Despue s de llevar algunos an os asistiendo a charlas, talleres, encuentros, etc. Me siento con la necesidad de compartir mis vivencias, aprendizajes y pensamientos, para así intercambiar experiencias y crear redes de amigas fuertes, sororas, emancipadas, abortivas, empoderadas, rabiosas y ruidosas. Aceptarse y consolidar el amor por una misma es un acto valiente en una sociedad que te quiere siempre sirviendo y gustando a otres, los <strong>proceso</strong>s para sanar nuestras heridas pueden ser largos, pero no imposibles. Hoy, 8 de marzo, se conmemora el “Dí a de la mujer” y yo, como guatona, cerda, puerka, gorda, bestia, NO ME SIENTO HALAGADA, NI TRANQUILA, NI CONFORME. Por ma s que se diga que es “nuestro dí a” y que se reconoce a las distintas mujeres combativas, las perras, locas, brujas, zorras, putas, gatas seguimos viviendo una constante lucha en la cotidianidad, en el diario vivir, en el trabajo (si tenemos uno), la calle, paraderos, colegios, universidades, la casa (si vivimos en una), la playa, el doctor, etc. En espacios pu blicos y privados, ya sea de noche o de dí a. En todas partes, a cada momento. “Un dí a” NO VALE NADA mientras nos sigan violando, cosificando, violentando y denigrando. Mientras sigan decidiendo sobre nuestras cuerpas y no podamos abortar. Mientras sigamos muriendo en manos de machos bastardos, mientras sigamos sumergidas en una sociedad con moral religiosa que nos castiga si no seguimos sus ca - nones. Mientras se nos siga considerando de biles, ineptas, incompetentes, exageradas. Mientras no sean valorados nuestros esfuerzos. Mientras nos sigan ensen ando a amar a otres antes que a nosotras mismas.
Fotografía por Femina Kilpuerka