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Siempre<br />
Ana Galán<br />
Marta Sedano
Dedicatoria<br />
Copyright
Siempre<br />
Ana Galán<br />
Marta Sedano
Osito estaba muy cansado. Esa mañana, su mamá lo había<br />
levantado muy temprano para enseñarle todas esas cosas que un<br />
osito debe aprender para convertirse en un oso grande y fuerte.
En cuanto salió el sol, fueron a pescar al río. ¡Qué difícil era atrapar peces!<br />
Cuando osito conseguía agarrar uno, el pez se movía y se le escapaba.<br />
¡PLAS! Osito chapoteaba en el agua y se divertía saltando de roca en roca.
Después, su mamá le enseñó a trepar árboles. Osito<br />
subía y subía por el tronco, pero cuando llegaba a una<br />
rama muy alta y miraba hacia abajo, le daba un poquito<br />
de miedo y su mamá lo tenía que ayudar a bajar.
A la hora de comer, su mamá le enseñó a sacar la miel de los<br />
paneles de abejas. ¡Estaba tan rica!<br />
Osito comió y comió hasta que tenía la barriga muy llena.
Ahora por fin había llegado la hora de la siesta.<br />
Osito bostezó y se acurrucó al lado de su mamá. Cerró<br />
los ojos y sonrió. Su mamá era la mejor del mundo.<br />
Siempre estaba a su lado para protegerlo.
De pronto, osito abrió los ojos preocupado. ¿Y qué pasaría si algún<br />
día su mamá no estuviera? Osito se levantó y miró a su mamá.<br />
—Mamá, ¿tú siempre estarás conmigo? —le preguntó.<br />
Mamá osa le puso su inmensa pata encima del lomo.<br />
—Sí, siempre —contestó.<br />
—¿Y cuando seas muy viejecita, cuando ya no estés aquí? —preguntó<br />
osito.<br />
Mamá osa lo abrazó y le dijo:
El día que no me veas<br />
seré el sol de la mañana,<br />
los rayos que te despiertan<br />
y la luz que te acompaña.
El día que no me veas<br />
seré parte de la Tierra,<br />
te rodearé con mis brazos<br />
como la brisa a la sierra.
El día que no me veas<br />
seré el agua de este río,<br />
la lluvia que te refresca<br />
y las gotas del rocío.
El día que no me veas<br />
seré un trueno en el cielo<br />
para decirte muy alto<br />
lo mucho que yo te quiero.
El día que no me veas<br />
seré la roca en la cueva<br />
que te protege en invierno<br />
los días que llueve o nieva.
El día que no me veas<br />
seré el árbol al que trepas<br />
y te extenderé mis ramas<br />
para que subas por ellas.
El día que no me veas,<br />
no pienses que me he marchado.<br />
Yo siempre estaré contigo.<br />
Yo siempre estaré a tu lado.
—¿Siempre? —preguntó osito.<br />
—Siempre —contestó mamá osa.
–Mamá, ¿tú siempre estarás conmigo? –preguntó osito.<br />
–Sí, siempre –contestó su mamá.
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