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ENTREVISTA A<br />
JULIO FERNÁNDEZ,<br />
RECTOR DE LA<br />
UNIVERSIDAD CATÓLICA<br />
$90 - Jueves 23 de febrero de 2017 - Año XIII - N° 550 | <strong>www</strong>.<strong>voces</strong>.<strong>com</strong>.<strong>uy</strong> - Edición de 3.000 ejemplares<br />
¿SIRVE UN PARO<br />
DE MUJERES?<br />
OPINAN: BEATRIZ KON, CELINA MCCALL,<br />
LETICIA FERNÁNDEZ, ALICIA COLOMBO,<br />
FEDERICO IMPARATTA, LILIAN GALÁN,<br />
VALENTINA MACHADO,<br />
ANDREA BERTINO, LOURDES VITABAR<br />
8/3: EL SEXO<br />
Y LA CRIADA<br />
HOENIR SARTHOU<br />
CARTA<br />
DESDE QUITO<br />
MARIANELA TORRES<br />
¿UNAS NUEVAS<br />
FUERZAS ARMADAS?<br />
LUIS NIETO
2 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
3<br />
AGENDA SETTING<br />
>> Federico Irazabal<br />
POLÍTICA REAL Y POLÍTICA FICCION:<br />
¿EL FIN DE UNA DISTINCION?<br />
Desde hace algunas décadas, se<br />
insiste que la política atraviesa<br />
un proceso de espectacularización<br />
creciente. Los enfoques del<br />
marketing político, c<strong>uy</strong>o auge puede<br />
ubicarse entre finales de los ochenta y<br />
principios de los noventa, hacen que<br />
los candidatos cada vez más se asemejen<br />
a productos que deben ser elegidos<br />
por los consumidores. Esa asimilación a<br />
los productos conlleva también la necesidad<br />
de establecer entre las diferentes<br />
ofertas –tal <strong>com</strong>o sucede en el mundo<br />
<strong>com</strong>ercial- factores de diferenciación.<br />
Uno de los mecanismos utilizados para<br />
establecer esa diferenciación es la<br />
apelación a relatos, o historias, en lo<br />
que se conoce <strong>com</strong>o storytelling. Pero<br />
esas historias no son meros relatos, y<br />
al vivir en el imperio de lo visual, los<br />
teleespectadores necesitan de imágenes<br />
atractivas que les permitan tomar<br />
atajos cognitivos a la hora de decidir<br />
por uno u otro candidato.<br />
La política, a través del marketing,<br />
adoptó muchos códigos y lenguajes<br />
del mundo del espectáculo. Así, muchas<br />
veces la frontera entre el emisor<br />
del mensaje, el mensaje mismo, y los<br />
receptores se dil<strong>uy</strong>en en la articulación<br />
de relatos con imágenes cinematográficas,<br />
e incluso con estructuras narrativas<br />
propias de la ficción. En este mismo<br />
espacio, mis <strong>com</strong>pañeros de columna<br />
se han encargado de describir procesos<br />
<strong>com</strong>o la construcción de historias<br />
a partir de la asignación de roles, o<br />
de reseñar la creciente apelación a la<br />
imagen del candidato para definir una<br />
campaña.<br />
Así, política y espectáculo se dan la<br />
mano y dan lugar a un nuevo concepto<br />
llamado politainment, que consiste en<br />
la producción de material de <strong>com</strong>unicación<br />
política con un formato de show<br />
o entretenimiento.<br />
Desde hace una década, el proceso<br />
mencionado de politainment parece<br />
estar atravesando un camino inverso.<br />
Es decir, que ya no es la política que se<br />
representa bajo un formato de entretenimiento,<br />
sino que en el mundo del<br />
entretenimiento, la materia política<br />
adquiere un rol importante.<br />
Si bien las cuestiones políticas han estado<br />
presentes desde hace décadas en el<br />
mundo del cine –basta recordar clásicos<br />
<strong>com</strong>o The Manchurian Candidate de<br />
1962, con Frank Sinatra y Janet Leigh,<br />
o la estupenda The Candidate de 1972,<br />
con Robert Redford, o más acá en el<br />
tiempo, The Ides of March, de 2011,<br />
con el hoy nominado al Oscar Ryan<br />
Gosling y George Clooney, el abordaje<br />
ha sido siempre unidireccional. Con<br />
esto quiero decir que la historia que el<br />
cine cuenta, más o menos alejada de la<br />
ficción, queda allí; el público la percibe<br />
<strong>com</strong>o tal, y los personajes no traspasan<br />
la pantalla.<br />
Pero en 2013, la <strong>com</strong>pañía de entretenimiento<br />
on demand Netflix trajo un<br />
producto que rompería el molde de<br />
esa estructura de relato político en la<br />
ficción. Ese producto es la exitosa House<br />
Of Cards. Si bien es una adaptación<br />
de una serie británica de 1990, que a<br />
su vez se basa en una novela de Michael<br />
Dobbs, la versión actual tiene ya,<br />
luego de cuatro temporadas, su propia<br />
identidad.<br />
House of Cards cuenta la historia de<br />
Frank Underwood –interpretado por<br />
Kevin Spacey-, un diputado de Carolina<br />
del Sur, que merced a mucho coraje,<br />
decisión, falta de escrúpulos y apoyo<br />
de su esposa Claire (Robin Wright),<br />
logra hacer su camino hasta lo más<br />
alto en la política de Washington. Sin<br />
caer en tecnicismos ni <strong>com</strong>plicaciones<br />
del sistema político norteamericano,<br />
y permitiéndose algunas licencias en<br />
relación al funcionamiento de las estructuras<br />
gubernamentales, el personaje<br />
<strong>com</strong>puesto por Spacey logra convencernos<br />
de que se trata efectivamente<br />
del Presidente de Estados Unidos.<br />
Además de una excelente escenografía,<br />
un m<strong>uy</strong> buen guión, y recursos interesantes<br />
<strong>com</strong>o monólogos, reflexiones y<br />
guiños hacia el televidente, uno de los<br />
recursos que aseguran el éxito de la serie<br />
es su carácter mutable de acuerdo a<br />
las circunstancias del momento. La serie,<br />
si bien se basa en una versión británica<br />
y a su vez en una novela, constr<strong>uy</strong>e<br />
su guion temporada a temporada,<br />
incorporando personajes y situaciones<br />
que la acercan cada vez más a la realidad.<br />
Sin decirlo, los Underwood se van<br />
pareciendo a veces a los Clinton, otras<br />
veces a los Obama, y seguramente en<br />
próximas temporadas, quien sabe si no<br />
a los Trump. Mención aparte merecen<br />
personajes secundarios <strong>com</strong>o Doug<br />
Stamper, el inefable asesor de confianza<br />
de Underwood; Remy Danton –otro<br />
ex asesor que transita entre la gratitud<br />
y el desencanto-; o Raymond Tusk, un<br />
empresario y lobista presente en la<br />
campaña y el gobierno.<br />
Una reciente investigación de la Universidad<br />
de Durham encontró que<br />
aproximadamente uno de cada cinco<br />
lectores de ficción experimenta “cruces”<br />
de personajes de novelas y cuentos<br />
en situaciones de su vida cotidiana.<br />
Se da en nuestro diario vivir un diálogo,<br />
un intercambio que trasciende la ficción,<br />
o mejor dicho, va de la ficción<br />
para instalarse en nuestra realidad. He<br />
ahí, a mi entender, una de las claves<br />
del éxito de House of Cards, y a la vez<br />
un efecto perverso.<br />
Analizando desde una perspectiva positiva,<br />
la aparición de productos <strong>com</strong>o<br />
House of Cards humanizan la percepción<br />
que los ciudadanos tienen de la<br />
política; la transforman en algo visible,<br />
permiten ponerle rostro a figuras. Por<br />
otro lado, la consecuencia negativa<br />
es que no siempre esa nueva realidad<br />
política que los ciudadanos se crean<br />
es agradable, o colma sus expectativas;<br />
la serie de por si, para mantener<br />
la tensión narrativa debe apelar a<br />
situaciones extremas y casi absurdas.<br />
Una consecuencia de ello es entonces,<br />
un desengaño con la política de<br />
verdad, no ya a partir de una experiencia<br />
política real, sino que actitudes de<br />
desprecio, desinterés, o enojo con la<br />
política surgen de situaciones vistas en<br />
una serie de ficción. Tal es la penetración<br />
de esa ficción en la construcción<br />
de una realidad política, que algunos<br />
analistas sostienen que House of Cards<br />
modificó para mal la percepción de<br />
muchos ciudadanos americanos, e hizo<br />
que su visión del establishment político<br />
fuese negativa. A consecuencia de<br />
ello, los ciudadanos identificaron a los<br />
Underwood con los Clinton, y una de<br />
las posibles reacciones a esa percepción<br />
de la política <strong>com</strong>o algo sucio y carente<br />
de escrúpulos pudo traducirse en un<br />
mayor apoyo a Donald Trump.<br />
Estoy esperando con mucha ansiedad<br />
el estreno de la quinta temporada en<br />
Marzo, pero si ello puede significar<br />
más Trump, pensaré en cambiar de<br />
serie.<br />
LA INSOPORTABLE PESADEZ DEL MACHISMO<br />
AVISO A<br />
LOS LECTORES<br />
Por motivo del carnaval VOCES<br />
no sale la semana próxima.<br />
Volvemos a los kioscos<br />
el 9 de marzo.<br />
En los últimos tiempos hay un renacer de un seudo debate de género entre dogmáticos.<br />
No se analizan argumentos en profundidad sino más bien se lanzan insultos y diatribas.<br />
De un lado gritan amablemente: “feminazis” y del otro responden con amor: “machifascistas”<br />
Gran nivel de inteligencia y sensibilidad muestran todos los que dicen estar contra la violencia.<br />
Seamos francos, Uruguay es un país profundamente machista y eso incl<strong>uy</strong>e toda la población.<br />
Hombres y mujeres, viejos y jóvenes, pobres y ricos, ignorantes o académicos, nadie zafa.<br />
Que levanten la mano los hombres que han tomado licencia paternal para cuidar a sus hijos.<br />
Que den un paso al frente las mujeres que no se tiñen las canas o no critican la ropa de otras.<br />
¿Cuántos viejos no han dicho nunca que los nenes no lloran y que las nenas deben ser serias?<br />
¿Hay algún joven que condene la prostitución <strong>com</strong>o un resabio de la esclavitud humana?<br />
Los prejuicios cortan transversalmente a toda la sociedad aunque se disfrace con el lenguaje.<br />
La “chica que ayuda” en la casa residencial es la “sierva” en el rancho del asentamiento.<br />
La escultural y bella fémina de la facultad es la mina que esta pa’ darle del baile plancha.<br />
Hay un imprescindible cambio cultural pero que no puede ser ajeno a la situación social.<br />
Hay un feminismo liberal de elite que busca solo escalar posiciones políticas u económicas.<br />
Pero hay un machismo intelectual que desprecia la desigualdad existente entre géneros.<br />
El cambio de sistema económico no garantiza nada por sí mismo, ¡Remember la URSS!<br />
Pero ignorar la explotación femenina <strong>com</strong>o causa primera de sumisión de la mujer, tampoco.<br />
Está m<strong>uy</strong> bien que se haga una movida internacional en varias decenas de países <strong>com</strong>o el paro<br />
del próximo 8 de Marzo, no solo por la violencia, sino también por la igualdad, la<br />
independencia económica y el poder decidir sobre su cuerpo de cualquier mujer.<br />
Lo que no convence es que los hombres nos subamos al carro de esa medida de lucha.<br />
Ese día, son ellas las protagonistas y los “machos” orientales debemos dar un paso al costado.<br />
Ese día, lavaremos platos, cuidaremos niños, haremos mandados o limpiaremos los baños.<br />
La mejor solidaridad posible es realizar todas las tareas que mayoritariamente hacen ellas<br />
todos los otros trescientos sesenta y cuatro días. ¡No seas machista, hacete cargo!<br />
Alfredo García<br />
<strong>www</strong>.<strong>voces</strong>.<strong>com</strong>.<strong>uy</strong> >> <strong>voces</strong>@<strong>voces</strong>.<strong>com</strong>.<strong>uy</strong><br />
Consejo de Redacción: Alfredo García, Hoenir Sarthou y Jorge Lauro. Staff: José Luis Baumgartner, Fernando Chaer, Javier de Haedo, Leonardo Flamia, Carlos Garat,<br />
Marcel Lhermitte, Rafael Massa, Nora Mijalovich, Luis Morales, Cristina Morán, Luis Nieto, Amílcar Nochetti, Antonio Pippo, Mauricio Rodríguez, Matías Rótulo,<br />
Silvana Laborde, Rodolfo Ungerfeld. Colaboradores en este Número: Beatriz Kon, Celina McCall, Leticia Fernández, Alicia Colombo, Federico Imparatta, Lilian Galán,<br />
Valentina Machado, Andrea Bertino, Lourdes Vitabar, Marianela Torres, Federico Irazabal, Carlos A. Gadea, Diego Gamarra, José Gómez, Nils Helander, Daniel Ochs, A<br />
ndrés Robaina, Ignacio Robaina, Hugo Brocos.<br />
Redactor responsable: Alfredo García. Chaná 2389. Tel: 24018298 - <strong>voces</strong>@<strong>voces</strong>.<strong>com</strong>.<strong>uy</strong> | <strong>www</strong>.<strong>voces</strong>.<strong>com</strong>.<strong>uy</strong> Facebook: Semanario Voces Twitter: @semanario<strong>voces</strong><br />
Diseño: HARDCOPY (Alejandro Rey). Fotografía: Rodrigo López. Distribución: Enrique Espert. Impresión: Microcosmos S.A. Depósito Legal: 337871.<br />
Permiso del MEC: N° 1929. Edición de 3000 ejemplares. Año XIII - N° 550 - Jueves 23 de febrero de 2017. Precio de venta: $90
4 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
5<br />
OPINIÓN<br />
>> Luis Nieto<br />
INDISCIPLINA PARTIDARIA<br />
>> Hoenir Sarthou<br />
¿UNAS NUEVAS<br />
FUERZAS ARMADAS?<br />
8/3: EL SEXO<br />
Y LA CRIADA<br />
Desde que somos mamíferos,<br />
hace más de 200 millones de<br />
años, la emoción es lo que nos<br />
mueve. Francisco Mora, Profesor<br />
de Fisiología Humana de la<br />
Complutense.<br />
Cada vez que se toca el tema Fuerzas Armadas<br />
se levanta un muro de prejuicios, <strong>com</strong>o si el<br />
tema no tuviese que ver con unos, y demasiado<br />
que ver con otros. Los ciudadanos se encuentran<br />
divididos y hasta enfrentados de aquí a la eternidad.<br />
¿La defensa del país no implica la opinión de la ciudadanía,<br />
que es quien, eventualmente, puede necesitarlas,<br />
y quien, sin lugar a dudas, hace el esfuerzo<br />
económico de financiarlas? ¿Es un tema corporativo<br />
o profundamente civil? De la dilucidación de estos<br />
dilemas dependerá que las sintamos <strong>com</strong>o parte de<br />
nosotros mismos, <strong>com</strong>o nación, o que sigan siendo<br />
un coto cerrado, para uso de intereses minoritarios.<br />
Se ha debatido públicamente sobre empresas públicas,<br />
plebiscito de por medio, con todas las posibilidades<br />
de ahondar en lo que implica, Se ha debatido, y<br />
se ha opinado también mediante plebiscito, sobre<br />
la necesidad o no de penalizar el <strong>com</strong>portamiento<br />
de las Fuerzas Armadas durante la dictadura que las<br />
encontró <strong>com</strong>o fervientes animadoras, pero para el<br />
futuro nada, todo es pasado. Unas Fuerzas Armadas<br />
ancladas en el pasado, hasta en su equipamiento.<br />
¿Son las mismas hipótesis de guerra que movían al<br />
mundo en medio de los procesos descolonizadores,<br />
o los que lo mantuvieron enfrentado durante la<br />
guerra fría?<br />
En la opinión del general de cuatro estrellas Julio Rodríguez,<br />
ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa de<br />
España: “El esfuerzo en seguridad en las sociedades<br />
avanzadas es más elevado que nunca y, paradójicamente,<br />
la percepción de riesgo que tienen los ciudadanos<br />
es más alta que nunca. Hay que romper esa<br />
dinámica. La respuesta debe ser de toda la sociedad.<br />
A los nuevos conflictos hay que enfrentarse con capacidades<br />
militares, pero también con política, diplomacia<br />
y cooperación. Y con transparencia para que el<br />
ciudadano se sienta involucrado en la defensa. Y esté<br />
dispuesto a pagarla”. La definición de los especialistas<br />
es m<strong>uy</strong> contraria al estado ideal para los temas de<br />
defensa: “Incertidumbre” es la palabra.<br />
El ataque a las Torres Gemelas el 11 de setiembre de<br />
2001 vino a cambiar todo. En primer lugar, cambió<br />
radicalmente la forma de percibir a un potencial enemigo,<br />
con la capacidad suficiente <strong>com</strong>o para infringir<br />
grandes daños a una nación determinada. En la región,<br />
el anuncio de una futura guerra donde las fronteras<br />
nacionales fuesen lo de menos, se había dado<br />
el 18 de julio de 1994, con el ataque a la Asociación<br />
Mutual Israelita Argentina (AMIA), con un saldo de 85<br />
muertos y más de 300 heridos. Fue el mayor atentado<br />
que haya recibido la Argentina, si obviamos lo que el<br />
accionar de la propia dictadura ocasionó <strong>com</strong>o daño a<br />
la ciudadanía de su propio país. El atentado a la AMIA<br />
fue uno de los tantos, a lo largo y ancho de todo el<br />
mundo, que una fuerza insurgente difícil de definir<br />
protagonizó en contra de las naciones occidentales, o<br />
a sus intereses en todos los continentes.<br />
Tanto el sistema político uruguayo, uno de los mayores<br />
pilares de la democracia liberal, <strong>com</strong>o las Fuerzas<br />
Armadas de nuestro país, deben sincerarse ante la<br />
ciudadanía.<br />
Los civiles evitan tocar el tema por distintos motivos.<br />
Lucía Topolanski defiende la necesidad de trabajar<br />
con el ejército para que la oficialidad sienta al<br />
Frente Amplio <strong>com</strong>o si se tratase de un tema de<br />
barrabrava. La normalidad del país no está relacionada<br />
con el reparto de la oficialidad. Eso es una<br />
especulación relacionada con un estado de alienación<br />
ante un hipotético enfrentamiento, nada menos<br />
deseable que eso. El resto del sistema político<br />
hace la plancha, con ese tema no hay que meterse<br />
porque hay que pensar en el desempleo de unos 12<br />
mil efectivos, que podrían quedar sin empleo ante<br />
la posibilidad de reducirlas. Las Fuerzas Armadas<br />
se mantienen en el mutis del rol que le asigna la<br />
Constitución, o aprovechándose de él para también<br />
hacer la plancha. Otra cosa no puede hacer, por más<br />
que de vez en cuando estallan algunas burbujas,<br />
<strong>com</strong>o en el caso del breve y sentido discurso del general<br />
Alberto Zanelli, jefe de la Fuerza Aérea ante<br />
los féretros de dos jóvenes oficiales muertos tras<br />
caer su avión: “La Fuerza Aérea no reclama nada,<br />
tiene para trabajar lo que el país le asigna para trabajar.<br />
La Constitución y las leyes marcan quién es el<br />
responsable y el que está obligado a asignar recursos<br />
al disponer misiones.”<br />
Pero el sistema político tiene que darse cuenta de<br />
todo esto, y decirle claramente a las Fuerzas Armadas:<br />
No hay ni habrá recursos para el equipamiento<br />
que ustedes necesitan, con el fin de estar en condiciones<br />
de cumplir la misión que la Constitución les<br />
asigna. En las condiciones actuales y previsibles, no<br />
podemos hacer nada para cubrir sus expectativas.<br />
Podemos dotarlas de algunos conocimientos técnicos<br />
para que consigan trabajo <strong>com</strong>o pilotos de alguna<br />
<strong>com</strong>pañía aérea, o <strong>com</strong>o marinos, pero nada más. Lo<br />
mismo sucede con la educación terciaria. Les podemos<br />
dar algunos conocimientos para ponerlos en<br />
carrera, pero el país no les asegura el resto de los conocimientos<br />
que van a necesitar en el mundo actual<br />
y el que se viene.<br />
Uno de los tabúes para <strong>com</strong>enzar a discutir sobre el<br />
futuro de las Fuerzas Armadas es el impacto que puede<br />
tener el latente desempleo que espera a varios<br />
miles de sus integrantes. Otro es acerca de las tareas<br />
que pueden cumplir esas Fuerzas Armadas en la actual<br />
incertidumbre militar del mundo.<br />
Alinearse políticamente con el fin de mandar tropas<br />
a cualquiera de los conflictos actuales, o los que se<br />
vislumbren, es imposible. No existe ninguna posibilidad<br />
de involucrarnos militarmente junto a ningún<br />
país, ni a ningún bloque. Uruguay sólo puede apostar<br />
a la desaparición, o al debilitamiento de la resolución<br />
militar de cualquier conflicto internacional.<br />
Sus Fuerzas Armadas, por el contrario, han resultado<br />
buenas, y m<strong>uy</strong> eficaces, en la interposición entre beligerantes.<br />
Eso es algo que el país no les ha reconocido<br />
con claridad, y que podría allanar el camino para un<br />
futuro posible. Es algo concreto ante la posibilidad<br />
de reducir sus efectivos. La especie de 222 en que se<br />
ha transformado una parte de las tropas uruguayas<br />
podría estar destinada a quienes necesariamente<br />
tuviesen que esperar el retiro definitivo amparadas<br />
bajo la protección económica del Estado. Seguramente<br />
haría falta retirar a la mitad de las actuales tropas,<br />
pero alguien tiene que decir cómo se hace sin que se<br />
produzca una catástrofe laboral. La otra mitad puede<br />
encontrar un destino que sea el fruto del consenso<br />
ciudadano. A falta de una misión que implique su<br />
participación en una guerra no es inteligente dejarlas<br />
en el actual estado de indigencia a la espera de<br />
otro conflicto interno, donde poco equipamiento<br />
haría falta. Eso no es lo que quiere el país, pero hay<br />
que decirlo, desearlo y trabajar para que las Fuerzas<br />
Armadas sean tan parte de la actividad ciudadana<br />
<strong>com</strong>o es el sistema educativo. Seguramente hace falta<br />
oficiales con rango universitario, capaces de <strong>com</strong>prender<br />
la <strong>com</strong>plejidad de la vida civil y sus conflictos.<br />
Seguramente hace falta una tropa en condiciones de<br />
proteger a la población de las amenazas reales y no<br />
imaginadas en los cerebros de tres despistados.<br />
No sólo es imprescindible encarar esto ya, sin prejuicios,<br />
sino que es inevitable, si es que queremos que el país se<br />
vaya quitando de encima la emotividad de un pasado<br />
que no nos deja vivir en paz.<br />
Según datos oficiales del Ministerio<br />
del Interior, en el año 2016<br />
fueron asesinadas en el país 265<br />
personas. De las víctimas, 223 (el 84%)<br />
eran hombres, y 42 (el 15,8%) eran<br />
mujeres. 16 de esas mujeres (el 6% del<br />
total de víctimas) fueron asesinadas por<br />
sus parejas o ex parejas, en tanto las<br />
otras 26 mujeres fueron asesinadas por<br />
otras personas y en otras circunstancias.<br />
El Ministerio no contabiliza (o no difunde<br />
la información) el número de<br />
hombres muertos por sus parejas o ex<br />
parejas. Pero datos estadísticos previos<br />
indican que, de cada cinco personas<br />
muertas por su pareja o ex pareja, una<br />
es hombre. Así que, m<strong>uy</strong> probablemente,<br />
tres de los 223 hombres asesinados<br />
en 2016 hayan sido muertos por su<br />
pareja o ex pareja femenina.<br />
¿Cuánto espacio les dedicó la prensa a<br />
esas otras 249 personas (223 hombres<br />
y 26 mujeres) asesinadas? ¿Cuántas<br />
marchas callejeras se hicieron por ellas?<br />
¿Cuántas escenificaciones públicas,<br />
gestos hieráticos, vestimentas negras y<br />
pies descalzos las recordaron? ¿Cuántos<br />
seminarios académicos analizaron<br />
las causas de esos asesinatos? ¿Quién<br />
dijo con indignación “Ni uno más”?<br />
Tal vez convenga recordar cómo y por<br />
qué murieron esas 249 personas. Algunos<br />
se quedaron con un vuelto de<br />
algún narco de barrio, o le miraron a la<br />
novia, o desafiaron su poder; pero muchos<br />
otros eran <strong>com</strong>erciantes, empleados,<br />
guardias de seguridad o policías<br />
que estaban trabajando cuando les dispararon<br />
durante un asalto, o murieron<br />
en la calle por una rapiña; hay quienes<br />
se pelearon con un vecino violento;<br />
otros se pusieron la camiseta o gritaron<br />
el gol que no debían, o estuvieron en<br />
el lugar y en el momento equivocado;<br />
algunos niños recibieron un balazo que<br />
no les estaba dedicado, y hay quienes<br />
murieron porque fueron confundidos<br />
con otras personas.<br />
El próximo 8 de marzo habrá un acto<br />
público para protestar contra la violencia.<br />
Pero no contra toda la violencia.<br />
Sólo contra la violencia “de género”. Y<br />
tampoco contra toda violencia en que<br />
el género o el sexo jueguen un papel.<br />
Nadie recordará a los hombres muertos<br />
por sus parejas o ex parejas. Sólo<br />
la violencia de género contra la mujer.<br />
Es decir, se protestará por el 6% de los<br />
asesinatos del año 2016 y se invisibilizará<br />
al 94% de los asesinatos de ese<br />
mismo año.<br />
EL VIEJO ARTE DE MANIPULAR<br />
Sus organizadoras/es quieren qué el<br />
acto del 8 de marzo sea grande y concentre<br />
mucha indignación. El 100% de<br />
la indignación concentrada en el 6%<br />
de los asesinatos. ¿Cómo lograrlo?<br />
Lo primero es crear clima. Es necesario<br />
que las luces se concentren en una<br />
pequeña parte de la realidad. En este<br />
caso, ese 6% de asesinatos. Después<br />
conviene incentivar todas las rabias, las<br />
racionales y las irracionales, las justificadas<br />
y las injustificadas. Claro, ustedes<br />
pensarán que me refiero a la minúscula<br />
cantidad de hombres que asesinaron<br />
a sus parejas o ex parejas. Pero están<br />
equivocados/as. Esta es una cuestión<br />
“de género”, así que se trata de orientar<br />
los rencores y los resentimientos<br />
hacia un chivo expiatorio, que en este<br />
caso es lo masculino (“los machirulos”,<br />
me dijo una conocida militante feminista<br />
uruguaya).<br />
El segundo paso es usar una fecha con<br />
carga previa. El 8 de marzo, históricamente,<br />
no es “el día internacional de la<br />
mujer”, sino el “día internacional de la<br />
mujer trabajadora”, en que se conmemoran<br />
varias luchas femeninas por derechos<br />
laborales y en especial la muerte,<br />
en 1911, de 146 obreras durante el<br />
incendio de una fábrica textil en Nueva<br />
York. El uso de esa fecha para el tema<br />
“violencia de género” generó rispidez<br />
con el PIT CNT, qué éste resolvió<br />
optando por adherir al acto, aunque<br />
se desvirtúe el verdadero significado<br />
histórico de la fecha.<br />
El tercer paso es contar con apoyo<br />
explícito o implícito de instituciones<br />
públicas, jerarcas y funcionarios de<br />
confianza del gobierno.<br />
EL FEMINISMO NEOLIBERAL<br />
“En un cruel giro del destino, me temo<br />
que el movimiento para la liberación<br />
de las mujeres se haya terminado enredando<br />
en una “amistad peligrosa” con<br />
los esfuerzos neoliberales para construir<br />
una sociedad de libre mercado”.<br />
La frase es de Nancy Fraser, prestigiosa<br />
académica e ideóloga feminista, y<br />
fue extraída de uno de sus artículos,<br />
titulado “De cómo cierto feminismo se<br />
convirtió en criada del capitalismo. Y la<br />
manera de rectificarlo”.<br />
Fraser, que ha publicado recientemente<br />
un manifiesto sobre este tema<br />
junto a otras connotadas teóricas del<br />
feminismo, denuncia que el feminismo<br />
(o cierto feminismo) ha hecho tres<br />
aportes esenciales para el desarrollo<br />
del modelo neoliberal de sociedad.<br />
El primero es la crítica del “salario<br />
familiar”, que a<strong>com</strong>pañó al ingreso<br />
femenino al mercado laboral, determinando<br />
mayor disponibilidad de mano<br />
de obra barata y por ende mayores<br />
ganancias para el capital por vía de<br />
la reducción salarial y la precariedad<br />
y flexibilización laboral. El feminismo<br />
pudo haber exigido que las tareas de<br />
cuidados, que las mujeres realizaban<br />
gratuitamente, fueran remuneradas<br />
socialmente. Pero prefirió que esas<br />
tareas siguieran siendo honorarias y<br />
que las mujeres duplicaran su jornada<br />
de trabajo ingresando en fábricas y talleres,<br />
bajo el discurso de que eso “las<br />
liberaba”. Dice Fraser: “el neoliberalismo<br />
nos viste a la mona de seda a través<br />
de cierta narrativa sobre el “empoderamiento”<br />
de las mujeres. Al invocar<br />
la crítica feminista del salario familiar<br />
para justificar la explotación, utiliza el<br />
sueño de emancipación de las mujeres<br />
para engrasar el motor de la acumulación<br />
capitalista”<br />
El segundo aporte ha sido, según Fraser,<br />
“…un enfoque sesgado hacia la “identidad<br />
de género” a costa de marginar los<br />
problemas del “pan y la mantequilla”.<br />
Peor aun, el giro del feminismo hacia<br />
las políticas de la identidad encajaba<br />
sin fricciones con el avance del neoliberalismo,<br />
que no buscaba otra cosa que<br />
borrar toda memoria de la igualdad<br />
social. En efecto, enfatizamos la crítica<br />
del sexismo cultural precisamente en<br />
el momento en que las circunstancias<br />
requerían redoblar la atención hacia la<br />
crítica de la economía política.”<br />
El tercer aporte al neoliberalismo que<br />
denuncia Fraser es el desmontaje del<br />
Estado de bienestar, supuestamente<br />
paternalista, y el apoyo a la privatización<br />
de los <strong>com</strong>etidos sociales del<br />
Estado, a través de ONGs y de los microcréditos,<br />
confundidos con “empoderamiento”.<br />
Lo que Fraser no ve, o no se atreve a<br />
decir, es que esos aportes al neoliberalismo<br />
no son casuales ni gratuitos. Buena<br />
parte de las organizaciones feministas,<br />
algunas de las cuales actúan en<br />
Uruguay, reciben fuerte financiación<br />
de poderosas fundaciones con sede en<br />
EEUU y en Europa. Y esas fundaciones<br />
están a su vez financiadas y dirigidas<br />
por los mayores capitales financieros<br />
globales. O sea: ni casual ni gratuito.<br />
¿A QUIÉN LE SIRVE EL 8 DE MARZO?<br />
En primer lugar, les sirve a las ONGs feministas,<br />
que cuentan con que un gran<br />
acto público alimentará la campaña<br />
por los dos temas que tienen en agenda:<br />
la cuota parlamentaria y la aprobación<br />
de la ley sobre violencia de género,<br />
que incl<strong>uy</strong>e el delito de femicidio.<br />
¿Alguien duda de que los grandes temas<br />
del feminismo uruguayo encajan<br />
a la perfección con lo que denuncia<br />
Nancy Fraser? ¿Acaso alguna de las dos<br />
propuestas roza en algo al modelo económico<br />
dominante? ¿Qué mejor ejemplo<br />
de giro hacia la identidad de género<br />
y olvido de la economía política,“del<br />
pan y la mantequilla”?<br />
También le sirve al gobierno. Desde<br />
hace más de una semana, los debates<br />
públicos virtuales están centrados en el<br />
acto del 8 de marzo. Mientras tanto, el<br />
Presidente del CODICEN, Wilson Netto,<br />
se da el lujo de decir que no hay crisis<br />
educativa. Y la ministra de Educación<br />
y Cultura el de decir que Netto es el<br />
nuevo José Pedro Varela. Los juzgados<br />
penales y las <strong>com</strong>isiones parlamentarias<br />
investigan denuncias de corrupción<br />
varias veces millonarias en dólares. El<br />
Estado no puede cumplir con el presupuesto<br />
pero <strong>com</strong>pra a precio de oro<br />
un avión que es un cascajo y el gobierno<br />
sale a ofrecer cosas por el mundo,<br />
a China el acceso al Atlántico Sur y a<br />
UPM una inversión que es mala económicamente<br />
para el país y ambientalmente<br />
peligrosa.<br />
Mientras tanto, estamos enfrascados<br />
en absurdas discusiones sobre bondades<br />
y maldades de cada sexo y en<br />
contabilizar meticulosamente el 6%<br />
de los homicidios; sólo ese 6%, no la<br />
crisis cultural y material que padecemos,<br />
que, paradójicamente, incentiva<br />
el clima social de frustración y violencia<br />
que nos afecta a todos. Eso, ya de por<br />
sí, es un éxito de las políticas de identidad<br />
de género. Es lo que esperan sus<br />
financiadores, que no para otra cosa<br />
las financian.<br />
Para colmo, las dos propuestas insignia<br />
del feminismo uruguayo son no<br />
sólo inútiles sino perjudiciales. No se<br />
reclama juego limpio y capacidad en el<br />
Parlamento; se reclama participar con<br />
una cuota en el reparto de cargos. Y<br />
no se reclama prevenir o educar para<br />
que los crímenes “de género” no se<br />
produzcan; se reclama ponerle un nuevo<br />
nombre al delito y una pena mayor<br />
al culpable (sólo si es hombre) luego de<br />
que la muerte se produjo.<br />
Si creen que el acto del 8 de marzo<br />
nos hace bien <strong>com</strong>o sociedad, vayan<br />
tranquilos. Yo prefiero leer a Nancy<br />
Fraser.
