You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
FE AUTÉNTICA<br />
Y la Palabra del Señor dice: «que si confesares con tu boca que<br />
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de<br />
los muertos, serás salvo» (Ro. 10:9). Y dice: «Porque por gracia<br />
sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don<br />
de Dios» (Ef. 2:8), y «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y<br />
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad»<br />
(1 Jn. 1:9). Aquí tenemos la voz dotada de autoridad que no<br />
necesita modificaciones, interrupciones ni explicaciones; solo es<br />
necesario que se propague.<br />
En cierta ocasión invitaron a Charles H. Spurgeon, el predicador<br />
londinense, a dar una serie de diez sermones defendiendo<br />
la Biblia. Él contestó por telegrama: «No acudiré, la Biblia no<br />
necesita defensa». Liberémosla y, como un león, se defenderá<br />
sola. Eso es lo que yo creo, y creo que la Palabra de Dios no necesita<br />
defensa. Solo tenemos que predicarla.<br />
Ahora estamos en pie, librando una batalla en la retaguardia<br />
frente a los neoortodoxos, los liberales y el Consejo Mundial<br />
de Iglesias, así como contra la idea de una Iglesia monolítica<br />
cuya cúspide sea el papa. Ahora estamos en pie, pero yo no hago<br />
caso a ninguno de esos frentes. El gran Dios Todopoderoso ha<br />
hablado: que el mundo guarde silencio y escuche, porque Dios lo<br />
ha dicho y Él cumplirá todas sus advertencias y sus invitaciones.<br />
En el libro de Lucas encontramos un pasaje terrible: «y<br />
murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus<br />
ojos, estando en tormento, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro<br />
en su seno» (Le. 16:22-23). El rico que había vivido suntuosamente<br />
había dejado de hacerlo bruscamente, y ahora estaba en<br />
el infierno rogando por una gota de agua para su lengua reseca.<br />
Se convirtió en evangelista, y dijo: «Abraham, si no me ayudas,<br />
te ruego que ayudes a mis cinco hermanos; porque en mi casa<br />
tengo cinco hermanos que no son creyentes, y si envías a Lázaro<br />
quizás él pueda salvarlos ... quizá se arrepientan».<br />
38