, el nuevo modelo de vida donde el cuerpo recuperará su capacidad de <strong>gener</strong>ar sus propios niveles de endorfina y los cigarillos pasan a hacer parte del pasado. 9