6 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
7<br />
YO<br />
NO PARO<br />
REFLEXIÓN SEMANAL<br />
>> Leticia Fernández<br />
Varias organizaciones sociales convocan a un<br />
paro internacional de mujeres para el próximo<br />
8 de marzo. Se busca concientizar sobre<br />
la cultura machista que rige a la mayoría de<br />
las sociedades actuales y sus consecuencias<br />
nefastas para las mujeres. Cada país, cada<br />
sociedad tiene su propio encare del tema,<br />
pero hay puntos que son <strong>com</strong>unes. La muerte<br />
de mujeres en manos de sus parejas o ex<br />
parejas parece ser el último eslabón de la visibilización<br />
de la violencia machista.<br />
Yo decido no parar, no parar de intentar<br />
cambiar la realidad que no me gusta. Decido<br />
no parar de marcar cuando un chiste está<br />
teñido de contenido machista aunque a algunas<br />
personas les enoje. Elijo no parar de<br />
utilizar cada espacio que encuentro, ya sea<br />
por acá o por redes sociales, o desde el aula o<br />
desde el asado del domingo para demostrar<br />
que el camino no es dejar pasar las cosas.<br />
Elijo no parar, no parar de reclamar que se<br />
implanten medidas específicas para que las<br />
mujeres que denuncian no tengan que volver<br />
a “dormir con el enemigo”. No paro, no paro<br />
de decir que las denuncias deben ser consideradas.<br />
No paro de decir que me molesta que se use<br />
el término “feminazi” para desprestigiar los<br />
reclamos más sentidos y profundos. Me encantaría<br />
saber a cuánta gente mataron supuestamente<br />
las “feminazis”…<br />
No paro de preguntarme ¿por qué les molesta<br />
tanto que nos movilicemos? ¿por qué se<br />
enojan y se preocupan más por las formas<br />
que por el contenido?<br />
No paro de enojarme con quienes que deciden<br />
criar a sus hijas <strong>com</strong>o princesas indefensas<br />
que necesitan de un príncipe azul para<br />
que las rescate y las lleve a un mundo de ensueño.<br />
Prefiero ser una madre que cría a sus<br />
hijos en la libertad de elección y en el respeto<br />
por los demás. No paro de pensar que esta<br />
lucha se gana en las pequeñas cosas.<br />
No paro de analizar situaciones violentas que<br />
quieren ser disfrazadas de “normalidad”, con<br />
noviazgos teñidos por rasgos que no son propios<br />
de dos personas que se aman. Harta de<br />
ver <strong>com</strong>o se insiste en que los celos son señal<br />
de amor.<br />
Harta de que nos digan que exageramos en<br />
los reclamos y que nos vamos de mambo…<br />
pero claro, no van por la calle escuchando y<br />
observando lo que vivimos.<br />
Si, es verdad, tengo mucho camino por transitar,<br />
porque nadie está libre de <strong>com</strong>eter esos<br />
pequeños grandes errores que se fomentan<br />
socialmente desde el micromachismo instalado.<br />
De todas formas estoy convencida de<br />
que la mejor manera de hacer las cosas es<br />
hacerlo por uno mismo. No dar por válido<br />
el mandato social de lo establecido y generar<br />
discusiones que aporten al tema de fondo.<br />
Me niego a discutir si el paro conduce a algo<br />
o no, me niego a discutir sobre las medidas<br />
de lucha, creo que lo único que se hace es hacer<br />
difuso el problema real. No me importa<br />
si es un paro, si son carteles si son lazos violetas<br />
o lo que sea. Este punto es secundario.<br />
Lo que importa es que cada vez, más mujeres,<br />
más hombres tomemos consciencia sobre la<br />
realidad que nos golpea.<br />
No paro, no paro de pensar que el problema<br />
de la violencia hacia la mujer es la consecuencia<br />
directa de nuestras acciones de todos<br />
los días, de las palabras que usamos, de<br />
las referencias, de lo que posteamos en las<br />
redes y todo lo que dejamos pasar sin hacer<br />
nada.<br />
Yo no paro.<br />
UN ANTES Y UN DESPUÉS<br />
EN LA LUCHA FEMINISTA<br />
El paro que vamos a protagonizar las mujeres de varios países<br />
el próximo 8 de marzo, reconoce <strong>com</strong>o antecedente una<br />
medida tomada por las mujeres islandesas en Noviembre de<br />
1980. Ese día, en un país que pocas veces aparece en las noticias<br />
de Uruguay, el 90% de las mujeres dejaron todas sus<br />
tareas, ya fueran empleos remunerados o “las tareas de la<br />
casa”.<br />
Por un día se subvirtió el orden en que las mujeres además<br />
de trabajar y aportar al ingreso de nuestros hogares cargamos<br />
con la responsabilidad del ámbito privado mientras se<br />
nos sigue negando lo público.<br />
Según una nota publicada por la BBC ese día marcó un antes<br />
y un después en la lucha feminista: “Los Bancos, fábricas y<br />
tiendas tuvieron que cerrar, al igual que las escuelas y las<br />
guarderías, dejando a muchos padres sin más remedio que<br />
llevar a sus hijos al trabajo.<br />
Fue una prueba de fuego para algunos de ellos, lo que explica<br />
el otro nombre con el que se conoce a este evento: el<br />
“Viernes Largo”.<br />
Se escuchaba a los niños jugar mientras los locutores leían<br />
las noticias en la radio. Cuando los presentadores de radio<br />
llamaban a los hogares de zonas remotas del país, en un intento<br />
de averiguar cuántas mujeres se estaban tomando el<br />
día libre, quienes atendían el teléfono eran, la mayoría de<br />
las veces, los maridos que se habían quedado en la casa cuidando<br />
a los niños”.<br />
Al igual que en Uruguay ahora, en Islandia en aquel momento<br />
llevaba casi 100 años en que las mujeres podían ejercer el<br />
derecho al voto, pero no alcanzaban a ocupar más del 10%<br />
>> Lilian Galán<br />
de los cargos de gobierno. Cinco años después del “Viernes<br />
Largo” era elegida presidenta una mujer en Islandia por primera<br />
vez.<br />
Este antecedente histórico puede servirnos para situar el<br />
Paro de Mujeres convocado para el 8 de Marzo en contexto.<br />
Sin dudas es una medida política que busca visibilizar la situación<br />
de inequidad que vivimos las mujeres uruguayas, en<br />
la que muchos de los derechos que se consagran en la letra<br />
no se convierten en hechos en nuestra vida cotidiana.<br />
Quizás la legislación sobre los derechos de las mujeres pueda<br />
servir de ejemplo paradigmático de cómo las leyes no alcanzan<br />
para generar cambios reales: somos electoras y elegibles,<br />
pero no accedemos a la mitad de los cargos de gobierno,<br />
ni siquiera en los sindicatos, ni en la mayoría de las fuerzas<br />
políticas que integramos. Y así podríamos seguir, no accedemos<br />
a los cargos de dirección de las empresas, ganamos<br />
en promedio menos que los hombres, y <strong>com</strong>o corolario a la<br />
inequidad en derechos, somos víctimas de violencia física,<br />
psicológica, económica o simbólica en la calle y dentro de<br />
nuestros hogares.<br />
No son hechos aislados, es sistémico, y los sistemas hay que<br />
deconstruirlos pieza por pieza. ¿Qué pueden hacer los hombres<br />
ese día? En primer término darnos el espacio para encontrarnos,<br />
visibilizarnos y militar.<br />
Asumir (se) <strong>com</strong>o no protagonistas, a<strong>com</strong>pañar desde el<br />
convencimiento de que el espacio público puede ser conquista<br />
de otras. Hay un Tiempo Histórico para todo, la acumulación<br />
de las luchas feministas determina que hoy sea el<br />
tiempo de las mujeres.<br />
¿SIRVE UN PARO<br />
DE MUJERES?<br />
UN SILENCIO<br />
ENSORDECEDOR<br />
Un paro de mujeres es necesario; pero será útil si se nota<br />
nuestra ausencia en todos los ámbitos en que nuestra relevancia<br />
pasa desapercibida cada día.<br />
Ese fue el espíritu de la convocatoria a la que respondió el<br />
90% de las islandesas el 24 de octubre de 1975. Esa fecha<br />
en que <strong>com</strong>enzó a gestarse la sociedad más igualitaria del<br />
planeta.<br />
Como en Islandia en aquel año, el cambio que aquí se requiere<br />
es mucho más que legislativo, es cultural.<br />
“El feminismo en Uruguay es un invento”, escuché decir a<br />
un joven profesional en estos días; así de urgente es mostrar<br />
que el cambio cultural es imprescindible.<br />
Urgente e imprescindible porque ya estamos cansadas de<br />
que después de años de trabajo para que se pierda el miedo<br />
a denunciar la violencia de género el pedido de ayuda<br />
se pierda en las fallas del sistema y más de nosotras sigan<br />
muriendo, pero también porque a pesar del incremento<br />
de las denuncias cada vez parece más fácil matar mujeres.<br />
Ya no asombran los números crecientes de denuncias<br />
sino el aumento del número de muertas.<br />
Pero también porque estamos cansadas de ganar menos,<br />
de que no se nos permita ocupar los lugares que nos correspondería<br />
por nuestros méritos.<br />
Nunca me sentí cercana a los grupos feministas. Muchas<br />
veces discrepé abiertamente con sus ataques al hombre<br />
solo por ser hombre o su defensa de una mujer solo por<br />
ser mujer. Concibo el feminismo no <strong>com</strong>o una postura<br />
a favor de la mujer sino <strong>com</strong>o la búsqueda de la igualdad<br />
más allá del género; y por eso los hechos actuales<br />
Desde hace unos días se está planteando la iniciativa a<br />
nivel internacional de realizar el 8 de marzo un paro de<br />
las mujeres <strong>com</strong>o protesta por la violencia a la que son<br />
expuestas y por la igualdad. En nuestro país la central<br />
sindical dio señales de apoyar la medida. ¿Cómo debería<br />
instrumentarse? ¿Habría que paralizar solo las actividades<br />
laborales o también las tareas domésticas? ¿Puede ser<br />
realmente efectiva una medida de este tipo? ¿Se lograra que<br />
sea una medida masiva? ¿Cuál es el rol de los hombres ese<br />
día? ¿Deben parar <strong>com</strong>o apoyo solidario o por el contrario<br />
encargarse de las tareas que hacen las mujeres?<br />
>> Lourdes Vitabar<br />
me rompen los ojos y me obligan a actuar. Esto ya no es<br />
cuestión de feministas, es asunto de todas. Nuestra vida,<br />
nuestra dignidad y nuestro desarrollo está en juego.<br />
Por eso un paro de mujeres es necesario. Pero para que se<br />
note y sea efectivo se requiere que las mujeres se adhieran<br />
de manera masiva. Pongamos <strong>com</strong>o ejemplo al Sindicato<br />
Único de la Construcción, que ha conseguido logros<br />
importantes en los Consejos de Salarios a base gigantescas<br />
marchas y concentraciones, pero también a fuerza de<br />
inteligencia en la negociación.<br />
El ámbito de negociación para las mujeres es más difuso;<br />
pero el peso de la falta nuestros aportes a la sociedad<br />
debería ser tanto que los decisores de las políticas públicas<br />
sientan la obligación de dar los medios y vigilar que<br />
se cumplan los planes de equidad de género. Tan pesada<br />
debería ser nuestra ausencia que los empleadores sientan<br />
la obligación de garantizar que los ascensos los obtengan<br />
los más calificados sin importar su sexo, que los salarios<br />
sean determinados por la función y no por el género. Tan<br />
ensordecedor debería ser el silencio de nuestra ausencia<br />
que lo noten los hombres que <strong>com</strong>parten nuestro día a día.<br />
Pero si todos paramos, si todos marchamos, la falta de<br />
mujeres se dil<strong>uy</strong>e. Por eso creo que la convocatoria del<br />
PIT CNT para el 8 de marzo es equivocada. Es necesario<br />
que los hombres apoyen, pero su mejor colaboración<br />
es hacer lo que hacen todos los días, permitiendo que se<br />
note nuestra ausencia.<br />
Porque el paro es necesario, pero solo sirve si paramos<br />
nosotras, todas nosotras.<br />
SIRVE<br />
>> Federico Imparatta<br />
Sí, claro que sirve. Cualquiera que diga que no o necesite<br />
más de un párrafo para explicarse está tribuneando para<br />
agarrar dos minutitos de fama.
8 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
9<br />
¿”POLÍTICAMENTE<br />
CORRECTA”?<br />
Desde hace unos días se está planteando la iniciativa a<br />
nivel internacional de realizar el 8 de marzo un paro de<br />
las mujeres <strong>com</strong>o protesta por la violencia a la que son<br />
expuestas, y por la igualdad.<br />
Voces me pide que opine, así que allá voy.<br />
Me suena horrible que se haga cualquier tipo de manifestación<br />
por la violencia “Y” por la igualdad. La muerte y la<br />
violencia es una realidad que hay que atacar urgentemente<br />
y que junten éste tema con la igualdad le quita el dramatismo<br />
que se merece, relativiza el tema. No digo que el<br />
querer la igualdad no sea importante. Nada más alejado<br />
que eso. Por el contrario, es una lucha que hay que seguir<br />
dando, pero la inmediatez de la realidad de la violencia<br />
entiendo que es mucho más urgente.<br />
Este paro tiene varias organizaciones que lo apoyan.<br />
Bienvenidas. Pero una en particular me hace ruido. Que<br />
la central sindical lo apoye a mi criterio le resta credibilidad.<br />
¿Qué credibilidad le podemos dar a una organización<br />
que propugna la igualdad y no tiene una sola mujer<br />
en su numeroso Secretariado Ejecutivo? ¿Es que acaso<br />
debamos legislar para que haya al menos una representación<br />
tres a uno <strong>com</strong>o en las listas políticas?<br />
También me parece mal y sé que voy a recibir “palos”<br />
de los “inclusivos y amplios” (inclusivos y amplios hasta<br />
que uno piense distinto)... cómo decía, me parece<br />
mal el #NiUnaMenos. ¿Es que acaso somos más importantes<br />
que los hombres, niños, ancianos, sexualmente<br />
diversos, y en definitiva de todos los que viven<br />
en una sociedad llena de violencia y muerte y son víctimas<br />
de ella?<br />
No estoy de acuerdo en parar o manifestarme sólo por<br />
ser mujer. Sí es horrible. Sí es gravísimo. Sí hay que <strong>com</strong>batirlo.<br />
Y sí, hay que hacer algo, al igual que con los otros<br />
casos. Y tampoco es aplicando penas mayores que lo lograremos.<br />
No tengo “la solución” pero sí se me ocurren algunas<br />
ideas para que dismin<strong>uy</strong>an las muertes (u otras agresiones).<br />
Hay que alentar a que se haga la denuncia en dónde<br />
>> Beatriz Kon<br />
corresponda, y con “tolerancia cero” al maltrato. Tolerancia<br />
cero no sólo de las autoridades, sino también de<br />
las víctimas Hacerles entender que la violencia no es algo<br />
normal ni natural. Que la justicia sólo puede actuar en<br />
forma preventiva en cuanto se haga la denuncia. Si no se<br />
hace, sólo podrá castigar al violento.<br />
La sociedad toda debe “escuchar” y estar atenta a todo<br />
tipo de mal trato, y denunciar si se percibe algo. Dejar de<br />
mirar para el costado o simular que no pasa nada.<br />
Pero esto no es lo único. Hay necesidades extra Juzgados<br />
o Seccionales que se deben resolver. A simple modo<br />
de ejemplo, y sin querer agotar el tema, es necesario que<br />
exista una red de hogares de acogida temporal, sustento<br />
económico transitorio para las víctimas que dependen<br />
económicamente del agresor y sobre todo, educación,<br />
educación y más educación.<br />
Ojalá que el #NiUnaMenos se cambie por el #NoMás-<br />
Violencia, sin distinción se de sexo, raza, edad, religión,<br />
orientación u opción sexual.<br />
NO HAY MÁS TIEMPO<br />
¿Por qué se debe parar el 8 de marzo? Tomate 10 minutos y antes de largar una opinión,<br />
se sensato:<br />
Porque nos matan por nuestra condición de mujeres.<br />
Porque nos muelen a palos.<br />
Porque nos queman y nos violan.<br />
Porque aún hay hombres que nos celan enfermizamente.<br />
Porque aún no se <strong>com</strong>prende cuando una mujer decide dejar a un hombre.<br />
Porque aún seguimos siendo objeto de propiedad de algunos.<br />
Porque nos tratan de histéricas y enroscadas si decimos lo que pensamos.<br />
Porque estamos “mal atendidas” si reclamamos lo que nos corresponde.<br />
Porque nos pagan entre un 30 y un 40% menos que a un hombre.<br />
Porque aún nos tratan de putas por tener sexo casual.<br />
Porque aún nos juzgan si decidimos sobre nuestra vida reproductiva.<br />
Porque nos estigmatizan por la ropa que usamos y el cuerpo que tenemos.<br />
Porque nos venden solamente toallitas, pañales, cremas y productos de limpieza.<br />
Porque aún no somos “publico” para cerveza, libros y deportes.<br />
Porque aún piensan que las mujeres nos arrancamos los ojos entre nosotras y <strong>com</strong>petimos<br />
<strong>com</strong>o enfermas.<br />
Porque aún nos preguntan si en serio nos gusta el fútbol o lo miramos por los jugadores.<br />
Porque tenemos que tolerar que nos digan cualquier disparate en la calle.<br />
Porque le pedimos a nuestras amigas que nos avisen si llegaron bien.<br />
>> Andrea Bertino<br />
Porque nos siguen, nos gritan, nos chiflan y nos acosan en la calle.<br />
Porque muchas veces tenemos pánico de pasar por delante de un grupo de hombres.<br />
Porque aún está instalado que si nos dan un ascenso nos acostamos con alguien o serruchamos<br />
a otra.<br />
Porque aún se escucha decir que la prostitución es un “trabajo digno, porque robar es<br />
peor”.<br />
Porque engordar para un hombre es gracioso y para una mujer es casi una tragedia que<br />
hasta la puede dejar fuera del mundo laboral.<br />
Porque para muchos, ser “linda e inteligente” es una rareza. Y seguro sos mala.<br />
Porque en lo artístico, decir malas palabras arriba de un escenario “queda peor en una<br />
mujer” y hay personas convencidas que las mujeres no podemos ser graciosas.<br />
Porque aún dicen que emborracharse o drogarse queda peor en una mujer.<br />
Porque está lleno de publicidades de minas que le destrozan la tarjeta de crédito al marido.<br />
Y el marido sufre.<br />
Y porque seguramente muchos de ustedes piensen que por escribir esto, odio a los<br />
hombres.<br />
Porque tenemos miedo.<br />
Solo pedimos que nos dejen de matar. Física y psicológicamente. Y que los varones<br />
buenos, que está lleno, nos ayuden a eso. No hay derechos que se ganen sin a veces usar<br />
medios no tan pacíficos. Ya no hay más tiempo.<br />
SE BUSCA AL<br />
SENTIDO COMÚN<br />
CUANDO LO PERSONAL<br />
ES POLÍTICO<br />
Las mujeres somos imprescindibles en cada ámbito de la<br />
sociedad, en la casa, en la fábrica, en la oficina y en los<br />
espacios públicos. En cada propuesta, en cada discusión<br />
y en cada elección pero sin embargo no estamos allí. Estamos<br />
debajo de una rígida estructura, resistente, perpetuada<br />
por las tradiciones.<br />
El paro internacional de mujeres del 8 de marzo del 2017<br />
es histórico, aunque aún no haya sucedido. Mujeres de<br />
más de 30 países convocadas en reclamo de sus derechos,<br />
recordando a un grupo de más de 100 mujeres trabajadoras<br />
que murieron en ello, prendidas fuego ,<strong>com</strong>o se hacía<br />
con las brujas, pero a fines del siglo XIX en Nueva York.<br />
A diario somos mostradas y percibidas <strong>com</strong>o objetos, enteras<br />
o alguna de nuestras partes. La frivolización de la<br />
mujer en los escaparates es indiscutible. Se llora <strong>com</strong>o<br />
una “nenita” y se pega <strong>com</strong>o un “hombre”. El 8 de Marzo<br />
nos plantamos contra la violencia institucional, legal, civil,<br />
doméstica y la mayor de todas: la violencia simbólica.<br />
Somos trabajadoras, desocupadas y madres. Somos hermanas,<br />
estudiantes y rurales. Somos mujeres por naturaleza<br />
y porque elegimos serlo. Somos <strong>com</strong>pañeras y la<br />
solidaridad es nuestra mejor arma. Somos personas pero<br />
cargamos con un agravante social: el género.<br />
Tenemos que soportar a diario el acoso callejero naturalizado<br />
<strong>com</strong>o un piropo, los chistes denigrantes, los sueldos<br />
deprimidos y los prejuicios estéticos. Tenemos que<br />
pelear cotidianamente para no ser tratadas <strong>com</strong>o débiles,<br />
porque no lo somos.<br />
Este paro es internacional, organiza y activa. Une y concientiza.<br />
Cuestiona y muestra la disconformidad generada<br />
por la desigualdad: En todo el mundo, las mujeres ganan<br />
menos que los hombres. En la mayoría de los países,<br />
las mujeres en promedio ganan sólo entre el 60 y el 75<br />
por ciento del salario de los hombres. Apenas 1 de cada 5<br />
>> Celina McCall<br />
Hace tiempo que circula en las redes sociales un texto<br />
que habla de la triste muerte del sentido <strong>com</strong>ún, enterrado<br />
en los vericuetos de la burocracia. En realidad, está<br />
soterrado bajo la neolengua políticamente correcta. Hay<br />
un prolongado y sistemático movimiento de formación<br />
de un nuevo sentido <strong>com</strong>ún – o una nueva hegemonía,<br />
para citar a Gramsci.<br />
A las tratativas de imponer el lenguaje inclusivo, la Real<br />
Academia Española declaró que “utilizar tales piruetas<br />
lingüísticas son innecesarias; y que, pese al deseo de ciertos<br />
colectivos de presentar la lengua <strong>com</strong>o rehén histórico<br />
del machismo social, el uso genérico del masculino<br />
gramatical tiene que ver con el criterio básico de cualquier<br />
lengua: economía y simplificación”. O sea, aplicaron<br />
el sentido <strong>com</strong>ún. Elemental, mi querido Watson.<br />
Ahora hay colectivos que tratan de imponer otro término:<br />
el feminicidio. Casi lo degüellan a Arturo Pérez-Reverte<br />
por enojarse con una señora que, al cederle el paso y sujetarle<br />
la puerta, le gritó ¡eso es machista! “<strong>com</strong>o si acabara<br />
de dirigirle un insulto atroz “ cuenta. Y <strong>com</strong>o si a<br />
las señoras ahora nos hubiesen dejado de gustar la gente<br />
educada, no importa el género que tenga.<br />
Otro escándalo empezó porque al presidente de la Suprema<br />
Corte de Justicia, Jorge Chediak, se le ocurrió catalogar<br />
<strong>com</strong>o “crimen pasional” al homicidio de la joven Manuela<br />
Stabile. “No son crímenes pasionales son crímenes<br />
de poder”, decretan. Y piden 30 años de cárcel para el<br />
femicida, mientras niegan aumentar las penas para todos<br />
los otros crímenes – incl<strong>uy</strong>endo los hediondos, bajo el<br />
argumento que en ninguna parte del mundo se ha <strong>com</strong>probado<br />
que el aumento de penas impida a alguien de<br />
<strong>com</strong>eter un crimen.<br />
¡Un poco más de coherencia, por favor!<br />
Hay que decir que defender la igualdad de la mujer o luchar<br />
contra la violencia de género no tiene color político.<br />
El problema es que se ha politizado de tal forma que causa<br />
rechazo. Y eso no ayuda la causa. Ahora también se ve<br />
en las redes sociales aquella delgada línea sin razón que<br />
pone a unos de un lado y del otro, casi <strong>com</strong>o enemigos<br />
acérrimos, cuando el problema es de toda la sociedad, independiente<br />
del género y clases sociales.<br />
Las mujeres decidieron hacer paro para visibilizar su drama<br />
y al PIT-CNT se le ocurre subirse al carro. Me suena<br />
de verdad demagógico y oportunista que dieciocho machos<br />
(el secretariado ejecutivo del PIT-CNT no tiene a<br />
una sola mujer en sus cuadros) decreten apoyo a las mujeres<br />
cuando de hecho no lo hacen nunca. ¡Qué empiecen<br />
por arreglar su casa! Literal y figurativamente.<br />
La politización causa que se soslaye una de las causas del<br />
problema: la total omisión y falta de prevención por parte<br />
de organismos del Estado. El paro puede visibilizar hechos<br />
que nos duelen profundamente, pero no resolverán<br />
nada si no se ataca el problema de raíz.<br />
Un poco menos de lo demagógicamente correcto, y bastante<br />
menos hipocresía. Y mucho sentido <strong>com</strong>ún. ¿Es<br />
mucho pedir?<br />
>> Valentina Machado<br />
parlamentarios en todo el mundo es mujer. Una de cada<br />
tres mujeres sufre violencia física o sexual.*<br />
Nos encanta ser mujer y por eso luchamos, para poder<br />
serlo libremente. Amamos a los hombres y por eso los solicitamos<br />
en la lucha, son parte del cambio. Pero la lucha<br />
es nuestra porque nuestros son los derechos, nuestra es<br />
la indignación, y nuestro es el amor –propio-. No es contra<br />
ellos, es con ellos, pero somos nosotras.<br />
Paramos porque no somos víctimas, sino protagonistas.<br />
Paramos para desnaturalizar la relación de poder entre<br />
hombre-mujer, paramos porque queremos sacar de nosotras<br />
mismas el machismo intrínseco. Nos paramos firmes<br />
para que nuestro mal estar no sea diversión de nadie<br />
y para no pasar inadvertidas.<br />
Nos movilizamos nosotras para pensarnos todos.<br />
* Datos extraídos del informe anual 2015-2016 realizado<br />
por ONU MUJERES.<br />
VIVIR PARA LUCHAR<br />
LUCHAR PARA VIVIR<br />
>> Alicia Colombo<br />
“El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente”<br />
Simone de Beauvoir.<br />
1909, New York. “El levantamiento de las 20 mil”<br />
La huelga de obreros textiles, con 70% de mujeres trabajadoras, <strong>com</strong>ienza con el discurso<br />
de Clara Lemlich de 23 años.<br />
La huelga finaliza en febrero de 1910 con la firma de un acuerdo en el cual se logra la<br />
equiparación salarial, entre otras reivindicaciones.<br />
1912, Massachussets, “La huelga del pan y de las rosas”.<br />
Las obreras reclaman jornadas laborales más cortas e iguales salarios que los hombres.<br />
Elizabeth Gurley, de 22 años, lidera a las mujeres en piquetes y marchas.<br />
Logran la mayoría de sus reivindicaciones.<br />
1968, Dagenham, Londres.<br />
187 obreras de la fábrica Ford, lideradas por Rita O’Brien, reclaman igualdad de salarios<br />
y condiciones laborales adecuadas. Después de semanas de huelga, logran el<br />
apoyo de la Ministra de Trabajo, Bárbara Castle. Como consecuencia de esta huelga,<br />
no sólo conquistan igualdad salarial y otras mejoras, sino que en 1970 se decreta la<br />
ley de igualdad salarial.<br />
1975, Islandia, el “viernes largo”.<br />
Las mujeres islandesas realizan un paro que por primera vez, incl<strong>uy</strong>e las tareas domésticas.<br />
25.000 mujeres concurren al acto más grande de mujeres de la historia en<br />
el centro de Reikiavik.<br />
Pocos años después eligen a la Primer Presidenta mujer de Europa: Vigdis Finbogadottir,<br />
quién fue reelecta en tres oportunidades.<br />
2016, Polonia. 2016, Argentina. 2017,Dublin. 2017, Washington y la marcha de mujeres<br />
contra un presidente misógino.<br />
La historia de las mujeres y su lucha. La historia de mujeres valientes.<br />
de marzo de 2017. Mujeres de más de 30 países paramos reclamando: igualdad salarial.<br />
Igualdad de oportunidades. Por el fin de la violencia. Por el fin de la discriminación.<br />
Han pasado más de 100 años desde la primera movilización de mujeres. Las<br />
reivindicaciones son casi las mismas. La lucha también.<br />
Pero además de las reivindicaciones históricas, un grito surge de las movilizaciones.<br />
Basta de feminicidios. Basta de mujeres asesinadas por ser mujeres. Ocho mujeres<br />
muertas en solo dos meses en 2017 en Uruguay. Necesitamos tomar medidas inmediatas<br />
que provoquen un cambio cultural imprescindible en la percepción de mujeres<br />
<strong>com</strong>o objetos. Necesitamos educación que rompa con este concepto. Necesitamos leyes<br />
que castiguen a culpables pero que fundamentalmente protejan a las mujeres que<br />
denuncian violencia. Necesitamos que todo esto sea implementado en forma urgente.<br />
Por Clara, Elizabeth, Rita, y todas las mujeres valientes que marcaron el camino.<br />
Por Valeria, Lorena, Nelly, Manuela, Shakira y todas las mujeres a quienes no supimos<br />
proteger.
10 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
11<br />
>> Por Hugo “Piruja” Brocos<br />
GEOCULTURA<br />
>> Carlos A. Gadea<br />
LA HISTORIA DE<br />
BRASIL (O LOS BRASILEÑOS)<br />
Y AMÉRICA LATINA<br />
FALTA<br />
Y RESTO<br />
VUELVE LA DEMOCRACIA.<br />
TUTELADITA. ESO SÍ.<br />
Geográficamente, Brasil se<br />
encuentra en América Latina.<br />
Eso dicen en las universidades.<br />
Limita con varios países de habla<br />
hispana, con tradiciones culturales y<br />
geografía diferentes. Su población es<br />
mayoritariamente mulata, morena y<br />
parda; blancos e indígenas son pequeñas<br />
manchas poblacionales fácilmente<br />
localizables en su extensa geografía.<br />
Colombia tiene una demografía m<strong>uy</strong><br />
similar. Cuba y República Dominicana<br />
también. Chile y Perú ya no tanto. Brasil<br />
se encuentra en América Latina; es<br />
solo observar un mapa.<br />
Pero solo geográficamente, y esa es<br />
la cuestión de fondo. Social y culturalmente,<br />
Brasil no ha estado, y no<br />
está, en América Latina, por más que<br />
existan varios centros de investigación<br />
sobre América Latina en universidades<br />
de Brasil sugiriendo interés por hacer<br />
del gran país un lugar c<strong>uy</strong>os desafíos<br />
históricos siempre fueron semejantes<br />
a los del resto de los países del continente.<br />
Veamos. Ningún brasileño sabe,<br />
por ejemplo, quién es “Don Francisco”.<br />
Nunca vieron en la TV el programa<br />
“Sábado Gigante”, y ni imaginan lo<br />
que sea “El show de Cristina”, ambos<br />
programas emitidos por la cadena<br />
Univisión. Para bien o para mal, para<br />
regocijo del mal gusto y lo kitsch, para<br />
ser indiferentes o hasta para detestarlos,<br />
todos los nacidos en la América<br />
española saben quiénes eran estas<br />
figuras mediáticas. Hasta el propio Daniel<br />
Ortega y su FSLN sabían, desde las<br />
cordilleras volcánicas centroamericanas,<br />
quién era “Don Francisco”. Hasta el<br />
mítico Hugo Chávez debió haber visto,<br />
algún día, “El show de Cristina”.<br />
Al programa de “Don Francisco”, “Sábado<br />
Gigante”, concurrían los “latinos”<br />
migrantes de Miami, Atlanta o Nueva<br />
York, con una estética y vestimenta<br />
que parecía retirada del pasado. Allí<br />
estaban los exiliados cubanos, portorriqueños<br />
y mexicanos, que motivaban<br />
una mezcla de pena ajena con indudable<br />
curiosidad. América Latina se nos<br />
presentaba así por la TV, en los programa<br />
de masa y auditorio. “El Puma”<br />
Rodríguez podría llegar a <strong>com</strong>partir el<br />
escenario con Maná, si algún efecto<br />
de marketing así lo requiriese. Padres<br />
o abuelos aprendieron el “cortejo<br />
amoroso” en filmes mexicanos con<br />
Pedro Infante y María Félix, el Trio Los<br />
Panchos y los boleros de Agustín Lara,<br />
transformados en manual de sobrevivencia<br />
amorosa. Pero en Brasil, nada<br />
de esto fue visto o escuchado. Solo<br />
Roberto Carlos se iría a convertir en<br />
el único “latino” que sería brasileño,<br />
luego de haber grabado sus canciones<br />
en español y haber dado una pasada<br />
por Miami, capital cultural de América<br />
Latina.<br />
Esta América Latina, la de las grandes<br />
masas, solo sería descubierta por la<br />
curiosidad de analistas de la cultura<br />
atentos al consumo cultural de las últimas<br />
décadas. No obstante, en Brasil,<br />
América Latina continuaría siendo<br />
un verdadero misterio (o motivo de<br />
desconfianza y prejuicio), ya que sí les<br />
había llegado, por diferentes vías, el<br />
“latino-americanismo”, una narrativa<br />
que tuvo fuerza en los años de 1960 y<br />
que organizaría los hechos históricos<br />
e ideologías de acuerdo a una serie de<br />
premisas sobre lo que sería América<br />
Latina: las flautas bolivianas, el mundo<br />
andino e indígena, formarían parte de<br />
esta verdadera colonización semántica<br />
sobre lo que se entendería por América<br />
Latina. Pero sabemos que América<br />
Latina no se puede reducir a esta<br />
narrativa del “latino-americanismo”,<br />
y mucho menos conocerla a través<br />
de la manera de ordenar los hechos y<br />
episodios históricos que esta narrativa<br />
habría realizado.<br />
Sería tedioso, aquí, descifrar a que se<br />
denomina “latino-americanismo”, pero<br />
por analogía el lector podrá <strong>com</strong>prenderlo<br />
si menciono García Márquez, Las<br />
venas abiertas de América Latina y<br />
Fidel Castro. También si se piensa en la<br />
voz de Mercedes Sosa o de Silvio Rodríguez.<br />
No se trata, aquí, de adjetivar<br />
estas referencias, de atribuir escalas de<br />
valor estético. Lo importante es destacar<br />
que ellas remiten a una metanarrativa,<br />
el “latino-americanismo”, que sí<br />
terminaría calando fondo en Brasil, o<br />
en gran parte de sus intelectuales, residiendo<br />
en esto, justamente, el mayor<br />
déficit: se ha tenido una “idea” sobre<br />
América Latina parcial y m<strong>uy</strong> pobre.<br />
Ni siquiera la figura de Pablo Escobar,<br />
consumida recientemente en Brasil a<br />
través de la serie “Narcos”, emitida en<br />
Netflix, pudo zafarse de ese “latinoamericanismo”<br />
internalizado: Escobar<br />
sería un barrigón pos-colonial.<br />
Mientras el mediático cantante brasileño<br />
de música sertaneja Luan Santana<br />
canta, con el español Enrique Iglesias,<br />
la canción “Bailando” por las calles de<br />
La Habana, el “latino-americanismo”,<br />
en Brasil, toma cuerpo en una “brasilidad”<br />
que pareció cansarse del samba<br />
y el pagode. De esta forma, pasará a<br />
jugar, con retraso, con los signos del<br />
“tercermundismo”, reeditando la vieja<br />
retórica de la dependencia cepalina<br />
AL PROGRAMA DE “DON FRANCISCO”,<br />
“SÁBADO GIGANTE”, CONCURRÍAN LOS<br />
“LATINOS” MIGRANTES DE MIAMI, ATLANTA<br />
O NUEVA YORK, CON UNA ESTÉTICA<br />
Y VESTIMENTA QUE PARECÍA RETIRADA<br />
DEL PASADO.<br />
en sintonía con las nuevas corrientes<br />
teóricas pos-coloniales. Así, al modo<br />
brasileño, el “latino-americanismo”<br />
se presentaría <strong>com</strong>o una especie de<br />
“tercermundismo” de efecto retardado,<br />
donde se confunden, en la academia,<br />
con lo que se ha dado en llamar, recientemente,<br />
de teorías pos-coloniales.<br />
No sería “Don Francisco”, en sí mismo,<br />
importante, y sí la red de significados<br />
que le es atribuido desde una mirada<br />
crítica a su estética y lógica de entretenimiento.<br />
Importa entender “Don<br />
Francisco” en su carga simbólica: generaciones<br />
enteras formaron opinión, lo<br />
criticaron, a partir de lo que representó<br />
en la esfera de la cultura en países<br />
que, inclusive, estaban realizando su<br />
“apertura cultural” en los años 80. Vivir<br />
después de “Don Francisco” es una<br />
condición cultural actual en toda América<br />
Latina. Esta condición sirve para<br />
<strong>com</strong>prender, por analogía, el por qué<br />
la mayoría de las personas en la América<br />
española fue capaz de ser bastante<br />
indiferente ante la reciente muerte de<br />
Fidel Castro. M<strong>uy</strong> diferentemente, en<br />
Brasil, redes de investigadores sobre<br />
América Latina se pronunciaron, sin<br />
pudor, ante el desaparecimiento físico<br />
del líder político, un poco en la idea de<br />
que el “latino-americanismo” salía herido<br />
al perder a unos de sus referentes<br />
más importantes. Cuba y Fidel, con su<br />
muerte, generaron en muchos intelectuales<br />
brasileños una reedición del<br />
imaginario latinoamericano construido<br />
clásicamente en los últimos cuarenta<br />
años. La bucólica Cuba era el último<br />
reducto del huérfano Brasil de “latinoamericanismo”.<br />
En Brasil nunca supieron<br />
de los balseros y los “marielitos”, y<br />
vieron con desconfianza el abrazo de<br />
Raúl Castro con el presidente Obama.<br />
El “latino-americanismo” no es América<br />
Latina. Tampoco lo es “Don Francisco”.<br />
Si el “tercermundismo” revive en<br />
Brasil en la forma de pos-colonialidad,<br />
y el “latino-americanismo” en la contraposición<br />
de Eduardo Galeano con<br />
Donald Trump, es porque de América<br />
Latina se conoce poco. La América<br />
Latina brasileña es la de 30 o 40 años<br />
atrás, <strong>com</strong>o si las vestimentas del auditorio<br />
del programa “Sábado Gigante”<br />
permaneciesen allí, <strong>com</strong>o pesadilla<br />
eterna, <strong>com</strong>o aquello que el brasileño<br />
aun piensa que se identifica con la<br />
“exótica” América Latina. Es <strong>com</strong>o si en<br />
la radio <strong>com</strong>enzase a sonar, de nuevo,<br />
la canción “Todo cambia”, de Mercedes<br />
Sosa. En Brasil, América Latina está<br />
en otro momento histórico, bajo otro<br />
contexto. Los brasileños carecen de la<br />
experiencia de estar viviendo, social y<br />
culturalmente, después de “Don Francisco”.<br />
Por eso, Brasil no está en América<br />
Latina.<br />
1984 fue un año <strong>com</strong>pleto de acontecimientos cívicos,<br />
recitales y militancia de 24 horas.<br />
Habíamos concurrido hacía un mes atrás al más grande<br />
de los actos realizado en nuestro país. El obeliscazo,<br />
donde nos quedó para siempre el vozarrón de don<br />
Alberto Candeau, en ese “Río de Libertad”. Quiero<br />
destacar que una vez finalizado el acto, muchos de los<br />
que participamos, caminamos por 18 de julio ganando<br />
otra vez la calle, cosa que recuerdan pocos y se escribe<br />
menos.<br />
Por eso, entre decenas de cosas más que nos desbordaban<br />
de emoción, una de ellas era la alegría contagiante<br />
por los tiempos que venían, sin olvidarnos ni<br />
por un segundo a los presos que continuaban en su<br />
encierro brutal.<br />
La Falta va a tener durante el año, uno de los más<br />
conmovedores de toda su historia. En ese carnaval<br />
realizaríamos 220 tablados.<br />
Empezábamos los domingos de mañana en recordados<br />
escenarios, llenos de un público-pueblo, unido, sin<br />
divisas, fervoroso y dejando sistemáticamente, luego<br />
de la despedida el grito al cielo, “se va acabar, se va<br />
acabar, la dictadura militar” el cual en la mayoría de<br />
los casos, era cantado por primera vez por la gente,<br />
que se contagiaba y se sumaba a la imparable ola de<br />
oposición al régimen.<br />
Raúl Castro, fue sin lugar a ningún tipo de dudas, el<br />
máximo creador en ingenio, sutileza, ironía y <strong>com</strong>bate<br />
que tuvo el carnaval en el tiempo dictatorial.<br />
Un día apareció en el Fénix, con 20 cañas tacuara que<br />
bajó de su vieja y enorme camioneta y dijo “éstas las<br />
vamos a utilizar en las retirada”.<br />
Walter Venencio (que despareció hace años, sin saberse<br />
nada de él hasta nuestros días, olvidado y sepultado<br />
por todos) nos tuvo durante horas y horas, ensayando<br />
por “cuerdas” separadas, diciendo solamente, miiiiilll,<br />
mil ochocientos 0nce. Eso, solamente.<br />
El trabajo tuvo su premio, al no errar en un solo<br />
tablado y quedar <strong>com</strong>o marca breve del canto de la<br />
resistencia.<br />
El Canario haría el famoso cuplé del timbero, en el<br />
cual se explayaría con cortitas al mentón de la censura.<br />
Con capas rojas y blancas que llegaban al piso y debajo<br />
de ellas instalados en nuestros cuerpo los disfraces<br />
de gauchos y las tacuaras al fondo de escenario, así<br />
salimos tablado tras tablado, por Montevideo, el interior<br />
de nuestro país, Argentina y Brasil , donde fuimos<br />
a cantar Por la Liberación de los Presos Políticos en<br />
Uruguay, en un acto internacional, que se realizó en<br />
Curitiba.<br />
El momento máximo era cuando decíamos en la parte<br />
final de la despedida, “ahora es tiempo de levantar<br />
banderas” y allí colocábamos las tacuaras debajo de<br />
las capas que habíamos dejado al pie del escenario.<br />
Las traíamos al lado de nuestro cuerpo y cuando casi<br />
gritando cantábamos, “arriba pueblo que ya nadie te<br />
calle...” alzábamos las capas al cielo y allí sí, la gente<br />
explotaba en gritos de Libertad, Libertad, que por<br />
años habían sido reprimidos.<br />
Había una parte de la parábola cantada, de denuncia<br />
mayor, que mucha gente no captó (creo) y <strong>com</strong>o dicen<br />
ahora los muchachos “la censura <strong>com</strong>ió de la mano”.<br />
Debo decir además, que los censuradores no nos dejaron<br />
nombrar a Artigas por su nombre. Así podrán<br />
escuchar en la grabación, Padre de la patria, héroe,<br />
prócer. Pero no, Artigas.<br />
Dice el texto por tanto, en una parte<br />
Mientras ellos pactaban (por el Pacto del Club Naval)<br />
Tu aguardabas callado (el Pueblo)<br />
Confiaba en ti tu gente, condenada al mutismo<br />
Esperaban por ti y otra vez enseñaste<br />
no esperéis nada más<br />
que de vosotros mismos (nada de tranzar con los politiqueros<br />
baratos).<br />
La anécdota patética de éste año es que cuando<br />
vamos al Teatro de Verano, que desde la tarde había<br />
sido literalmente ocupado con gente con banderas de<br />
Falta y Resto, nos indican que Raúl y yo, <strong>com</strong>o directores<br />
responsables del conjunto, debíamos dirigirnos a la<br />
oficina, que está allí dentro. En ese lugar, nos estaban<br />
esperando varias personas y una de ellas se presenta<br />
<strong>com</strong>o coronel, y nos hace la siguiente proposición:<br />
“Muchachos si Uds. hacen la presentación de retirada y<br />
la retirada de presentación, SALEN PRIMEROS” (sic).<br />
Salimos quintos.<br />
Durante el año las actuaciones fueron incesantes.<br />
Nos pincharon las cuatro ruedas del ómnibus en Mercedes.<br />
Nos rodeaban de milicos los lugares que íbamos<br />
a cantar, fundamentalmente en el interior.<br />
Una noche luego de cantar la gente del lugar, nos<br />
organizaron un asado (<strong>com</strong>o todos los lugares que<br />
íbamos) con abundantes licores -los murguistas de esa<br />
época tomábamos todos y mucho no <strong>com</strong>o los jóvenes<br />
de hoy de la Falta, que no bebe prácticamente ninguno,<br />
pero fuma porro libremente).<br />
El asunto es que esa noche llovía fuertemente. En la<br />
puerta del club donde adentro hacíamos decenas de<br />
brindis, habían puesto dos milicos e’ pueblo, que se<br />
estaban empapando.<br />
El Canario se da cuenta y sale y les deja dos vasos llenos<br />
de whisky al lado de ellos. A las horas cuando nos<br />
fuimos y algunos medios en curda-<strong>com</strong>o yo- los vasos<br />
de los guardia civiles, estaban vacíos.<br />
Nos ponían provocadores en los tablados. Pero no<br />
pudieron. El pueblo estaba junto a su murga y la defendería.<br />
El tiempo también, ya empezaba a ser otro.<br />
Durante el invierno hicimos decenas y decenas de<br />
<strong>com</strong>ités de base. Militamos por el Frente Amplio, conscientes<br />
de que ello podría ocasionarnos la pérdida de<br />
miles de simpatizantes de la murga, en un tiempo que<br />
se había vuelto altísimamente político y así ocurrió.<br />
El 10 de junio de 1984, hicimos una buseca en el Fénix,<br />
conmemorando nuestro cuarto año de nacidos. Esa<br />
tarde de domingo, se transformó en una reunión<br />
que fue rodeada del más variopinto espectro opositor,<br />
solidaridad y fraternidad. Entre otros concurrió<br />
el Gral. Seregni, Alfredo Zitarrosa, Silvia Ferreira,<br />
Leonel Morelli, Rosario Pietrarroia que recién había<br />
sido liberado junto a una delegación de gremialistas<br />
italianos, la gente del Pit (que todavía no se le había<br />
agregado CNT), murguistas, artistas, hinchas, el barrio.<br />
Fue algo increíble. Cerca de 300 personas reunidas<br />
en aquel memorable almuerzo. Todos los ingredientes<br />
de la enorme buseca, los salimos a “mangar” las<br />
horas previas a <strong>com</strong>enzarla. El loco Ramela (que había<br />
hecho el cuplé de Arturito escrito por el Corto Horacio<br />
Buscaglia en Los Diablos Verdes, ese mismo carnaval),<br />
el Canario Luna, Mario Benítez (el que nombra J.Roos<br />
en Brindis por Pierrot. Ex boxeador), Omar Conde y yo.<br />
Qué cuadro <strong>com</strong>pañero!!! Todos, absolutamente todos<br />
en el Mercado , en las Carnicerías, las panaderías,<br />
colaboraban en forma por demás generosa, luego que<br />
los increíbles personajes les <strong>com</strong>unicaban el porqué<br />
del garrón.<br />
Nunca viviré algo igual. Sinceramente lo digo. Estar<br />
al lado de aquellos personajes, con tanto amor a su<br />
manera por la gente y lo que viví y aprendí a su lado,<br />
quedaron en mi para siempre.<br />
La llegada del Frente y sus sectores hizo que también<br />
nosotros, los murguistas, nos sectorizáramos dentro<br />
del conjunto.<br />
En el año 85, algunos <strong>com</strong>pañeros que estaban afiliados<br />
al PCU plantean su discrepancia con la retirada<br />
dedicada a Elena Quinteros. Raúl había quedado conmovido<br />
por el relato que Tota le había hecho sobre el<br />
secuestro y desaparición de su hija dentro de la embajada<br />
de Venezuela. El flaco le hacía un emocionado<br />
homenaje a la luchadora del PVP.<br />
La retirada empieza a enrarecer el aire, que hasta<br />
poquito tiempo atrás fuera tan límpido dentro de la<br />
murga.<br />
Ovidio le muestra el texto a Hugo Batalla que sentencia,<br />
“Es una despedida IDI”, el sector radical dentro<br />
del Frente de aquellos días.<br />
Roberto García no va al Teatro el día que nos tocaba<br />
concursar y se suceden enfrentamientos de distintas<br />
tendencias dentro de los integrantes del plantel. Roberto<br />
y otros integrantes dejan la murga por razones<br />
ideológicas.<br />
Con el transcurso del tiempo se van reordenando lentamente<br />
las situaciones, aunque con heridas.<br />
En 1986 sale Bananita González y Eduardo Galeano<br />
es invitado a ver un ensayo de la murga en el Club<br />
Tabaré, pues cantábamos en el final a Las venas<br />
abiertas de América Latina. No le gustó. Muchos años<br />
más tarde diría que nunca debería haber escrito ese<br />
libro.<br />
El año posterior Roberto García pide para volver y se<br />
hace una votación entre los cooperativistas murgueros.<br />
Gana la posición para que vuelva y el Canario que había<br />
dicho “el o yo”, se despide para siempre de Falta y<br />
Resto <strong>com</strong>o murguista, jamás <strong>com</strong>o amigo.<br />
En 1987 Falta y Resto canta un cuplé de antología: el<br />
Deschave.<br />
El jurado inventa algo para premiarnos. Nos dan la<br />
mejor puesta en escena y allí nace éste rubro.<br />
Luego llegarían los ansiados primeros premios en 1988<br />
con el cuplé de la Gente, interpretado genialmente<br />
por Pinocho Routin y la brillante despedida a Bartolomé<br />
Hidalgo y repetiríamos al año siguiente con la<br />
exquisitez del Pepe Revolución y la despedida A las<br />
Madres.<br />
En abril con la derrota del voto verde, llegaría también<br />
otra tristeza m<strong>uy</strong> grande, que es la ruptura enorme<br />
que sufre la murga, con heridas que costaron mucho<br />
tiempo cicatrizar, por parte de quienes partieron<br />
y quedaron, en un inmerecido epílogo de un tiempo<br />
que fue tan mágico para tantos.<br />
Con ésta consecuencia generada por un hecho ingrato,<br />
se da lo que es para mí el final del TIEMPO HEROICO<br />
(título un tanto rimbombante, pero sinceramente, así<br />
lo creo).
12 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
13<br />
INTERNACIONALES<br />
>> Marianela Torres<br />
CARTA DESDE QUITO<br />
Desde que se celebraron las elecciones nacionales<br />
del domingo 19 de febrero la situación<br />
electoral ha adquirido ribetes un tanto<br />
peculiares, por no exagerar diciendo ¨bochornosos¨.<br />
El Consejo Electoral (CNE) anunció con bombos y<br />
platillos una “nueva arquitectura” de conteo - más<br />
“moderna”, ¨transparente¨, etc., etc. En base a la escasa<br />
información oficial disponible hasta el momento<br />
(la precisión no es una de las bondades informativas<br />
del gobierno, a pesar de las constantes cadenas<br />
nacionales y la sobreabundancia de palabras a<strong>com</strong>pañadas<br />
de imágenes con atractivos cuadros plagados<br />
de cifras difundidas a gran pantalla para “rendir<br />
cuentas al pueblo ecuatoriano” y, claro, el CNE está<br />
integrado a piacere del gobierno), colijo que, entre<br />
otros beneficios de la nueva arquitectura, las actas<br />
electorales iban a ser escaneadas, con lo cual la celeridad<br />
del conteo se facilitaba ¨<strong>com</strong>o nunca antes¨.<br />
Pero el domingo el conteo oficial, en lo que a la contienda<br />
presidencial refiere, dejó de informarse a eso<br />
de las 10 de la noche, cuando se habían escrutado<br />
aproximadamente el 80 por ciento de los votos. La<br />
información quedó ahí, con el voto por el candidato<br />
oficialista en el 38.6 por ciento y el del segundo (de<br />
8 candidatos de la oposición, en total) con 29 y fracción,<br />
cuando el conteo del candidato oficialista parecía<br />
ir en aumento y el del segundo dismin<strong>uy</strong>endo, por<br />
décimas. Mientras tanto, el candidato oficialista celebraba<br />
con orquesta y cánticos (a su cargo) el “triunfo<br />
en primera vuelta¨, y a pocas cuadras de distancia, en<br />
las puertas del CNE, manifestaba la oposición (mucha<br />
gente se congregó ahí, y sigue ahí hasta el momento),<br />
declarándose “vigilante” para ¨que se respete<br />
la voluntad popular¨. Así terminó la jornada electoral.<br />
Hubo que esperar al lunes para enterarse que el<br />
anuncio de los resultados oficiales podría demorar<br />
hasta tres días.<br />
Según la bizarra ley electoral vigente (producto de<br />
las manipulaciones oficialistas de los últimos años),<br />
no se pasa a segunda vuelta si el ganador en primera<br />
vuelta obtiene más del 50 por ciento de los votos<br />
(obvio), y también (o, en su defecto, más bien) si un<br />
candidato obtiene 40 por ciento de los votos y el<br />
segundo el 10 por ciento menos (vaya ¨mandato¨ en<br />
un sistema de dos vueltas, para que la elección presidencial<br />
no exija una segunda). La oposición, que en<br />
términos electorales representa más del 60 por ciento<br />
de los electores según las cifras del conteo oficial (ese<br />
que paró de reportarse cuando aproximadamente el<br />
ochenta por ciento de los votos habían sido escrutados,<br />
y cuando todos los canales televisivos, excepto<br />
uno, dejaron de transmitir noticias sobre el escrutinio<br />
a las 10 de la noche, y el que se quedó transmitiendo<br />
dejó de hacerlo a golpe de medianoche) siguió<br />
en la calle, en las puertas del CNE, entre fría noche<br />
quiteña, sol ecuatorial, y llovizna intermitente. En<br />
Guayaquil, los ánimos parecían más caldeados, y los<br />
epítetos y refriegas entre correístas y opositores se<br />
hacían presentes en las puertas de la oficina local del<br />
CNE. Mientras tanto “bramaban” las redes sociales.<br />
Al parecer ¨la institucionalidad democrática” y la<br />
fuerza de la costumbre en este país no logran acoplarse.<br />
Ello, por razones históricas y, sí, estructurales.<br />
La situación electoral de las últimas 48 horas no es<br />
sino el reflejo de un proceso político c<strong>uy</strong>as dinámicas<br />
son difíciles de interpretar en términos convencionales.<br />
Por razones históricas, el colapso de un sistema<br />
de partidos políticos pegado con cinta adhesiva y<br />
las fuertes fracturas sociales se dieron la mano para<br />
catapultar el actual presidente al poder. Diez años<br />
después, la retórica oficialista (“revolucionaria” y<br />
“ciudadana”), luego de años de boom petrolero que<br />
antes de cesar permitió una política de gasto digna<br />
de la República Arabe Unida, el montaje de una vitrina<br />
de obras faraónicas, y la creación de nuevas capas<br />
de sectores de consumo (elevándolo exponencialmente),<br />
no lograba ocultar el descalabro estructural<br />
que, entre otras cosas, ha hecho posible la persecución,<br />
represión desembozada, y consiguiente desmovilización<br />
del grueso de los movimientos sociales<br />
(movimiento étnico, de género, y verde de manera<br />
clara y contundente, aunque algunas <strong>voces</strong> se niegan<br />
a callar), dejando aún más en evidencia el pobrísimo<br />
andamiaje político-partidista.<br />
La deflación sistémica produjo el fenómeno Correa.<br />
Y está a la base, también, de la fragmentación de<br />
una oposición en ocho candidaturas presidenciales<br />
carentes de condiciones para concitar entusiasmo, o<br />
para representar con un mínimo de organicidad la<br />
desazón mayoritaria de la masa de votantes. Salvo<br />
del lado del oficialismo, por una parte, y de la derecha,<br />
por otro, esa deflación sistémica deja prácticamente<br />
en el vacío la representación del espectro<br />
que va desde un “centro progresista” a la izquierda<br />
pensante (esa que el Presidente Correa llama<br />
“izquierda infantil”), y será el telón de fondo que<br />
permita ya sea el triunfo del candidato oficialista en<br />
primera vuelta (digamos... ¿con un 42 por ciento?) o<br />
una segunda vuelta en la que, en general, se estima<br />
que triunfará una oposición representada por (uno)<br />
de los candidatos de derecha, victoria electoral esta<br />
última que no está m<strong>uy</strong> clara, sin embargo, teniendo<br />
en cuenta una volatilidad del voto que hace el ¨endoso¨<br />
del respaldo agregado de las seis candidaturas<br />
restantes difícil, no sólo para el candidato oficialista<br />
sino también para el candidato opositor. Si habrá o<br />
no segunda vuelta se sabrá una vez que “la nueva arquitectura”<br />
aquella anunciada con bombos y platillos<br />
por el presidente de la CNE, nos cuente, en vísperas<br />
de carnaval, qué resultados arroja la contienda en<br />
cuanto a candidatos presidenciales se refiere.<br />
¿Resultados, en términos de aquella palabra tan<br />
manoseada pero que para el efecto sirve, o sea, en<br />
términos de “gobernabilidad”? M<strong>uy</strong> <strong>com</strong>plejos. El<br />
saldo, en todo caso, de diez años de administración<br />
correísta (no cabe llamarle “revolución ciudadana”,<br />
a menos que se quiera asumir la retórica oficialista<br />
<strong>com</strong>o representativa de una revolución inexistente)<br />
es m<strong>uy</strong> triste: expectativas populares frustradas (salvo<br />
las de las bases ¨duras¨del correísmo<br />
c<strong>uy</strong>o peso electoral puede<br />
estimarse en un, nada desdeñable,<br />
35 por ciento, un poco menos o un<br />
poco más, ya se verá), un agotamiento<br />
de recursos financieros<br />
contenido, hasta ahora, por ventas<br />
anticipadas de petróleo a China, y<br />
un país que quedará, <strong>com</strong>o en el<br />
pasado, a merced de la manera en<br />
que las élites resuelvan entre ellas<br />
su recambio (las nuevas élites políticas<br />
y económicas creadas por el<br />
correísmo, y las que estas dejaron<br />
fuera del “poder” por una década).<br />
En medio de esta situación electoral,<br />
difícil no reparar en ello. Todo<br />
aquello que en algún momento, a<br />
partir de los 90 del siglo pasado,<br />
emergió desde los movimientos<br />
sociales <strong>com</strong>o brote de una manera<br />
distinta de ¨hacer política¨ se ha ido<br />
quedando en el camino, a merced<br />
de un contexto político autoritario,<br />
donde la democracia (política)<br />
no tiene demasiado espacio y la<br />
democracia (social) tampoco, a menos<br />
que se esté dispuesto a admitir<br />
que el autoritarismo gubernativo<br />
la encarna, a través de políticas<br />
implementadas a golpe y porrazo<br />
c<strong>uy</strong>os resultados coyunturales pierden<br />
futuro al momento en que te<br />
preguntas “donde está el Estado”<br />
y descubres que el Estado no está,<br />
sino un gobierno empeñado en<br />
montar, desde el poder, una máquina política que al<br />
parecer, se niega a admitir que no logró “prender”<br />
en las fuerzas sociales a las que se dirigía lo suficiente<br />
<strong>com</strong>o para no posponer el anuncio del resultado<br />
oficial de la última contienda electoral (en lo que<br />
a contienda presidencial se refiere) hasta ver cómo<br />
resolver lo que aparentemente no logra resolver sin<br />
acusaciones (fuertes y justificables) de (intento de)<br />
fraude.<br />
Y que no se diga que las misiones de observadores<br />
sirven demasiado (tres, en este caso). Porque esos<br />
recorridos que alguien calificó de “turismo electoral”<br />
(no sin razón, por más que el que lo dijo sea el<br />
alcalde de Guayaquil, un hombre de derecha)<br />
no permiten sopesar con mínima justeza lo<br />
que sucede al momento del escrutinio.<br />
Mayor peso, ya se verá, pueden tener<br />
los pronunciamientos de (dos instituciones<br />
c<strong>uy</strong>o peso histórico es innegable)<br />
las fuerzas armadas <strong>com</strong>o garantes<br />
del ¨respeto a la voluntad popular¨,<br />
y de la conferencia episcopal ecuatoriana,<br />
palabras más, palabras menos, en<br />
el mismo sentido. Y, en alguna medida,<br />
“el clamor popular” expresado a través<br />
de las vigilias y, por cierto, de las redes<br />
sociales.<br />
A tres días de celebrada la contienda, el<br />
carácter ¨latente¨ del resultado electoral<br />
no debe sorprender demasiado. La<br />
política ecuatoriana es poco lo que ha<br />
cambiado en los últimos años, a pesar de<br />
las innegables transformaciones de esta<br />
sociedad en términos de sus sectores constitutivos,<br />
transformaciones que anteceden,<br />
dicho sea de paso, la década correísta,<br />
si bien esta la refleja y, a no dudarlo, la<br />
acentúa (en diversas direcciones). Lo que<br />
no ha cambiado es la estructuración de la<br />
manera de hacer y entender “la política”,<br />
cuanto tampoco la debilidad de sus instituciones, el<br />
descalabro de sus partidos, y la matriz cultural -- personalista,<br />
clientelar, y autoritaria-- en la que se sigue<br />
asentando. De ahí el fenómeno Correa, y de ahí la<br />
persistencia de una crisis sistémica que se niega a<br />
desaparecer, a pesar de las fórmulas aplicadas para<br />
ocultarla con la espectacularidad propia de quien(es)<br />
han tenido en sus manos todos los rieles del poder<br />
gubernamental y un aparato de propaganda, este sí,<br />
verdaderamente revolucionario en su impresionante<br />
arquitectura visual y auditiva.<br />
Sea quien sea el ganador de la contienda (es altamente<br />
probable que la segunda vuelta finalmente se<br />
imponga porque las cifras no den para evitarla), se<br />
viene un período en el que la acumulación de contradicciones<br />
dejadas por la actual administración en esta<br />
década (para no entrar en el tema de la corrupción),<br />
colocará al Ecuador en una situación m<strong>uy</strong> difícil en<br />
todas las dimensiones imaginables. Salidas seguramente<br />
las habrá. Siempre las hay. De algún tipo. Un<br />
cambio de matriz sistémica, difícilmente. Para eso<br />
se requerirían décadas de re-estructuración cultural,<br />
algo que, de entrada, exige precisamente de aquello<br />
que en este país no se entiende m<strong>uy</strong> bien: humildad<br />
personal a la hora de “hacer política”, mucho trabajo<br />
para abrir puertas, sostener y defender la organización<br />
colectiva y ciudadana (dejando los sueños<br />
consumistas propios a un lado), mucho renunciamiento<br />
(por lo mismo), y mucha entereza para remar<br />
contra corriente hasta vislumbrar el enganche entre<br />
las transformaciones sociales de las últimas décadas y<br />
un cambio de matriz cultural que oxigene su sentido.<br />
Con o sin correísmo en el poder, el carácter estructural<br />
de la matriz vigente dispone de recursos (culturales)<br />
más que suficientes para obturar una ambientación<br />
mínimamente amigable a la implantación de<br />
ese tipo de vanguardia colectiva y ciudadana en un<br />
tiempo más o menos inmediato.<br />
Quito, martes 21, 11:00 horas, 2017.
14 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
15<br />
DECLARACIÓN<br />
REMEMORANDO<br />
>> Cristina Morán<br />
Sobre la repudiable opacidad en la designación<br />
de magistrados de la SCJ y del TCA<br />
MONTEVIDEO BONITA,<br />
QUE MAL TE QUIEREN<br />
Ante la proximidad del vencimiento del plazo constitucional<br />
para el llenado de la plaza vacante en la Suprema<br />
Corte de Justicia, deseamos hacer llegar a la<br />
opinión pública las siguientes consideraciones sobre<br />
este asunto de enorme importancia institucional.<br />
1) La situación actual. Una vez más, estamos asistiendo<br />
al triste espectáculo en el cual la elección<br />
de quien deberá ocupar el sillón vacante en el<br />
máximo órgano del Poder Judicial, se procesa en<br />
un marco de total opacidad. Como si se tratara<br />
de una designación pontificia en un cónclave<br />
cerrado, la ciudadanía apenas ha podido<br />
conocer algunas cosas de las que –supuestamente-<br />
acordó la <strong>com</strong>isión negociadora (órgano<br />
constituido ad hoc para la ocasión). El<br />
conocimiento llega por medio de trascendidos<br />
de prensa y presuntas filtraciones<br />
que los negociadores han dejado caer,<br />
en cuentagotas, en los sacos de los<br />
periodistas.<br />
Resulta un déficit inocultable de<br />
nuestro Estado de Derecho, que<br />
la ciudadanía no pueda conocer<br />
las razones que llevarán a los<br />
parlamentarios electores de<br />
los nuevos integrantes de la<br />
SCJ y del TCA, a inclinarse por<br />
tal o cual candidato.<br />
2) ¿Por qué es importante<br />
conocer las razones de la<br />
elección? Son demasiado trascendentes<br />
las decisiones de los<br />
máximos órganos de nuestro<br />
sistema jurisdiccional, para dejarlas<br />
en manos de sujetos en<br />
c<strong>uy</strong>a elección participa apenas<br />
un puñado de parlamentarios,<br />
en negociaciones cerradas a cal<br />
y canto. Vanas han sido hasta<br />
ahora las gestiones de diversos<br />
colectivos de la sociedad civil<br />
para pasar de un procedimiento<br />
de elección propio del medioevo<br />
a uno de un Estado republicano.<br />
El procedimiento en curso, demuestra<br />
que éstas han caído en<br />
saco roto.<br />
En un Estado de Derecho, no se<br />
advierten las razones para negar<br />
a la ciudadanía el conocimiento<br />
sobre cuál es la opinión de los<br />
candidatos a ocupar esos cargos,<br />
en los grandes temas de los que<br />
deberá ocuparse.<br />
Sin ir más lejos, en Argentina se<br />
interrogó recientemente a dos<br />
de los actuales integrantes de la<br />
Corte Suprema (en forma previa a<br />
su elección), acerca del impacto de la incorporación de los<br />
principios y estándares del Derecho Internacional de los Derechos<br />
Humanos al ordenamiento jurídico interno. También<br />
se les preguntó sobre qué valor jurídico considera que tiene<br />
la jurisprudencia de los órganos del sistema interamericano y<br />
universal de Derechos Humanos para los tribunales locales; la<br />
constitucionalidad y judiciabilidad de los derechos económicos,<br />
sociales y culturales.<br />
La posición que cada candidato tenga en torno a asuntos<br />
<strong>com</strong>o la discriminación contra las mujeres o bien su<br />
posición sobre las acciones afirmativas: ¿no podría ser una<br />
buena razón definitoria de esa elección? En Estados Unidos<br />
o en Argentina –por citar algunos ejemplos- existen instancias<br />
públicas en que estos asuntos se ventilan.<br />
En el Uruguay no.<br />
La elección se hará y no sabremos cuál fue la razón que<br />
inclinó la elección, lo que agrava aún más la fragilidad de<br />
la legitimidad democrática del Poder Judicial. El primer<br />
daño que se ocasiona al sistema de justicia viene dado por<br />
el debilitamiento de la confianza pública de personas que<br />
acceden a tan altos cargos, merced a un pacto inter-partidario<br />
donde nadie “vio” qué fue lo juzgado mérito y qué<br />
fue lo reputado defecto entre los diversos postulantes. La<br />
práctica de designación instaurada es antirrepublicana por<br />
partida triple: (i) no asegura una accesibilidad igualitaria a<br />
los cargos públicos en cuestión, (ii) se realiza a espaldas de<br />
la <strong>com</strong>unidad, sin su participación y ni siquiera con su noticia,<br />
y (iii) se deslegitima al Poder Judicial, erosionándose<br />
con ello el control del Estado.<br />
Estamos convencidos que la opacidad en la elección de los<br />
integrantes de nuestros máximos órganos jurisdiccionales<br />
es una severa mácula en la salud de nuestra democracia<br />
republicana, y hacemos votos para que esta<br />
situación se transforme pronto por el bien<br />
de todos.<br />
Por DELIBERATIVA: Diego Gamarra,<br />
José Gómez, Nils Helander,<br />
Daniel Ochs, Andrés Robaina e<br />
Ignacio Robaina<br />
Viajar (por paseo o trabajo) al interior<br />
del país siempre, al menos<br />
para mí, significa un disfrute.<br />
El año anterior lo hicimos semanalmente.<br />
Desde Artigas a San José,<br />
pasando por Maldonado, Canelones<br />
(ciudad), Cerro Largo llegando a Pando,<br />
Las Piedras, Empalme Olmos, Piriápolis<br />
y otras ciudades con otro público, con<br />
otro paisaje pero con las mismas ganas<br />
nuestras en cada actuación y los cálidos<br />
aplausos y abrazos de aquellos que<br />
tuvieron la voluntad y los deseos de<br />
asistir a un teatro u otros espacios convertidos<br />
en sala teatral para la ocasión.<br />
Cuando llegamos con algo de tiempo<br />
nos gusta salir a caminar, descubrir<br />
monumentos, plazas, conocer nombres<br />
de mujeres u hombres que de una<br />
forma u otra merecieron ser dignos de<br />
que alguna calle lleve su nombre. Pero<br />
sobre todo, nos asombra la limpieza de<br />
las calles. No hay bolsas de residuos en<br />
las veredas ni ramas, ni “popó” de las<br />
mascotas.<br />
Hace pocos días nos enteramos por<br />
noticias de la Intendencia que fueron<br />
identificados más de 400 puntos de la<br />
capital, donde los vecinos tiran basura<br />
fuera de los contenedores pese a estar<br />
limpios y vacíos.<br />
Es así nomás <strong>com</strong>o lo informa la Intendencia<br />
Municipal de Montevideo. Lo<br />
afirmo porque a estos malos ciudadanos<br />
(hombres, mujeres y niños mal<br />
educados) los he visto arrojando “sus<br />
basuras” desde la puerta de su casa<br />
hasta el contenedor en una suerte de<br />
jugada de basketball fallida, claro, y<br />
entonces esa basura (la de la persona<br />
que la tiró) allí queda, cerca del contenedor<br />
desparramada por el golpe.<br />
Entonces…¡<strong>com</strong>ienza el show! Si nos<br />
quedamos observando veremos <strong>com</strong>o<br />
van llegando unos y otras y sin siquiera<br />
mirar el contenedor dejan bolsas y bolsas<br />
una y otra vez en la vereda, donde<br />
no deben estar. Cada tanto aparece alguien<br />
que mira el basural ya formado,<br />
sacude la cabeza y pone sus residuos<br />
en el contenedor c<strong>uy</strong>a tapa al abrirse,<br />
parece un extraño y gigante bostezo.<br />
Es el bostezo de un contenedor aburrido<br />
porque no se acuerdan de el.<br />
Este accionar de ciudadanos desprolijos<br />
a los que les importa un bledo la ciudad,<br />
“su” ciudad repiten sus “hazañas”<br />
en todos los barrios de Montevideo.<br />
Otra cosa es cuando los funcionarios<br />
que tienen la tarea de vaciar los contenedores<br />
y recoger todo lo que dejaron<br />
fuera los “amables y pulcros” <strong>com</strong>patriotas<br />
se declaran en paro. ¡Ay, mamita<br />
querida! ¡Qué les voy a contar que<br />
ustedes no sepan y sufran!<br />
Ocurre que en esos días de paro, con incontable<br />
cantidad de basura en las calles<br />
rodeando a los contenedores se inicia<br />
otro show: el que genera la televisión.<br />
Luego de un día de trabajo (o no, simplemente<br />
de hacer nada) te preparás<br />
la clásica picadita (no confundir con<br />
la otra con la que vos y tus amigos,<br />
corren detrás una pelota, driblean,<br />
patean…y tu osamenta al suelo con<br />
alguna lesión en la espalda porque ya<br />
no tenés 30 y la posibilidad de ser un<br />
nuevo Luis Suárez quedó atrás, tal vez<br />
en tu nómina de “asignaturas pendientes).<br />
Preparás la picadita, te decía, o si<br />
la cena está lista te aprestás a degustarla<br />
mirando un informativo.<br />
El que elijas (total, son todos iguales)<br />
lo único que cambia son quienes<br />
te <strong>com</strong>unican las noticias. Y ahí es<br />
cuando sos testigo del otro show de<br />
la televisión: todos esos residuos de<br />
que hablamos, que los encontrás en<br />
cualquier barrio de Montevideo, pasan<br />
a instalarse en tu mesa, de la picadita<br />
o la cena y hay de todo. ¡Pero de todo!<br />
Y el cámara, por si no lo viste, los pone<br />
en un primerísimo plano para que no<br />
te pierdas nada. Es entonces cuando<br />
te invade el asco y la impotencia de no<br />
poder hacer algo para que eso no sea<br />
así. Te enojás y gritás indignado y tu<br />
mujer te contiene para que no conviertas<br />
en añicos el led de 45 pulgadas que<br />
seguís pagando mes a mes.<br />
Te cuento que vos no podés hacer nada,<br />
aunque no dudo que me contestes:<br />
“¡cómo que no, me amparo en los derechos<br />
del consumidor”!<br />
Amigo: todo se puede solucionar, claro<br />
que sí, pero depende, entre otras cosas,<br />
y fundamentalmente de la atención<br />
que el responsable ponga al programa<br />
estrella: o sea, el informativo en horario<br />
central. Aunque corrés el riesgo que<br />
piense: “¡Esto vende!” Y ahí mueren<br />
tus ilusiones y tus broncas.<br />
Hasta la próxima.<br />
Que seas feliz.
16<br />
jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
JULIO FERNÁNDEZ,<br />
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA<br />
BUSCÁ GENTE<br />
QUE TE OBLIGUE<br />
A REPENSAR<br />
LAS COSAS<br />
Hace dos meses que es el nuevo Rector de la<br />
Universidad Católica y sorprendió con un discurso<br />
m<strong>uy</strong> heterodoxo en la ceremonia donde asumió<br />
dicho cargo. Nos dijeron que este jesuita de<br />
cincuenta años, doctorado en la Universidad<br />
Complutense de Madrid es la antítesis del<br />
estereotipo que popularmente se tiene de estos<br />
monjes. La charla de casi dos horas en su oficina<br />
le dio la razón a nuestros informantes. Defiende<br />
sus argumentos con pasión, no le hace asco a<br />
ningún tema y sobre todo tiene la cabeza m<strong>uy</strong><br />
pero m<strong>uy</strong> abierta.<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017 17<br />
>> Alfredo García / Fotos Rodrigo López<br />
¿En qué barrio naciste?<br />
En Reducto.<br />
¿Tus padres vinieron del campo para<br />
acá?<br />
No, mi madre es de Rocha. Nació en<br />
Castillos, y vivió en Garzón y después<br />
en Rocha. Cuando quedó huérfana de<br />
padre, a los dieciséis años, se vino con<br />
la madre para Montevideo. Mi padre<br />
era hijo de gallegos, nació acá en<br />
Montevideo.<br />
¿Qué hacían?<br />
Mi padre se dedicó siempre a la administración,<br />
desde los catorce años.<br />
Hizo escuelas Pitman, mientras hacía la<br />
secundaria. Trabajó en administración<br />
de frigoríficos.<br />
Muchos hermanos.<br />
Once. Somos un varón, seis mujeres,<br />
tres varones y una mujer. Yo soy el<br />
décimo.<br />
¿Fueron todos al Seminario?<br />
No, solo los últimos cuatro. Tenía que<br />
ver con el doble horario, porque ya<br />
para mi madre éramos muchos. Mi<br />
padre era amigo de un jesuita. Los<br />
mayores habían ido a los palotinos y el<br />
Corazón de María, y después, cuando<br />
se mudaron al Reducto, mi hermano<br />
mayor fue a los Misericordistas y las<br />
mujeres al Poveda. Yo empecé en la<br />
Escuela Italia. En segundo empezaba<br />
el doble horario en el Seminario, que<br />
era de ocho menos cuarto a cinco y<br />
media de la tarde, y fuimos ahí los<br />
cuatro menores.<br />
¿Familia religiosa?<br />
Sí, mis padres sí, aunque no de familias<br />
religiosas. Mi abuelo era divorciado,<br />
en la década del veinte, y vuelto a casar<br />
con mi abuela, con quien tuvo dos<br />
hijos, y de hecho mi madre se bautizó<br />
<strong>com</strong>o a los trece años. Después fueron<br />
m<strong>uy</strong> religiosos. Y mi padre era hijo<br />
de gallegos y lo habían bautizado,<br />
pero no eran religiosos. Él también se<br />
enganchó con los palotinos y se metió<br />
en la parroquia. Se conocieron en la<br />
Acción Católica, en el grupo nocturno,<br />
en los patios del IAVA.<br />
¿Y tu vocación religiosa de dónde<br />
viene?<br />
Yo fui a los jesuitas durante once años.<br />
Son duros los jesuitas.<br />
(Risas.) A los quince años empecé a<br />
pensar en hacerme sacerdote. Quería<br />
entrar a los dieciocho, cuando terminara<br />
el bachillerato, pero los jesuitas<br />
me dijeron que esperara un año, y<br />
que fuera a la universidad. Ahí fui a<br />
Facultad de Humanidades, y al año<br />
siguiente entré.<br />
¿Y “San Barrán” no te secularizó?<br />
(Risas). No, no, todo lo contrario. Pero<br />
fue extraordinario. Barrán es una<br />
figura m<strong>uy</strong> importante para mí, era un<br />
hombre de una calidad humana m<strong>uy</strong><br />
grande, con un humor extraordinario,<br />
m<strong>uy</strong> irónico, pero m<strong>uy</strong> respetuoso.<br />
¿Cómo fue el salto del Seminario a la<br />
universidad pública?<br />
Fue interesantísimo. Era el año 85,<br />
no iba nadie del Seminario. Iban los<br />
peludos, a los que habían echado o<br />
que no habían podido entrar, y con<br />
dieciocho años yo me sentía el chiquilín<br />
del grupo. Empecé a ir al gremio<br />
desde el primer año, donde aprendí<br />
cosas m<strong>uy</strong> lindas. El primer día en el<br />
gremio hubo uno que intervino y que<br />
<strong>com</strong>o sabía que yo era católico hizo al-
18<br />
jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
JULIO FERNÁNDEZ<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017 19<br />
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA<br />
gún <strong>com</strong>entario un poco intolerante y<br />
hubo una chica que paró la cosa y dijo:<br />
“Se acabó acá, porque si no vamos a<br />
respetar a los que hablan no sé qué<br />
estamos haciendo acá.” Y ella no me<br />
conocía de nada. Son esas cosas que<br />
siempre valoré mucho, el que se diga<br />
que hay que escuchar a todos. Y ese<br />
fue el primer año, después yo me fui al<br />
noviciado y en el 88 volví.<br />
¿De dónde salió tu vocación por la<br />
historia?<br />
Empieza a los nueve años en cuarto<br />
de escuela cuando mi maestra Pola<br />
nos leyó la vida de Magallanes, de<br />
Stefan Zweig, y desde ahí mi fascinación.<br />
A esta maestra la volvimos<br />
a tener en sexto año y aunque no le<br />
tocaba dar historia, le pedíamos que<br />
nos volviera a leer la vida de Magallanes.<br />
Cuando publiqué la tesis, se<br />
la dediqué a ella, que había muerto<br />
poco antes, con noventa años. Y<br />
después la televisión, las películas<br />
históricas, que siempre me gustaron.<br />
Me gustaba todo lo histórico. Y en los<br />
seis años de secundaria tuve m<strong>uy</strong> buenos<br />
profesores de historia, algunos<br />
m<strong>uy</strong> conocidos, pero todos brillantes<br />
docentes, <strong>com</strong>o Lucila Artagaveytia,<br />
e historiadores <strong>com</strong>o Carlos Demasi.<br />
Tengo una foto con los seis profesores<br />
de historia que tuve, que me<br />
saqué unos años después, y a ellos les<br />
dediqué también parte de la tesis del<br />
doctorado, que hice en la Complutense.<br />
Los seis profesores fueron m<strong>uy</strong><br />
importantes. Disfruté todos esos años<br />
de historia y les debo mucho a ellos.<br />
¿La tesis fue sobre educación?<br />
Yo soy doctor en Filosofía y Ciencias<br />
de la Educación, pero en realidad es<br />
en Historia, porque yo me metí en un<br />
programa, en la Facultad de Pedagogía<br />
en la Complutense, que se llamaba<br />
Educación y Sociedad y el enfoque<br />
mío era desde la historia. La tesis<br />
la hice sobre la acción educativa de<br />
los jesuitas en el siglo XIX. También<br />
trabajé mucho el tema de la historia<br />
de las ideas, revisando los libros de<br />
Arturo Ardao. Pero nunca hice estudios<br />
de pedagogía ni didáctica, en<br />
eso soy amateur, lo he aprendido en<br />
la práctica. Aprendí en el Seminario,<br />
donde hice práctica docente durante<br />
un año porque Humanidades no tenía<br />
práctica. Después me apasionaron los<br />
colegios. Cuando estudié en España,<br />
trabajé en colegios, pero soy m<strong>uy</strong><br />
empírico en mi formación.<br />
¿Eras buen profesor?<br />
En algunos aspectos sí, en otros no.<br />
Soy m<strong>uy</strong> pasional, entonces no se aburren<br />
en mi clase. Y no lo debo decir,<br />
pero otros aspectos de la docencia no<br />
se me daban m<strong>uy</strong> bien. Pero me gusta<br />
dar clases. Recuerdo cuando era director<br />
y daba clase de historia: si llegaba<br />
de mal humor por algo que me había<br />
pasado, iba a la clase y salía con otro<br />
humor. La pasaba bien.<br />
Siempre en el liceo, con adolescentes.<br />
En bachillerato. El programa de quinto<br />
año me gustaba mucho, y disfruté mucho<br />
esas clases. Después di formación<br />
cristiana. Me gusta dar clases. Lo que<br />
pasa es que eso significa que después<br />
de las clases hay que corregir y hacer<br />
otras cosas que en la dinámica mía no<br />
son tan fáciles.<br />
Jesuitas y masones hasta 1903, ¿y después?<br />
¿Que se encargue otro?<br />
A mí me encanta la historia, pero en la<br />
vida uno tiene que priorizar. En algún<br />
momento quería ser las dos cosas,<br />
hasta que me dije que yo no era historiador,<br />
sino que solo había estudiado<br />
historia. Hay que ser serio. Uno no<br />
puede vivir talenteando. Me encanta y<br />
leo mucha historia. En vez de leer novelas<br />
históricas, me gusta leer libros de<br />
historia. Aunque algunos me quieran<br />
tentar. No sé si cuando me jubile voy a<br />
tener tiempo.<br />
El hecho de tener el mando en la Universidad<br />
Católica es todo un desafío.<br />
Sí, clarísimo.<br />
Y más en esta época de cambio educativo,<br />
donde está en cuestionamiento,<br />
no sólo acá sino en todo el mundo.<br />
¿Qué hacemos con eso?<br />
Abrirse mucho. Hace cuatro años una<br />
profesora de nuestro departamento<br />
—Rosina Pérez Aguirre, que está m<strong>uy</strong><br />
metida en el tema de tecnología—<br />
dio una charla en el diploma nuestro,<br />
sobre diseño y desarrollo curricular,<br />
y siempre digo que ese día perdí el<br />
piso y no lo he vuelto a encontrar. Me<br />
di cuenta que ya no sabía qué era la<br />
educación, y qué teníamos que hacer.<br />
El cambio tecnológico ha sido m<strong>uy</strong><br />
rápido, y yo no soy tan mayor pero fui<br />
formado en otra época. Y tampoco soy<br />
una persona tecnológica, prefiero los<br />
libros, aunque, <strong>com</strong>o dice un amigo<br />
mío, no sé cómo vivíamos antes sin internet.<br />
Y claro, la tecnología ha hecho<br />
un cambio m<strong>uy</strong> grande en la manera<br />
de aprender, en el acceso a la información.<br />
Siempre fui un ratón de biblioteca,<br />
me gustó desde chiquito e iba a la<br />
Biblioteca Nacional. Siempre tuve ese<br />
gusto por la erudición. Hoy está todo<br />
en la <strong>com</strong>putadora, en el teléfono. Me<br />
costó mucho, y recién en diciembre<br />
tuve un teléfono decente. Ahora estoy<br />
fascinado porque puedo ver Netflix y<br />
puedo consultar la Wikipedia y buscar<br />
información, y está todo m<strong>uy</strong> inmediato,<br />
y eso modifica mucho lo que<br />
tenemos que enseñar.<br />
¿Cambiaron los paradigmas educativos?<br />
Totalmente. Quizás estamos volviendo<br />
a los paradigmas antiguos. ¿En qué<br />
sentido? El modelo del siglo XIX para<br />
acá es el que llamamos enciclopédico,<br />
que no era el modelo anterior. Había<br />
un jesuita de principios del siglo XX<br />
que decía que ese modelo francés lo<br />
único que hace es una cofradía de<br />
enterados: saben que existe la historia<br />
y la literatura, y no saben nada, pero<br />
están enterados. Bueno, el modelo<br />
tradicional clásico, era el aprendizaje<br />
profundo de la literatura clásica, la<br />
retórica, la oratoria y el desarrollo de<br />
lo que hoy llamamos “<strong>com</strong>petencias”,<br />
<strong>com</strong>o aprender a hablar en público y a<br />
argumentar, pero no es que aprendían<br />
muchísimos libros, porque era m<strong>uy</strong> limitada<br />
la cantidad de libros que leían.<br />
Después vino este boom, en el que<br />
había que saber todo porque si no sabías<br />
estabas fuera. El tema es que hoy<br />
ese acceso a la información es inmediato.<br />
Claramente deberíamos volver a<br />
formar en el desarrollo de habilidades,<br />
para poder realmente aprovechar<br />
esa información, porque aprender a<br />
leer, hay que seguir aprendiendo. Y a<br />
leer bien, y a <strong>com</strong>prender bien. Saber<br />
escribir, también, y no necesariamente<br />
a mano pero sí saber escribir. Hay que<br />
saber <strong>com</strong>unicarse. El razonamiento.<br />
Y todas esas cosas, con el enciclopedismo<br />
y el bombardeo de conocimiento,<br />
no se estaban haciendo bien, por lo<br />
menos en nuestro país. Entonces no<br />
tiene sentido tener catorce asignaturas<br />
en secundaria. No tiene sentido que<br />
en primaria, con las mismas cuatro<br />
horas que tenían nuestros bisabuelos,<br />
tengan el cuádruple de conocimientos<br />
a adquirir. Porque no aprenden lo<br />
que tienen que aprender. El cambio<br />
es m<strong>uy</strong> grande. A lo mejor hay que<br />
mirar el pasado, precisamente para<br />
ver dónde hay que hacer el hincapié,<br />
y hay que mirar la paideia griega, que<br />
los preparaba para la vida cotidiana.<br />
Pero lo que no tiene sentido es seguir<br />
queriendo meter conocimientos y<br />
conocimientos.<br />
Como una alcancía.<br />
Porque además es inabarcable. Y<br />
además es m<strong>uy</strong> rápido cómo se vuelve<br />
Yo cuando empecé acá bromeaba y le dije a la<br />
gente que si me querían ver de mal humor me<br />
tenían que decir tres frases: “No se puede”,<br />
“Es m<strong>uy</strong> difícil”, “Siempre se hizo así”. Esas<br />
tres frases sacan lo peor de mí. Aprendan a<br />
decirlo de otra manera.<br />
obsoleto. Es gracioso, la gran enciclopedia<br />
de mi infancia es el Libro Gordo<br />
de Petete, que adoro. Gran parte de<br />
mi cultura general viene de ahí.<br />
¿Lo conservás, todavía?<br />
Lo había perdido, pero cuando terminé<br />
en la parroquia, un grupo de<br />
parroquianos, <strong>com</strong>o yo lo <strong>com</strong>enté, lo<br />
consiguió en Mercado Libre y me lo<br />
regaló. Fue apasionante volver a verlo,<br />
pero lo que más me impresionó es que<br />
lo que a mí menos me interesaba de<br />
niño, gracias a Dios, era lo que hoy es<br />
obsoleto: todas las nuevas tecnologías,<br />
los nuevos aparatos de las décadas del<br />
sesenta y setenta. En cambio lo que<br />
aprendí de arte e historia sigue teniendo<br />
valor, y esos eran los capítulos que<br />
yo leía con ganas. Todo lo otro, que<br />
era lo último en divulgación y avances,<br />
ya no sirve para nada más que <strong>com</strong>o<br />
historia porque hoy no terminás de<br />
aprender a usar un aparato que ya es<br />
obsoleto. El cambio es m<strong>uy</strong> grande, y<br />
a los docentes nos cuesta mucho eso,<br />
porque ha sido demasiado rápido. Y<br />
yo, que soy docente, ¿qué hago con<br />
todo lo que aprendí y valoré? Siempre<br />
se dice que los docentes enseñan de<br />
la forma en que ellos aprendieron,<br />
según los profesores que valoraron.<br />
El problema es que el cambio ha sido<br />
tan grande que eso hoy tiene que ser<br />
diferente. No es fácil.<br />
Cambia el rol del docente. Antes era<br />
la clase magistral donde el alumno iba<br />
y escuchaba, y hoy a veces el alumno<br />
sabe más que el profesor.<br />
Por supuesto. Le h<strong>uy</strong>o mucho a los clichés,<br />
pero hay cosas que son ciertas.<br />
Cuando vinieron de Cataluña a aplicarnos<br />
el modelo pedagógico nuevo<br />
que tienen los colegios allá, el que<br />
vino, Xavier Aragay, decía que no son<br />
centros de enseñanza sino centros de<br />
aprendizaje. ¿Y eso es una pavada?<br />
No, es real. La clave es cómo aprende<br />
el chico, y el docente se transforma<br />
en un facilitador del aprendizaje, porque<br />
ese chico, una vez que le damos<br />
las claves, aprende solo. Es capaz de<br />
aprender solo. El otro día hablaba<br />
con un antiguo alumno del Seminario,<br />
m<strong>uy</strong> brillante, que no se recibió<br />
de nada porque en el área en que él<br />
está, cuando él empezó a trabajar,<br />
inmediatamente luego de terminar el<br />
bachillerato, le empezó a ir m<strong>uy</strong> bien<br />
en el trabajo y se aburrió. ¿Solo por<br />
tener el título? Yo te digo que sí, que<br />
es m<strong>uy</strong> importante tener el título.<br />
Pero claro, uno se pregunta si tiene<br />
que hacer todo eso solo por tener un<br />
papelito. Eso cada vez es más real. No<br />
es que no valgan los centros educativos,<br />
pero los tenemos que repensar<br />
de otra manera.<br />
¿Está perimido el modelo universitario<br />
de carreras profesionales, <strong>com</strong>o<br />
tenemos en Uruguay, con ocho, diez,<br />
doce carreras?<br />
Perimido es una palabra fuerte, lo que<br />
está es amenazado. Lo descubrí de<br />
mayor, pero prefiero el modelo anglosajón,<br />
donde la universidad es una etapa<br />
de la vida de crecimiento académico<br />
y personal y no esas carreras donde<br />
uno entra para ser abogado, médico<br />
o ingeniero, sino que uno entra a<br />
hacer el college, y ahí se va haciendo,<br />
y claro que puede cambiar, pero,<br />
cuando lo cambia, lo que ya hizo le<br />
vale, no <strong>com</strong>o nosotros que tenemos<br />
que empezar de nuevo. Lo que sí creo<br />
que es un error es ese profesionalismo<br />
tan duro y el no entender que en una<br />
carrera tiene que haber un núcleo m<strong>uy</strong><br />
importante de materias de formación<br />
general. Obviamente no es lo mismo<br />
tener filosofía cuando uno tiene dieciséis<br />
años que cuando uno tiene veinte,<br />
es un abismo. Hay que tenerla a los<br />
dieciséis, pero a los veinte lo que puedo<br />
lograr es otra cosa. Ni que hablar la<br />
literatura, la expresión y una cantidad<br />
de cosas que el modelo anglosajón<br />
—que en el fondo es más parecido al<br />
medieval que el nuestro— sí tiene.<br />
El nuestro, que es el modelo francés,<br />
tiene que cambiar. Y en Francia funciona<br />
más porque es una sociedad m<strong>uy</strong><br />
<strong>com</strong>petitiva, y aprenden una cantidad<br />
de cosas que a lo mejor no sirven, pero<br />
las aprenden bien porque es esa la<br />
única manera de acceder. Creo que es<br />
un modelo claramente amenazado, y<br />
que hay que revisar. Recién está empezando<br />
el mundo de internet, pero en<br />
poco tiempo uno va a aprender todo<br />
en un aparato. Y probablemente las<br />
grandes universidades van a ser acreditadoras<br />
del conocimiento, y no lo<br />
van a tener que brindar. Lo veo en las<br />
universidades nuestras, chicas, privadas,<br />
que tienen que pensarse mucho,<br />
porque de otro modo están claramente<br />
amenazadas. El futuro no es seguro,<br />
también podemos quedar obsoletas, y<br />
ser superfluas. Otra cosa es si nosotros<br />
planteamos la universidad <strong>com</strong>o una<br />
etapa vital. Porque los chicos van a<br />
seguir teniendo dieciocho años y no<br />
van a estar preparados y van a necesitar<br />
tener un período de cuatro años<br />
donde crezcan con otros, con docentes,<br />
con educadores, que desarrollen el<br />
pensamiento y que aprendan.<br />
¿Sirve pasar por la universidad aunque<br />
no obtengas un título?<br />
Exactamente.<br />
El famoso demos universitario, la<br />
formación del ciudadano. ¿Estás de<br />
acuerdo con eso? Así no terminen<br />
nunca una carrera.<br />
Totalmente. El haber sido universitario<br />
te cambia. Sobre todo si tenés una universidad<br />
que no sea una academia.<br />
¿No hay frustración en eso? A nivel<br />
de la universidad pública tenemos<br />
ochenta mil estudiantes de los cuales<br />
se reciben m<strong>uy</strong> pocos por año.<br />
Una cosa es que nosotros pensemos<br />
que es importante que todos pasen<br />
y que lo adaptemos a esa realidad,<br />
y otra cosa es que lo pensemos para<br />
que vengan y no se reciban. No, no, yo<br />
tengo que pensar mi universidad para<br />
que la gente se reciba. ¿Tiene que<br />
recibirse a los cuatro años de abogado<br />
o de ingeniero? ¿O se tiene que recibir<br />
<strong>com</strong>o en Estados Unidos, haciendo<br />
el college? Creo que ese modelo es<br />
mejor, y que después la gente se vaya<br />
orientando, pero no tener un lugar<br />
para que vayan y no terminen. Uno<br />
necesita tener un fin, saber que va hacia<br />
algo. En Estados Unidos la gente se<br />
recibe, el 90% y pico de la gente que<br />
entra al college se recibe, no abandona.<br />
Porque tiene que haber una<br />
razón por la cual estás ahí, aunque sea<br />
terminarlo y graduarte. Si uno queda<br />
con cosas sin terminar no es positivo,<br />
y más si te terminás yendo porque te<br />
hartaron, porque te pusieron tantas<br />
barreras y todo es tan <strong>com</strong>plicado que<br />
al final abandonaste.<br />
Como sociedad es un costo m<strong>uy</strong><br />
grande tener tanta población que en<br />
definitiva no termina nada.<br />
Además, si uno se recibe del college<br />
después puede hacer posgrados en<br />
cosas que a lo mejor tienen que ver<br />
con tu trabajo real, eso lo tenemos<br />
que desarrollar. Viví seis años en España<br />
y en Europa es m<strong>uy</strong> <strong>com</strong>ún que<br />
la gente termina su carrera y luego<br />
hace maestrías profesionales, o sea:<br />
yo soy abogado pero en realidad me<br />
dedico a la empresa, entonces hago<br />
una maestría que dura un año, que no<br />
es académica, pero que me sirve para<br />
trabajar en mi ejercicio profesional,<br />
y después a los treinta años decido<br />
que en realidad quiero reorientar mi<br />
vida profesional y entonces hago otra<br />
maestría profesional. El problema<br />
acá es que si yo no termino no tengo<br />
acceso a los posgrados. Tenemos una<br />
visión tan academicista de muchas<br />
cosas que no es fácil hacer posgrados<br />
cortos y profesionales, y que te los<br />
valoren. Esos posgrados en Europa son<br />
m<strong>uy</strong> valiosos en un currículum. No son<br />
de segunda clase, no, son otro tipo de<br />
posgrados. El que quiere hacer carrera<br />
académica hace un doctorado, no hace<br />
esos posgrados. Creo que nosotros<br />
tenemos que tener un sistema más<br />
flexible, pero creo que es bueno que la<br />
gente termine la carrera a los veintidós<br />
años, no a los veintiocho. Es una<br />
etapa de cuatro años donde tú crecés<br />
<strong>com</strong>o persona y crecés intelectual y<br />
académicamente. Pero a los veintidós<br />
años tampoco es que estás para ninguna<br />
profesión. ¿Usted haría terapia<br />
con un psicólogo de veintidós años? Y<br />
no. ¿Le daría su casa a construir a un<br />
arquitecto de veintidós años? Y no,<br />
todavía no. Lo que no quiere decir que<br />
no sea valioso, y a lo mejor es brillante.<br />
Pero ese de veintidós empieza a<br />
trabajar y hace un posgrado y se va<br />
haciendo una carrera y va constr<strong>uy</strong>endo,<br />
pero no por frustración y abandonando<br />
en un lado para empezar en<br />
otro. “Sean licenciados en cualquier<br />
cosa, pero sean licenciados”, les decía<br />
a los alumnos del colegio. Después te<br />
hacés la maestría que quieras. El tema<br />
es cuando pensás que “no sé, no estoy<br />
seguro, estoy perdiendo el tiempo”.<br />
Una licenciatura básica, ya está.<br />
¿Hay que tender a la universalización<br />
de la universidad?<br />
Ampliarla lo más posible, sobre todo<br />
para quitar esta cuestión de que los<br />
profesionales son una casta. En Estados<br />
Unidos el porcentaje de personas<br />
que van al college es altísimo. Estamos<br />
hablando del 42%, si no ha crecido. En<br />
Londres leí hace poco que el 60% son<br />
graduados universitarios. ¿Por qué?<br />
Porque hoy ser un graduado universitario,<br />
con ese básico de cuatro años,<br />
es <strong>com</strong>o antes era haber terminado la<br />
escuela primaria y después fue haber<br />
terminado la secundaria. Creo que eso<br />
eleva el nivel. Pero claro, no aspires a<br />
ser el gran profesional a los veintidós<br />
años, porque eso significa mucho más<br />
trabajo y seguir constr<strong>uy</strong>endo tu carrera<br />
profesional. Lo que pasa es que<br />
a veces creemos que llegás a tu título<br />
profesional y ya tenés derecho a una<br />
especie de reconocimiento social y de<br />
salarios. Creo que sería m<strong>uy</strong> positivo<br />
que la inmensa mayoría de la población<br />
accediera a eso. Y en ese concepto<br />
no solamente hablar de lo académico,<br />
porque está todo el tema terciario<br />
que tiene que ver con lo técnico. Lo<br />
mejor que se ha hecho en Uruguay<br />
en educación en los últimos cincuenta<br />
años son los bachilleratos tecnológicos.<br />
Estoy convencido. Son la única<br />
reforma en serio que se ha hecho en<br />
este país. Como eso tendría que haber,<br />
<strong>com</strong>o área terciaria de calidad, en<br />
serio, para más gente todavía, porque<br />
hay chicos que de repente se metieron<br />
a los dieciocho por esa área pero a los<br />
veintidós se dan cuenta que quieren<br />
ser profesionales, <strong>com</strong>o lo permite el<br />
tema de los bachilleratos.<br />
Abrirles el espectro.<br />
Que sea flexible, que no haya caminos<br />
sin salida, lugares a donde llegás y<br />
no podés avanzar o tenés que volver<br />
atrás. Uruguay hasta hace poco era,<br />
y lo sigue siendo aunque menos, el<br />
único lugar donde si cambiabas de carrera<br />
tenías que volver a la secundaria.<br />
Ahora queda algún caso, pero hasta<br />
hace diez años era así. Yo tuve alumnos<br />
en el colegio que eran brillantes,<br />
que estaban en tercero de una carrera<br />
universitaria y dijeron que eso no era<br />
lo s<strong>uy</strong>o y volvían al colegio a dar materias<br />
de quinto y sexto para volver a<br />
entrar a la universidad. Gente que era<br />
fuera de serie.<br />
El tema es que para generalizar un<br />
título universitario con estas características<br />
tenés que recibir estudiantes<br />
que estén más menos formados. La<br />
educación primaria y secundaria en<br />
Uruguay está en menos diez. ¿Cómo<br />
reciben a la gente acá?<br />
Recibimos la realidad del Uruguay.<br />
¿Se forman mejor en los privados que<br />
en los públicos?<br />
Las pruebas PISA dicen que, a igual<br />
nivel sociocultural, son iguales.<br />
¿Creés en las pruebas PISA? Mucha<br />
gente las cuestiona.<br />
Sí, creo que nos dan datos interesantes.<br />
A mí que estoy en el campo —porque<br />
además de trabajar acá llevo una<br />
fundación con diecisiete colegios— me<br />
parece que claramente reflejan la realidad<br />
del Uruguay: un sistema que es<br />
tan centralizado y tan rígido que, en el<br />
fondo, a no ser que el nivel sociocultural<br />
de las familias sea significativamente<br />
más alto los resultados son iguales.<br />
Porque tanto en el privado <strong>com</strong>o en<br />
el público tienen catorce materias, y<br />
los docentes y los inspectores son los<br />
mismos. No tenemos una ANEP que se<br />
encarga de lo público y por otro lado<br />
está lo privado. No, no. Y sobre todo<br />
el modelo mental de los docentes es el<br />
mismo. Esto no fue siempre así, y hasta<br />
fines de los años sesenta y <strong>com</strong>ienzos<br />
de los setenta, cuando los colegios o<br />
eran de congregaciones religiosas o<br />
eran de colectividades de inmigrantes,<br />
había otra cabeza.<br />
¿Qué pasó?<br />
En los setenta se vive un proceso<br />
donde la enseñanza privada se quiere<br />
asimilar a la pública, pero no porque<br />
los obligaran. En el colegio Seminario<br />
había prefectos y pasaron a ser<br />
adscriptos. Se usaba túnica marrón y<br />
se pasó a la blanca <strong>com</strong>o en la escuela<br />
pública. Y en otros colegios privados<br />
no católicos que he estudiado también<br />
pasó lo mismo. Cuando se buscaba<br />
un director para un colegio privado,
20<br />
jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
JULIO FERNÁNDEZ<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017 21<br />
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA<br />
¿qué buscaban? Un director de un<br />
liceo público “que entienda bien el<br />
mecanismo”. Y es verdad, dominaban<br />
el mecanismo, pero también reproducían<br />
el modelo. Toda la enseñanza<br />
privada vivió un proceso de uniformización<br />
enorme en los años setenta y<br />
los ochenta, y a finales de los noventa<br />
empezó a entrar en crisis, y empezaron<br />
a decir que tenían que buscar<br />
su propia identidad y otra manera<br />
de hacer las cosas. El modelo oficial<br />
uruguayo es tan fuerte, mentalmente,<br />
que es m<strong>uy</strong> difícil que los resultados<br />
de las pruebas PISA sean distintos<br />
para el mismo nivel sociocultural. Por<br />
supuesto que sí, que en Uruguay tenemos<br />
la brecha de inequidad educativa<br />
más alta de América Latina, la brecha<br />
entre los que aprenden más y los que<br />
aprenden menos. Pero eso tiene que<br />
ver con el contexto familiar y no con<br />
el sistema. Y algunos colegios se han<br />
ido despegando, porque han empezado<br />
a tener otra mirada. A veces<br />
somos pesimistas, pero en Uruguay<br />
en los últimos quince años ha habido<br />
un montón de experiencias innovadoras<br />
en educación, sobre todo a nivel<br />
privado. Jubilar, Impulso, Espigas, Los<br />
Pinos, Providencia, y ahora Fundación<br />
Sofía.<br />
¿Y en la educación pública?<br />
También las ha habido a nivel público.<br />
El problema del nivel público es que<br />
tenés una directora <strong>com</strong>prometida<br />
que empieza a trabajar y de repente<br />
el sistema hace que ese lugar lo ocupe<br />
otro. Es una pena, porque hay gente<br />
m<strong>uy</strong> meritoria, gente que se rompe<br />
el alma y que son fagocitados por el<br />
sistema. Pero ha habido muchas experiencias,<br />
aunque siempre luchando<br />
contra un modelo que es tan pesado<br />
y tan único, en el que se educaron todos<br />
nuestros docentes. Eso es terrible.<br />
El hecho de que la ANEP sea la jefa o<br />
dueña de los institutos de formación,<br />
cuando debería ser al revés, porque<br />
la ANEP debería ser independiente,<br />
debería decir: “Organicen los centros<br />
y después nosotros ponemos un examen<br />
para ver a quién admitimos y a<br />
quién no”, y dar mucho más libertad.<br />
Es <strong>com</strong>o pasa en Francia, que es para<br />
nosotros un gran modelo: en Francia<br />
el docente se forma donde quiere, y<br />
después tiene que salvar un examen<br />
para poder entrar en el sistema, tanto<br />
para el público <strong>com</strong>o para el privado.<br />
Para ser docente tenés que estar<br />
habilitado, pero el habilitador no es<br />
el dueño del centro de formación.<br />
Porque aquí, claro, para qué les vas a<br />
poner un examen m<strong>uy</strong> difícil si sos tú<br />
el que los estás formando. Nos faltan<br />
centros distintos. ¿Qué pasó con<br />
losCERP? No digo si era buenos o no,<br />
pero la cuestión es que eran distintos.<br />
No, tienen que ser todos iguales. Y<br />
eso no es verdad, porque las situaciones<br />
tienen que ser todas distintas.<br />
Pero unificamos el modelo a todos los<br />
lugares.<br />
¿Es posible cambiar la educación en<br />
Uruguay?<br />
Ah, yo creo que sí, si no, no estaría<br />
acá (risas). No me dedicaría a esto. En<br />
el Seminario me hicieron director de<br />
bachillerato en 2003, y además había<br />
estado seis años y medio fuera del<br />
país. Cuando estaba ahí mi percepción<br />
era que la gente no quería que se<br />
cambiara nada. Me tocó suceder a un<br />
sacerdote que llevaba cuarenta años,<br />
y recuerdo a un padre de familia, exalumno,<br />
que me dijo: “No vas a cambiar<br />
nada.” Pero estaban los docentes,<br />
estaban los alumnos. “Che, el mundo<br />
cambió”, pensaba yo. ¿La gente no se<br />
da cuenta el desastre que tenemos de<br />
educación? Aunque ya habían pasado<br />
los informes de la década del noventa,<br />
y demás, la gente seguía considerando<br />
que no, que nosotros teníamos<br />
una buena educación. Esto para mí<br />
tiene un punto de quiebre con las<br />
segundas pruebas PISA, que creo se<br />
publicaron en 2010. Creo que este<br />
país ahí se dio cuenta que estábamos<br />
m<strong>uy</strong> mal. Y además se transformó en<br />
un tema público, porque antes hablaban<br />
solo los implicados, y casi siempre<br />
eran temas gremiales —si había huelga<br />
o si no había—, pero no se hablaba<br />
de temas educativos, y hoy uno abre<br />
el diario y todos los días hay temas<br />
sobre educación, y no solo sobre las<br />
peleas, sino que hay temas, se discute<br />
de educación y se habla de experiencias.<br />
Creo que a nivel social hoy hay<br />
un deseo de cambio. En uno de los<br />
centros donde yo trabajo estamos<br />
desarrollando una propuesta innovadora<br />
y tuvimos que presentársela a los<br />
padres, es un medio social vulnerable,<br />
y teníamos que explicar por qué era<br />
diferente, y alguno empezó a cuestionar<br />
algunas cosas, y me acuerdo<br />
de una madre que dijo: “Yo ya tengo<br />
hijos mayores, y yo ya he visto lo<br />
que pasa, y si me dicen que quieren<br />
hacer algo distinto lo aplaudo, no<br />
sé, aunque sea probemos.” Eso, hace<br />
quince años, no se escuchaba. Hoy<br />
hay mucha gente que dice que esto<br />
tiene que cambiar, que esto hace<br />
agua por todos lados y que esto no<br />
se puede seguir sosteniendo. Esto fue<br />
en el tema de secundaria, y recién y<br />
m<strong>uy</strong> tímidamente se está viendo en el<br />
tema de primaria, donde para mí está<br />
el gran tema. Secundaria por supuesto<br />
tiene mil problemas, pero hablamos<br />
de secundaria porque es ahí cuando<br />
eclosiona el problema, porque son<br />
adolescentes, porque tienen catorce<br />
materias. ¿Por qué llegan así?<br />
¿Cómo llegan a secundaria?<br />
El modelo de primaria es del siglo<br />
XIX, no del siglo XX. No queremos<br />
moverlo. Y claro, los niños dan menos<br />
problemas que los adolescentes. Pero<br />
no es que estén aprendiendo m<strong>uy</strong><br />
bien, es simplemente que son niños y<br />
aguantan lo que sea. Cuando llegan<br />
a la adolescencia cambian de centro<br />
educativo, tienen trece profesores que<br />
no son la segunda mamá, y además<br />
es una etapa mucho más difícil. Pero<br />
claro, si no saben leer. Si no entienden<br />
lo que leen. Ahí eclosiona, pero<br />
el problema viene de antes. ¿Cómo<br />
terminan la primaria? Y ahí hay que<br />
hacer un cambio m<strong>uy</strong> grande.<br />
¿Qué se precisa? ¿Tiempo <strong>com</strong>pleto,<br />
más profesores, más recursos?<br />
Otra cabeza. Desde el punto de vista<br />
pedagógico, las escuelas de tiempo<br />
<strong>com</strong>pleto no han aportado nada mejor<br />
que las escuelas de tiempo simple.<br />
Hay estudios. No aprenden mejor los<br />
que van a tiempo <strong>com</strong>pleto, entre<br />
otras cosas porque aquí tenemos una<br />
ideología igualitaria hacia abajo m<strong>uy</strong><br />
marcada, entonces se dice que no<br />
pueden aprender más porque si no<br />
es una injusticia para los que van a<br />
tiempo simple.<br />
Eso sucede en toda la sociedad, siempre<br />
el ir hacia abajo. Si te destacás, te<br />
corto la cabeza.<br />
La realidad es que no dan mejores<br />
resultados que las escuelas de tiempo<br />
simple, y tiene que ver con el medio<br />
sociocultural: las escuelas de tiempo<br />
simple de barrios a<strong>com</strong>odados dan<br />
mucho mejores resultados que las<br />
de tiempo <strong>com</strong>pleto de barrios más<br />
carenciados.<br />
En definitiva, ¿estamos cargando todo<br />
en la institución educativa? Como que<br />
la familia no es responsable.<br />
Sí y no. Cuando en el colegio me<br />
empiezan a hablar de la familia, digo<br />
que nosotros tenemos que educar<br />
a esos hijos <strong>com</strong>o son, con los padres<br />
que tienen. Si las familias están<br />
destruidas, nosotros los tenemos que<br />
educar igual, porque tienen el mismo<br />
derecho que los que tienen una<br />
familia súper estructurada. Y siempre<br />
digo que la escuela de principios del<br />
siglo XX fue exitosa en un contexto<br />
de inmigrantes que no sabían bien el<br />
español o que eran analfabetos, y los<br />
lograron alfabetizar y sacar adelante<br />
para que estudiaran. Adaptemos la<br />
realidad: no existe más el ama de casa<br />
todo el día y los niños haciendo los<br />
deberes ahí. Y no sé si en otra época<br />
fue así, quizás en la clase media, pero<br />
cuando la gente vivía en los conventillos<br />
mandaban al niño a la escuela<br />
pública y la madre estaba trabajando,<br />
no es que llegaba y tenía un escritorio<br />
perfecto. Hacemos mitos del pasado.<br />
Creo que la escuela tiene que ser<br />
realista. Por eso no puede ser igual<br />
en Pocitos que en el Borro, porque<br />
las realidades no son las mismas, y<br />
con nuestro modelo igualitario hacia<br />
abajo no ayudamos.<br />
Estamos condenando a los más débiles.<br />
Exactamente. Aplicamos los mismos<br />
métodos en un lado y en otro. La<br />
escuela tiene que asumir la realidad<br />
familiar del siglo XXI, no el mito de<br />
la mitad del siglo XX o del siglo XIX.<br />
Eso por un lado. Por otro, la escuela<br />
es la escuela, y no es la familia, y no<br />
es el MIDES. La ANEP ha asumido una<br />
cantidad de responsabilidades que no<br />
son s<strong>uy</strong>as.<br />
¿Por ejemplo?<br />
La alimentación, el cuidado y un montón<br />
de cosas. No, la escuela es para<br />
aprender y para enseñar. Por supuesto<br />
que hay que tener en cuenta a la<br />
persona. Hay cantidad de maestras<br />
que son maestras <strong>com</strong>unitarias, para<br />
lo cual no tienen formación, porque<br />
el trabajo de una maestra <strong>com</strong>unitaria<br />
es el trabajo de una asistente<br />
social. Lo deberían hacer asistentes<br />
sociales, y los maestros dedicarse al<br />
aula. Por supuesto que hay maestras<br />
m<strong>uy</strong> meritorias por hacer eso, que<br />
van a las casas de los chiquilines,<br />
que se preocupan, que los llevan al<br />
hospital. Lo sé, tengo una hermana y<br />
una cuñada que son maestras y que<br />
han trabajado en medios vulnerables<br />
toda su vida. Y tengo muchas amigas<br />
maestras. Pero no es su formación.<br />
Y necesitamos maestros, no tenemos<br />
abundancia de maestros, y los<br />
estamos dedicando a funciones que<br />
no son las s<strong>uy</strong>as. Después tenemos el<br />
tema de los <strong>com</strong>edores. Fantástico,<br />
los niños tienen que <strong>com</strong>er. ¿Todos<br />
los barrios de Montevideo tienen la<br />
misma necesidad? Y dentro de una escuela,<br />
¿el cien por ciento de los niños<br />
tiene esa necesidad? ¿O a lo mejor tenemos<br />
que ver quiénes son los niños<br />
que necesitan esto? Y a lo mejor es un<br />
20%, o un 30% o un 5%. Hay escuelas<br />
públicas de Pocitos donde dudo que<br />
más del 5% de los niños necesiten un<br />
apoyo alimentario extra. Pero claro,<br />
<strong>com</strong>o tenemos esa visión tan igualitaria…<br />
El tratar a todos por igual en<br />
situaciones diferentes es una injusticia.<br />
Y verdaderamente no es equitativo.<br />
Y al maestro se le pide que<br />
sea asistente social, que sea padre o<br />
madre, que sea consejero espiritual y<br />
psicológico, y que además sea educador.<br />
No puede. No es su función. Organicemos<br />
las cosas de otra manera.<br />
Tenemos el modelo del siglo XIX en<br />
el siglo XXI, pidiéndoles lo que por<br />
supuesto nadie pedía a un maestro<br />
hace setenta años. Todo el mundo<br />
tendrá anécdotas de una maestra<br />
<strong>com</strong>pasiva, pero no se lo exigían. Las<br />
autoridades se tienen que dedicar a<br />
mejorar la enseñanza y los aprendizajes,<br />
y el presupuesto tiene que ir<br />
para eso. Es más, los presupuestos de<br />
los <strong>com</strong>edores no tendrían que ser de<br />
ANEP sino de otros servicios sociales.<br />
Estuve visitando una escuela privada<br />
gratuita en un contexto m<strong>uy</strong> crítico<br />
en Brooklyn, en Estados Unidos, y<br />
había una escuela pública y había un<br />
<strong>com</strong>edor enfrente, y a ese <strong>com</strong>edor<br />
iban de las dos escuelas los niños que<br />
lo necesitaban, porque los que iban<br />
a la privada también tenían derecho.<br />
El MIDES tiene todo eso registrado,<br />
se sabe perfectamente qué niño lo<br />
necesita y cuál no. Es <strong>com</strong>o el boleto<br />
gratuito. Todos los que van a la<br />
enseñanza pública tienen derecho al<br />
boleto gratuito en secundaria. ¿Pero<br />
todos lo necesitan? Y en cambio hay<br />
niños que van al colegio privado,<br />
becados o con un esfuerzo brutal de<br />
las familias, y esos no tienen derecho<br />
a boleto gratuito. Hoy tenemos<br />
herramientas para saber quién lo<br />
necesita y quién no. Pero nos cuesta<br />
romper ese modelo uniformizante y<br />
único.<br />
Hay mucha gente formada en educación,<br />
con experiencias internacionales<br />
y en todo el espectro político. ¿Por<br />
qué no se ponen de acuerdo?<br />
Hay gente de distinto pelo político<br />
que se pone de acuerdo y que estaría<br />
dispuesta a hacer cosas. Otra cosa son<br />
los intereses. Primero, en Uruguay<br />
hay un tema: la gente se cree que<br />
por ser maestro o profesor uno sabe<br />
de educación. Un maestro o profesor<br />
sabe de lo que enseña, ojalá, pero<br />
eso no te hace saber de educación en<br />
general, y por eso es m<strong>uy</strong> importante<br />
que en educación se metan los que<br />
no son maestros ni profesores, también:<br />
sociólogos, cientistas políticos,<br />
abogados, ingenieros, médicos. Una<br />
ventaja que tiene esto es que todos<br />
hemos pasado por el sistema educativo,<br />
todos hemos sido usuarios y<br />
lo hemos vivido. Y además la gente<br />
puede estudiar, y aquí es m<strong>uy</strong> fácil<br />
que a una persona le digan que “no<br />
es maestro, no es profesor”, incluso a<br />
una persona de muchísima categoría.<br />
Eso, en otros lados, es inconcebible.<br />
Recuerdo una fundación que fui a<br />
visitar en España, de veintiocho colegios,<br />
donde el director pedagógico<br />
era ingeniero agrónomo. Después<br />
fui a otro en Barcelona, que estaba<br />
sacando un proyecto innovador, donde<br />
el director era economista: había<br />
trabajado siete años en el banco y se<br />
había dado cuenta que su vocación<br />
era la educación, y se pasó a la educación,<br />
y no fue que tuvo que ir al<br />
instituto normal a hacer magisterio,<br />
sino que te exigen una serie de cursos,<br />
y él hizo eso, y era un tipo que<br />
vivía la educación. Eso, en Uruguay,<br />
nos cuesta mucho. Tenemos que la<br />
educación es un tema de maestros y<br />
profesores.<br />
Y en realidad son carreras cortas y con<br />
bastante poca formación.<br />
Aunque sea m<strong>uy</strong> buena, si sos profesor<br />
de historia sabés de enseñanza de la<br />
historia, no es que sabés de gestión<br />
educativa, y no es que sabés de didáctica.<br />
Es una carrera que te forma para<br />
ser docente. Por supuesto que puedo<br />
ser docente y desarrollarme y ser una<br />
persona con una gran formación en<br />
educación, pero eso hay que hacerlo,<br />
y en Uruguay estamos m<strong>uy</strong> metidos<br />
en un sistema m<strong>uy</strong> corporativo y m<strong>uy</strong><br />
endogámico, donde, por ejemplo,<br />
para ser miembro de los consejos de<br />
la ANEP hay que ser docente y tener<br />
tantos años de docencia. Hay gente<br />
m<strong>uy</strong> capaz que no podría ser miembro<br />
de un consejo de educación. Y además<br />
tenés que haber estado en el sistema<br />
público, porque si estuviste en el privado<br />
no tenés ningún derecho. No pasa<br />
en Francia, donde tenés concurso para<br />
todos, lo que te da credenciales para<br />
entrar y salir y pasar de un sistema al<br />
otro.<br />
¿Por qué hay tanto prejuicio con la<br />
educación privada en Uruguay?<br />
Eso es de larga data. Se considera que<br />
lo más uruguayo es lo público. Eso está<br />
metido. El modelo es que lo público es<br />
uruguayo y lo privado no. Y eso lleva a<br />
cosas m<strong>uy</strong> injustas. En el Borro tenemos<br />
niños en un colegio de nosotros,<br />
y cuando van a ir al liceo están en el<br />
último lugar de la lista para ser asignados,<br />
por no haber ido a la escuela<br />
pública. Porque es privado. No es que<br />
no tengan lugar en el público, aunque<br />
este año hubo un lío porque parece<br />
que se habían olvidado de que esos niños<br />
existían, es que además a lo mejor<br />
te toca el liceo del Palacio Legislativo,<br />
porque están al final de la lista. Uno<br />
se pregunta por qué no es por orden<br />
alfabético o por sorteo, y son familias<br />
que han hecho un esfuerzo enorme y<br />
que no son más ricas que las que van a<br />
la escuela pública, donde a lo mejor es<br />
una madre que trabaja y que necesita<br />
tener un horario extendido de ocho<br />
horas y ahí no hay escuela de tiempo<br />
<strong>com</strong>peto, o por razones religiosas o<br />
las razones que tenga una familia.<br />
Todo eso queda afuera. Hay un prejuicio<br />
m<strong>uy</strong> fuerte en Uruguay contra<br />
lo privado y desde lo estatal eso se<br />
refrenda. Por ejemplo, hay organismos<br />
estatales que piden pasantes y tienen<br />
que ser estudiantes o egresados de la<br />
UDELAR. Eso en cualquier otro lugar<br />
en que hubiese un tribunal constitucional<br />
se declararía inconstitucional.<br />
Marginan la educación privada.<br />
Exactamente. No digo que todos, pero<br />
hay instituciones que dicen que tienen<br />
que ser egresados o estudiantes de la<br />
UDELAR. No importa si este chico que<br />
va a una privada tiene beca o trabaja<br />
para pagarla. Está metida esta idea, y<br />
eso hay que romperlo, claramente. A<br />
nivel público se deberían personalizar<br />
más las cosas. Siempre digo que no me<br />
gusta nada que llamen a las escuelas<br />
por sus números. Tienen que tener<br />
un nombre, porque la persona que<br />
va allí se tiene que identificar. O los<br />
uniformes. Bueno, aparte de que la<br />
moña y la túnica es una cosa del siglo<br />
XIX absolutamente obsoleta. Podrían<br />
tener uniformes.<br />
¿Hay que sacar la moña y la túnica?<br />
Totalmente.<br />
¿No da uniformidad?<br />
¿Por qué tiene que ser blanco? El<br />
blanco responde a una época donde<br />
había un culto total a la pulcritud. Hoy<br />
llegan a la escuela con la túnica blanca<br />
y se sientan en el suelo. ¿Para qué<br />
blanca? ¿Por qué no gris, beige? ¿Por<br />
qué no es un jogging? Los colegios<br />
se han pasado todos a uniformes,<br />
algunos más sofisticados y otros a un<br />
jogging azul oscuro. Cuando yo era<br />
niño íbamos con túnica, pero se lavaba<br />
una vez por semana. Pero jamás nos<br />
hacían sentar en el suelo. Las clases<br />
de canto eran de pie, la formación en<br />
el patio era de pie. Hoy llegan y van<br />
al suelo. ¿Para qué sigue siendo una<br />
túnica? ¿Por qué no es un jogging<br />
azul? ¿Y por qué no puede ser distinto<br />
por escuela? La gente necesita sentirse<br />
parte de una <strong>com</strong>unidad. Creo que eso<br />
se tiene que trabajar. Y lo digo aunque<br />
sea duro: a veces hay resentimiento,<br />
En Uruguay tenemos la brecha de inequidad<br />
educativa más alta de América Latina, la<br />
brecha entre los que aprenden más y los que<br />
aprenden menos. Pero eso tiene que ver con<br />
el contexto familiar y no con el sistema.<br />
porque está el tema de lo privado<br />
<strong>com</strong>o el privilegio, y entonces está el<br />
resentimiento de no haber podido ir.<br />
Eso sucede mucho con liceos <strong>com</strong>o el<br />
Jubilar, Impulso, Los Pinos. Los han<br />
criticado mucho.<br />
En algún discurso hay, sí, claramente,<br />
pero no digo que sea en los barrios. El<br />
Jubilar fue el primer liceo que hubo en<br />
la zona, estamos hablando de un liceo<br />
que cumple quince años. El primer<br />
liceo público se fundó en un colegio<br />
privado, en la tarde, en el Cristo Divino<br />
Obrero. Después se constr<strong>uy</strong>ó otro,<br />
porque hacía falta, y todavía falta mucho.<br />
Voy mucho a Casavalle, todas las<br />
semanas. La zona la he conocido estos<br />
últimos años. Entre Impulso, Jubilar y<br />
los dos liceos públicos, creo que llegan<br />
a la mitad de los lugares que debería<br />
haber. Creo que unos ochocientos<br />
alumnos terminan sexto de escuela en<br />
la zona y hay lugar para cuatrocientos.<br />
Estamos lejos, y bajaríamos a la mitad<br />
si no estuvieran Impulso y Jubilar. La<br />
verdad es que es una pena que no se<br />
valoren esas instituciones. Las conozco<br />
bastante bien todas, también a Providencia<br />
en Casabó y Espigas en Puntas<br />
de Manga, y han sido m<strong>uy</strong> abiertas a<br />
la <strong>com</strong>unidad, a las organizaciones sociales,<br />
y nunca se han planteado <strong>com</strong>o<br />
un gueto en medio de los barrios. Creo<br />
que es injusta la crítica, y además eso<br />
no constr<strong>uy</strong>e, no es que se toma <strong>com</strong>o<br />
un ejemplo para construir otra cosa.<br />
¿Cuántos colegios tiene la Fundación<br />
Sofía?<br />
Diecisiete, son colegios chicos.<br />
No tienen un mango.<br />
Los que vienen a la Fundación Sofía es<br />
porque tienen problemas.<br />
¿La Iglesia no tiene plata para bancar<br />
eso?<br />
No. Claramente, no. Pero ni cerca. La<br />
Iglesia uruguaya es una iglesia pobre,<br />
lo ha sido siempre. El tema de pagar<br />
salarios mes a mes es bravo. Muchos<br />
de estos colegios surgieron por congregaciones<br />
religiosas que llevaban el<br />
colegio y vivían de ese colegio, m<strong>uy</strong><br />
austera y voluntariamente. Desde el<br />
momento en que muchos religiosos y<br />
religiosas van dismin<strong>uy</strong>endo se hace<br />
cada vez más necesario contratar personal<br />
externo. Se hace m<strong>uy</strong> difícil. Al<br />
mismo tiempo, <strong>com</strong>o son pequeños y<br />
son pobres, muchas cosas no las hacen<br />
de la mejor manera desde el punto de<br />
vista profesional. Esos escasos recursos<br />
no siempre están usados de la mejor<br />
manera. La idea de la Fundación Sofía<br />
es que los colegios pequeñitos tengan<br />
las ventajas de los grandes colegios, al<br />
estar en una red con otros. Eso va desde<br />
<strong>com</strong>partir las experiencias pedagógicas<br />
y pastorales hasta profesionalizar<br />
la administración. Hemos logrado m<strong>uy</strong><br />
buenos costos con proveedores, porque<br />
negociamos en grupo. Y además<br />
somos m<strong>uy</strong> rigurosos en el tema de<br />
las contrataciones y todo lo demás. Ha<br />
sido un trabajo m<strong>uy</strong> interesante, pero<br />
también de poner mucho orden.<br />
¿Cuántos alumnos tenés?<br />
Estamos en casi cuatro mil alumnos.<br />
Todos de Montevideo.<br />
No, en Montevideo hasta el año pasado,<br />
que éramos ocho colegios. Se agregó<br />
uno más en Montevideo y otros<br />
ocho en el interior. Tenemos colegios<br />
en ocho localidades del interior. Les<br />
damos unas posibilidades que no tenía<br />
cada colegio aislado. Con el tema de la<br />
revolución tecnológica hoy un chico de<br />
Casupá o de Vichadero tiene el mismo<br />
acceso a la información que un chico<br />
no ya de Montevideo sino de París o<br />
Nueva York. Pero claro, para eso hay<br />
que tener equipos, hay que formar a<br />
la gente y saber qué se puede buscar.<br />
Si no, no saben, o juegan. Esto implica<br />
un cambio de mentalidad en los docentes,<br />
y en a<strong>com</strong>pañar a los docentes,<br />
que son gente que está a veces m<strong>uy</strong><br />
aislada. Para mí que soy de Montevideo<br />
ha sido m<strong>uy</strong> lindo, he conocido<br />
una cantidad de localidades que no conocía,<br />
las realidades y las necesidades.<br />
Nosotros empezamos hace dos años<br />
y medio. Hemos ido rápido, y ojalá<br />
dentro de cinco o seis años mostremos<br />
frutos. A nivel pedagógico nos hemos<br />
metido a probar cosas, a evaluar. Por<br />
ejemplo, en el tema de lectura los<br />
colegios que empezaron hace dos años<br />
han tenido una mejora impresionante,<br />
porque estamos evaluando cada seis<br />
meses. En el tema de matemática nos<br />
metimos en el método Singapur el año<br />
pasado, este va a ser el segundo año<br />
para los ocho colegios que empezaron,<br />
y los demás empiezan ahora, porque<br />
es una cosa paulatina. Lo que puedo<br />
evaluar hoy es que los maestros, los<br />
alumnos y las familias están entusiasmados,<br />
pero para los resultados hay<br />
que esperar un poquito. Sobre todo<br />
en lo que más insistimos con la gente<br />
es en que tenemos la cabeza abierta.<br />
Si no...<br />
Hablar de cabeza abierta al mismo<br />
tiempo que de educación católica suena<br />
medio contradictorio.<br />
(Risas.) No para los que estamos adentro.<br />
Pero para los que estamos afuera…<br />
Explicá eso, que es interesante.<br />
Nuestra fe son las cosas en que creemos<br />
y en que vivimos, pero después<br />
hay millones de otras cosas que son<br />
de conocimiento puramente humano.<br />
Muchas veces nos frenamos en esas<br />
cosas, en el tema pedagógico, para<br />
decirlo claro. Hay una sola manera de
22<br />
jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
JULIO FERNÁNDEZ<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017 23<br />
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA<br />
enseñar a leer o a escribir. Y después<br />
hay mucho de repetir; yo cuando empecé<br />
acá bromeaba y le dije a la gente<br />
que si me querían ver de mal humor<br />
me tenían que decir tres frases: “No se<br />
puede”, “Es m<strong>uy</strong> difícil”, “Siempre se<br />
hizo así”. Esas tres frases sacan lo peor<br />
de mí. Aprendan a decirlo de otra manera.<br />
De Barrán, que era m<strong>uy</strong> crítico,<br />
algunos decían que era anticlerical, lo<br />
cual es falso <strong>com</strong>pletamente, pero sí lo<br />
miraba de afuera con la libertad con la<br />
cual miraba también a la izquierda a<br />
la que pertenecía, o al país. Él miraba,<br />
y tenía esa cosa de mirar con sentido<br />
crítico. También en lo religioso me<br />
ayudaron cosas que él me enseñó. Me<br />
acuerdo una del año 85 en que decía<br />
que la Iglesia había perdido el pathos,<br />
la pasión. Hoy estamos en que queremos<br />
quedar bien con todo el mundo,<br />
pero no, antes la Iglesia te decía lo que<br />
pensaba e iba para adelante. A mí, que<br />
tenía dieciocho años, aquello me llamó<br />
la atención. Las cosas, si uno las cree,<br />
tiene que vivirlas con pasión. A su vez<br />
también hay un sentido profundo de<br />
la fe; cuando me hizo un prólogo para<br />
un primer tomo mío, Barrán decía que<br />
hay una libertad profunda que también<br />
es parte de la fe católica, y en lo<br />
que yo creo profundamente. Quizás<br />
de joven no lo creía tanto, pero ahora,<br />
cuanto más viejo, más creo. Y es la<br />
libertad de la búsqueda de la verdad,<br />
de la discusión. La Iglesia es m<strong>uy</strong> grande,<br />
hay tendencias al gueto, tendencias<br />
a la burbuja, <strong>com</strong>o en todos los<br />
grupos. Si hay algo que aumenta con<br />
los años, es mi pavor a los guetos y a<br />
las burbujas mentales. Esto de escuchar<br />
siempre a los que dicen lo mismo<br />
que yo ya pienso. Buscá gente que te<br />
diga otra cosa, gente que te obligue<br />
a decir por qué pensás lo que pensás,<br />
gente que te pida que expliques por<br />
qué las cosas se tienen que hacer<br />
<strong>com</strong>o vos decís, que te obligue a repensar<br />
las cosas. Creo que eso es una<br />
cosa que en la Iglesia se da, aunque<br />
no en toda la Iglesia ni en todas las<br />
épocas, pero siempre ha habido gente<br />
que ha roto con ciertos modelos. En la<br />
historia de los grandes reformadores<br />
de la Iglesia siempre hubo uno que<br />
dijo: “Hasta acá llegamos, esto tiene<br />
que ser diferente.” Y yo creo en esa<br />
apertura.<br />
¿Sturla tiene esa cabeza?<br />
Totalmente.<br />
¿Y Bergoglio también?<br />
No sé (risas). A Sturla lo conozco.<br />
Una de las cosas que se notaba es que<br />
la Iglesia uruguaya perdió protagonismo,<br />
y que era intrascendente para<br />
la mayoría de la sociedad, y llega<br />
Sturla y es <strong>com</strong>o que pateó el tablero.<br />
A mí me encanta, lo conozco bastante<br />
y es una persona m<strong>uy</strong> dialogante,<br />
pero con mucha pasión también. Él<br />
cree, es m<strong>uy</strong> abierto, confronta y dice<br />
lo que piensa, y acá la gente no está<br />
acostumbrada a eso, y sobre todo a la<br />
Iglesia no se le concede ese derecho:<br />
la Iglesia tiene que ser gris, y no escucharse,<br />
y cada tanto le hacemos un<br />
reconocimiento si hace alguna obrita.<br />
Creo que Sturla claramente nos ha<br />
ayudado a animarnos a decir las cosas<br />
que pensamos. Y ojo, hay cosas que<br />
las dice <strong>com</strong>o arzobispo de Montevideo<br />
y hay otras que las dice <strong>com</strong>o Daniel<br />
Sturla. Hay cosas que tienen que<br />
ver con la fe cristiana y otras que son<br />
la opinión de Daniel Sturla, pero es<br />
válido y me parece que tiene todo el<br />
derecho a expresarlo de esa manera.<br />
Creo que es una persona y un católico<br />
atípico en el Uruguay en los últimos<br />
cincuenta o cien años. Y creo que es<br />
una persona m<strong>uy</strong> abierta, desde una<br />
identidad y desde unas convicciones<br />
m<strong>uy</strong> claras. Creo que es esa la apertura<br />
que tiene que tener la Iglesia.<br />
¿Es difícil ser católico en Uruguay?<br />
No nos resulta difícil a los que nos<br />
hemos criado en Uruguay. A mí, por lo<br />
menos, no me resulta difícil. Nosotros<br />
conocemos nuestros códigos, pero<br />
al extranjero católico que viene, al<br />
religioso, al sacerdote, les cuesta muchísimo<br />
porque están acostumbrados<br />
a otra jerarquía, a otra sensibilidad.<br />
No es solo que quieran un reconocimiento,<br />
es que a veces hay sensibilidades<br />
que les llaman la atención.<br />
Siempre bromeo con que para mí la<br />
mejor definición del Uruguay la dio<br />
un amigo mío que estuvo unos meses<br />
acá y que cuando volvió a Barcelona<br />
le quiso explicar a un amigo de él,<br />
que también era católico, cómo era<br />
el Uruguay: “Imaginate que nuestras<br />
abuelas no fueran a misa.” Eso es<br />
Uruguay. Su abuela, que acaba de<br />
cumplir cien años y es una mujer a la<br />
que quiero muchísimo, es una mujer<br />
de misa diaria, y la abuela del otro<br />
también. Vivimos esos dos meses en la<br />
parroquia del Cerro, y estaba impresionado<br />
de que las viejitas del barrio,<br />
con las cuales hablaba, no iban a misa<br />
el domingo. No es que no fueran a<br />
misa diaria: no iban el domingo. Claro,<br />
él vio a su abuela y a su tía abuela<br />
ir a misa todos los días, y en Barcelona,<br />
que es la zona más secularizada de<br />
España. Pero para los que nos criamos<br />
acá, esto es nuestra vida, es lo que<br />
hemos vivido siempre. A mí no me<br />
resulta difícil vivir en Uruguay, porque<br />
yo en eso soy m<strong>uy</strong> uruguayo, y tengo<br />
los pudores de los uruguayos para<br />
hablar de lo religioso. No te ponés a<br />
hablar de lo religioso inmediatamente,<br />
aunque vayas vestido de cura.<br />
Hubo un tiempo en que los curas se<br />
vestían de civil, y ahora tu generación<br />
y la más joven se visten todos de<br />
curas. ¿Es un revival?<br />
Creo que tiene que ver con el querer<br />
marcar la identidad. “El negro aleja a<br />
la gente”, te dicen. Pero la gente se<br />
aleja hasta que vos te mostrás <strong>com</strong>o<br />
sos, hasta que mostrás que sos <strong>com</strong>o<br />
todo el mundo, que <strong>com</strong>és igual, que<br />
hacés las mismas cosas, y que no tenés<br />
problema de sentarte en el suelo si lo<br />
tenés que hacer. Pero a su vez ayuda<br />
mucho a la gente, porque mostrarte<br />
<strong>com</strong>o cura hace que la gente te hable.<br />
Voy así al hospital a visitar a un enfermo<br />
y otro me pide que lo visite, y<br />
voy a un velatorio y me dicen si puedo<br />
pasar a otra sala. Eso le ayuda a la<br />
gente, y a uno también, en su propia<br />
identidad. Los uruguayos tenemos<br />
un pudor m<strong>uy</strong> grande, y yo lo tengo.<br />
Yo creo en esto, pero también quiero<br />
forzarme a expresarlo y no metérmelo<br />
para adentro. Creo que retomar el hábito<br />
fue una reacción. Cuando yo me<br />
crié casi ningún cura se vestía de cura,<br />
excepto uno en el colegio. Yo me lo<br />
puse por primera vez el día de mi<br />
ordenación, no me animé antes. Me<br />
acuerdo el primer día que tenía que<br />
trabajar cuando volví a Uruguay, pensé<br />
que me lo ponía ese día o no me lo<br />
ponía nunca más. Y desde ahí hasta<br />
ahora, cuando estoy trabajando estoy<br />
vestido de cura. Si me ves en el cine o<br />
si salgo a tomar una cerveza no estoy<br />
vestido de cura, pero cuando estoy<br />
trabajando, en el sentido más amplio<br />
del término, sí. Al principio fue difícil,<br />
uno sale a la calle y todo el mundo te<br />
mira. Después la gente se empieza a<br />
acostumbrar, y <strong>com</strong>o hoy hay muchos<br />
curas jóvenes, menores que yo.<br />
¿No hay una crisis vocacional religiosa<br />
en Uruguay?<br />
Por supuesto, hay una disminución de<br />
las vocaciones fortísima, que ya lleva<br />
cuarenta años. No es de ahora.<br />
Y si no aceptan mujeres, peor.<br />
No sé, porque tampoco hay religiosas. El<br />
Uruguay de cincuenta años para acá es<br />
un Uruguay mucho más secularizado.<br />
Y porque reciben el dinero del gobierno.<br />
Si a nosotros nos dieran ese dinero, también<br />
haríamos toda la investigación del mundo.<br />
Es fácil criticar. ¿Me estás criticando porque<br />
no hago lo que vos hacés con el dinero que<br />
te da el gobierno?<br />
Pero hay avance de otras religiones o<br />
falsas religiones.<br />
Otros cultos. Ha habido avances, pero<br />
hace ya tiempo que están en retroceso.<br />
Un evangelista decía que Uruguay<br />
es la tumba de los predicadores. Los<br />
que en Brasil movían miles venían acá<br />
y tenían cuatro gatos. Uruguay, desde<br />
el punto de vista religioso, es un país<br />
m<strong>uy</strong> árido, m<strong>uy</strong> duro, y eso lo ve el<br />
que viene de afuera, no los que nos<br />
hemos criado adentro. Es un país m<strong>uy</strong><br />
difícil para esa vivencia. Sí, por supuesto<br />
que en la vida religiosa tenemos<br />
una crisis importante, que nos obliga a<br />
meditar cómo salimos adelante o no.<br />
¿Qué vas a cambiar en la Universidad<br />
Católica?<br />
No sé todavía.<br />
¿Es buen negocio para la Iglesia?<br />
¿Económico? En absoluto.<br />
¿Cuántos estudiantes tienen ahora?<br />
Entre grado y posgrado, unos nueve<br />
mil alumnos. No es un negocio en<br />
absoluto. Siempre hay que estar cuidando<br />
el presupuesto, y ahora el tema<br />
de enero, febrero y marzo, el tema<br />
de ver cómo hacemos para que todo<br />
funcione.<br />
El tema de la disminución de las donaciones,<br />
¿les <strong>com</strong>plicó la vida?<br />
Aquí en la Universidad sobre todo<br />
se usaban para proyectos, no para<br />
becas. Había algunas que sí, pero son<br />
becas que daban algunas empresas.<br />
La mayoría de las becas nuestras no<br />
van por ahí, aunque tenemos un 16%<br />
de alumnos con bonificaciones. En<br />
nuestro caso era más para proyectos,<br />
de educación, académicos o en los<br />
barrios, y eso es lo que vamos a ver<br />
ahora cómo se afecta para este año<br />
que sigue. Como lo decía antes, este es<br />
un momento en donde la universidad<br />
se tiene que repensar, no solo esta sino<br />
cualquier universidad, y tenemos que<br />
sacar ese tema. En Uruguay las cosas<br />
llegan más lentas, pero no nos puede<br />
pasar que dentro de cinco años empiece<br />
a haber cada vez menos gente.<br />
Tenemos que estar m<strong>uy</strong> atentos en<br />
cómo vamos a responder a las necesidades.<br />
La razón de ser de esta universidad<br />
no es económica, es de servicio,<br />
y de cómo hacemos ese servicio a la<br />
sociedad uruguaya.<br />
Extensión no practica demasiado.<br />
Sí, sí, tenemos. Muchísima.<br />
Sos de los que mantienen el tema<br />
extensión.<br />
Totalmente. Y además algo clave, y yo<br />
lo decía cuando asumí...<br />
El servir.<br />
No solo el servir sino que hay que dialogar<br />
con el 90% que no son universitarios,<br />
si no, se hace la burbuja. Tuve<br />
esa experiencia en Estados Unidos,<br />
donde se habla mucho de si los universitarios<br />
viven en su propio universo.<br />
Cada grupo vive en su propio universo,<br />
porque agarrás los políticos y<br />
viven en su propio universo, los futbolistas<br />
en el s<strong>uy</strong>o y no te digo nada<br />
de los periodistas.<br />
Por eso mismo creo que la universidad<br />
tiene que trabajarse y fortalecerse y<br />
mirar con perspectiva qué universidad<br />
tenemos para dentro de diez años,<br />
qué es lo que vamos a necesitar, y no<br />
es que lo sepamos ya, pero hay que<br />
estar abiertos.<br />
Una de las críticas que se les hace a las<br />
privadas desde la UDELAR es que la<br />
investigación se hace en un 80% en la<br />
pública.<br />
Y porque reciben el dinero del gobierno.<br />
Si a nosotros nos dieran ese<br />
dinero, también haríamos toda la investigación<br />
del mundo. Es fácil criticar.<br />
¿Me estás criticando porque no hago<br />
lo que vos hacés con el dinero que te<br />
da el gobierno?<br />
Ustedes no pagan contribución, no<br />
pagan aportes patronales.<br />
No pagamos, pero las cuotas se ajustan<br />
a los gastos reales que tenemos. No es<br />
que cobráramos <strong>com</strong>o si pagáramos<br />
todo y después nos ahorramos eso, no.<br />
Las cuotas se hacen al presupuesto real<br />
que tenemos y a lo que nos cuesta llevar<br />
adelante una universidad. Aun así<br />
las universidades privadas en Uruguay<br />
han crecido muchísimo en investigación.<br />
Podrían no hacerlo y decir que<br />
esto es una universidad puramente de<br />
enseñanza, <strong>com</strong>o las hay en el resto<br />
del mundo. Aquí, y no lo digo solo por<br />
la Católica, las universidades privadas<br />
tienen un deseo de investigar y de hacer<br />
extensión que es m<strong>uy</strong> claro. Se está<br />
haciendo. Nosotros también tenemos<br />
el anuario de investigación de cada<br />
año, y tenemos muchos profesores que<br />
están en la ANII, y gente m<strong>uy</strong> interesada.<br />
Eso la Universidad hace años que<br />
lo tiene. Pero lo hacemos con recursos<br />
m<strong>uy</strong> limitados. Ahora, gracias a la<br />
ANII, uno puede postular a proyectos<br />
que son financiados, y aquí tenemos<br />
muchos docentes nuestros que están<br />
metidos en esos proyectos, y ahí<br />
estamos haciendo investigación, pero<br />
lo hacemos en la medida de nuestras<br />
posibilidades. Realmente la Universidad<br />
no tiene ningún beneficio, porque<br />
además en cuanto tenés un beneficio<br />
lo tenés que invertir en equipamiento,<br />
en nuevos edificios. La Universidad<br />
acaba de construir una facultad de<br />
odontología que es fantástica, nueva,<br />
y estamos haciendo a nuevo todos los<br />
laboratorios de enfermería, y acabamos<br />
de construir otro edificio para<br />
ingeniería y psicología, con laboratorios.<br />
Cualquier dinero que entra se<br />
invierte inmediatamente en la propia<br />
institución.<br />
¿Qué carrera quisieras traer que todavía<br />
no hay?<br />
No lo tengo definido. Lo que sí estoy<br />
planteando —es curioso, lo digo con<br />
honestidad, y espero en los próximos<br />
meses tener la respuesta— es definir<br />
hacia dónde vamos, porque todavía<br />
no lo sé. Sí sé cosas que tenemos que<br />
cambiar y mejorar acerca de cómo<br />
vamos, en el estilo. La universidad<br />
nuestra se ha vuelto pesada, burocrática,<br />
y eso nos lo dice la gente. Eso<br />
sí sé que tenemos que cambiarlo. Y<br />
también, entre otras cosas, definir si<br />
nos metemos en alguna otra área de<br />
conocimiento. Miremos al Uruguay.<br />
Vamos a trabajar en los próximos<br />
meses en un grupo de la Universidad<br />
donde hay docentes, administrativos y<br />
estudiantes. Estoy m<strong>uy</strong> entusiasmado<br />
con esto que llama el Design Thinking,<br />
el pensar de otra manera las cosas,<br />
pensando hacia dónde queremos ir,<br />
pensando la Universidad de los próximos<br />
diez años, pensándola para esta<br />
realidad. Lo vamos a construir.<br />
¿Coordinan con las otras universidades<br />
privadas?<br />
Tenemos un m<strong>uy</strong> buen relacionamiento.<br />
Hay una relación m<strong>uy</strong> cercana. Hay<br />
algunos proyectos que se hacen en <strong>com</strong>ún,<br />
en algunas áreas, sobre todo por<br />
ejemplo en educación, donde hay proyectos<br />
que se trabajan en <strong>com</strong>ún y que<br />
en algún caso lidera la Universidad de<br />
Montevideo y colaboran profesores<br />
nuestros. Hay un relacionamiento m<strong>uy</strong><br />
bueno. Yo no estaba en el gobierno<br />
central, estaba en un departamento,<br />
y para mí fue m<strong>uy</strong> interesante el<br />
haber ido a Israel con Markarián y con<br />
Grümberg. Fue una experiencia m<strong>uy</strong><br />
positiva. Fuimos ahora en diciembre.<br />
Yo era el nuevito, ellos ya estaban<br />
consagrados, y fueron m<strong>uy</strong> deferentes,<br />
lo que nos permitió charlar mucho y<br />
conocernos.<br />
¿Coordinan cosas con la UDELAR?<br />
Hay algunas cuestiones que se hacen…<br />
Le roban algún docente, yo sé.<br />
Bueno, eso no es robar, uno hace<br />
llamados y la gente se presenta<br />
(risas). Yo siempre he creído en la<br />
libertad de trabajo. Tenemos algunas<br />
cuestiones, ahora mismo estamos<br />
organizando unas cuestiones<br />
de Derechos Humanos y va a haber<br />
un encuentro entre la UDELAR y la<br />
Universidad Católica, con sesiones en<br />
los dos edificios. Y otras cosas que no<br />
las voy a decir, porque todavía no las<br />
sé. Pero creo que hay más cosas que<br />
se están trabajando. Pero hay espíritu<br />
de colaboración. Como decía Real de<br />
Azúa, la sociedad uruguaya es una<br />
sociedad de cercanías. Es bueno que<br />
nos demos con todos y que colaboremos.<br />
Después <strong>com</strong>petimos, sí, porque<br />
tenemos que <strong>com</strong>petir, pero desde la<br />
lealtad, y desde el aprecio personal,<br />
porque cuando uno se va conociendo<br />
también va apreciando el trabajo de<br />
otros. La experiencia de Israel para<br />
mí ha sido m<strong>uy</strong> buena.<br />
Markarian y Grümberg son m<strong>uy</strong><br />
particulares. Cada uno con su<br />
cabeza.<br />
Y gente m<strong>uy</strong> inteligente. Y también<br />
con la Universidad de Montevideo<br />
tengo una relación m<strong>uy</strong> cercana, ya<br />
en otras instancias <strong>com</strong>o en la Fundación<br />
Sofía, donde también ellos<br />
colaboran. Conozco al rector Gutiérrez.<br />
Quizás con la que menos tengo<br />
relación yo es con la UDE, pero simplemente<br />
porque no hemos convivido,<br />
no por ningún tipo de dificultad, sino<br />
al contrario.<br />
¿Dónde vivís actualmente?<br />
En la parroquia de San Ignacio, que es<br />
en la calle Rossell y Rius.<br />
Donde vivía Casarotti.<br />
Exactamente.<br />
Se fue y te dejó el lugar acá y allá, te<br />
dejó todo.<br />
Ya éramos <strong>com</strong>pañeros de <strong>com</strong>unidad.<br />
Yo soy el Superior de la <strong>com</strong>unidad,<br />
además. Casarotti primero se va a<br />
Francia cuatro meses, y luego se va a<br />
trabajar <strong>com</strong>o profesor de filosofía en<br />
Argentina.<br />
¿Hincha de qué cuadro sos?<br />
Yo soy de Peñarol, pero por decir algo.<br />
¿Vas al estadio?<br />
Soy incapaz, soy lo menos futbolero<br />
que hay, lo cual en Uruguay es un gran<br />
problema. Mi familia era de Nacional,<br />
y por esas cosas de rebeldía me hice de<br />
Peñarol. En mi infancia mi gran amigo<br />
era Nicolás Arnicho, y él y su familia<br />
eran de Peñarol, rabiosos. Vivían<br />
enfrente a mi casa. Me hice de Peñarol<br />
porque los Arnicho eran de Peñarol.<br />
Pero no soy nada futbolero.<br />
¿Qué serie mirás en Netflix?<br />
Vi The Crown, Y no está en Netflix,<br />
pero vi The Big Bang Theory, que me<br />
apasiona, y es lo más cercano a las<br />
ciencias naturales que he estado en<br />
mi vida. En noviembre fui a visitar el<br />
Caltech, y tengo un antiguo alumno<br />
del Seminario que estudia ahí su<br />
doctorado y fue m<strong>uy</strong> gracioso, porque<br />
íbamos viendo los edificios y me decía:<br />
“Acá están los astrofísicos, acá está<br />
Raj, acá está Leonard”, y había alguno<br />
que <strong>com</strong>o no veía la serie no entendía<br />
nada. Y más tradicionalmente me gustó<br />
muchísimo Friends. Me gustan esos<br />
programas cortitos. Soy más del cine<br />
que de la televisión.<br />
¿Qué estás leyendo?<br />
En este momento estoy leyendo un<br />
libro que se llama Corazón de Ulises,<br />
de Javier Reverte, un escritor y<br />
periodista, que fue corresponsal de<br />
guerra. Este libro sigue el camino de<br />
La Odisea y de Grecia, visitando los<br />
distintos lugares. Lo había leído hace<br />
muchos años, y <strong>com</strong>o ahora estoy<br />
preparando algo para los alumnos<br />
en marzo, estoy releyendo La Odisea<br />
y Corazón de Ulises simultáneamente.<br />
La Odisea es un libro que me<br />
apasiona, lo he leído muchas veces.<br />
Corazón de Ulises lo había leído en<br />
España, está tan bien escrito que es<br />
de esos libros que te enganchan.<br />
¿Vas a seguir dando clase?<br />
No, no. No puedo, entre la Fundación<br />
y la Universidad.<br />
La Fundación la vas a mantener.<br />
Sí, sigo siendo el director ejecutivo.<br />
Es m<strong>uy</strong> nueva.<br />
¿Sos de delegar o sos medio centralizador?<br />
No, yo necesito trabajar con gente<br />
m<strong>uy</strong> autónoma. Soy m<strong>uy</strong> directo para<br />
decir las cosas.<br />
¿Formás equipos?<br />
La Fundación fue una experiencia<br />
m<strong>uy</strong> linda. Uno va aprendiendo<br />
en la gestión, y después de toda la<br />
experiencia del Seminario empecé<br />
de cero y vi que tenía que trabajar<br />
mucho en esto de formar equipos.<br />
Necesito gente que sea m<strong>uy</strong> autónoma,<br />
que tome decisiones, que sea<br />
proactiva. En broma les digo a veces<br />
que “te voy a relajar cuando te equivoques,<br />
pero más cuando no hagas”.<br />
Necesito gente que sea m<strong>uy</strong> movida,<br />
que no me pregunte mucho. Si me<br />
preguntan cuatro veces las cosas ya<br />
me pone nervioso. Los demás dirán<br />
cómo es mi estilo de gestión.
24 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
25<br />
MÚSICA<br />
>> Silvana Laborde<br />
CINE / FESTIVAL DE CINE DE PUNTA DEL ESTE<br />
>> Amilcar Nochetti<br />
GOLPEANDO A LAS<br />
PUERTAS DEL OSCAR<br />
Santiago Blanco nació en Durazno<br />
en el año 1971 y con tan solo<br />
10 años la dictadura empujó<br />
su exilio a Brasil junto con su madre.<br />
Vivieron en Río de Janeiro y en París.<br />
Su vida en el exterior <strong>com</strong>o adolescente<br />
marcó su trayectoria musical, sus<br />
gustos y su formación en percusión y<br />
batería. Fue entonces que conoció la<br />
salsa, el jazz y recibió las influencias de<br />
ritmos latinos. Al retornar a Uruguay<br />
en 1985 se involucró con la movida<br />
musical de Montevideo que lo acercó<br />
al candombe. A los 20 años volvió<br />
a emigrar y vivió en Francia, Cuba y<br />
España. Hace seis años decidió volver a<br />
Uruguay. En diciembre de 2016 lanzó<br />
su disco “In Creyendo”, que cuenta con<br />
la participación de 17 artistas de primera<br />
línea e invita a viajar por el mundo a<br />
través del jazz, candombe y salsa, fusionados<br />
con diferentes géneros musicales<br />
de la región. Además de este proyecto<br />
musical, integra La Candombera junto<br />
a su primo Alejandro Luzardo y es<br />
profesor de batería en Montevideo y<br />
Durazno.<br />
En entrevista con Voces Santiago nos<br />
cuenta de su carrera y su disco.<br />
¿Te acordás de cuando empezó tu<br />
vínculo con la música?<br />
Cuando tenía 10 años, mi madre y yo<br />
tuvimos que irnos del país. Camino al<br />
exilio vivimos un año en Río de Janeiro<br />
y en aquellos tiempos íbamos mucho<br />
a la casa de unos amigos uruguayos<br />
que también vivían allá. Ellos tenían un<br />
montón de discos de música brasileña y<br />
ahí conocí entre otros a Milton Nascimento<br />
y a Beth Carvalho. Pasaba horas<br />
acostado en un sillón, enchufado con<br />
los auriculares mientras mi madre y sus<br />
amigos charlaban alrededor de la mesa.<br />
Yo me re gozaba, veía los discos en<br />
los estantes y pedía para escucharlos.<br />
Recuerdo el disfrute al sentir esa música.<br />
Después nos fuimos a vivir a París<br />
cuando yo tenía 11 años y en esa época<br />
intercambiaba casettes con mis amigos,<br />
escuchábamos The Police y Pink Floyd,<br />
entre otras bandas.<br />
¿Cómo fue tu formación musical?<br />
La música siempre fue una buena<br />
<strong>com</strong>pañía para mi, sentía cosas m<strong>uy</strong><br />
fuertes al escucharla. De chiquito, en<br />
Durazno, tomé clases de guitarra con<br />
Gustavo Rosano. Luego cuando viví<br />
en París, empecé a ir a clases de batería,<br />
me gustaba mucho tocar pero<br />
esa experiencia tuvo un corte dramático<br />
porque mi profesor murió en un<br />
accidente de tránsito. Probé con otro<br />
docente pero no me gustó y ahí dejé<br />
la música por un tiempo. Después, a<br />
los 15 años me mudé a Montevideo<br />
y empecé a conocer la escena musical<br />
de acá. Tengo muchos familiares<br />
músicos, mi primo Alejandro Luzardo<br />
de La Candombera tocaba la guitarra<br />
y también estaba José, un hermano de<br />
mi madre que vivió con nosotros en el<br />
tiempo en que volvimos al país. Él es<br />
saxofonista y tocaba en la Antimurga<br />
BCG y en Debutaka. Empecé a a<strong>com</strong>pañarlo<br />
a los ensayos y a escuchar candombe,<br />
a Eduardo Mateo, Fernando<br />
Cabrera, Eduardo Darnauchans, Ruben<br />
Rada, Los Fattoruso y toda la música de<br />
Montevideo en aquellos años. Un día,<br />
cuando tenía 17 años, mi tío me llevó<br />
al TUMP (Taller Uruguayo de Música<br />
Popular) y me dijo que eligiera qué instrumento<br />
quería aprender y él me regalaría<br />
las clases. Elegí la batería y fue<br />
ahí que empecé a estudiar con Eduardo<br />
“Chancha” Elissalde (Abuela Coca).<br />
Después entré a la Escuela Universitaria<br />
de Música y luego tomé clases con Nicolás<br />
Arnicho. En determinado momento<br />
decidí que quería volver a Europa y<br />
me fui a tocar y estudiar en París.<br />
Creyendo<br />
y creciendo<br />
¿Qué recuerdos te dejó<br />
la experiencia en Europa?<br />
Me fui a estudiar batería y enseguida<br />
empecé a tocar con músicos de distintos<br />
países. Hacíamos candombe y música<br />
latina. Uno de los músicos con los que<br />
toqué fue el pianista argentino Juan<br />
Carlos Cáceres. Además integré varias<br />
bandas y me reencontré con la salsa,<br />
ritmo que había escuchado mucho durante<br />
el tiempo que estuvimos fuera del<br />
país con mi madre. Viviendo allá tuve<br />
la suerte de viajar mucho y de tocar<br />
en distintos paises. En una temporada<br />
trabajé <strong>com</strong>o músico en Tailandia,<br />
junté plata y me fui a estudiar un año<br />
batería y percusión a Cuba. Viví varios<br />
años en Barcelona, creamos la banda La<br />
Candombera con mi primo Alejandro y<br />
ahora hace 6 años que vivo en Montevideo.<br />
Se podría decir que la música<br />
que más me gusta escuchar y tocar es la<br />
que tiene raíces negras <strong>com</strong>o la salsa, el<br />
candombe, el funk, el reggae, el jazz y<br />
la música brasilera, entre otras.<br />
¿Cómo empezaste<br />
a <strong>com</strong>poner tus canciones?<br />
Fue medio de sorpresa, nunca había<br />
pensado en <strong>com</strong>poner. Un día una<br />
amiga de mi madre me preguntó si me<br />
animaba a hacer una canción para un<br />
cortometraje que ella quería realizar<br />
junto a su hijo sobre mi padre. Buscaban<br />
una <strong>com</strong>posición que hablara de la<br />
vida de mi padre. Me dio un guión y a<br />
partir de sus ideas me pidió que hiciera<br />
la música. Fue gracias a esa experiencia<br />
que me conecté con la <strong>com</strong>posición,<br />
hice ese tema y después aparecieron<br />
otras canciones. Algo pasó, creo que<br />
empecé a tener más confianza en que<br />
podía hacerlo, a creer más en mí y ahí<br />
nacieron más canciones.<br />
¿Cómo es tu proceso para <strong>com</strong>poner?<br />
La mayoría de mis temas son instrumentales.<br />
Yo toco batería y percusión<br />
pero no estudié piano y sé m<strong>uy</strong> pocos<br />
acordes en la guitarra así que las<br />
melodías las tuve que cantar y hacer<br />
con mi voz. Ahí empecé a interesarme<br />
por aprender a usar los programas de<br />
grabación y a hacer las maquetas. Fue<br />
una locura ahora que lo pienso porque<br />
toqué cada instrumento con el programa<br />
de grabación y le dediqué muchísimo<br />
tiempo a cada tema. No quería<br />
llamar a los músicos hasta que tuviera<br />
todo hecho. Me parecía que era hacerlos<br />
perder tiempo, quería tener claro<br />
cómo tendría que sonar todo antes de<br />
grabar en el estudio.<br />
¿Y qué resultó de ese proceso<br />
creativo?<br />
Nos pusimos a grabar en el estudio de<br />
Gerardo Alonso entre abril y agosto<br />
del 2016. Grabamos bajo, batería y<br />
teclados al mismo tiempo y después<br />
todo lo demás por separado. Logramos<br />
un disco con temas míos, temas de<br />
Gerardo, de Aníbal González y algunas<br />
versiones de canciones que nos gustaban.<br />
Estoy agradecido de haber podido<br />
contar con esta flota de tremendos<br />
musicazos y amigos.<br />
Hay una canción en la que aparece el<br />
balbuceo de Clementina, tu hija bebé.<br />
Es interesante porque en el tema<br />
su voz deviene en una melodía de<br />
armónica.<br />
Sí, a partir de su nacimiento ella estaba<br />
siempre en mi cabeza y en mis pensamientos.<br />
La fui grabando mientras era<br />
bebé, guardé esos sonidos sin ninguna<br />
razón especial, después se dio poder<br />
poner su voz en la canción para mi<br />
padre. Está buenísimo que le cante al<br />
abuelo, son dos generaciones que se<br />
encuentran a través de la música.<br />
¿Qué representa el disco? ¿Qué<br />
expectativas tenés con él?<br />
La banda se llama Cosa e’ Mandinga<br />
(cosas del diablo) porque a los ritmos<br />
<strong>com</strong>o los que suenan en mi disco se<br />
les dice que son ritmos endiablados. El<br />
nombre del disco es In Creyendo y es<br />
un juego de palabras entre el término<br />
musical “In crescendo”, que significa<br />
aumentar la intensidad, y “creyendo”<br />
del verbo creer. Yo espero estar creciendo<br />
y todavía no he dejado de creer<br />
porque si no creyera, no crecería. Y en<br />
cuanto al disco, mi deseo es que llegue<br />
a la gente, que lo conozcan, que se escuche,<br />
poder salir a tocar las canciones<br />
y que la música no quede sólo en una<br />
cajita.<br />
Contacto:<br />
blancosantiago@hotmail.<strong>com</strong><br />
Nueve títulos <strong>com</strong>piten, desde<br />
obras costosas vinculadas al cine<br />
de géneros (ciencia ficción en La<br />
llegada, musical en La La Land, aggiornamiento<br />
del western en Sin nada que<br />
perder, épica bélica en Hasta el último<br />
hombre), pasando por dos dramas<br />
medianamente denunciatorios (Fences,<br />
Talentos ocultos) y tres films de presupuesto<br />
bajo con alcances dramáticos<br />
diversos (Manchester junto al mar, Luz<br />
de luna, Un camino a casa). En ese lote<br />
hay una tendencia clara a recuperar<br />
historias que resaltan la importancia de<br />
la diversidad étnica y de géneros, en<br />
momentos en que el presidente electo<br />
intenta a voz en cuello levantar muros<br />
ideológicos, raciales y físicos. Debe<br />
decirse que esas candidaturas son una<br />
respuesta de la Academia a las protestas<br />
del año pasado, cuando la <strong>com</strong>unidad<br />
artística negra se rebeló contra<br />
unas nominaciones que los ignoraban<br />
por segunda vez consecutiva. Este año<br />
no pueden quejarse pero (<strong>com</strong>o sucede<br />
habitualmente con los pedidos de<br />
perdón indirectos) a los miembros de la<br />
Academia se les ha ido la mano: cuatro<br />
de los nueve títulos (Luz de luna, Talentos<br />
ocultos, Un camino a casa, Fences)<br />
se centran en minorías étnicas, pero<br />
tres de ellos no merecerían <strong>com</strong>petir si<br />
ésta fuera una temporada normal de<br />
premios. A diferencia del año anterior,<br />
hoy parece haber un gran favorito, y<br />
también un notable film que sobrepasa<br />
en calidad a los demás. Por suerte, ninguno<br />
de los nueve títulos es un fiasco<br />
absoluto, <strong>com</strong>o tantas veces ocurrió en<br />
el pasado. Tampoco se observan olvidos<br />
que den vergüenza ajena, con una solitaria<br />
excepción: el disparate que Amy<br />
Adams haya quedado fuera del quinteto<br />
de actrices nominadas, a pesar de las<br />
dos estupendas labores que nos dio este<br />
año (La llegada y Animales nocturnos).<br />
Dicho esto, cabe preguntarse quién ganará<br />
el domingo.<br />
El largo fi n de semana de carnaval quedará partido a la mitad<br />
para los cinéfi los: el domingo, en la espectacular, farragosa y casi<br />
siempre previsible ceremonia del Oscar, se verá quiénes saldrán<br />
sonriendo y quiénes deberán “actuar” sus muecas de alegría, en lo<br />
que (nos guste o no) es la gala más mediática del mundo del cine<br />
LA FAVORITA<br />
Candidata en 14 categorías (igualando<br />
el récord de La malvada en 1950 y<br />
Titanic en 1997), la gran favorita es la<br />
<strong>com</strong>edia romántico-musical La La Land<br />
de Demian Chazelle. La historia de amor<br />
entre la aspirante a actriz de cine y el<br />
pianista de jazz ya ha arrasado con los<br />
principales premios de la industria, y no<br />
parece correr riesgos a la hora de ganar<br />
el máximo galardón. El film tiene todo<br />
lo que al votante del Oscar le gusta: es<br />
glamoroso, es espectacular en sus escenas<br />
de canto y baile, tiene una pareja<br />
joven y carismática que está en la cresta<br />
de la ola, y además es talentoso. A pesar<br />
de las estadísticas históricas que podrían<br />
jugarle en contra, ya que Hollywood no<br />
suele premiar el cine de géneros (sólo<br />
cinco musicales ganaron el Oscar en 90<br />
años), el film viene librando sus batallas<br />
con inusitada fuerza. Es m<strong>uy</strong> probable<br />
que pierda en varias de sus candidaturas<br />
(por eso no creo que establezca ningún<br />
récord), pero en el principal rubro<br />
no le veo rivales con el empuje necesario<br />
<strong>com</strong>o para desbancarlo. Si pasara<br />
eso, sería la gran sorpresa de la noche.<br />
LA MEJOR<br />
Pero por más que La La Land sea un<br />
buen film, si gana no será justo en<br />
términos cinematográficos. Porque<br />
entre los títulos en carrera hay una obra<br />
mayor, Manchester junto al mar de<br />
Kenneth Lonergan, un drama emocionalmente<br />
duro, de corte independiente,<br />
que posee un libreto sin fisuras y una<br />
superlativa labor de Casey Affleck, actor<br />
a mi entender limitado a nivel dramático,<br />
pero que aquí misteriosamente<br />
trepa hasta la brillantez en el difícil rol<br />
que le tocó en suerte. La película es la<br />
historia de un solitario encargado de<br />
mantenimientos de edificios en Boston<br />
y peleado con la vida por dolores<br />
impronunciables, que serán revelados<br />
lentamente al espectador cuando ese<br />
hombre deba viajar a su pueblo natal<br />
para hacerse cargo de un sobrino adolescente.<br />
El film tiene seis nominaciones:<br />
película, director, libreto, actor, actriz de<br />
reparto y actor de reparto. Por lo menos<br />
merece las cuatro primeras, y dos de<br />
ellas (libreto, actor) quizá puedan amargarle<br />
la noche a La La Land.<br />
LA RIVAL<br />
Pero <strong>com</strong>o Hollywood es un lugar que<br />
tiene m<strong>uy</strong> mala conciencia, quizás se<br />
decante por galardonar a Luz de luna<br />
de Barry Jenkins, que con ocho nominaciones<br />
es el film “estandarte” de las luchas<br />
por la igualdad étnica y de géneros<br />
en Estados Unidos. Es la historia de un<br />
joven negro, de infancia y adolescencia<br />
difíciles, que se hace mayor en un<br />
entorno violento y suburbano de Miami.<br />
Además es homosexual, y debe sobrevivir<br />
no sólo a su relación con la violencia<br />
cotidiana y la mafia, sino también al estresante<br />
contacto con su madre adicta y<br />
a las barreras emocionales que él mismo<br />
se impone debido a su condición de gay.<br />
En un año signado por las reivindicaciones<br />
de las minorías y la enconada lucha<br />
de los artistas contra los descabellados<br />
dislates de Trump, Luz de luna se instala<br />
con fuerza adicional para poder arrebatarle<br />
varias estatuillas a los dos títulos<br />
anteriores.<br />
Los seis restantes en cambio tienen<br />
menos chances de ganar, aunque quizás<br />
logren premios en rubros técnicos o de<br />
actuación. De ellos, Sin nada que perder<br />
de David Mackenzie es una sólida<br />
revisión del western desde perspectiva<br />
actual, y también posee un mensaje<br />
políticamente incorrecto: en la sociedad<br />
de hoy los verdaderos ladrones no son<br />
los asaltantes, sino los banqueros y los<br />
gobiernos. La llegada de Denis Villeneuve<br />
es la ciencia ficción más seria en años,<br />
aunque no sea Kubrick ni Tarkovski,<br />
<strong>com</strong>o su autor querría; y Hasta el último<br />
hombre de Mel Gibson es un ejemplo<br />
de cine bélico de innegable contundencia<br />
visual. Por su parte Talentos<br />
ocultos, Un camino a casa y Fences (que<br />
en Montevideo no está en cartel, ni<br />
estará) son menores, y sólo justifican su<br />
inclusión en la nómina por el momento<br />
político especial que se vive.<br />
TRUMP VS. EXTRANJEROS<br />
Pero más allá del favoritismo previo de<br />
La La Land o la dura batalla entre Ryan<br />
Gosling y Casey Affleck, lo más candente<br />
de la ceremonia será el asunto<br />
político. Eso se vislumbra en la puja<br />
entre las actrices, donde tenemos una<br />
favorita (Emma Stone por La La Land) y<br />
una durísima rival (Isabelle Huppert por<br />
Elle). Pero en la ceremonia del Globo de<br />
Oro Meryl Streep pronunció un contundente<br />
discurso anti Trump, saludado<br />
<strong>com</strong>o una toma de posición de todo<br />
Hollywood. Eso da chance adicional a la<br />
veterana diva, candidateada por su caricatural<br />
rol en Florence. De triunfar sería<br />
el cuarto Oscar para Meryl, que igualaría<br />
el récord de Katharine Hepburn.<br />
Sin embargo, es en el rubro “mejor film<br />
extranjero” donde el tema político aflora<br />
con inusitado vigor. Hasta hace días<br />
la película favorita era la alemana Toni<br />
Erdmann de Maren Ade, <strong>com</strong>edia dramática<br />
acerca de las relaciones de una<br />
hija segura de sí misma y organizada,<br />
con un padre cargoso y divertido que un<br />
día la da vuelta de cabeza al preguntarle<br />
si se siente feliz. Las chances del film,<br />
empero, se han visto mermadas ante<br />
el revuelo mediático ocasionado por el<br />
film iraní El viajante de Asghar Farhadi,<br />
quien semanas atrás declaró que no asistirá<br />
a la ceremonia, <strong>com</strong>o protesta por<br />
la anunciada decisión de Trump de no<br />
permitir el ingreso a Estados Unidos de<br />
ciudadanos de siete países musulmanes<br />
acusados de exportar el terrorismo (e<br />
Irán es uno de ellos). En apoyo del director<br />
acudió la agencia que lo representa,<br />
cancelando la costosa fiesta que realiza<br />
habitualmente en estas ocasiones, y<br />
donando el costo estimado (250.000 dólares)<br />
a la Unión Estadounidense por las<br />
Libertades Civiles y al Comité Internacional<br />
de Rescate.No sólo las películas y los<br />
divos protagonizarán la ceremonia del<br />
domingo. Hay una posición política del<br />
colectivo que sin duda marcará los pasos<br />
a seguir en el futuro.
26 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
27<br />
LITERATURA<br />
>> Mauricio Rodríguez<br />
TEATRO<br />
>> Leonardo Flamia<br />
TODO TIENE UN FINAL<br />
ACTO CON PALABRAS<br />
Según ha informado la propia editorial<br />
Planeta, la presentación del<br />
libro se realizó en noviembre de<br />
2016, en el Templo Expiatorio del Sagrado<br />
Corazón de Jesús, ubicado sobre<br />
el Tibidabo, con vistas a la ciudad de<br />
Barcelona y ante más de 200 invitados<br />
del mundo editorial y de los medios<br />
de <strong>com</strong>unicación. La introducción del<br />
evento se hizo con música <strong>com</strong>puesta<br />
e interpretada por el propio autor que<br />
fue rodeado por montañas de libros<br />
cubiertos de cenizas. Así se intentó<br />
crecrear la atmósfera mágica de “El cementerio<br />
de los libros olvidados”. Con<br />
esta nueva novela Ruiz Zafón pretende<br />
despedirse del laberinto de historias y<br />
personajes que conforman el universo<br />
literario de la saga y, según ha dicho,<br />
lo ha hecho “con una sensación de paz<br />
y satisfacción del trabajo hecho y la ilusión<br />
de <strong>com</strong>partir lo que había soñado<br />
con los lectores”.<br />
La saga de “El cementerio de los libros<br />
olvidados” tuvo su puntapié inicial<br />
hace más de 15 años. Su objetivo fue,<br />
según las propias palabras de Ruiz<br />
Zafón, “homenajear a la literatura y al<br />
placer de la lectura”, con “la creación<br />
de una historia que tuviera <strong>com</strong>o protagonistas<br />
a lectores, escritores, libreros<br />
y editores”, y que <strong>com</strong>binara todos<br />
los géneros literarios para “recuperar<br />
los temas clásicos de las pasiones humanas”<br />
y “despertar el espíritu crítico”<br />
en sus lectores.<br />
“El laberinto...” está ambientado en la<br />
Barcelona de finales de los años 50, Allí<br />
Daniel Sempere – el personaje central<br />
de la saga - ha dejado atrás su pasado,<br />
y ya no es el niño que en las primeras<br />
hojas de la primera novela descubrió<br />
el libro que habría de cambiarle la vida<br />
entre los pasadizos del cementerio<br />
de los libros olvidados. Ahora es un<br />
adulto que se enreda en el misterio de<br />
la muerte de su madre Isabella, que<br />
lo afecta y lo arrastra a un abismo del<br />
que su siempre presente amigo Fermín<br />
y su esposa Bea intentan rescatarlo.<br />
En ese camino, justo cuando Sempere<br />
cree estar a punto de resolver el<br />
enigma, una conspiración oscura y más<br />
<strong>com</strong>pleja de lo que imagina <strong>com</strong>ienza<br />
a gestarse desde las mismas entrañas<br />
del Régimen. Es ahí cuando Carlos Ruiz<br />
Zafón hace ingresar en escena a Alicia<br />
Gris, “un alma nacia de las sombras de<br />
la guerra”, para “conducirlos al corazón<br />
de las tinieblas y develar la historia<br />
secreta de la familia, aunque a un terrible<br />
precio”.<br />
Así guía Ruiz Zafón a sus personajes<br />
y, de la mano de ellos, a sus lectores,<br />
por este voluminoso “Laberinto..”, un<br />
libro que supera las 920 páginas. Es la<br />
novela más extensa de la saga y, según<br />
ha coincidido gran parte de la prensa<br />
del mundo hispano, la más esperada<br />
por los más de 25 millones de lectores<br />
que Zafón ha conquistado en todo<br />
el mundo, ya que resuelve todos los<br />
misterios que quedaron flotando en el<br />
aire luego de “La sombra del viento”,<br />
“El Juego del ángel” y “El prisionero<br />
del cielo”. De todas maneras, el lector<br />
A fines de 2016 se presentó “El laberinto de los espíritus” (Editorial<br />
Planeta), la nueva novela de Carlos Ruiz Zafón. Es la cuarta y<br />
última entrega de la saga de “El cementerio de los libros olvidados”<br />
y llevó a que en el mundo hispano Ruiz Zafón superara los 25<br />
millones de lectores.<br />
no iniciado en la obra de Ruiz Zafón<br />
puede leer cualquier de ellas en forma<br />
independiente.<br />
Parte de la crítica internacional ya ha<br />
elevado éstas obras de Ruiz Zafón a la<br />
categoría de clásico contemporáneo.<br />
Las novelas que integran “El cementerio<br />
de los libros olvidados” “se han<br />
convertido en uno de los universos<br />
literarios más apasionantes del nuevo<br />
siglo”, y a Carlos Ruiz Zafón en “el<br />
escritor español más leído en todo el<br />
mundo después de Cervantes”.<br />
En su página web, el autor se presenta<br />
así: “Mi afición a los dragones viene de<br />
largo. Barcelona es ciudad de dragones,<br />
que adornan o vigilan muchas de sus<br />
fachadas, y me temo que yo soy uno<br />
de ellos. Quizás por eso, por solidaridad<br />
con el pequeño monstruo, hace ya<br />
muchos años que los colecciono y les<br />
ofrezco refugio en mi casa, dragonera<br />
al uso. Al día de hoy ya son más de 400<br />
criaturas dragonas las que hacen mi<br />
censo, que aumenta cada mes. Además<br />
de haber nacido en el año, por supuesto,<br />
del dragón, mis vínculos con estas<br />
bestias verdes que respiran fuego son<br />
numerosos. Somos criaturas nocturnas,<br />
aficionadas a las tinieblas, no particularmente<br />
sociables, poco amigas de hidalgos<br />
y caballeros andantes y difíciles<br />
de conocer”.<br />
Nacido en 1964, Ruiz Zafón estudió en<br />
un colegio jesuita y <strong>com</strong>enzó tempranamente<br />
a trabajar en el mundo de<br />
la publicidad. Fue director creativo<br />
de una agencia m<strong>uy</strong> importante de<br />
Barcelona hasta que en 1992 decidió<br />
ponerse a escribir. En 1993 se dio a<br />
conocer con “El príncipe de la niebla”,<br />
dedicado a lectores más jóvenes, que<br />
formó junto a “El palacio de la medianoche”<br />
y “Las luces de setiembre” de<br />
la “trilogía de la niebla”. “El príncipe...”<br />
le valió ganar el premio Edebé y con el<br />
dinero del premio se radicó en Estados<br />
Unidos, donde se dedicó algunos<br />
años a escribir guiones. En 1998 publicó<br />
“Marina” y en 2001 “La sombra<br />
del viento”, la novela que abrió esta<br />
saga de “El cementerio de los libros<br />
olvidados” y con la que alcanzaría el<br />
reconocimiento internacional. Luego<br />
seguirían “El juego del ángel” (2008) y<br />
“El prisionero del cielo” (2011). En “La<br />
sombra...” Daniel Sempere, el protagonista,<br />
es un muchacho que un amanecer<br />
de 1945 es llevado por su padre a<br />
un misterioso lugar oculto en el corazón<br />
de la ciudad vieja: el cementerio<br />
de los libros olvidados. Allí encuentra<br />
un libro maldito que cambia el rumbo<br />
de su vida y lo arrastra a un laberinto<br />
de intrigas y secretos enterrados en el<br />
alma oscura de la ciudad. “El juego...”<br />
tiene lugar en la turbulenta Barcelona<br />
de los años 20 donde un joven escritor<br />
obsesionado con un amor imposible<br />
recibe la oferta de un misterioso<br />
editor para escribir un libro “<strong>com</strong>o no<br />
ha existido nunca”, a cambio de una<br />
fortuna y algo más. En “El prisionero...”,<br />
que transcurre en la Barcelona<br />
de 1957, Sempere y su infaltable amigo<br />
Fermín, que ya habían adquirido la<br />
categoría de héroes en “La sombra...”,<br />
se reencuentran para afrontar el mayor<br />
desafío de sus vidas, en el que Sempere<br />
es arrastrado a enfrentarse a las sombras<br />
que están creciendo en su interior.<br />
Justo cuando todo parecía empezar a<br />
sonreírles, un inquietante personaje<br />
visita la librería de Sempere y amenaza<br />
con develar un terrible secreto que lleva<br />
enterrado dos décadas en la oscura<br />
memoria de la ciudad.<br />
Las obras de Ruiz Zafón han sido traducidas<br />
a más de cincuenta idiomas y<br />
ha construido un universo literario que<br />
lo ha convertido en uno de los grandes<br />
fenómenos de las letras contemporáneas<br />
en los cinco continentes. Esto le<br />
ha valido una impresionante cantidad<br />
de reconocimientos. En España<br />
(entre otros, Premio de la Fundación<br />
José Manuel Lara al libro más vendido,<br />
Premio de los Lectores de La Vanguardia,<br />
Premio Protagonistas), en Estados<br />
Unidos (Borders Original Voices Award,<br />
Gumshoe Award, New York Public Library<br />
Book to Remember, entre otros),<br />
en Francia, Bélgica, Holanda, Noruega,<br />
Portugal y Canadá. En 2007 “La sombra<br />
del viento” fue seleccionada en una<br />
lista confeccionada por 81 escritores y<br />
críticos latinoamericanos y españoles<br />
<strong>com</strong>o uno de los mejores 100 libros<br />
en lengua castellana de los últimos 25<br />
años. Hace un tiempo le ofrecieron<br />
insistentemente a Ruiz Zafón llevar<br />
“La sombra del viento” al cine, pero<br />
él se niega y argumenta que no solo<br />
no necesita el dinero sino que siente<br />
que sería “una traición”. “Es imposible<br />
hacer una mejor película que la que<br />
uno va a ver cuando empiece a leer la<br />
novela”, por lo que sería “redundante,<br />
irrelevante y totalmente innecesario”,<br />
sentenció.<br />
Will Eno (dramaturgo norteamericano<br />
nacido en 1965) es<br />
presentado <strong>com</strong>o el Samuel<br />
Beckett de su generación. Rogelio<br />
Gracia, el actor que ha decidido montar<br />
la primera obra de Eno en nuestro<br />
país, el año pasado actuó en una<br />
versión de Fin de partida, de Beckett,<br />
dirigida por Jorge Denevi. Era lógico<br />
ir a ver Tom Pain (basado en nada), la<br />
obra de Eno en que actúa Gracia, con<br />
expectativas de encontrarse con Beckett,<br />
expectativas, saludablemente,<br />
satisfechas a medias. Los móviles que<br />
están detrás de la búsqueda estética<br />
de Eno parecen similares a los de Beckett,<br />
y sus soluciones hasta pueden<br />
ser análogas, pero la teatralidad de<br />
Eno es distinta, su lenguaje tiene que<br />
ver con su tiempo, que no es el de<br />
Beckett (y esto no significa que Beckett<br />
no nos hable hoy día).<br />
“Beckett imagina situaciones a partir<br />
de dos principios filosóficos heideggerianos:<br />
que existir es ser-en-eltiempo<br />
y que el hombre vive ‘para la<br />
muerte’”. Estas palabras de Eduardo<br />
Romano no significan, <strong>com</strong>o recordábamos<br />
el año pasado, que Beckett<br />
sea solo un ilustrador de la obra de<br />
Heidegger, pero sí aportan algunas<br />
claves para interpretar al dramaturgo<br />
irlandés. El paso del tiempo corroe a<br />
los personajes de Beckett, y la muerte<br />
<strong>com</strong>o horizonte temporal los coloca<br />
en jaque. En Fin de Partida, Esperando<br />
a Godot o Días Felices el paso del<br />
tiempo atraviesa a los personajes, y la<br />
muerte, la aniquilación, opera <strong>com</strong>o<br />
determinante de las acciones (o inacciones)<br />
de esas criaturas. Para Heidegger<br />
el hombre es el “ser para la<br />
muerte”, el único ser que es consciente<br />
de que va a morir. Heidegger dirá<br />
que el hombre se pasa la vida intentando<br />
ocultar que va a morir, tratando<br />
de olvidar el horizonte de muerte<br />
del que no puede escapar, esa<br />
forma de vivir es llamada por<br />
el filósofo alemán “inauténtica”.<br />
Pero el hombre también<br />
es posibilidad, a diferencia<br />
de otros seres, el hombre<br />
no está determinado por su<br />
naturaleza para repetirse<br />
igual a sí mismo fatalmente,<br />
sino que es posibilidad.<br />
Esa posibilidad entra en<br />
juego en el universo beckettiano<br />
para tensionar a<br />
los personajes y proyectarlos<br />
hacia un futuro<br />
incierto, quizá de meras<br />
ilusiones.<br />
El paso del tiempo y la<br />
muerte <strong>com</strong>o horizonte<br />
son explícitamente<br />
enunciadas por Tom<br />
Pain cuando le pregunta<br />
a la platea: “¿Qué<br />
harían si tienen solo<br />
un día de vida?” y<br />
ante el alud de respuestas<br />
obvias y lugares<br />
<strong>com</strong>unes agrega:<br />
“¿Y si tienen cuarenta<br />
años de vida?”. Luego de una pausa<br />
Tom Pain responderá: “Nada, si son<br />
alguien mediocre <strong>com</strong>o yo, no harán<br />
nada”. Esa tensión entre el paso del<br />
tiempo y la muerte, que tanto preocupara<br />
tanto a Heidegger <strong>com</strong>o a<br />
Beckett, reaparece en la obra de Eno,<br />
solo que con una ironía casi cínica,<br />
<strong>com</strong>o cuando al final de la obra Pain,<br />
con una sonrisa socarrona, exclama:<br />
“¿No es genial estar vivo?”.<br />
BASADO EN NADA<br />
Así <strong>com</strong>o en la pantomima Acto<br />
sin palabras un personaje, en clave<br />
claramente existencialista, es “arrojado”<br />
al mundo-escenario, en Tom<br />
Pain el personaje que protagoniza<br />
la obra aparece <strong>com</strong>o arrojado al<br />
escenario, con los pies descalzos,<br />
aunque sentado en un cómodo sillón.<br />
Tom Pain parece ser un cómico,<br />
un monologuista que elabora su<br />
“acto” hablando de sí mismo, de sus<br />
peripecias. Si bien no son ajenos al<br />
universo beckettiano el clown o el<br />
payaso, los personajes<br />
del autor<br />
de Fin de partida son abstractos,<br />
mientras que en el<br />
caso de esta obra de Eno<br />
nos enfrentamos ante una<br />
singularidad bastante concreta,<br />
que nos habla de sus<br />
experiencias de la infancia,<br />
de un amor fallido, del<br />
dolor cercano a la muerte<br />
<strong>com</strong>o algo m<strong>uy</strong> subjetivo.<br />
Esta parece ser la gran<br />
diferencia entre Eno y<br />
Beckett. Tom Pain es todo<br />
singularidad, pero una<br />
singularidad que interpela<br />
al público, que rompe<br />
la cuarta pared cuando<br />
habla con el operador<br />
de luces y vuelve a las<br />
butacas donde el espectador<br />
está sentado en<br />
parte del “escenario”.<br />
En ese momento somos<br />
nosotros que estamos<br />
“arrojados” en el teatro,<br />
y las confesiones de Ton<br />
Pain, a la manera de<br />
los monologuistas contemporáneos,<br />
buscan la <strong>com</strong>plicidad del<br />
público. Y cuando el público<br />
puede rastrear en sí mismo<br />
algún aspecto traumático<br />
de su niñez análogo al<br />
del protagonista quizá el<br />
hecho estético se haya<br />
consumado, la <strong>com</strong>unicación<br />
habrá cerrado el circuito,<br />
aunque el sentido<br />
para nada esté unívocamente<br />
determinado. La<br />
nada que parece pautar<br />
ese espectáculo, la vida<br />
de Tom Pain, no es m<strong>uy</strong><br />
distinta a la nada que puede pautar<br />
la vida del espectador, una nada cargada<br />
de traumas y hechos dolorosos,<br />
de búsqueda del amor, de juegos de<br />
humor y de ironía. Una nada en que<br />
la muerte es una posibilidad presente<br />
en todas las demás, pero que no<br />
necesariamente paraliza a esas otras<br />
posibilidades.<br />
La <strong>com</strong>binación de las reflexiones de<br />
Eno acerca de la existencia con una<br />
forma teatral que no posa de “trascendencia”<br />
y que no “expone” sino<br />
que “<strong>com</strong>parte”, a veces bastante<br />
provocadoramente, es una singularidad<br />
de este autor. Quien busque una<br />
obra que “cierre”, seguramente se<br />
vea fastidiado por un espectáculo que<br />
parece girar alrededor de hechos del<br />
pasado del protagonista que lo asaltan<br />
desordenadamente. Pero quien se<br />
abra a una experiencia teatral en que<br />
hay que jugar con el personaje, seguir<br />
sus inconexas historias autorreferenciales<br />
buscando en ellas las propias,<br />
va a ser partícipe de un hecho teatral<br />
intenso, con pasajes lúdicos y morbosos,<br />
irónicos y cínicos.<br />
El juego que propone Eno no es fácil<br />
de poner en pie, Rogelio Gracia y<br />
Lucio Hernández hacen un gran trabajo<br />
buceando en el texto, extrayendo<br />
esas reflexiones sobre la vida y la<br />
muerte pero sin hacerlas un pesado<br />
mamotreto teatral sino un divertido<br />
y provocador monólogo que tiene<br />
alerta al público en todo momento.<br />
Rogelio Gracia parece haber incorporado<br />
el cinismo juguetón del personaje<br />
para hacerlo emerger desde cada<br />
movimiento de su cuerpo, desde cada<br />
inflexión de su voz. Una sorpresa este<br />
espectáculo, que ojalá pueda sumar<br />
más funciones.<br />
Tom Pain (basado en nada). Autor:<br />
Will Eno (Traducción de Stefanie Neukirch).<br />
Dirección: Lucio Hernández.<br />
Actor: Rogelio Gracia.
28 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
29<br />
VOCESDEIDA&VUELTA<br />
<strong>voces</strong>@<strong>voces</strong>.<strong>com</strong>.<strong>uy</strong><br />
ESA CAJA BOBA<br />
QUE NOS TRATA<br />
COMO IDIOTAS<br />
>> Matías Rótulo<br />
(*) matiasrotulo@gmail.<strong>com</strong><br />
+ JUSTICIA – DERECHOS<br />
MINISTERIO DEL INTERIOR = BSE<br />
Señor Director:<br />
Para empezar le relataré el hecho – real – que da<br />
origen a ésta, el 17/04/2015 tengo consulta con el<br />
cardiólogo y estando en Fray Bentos viajo a Montevideo<br />
a las 3 AM. Al salir de Tres Cruces a las<br />
7.30 hs. <strong>com</strong>ienzo a recibir llamadas en mi celular<br />
y <strong>com</strong>o había dejado en Fray Bentos a un hermano<br />
y a mi madre, lo primero que se me ocurre<br />
es que había pasado algo con ella, ya que desde<br />
algún tiempo andaba con la salud algo cascoteada,<br />
pero no, eran vecinos que habían visto una<br />
camioneta del Ministerio del Interior – Secc. 2da. –<br />
metida dentro de lo que era mi dormitorio, lo que<br />
había ocurrido a las 5 AM cuando una camioneta<br />
particular había chocado con la policial. Por eso<br />
es que puedo escribir, por segunda vez le debo la<br />
vida al cardiólogo.<br />
Allí <strong>com</strong>ienza mi calvario, mi hermano va a la<br />
<strong>com</strong>isaría y habla con el <strong>com</strong>isario de turno y éste<br />
le dijo que hiciera arreglar todo que después le<br />
llevara las boletas y que él las pagaría. Cuando yo<br />
regreso a F.B. el 20/04 y me <strong>com</strong>enta lo sucedido,<br />
yo le dije: “te cagó de una mentira, eso no es así”,<br />
pero ya estaban reparando la casa y a las dos o<br />
tres semanas vamos a la <strong>com</strong>isaría con las boletas,<br />
preguntamos por el <strong>com</strong>isario Massa, que por supuesto<br />
no estaba y le dijimos a la funcionaria que<br />
nos atendió que le dejábamos esas boletas para<br />
él, a lo que ella nos dijo que no era así y <strong>com</strong>o yo<br />
me la veía venir y estaba juntando bronca, le dije<br />
medio enojado: “quién manda aquí, Ud. o el <strong>com</strong>isario?”<br />
a lo que ella accedió a recibir las boletas<br />
pero en nuestra intimidad supimos que no iban a<br />
pagarnos nada.<br />
Acá viene la segunda parte de lo ridículo; con un<br />
abogado local vamos a la justicia a lo que se llama<br />
etapa de conciliación, ante lo cual se nos dice que<br />
tenemos que llevar esa medida en Montevideo,<br />
que es el lugar de la sede del Ministerio del Interior.<br />
Resulta que me rompen mi casa en Fray Bentos<br />
y tengo que venir a pedir justicia a Montevideo,<br />
tengo que trasladar testigos, con el costo de<br />
pasajes, pérdidas de días de trabajo, etc. y supongamos<br />
el perjuicio que significaría para cualquier<br />
ciudadano de ciudades más alejadas, por ejemplo,<br />
Artigas, con el único resultado que sería el desestimiento<br />
de cualquier acción contra el Ministerio.<br />
A todo esto se agrega que aparece el Banco de<br />
Seguros del Estado <strong>com</strong>o cómplice con el Ministerio<br />
del Interior, ya que ambos manifestaron que la<br />
responsabilidad es del otro, el tercer involucrado,<br />
nosotros no tenemos nada que ver, nos dijeron.<br />
Consideración del caso, una de las preguntas que<br />
formulamos fue que estaba haciendo ese vehículo<br />
policial a esa hora y nos contestaron que era un<br />
procedimiento; yo me pregunto que procedimiento<br />
urgente sería que lo llevan a cabo dos agentes<br />
de segunda – un masculino y una femenina – sin<br />
balizas ni sirena.<br />
Según el parte del accidente dicen que efectuaban<br />
una “recorrida”, por lo que yo se, las recorridas<br />
se practican a velocidades bajas, si esto fue así<br />
<strong>com</strong>o es que no pudieron evitar subir a la vereda e<br />
incrustarse en mi casa?, o era el chófer un inepto,<br />
o iban haciendo algo que les impidió reaccionar a<br />
tiempo, o tal vez iban a mayor velocidad en la recorrida<br />
para llegar a algún lugar que poco tendría<br />
que ver con sus funciones.<br />
Dicen que el coche del otro conductor particular<br />
no poseía seguro, cómo puede ser que existiendo<br />
el seguro obligatorio (SOA), nadie controle y<br />
justamente estos dos organismos del Estado que<br />
tendrían que ser los encargados de tal control,<br />
Ministerio del Interior y su cómplice el Banco de<br />
Seguros del Estado pretendan eludir responsabilidades.<br />
La espirometría a los agentes involucrados dio<br />
negativa y la realizaron integrantes de su misma<br />
repartición, lo que me plantea dudas acerca de los<br />
resultados.<br />
Hace siete meses le pedí una entrevista al Presidente<br />
del Banco de Seguros, al enfrentarme a tantos<br />
inconvenientes sin aparente salida. Su secretaria<br />
me contestó, luego de varios intentos, que el<br />
Sr. Mario Castro estaba m<strong>uy</strong> ocupado que cuando<br />
tuviera algún tiempo se <strong>com</strong>unicaría conmigo. Ello<br />
no ha ocurrido y entonces mi pregunta es, estará<br />
ocupado negociando con empresas c<strong>uy</strong>os titulares<br />
están acusados de violaciones a los DDHH, integrantes<br />
de la OCOA?<br />
Por lo del título, dijo alguien que para muchos<br />
juristas es el maestro, cuando lo justo choca con el<br />
Derecho, abandona el Derecho.<br />
Sin más, atentamente lo saluda.<br />
Luis Rodriguez<br />
Luis Alberto Rodriguez Fleitas<br />
C.I. 1.952.128-9<br />
Tel: 099 146 224<br />
INFORMAMOS SOBRE LA ANGUSTIA<br />
DE UN TIPO VIENDO ESTE INFORMATIVO<br />
En España duran cuarenta minutos,<br />
en Argentina los hay de una hora<br />
u hora y media, en Alemania media<br />
hora, acá duran dos horas cuatro<br />
veces por día. Son nuestros informativos<br />
de televisión, y también son nuestra<br />
gran pasión. Algunos funcionan<br />
<strong>com</strong>o las oficinas públicas que describía<br />
Mario Benedetti en su obra literaria:<br />
oscuros recintos con gente sentada,<br />
mostrando sus rostros irritados, burócratas<br />
repitiendo las mismas palabras<br />
que leyeron de los portales web de los<br />
diarios en el correr del día.<br />
Otros, tal es el caso de los periodistas<br />
de Canal 4, se ventilan un poco:<br />
- Vamos ahora con el móvil en vivo desde<br />
adentro de un auto, Leo...<br />
- Gracias Daniel, recordar que... estar en<br />
marcha, recordar que está en marcha,<br />
-perdón, es la adrenalina-, en estos<br />
momentos, un operativo policial... y<br />
nosotros estamos en vivo, absolutamente<br />
en vivo, no <strong>com</strong>o el hombre que<br />
vemos en la vereda, pero pasemos a<br />
otro tema... Además, tenemos un hurto<br />
en las inmediaciones de lo que es<br />
Paraguay y Mercedes; un carrito de feria<br />
que se rompió en lo que es el Barrio<br />
Municipal; un choque de bicicletas en<br />
lo que es la rambla, y... me informan<br />
que en estos momentos se produce un<br />
parto en lo que es un taxi, puja, puja,<br />
puja, respire, y que la parturienta está<br />
siendo asistida por el taxista que mete<br />
sus dedos por el lugar donde pasa el<br />
dinero reclamando que la señora le<br />
pague el viaje y que no le ensucie el<br />
tapizado. Es un varón. Y en otro orden,<br />
otro parto se dio, pero este fue en lo<br />
que es un auto de Uber, y en este caso<br />
es una niña nacida de tres kilos, pero<br />
que no es tan importante <strong>com</strong>o el<br />
primer niño nacido en cada año nuevo.<br />
Me informan que la niña nacida en el<br />
auto de Uber recibió tres caramelos de<br />
regalo <strong>com</strong>o atención al usuario. Vamos<br />
a estudios.<br />
- Ahora, Marcelo está en la marcha de<br />
18 de Julio.<br />
- Gracias Daniel, estamos en vivo, volvemos<br />
en seguida para contar más<br />
detalles.<br />
- (con voz engolada de presentadora de<br />
CNN devaluada en conductora de informativo<br />
uruguayo) M<strong>uy</strong> <strong>com</strong>pleto el<br />
informe de Marcelo, sensacional. Y ya<br />
vamos con la noticia en vivo desde una<br />
pollería donde se escucha el cocorocó y<br />
el quiquiriquí.<br />
¿Qué podemos hacer en dos horas?<br />
En dos horas podemos disfrutar de un<br />
recital de rock, contemplar la magia de<br />
Suárez y Messi en un partido de fútbol,<br />
Viajar de Montevideo a Colonia. Dos<br />
horas es lo que duran muchas clases en<br />
la Universidad. Puede ver a Momosapiens<br />
y Zíngaros en el Teatro de Verano,<br />
o a Momosapiens, Zíngaros, La Gran<br />
Muñeca, C1080 y Sociedad Anónima en<br />
un tablado de barrio. Si el tablado es<br />
municipal, en dos horas puede ver los<br />
anteriormente nombrados, más el bingo,<br />
Falta y Resto, Araca la Cana y hasta<br />
presenciar alguna piñata afuera.<br />
Estamos en vivo desde la casa de un hombre que quedó<br />
paralizado, sí, escuchó bien, pa-ra-li-za-do frente a su<br />
televisor, viendo la crónica de este periodista sobre su<br />
parálisis. ¿Qué le pasó? Se aburrió, estuvo tanto tiempo<br />
sentado que se le paspó la espalda por tenerla apoyada<br />
en el respaldo de su asiento. Además, tal <strong>com</strong>o se puede<br />
apreciar gracias a las imágenes de nuestro camarógrafo,<br />
se meo, se cagó y para peor, no se informó de nada.<br />
Un amigo me preguntó qué informativo<br />
miro. Me di cuenta que los miro<br />
a todos. Que empiezo a las 19:00 con<br />
Telenoche y termino <strong>com</strong>o a las 22:00<br />
con Telemundo. En el medio paso por<br />
Subrayado y el informativo de Televisión<br />
Nacional. No puedo ver el de VTV<br />
porque no tengo cable. Pierdo (¿O<br />
gano) tres horas de mi vida haciendo<br />
eso.<br />
Los informativos centrales uruguayos<br />
son una explicable consecuencia de<br />
nuestro ser nacional: tediosos, protestones,<br />
son un derroche de energía vital.<br />
Pero los informativos uruguayos no<br />
son ni sensacionalistas, ni tremendistas<br />
porque si fueran así valdría la pena<br />
tenerlos al aire por dos horas.<br />
Los informativos uruguayos son principalmente<br />
patriotas. Repiten cada<br />
repercusión uruguaya en el mundo<br />
<strong>com</strong>o un mandado imperante: goles de<br />
uruguayos en el extranjero; si nuestro<br />
país es mencionado en cualquier medio<br />
internacional; si Mujica se pasea por<br />
Francia. Si ocurrió una tragedia en el<br />
mundo, antes de informar sobre dicha<br />
tragedia, aclaran que no hubo uruguayos<br />
en el hecho.<br />
Son también tan oficialistas que reproducen<br />
cada <strong>com</strong>unicado de prensa<br />
del gobierno. Intentan cubrir todo lo<br />
que ocurre en el país <strong>com</strong>o si fuera un<br />
mandato social a riesgo de ser ejecutado<br />
por algún grupo extremistas de<br />
televidentes con ansias de saber a qué<br />
acto concurre el director de la oficina<br />
de trámites poco relevantes ubicado en<br />
el quinto piso de algún ministerio.<br />
Los informativos no fomentan la cultura,<br />
no contrastan fuentes, no descubren<br />
casi ningún hecho nuevo. Los<br />
informativos uruguayos son todavía<br />
conducidos por Giacosa, Defeo y Néber<br />
pero con rostros de Daniel, Blanca y<br />
Aldo. Los noticieros ahora tienen cabezas<br />
jóvenes, pero que visten los mismos<br />
trapos viejos.
30 jueves 23 de febrero de 2017 | N˚ 550<br />
N˚ 550 | jueves 23 de febrero de 2017<br />
31<br />
EL PENSADOR<br />
LO QUE PASA EN LA VECINA ORILLA POR<br />
NO LEER A LOS PITUFOS EN LA ESCUELA…<br />
El mundo en<br />
Sergio Massa @SergioMassa<br />
Hay una cadena de vivos que saca provecho del trabajo ajeno.<br />
Éste es uno de los grandes problemas de la Argentina.<br />
TWITTER<br />
>> por Antonio Pippo<br />
He tenido una jornada de disfrute,<br />
aunque todo el mundo ande<br />
malhumorado por las tarifas<br />
(che, ¡no valoran nada!: tenemos el<br />
déficit fiscal más alto de la historia). Es<br />
que para un pensador insigne <strong>com</strong>o<br />
yo –hipócritas modestias aparte- es<br />
reconfortante vivir ciertas experiencias<br />
inesperadas.<br />
Reconozco que había olvidado por<br />
<strong>com</strong>pleto, cosa natural cuando se llega<br />
a determinada edad, que existía una<br />
rara tribu de seres autodenominados<br />
Pitufos, <strong>com</strong>unistas infiltrados, todos<br />
de piel azul (¡no iban a ser rojos precisamente<br />
si son agentes de la KGB disimulados!)<br />
y gorros copiados de los que,<br />
al menos antes, se usaban cuando los<br />
papás paquetes celebraban el cumpleaños<br />
de algún hijo de tres o cuatro años.<br />
Y quiere la vida –o sea las circunstancias<br />
que uno no maneja; en mi caso,<br />
todas- que, en un boliche pedorro, me<br />
encontrase con uno de ellos.<br />
Se había pintado de verde y andaba sin<br />
gorro; parecía un enano pelado escapado<br />
de una murga.<br />
-Dígame, amigo… ¿usted es un Pitufo?<br />
-Shhhhh… Hable bajo. Estoy de incógnito.<br />
Pasé a tomarme una por la<br />
humedad. A decir verdad me mandaron<br />
hacer <strong>com</strong>pras en el almacén de un<br />
<strong>com</strong>pa… Pero, claro, ¿vio cómo están<br />
las cosas con nosotros?<br />
-Y… se sentirán perseguidos por las<br />
huestes del Pompita, del Guapo y del<br />
Peter…<br />
-¿Capusotto?<br />
- No, Bordaberry…<br />
-¡Cercados! Pensar que estábamos tan<br />
cómodos en el baúl de los recuerdos y<br />
vino esta mina… Ciruela… ¡no!, Pera, y<br />
pidió la llave para que volviéramos a la<br />
lucha…<br />
-¿Quién tenía la llave?<br />
-El primero fue el Rodney. Cuando<br />
negoció para rajar se le dejó a la hija,<br />
pero Marina dijo que le pesaba mucho<br />
y la hacía andar agachada. Ja, qué<br />
novedad… A Olesker no se la quiso dar<br />
porque pierde todo, a veces hasta los<br />
calzoncillos, o se olvida, <strong>com</strong>o ser de<br />
lavar las camisas. ¿Quién iba a agarrar<br />
ese fierro caliente? ¡Marcelito Abdala,<br />
que la va de guapo! No iba a ser Lorier<br />
que por ahí la empeñaba… Bueno, el<br />
pelotudo fue y quedó al desnudo nuestra<br />
verdadera identidad…<br />
-¿Y qué piensan hacer? ¿Rajar para<br />
Venezuela…? Digo, porque Cuba es,<br />
casi, casi, la Disneylandia de la B, en<br />
Vietnam y China hay capitalismo y en<br />
Corea del Norte son boleta con el petiso<br />
esquizofrénico…<br />
-Por eso decidimos cambiar el perfil<br />
físico y quedarnos acá para infiltrarnos<br />
en otro lado… ¡Que nos saquen de ese<br />
libro de mierda, por favor!<br />
-Pero… infiltrarse ¿dónde?<br />
-Por ahora tenemos dos posibilidades.<br />
Una, mezclarnos entre los predictores<br />
del INUMET. ¡Esto sería un aporte patriótico<br />
que la sociedad terminaría por<br />
reconocer! Algún pronóstico acertaríamos,<br />
digo yo. Además contaríamos<br />
<strong>com</strong>o asesor con el Pato Celeste…<br />
-¡¿El Pato Celeste?! ¿Para qué? ¿Para ir<br />
en cana?<br />
-¡Nooo…! No sabe usted la habilidad<br />
que tiene, por ejemplo, para saber<br />
cuándo va a parar de llover denuncias…<br />
-Si confían…<br />
-No, tampoco la pavada. ¿Cree que somos<br />
nabos? Le vamos a poner un chip…<br />
-Está bien. ¿Y la otra posibilidad de<br />
infiltración?<br />
-El pelado Novick. Ahí hay buena guita…<br />
-¿Para quién?<br />
-Primero para nosotros. Podemos ser<br />
<strong>com</strong>unistas pero no boludos. Y algún<br />
restito para redistribuir, estilo devoluciones<br />
del FONASA… ¿Vio que el<br />
hombre está desesperado por incorporar<br />
gente? ¿Sabe la propaganda que<br />
puede desparramar por el país si sale a<br />
decir que cuenta con nosotros, pintados<br />
de verde y pelados? Es más: no sé<br />
si porque el whisky me avivó pero ya<br />
daría por sentado que ésta es la mejor<br />
opción. Y quemar en una hoguera<br />
pública todos los ejemplares de ese<br />
libro de mierda que salió… Ah, pagá la<br />
copa…<br />
Me quedé mirándolo. Que lo parió.<br />
Terminé de entender por qué a los bolches<br />
nadie les gana en estrategia.<br />
Mariel @ReinaMariel_<br />
Sergio acaba de descubrir la plusvalía. Cuando<br />
se entere del fetichismo de la mercancía sabés<br />
cómo la va a flashear.<br />
Alejandro Sánchez @pachasanchez<br />
Peleamos x la igualdad entre géneros. Sin<br />
embargo, la Biblia dice q la mujer sale d la<br />
costilla d un hombre. Texto usado en colegios<br />
privados<br />
Gabriel Pereyra @Gabrielhpereyra<br />
Libro de filosofía utiliza a los<br />
Picapiedras para explicar la realidad<br />
del <strong>com</strong>unismo local.<br />
Bulk Bogan @SilverGarch<br />
Para mí tendría que existir<br />
una cuponera de interpelaciones y cuando<br />
se termina sólo la podes recargar ganando<br />
una elección nacional.<br />
Rodrigo Misa @rodrimisa<br />
Cada vez que Bonomi dice “Ásterdan”, nace un<br />
niño holandés con otitis aguda.<br />
coco el dle camión@cocoeldelcamion<br />
piden una interpelación pero no van<br />
y el quórum se los termina dando el partido<br />
del ministro interpelado. hoy, en NAT GEO:<br />
el caso uruguay.<br />
federico @fimparatta<br />
hola @AnaDuranok, ¿con qué saco las manchas de<br />
neoliberalismo? no salen con nada.<br />
Leo Pintos @huesopintos<br />
Mi reconocimiento al Flaco atchugarry, el mejor<br />
caballo que hubo en la mitad del río. Lástima el<br />
jinete que le tocó.<br />
Joselo Garcia @joselogarcia123<br />
Si vas a la feria no te olvides de llevar la<br />
chismosa, o un carrito, o una murga. De los<br />
tres elementos que mejor te ayudan a hacer<br />
mandados<br />
Marìa Rosa Oña @MarosaOnia<br />
Si tuviera el lomo de Florencia Peña<br />
iba en bolas a la feria, la verdadera heroína<br />
es la que va a la playa con celulítis<br />
y le chupa un huevo<br />
Osvaldito @Osvaldito2013<br />
Mi nuevo hobby (?) es leer <strong>com</strong>o miden<br />
de ambos lados, a Fernando Amado<br />
y Gonzalo Mujica con la vara que<br />
más les conviene.<br />
wanda Icardi @WandaNara<br />
Me mandaron un mensaje diciendo<br />
que aparecía en un video y entré.<br />
Gracias a Dios era un virus.<br />
Advocatus. @SirTongass<br />
Para mi habría que prescindir de los jueces,<br />
y hacer encuestas en tuiter a ver que hay<br />
que hacer con los hijos de Valeria Sosa<br />
por ejemplo.<br />
Leo Pintos @huesopintos<br />
Poco homenaje le hizo nuestro Presidente a<br />
Vladimir Putin en su calidad de Presidente del<br />
país que nos dio su ensalada nacional.<br />
Mr. Lemon @mister__lemon<br />
off de record le re<strong>com</strong>endaron San Javier a tío<br />
Vlad para exilarse el día que caiga<br />
Garbell @Garbell_<br />
Unos 600 invitados, entre ellos representantes<br />
de todas las casas reales europeas asistirán a la<br />
absolución de la Infanta Cristina.<br />
Tuan @tuan<br />
La infanta es inocente<br />
por parte de padre.<br />
Petete Potemkin @Petetekin<br />
Si es que aquí ya no se puede<br />
ni robar en paz.<br />
Er Pali @beticorro1<br />
La infanta Cristina no se enteraba de ná y mi<br />
mujer se entera de tó, que mal está repartido el<br />
mundo.<br />
Dios @diostuitero<br />
La infanta Cristina “sigue creyendo en la<br />
inocencia de su esposo” y eso que le han dicho<br />
que los Reyes son los padres.<br />
la vecina rubia @lavecinarubia<br />
Yo no sé por qué la Casa Real no reconoce<br />
simplemente que la infanta Cristina no se<br />
enteraba de nada porque es rubia.<br />
gerardo tecé @gerardotc<br />
Tenemos una infanta que es tonta. No lo digo yo,<br />
lo dice una resolución judicial.<br />
R. López-Herrero @ElExpecial<br />
—Cris, he creado Noos, una entidad sinónimo<br />
de lucro. —Será “sin ánimo”.<br />
—Claro que sí, guapi.<br />
—Te quiero, Iñaki.<br />
Bob Estropajo @BobEstropajo<br />
Pues si algún futbolista tiene problemas fiscales<br />
que piensen que la otra hermana del rey está<br />
soltera.<br />
Profeta Baruc @Profeta_Baruc<br />
-¿Nombre? -Cristina Federica Victoria Antonia<br />
de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia<br />
-¿Y debo creerme que de lo demás<br />
no se acuerda?<br />
Hermanos Peláez @HermanosPelaez<br />
A un tío que se levanta 7 millones de € sólo con<br />
su jeta, lo encarcelamos. Y después queremos<br />
que la gente emprenda. ¡España! ¡Me dueles!<br />
Txino Deniro @DonTxino<br />
—Uy, se me ha caído el jabón. —Claro... Iñaki,<br />
eres al único que se le cae el jabón con efecto.<br />
Bob Estropajo @BobEstropajo<br />
La próxima declaración de renta podéis hacerla a<br />
lo ‘tonto’ que desgrava.<br />
Dios @diostuitero<br />
Ser Dios está bien, pero tenía que haberme<br />
apellidado Borbón para salvarme de la cruz.<br />
Pablo Tilox @PabloTilo<br />
A la Infanta le gustaría pagar la multa, pero<br />
claro, dice que tampoco sabe qué es el dinero.<br />
#L6Nnóoscondena<br />
XChewie @XChewie<br />
—Cristina ¿pretende que creamos que gastaba el<br />
dinero sin conocer su procedencia? —En casa de<br />
papá siempre ha sido así. —Ahí nos ha pillado.<br />
Perrete @Cacharrero_M<br />
A la infanta le han dado la absolución porque<br />
rezó un PADRE SUYO.... y el Señor intercedió<br />
Carmen GMagdaleno @MagdalenaProust<br />
Declarada tonta por sentencia judicial. Pocos<br />
pueden poner eso en su CV.<br />
gerardo tecé @gerardotc<br />
La bueno de la absolución de la infanta es que<br />
eso de “yo no sabía lo que firmaba” que no valía<br />
para las hipotecas, ahora sí valdrá. No?<br />
Pablo Tilox @PabloTilo<br />
Verás que risa cuando la Infanta diga que no paga<br />
la multa porque no sabe donde deja el dinero su<br />
marido.<br />
Hermanos Peláez @HermanosPelaez<br />
La próxima vez que justifiquéis cualquier<br />
subnormalidad con “Lo ha dicho un economista”,<br />
recordad que Cristina Borbón es economista.<br />
LA MERKEL @GobernoAlem<br />
Cualquier <strong>com</strong>entario en Twitter sobre la<br />
sentencia del caso Noos, será condenado más<br />
años que lo que le pueda caer a la infanta. #Ojo.<br />
Hermanos Peláez @HermanosPelaez<br />
Si nunca has cumplido condena por fraude fiscal,<br />
es que no te has esforzado lo suficiente en la<br />
vida.<br />
Txino Deniro @DonTxino<br />
Cuidado, guardas, Iñaki es un experto en<br />
evasiones (guiño-guiño).<br />
Osvaldito@Osvaldito2013<br />
Lamentable cómo la Justicia un día sí, y otro<br />
también, desoye los fallos del Alto Tribunal<br />
Amateur Tuitero. Para mí ya configura DESACATO.<br />
Erik el rojo @Redcoim<br />
Hombre, ya sabíamos que la justicia no es igual<br />
para todos... pero tampoco hacía falta una<br />
demostración tan apabullante, coño.<br />
Kim Jong-un @norcoreano<br />
Españoles, si queréis un jefe de Estado capaz de<br />
condenar a uno de sus hermanos, llamadme, que<br />
a mí no me tiembla el pulso.<br />
CENTRO KUANYIN<br />
Por inscripciones o más información,<br />
pueden <strong>com</strong>unicarse via e-mail centrokuanyin@gmail.<strong>com</strong><br />
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Prof. Victor Pérez<br />
Teléfonos: 094-354-876 / 2200-07-73
LA VENTANA Y EL ARTE<br />
CONTRAVOCES<br />
>> Luis<br />
Morales<br />
El periodista discurre por la ciudad.<br />
Va atento a descubrir algún chispazo<br />
de maravilla de los que suele<br />
ver aparecer en las fachadas de las casas.<br />
Sabe que en cualquier instante puede<br />
surgir el detalle que justifique su paseo.<br />
Empero, es consciente de que debe<br />
hacer acopio de paciencia. Sin prisas, se<br />
desliza por el entramado de las calles,<br />
<strong>com</strong>o si transitase por las galerías de una<br />
mina donde espera hallar el filón de belleza<br />
que corone sus esfuerzos.<br />
Dobla por una callejuela de la Ciudad<br />
Vieja. Nunca antes había pasado por<br />
allí. Camina media cuadra. Y, entonces,<br />
sucede.<br />
Un balcón <strong>com</strong>o cualquier otro. Dos<br />
postigos con celosías hechas con listoncitos<br />
de madera. Se detiene. Debe mirar<br />
dos veces para estar seguro de lo que ve.<br />
En una infinitesimal fracción de tiempo,<br />
experimenta un estado idéntico al que<br />
lo domina cuando está frente a ciertas<br />
obras de arte. Una mezcla de excitación<br />
mental, alegría y deslumbramiento.<br />
Quiso la fortuna que, un día, algunas<br />
de las maderitas de uno de los postigos<br />
se rompieran. El dueño de casa reparó<br />
el daño. Mas, de lo que pudo ser<br />
un sencillo acto de bricolaje, surgió un<br />
hecho estético. En efecto, el anónimo<br />
vecino sustit<strong>uy</strong>ó los listoncillos faltantes<br />
por… ¡la mitad de un cuadro! Una<br />
naturaleza muerta al óleo cortada limpiamente<br />
por el justo medio y colocada<br />
en aquel sitio insólito para ella.<br />
Sin saber m<strong>uy</strong> bien cómo ni por qué, le<br />
viene a la mente una discusión que, un<br />
tiempo atrás, estuvo siguiendo en las<br />
páginas de un diario capitalino. Versaba<br />
sobre lo que en Historia del Arte<br />
se conoce <strong>com</strong>o readymade (“término<br />
acuñado por Marcel Duchamp en 1915<br />
para describir objetos prefabricados, a<br />
menudo de producción en masa, aislados<br />
de su contexto funcional y elevados<br />
al estado de arte por el simple acto de<br />
la selección y designación de un artista”)*.<br />
A partir del cual, un siglo después<br />
de que fuese concebido, los polemistas<br />
argumentaban acerca de qué puede<br />
considerarse arte y qué no.<br />
Un pensamiento trae al otro. Se le<br />
ocurre entonces que en la involuntaria<br />
creación de aquel ignoto habitante de<br />
la parte antigua de la ciudad se intersecan<br />
una relectura invertida de la teoría<br />
de Duchamp (en vez de cambiar el valor<br />
de un objeto de la vida cotidiana –un<br />
urinario o una rueda de bicicleta, por<br />
ejemplo– recontextualizándolo en un<br />
ambiente “sacralizado por el arte” –<br />
una galería o un museo– aquí una obra<br />
plástica se llevó a un espacio <strong>com</strong>ún<br />
y corriente) y una versión radical del<br />
concetto spaziale [concepto espacial:<br />
“obras (…) alteradas a base de buchi<br />
y tagli (agujeros y cortes)”]** de Lucio<br />
Fontana (en lugar de simplemente tajar<br />
la tela en uno o más sitios, el desconocido<br />
artífice montevideano la demedió<br />
sin piedad). “¡Cuánta densidad teórica!”,<br />
bromea consigo mismo.<br />
Parado en la vereda, sin poder contenerse,<br />
<strong>com</strong>ienza a reír. En ese preciso<br />
momento, de un portal de la vereda de<br />
enfrente, sale un señor. Clava sus ojos<br />
en los del periodista. Él le corresponde<br />
con una mirada sonriente. En las<br />
pupilas heladas del otro puede leer una<br />
in<strong>com</strong>prensión absoluta. Permanecen<br />
así un breve lapso. Al cabo, el hombre<br />
de la acera opuesta menea la cabeza,<br />
<strong>com</strong>o si dijese: “Otro loco suelto de<br />
los que andan por aquí”, se da media<br />
vuelta, reingresa a su vivienda y da un<br />
portazo tras de sí.<br />
* Según la definición del glosario de<br />
términos de arte del Museo de Arte<br />
Moderno de Nueva York.<br />
**De acuerdo con lo que se puede leer<br />
en la página oficial del Museo Nacional<br />
Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid.