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derivas

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AULA XXI<br />

1@1<br />

Derivas en la<br />

educación digital<br />

Alejandro Piscitelli


1 @ 1<br />

AULA XXI<br />

Derivas en la educación digital


AULA XXI<br />

1 @ 1<br />

Derivas en la educación digital<br />

Alejandro Piscitelli<br />

Santillana


1@1<br />

De r i v a s e n l a e d u c a c i ó n d i g i t a l<br />

Alejandro Piscitelli<br />

1 @ 1 Derivas en la educación digital. - 1a ed. - Buenos Aires :<br />

Santillana, 2010.<br />

300 p. ; 15x21 cm. - (Aula XXI)<br />

ISBN 978-950-46-2246-8<br />

1. Educación Digital. I. Título<br />

CDD 371.3<br />

© 2010 Ediciones Santillana S. A.<br />

Av. L. N. Alem 720 (C1001AAP),<br />

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina<br />

ISBN: 978-950-46-2246-8<br />

Hecho el depósito que indica la ley 11.723<br />

Impreso en Argentina. Printed in Argentina<br />

Primera edición: abril de 2010<br />

Todos los derechos reservados.<br />

Esta publicación no puede ser reproducida,<br />

ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida<br />

por un sistema de recuperación de información,<br />

en ninguna forma y por ningún medio, sea mecánico,<br />

fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por<br />

fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo<br />

por escrito de la editorial.<br />

Este libro se terminó de imprimir en el mes de abril de 2010,<br />

en Color Efe, Paso 192, Avellaneda, Buenos Aires, República Argentina.


In memoriam<br />

Ítalo Chiantore 8/5/1939 - 19/3/2009<br />

Aníbal Ford 13/9/1934 - 6/11/2009<br />

In vita<br />

Para Risto, Wiki, Patán y Toddy, las luces<br />

que iluminan el día a día con una frescura<br />

y un aliento sin igual.


Agradecimientos<br />

Este libro, como cualquier otro, guarda continuidad y distancia<br />

con los anteriores. Si bien su alma gemela es Nativos digitales, en realidad<br />

está más ligado a muchos años de trabajo de campo, ya sea en<br />

educ.ar, ya sea en la Cátedra de Datos en la Universidad de Buenos<br />

Aires, ya sea en diversas consultorías, conferencias y talleres.<br />

En este caso en particular, los agradecimientos serán mucho más<br />

acotados porque a esta altura conviene focalizar y ser más precisos<br />

en qué le debemos a quien y cómo pensamos congraciarnos con<br />

nuestras deudas.<br />

1. Ya que 1@1. Derivas en la educación digital es básicamente producto<br />

de una experiencia personal narrativizada de negociación y<br />

de análisis in situ de cuán posible era y es integrar masivamente la<br />

tecnología en el aula, mis gracias más sentidas van hacia el exministro<br />

de Educación de la Nación, Daniel Filmus, quien me puso a cargo<br />

de intentar implantar masivamente XO´s en las aulas argentinas<br />

a mediados del año 2005.<br />

2. En no menor grado, van mis plácemes hacia Nicholas Negroponte,<br />

quien en enero de 2005 tuvo la inspiración de que la única<br />

forma de cambiar de cuajo las vivencias y el rendimiento educativos<br />

pasaba por la sustitución del lápiz y el papel ancestrales por sus<br />

émulos digitales.


3. Mi tercer agradecimiento se dirige al presidente Tabaré Vázquez<br />

y a su fiel escudero Miguel Brechner, quien implementó la logística<br />

de distribución de las máquinas y entre ambos y miles de<br />

coprotagonistas reubicaron a Uruguay en el mapa del saber/hacer<br />

y confirmaron el Plan Ceibal como el primer intento exitoso de saturar<br />

las escuelas con laptops en el mundo.<br />

4. Mi cuarto agradecimiento, hacia todas las personas que vienen<br />

trabajando hace dos décadas en estos temas, desde el pionero Bruce<br />

Dixon que inició esta aventura en Australia en 1990, pasando por<br />

Bette Manchester que la escaló en Maine en 2002, hasta las decenas o<br />

centenares de gestores y administradores que están llevando a cabo<br />

experiencias de este tipo en todo el mundo.<br />

5. Mi quinto agradecimiento, hacia el equipo de desarrollo de Sugar,<br />

especialmente a Marco Pesenti Gritti, Walter Bender y Christopher<br />

Blizzard, quienes lograron por primera vez en 50 años amenazar,<br />

momentáneamente, a la interfaz de las ventanas, y propusieron<br />

una interfaz post-desktop masiva que ha encontrado fantástica acogida<br />

en muchos rincones del mundo.<br />

6. Mi sexto agradecimiento, hacia los integrantes de mi cátedra<br />

en la Universidad de Buenos Aires, quienes con mínimos elementos<br />

tecnológicos ayudaron a diseñar una laboratorio/taller, donde<br />

muchos conceptos que aún no han llegado a las experiencias 1@1<br />

encontraron fértil humus y se convirtieron en las bases de una codificación<br />

edupunk del aprendizaje, que es el complemento necesario<br />

para que las experiencias 1@1 vayan hacia buen puerto.<br />

Cuando la potencia de la política, la gestión, el hardware de precios<br />

irrisorios, la logística, los contenidos generados por los usuarios,<br />

las interfases post-windows, el rediseño de la experiencia áulica,<br />

la transformación de los docentes en pares, la democratización de<br />

las jerarquías miltares/escolares y muchos otros eslabones se resintonicen,<br />

y se acoplen con voluntad transformadora, otro será el cantar,<br />

mientras tanto trabajemos todos para que esas intersecciones soñadas<br />

dejen de ser una utopía y se conviertan en la clase de cada día.<br />

Alejandro Piscitelli


Índice<br />

Introducción ................................................................................ 19<br />

Capítulo I<br />

De la Dynabook a la XO y lo que se perdió/ganó<br />

en el camino................................................................................. 31<br />

. 1. La Dynabook, una máquina que llegó medio<br />

. siglo antes................................................................................ 31<br />

La Dynabook como teoría educativa incorporada...... 33<br />

La educación como tecnología incorporada................. 37<br />

. 2. Modelos de computación 1 a 1. De Australia<br />

. vía Maine hasta Uruguay ..................................................... 39<br />

Antecedentes dispersos y poco localizables................. 39<br />

Los primeros programas a gran escala en USA............ 40<br />

Pero, ¿qué sucedió con los modelos previos<br />

al proyecto OLPC?............................................................ 42<br />

. 3. “Una computadora portátil por alumno”,<br />

. los antecedentes de un proyecto.......................................... 43<br />

¿Qué es el proyecto “laptops de 100 dólares”?............. 44<br />

De la teoría a la práctica................................................... 46<br />

Expectativas mesuradas.................................................. 46


Capítulo II<br />

El efecto OLPC. Cortocircuito al operador institucional<br />

“educación” ................................................................................. 49<br />

. 1. Un digitalista de corazón................................................. 49<br />

. 2. Una máquina diseñada para ganar premios. La<br />

computadora de U$S 100 en síntesis................................... 52<br />

. 3. Las necesarias sobrepromesas de la red mesh............... 55<br />

La necesaria transparencia de la red mesh..................... 56<br />

. 4. Aprendiendo a navegar la interfaz................................. 58<br />

De presentes mayestáticos y deseos de concreción..... 58<br />

Explorando el primer prototipo Xo/B1......................... 59<br />

La interactividad siempre deseada y/o presente........ 61<br />

. 5. “Es el peso y el tamaño (la ergonomía)…”<br />

. El efecto OLPC ....................................................................... 62<br />

Frases que a veces convencen ........................................ 62<br />

Carácter ergonómico........................................................ 63<br />

Laptops grandes o chicas, pero siempre caras…<br />

Hasta que llegó el efecto OLPC...................................... 64<br />

Capítulo III<br />

Inventario de críticas (fundadas e infundadas)<br />

al proyecto OLPC........................................................................ 67<br />

. 1. OLPC y los modelos 1 a 1 como test proyectivo........... 67<br />

Cada cual atiende su juego.............................................. 67<br />

Tecnofílicos, tecnofóbicos, “tecnoloquesea”, pero<br />

la mejora educativa nunca aparece................................ 68<br />

. 2. Críticas tecnológicas y éticas al proyecto OLPC........... 69<br />

Cuando la limosna es grande.......................................... 71<br />

. 3. Complejo, sí; absurdo, no. Discutible, sí; defendible<br />

. también................................................................................... 73


De cómo la arquitectura es la política de la red. El<br />

código como poder de policía......................................... 73<br />

Diseño centrado en el usuario, pero cuál usuario<br />

¿los maestros o los chicos?.............................................. 74<br />

En todos lados se cuecen críticas-cazabobos................ 75<br />

¿La esquizofrenia está en el proyecto o en<br />

su indigeribilidad?............................................................... 76<br />

¿Dos proyectos, uno, muchos, o el desafío es otro<br />

muy distinto?..................................................................... 77<br />

Del prodigio tecnológico a la implementación<br />

pedagógica......................................................................... 78<br />

. 4. Éramos pocos y llegó Larry Cuban. Críticas<br />

. pedagógicas al proyecto ....................................................... 80<br />

Laptops sobrevendidas, subutilizadas y algo más .... 80<br />

¿Por qué “vuelve”? ........................................................... 81<br />

Las clases Apple del futuro y los puntos de<br />

vista irreconciliables. Cuando los diagnósticos<br />

se convierten en pronósticos........................................... 82<br />

La tecnología: ¿máquinas o conversaciones?............... 83<br />

Posible respuesta a Cuban .............................................. 84<br />

. 5. Los riesgos de alterar el espacio áulico... por qué<br />

. vale la pena correrlos. Críticas antropológicas<br />

. al proyecto............................................................................... 85<br />

Economía de la educación versus innovación<br />

educativa............................................................................ 85<br />

Formación docente, pero no cualquiera y<br />

no en cualquier dimensión ............................................. 87<br />

Pilotos a la intemperie, logística ausente con aviso.<br />

Críticas usuariocéntricas.................................................... 90<br />

. 6. La magia en la civilización High-Tech. Críticas<br />

. ideológicas al proyecto OLPC.............................................. 91


Leyendo a Piaget... por el espejo retrovisor.................. 92<br />

Polémicas distractivas que defienden negocios<br />

de algunas no gubernamentales..................................... 93<br />

Capítulo IV<br />

Promesas incumplidas de las tecnologías:<br />

interfaces y diseño...................................................................... 95<br />

. 1. De metáforas, interfaces y lenguajes nativos para<br />

. chicos del año 2010................................................................. 95<br />

. 2. Usos emergentes e irreductibles de las<br />

. computadoras......................................................................... 98<br />

¿Es difícil usar las máquinas?......................................... 98<br />

Movimientos pro liberación de los usuarios.............. 100<br />

Caminos de ontología pulcra........................................ 101<br />

Interfaces humanas, ¿algo tan difícil de lograr?......... 102<br />

Avanza la cognética........................................................ 104<br />

. 3. La computadora como máquina heurística ................. 106<br />

XO, Sugar y aprendizaje centrado en el usuario........ 106<br />

Potenciando aprendizajes.............................................. 108<br />

Capítulo V<br />

Mercado, darwinismo digital y contrarrevolución<br />

tecnológica..........................................................................................111<br />

. 1. El futuro de los modelos 1 a 1 empezaba a<br />

. perfilarse con mayor claridad, ¿Intel versus OLPC?,<br />

. ¿Intel pro OLPC?, hasta que… ...........................................111<br />

De la innovación por diferenciación a la innovación<br />

por neutralización........................................................... 112<br />

¿Renacimiento del modelo 1 a 1, o su entierro<br />

definitivo? La sombra del Caballo de Troya............... 114<br />

.


2. Músculo marketinero versus filosofía educativa. Las máquinas<br />

se deben comparar en sus usos áulicos y no mediante<br />

campañas de prensa ............................................................ 116<br />

La verdad no se impone nunca por sí misma............. 116<br />

La enésima reinvención de la OLPC ........................... 118<br />

El marketing da lo que la máquina non presta............ 119<br />

. 3. OLPC nunca fue una campaña de promoción<br />

. de software libre..................................................................... 120<br />

Informaciones de primera mano del proyecto<br />

OLPC. Cuatro noticias y el rumbo de un proyecto.... 120<br />

¿Una comunidad traicionada?...................................... 122<br />

. 4. El primer taller de OLPC. La experimentación importa<br />

mucho.................................................................................... 123<br />

Del Yo-fono (iPhone) al nosotros-libro (weBook)...... 124<br />

. 5. Factores de adopción del mercado altamente<br />

. inestables. Un desvío explicativo por la batalla<br />

. de Cannas.............................................................................. 127<br />

La historia inconclusa de la guerra del hardware........ 128<br />

Capítulo VI<br />

El Plan Ceibal, ¿muchas nueces y poco ruido?................... 131<br />

. 1. Magnitud de un desafío.................................................. 131<br />

Cortocircuitos geopolíticos............................................ 131<br />

Descalificaciones un tanto apresuradas...................... 132<br />

Factores intrínsecos de éxito (liderazgo, compromiso,<br />

marca país)....................................................................... 133<br />

. 2. El Informe Plan de Ceibo modelo 2008......................... 135<br />

Redefinición del espacio público.................................. 136<br />

Microfísica del poder..................................................... 137<br />

¿Pero, para qué diablos sirven finalmente estas<br />

maquinitas (las “ceibalitas”) en la escuela?................. 138


Dialécticas y verdades narrativas................................. 138<br />

. 3. Relatos del Ceibal............................................................. 140<br />

Categorizando relatos.................................................... 141<br />

Gramáticas de neutralización de la innovación......... 142<br />

Inconclusiones y caminos posibles.............................. 144<br />

Otras dinámicas institucionales.................................... 146<br />

Utopías realizables versus pragmatismo<br />

desencantado................................................................... 147<br />

Relatos performativos.................................................... 147<br />

. 4. ¿Por qué nosotros no pudimos?..................................... 148<br />

Un proyecto atenazado por los claroscuros................ 148<br />

Razones varias de primeros fracasos........................... 150<br />

América Latina fuera del radar mundial.................... 151<br />

Capítulo VII<br />

El Plan Ceibal, un proyecto de inclusión y alfabetización<br />

digital.......................................................................................... 155<br />

. 1. Villa Cardal y la “anomalía salvaje uruguaya”............ 155<br />

Remediación y dolor percibido en la adopción<br />

de nuevas tecnologías.................................................... 155<br />

Evolución puntuada y fetichismo tecnológico........... 156<br />

Modelos 1 a 1 en nuestras pampas.............................. 157<br />

Las múltiples caras de la experiencia cardalense....... 158<br />

Regando con máquinas el aula..................................... 159<br />

Weblogs de clase............................................................... 160<br />

Lo mejor, logística, tecnología, infraestructura ......... 160<br />

Destacado apoyo político ............................................. 162<br />

El añorado proyecto (contra) pedagógico................... 162<br />

Usos deseables de la máquina en el aula ................... 163<br />

Uruguay, una “anomalía salvaje”................................. 165<br />

.


2. El Plan Ceibal, 10 puntos en logística.<br />

. ¿Y todo lo demás?................................................................. 166<br />

. 3. A la sombra del Plan Ceibal que también<br />

. es la isla de Lost...................................................................... 168<br />

La subjetividad se resiste a pasar al arcón de<br />

los conceptos................................................................... 168<br />

La imaginación instituyente a full................................ 169<br />

Criticá, criticá, que es la mejor forma de no hacer.<br />

Sin embargo…................................................................. 170<br />

Pensar/haciendo. Más allá de las tesis/antítesis<br />

reduccionistas.................................................................. 172<br />

La producción de subjetividad exorcisada de los<br />

Think Tanks y tamizada por los Do Tanks..................... 173<br />

Pan Ceibal / Proyecto Elemental................................. 174<br />

. 4. El Plan Ceibal devenido un cisne negro....................... 175<br />

Preliminares del cambio en la educación media........ 175<br />

¿Demasiadas endechas cualitativas? .......................... 177<br />

Capítulo VIII<br />

Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y<br />

reingeniería cognitiva ............................................................. 179<br />

. 1. Avatares de un proyecto tan genial como inasible ..... 179<br />

Del dicho al hecho.......................................................... 179<br />

Narrativas no lineales de innovación sociotécnica.... 181<br />

Riesgos de la autoorganización indiscriminada........ 182<br />

¿Criterios de evaluación demasiado altos?................. 184<br />

¿Cómo se vincula la Web 2.0 con las estrategias<br />

pedagógicas de OLPC?.................................................. 185<br />

El dispositivo máquina + autoproduccción<br />

de contenido + reformateo + inteligencia colectiva... 186<br />

.


2. Laptops, modelos pedagógicos y modelos<br />

. de infancia ............................................................................ 188<br />

3. OLPC, una tétrada con dedicación muy desigual.<br />

. Primeros lineamientos de la capa de contenidos ............ 192<br />

Un proyecto multidimensional..................................... 192<br />

Frases tótem y la minimización de la resiliencia<br />

escolar...................................................................................... 193<br />

Es el contenido... lo que hace la diferencia.................. 194<br />

Seis categorías en búsqueda de contenido.................. 195<br />

Recursos poco convencionales...................................... 196<br />

¿Todo nuevo? ¿Más de lo mismo? ¿O sacándole<br />

provecho a lo aprendido?.............................................. 197<br />

. 4. Educación centrada en el docente versus educación<br />

centrada en el alumno ........................................................ 198<br />

¿Paradigmas inconmensurables o<br />

complementarios? .......................................................... 198<br />

El retorno del conflicto................................................... 199<br />

Cuando las cuestiones epistemológicas devienen<br />

cuestiones pedagógicas, y viceversa........................... 200<br />

Inconmensurabilidad epistemológica e institucional .....201<br />

Tradiciones, restauraciones, reinvenciones. Hacia<br />

un usuario crítico local de la tecnología...................... 202<br />

Capítulo IX<br />

Así pasó la gloria de la computadora de 100 dólares......... 205<br />

. 1. De OLPC a Apple............................................................. 205<br />

Una historia de fracasos… encubiertos....................... 206<br />

El desprecio de los pilotos y un tecnoutopismo<br />

para mirar con sumo cuidado....................................... 207<br />

El “deconstruccionismo” nunca fue comprobado,<br />

¿debería serlo?................................................................. 208


. 2. Tres fases (¿sentencias a la tercera?).............................. 209<br />

Demasiadas críticas para tanto sentido común.......... 211<br />

La IBM Global Services de los programas de<br />

laptops 1 a 1..................................................................... 212<br />

Nadie es profeta en todas sus tierras........................... 213<br />

. 3. De Favaloro a Negroponte, la metida de pata es<br />

. permanente........................................................................... 213<br />

¿Echar de más o de menos? ¿Antes o después?......... 214<br />

Inviabilidad mayúscula junto a enorme promesa..... 214<br />

Algo más que una doble malinterpretación<br />

terminológica…............................................................... 215<br />

Eppur… si muove. Tanto le debemos a Nicholas......... 216<br />

Capítulo X<br />

Desde Viena, proyectos 1 a 1 para todos los gustos<br />

(y disgustos)...................................................................................... 217<br />

. 1. Desintermediación y revalorización de pares.............. 217<br />

. 2. Como siempre, los negocios lo entienden primero..... 219<br />

El establishment pedagógico........................................... 220<br />

. 3. Dos eras computacionales perdidas.............................. 221<br />

. 4. Computadoras y educación, agua y aceite durante<br />

. 40 años ¿La quinta década es la vencida?......................... 223<br />

. 5. Desagregando factores para asegurar el éxito en las<br />

experiencias de laptops 1 a 1.............................................. 225<br />

. 6. Una charla magistral y varios ingredientes para<br />

. pensar coordenadas............................................................. 227<br />

. 7. Un cierre aporético........................................................... 229<br />

Apéndice. Pilotos y proyectos a gran escala de OLPC............ 235<br />

Referencias bibliográficas.............................................................. 245


Introducción<br />

Un largo camino de ida<br />

En julio de 2005 quien suscribe vio por primera vez una presentación<br />

pública del proyecto OLPC en Río de Janeiro, Brasil. En septiembre<br />

de ese año por especial encargo del entonces ministro de<br />

Educación argentino, Daniel Filmus, visitamos el Media Lab, donde<br />

aún tenía sus oficinas la organización sin fines de lucro que generaría<br />

esta movida universal, en pos de dotar a cada chico con una<br />

máquina en el aula. Durante dos años participé en innumerables e<br />

interminables reuniones tratando de incorporar computadoras masivamente<br />

en las aulas argentinas.<br />

A finales de 2007 visité la escuela de Villa Cardal en Uruguay, la<br />

primera que llevó a la práctica las ideas de Negroponte. A mediados<br />

de 2008 me desvinculé de educ.ar y empecé a ver desde cierta<br />

distancia y otra óptica –no la de la implementación directa–, las experiencias<br />

concretas que aflorarían como hongos en todo el mundo,<br />

al punto de contar hoy con más de 1 millón de laptops en las aulas<br />

latinoamericanas y probablemente otro tanto en otros lugares del<br />

mundo<br />

Mientras tanto dicté conferencias, talleres y seminarios sobre cultura<br />

y prácticas digitales. Exploré diversas manifestaciones de la<br />

hibridación “tecnología y educación” en la educación formal e in-


20 1@1 Derivas en la educación digital<br />

formal. Participé de talleres Educamp en Colombia, desarrollé un<br />

maravilloso proyecto de experiencia edupunk en la Universidad de<br />

Buenos Aires en torno a la red social Facebook, y escribí Nativos digitales,<br />

un libro que encapsula la epistemología, la teoría incorporada<br />

y los motivos por los cuales cada día estoy más convencido de que<br />

existiendo Internet en el mundo es impensable un aula que no la<br />

incorpore y la sobreutilice.<br />

También insisto en que es imposible aprender sin una laptop conectada<br />

permanentemente a la red. Presumo que las redes sociales,<br />

el aprendizaje en situación y contextual, la utopía a través de pares e<br />

iguales, son tendencias incipientes que progresivamente se convertirán<br />

en estándares.<br />

Frente a tanto tecnoutopismo, se me contestará con las deudas<br />

incumplidas del siglo XIX, con las miserias ancestrales (¿en crecimiento<br />

a pesar de las declamaciones?) y con las enormes asimetrías<br />

y necesidades básicas insatisfechas. Y todas las objeciones son válidas.<br />

Pero de aquí en más las tecnologías, por las cuya apropiación<br />

se aboga aquí, serán un commodity y un default en los países que<br />

saben y pueden, y los argentinos, entre otros ciudadanos de otros<br />

confines latinoamericanos, seguiremos lamentándonos, errando en<br />

las prioridades y las realizaciones… a menos que nos llamemos, por<br />

ejemplo, Uruguay.<br />

De contenido y de continentes<br />

Este libro, a diferencia de Nativos digitales (Santillana, 2009), es<br />

periodístico. Varios de los capítulos se gestaron en weblogs y nadan<br />

cómodos dialogando entre/con ellos. Si bien brindamos un contexto<br />

histórico y las notas a pie de página profundizan en distintas direcciones,<br />

la matriz es más vivencial que teórica respecto del título<br />

anterior, y se origina en una experiencia intensa de gestión, finalmente<br />

frustrada por la imposibilidad de implementar el proyecto, y<br />

de negociación permanente entre objetivos difícilmente articulables,<br />

cuales son la educación por un lado y la tecnología por el otro.


Introducción 21<br />

Mi conocimiento del proyecto y mis ganas de verlo plasmado<br />

fueron variando a lo largo de reuniones y conferencias, de simposios<br />

internacionales y de los productos y las iniciativas que gestamos<br />

primero en educ.ar y paralelamente y más enfáticamente en<br />

el último año en la Universidad de Buenos Aires y en otros foros<br />

iberoamericanos.<br />

Todo sumó para convertir estos diarios de viaje y anotaciones<br />

en el producto que pretende cierta coherencia en la presente versión.<br />

A los que contribuyeron mi desempeño en el grupo de expertos<br />

iberoamericanos en Educación y Tecnologías de la Información<br />

y Comunicación, de la Organización de Estados Iberoamericanos,<br />

mi participación en sucesivos seminarios organizados por el Plan<br />

Ceibal, las convocatorias realizadas por el Ministerio de Educación<br />

de Colombia, los seminarios nacionales e internacionales en los que<br />

participé mensualmente y que le añaden pimienta y color a los análisis,<br />

discusiones y sobre todo experiencias de diseño digitales en la<br />

Universidad de Buenos Aires.<br />

La información existente sobre los modelos 1 a 1 era hasta hace<br />

poco fragmentaria e inconclusiva. En el último año la situación cambió<br />

sustancialmente, y ahora contamos con monográficos de revistas<br />

internacionales, con publicaciones grises y papers, que cada vez<br />

tratan este tema con mayor detalle y profundidad.<br />

Este libro se sitúa a mitad de camino entre los comentarios esporádicos<br />

y puntuales generados en los weblogs y la literatura más<br />

exhaustiva que hasta ahora ha dado lugar tan sólo a un par de publicaciones,<br />

como el libro de Mark Warschauer, Laptps and Literacy,<br />

Learning in the Wireless Classroom, o Enhancing Learning with Laptops<br />

in the Classroom: New Directions for Teaching and Learning, Nº 101,<br />

compilado por Linda B. Nilson & Barbara E. Weaver, ambos de mediados<br />

de la década pasada.<br />

En los siguientes capítulos no se relevan estudios de caso, no se<br />

realiza análisis comparados de proyectos puntuales (chicos o grandes),<br />

no se revisan exhaustivamente, aunque se toma nota de su<br />

existencia, las primeras evaluaciones sobre experiencias 1 a 1 en le<br />

región (especialmente en San Luis, Argentina, y en Uruguay). Aquí,


22 1@1 Derivas en la educación digital<br />

nos pronunciamos francamente por una incorporación rápida y masiva<br />

de laptops en la escuela.<br />

Si bien el presente texto plantea la necesidad de hacer un análisis<br />

de actores en red, apenas lo boceta. Si bien presta suma atención a<br />

las externalidades que fueron corroyendo la vocación original del<br />

proyecto en manos de su iniciador Nicholas Negroponte, tampoco<br />

es un ejercicio acabado en sociología de la técnica, ni mucho menos<br />

en epistemología de la pedagogía.<br />

Se trata de trazos, retazos, impresiones, pespuntes, y revela sobre<br />

todo una tensión ineliminable entre pedagogos que abominan de la<br />

tecnología, y de tecnólogos que abominan de la pedagogía. En la tierra<br />

de nadie que hay entre entre uno y otro extremos, proponemos<br />

construir una vision irreduccionista, un itinerario a medio hacer, y sobre<br />

todo un reconocimiento incuestionable del divorcio creciente que<br />

hay entre la dieta cognitiva de los nativos y los inmigrantes, colonos y<br />

excluidos digitales, y de la creciente irrelevancia de muchas otras instituciones<br />

diseñadas para trabajar sobre los otros, cuando los nuevos<br />

bárbaros asolan la ciudadela letrada, y cuando todo lo que dábamos<br />

por sentado y sancionado es puesto en cuestión una y mil veces.<br />

Un curso acelerado en actualización<br />

en modelos 1 a 1<br />

Durante este recorrido en construcción, resultó un privilegio y<br />

una alegría únicas haber participado del foro “Computación 1 a 1:<br />

Prácticas actuales, análisis y evidencia internacional comparativa e<br />

implicaciones para las políticas públicas”, el primer congreso internacional<br />

sobre modelos 1 a 1 que tuvo lugar en Viena, Austria, a fines<br />

de febrero del 2010, y que arrojó datos, ejemplos y conclusiones preliminares<br />

harto contradictorias –como su naturaleza hipercompleja<br />

exige– acerca del éxito y del futuro de la saturación tecnológica de<br />

las aulas. Pero al mismo tiempo evidenció ciertas tendencias irreversibles<br />

y ciertos senderos constructivos en los que fijar la atención y<br />

basar políticas progresivas e inclusivas en material digital masiva.


Introducción 23<br />

Viena. Preguntas que todos conocemos pero que nadie<br />

se anima a plantear<br />

La reunión fue convocada para responder un conjunto de preguntas<br />

claves cuando se trata de llevar adelante políticas masivas y remediales<br />

en términos educativos y tecnológicos. Y si bien es mucho<br />

más fácil hacerlas que responderlas, al menos estaban bien seleccionadas<br />

y ayudaban a generar un inventario de interrogantes (FAQ)<br />

para no repetir errores y sacar ventajas de pasadas experiencias.<br />

¿Cuánto cuesta embarcarse en estas patriadas mastodónticas?<br />

•<br />

¿Qué impacto pueden llegar a tener estas iniciativas, y cómo<br />

•<br />

podríamos medirlas, sin caer en los tests estandarizados o en las<br />

medidas de logro convencionales?<br />

¿Qué modelos de implementación y de procuración están emer-<br />

•<br />

giendo que pueden servir de guías o baremos para nuevos proyectos?<br />

¿Qué desafíos implican estas iniciativas para los hacedores de<br />

•<br />

políticas, y qué respuestas políticas han demostrado ser las más<br />

apropiadas?<br />

¿Qué tecnologías deberíamos poner en la mira?<br />

•<br />

¿Hasta qué punto, y de qué forma, necesitamos rediseñar nues-<br />

•<br />

tros sistemas educativos (formación docente, currícula, evaluación,<br />

contenidos) para sacar buen partido de estas inversiones<br />

millonarias?<br />

Que un puñado de decisores y hacedores las retomaran parcialmente,<br />

intentaran responderlas con mayor o menor fortuna, pero<br />

sobre todo hablaran tanto de lo logrado como de lo mucho por hacer,<br />

convertiría el evento en un punto focal clave para futuras incursiones<br />

en esta materia.<br />

Hubo muchas sorpresas en Viena, empezando por el lugar de la<br />

reunión. La incógnita se fue develando cuando en la sesión inicial<br />

miembros del Ministerio de Educación austriaco dieron a conocer<br />

un proyecto OLPC en Graz , que<br />

después se revelaría como uno de los tantos actualmente en curso<br />

en Europa.


24 1@1 Derivas en la educación digital<br />

La reunión organizada por tres potencias en términos de desarrollo<br />

educativo, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo<br />

y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico,<br />

estuvo dividida en una serie de mesas redondas, y en un par<br />

de presentaciones estelares, que buscaron barrer todos los temas,<br />

problemas e inquietudes que iniciativas de este tipo generan. 1<br />

En este libro avanzaremos en esas definiciones; aquí señalamos<br />

nuestra sorpresa por el hecho de que este tipo de instituciones, que<br />

hace varios años atrás estaban totalmente desinteresadas –no es el<br />

caso del BID que ya desde la reunión de 2006 a la que asistimos junto<br />

a Negroponte apostaba a esta línea de trabajo–, hayan puesto sus<br />

ojos en estas experiencias.<br />

Suspicacias que nunca faltan<br />

Hubo y hay todo tipo de suspicacias. Desde críticos filopopulistas<br />

e izquierdistas que insisten en que detrás de esta promoción está la<br />

mano de la alianza Wintel que descubrió un nuevo mercado, que<br />

no quiere regalárselo a Negroponte y que pretende usar a estas instituciones<br />

como Caballo de Troya, tema que fue debatido en el encuentro<br />

y en varios capítulos de este libro. En el otro extremo están<br />

quienes creen que después de fracasos reiterados en las reformas escolares<br />

yendo por los caminos habituales, estas iniciativas podrían<br />

generar la suficiente fuerza de atracción disruptiva para sintonizar<br />

la educación con las formas tecnológicas de vida.<br />

Por último, también podemos releer esta tensión tecnofilia versus<br />

tecnofobia, industria versus educación en términos mucho más radicales<br />

como viene proponiendo Jacques Ranciere desde hace casi una<br />

década con su tesis de “El maestro ignorante”. 2<br />

1<br />

Se puede acceder a esta valioso material en ,<br />

que incluye todas las presentaciones ya sea<br />

en ppt y ocasionalmente en videos.<br />

2<br />

Como la serendipia existe, a principios de marzo visitando la librería del Fondo<br />

de Cultura Económica en Coyacán, México, encontré el original de 1818 de Jacotot<br />

titulado La lengua materna, publicado inesperadamente en Buenos Aires por<br />

Cactus en 2008. Cada línea es una loa a favor del autoaprendizaje, cada párrafo


Introducción 25<br />

Que estos elementos hayan convergido tácitamente en Viena, que<br />

algunos expertos los hayan sacado a la luz, enriquece el debate, nos<br />

compromete en decisiones de implementación y hace que sintamos<br />

que la inversión en tiempo y vocación de muchas décadas en la materia<br />

puede, como utopía que es, rendir algunos frutos generosos y<br />

abarcadores.<br />

Ignorancia, falta de compromiso, retórica bienpensante<br />

Si hay algo llamativo en la mayoría de estas experiencias 1 a 1, las<br />

que tienen lugar en Ruanda y en Corea del Sur, en Austria y en New<br />

Brunswick, en Piraí y en European Schoolnet, es la escasísima documentación,<br />

la falta de repositorios y de estudios longitudinales, la<br />

mezcla de escepticismo y de desgano, con que se mira el fenómeno y<br />

se lo descarta despectivamente como una enésima reedición de pasados<br />

intentos de reformar el sistema educativo, que seguramente<br />

fracasarán, como todos los anteriores.<br />

Lo que se ignora en estas reticencias es que los problemas de fondo<br />

de la escuela no atañen –ni se resuelven– con más o menos tecnología,<br />

con más o menos evaluación, con más o menos actualización,<br />

con más o menos reconocimiento, con más o menos distinción, sino<br />

que el cuestionamiento de la institución escuela es solidario de todas<br />

las profesiones que se ejercen sobre los otros y su correspondiente<br />

programa institucional hoy en declive (Dubet, 2006). Algo sobre lo<br />

que discurrimos largo y tendido a lo largo de este libro.<br />

Nada de lo que exploramos en esta obra es ajeno a una práctica<br />

intensa, dedicada y profundamente comprometida con los modelos<br />

1 a 1 y la inmersión masiva en tecnología en la escuela, tal cual pudimos<br />

potenciar y apreciar durante nuestra gestión en educ.ar en el<br />

período 2003-2008.<br />

un palo por la cabeza a la pedagogía tradicional, cada propuesta y su correspondiente<br />

implementación efectiva en la Europa de principios del siglo XIX,<br />

un canto de sirena impresionante, avalando usos de computación 1@1 como el<br />

Telémaco del siglo XXI, para volver a creer en el carácter liberador del autoaprendizaje.


26 1@1 Derivas en la educación digital<br />

Y como también comentaremos en las siguientes páginas, si de<br />

muchas cosas nos pudimos jactar en ese lustro, dos hicieron cortocicuito<br />

y empañaron una evaluación positiva de nuestra gestión: la<br />

deuda con la conectividad que sigue sin resolverse –empeorando<br />

porque mientras los hogares y las oficinas la aumentan exponencialmente,<br />

la escuela sigue siendo la Bella Durmiente–, y la deuda<br />

hacia el proyecto una computadora por chico a escala masiva, que<br />

finalmente no pudimos ayudar a vehiculizar.<br />

Lo actuado y lo narrado<br />

Participamos desde el gobierno durante más de dos años tratando<br />

de incorporarnos al proyecto OLPC. Comprobamos in situ las<br />

bondades, las extravagancias, las fantasías y las promesas del proyecto<br />

de saturación defendido por Nicholas Negroponte, Seymour<br />

Papert & Alan Kay. Asistimos a talleres y conferencias, a simposios<br />

y seminarios, a entrenamientos y facilitaciones para tratar de imaginar<br />

cómo sería la puesta en marcha del plan en países como los<br />

nuestros.<br />

Lidiamos con los primeros prototipos y los primeros ejercicios.<br />

Aprovechamos que usamos la interfaz Sugar y pudimos contrastarla<br />

con las metáforas de las ventanas, porque vimos emerger el mercado<br />

de las webtops, y usamos innumerables marcas y variedades<br />

de máquinas intentado descubrir la filosofía educativa subyacente<br />

y la epistemología colaborativa propia de cada tipo (generalmente<br />

inexistente).<br />

Por todo ello, sobre todo porque los recuerdos se nos van borrando,<br />

porque sigue sin haber informes y narrativas que cuenten esta<br />

saga tan contradictoria como llamativa, dado que nuestras observaciones<br />

de entonces siguen siendo vigentes y terminan armando<br />

una imagen poderosa de la escena total, hemos decidido combinar<br />

noticias, apuntes, ensayos, artículos y meras musitaciones en el libro<br />

que tienen en sus manos.<br />

Sabemos que lo aquí se presenta es esquemático, parcial, asistemático,<br />

carente de otros datos complementarios, ya sea porque esa


Introducción 27<br />

información no existe, no es accesible, no circula o simplemente nadie<br />

la pide, la quiere o la necesita.<br />

Así las cosas, hay capítulos que se tocan demasiados unos con<br />

los otros, hay distintos niveles de análisis, más micro que macro,<br />

no entramos en detalle sobre las pocas evaluaciones comparativas<br />

existentes, y remitimos al final a un apéndice –elaborado, con la finura<br />

y el detalle que la caracterizan, por Roxana Bassi– con diversa<br />

información sobre proyectos en curso o ya cerrados en la web para<br />

quienes quieran profundizar estos temas.<br />

Los docentes del futuro ya están entre nosotros<br />

El proceso hacia una simbiosis cada vez mayor entre mente humana<br />

y máquina, entre inteligencia colectiva y toma de decisión, entre<br />

obsolescencia de cualquier formato curricular y emergencia imparable<br />

de nuevos soportes, formatos, condiciones de generación,<br />

estilos de circulación y creación de nuevas profesiones, disciplinas,<br />

intercambios y resolución de problemas, es imparable.<br />

Decir que la escuela desaparecerá en este proceso es tan infantil<br />

como imaginar que cambiará tan poco como lo ha hecho en los últimos<br />

200 años. Pero lo que se haga entre esas paredes –si es que las<br />

que conocemos siguen funcionando como “atractores” del deseo y la<br />

necesidad humana de aprender– de aquí a 20 años, será tan distinto<br />

y discontinuo respecto de lo que se sigue haciendo hoy, que llamarlas<br />

aulas y escuelas es mera negación y no aclara nada.<br />

En cuanto a los docentes, más allá de sus resistencias y de su filiación<br />

en el paradigma adultocéntrico, sin negar que muchas veces<br />

son un obstáculo para el cambio educativo, apreciando que en ocasiones<br />

son líderes y se comprometen e innovan en el aula, difícilmente<br />

desaparezcan de la ecuación educativa. Hay quienes imaginaban<br />

nuevos roles para ellos como tutores o coaches. Otros se esperanzaban<br />

con una formación mucho más ilustrada y académica para ellos,<br />

como vemos en Finlandia. Con el empeoramiento creciente de las<br />

capacidades cognitivas de los nativos digitales son demasiados lo<br />

que quieren restaurar su poder y su rol tradicional.


28 1@1 Derivas en la educación digital<br />

Mientras tanto, lo que pocos aceptan es que, aunque prescindamos<br />

de nociones como nativos digitales, de dispositivos, como una<br />

computadora para cada chico, de pizarras y de conectividad, aun<br />

así –el proyecto Facebook se inventó en esas condiciones mínimas<br />

paratecnológicas–, nada volverá a ser como antes, la autoridad del<br />

maestro se habrá mellado para siempre, y el conocimiento valioso<br />

ya no será más prerrogativo de académicos, bibliotecarios, guardianes<br />

o tutores de lo correcto, lo bienpensante, lo inequívoco, lo que<br />

debe ser enseñado/pensado a rajatabla.<br />

Eso es lo que duele. Eso es lo que les duele. Esto es lo que no se tolera.<br />

Eso es que lo que el establishment cultural deplora y combate.<br />

No se es más o menos bárbaro por ser ekeko digital. Pero han cambiado<br />

las reglas del juego, licuando muchas de las funciones de la escuela,<br />

y poniendo en jaque a todas sus jerarquías y a las correas de transmisión<br />

del mando, desde el bedel al ninistro del ramo, que, urgidos a barajar<br />

y dar de nuevo, pueden vivir el fantástico momento actual ya sea<br />

como desafío instituyente, ya sea como derrota instituida.<br />

La conferencia de Modelos 1 a 1 de Viena lo dejó más que sentado.<br />

Ya son avalancha las experiencias que vemos de copamiento<br />

progresivo de las aulas. Ya tenemos taxonomías que describen la<br />

inmersión creciente de actividades digitales en el currículum.<br />

En Inglaterra, el 90% de los hogares tienen al menos una computadora<br />

y un tercio de los alumnos la usan en la escuela, una o<br />

varias horas por día. En parajes inesperados, como la selva peruana<br />

o Kigali, la capital de Ruanda, vemos extenderse dubitativamente el<br />

brazo de OLPC.<br />

En la Argentina, la Classmate se inscribe en las aulas técnicas, una<br />

provincia como San Luis y otra como La Rioja están cerrando acuerdos<br />

para juntar a cada chico, ya no con su librito, sino con su maquinita.<br />

Y si bien la ausencia de conectividad, la falta de formación<br />

docente, el escaso aprecio de los inmigrantes digitales por el autoaprendizaje<br />

y los entornos personalizados, hacen ruido y dificultan la<br />

apropiación, es sólo cuestión de tiempo y de nuevos fracasos con los<br />

modelos tradicionales hasta que las máquinas finalmente venzan la<br />

resistencia humana.


Introducción 29<br />

Cuando ello suceda, si sucede, no habrá demasido de qué alegrarse<br />

en cuanto a atenermos a lo que viven los países europeos con<br />

Inglaterra y España a la cabeza. Porque aunque estos países están<br />

llegando asintóticamente al concepto de un chico por computadora,<br />

no por ello pueden hacer gala de haber resuelto los problemas<br />

educativos endémicos. Con cada vez más inmigrantes y diferencias<br />

sociales entre grupos humanos, están lejos de haber llegado a la alfabetización<br />

global en la sociedad de la información, y tampoco queda<br />

claro que la paz y la concordia estén reinando en esas sociedades<br />

sobreinformatizadas e hiperconectadas.<br />

Porque, cuando se llega a la alta conectividad y una computadora<br />

por chico en el aula, inmediatamente aparecen nuevos problemas y<br />

enigmas, como la segunda brecha digital, la incertidumbre acerca del<br />

valor y potencia de las evaluaciones, y la lista sigue indefinidamente.<br />

Mientras, la experiencia del Plan Ceibal, la emergencia de competencias<br />

digitales, la forma como el acople de algunos instrumentos cual<br />

teoría concretizada están mejorando en forma radical la vida humana,<br />

también nos ponen en alerta, nos estimulan a imaginar cómo debería<br />

ser el mejor cruce entre escuela y tecnología, y nos instan a revisar lo<br />

bueno hecho aquí y allá, antes de emprender nuevas aventuras de diseños<br />

experimentales a escala local, provincial o nacional.<br />

Es con este espíritu de evaluación de lo mucho y bueno, y como<br />

recomendación de experiencias exitosas de aquí y allá, que hemos redactado<br />

este libro, buscando replicarlas a nuestro alrededor y empapándonos<br />

lo más posible de lo bien hecho en América Latina, Europa<br />

y Asia.<br />

Rincón de Milberg, Tigre, marzo de 2010


I<br />

De la Dynabook a la XO<br />

y lo que se perdió/ganó<br />

en el camino<br />

1. La Dynabook, una máquina que llegó<br />

medio siglo antes<br />

Tuvimos la sensación de protagonizar la historia y creímos ser<br />

partícipes de la creación de un mundo nuevo numerosas veces durante<br />

nuestras visitas a las oficinas del proyecto One Laptop per Child<br />

(OLPC) durante los años 2005 a 2007. Probablemente ese clima alcanzó<br />

su momento de mayor intensidad cuando compartimos charlas,<br />

seminarios y hasta alguna cena con dos de sus promotores. Seymour<br />

Papert, creador del construccionismo y un defensor a ultranza de la<br />

independencia y la autonomía de los nativos digitales cuando de<br />

apropiarse de las computadoras se trata. Alan Kay, porque con sus<br />

ideas pioneras e innovadoras formuladas a principios de los años<br />

70 acerca de la portátil del futuro, ayudó a inventarla, la vio parcialmente<br />

encarnada –como en ningún caso anterior– en los primeros<br />

bocetos de la XO, y planteó –aunque ni el propio Negroponte tomó<br />

demasiado en serio sus reclamos– la necesidad de convertir la XO<br />

–la Dynabook revivida– en una máquina de (e)s(t)imulación total.<br />

Para que hoy podamos hablar de estas cosas, fue necesario que<br />

convergieran, al menos, dos líneas evolutivas. La primera, los casos<br />

precedentes de computación 1 a 1 que se iniciaron en Australia a<br />

principios de los años 90 y que alcanzaron escala en Maine, USA,


32 De la Dynabook a la XO y lo que se perdió/ganó en el camino<br />

desde el año 2002 (Warschauer, 2006) y en Henrico County, Virginia,<br />

en la misma época. La segunda, fue justamente revivir los avatares<br />

de la idea precursora de la Dynabook.<br />

En otros apartados y capítulos revisaremos una y otra vez la<br />

filiación de los modelos 1 a 1. Aquí trataremos en cierto detalle la<br />

génesis y la evolución (y hasta traición por inconsecuencia) de la<br />

Dynabook. 1<br />

Si bien las primeras portátiles que valieron la pena fueron las<br />

de la serie Powerbooks 100 de Apple en 1991, y la máquina que<br />

las volvería visibles y deseables fue la ThinkPad de IBM a fines de<br />

1992, nadie que juguetee con una webtop hoy, o que haya pasado<br />

por la experiencia de desplazarse con una Mac Airbook de menos<br />

de 1 kg de peso, o pronto se anote en la lista de nuevos usuarios de<br />

la iPad que pesará 850 gr, está enterado de que lo que tiene en las<br />

manos, con un decalaje de 40 años es un descendiente de una computadora/prototipo<br />

imaginada por Alan Kay en 1968. Mientras<br />

que en ese entonces una máquina de escritorio personal pesaba<br />

50 kg, su definición de la computadora portátil perfecta sería para<br />

Kay un dispositivo muy delgado, superdinámico y que no pesara<br />

más de 1 kilogramo.<br />

1<br />

Alan Kay nació en 1940. Actualmente es profesor de Informática en la Universidad<br />

de California en Los Ángeles, y profesor adjunto en el Instituto Tecnológico<br />

de Massachusetts (MIT). En 1970, Kay se incorporó al Palo Alto Research<br />

Center (PARC) de Xerox Corporation. En los años 70 fue uno de los primeros en<br />

desarrollar prototipos de workstations en red usando al neonato lenguaje de programación<br />

Smalltalk, innovaciones comercializadas después por Apple en sus<br />

computadoras Lisa y Macintosh. En 1984, Kay fue nombrado Apple Fellow en<br />

Apple hasta el cierre de su division de R&D Advanced Technology Group. Posteriormente,<br />

se convirtió en Disney Fellow. En 1995, todavía en Apple, ayudó a<br />

diseñar Squeak, un software multimedial dinámico para después inventar Etoys,<br />

una de las mejores aplicaciones que trae la XO –aunque escasamente usada en<br />

el aula–. Uno de sus últimos desarrollos es el Croquet Project, un entorno 2D and<br />

3D en software abierto para el trabajo colaborativo. Actualmente, es presidente<br />

y fundador de Viewpoints Research Institute , una de<br />

las instituciones que mejor trabaja en áreas de innovación para romper con la<br />

incompatibilidad entre educación / tecnología mediante programas como Teaching<br />

and Learning Powerful Ideas, Powerful Ideas Content and How to Represent It,<br />

User Interfaces that Aid Learning and Doing, and Inventing Fundamental New Computing<br />

Technologies.


Capítulo I 33<br />

Obviamente esa fantasía nunca se concretó y la máquina soñada<br />

por Kay jamás se construyó, pero curiosamente la historia de su<br />

invención como prototipo sigue muy de cerca otras innovaciones<br />

exitosas como la Palm 2 en cuanto a ergonomía y facilidad de uso.<br />

Lo llamativo y clarividente de la visión de Kay fue entender el aparato<br />

como un amplificador de la inteligencia infantil (en una dirección<br />

semejante a los planteos de Engelbart, 1988 y Bardini, 2000). Como Kay<br />

entrevió que la máquina estaría en manos de los chicos –cuando ningún<br />

adulto había entrevisto una–, su prioridad estuvo en la invención<br />

de una interfaz gráfica (GUI) y un diseño de lenguajes y medios (cuya<br />

mejor aunque limitada encarnación fue el fallido lenguaje/aplicación<br />

Hypercard de Bill Atkinson de 1990), que se convertiría en la Xerox Alto<br />

como borrador y en la Macintosh de 1984 como logro llamativo. 3<br />

La Dynabook como teoría educativa incorporada<br />

En estas referencias abstractas/abstrusas estamos pasando por<br />

alto los aspectos centrales de los aportes de Kay, uno de los pocos<br />

baremos valiosos para medir la implementación de los modelos 1 a<br />

1, del diseño relativamente logrado de la XO –por sobre cualquier<br />

otra herramienta de aumento de la inteligencia– y del enorme camino<br />

2<br />

Al igual que Jeff Hawkins (1996), Kay trabajó con prototipos de madera para<br />

poder simular pesos y tamaños y definir verdadera portabilidad, una pantalla<br />

con 1 millón de pixeles y que no pesara más de 1 kilogramo.<br />

3<br />

Los investigadores del Stanford Research Institute, liderados por Douglas Engelbart,<br />

desarrollaron una interfaz de hipervínculos en modo texto gobernado<br />

por un mouse, también inventado por ellos. Este concepto fue ampliado y trasladado<br />

al entorno gráfico por los investigadores de Xerox PARC en EE.UU. El<br />

entorno se denominó PARC User Interface y en él se definieron los conceptos<br />

de ventanas, checkbox, botones de radio, menús y puntero del mouse. Fue implementado<br />

comercialmente en la Xerox Alto 8010. Tras una visita a Xerox PARC<br />

en 1979, el equipo de Apple encabezado por Jef Raskin se concentró en diseñar<br />

un entorno gráfico para su nueva generación de computadoras de 16 bits, que se<br />

vería plasmado en la Apple Lisa en 1983 (“pretendimos hacer un ordenador tan<br />

simple de manejar como una tostadora”, fue el eslogan de Jobs en ese entonces).<br />

Desde ese momento, Mac reinaría como paradigma de “usabilidad” de un entorno<br />

gráfico reiventando la experiencia del usuario varias veces, especialmente<br />

con el iPod, el iPhone, y en el año 2010, el iPad.


34 De la Dynabook a la XO y lo que se perdió/ganó en el camino<br />

que hay entre lo que se está haciendo y lo que se debería hacer para<br />

cumplir con sus intuiciones.<br />

Si bien no es fácil empatizar con lo que tenía en mente Alan Kay a<br />

fines de los años 60 –siquiera conocer, porque la tradición tecnoeducativa<br />

lo ha ignorando olímpicamente, del mismo modo que ningunea<br />

a Seymour Papert por su carácter de extraterritorial escolar–,<br />

seguramente la visión de Kay no era ajena a ciertos insumos hippies<br />

y edupunk avant la lettre –la contracara de la versión de negocios y<br />

comercial finalmente triunfante– en la que se gestó la cultura computacional,<br />

4 que sobrevivió marginalmente gracias a ciertas esquirlas<br />

que encarnaron en distintos dispositivos, hasta volver –cual retorno<br />

de lo reprimido– parcialmente con fuerza en la XO.<br />

En una tesis de doctorado reciente 5 John Maxwell, que no casualmente<br />

reviste su argumentación de nociones duras provenientes de<br />

4<br />

Como en la mayoría de los procesos hipercomplejos, los orígenes de la computación<br />

tienen una doble cara: emancipadora –las buenas intenciones libertarias,<br />

abiertas, democratizantes de muchos inicios–, y la finalmente triunfante –regresiva,<br />

comercial, solipsista–. Es difícil hoy recuperar esos inicios posibles, pero<br />

existen varios intentos (Nelson, 1987; Markoff, 2005; Turner, 2006). La década<br />

del 60 vio nacer en forma contradictoria dos instituciones encastradas Advanced<br />

Research Projects Agency/Information Processing Techniques Office (ARPA/<br />

IPTO), lideradas sucesivamente por una pléyade de ingenieros políticamente<br />

muy liberales, entre los que se contaba J. C. R. Licklider, que llevó a IPTO a desarrollar<br />

la computación interactiva y los conceptos de redes temáticas en los años<br />

60; Ivan Sutherland, conocido hoy como el padre de la computación gráfica; Robert<br />

Taylor, quien sería el inspirador y primer director del revolucionario laboratorio<br />

PARC de Xerox en 1970, donde Alan Kay descollaría; y Lawrence Roberts,<br />

quien a fines de los años 60 implementó ARPANET, el abuelito de nuestra red<br />

actual. Este insólito "garage" gubernamental financió innovaciones prodigiosas.<br />

En 1973 este sueño llegó a su fin con la promulgación de la Enmienda Mansfield,<br />

la cual exigiría que la investigación financiada por el Pentágono tuviera objetivos<br />

inequívocamente militares, es decir, se convirtiera en tecnología para la<br />

muerte y no para la vida (Heims, 1986), como había sucedido, a contracorriente,<br />

durante la maravillosa década anterior.<br />

5<br />

Una reciente tesis de doctorado de John W. Maxwell (2006), Tracing the Dynabook:<br />

A Study of Technocultural Transformations, aclara con precisión cuáles eran<br />

los supuestos epistemológico/educativos de Kay, cómo pretendía convertirlos<br />

en teoría incorporada en la Dynabook, la máquina que estaba prototipeando, y<br />

hasta qué punto su revolución (traicionada) como toda revolución que se precie<br />

sigue en pie –y es retomada parcialmente por el proyecto OLPC y su encarnación<br />

masiva en el Plan Ceibal.


Capítulo I 35<br />

Bruno Latour (2008) y Michel Callon (1989), así como de Malcolm<br />

McCullough (2005), muestra cómo los orígenes de la laptop ideal<br />

(o Dynabook) provienen de una visión educativa, no tecnológica o<br />

comercial.<br />

A lo largo de estas cuatro décadas la inversión/regresión de la<br />

propuesta original de Kay, para quien la computadora personal<br />

original se presentaba como un medio dinámico (libro dinámico)<br />

personal para chicos, ha sido llamativa, por cuanto los mismos docentes<br />

y políticos que se resisten a saturar de laptops la escuela, las<br />

ven como naturales en los entornos laborales y comerciales. Y, al<br />

obrar así, están haciendo exactamente lo inverso de lo que imaginaba<br />

Kay, quien en el momento de formular estas propuestas trabajaba<br />

en el mítico Palo Alto Research Center de Xerox, olfateando que el<br />

mundo digital emergente conllevaba una revolución comunicacional<br />

que debería estar encabezada por los chicos.<br />

Por ello, la potencia de esa máquina deseada estaba dirigida no<br />

tanto a diseñar una computadora, o hacer mediante una máquina<br />

un poco mejor y más rápido lo que se había hecho siempre en el<br />

mundo analógico, sino a desarrollar nuevas alfabetizaciones de las<br />

cuales la computación sólo sería un condimento más en la construcción<br />

de competencias digitales (Pink, 2005; Jenkins, 2006; Jenkins,<br />

2008; Piscitelli, 2009).<br />

Por suerte, con la falta de limitaciones que le imponía no deber<br />

someterse a un sistema heredado alguno, para Kay el corazón de su<br />

criatura pasaría por una interfaz gráfica, y por un tipo de programación<br />

orientada hacia objetos, elementos ambos desconocidos en los<br />

años setenta.<br />

Esta es la biografía oficial que siempre se rescata de Kay, de este<br />

modo se olvida su enseñanza efectiva de más de una década en escuelas,<br />

y el trabajo que desarrolla el Viewpoints Research Institute,<br />

que el preside desde 2001. 6<br />

6<br />

Tal como hiciera Ludwig Wittgenstein en sus años de maestro de escuela en la<br />

montaña después de haber publicado su obra maestra Tractatus Logico-Philosophicus<br />

–en contraste con los usos actuales que vemos de la educación en la web y de la web<br />

en la educación–, el trabajo de Kay en escuelas como The Vivarium Program, que


36 De la Dynabook a la XO y lo que se perdió/ganó en el camino<br />

Porque Kay, con un poder de anticipación que aún lo acompaña<br />

–y éste fue seguramente uno de los principales atractivos que lo<br />

llevaron a sumarse a la iniciativa OLPC–, abogaba ya hace cuatro<br />

décadas atrás por la necesidad de una cultura abierta y de una propiedad<br />

distribuida y colectiva de los medios de expresión digitales,<br />

que recién floreció con fuerza en el último lustro desde el advenimiento<br />

de la Web 2.0.<br />

La Dynabook –al igual que la Classmate, la XO, las webtops, el<br />

iPhone, las Palms, las Blackberries y cualquier otro dispositivo comunicacional/interaccional–<br />

es un artefacto tecnocultural: una combinación<br />

de tecnologías –más o menos poderosas, más o menos limitadas–<br />

y producto de una visión idealizada u utópica, y como<br />

tal participa de una historia cultural desatendida y mal enfocada<br />

reducida a historias lineales, reduccionistas de los aparatos (Tuomi,<br />

2002; von Hippel, 2006; Latour, 2008).<br />

Releer la aparición de la XO como reemergencia (frustrada) de la<br />

Dynabook dice mucho, tanto acerca de su dificultad por encararla y<br />

difundirla masivamente en prácticas escolares concretas, como acerca<br />

de la XO y del resto de esos dispositivos, que no pueden ignorar<br />

sus promesas utópicas y la necesidad de encarnarlas frustrando finalmente<br />

a tirios y troyanos. 7<br />

llevó a cabo con el apoyo de Apple y su proyecto “Apple Classrooms of Tomorrow”<br />

(ACOT) a fines de los años 60 en la Open Magnet School de Los Ángeles,<br />

con un currículum orientado a que los chicos pensaran acerca de qué es pensar,<br />

revela cuál es su epistemología y su visión de la alianza tecnología/educación<br />

(Yaeger, 1996).<br />

7<br />

En una de las más furibundas críticas conocidas contra el proyecto OLPC (veáse<br />

el capítulo III, en esta misma publicación), se lo defenestra doblemente por su<br />

carácter de Coca Cola colonizadora –como en la película Los dioses deben estar locos<br />

locos (The Gods Must Be Crazy) de Jamie Uys de 1980 , y como una dádiva estatal clientelista y<br />

manipuladora. "En ese marco de derechización de la izquierda que sin embargo<br />

juega su carta discursiva izquierdista, el Plan Ceibal reafirma ese desplazamiento<br />

precisamente en su dimensión más perversa. ¿Por qué? Porque introduce en<br />

un discurso (pseudo) izquierdista la posibilidad de un grado mayor de igualdad<br />

social vía la adquisición (cómo dádiva del Estado) de un artefacto símbolo de<br />

pertenencia a las clases medias. Se desplaza el deseo desde el socialismo hacia el<br />

consumo de objetos de alta tecnología” (Leites, 2009). ¿Algo más?


Capítulo I 37<br />

Nos encantaría recorrer –como hace Maxwell (2006)– el camino<br />

de la genealogía de la visión de Kay, su mediamorfosis institucional<br />

al pasar por ARPA, XEROX, Apple y Disney entre 1966 y 2002, sus<br />

devaneos con Flex, tratando de mejorar el Sketchpad de Ivan Sutherland,<br />

su descubrimiento de Simula, y el poder de la recursividad,<br />

pero todo eso va mucho más allá del presente libro, aquí queremos<br />

recalcar las nociones –reprimidas– de la epistemología educativa<br />

que Kay quería “soldar” en la Dynabook.<br />

La educación como tecnología incorporada<br />

Desde los primeros encuentros con Seymour Papert, Cynthia<br />

Solomon y Wally Feurzeig a fines de los años 60, Kay entendió que<br />

la computadora que él quería diseñar no era un vehículo –como<br />

había metaforizado Engelbart– sino un medio, y que como tal no<br />

habría caminos prefijados para recorrer el territorio nunca suficientemente<br />

bien representado por el mapa.<br />

Sus primeras musitaciones acerca de la Dynabook la imaginaban<br />

como un libro dinámico pero interactivo y controlado por el lector<br />

–y no al revés, como un libro tradicional controlando al lector.<br />

En The Center of “Why”, un trabajo iluminador presentado como<br />

Kyoto Prize Commemorative Lecture, Kay (2004) reconstruyó el proceso<br />

que lo llevó de ser un niño curioso inveterado a convertirse en<br />

un científico primun inter pares, y enfatizó su amor descomunal por<br />

los libros como multiplicadores de los puntos de vista, así como su<br />

odio ancestral en contra de los libros de texto, como cristalización<br />

del punto de vista educativamente correcto –y como metonimia de<br />

todo currículum preestablecido.<br />

La principal catalizadora de este pasaje fue Mary Quirk, fue la<br />

primera vez que Kay encontró a una docente (edupunk) en cuarto<br />

grado, que le hizo sentir que el colegio primario debería ser siempre<br />

una escuela de postgrado. Los chicos viven en el mismo estado<br />

“de no saber” que un investigador hecho y formado. Como tales,<br />

tienen que pasar por una carrera de vallas cognitivas antes de poder<br />

pensar por sí mismos.


38 De la Dynabook a la XO y lo que se perdió/ganó en el camino<br />

Como el descubrimiento es difícil y ha llevado cientos de años<br />

llegar a nuestro no-saber actual, los chicos deben ser tutoreados, pero<br />

no socráticamente, ya que ese formato termina demostrando lo que el<br />

sapiente quería comprobar. El tutoreo debe consistir en una serie de encuentros<br />

cercanos en una secuencia ordenada, pero invisible, que permita<br />

que los chicos hagan los saltos finales por sí mismos. He aquí el<br />

genio de Mary Quirk y de todos los maestros edupunk del mundo –con<br />

Alan Kay a la cabeza–. El maestro ignorante (Ranciere, 2003; Bermejo,<br />

2009; Michea, 2009) es aquel que nunca muestra (ostenta, se pavonea o<br />

revela) lo que sabe. Al revés, es aquel que se centra en lo que el alumno<br />

sabe y cómo el mismo alumno puede aumentar su conocimiento.<br />

¿Cuántas de estas ideas/propuestas han llegado masivamente a<br />

las aulas? ¿Cuántas de estas intuiciones han sido incorporadas en dispositivos<br />

y en agenciamientos tecnoculturales para lograr mejorar los<br />

aprendizajes? ¿Hasta qué punto los modelos 1 a 1 en el mundo están al<br />

tanto de esta revolución fallida, y están tomando medidas para remediarla?<br />

¿Cuánto del espíritu de la Dynabook ha permeado finalmente<br />

las experiencias 1 a 1? ¿Es la XO la mejor o la única encarnación de<br />

estas propuestas? ¿Y si es así, con las limitaciones previsibles, es el Plan<br />

Ceibal uruguayo (que abordaremos en los capítulos VI y VII) el único<br />

que ha llevado masivamente al aula las propuestas del constructivismo<br />

educativo de Papert, Kay y lo mejor de las tribus contra/ciberculturales<br />

de los años setenta? Piano piano se ne va lontano.<br />

2. Modelos de computación 1 a 1. De Australia vía<br />

Maine hasta Uruguay<br />

Antecedentes dispersos y poco localizables<br />

Todo empezó en Australia. En la tradición de la educación a distancia,<br />

no tan atada a los formalismos y a las exigencias curriculares,<br />

aprovechando la vasta geografía y cierta liviandad en el control. Lo<br />

cierto es que un quinto grado de una escuela de mujeres en Melbourne<br />

en 1990 dio el puntapié inicial y al poco tiempo cerca de 80<br />

escuelas, en más de tres estados, bajo la supervisión de Bruce Dixon,


Capítulo I 39<br />

daban sus primeros pasos en lo que dos décadas más tarde serían<br />

ambiciosos planes a escala nacional de dotar a chicos de escuelas<br />

con computadoras portátiles.<br />

En 1986 Apple Computer, S.A. lanzó la iniciativa “Aulas del futuro”,<br />

Apple Classrooms of Tomorow (ACOT). El proyecto comenzó con siete escuelas<br />

de distintos niveles. Cada estudiante y cada profesor recibieron<br />

dos computadoras: una para su casa y una para la escuela. El proyecto<br />

duró 10 años, generó fantásticos resultados y culminó en publicaciones<br />

como las de Dwyer, Yocam & Fisher (1996), tan actuales hoy como entonces.<br />

En 2008 Apple retomó la experiencia con ACOT2.<br />

A mediados de los años noventa, Microsoft se anotició de estas iniciativas,<br />

empezó a esponsorear conferencias en Washington e inició un<br />

tráfico intensivo de visitas a Australia, hasta que finalmente sus esfuerzos<br />

se institucionalizaron bajo el paraguas del programa The Anytime<br />

Anywhere Learning.<br />

Entre 1997 y 2002, más de 1.000 escuelas norteamericanas se allegaron<br />

al programa, aunque la documentación obtenida de esas experiencias<br />

–como todo lo ligado a modelos 1 a 1– o se perdió o nunca se<br />

sistematizó, o no dejo huella duradera. 8<br />

Como lo reconoció el propio Cuban (2010), la moratoria sobre<br />

compra de equipos nunca tuvo lugar, y el progresivo desplazamiento<br />

de las desktops a manos de las laptops, que vimos previamente en<br />

los hogares y en las empresas, también llegó a la escuela.<br />

Entre los formatos intermedios que participaron de esta transición,<br />

localizamos tanto carritos que llevaban entre 20 y 40 máquinas<br />

a las aulas como PDA´s, así como un distrito de California que entre<br />

los años 2004 y 2005 montó un proyecto de saturación con 1.000<br />

Palms (como más recientemente se ha hecho con iPods e iPhones y<br />

pronto se hará con iPads).<br />

8<br />

Gracias a la web es posible escarbar en los agujeros más recónditos de la memoria;<br />

por ello, en ciertos sitios, incluyendo los de la propia Microsoft, hemos encontrado<br />

índices para reconstruir fragmentariamente esas experiencias. Así, en Anytime<br />

Anywhere Learning Program Uses Technology to Bridge the Digital Divide (2000) o en<br />

Hadeed (2000) encontramos material valioso para revisar esta genealogía.


40 De la Dynabook a la XO y lo que se perdió/ganó en el camino<br />

Los primeros programas a gran escala en USA<br />

A fines del 2006 –fecha en que con la primera construcción de<br />

prototipos de las XO la historia de los modelos 1 a 1 se dividiría<br />

en dos, antes y después–, había dos programas masivos en curso,<br />

ambos iniciados en el año 2001. Por una parte la Maine Learning<br />

Technology Initiative ,<br />

una de cuyos desprendimientos (mensurables) fue el Maine’s<br />

Middle School Laptop Program (Silvernail & Gritter, 2005), que conocimos<br />

de primera mano en una visita de campo, participando de<br />

sendas charlas de Bette Manchester, actualmente directora ejecutiva<br />

de la Maine International Center for Digital Learning (MICDL). La<br />

segunda iniciativa fue la de Henrico County en Virginia. Se trató de<br />

14.000 laptops en manos de chicos de la escuela secundaria a partir<br />

de 2001, y de 11.000 laptops entre los alumnos de los últimos años<br />

de la escuela primaria desde 2003 9 (Damian Bebell, 2005).<br />

En el caso de Maine, entre los años 2002 y 2005 se compraron<br />

40.000 máquinas Apple para los chicos de séptimo y octavo grado,<br />

y otras tantas en los años siguientes. La iniciativa fue liderada por el<br />

gobernador saliente Agnus King, en uno de los estados con mejores<br />

rankings escolares del país, y al mismo tiempo con problemas económicos<br />

emergentes. La propuesta –de una forma muy diferente de<br />

lo que sucedió en Uruguay, pero con alguna analogía que habrá que<br />

retomar acerca de construcción de la marca país-, apuntaba a explotar<br />

una metáfora de la necesidad de salir de un pasado analógico en<br />

decadencia hacia un futuro digital promisorio.<br />

Bajo este paraguas, la iniciativa se blindó para que tuviese garantía<br />

de éxito. Se eligió a Apple como proveedor considerando que su<br />

sistema operativo, la homogeneidad de sus equipos y un sistema<br />

de soporte excepcional –como lo confirmamos en nuestra visita en<br />

9<br />

En el momento del anuncio de OLPC en 2005, en Davos, también existían programas<br />

pilotos como: Irving Independent School District, Texas; Borward County Public<br />

Schools, Florida; New Hampshire Department of Education (Bebell, 2005). La<br />

lista creció desde entonces mensualmente ya no sólo en USA sino en todo el mundo<br />

(véase el Apéndice elaborado por Roxana Bassi, en este mismo texto).


Capítulo I 41<br />

el año 2006–, facilitaría un funcionamiento aceitado y contundente<br />

de un proyecto que podría ser, además de pionero, un estándar en<br />

futuras iniciativas. 10 Se invirtió mucho dinero y energía en el desarrollo<br />

curricular, la formación docente y las redes de maestros. Se<br />

le adjudicó residencia permanente a un docente del MLTI en cada<br />

escuela, y se hizo un seguimiento pormenorizado de temas específicos,<br />

promocionando el aprendizaje por proyectos.<br />

California es un estado en las antípodas de Maine, multicultural,<br />

con poco financiamiento escolar estatal y ninguna iniciativa de alcance<br />

global de laptops, salvo las escuelas incluidas en un proyecto<br />

de Microsoft de mediados de los años 90. Allí el desarrollo –también<br />

tomando en cuenta las población, 37 millones en el caso de California<br />

contra 1.4 millones de habitantes en Maine– fue prácticamente<br />

de programas pilotos, en general los padres financiaron las máquinas<br />

y el alcance de toda la experiencia fue relativamente limitado.<br />

Pero, ¿qué sucedió con los modelos previos al proyecto OLPC?<br />

Como nos sorprendió al recorrer estos itinerarios, la evaluación<br />

y la síntesis de todos estos antecedentes es limitadísima, los datos<br />

son viejos, las conclusiones ambiguas. De todos modos, contamos<br />

para esa etapa pre-masividad con algunos resultados interesantes<br />

(Walker, Rockman & Chessler, 2000; y Silvernail & Lane, 2004) y con<br />

resultados previsibles e inespecíficos que revelan:<br />

- un uso incremental de la tecnología,<br />

- una actitud positiva hacia los programas por parte de docentes y<br />

alumnos,<br />

10<br />

La visita fue una decepción absoluta. Una vez que apreciamos las promesas<br />

y la tecnología incorporada en las XO, ver en Maine más de lo mismo analógico<br />

digitalizado nos desilusió profundamente. También, el hecho de que no se<br />

pudieran llevar las máquinas a su casa, etc., contribuyó a nuestra decepción. A<br />

diferencia de lo que es asistir a una clase en el Colegio Norbrige, el primero 1<br />

a 1 de la Argentina desde 2008, donde toda la potencialidad de la máquina se<br />

suma a la disposición de las docentes, Maine era más de lo mismo, disfrazado<br />

de distinto, al menos en la escuela que nos tocó visitar.


42 De la Dynabook a la XO y lo que se perdió/ganó en el camino<br />

- un mayor aprendizaje autónomo,<br />

- un alto grado de compromiso estudiantil.<br />

También contamos desde esa época con una treintena de estudios de<br />

proyectos mucho más pequeños sistematizados por Penuel (2005).<br />

Paralelamente no hay en estos estudios demasiada evidencia de<br />

que el uso intensivo de laptops mejore el rendimiento en los tests<br />

estándares. 11 Claro que esa falla puede atribuirse a un número interesante<br />

de factores: empezando, como es claro, por la insensibilidad<br />

de los tests actuales al tipo de aprendizaje que las laptops están tratando<br />

de promover. 12<br />

Para cerrar este excurso preliminar, uno de los mejores estudios<br />

acerca de la alianza tecnología/educación en modelos 1 a 1 fue<br />

realizado por Mark Warschauer et al. (2006), en la Universidad de<br />

California, en Irvine, entre 2003 y 2005. El trabajo incluyó 10 escuelas<br />

de California y Maine en diferentes grados, tanto rurales como<br />

urbanas, con grupos étnicos muy diferenciados, en programas estatales<br />

y privados, con todo tipo de financiamiento, usando computadoras<br />

Macintosh como Windows, en algunas escuelas usando<br />

laptops todo el tiempo y en otras sesgándolas para ciertas clases.<br />

Hubo 650 horas de observación, se entrevistó a 61 docentes, 32 empleados,<br />

67 estudiantes y 31 padres. El resultado forma el corazón<br />

del libro de Warschauer, Laptops and Literacy, y está centrado en<br />

11<br />

En contraposición con el estudio presentado recientemente por la provincia<br />

de San Luis en la Argentina como evaluación de la iniciativa Todos los chicos<br />

en red, utilizando XO, donde 6.000 chicos habrían registrado<br />

mejoras de hasta el 25 % en el aprendizaje de conocimientos en Matemática y<br />

Lengua.<br />

12<br />

Hasta ahora no existe algún tipo de test estandarizado que evalúe las habilidades<br />

emergentes de los alumnos para encontrar, criticar, analizar y descubrir<br />

nueva información rápidamente, tampoco la productividad y el valor de<br />

la producción multimedial, ni siquiera la calidad de la escritura generada por<br />

la computadora es pasible de evaluación tradicional: “(…) las computadoras<br />

portátiles son sumamente útiles para temas y niveles del grado donde más se<br />

requieren habilidades cognitivas de alto nivel (…) la mayor parte de las ventajas<br />

percibidas de empleo de computadoras portátiles, como en la promoción del<br />

alfabetismo digital o las habilidades multimediales, no están bien reflejadas en<br />

las versiones corrientes de las pruebas estandarizadas” (Warschauer, 2006).


Capítulo I 43<br />

mejoras radicales en la áreas de Lectura, Escritura, Medios y Diseño,<br />

y Hábitos mentales.<br />

Justo cuando la academia y los analistas ventilaban estos temas<br />

y resultados, Nicholas Negroponte deflagraba en enero de 2005, en<br />

Davos, su proyecto hoy conocido como OLPC, rompiendo con todos<br />

los antecedentes y planteando nuevas reglas de juego a la industria,<br />

al sistema educativo, al aprendizaje y a la enseñanza. Conviene<br />

recorrer esos momentos iniciales para ver cuánto se cumplió de su<br />

promesa/amenaza y cuánto aún está pendiente y se podrá (o no)<br />

cumplir.<br />

3. “Una computadora portátil por alumno”,<br />

los antecedentes de un proyecto<br />

Desde que a mediados de los años 80, Steward Brandt (1986) publicó<br />

su renombrado bestseller The Media Lab, no hubo fanático de<br />

las nuevas tecnologías, entusiasta de los desafíos científicos o usuario<br />

de los nuevos aparatos, que no haya querido visitar el Media Lab<br />

instalado en el centro de Cambridge, frente a Boston.<br />

El Media Lab, desde su invención y dirección original a cargo<br />

de Nicholas Negroponte, se ha dedicado exitosamente a desarrollar<br />

tecnologías de la mediación. No hace falta ser un investigador o un<br />

especialista para entender de dónde viene el renombre del Instituto, o<br />

cuál ha sido su logro principal: la invención del mundo multimedial y<br />

digital en el que vivimos hoy.<br />

A principios de 2010 existen más 1.800 millones de internautas<br />

y cerca de 4.000 millones de usuarios de teléfonos móviles. Contribuyendo<br />

a esta ecología el MIT ha focalizado su interés en la<br />

electrónica de consumo, la computación de sentido común y está<br />

trabajando multidisciplinariamente en la computación emocional<br />

y el aprendizaje.<br />

El Media Lab cuenta actualmente con 30 grupos de investigación<br />

involucrados en más de 350 proyectos organizados en tres consorcios:<br />

Cosas que piensan, el Laboratorio de electrónica de consumo,


44 De la Dynabook a la XO y lo que se perdió/ganó en el camino<br />

y Vida digital.<br />

En septiembre de 2005, en mi carácter de gerente general de educ.ar,<br />

visité varios de estos consorcios a fin de constatar cómo aportaban al desarrollo<br />

del proyecto de la laptop de 100 dólares, proyecto por el cual el<br />

gobierno argentino demostró sumo interés a través de declaraciones del<br />

entonces ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus.<br />

¿Qué es el proyecto “laptops de 100 dólares”?<br />

Originalmente bautizado como OLPC –One Laptop per Child–, “Una<br />

laptop por chico”, se trató de una iniciativa que buscaba construir una<br />

máquina portátil con sistema operativo Linux, pantalla a color, de bajo<br />

consumo energético (que incluso permitiría generar energía dando<br />

vueltas a una manivela), y que podría realizar casi todo tipo de procesamiento,<br />

a excepción de almacenar gran cantidad de información.<br />

Estas laptops contarían con Wi-Fi, cuatro puertos USB, un procesador<br />

de 500 MHz, un almacenamiento en memoria flash drive de 1/2 Gb y<br />

una resolución en la pantalla de casi el doble de las pantallas actuales. 13<br />

Ante las previsibles objeciones de fabricantes, distribuidores y marketineros<br />

de que una reducción en el precio de las computadoras portátiles<br />

era imposible de lograr, por las altas prestaciones que se esperan<br />

de ellas, la gente del MIT –todos científicos de primer nivel y conocedores<br />

del mercado y de la tecnología durante décadas–, insistían en que<br />

sí era posible lograrlo gracias a una reducción drástica en el costo de la<br />

pantalla, una eliminación de todo el software superfluo para que no abarrotase<br />

las máquinas de pequeño costo, y fundamentalmente gracias<br />

a una venta masiva a gobiernos y la eliminación de toda la cadena de<br />

intermediación posible, especialmente la publicitaria y la marketinera.<br />

Entre los rasgos más interesantes de la máquina, se destacaba la idea<br />

de mesh network (véase el capítulo II, en esta publicación). Es decir, cada<br />

13<br />

Esa era al menos la configuración prevista a mediados del año 2006. A lo largo<br />

de tres años de mejoras, las prestaciones actuales son sensiblemente diferentes,<br />

duplicaron o triplicaron las medidas originales. Lo mismo ocurrió con otras máquinas<br />

de la competencia, en especial las Classmate entre su versión 1 y 3, con<br />

250.000 unidades compradas por el gobierno argentino a fines del año 2009.


Capítulo I 45<br />

máquina sería en realidad un nodo en una cadena infinita de retransmisores,<br />

la que estuviera más cerca de una fuente física o inalámbrica<br />

de Internet la tomaría, y el resto se acoplaría en forma automática e<br />

instantánea a cualquier otra que estuviese conectada a la red.<br />

En el hipotético caso de que ninguna estuviera conectada a la<br />

red, se podrían armar grupos de máquinas muy grandes para desarrollar<br />

trabajo colaborativo entre sí, de un modo impensable en<br />

los años 2006 y 2007.<br />

En cuanto a la política de distribución, las máquinas serían adjudicadas<br />

en órdenes no menores a 500.000 unidades a los ministerios<br />

de Educación de los países interesados. A principios del año<br />

2006 China, Brasil y varios países más pequeños manifestaron su<br />

compromiso con el proyecto, y funcionarían como usuarios de testeo,<br />

antes de que la Argentina decidiera subirse al carro digital.<br />

Los primeros lotes de máquinas se estarían distribuyendo a fines<br />

del año 2006 o a principios del año 2007. Inicialmente se fabricarían<br />

entre 50.000 y 100.000 en el año 2006, previendo un horizonte<br />

de 7 millones en el año 2007 y entre 100 a 200 millones de<br />

máquinas en el año 2008. 14<br />

De la teoría a la práctica<br />

Teníamos pues frente a nosotros dos componentes de una oferta<br />

más que interesante: un laboratorio de medios que hacía más de 20<br />

años que venía inventando el futuro, y un proyecto de alfabetización<br />

digital masiva nunca antes imaginado.<br />

Aquí mencionaremos algunos de los componentes tanto de software<br />

o hardware que estaban siendo efectivamente desarrollados en el<br />

MIT como partes centrales de la máquina en sí misma y que después<br />

recalarían en la XO –los que pudimos apreciar durante esa visita y<br />

otras sucesivas.<br />

Los miembros del grupo Ópera del Futuro nos mostraron su ma-<br />

14<br />

La mayoría de estas estimaciones no se cumplieron y el proyecto tomó otros<br />

rumbos –que serán detallados a lo largo de todo este libro–. Ello se debió a múltiples<br />

y entrelazados factores que identificaremos en los siguientes capítulos.


46 De la Dynabook a la XO y lo que se perdió/ganó en el camino<br />

ravilloso Hyperscore, un software para la escritura de música utilizando<br />

colores, que integraría la dotación de software de la laptop,<br />

aunque finalmente la XO incluyó entre sus actividades básicas el<br />

editor Tam Tam.<br />

Del mismo modo, Mitchell Resnick, profesor de Investigación en<br />

el aprendizaje, mostró el estado del desarrollo del programa Scratch<br />

–basado sobre ideas seminales de Alan Kay– que permite, mediante<br />

un lenguaje estructurado en forma de bloques de textos, generar actividades<br />

interactivas en forma semejante al mítico Mindstorms, pero<br />

simplificando mucho la “escritura”.<br />

Desde el punto de vista del hardware, la presentación de Michael<br />

Bove, del Laboratorio de Electrónica de Consumo, acerca de los paneles<br />

de comunicación horizontal, reveló cómo se conectarían las<br />

laptops entre sí. Michail Bletsas, del sistema de computación en red,<br />

fue el encargado de mostrar cómo cada máquina funcionaría como<br />

un espejo de conectividad respecto de las otras usando la red mesh.<br />

Expectativas mesuradas<br />

Durante esa primera visita mantuve dos entrevistas en profundidad<br />

con Nicholas Negroponte, que sirvieron para conocer en detalle la<br />

logística, la filosofía subyacente del proyecto y varias dimensiones<br />

políticas asociadas al mismo, como corresponde a un diseño que, de<br />

resultar exitoso y masivo, cambiaría definitivamente nuestra concepción<br />

acerca del uso de las máquinas en la educación –algo que en parte<br />

sucedió y en parte no (véase el capítulo IX en esta publicación).<br />

Lo que sobresalió en las charlas y conversaciones fue, no tanto la<br />

alegría por los rápidos éxitos tecnológicos que se estaban logrando,<br />

o las alianzas que se estaban desarrollando día a día con proveedores<br />

y fabricantes, sino la recuperación de la filosofía original de Internet,<br />

mucho más colaborativa, abierta, par a par, que lo que veíamos a<br />

mediados de la década y que actualmente sigue bajo riesgo (Brea,<br />

2007; Zittrain, 2008; Smiers & Van Schijndel, 2008).<br />

Tal vez el componente más desafiante del proyecto estaba relacionado<br />

con el reformateo docente, la socialización en el uso de la


Capítulo I 47<br />

máquina, su conversión en una herramienta de potenciamiento personal<br />

de los alumnos y de los docentes (véase el capítulo VIII en esta<br />

publicación).<br />

Mientras faltaba aún mucho camino por andar: ensamblar la miríada<br />

de componentes, resolver los desafíos que un proyecto de esta<br />

envergadura supone, tener listo el prototipo funcional, testearlo y<br />

lograr que todas las piezas se pusieran en su lugar, algo que finalmente<br />

tomó casi dos años en ocurrir –uno más de lo previsto inicialmente–,<br />

y que necesitaría todavía dos más –2008 y 2009– para llevar<br />

a buen puerto la etapa inicial del Plan Ceibal en el Uruguay.<br />

La reputación del Media Lab involucrada en el diseño del proyecto<br />

OLPC, y los muchos ejemplos exitosos que lo antecedieron, permitían<br />

imaginar resultados satisfactorios y potentes a corto plazo,<br />

aunque con una deriva mucho más compleja y contradictoria que<br />

las buenas intenciones de Negroponte y su equipo pudieron jamás<br />

anticipar (véanse capítulos VI y VII en esta publicación).<br />

A continuación detallaremos algunos rasgos innovadores de la<br />

ecología de la XO, por qué tanto su hardware como su software parecían<br />

prometer tanto y por qué tanta cornucopia fue resistida y finalmente<br />

neutralizada, por un conjunto variopinto y poderosos de<br />

actores (Luyt, 2008; Latour, 2008; Piscitelli, 2009).


VIII<br />

Modelos educativos.<br />

Paradigma de Broadcast<br />

y reingeniería cognitiva<br />

1. Avatares de un proyecto tan genial<br />

como inasible<br />

Del dicho al hecho<br />

Hace cinco años tuvimos conocimiento de la existencia del proyecto<br />

OLPC. Fue en ocasión de la visita de David Cavallo, en ese<br />

entonces vicepresidente y chief learning architect, a la reunión preparatoria<br />

de la Segunda Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información<br />

(CMSI), en Río de Janeiro, en el 2005. Cuando Cavallo<br />

habló del “aparatejo”, se trataba mayoritariamente de un conjunto<br />

de promesas y especulaciones. De buenas intenciones y de intentos<br />

de dar una vuelta más a un paradigma computacional obsoleto, basado<br />

en el gigantismo del hardware, la suboptimización del software,<br />

programas residentes en la máquina y la ofimática como modelo de<br />

toda aplicación posible. Encima, todo espanto portado alegremente<br />

a/hacia la escuela.<br />

A medida que los meses (y años) fueron pasando, esas promesas<br />

se convertirían lentamente en realidades, como hemos visto en los<br />

capítulos anteriores del presente libro. Especialmente, en términos<br />

de la incorporación progresiva en un dispositivo de teorías muy poderosas<br />

y llamativas, no sólo acerca de otros hardwares y softwares


180 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

posibles, sino fundamentalmente de nuevas formas de encarar el<br />

aprendizaje –dentro y fuera del aula– utilizando máquinas de/para<br />

conocer.<br />

Entre los logros de hardware –alcanzados con retrasos de hasta<br />

seis meses y un año respecto de la programación original–, todos<br />

los grandes desafíos del proyecto se fueron cumplimentando. Desde<br />

un display maravilloso, pasando por la eliminación de las partes<br />

móviles en el disco duro sustituidas por memoria flash, hasta llegar<br />

a un relativo ahorro de energía usando una batería de duración<br />

modesta. 1<br />

Lo mismo pasó con el software de la XO, que aunque en un formato<br />

variable ya ha dado muestras de poder soportar tests más o<br />

menos robustos, y de promover Sugar, una interfaz que se separa<br />

por primera vez en décadas definitivamente del agotado paradigma<br />

del desktop, y avanza hacia formas de almacenamiento y recuperación<br />

de la información mucho más intuitivas que las espaciales. Y<br />

que con el Journal, ya casi totalmente operativo, se internó en ensayos<br />

–como los hiciera Lifestreams– 2 pero en forma masiva, desde la<br />

1<br />

La rapidez con la cual una novedad se convierte en commodity puede advertirse<br />

en esta importante cuestión de la duración de la memoria. Si bien ni la XO ni<br />

la Classmate innovaron realmente en este terreno, la aparición de una máquina<br />

como la versión 5.1 de la MacBook con una batería de 7 horas en octubre del año<br />

2008, y de la Netbook N310 de Samsung a fines del año 2009 con 11 horas de duración<br />

promedio, muestran por qué las batallas por la optimización del hardware<br />

son siempre batallas perdidas de antemano. Por otra parte, máquinas escolares<br />

con 5 ó 6 horas de batería de duración continua, y con al menos 2.000 ciclos de<br />

recarga, deberían ser el estándar mínimo en inversiones de estas magnitudes.<br />

2<br />

Si bien hace tiempo que investigadores y expertos en interacción hombre/máquina<br />

tienen diferentes y muy válidos motivos para cuestionar la metáfora del desktop,<br />

son muchos menos los esfuerzos efectivos por diseñar interfaces alternativas. Entre<br />

los más conocidos y que merecen una revisión detallada encontramos ya en los<br />

mismos años 80: Rooms System (Henderson & Card, 1986); Pad++ system (Bederson<br />

& Holland, 1995); Personal Role Management; Computación basada en actividades<br />

(Norman, 1998); Interfaces anti-Mac (Gentner & Nielsen, 1996). A partir del año<br />

2000 con la presencia creciente de la red, trabajo cooperativo, grupos, etc., se<br />

desarrollaron nuevos enfoques basados en el tiempo, los atributos lógicos, las<br />

personas –Sugar estaría cerca de esta metáfora–, y actividades colectivas –Sugar<br />

también participa de éstas–. Para una fantástica recorrida por todos estos intentos<br />

e intereses, recomendamos a Kaptelininin & Czerwinski (2007).


Capítulo VIII 181<br />

primera infancia, y rompiendo con los absurdos esquemas clasificatorios<br />

de las ventanas (véase el capítulo V, en este libro), absolutamente<br />

injustificables en estos días de millones de archivos, de discos<br />

de 1 ó 2 Terabytes de almacenamiento y de altísimas velocidades de<br />

conexión.<br />

Así las cosas, parecería que deberíamos estar más que contentos<br />

por lo obtenido quienes apostamos desde el principio a este proyecto.<br />

Y, también, deberíamos estar más que preocupados por lograr<br />

que todas estas innovaciones lleguen finalmente al aula en una relación<br />

de casualidad circular feliz y aprovechable.<br />

Narrativas no lineales de innovación sociotécnica<br />

Lamentablemente, las cosas son mucho más complejas que lo que<br />

esta narrativa tecnofílica, bastante representativa a nuestro entender<br />

de lo ocurrido en estos casi cinco años, permite aventurar. Porque<br />

en el transcurso emergieron al menos dos órdenes de cuestiones que<br />

complicaron bastante el éxito del proyecto, y que, por otra parte, nos<br />

hacen retroceder mucho –en términos de alfabetización digital– en<br />

vez de coronar la iniciativa con un final feliz.<br />

Un primer obstáculo fue la aparición de otros modelos de máquinas<br />

para ser utilizadas eventualmente en modelos 1 a 1, 3 las<br />

cuales, más que innovar, han renovado el viejo paradigma y han<br />

llevado al diseño de un tipo de dispositivos, que si bien formalmente<br />

son más rápidos y oportunos que la XO, no hacen más que<br />

3<br />

Actualmente contamos con cerca de 50 fabricantes que producen casi un centenar<br />

de modelos de webtops . La primera webtop oficial fue la ASUS Eee PC que vendió 300.000<br />

unidades en cuatro meses azuzada por la apertura del nicho inventado por la<br />

XO de Negroponte. Una webtop estándar hoy, en el año 2010, tiene el poder de<br />

procesamiento de una PC del 2001, a un cuarto de su costo. Mientras que en el<br />

año 2007 se vendieron 400.000 webtops, el mercado creció exponencialmente<br />

entre los años 2008 y 2009 pasando de 11.4 millones –70 % de los cuales fueron<br />

vendidos en Europa– a 35 millones en el año 2009, y con un estimado de 139<br />

millones en el año 2013. Ese es el mercado que lamentablemente Negroponte<br />

perdió justo al comunicar su sueño –y de paso crearlo– que terminó convertido<br />

en su peor pesadilla (véase el capítulo V, en esta publicación).


182 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

consolidar el camino de un modelo computacional condenado al fracaso<br />

de antemano (véase el capítulo IV, en este libro).<br />

Curiosamente, su propia existencia le generó a OLPC una ilusión de<br />

competencia, y a través de un astuto dumping en los precios asistimos a<br />

lo que en el año 2008 era un peligro, pero es una casi certeza en el año<br />

2010: la iniciativa OLPC finalmente ve muy acotadas sus pretensiones<br />

y progresivamente puede perder poder de transformación/contaminación.<br />

4 Porque la excesiva insistencia de los propios diseñadores del<br />

proyecto en un uso pedagógico autoorganizado, prescindente del rol<br />

del docente, no orientado a usos curriculares, insinuando básicamente<br />

que no importa lo que pase en la escuela porque el aprendizaje igual se<br />

dará fuera de la misma, es: ¿revolucionario?, ¿jacobino?, ¿ultramoderno?,<br />

¿postfordista? –u otro adjetivo, según el gusto.<br />

Riesgos de la autoorganización indiscriminada<br />

Podríamos ir a la historia de la renovación educativa, ya sea buscándola<br />

en Comenio, en Montessori o en Freinet, pero mucho más en los<br />

exponentes de la Escuela moderna y la pedagogía libertaria, como son<br />

los casos de Francisco Ferrer Guardia, Alexander Sutherland Neill, la<br />

Pedagogía Waldorf y, mucho más cercano a nosotros, Ivan Illich y Paulo<br />

Freire, y encontraríamos justificaciones infinitamente mucho más<br />

sólidas, pero en muchos casos muy semejantes, a los de la pedagogía<br />

implícita que subyace al proyecto OLPC.<br />

Cuando se pretende discutir a fondo con sus principales interlocutores<br />

sobre estos temas, los fetiches pedagógicos con los que se cierran<br />

antes que después muchas de las charlas, aluden a Jean Piaget y a<br />

Seymour Papert. Del primero y sus usos computacionales, no podemos<br />

decir nada por cuanto murió en 1980, justo en los albores de la<br />

invención de la computadora personal.<br />

4<br />

No menos sorprendente que este obstáculo fue cierta ingenuidad y desconocimiento<br />

del terreno por parte de los iniciadores del proyecto, en lo que se refiere<br />

a un uso pedagógico exitoso de los dispositivos tecnopotencialmente revolucionarios.<br />

A lo largo de este libro hemos recorrido muchos de los corticuitos y<br />

dilemas que plantean las tecnologías disruptivas en el campo educativo (Christiansen<br />

et al., 2008).


Capítulo VIII 183<br />

En cuanto a Papert, quien ha escrito a rajatabla sobre las ventajas<br />

de la educación digital, 5 por motivos ajenos a sus deseos no pudo desarrollar<br />

estrategias sólidas de uso de la XO según ejercicios semipautados,<br />

buscando sacarle el mejor jugo posible a la nueva interfaz, a la<br />

conectividad entre máquinas sin Internet y a los usos fabulosos de las<br />

aplicaciones compartidas.<br />

Porque, por lo visto, en cada experiencia piloto iniciada en distintas<br />

latitudes y también en el caso de la “anomalía salvaje uruguaya”, lo que<br />

se produce en el primer encuentro masivo –de saturación– con las máquinas<br />

es un efecto de fascinación entendible en los nativos digitales y<br />

bien registrado en la Conferencia de Viena como solo uno de los cuatro<br />

objetivos logrados plenamente respecto de estos intentos. 6<br />

5<br />

El matemático norteamericano Seymour Papert fue uno de los pioneros de la<br />

inteligencia artificial y un ferviente defensor de una tesis: las computadoras<br />

pueden cambiar el paradigma del aprendizaje hoy vigente. Nacido en África del<br />

Sur, entre 1954 y 1958 estudió matemática en las Universidades de Cambridge<br />

y París. Trabajó con Jean Piaget en la Universidad de Ginebra entre 1959 y 1963.<br />

Fue esta colaboración la que lo condujo a considerar el uso de la matemática para<br />

entender cómo piensan y aprenden los niños. Sus principales obras son: Desafío<br />

a la mente. Computadoras y educación (1981), La máquina de los niños. Replantearse<br />

la educación en la era de los ordenadores (1995), La familia conectada. Padres, hijos y<br />

computadoras (1997). En una nota profética “Obsolete Skill Set: The 3 Rs” (Papert,<br />

1983), incluida en el segundo número de la revista Wired, defendía entusiasmado<br />

el rechazo de las tres R (lectura, escritura, matemática), y abogaba por una<br />

postalfabetización mediática y digital. Muy poco conocedor del aula concreta,<br />

sus experimentos nunca pasaron de clases aisladas en condiciones muy privilegiadas<br />

(Camboya, Tailandia, Costa Rica). La última vez que charlamos con él<br />

a fines del 2006 en Boston, en la sede de OLPC, avanzamos en una definición<br />

preliminar sobre qué componentes y actividades debían estar “programados” en<br />

la XO. Lamentablemente un gravísimo accidente de tránsito en el año 2006 en<br />

Hanoi, Vietnam, y sus casi 80 años frustraron lo que podía haber sido una combinación<br />

genial del software diseñado por Alan Kay, con intuiciones profundas<br />

de cómo liberar el aula de atavismos peligrosos, logrando redespertar la curiosidad<br />

infantil adormecida por sus rutinas.<br />

6<br />

Los otros tres: nuevas prácticas docentes de innovación, desarrollo de habilidades<br />

digitales y mejoras medibles en el aprendizaje, siguen brillando por su<br />

ausencia (Severin, 2010), aunque son el único horizonte de expectativas posibles<br />

por lograr que debería inspirar estas iniciativas.


184 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

¿Criterios de evaluación demasiado altos?<br />

Aceptando o no las exigencias de Alan Kay, para quien sólo se<br />

pueden ver resultados efectivos en grupos de escuelas más o menos<br />

pequeñas, en el orden de los 700 alumnos, y luego de no menos de<br />

3 ó 4 años de uso intensivo de tecnología, 7 queda claro que la gran<br />

novedad no sería que los alumnos –especialmente si nunca tuvieron<br />

una máquina a su alcance, o si proceden de sectores desfavorecidos,<br />

o si vienen de aprendizajes hiperpautados–, cambien de cuajo su<br />

motivación, prefieran asistir a las clases aun en ausencia del maestro<br />

o en días feriados, etc., conviertan la máquina en su amigo invisible,<br />

etc., los que de por sí serían cambios nada menores. Lo que sí inclinaría<br />

enormemente la balanza a favor de usos masivos en el aula de<br />

máquinas 1 a 1 sería una combinación aún inédita de guías en los<br />

usos de la Web 2.0, aunada a la coproducción de materiales curriculares<br />

personalizados, al uso intensivo de herramientas de simulación<br />

ad hoc combinadas con contenidos básicos mínimos, al trabajo<br />

con prototipos materiales y al mismo tiempo a su simulación en la<br />

máquina.<br />

De lo que se trata entonces es de desarrollar un currículum híbrido,<br />

previo entrenamiento de docentes tecnofílicos, que ya hayan tenido<br />

muchos años de trabajo con herramientas informáticas en el aula,<br />

sin descuidar el rediseño del aula como dispositivo que fomente la<br />

innovación.<br />

Contrariamente a muchos interesados en minimizar las competencias<br />

digitales de los docentes, hace ya rato que un grupo de entre<br />

7<br />

Como se anticipó en el capítulo I, en esta publicación, el concepto Dynabook<br />

fue creado por Alan Kay en 1968, dos años antes de los descubrimientos de Xerox<br />

Parc. El componente de software de este proyecto fue Smalltalk. Kay quería<br />

que Dynabook encarnara las teorías de aprendizaje de Jerome Bruner y de<br />

Seymour Papert, quien había estudiado con Jean Piaget y había coinventado el<br />

lenguaje de programación Logo. El hardware en el cual se ejecutaría el ambiente<br />

de programación sería relativamente irrelevante. Aunque el hardware necesario<br />

para crear una Dynabook ya existe hoy, Alan Kay cree que Dynabook no se ha<br />

inventado todavía, porque faltan un software clave y un plan de estudios adecuado,<br />

siendo la XO lo que más se acerca idealmente, más como potencialidad que<br />

según sus resultados de aprendizaje actuales.


Capítulo VIII 185<br />

15/20 % no sólo enseña el abc de la computación en las aulas, sino<br />

que en un número importante está ingresando pari passu en el mundo<br />

de la producción colaborativa, también llamada Web 2.0.<br />

¿Cómo se vincula la Web 2.0 con las estrategias pedagógicas<br />

de OLPC?<br />

Un ejemplo excepcional en este sentido fue el weblog Webcreatividad<br />

de Karina Crespo ,<br />

una docente tucumana, alojado en educ.ar. Así como existe este<br />

espacio hay miles, para no decir millones, de otros lugares donde se<br />

están haciendo cosas parecidas, de una enorme calidad, donde se combina<br />

el consumo con la producción de medios y donde se está dando<br />

una transmutación crucial en el rol del docente, que va acompañando<br />

modificaciones profundas en los esquemas de construcción, almacenamiento<br />

y post-producción del conocimiento.<br />

Por ahora sólo hemos visto recogidas marginalmente –aunque<br />

algunos esfuerzos del Plan Ceibal van en esa dirección–, en las propuestas<br />

pedagógicas de OLPC estas orientaciones y formatos, que<br />

tan bien están funcionando en ámbitos más tradicionales, donde<br />

aún no se despliegan ni laptops 1 a 1, tampoco la posibilidad de<br />

acceder a nuevos sistemas operativos, y mucho menos a potestades<br />

como la mesh, o pantallas de uso al aire libre, con sensores y una<br />

ergonomía acorde con las dimensiones, las expectativas y los deseos<br />

de los chicos.<br />

Justamente la suma de esas pedagogías digitales críticas pre-OLPC,<br />

con las prestaciones de estas máquinas y con la idea tan bien lograda<br />

de la XO como un dispositivo que es teoría concretizada, permite imaginar<br />

escenarios de corto plazo mucho más interesantes y poderosos que la<br />

mera introducción aleatoria de la computadora en el aula.<br />

Por otra parte, un entrenamiento intensivo de los docentes más<br />

predispuestos al uso innovador de estas máquinas 8 puede dar lugar a<br />

8<br />

En una entrevista que nos hiciera Leo González Pérez en el diario Clarín, con<br />

motivo de la aparición de Nativos digitales, "El libro y la pantalla están en conflicto,<br />

y ya de una manera muy violenta", sostuvimos una postura política y


186 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

una renovación radical del dispositivo máquina + contenido + entrenamiento,<br />

y es de esperar que en poco tiempo más, primero en<br />

experiencias aisladas y después en escala masiva, estos resultados<br />

empiecen a concretarse efectivamente –como ya lo estamos viendo<br />

en el Plan Ceibal después de dos años de uso.<br />

El dispositivo máquina + autoproduccción de contenido +<br />

reformateo + inteligencia colectiva<br />

En cuanto al modelo 1 a 1 (y en particular el OLPC), quizás su<br />

precondición más endeble sea la estrategia de prefinanciamiento<br />

que el mismo implica, así como la ausencia de simulación detallada<br />

de lo que supone el despliegue de centenares de miles –hasta llegar<br />

a un millón o más por país– de computadoras.<br />

Ya sea en la versión OLPC en la cual los países deberían financiar<br />

las líneas de montaje, o en el de la Classmate donde Intel promete<br />

rebajas sustanciales de precio a cambio de compromisos masivos<br />

en la escala de compra, en ambos casos se ha roto parcialmente con<br />

los formatos tradicionales de un cliente que elige sobre un producto<br />

que está en el mercado y cuya puesta a punto ha sido financiada por<br />

epistemológicamente incorrecta: deben ser capacitados en herramientas 2.0 sólo<br />

aquellos docentes entusiastas, dispuestos y anhelantes de ser socializados en estas<br />

capacidades. De acuerdo con nuestra postura: lo que se requiere en el campo<br />

educativo es mucho más un cambio de actitud que de aptitud, consideramos que hay<br />

muchos formatos de aprendizaje para los cuales las competencias analógicas y<br />

las estrategias docentes son más que suficientes. Y, en muchos casos, profundamente<br />

innovadoras. También es cierto que para nosotros la sumatoria de las habilidades<br />

analógicas con las digitales genera un tipo de docente con competencias<br />

emergentes muy superior a las analógicas o digitales exclusivamente. Lamentablemente,<br />

en la mayoría de los casos de implementación de máquinas en el aula,<br />

incluyendo los más recientes modelos 1 a 1, los intentos de masificación en la<br />

formación docente usando nuevas tecnologías terminan en previsibles fracasos,<br />

dado por el costo cognitivo, la resistencia del docente como sujeto de una profesión<br />

ritualizada y fundamentalmente del dispositivo escuela capaz de anular<br />

cualquier gramática innovadora. Por ello, la concentración de nuestros estrechos<br />

recursos sólo en aquel subgrupo del colectivo que anhela esta reconversión<br />

es, además de una apuesta conservadora, un reaseguro de retornos crecientes y<br />

cada vez más enriquecedores. También, un síntoma de pluralidad en cuanto a<br />

formatos y modos de encarar las clases. Que convivan mil y una flores.


Capítulo VIII 187<br />

el fabricante. 9 Sin descartar que otras opciones de producción son<br />

imaginables más allá del mercado para generar una oferta masiva<br />

de laptops, no queda claro en este caso cuál es la ventaja para los<br />

países adquirentes si deciden comprometerse con inversiones siderales,<br />

siendo que la prueba del éxito del producto –aunque todos sabemos<br />

que ésta sólo puede sancionarse socialmente– debería depender,<br />

al menos para su introducción en el mercado, exclusivamente<br />

del esfuerzo del fabricante.<br />

Algo queda claro, más alla de prevenciones y señalamientos. Al<br />

no existir sólo un modelo o tipo o caso único de laptop de bajo costo,<br />

cualquier opción de compra pasará inevitablemente por licitaciones,<br />

excluyendo de plano la compra directa, alternativa inimaginable<br />

cuando la XO era un oferente único.<br />

Por lo anterior, sumados a todas las prevenciones anteriores, queda<br />

claro que la multidimensionalidad del proyecto, los actores en juego,<br />

los efectos en cascada que el mismo supone, y las redes que se articulan,<br />

lo sacan del plano de la oposición ingenua “la tecnología es<br />

9<br />

Obviamente en el año 2010 las condiciones y posibilidades de diseño y compra<br />

son muy distintas de las que existían en los años 2007 y 2008, donde no había<br />

precisamente una categoría de subnotebooks –o lo que hoy llamamos netbooks– de<br />

precio accesible. Aun así, este mercado inventado por la arriesgada decisión de<br />

Negroponte está dividido en dos nichos muy dispares. Por un lado, la XO y la<br />

Classmate –originalmente denominada Eduwise perteneciente al World Ahead<br />

Program de Intel creado en el año 2006– en su tercera versión. La primera fue<br />

la Clamshell azul que llegó a educ.ar en septiembre del año 2006, la segunda<br />

la Convertible (2go PC) tenía un disco duro de 30 Gb de abril del año 2008, y<br />

la tercera versión 8CTL 2go –con touchscreen y escritura directa sobre la pantalla–<br />

fue anunciada en enero del 2009. En el otro extremo, tenemos las decenas<br />

de netbooks existentes en el mercado. Mientras que las de la primera categoría,<br />

subsidiadas o agraciadas por las economías de escala, cuestan alrededor de U$S<br />

180/300, las netbooks están mas cercanas a los U$S 300/400. Así las cosas pueden<br />

darse situaciones, como la reciente licitación del gobierno argentino en favor de<br />

Classmate, elegidas por precio, aunque su rendimiento computacional es mucho<br />

menos poderoso que el de las netbooks más baratas. Es de esperar que con la<br />

aparición de la iPad –la tableta de Apple– haya un corrimiento masivo de precios<br />

en dirección descendente que termine eliminando –al menos en términos<br />

de costo de hardware– la falsa opción XO/Classmate y convierta la opción “Una<br />

computadora por chico” en la posibilidad de agenciarse netbooks más robustas<br />

y productivas, además de contar con un software post-desktop y con un hardware<br />

mucho más innovador como es Sugar on a stick.


188 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

buena/la tecnología es mala”, “la tecnología en la clase tiene valor<br />

educativo/la tecnología en la clase no tiene valor educativo”, y exige<br />

análisis más refinados, iniciativas más complejas y apuestas mucho<br />

más sofisticadas que las conocidas hasta ahora, usando o no modelos<br />

1 a 1, implementando prototipos –o sistemas educativos enteros–<br />

de Classmate u OLPC, poniendo tecnología en la clase o declamando<br />

–y/o anatematizando– a favor o en contra del proyecto.<br />

Como nuestro recorrido en zigzag va poniendo de manifiesto, una<br />

vez que un tsunami como OLPC –disparado por un factor 10x en la<br />

baja de costos, e innovaciones radicales en el dispositivo– se lanza,<br />

las lecturas reduccionistas y los simplismos de uno y otro bando son<br />

arrasados y necesitan de argumentos más sutiles y de propuestas<br />

mucho más integradoras, ya sea para seguir adelante, ya sea para<br />

hacer caso a la moratoria de Cuban, si es que la escuela analógica<br />

cree poder ser reinventada ante la saturación de tecnología digital.<br />

2. Laptops, modelos pedagógicos y modelos<br />

de infancia<br />

Desde que los modelos de desarrollo de la XO dejaron la mesa<br />

del diseñador y empezaron a ser fabricados, y apenas la Eduwise<br />

(rebautizado como Classmate) se puso en el camino de los planes<br />

expansionistas de Negroponte, en todo el mundo se lanzó una carrera<br />

para poner a prueba las laptops de bajo coste.<br />

A mediados del año 2007 en Brasil y en Nigeria, en Uruguay y en<br />

la Argentina, en Etiopía y en Colombia, en Brasil y en USA (Bassi,<br />

2010), prototipos más o menos sofisticados llegaban por fin a las escuelas<br />

físicas, dejando el aura de abstracción y fantaseo académico,<br />

para correr el riesgo más significativo y valioso que era su ingreso<br />

a la escuela.<br />

Curiosamente, una de las mejores discusiones acerca de la principal<br />

diferencia entre OLPC y Classmate en ese momento, no había<br />

tenido lugar en ninguno de esos países, o en los otros que<br />

formaban parte del lote inicial seleccionado por Negroponte para


Capítulo VIII 189<br />

instalar masivamente su visión en las sociedades del Sur –todos los<br />

cuales finalmente fueron reemplazados por Uruguay, Perú y Ruanda–<br />

así como las máquinas subsidiadas por los dos ciclos de venta<br />

vía Amazon del Programa GOGO (Get One Give One).<br />

Hallamos esa necesaria discusión en un weblog chileno, donde<br />

un buen análisis situaba la elección de equipos en función de modelos<br />

del aprendizaje, centrados ya sea en los docentes (Classmate), ya<br />

sea en los alumnos (XO). Más allá de este apareamiento simplista, lo<br />

que estaba en juego en esa distinción era la consideración de los chicos<br />

como un grupo satélite de los intereses adultos o como un gupo<br />

con agenda propia. Con lo atrevida que es esta postura –implícita en<br />

los dichos de Negroponte y reforzada por nuestra propuesta de los<br />

nativos digitales como clase cognitiva (Piscitelli, 2009)–, poder determinar<br />

hasta qué punto los chicos son agentes en sí mismos –más allá<br />

de las motivaciones, socializaciones o manipulaciones impuestas<br />

por los adultos– forma parte del corazón de la adopción de máquinas<br />

en el aula. 10<br />

Según Bustelo (2007), pese a los dispositivos que la conforman/<br />

oprimen, la infancia es juego, imaginación y apertura. Se trataría<br />

del anuncio de otro comienzo que convoca al tiempo de la emancipación.<br />

11 No es ésta, claro, una visión dominante en esta época<br />

–ni en muchas épocas antepasadas que necesitaron de la invención<br />

de la infancia para destutelar al niño, y verlo como algo bien<br />

10<br />

Brindando un encuadre teórico a esta elección de quién es el sujeto privilegiado<br />

del aprendizaje, remitimos a la obra –injustamente trunca por sus tempranas muertes–<br />

de Clara Coria & Ignacio Lewkowicz (2004), Pedagogía del aburrido, así como El<br />

recreo de la infancia. Argumentos para otro comienzo, de Eduardo S. Bustelo (2007).<br />

11<br />

Encarnando estas ideas a partir de las propuestas de la Pedagogía de la Emancipación<br />

de Jacques Jacotot a principios del siglo XIX, conceptualizadas por<br />

Jacques Ranciere en El maestro ignorante, a lo largo del año 2009 diseñamos un<br />

dispositivo pedagógico anclado en una reinvención de los usos de Facebook, que<br />

tuvo feliz acogida y generó productos de una calidad excepcional en la carrera<br />

de Comunicación de la Universidad de Buenos Aires. Lo denominamos Proyecto<br />

Facebook (Piscitelli, Adaime, Binder, 2010), y consistió en un pasaje explícito de<br />

las pedagogías de enunciación a las pedagogías de intervención. Se continuará<br />

este año 2010 con encarnaciones mucho más acotadas, dirigidas a diseñar experiencias<br />

mediante la creación de aplicaciones que permitan persuadir a actores<br />

sociales, rediseñar el paisaje urbano y modificar actitudes y comportamientos.


190 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

diferenciado del niño convertido en un adulto en potencia (Badinter,<br />

1978). 12<br />

Para Bustelo, la vida emergente representa una ruptura y la posibilidad<br />

de una discontinuidad radical con lo existente. Sostener<br />

políticamente esta significación de la infancia implica pensar en el<br />

re-creo de la infancia, en una infancia emancipada.<br />

No estamos volviendo a Summerhill, ni nos ha agarrado de pronto<br />

“una borrachera a la Iván Illich” (1980). Si las voces de Coria &<br />

Lewkowicz (2004) y de Bustelo (2007) irrumpen en nuestra narrativa,<br />

es porque la discusión interesante acerca de los modelos pedagógicos<br />

de las laptops de bajo coste presupone y hace posible una<br />

discusión acerca del tipo de infancia que avizoramos diseñar en el futuro<br />

inmediato 13 y hasta qué punto la misma –dadas las situaciones de<br />

12<br />

Yendo aún más atrás en el intento de revalorizar la autonomía infantil, la psicóloga<br />

Alison Gopnik (2010) en su sorprendente The Philosophical Baby: What<br />

Children's Minds Tell Us About Truth, Love, and the Meaning of Life, busca la reivindicación<br />

filosófica y epistemológica de los bebés, al demostrar que son más<br />

conscientes que los adultos. Mientras que los adultos pasamos la mayor parte<br />

de nuestra vida cotidiana en piloto automático (devenidos zombies funcionales),<br />

los bebés con sus mentes maleables e hipercomplejas encaran la vida como un<br />

viaje fascinante lleno de novedades y sorpresas. Los bebés son el departamento<br />

de investigación y desarrollo de la especie humana, mientras que los adultos<br />

sólo nos ocupamos de la producción y el marketing. Como los pequeños científicos<br />

que son, los bebés sacan conclusiones correctas a partir de datos y análisis<br />

estadísticos, llevan adelante interesantes experimentos y descubren todo, desde<br />

cómo hacer que la madre sonría hasta que los móviles se muevan. Y, como adultos<br />

en miniatura, son capaces de hacer la difícil tarea de desplegar pensamiento<br />

contrafactual (reinventar el pasado e imaginar futuros posibles).<br />

13<br />

A menudo escuchamos una sentencia: la mejor manera de predecir el futuro es<br />

inventándolo, que identificaría el DNA de las corporaciones tecnofílicas. Pero<br />

hay muchas formas de inventar el futuro y las corporaciones tecnológicas lo<br />

anulan al imaginar que el futuro de todos debe ser su futuro. Hace ya mucho<br />

que los intereses de General Motors no se identifican con los de USA, y que los<br />

de USA tampoco se identifican con los del resto del mundo. Lamentablemente,<br />

buena parte de nuestros malestares y de nuestra escasa racionalidad se deben<br />

al hecho de que las sociedades democráticas no se relacionan nada bien con el futuro.<br />

Primero, porque el sistema político y la cultura están volcados sobre el presente<br />

inmediato, y en segundo lugar, porque nuestra relación con el futuro colectivo<br />

no es de esperanza y proyecto, sino más bien de precaución y sometimiento<br />

(Innerarity, 2009). Contribuyen grandemente a esta oclusión del futuro las fantasías<br />

tecnofílicas que imaginan un paraíso de máquinas y automatización. Pero


Capítulo VIII 191<br />

inequidad y de desamparo que aún predominan en nuestras latitudes–<br />

son compatibles con las fantasías emancipadoras presentes en<br />

autores como éstos, pero también en el propio Negroponte.<br />

La bajada a tierra de esta discusión, al campo de la adopción de<br />

las laptops de bajo coste, tuvo lugar en el excelente blog de Luis Ramírez,<br />

Audentes Fortuna Iuvat (“La fortuna le sonríe a los audaces”),<br />

en un post titulado “Intel versus OLPC: De la batalla de los laptops<br />

a la batalla de los modelos educativos”, un debate sobre el poder<br />

y los niños, intercambio que se mantuvo con Eduardo Villanueva<br />

Mansilla.<br />

Mientras que Luis Ramírez apostaba a la revolución pedagógica/<br />

paidogógica, Eduardo Villanueva Mansilla insistía en que los niños<br />

no son un grupo y, por tanto, la idea de que los “niños” pueden tener<br />

poder de demanda requiere al menos de mucha clarificación. Por<br />

otra parte, los niños tampoco tendrían una agenda de autotransformación<br />

–ello fue sostenido enfáticamente por Luis Ángel Fernández<br />

Hermana en su visita a educ.ar en el año 2007– y debería haber otros<br />

agentes sobre los que ejercer el poder de transformación.<br />

El tema es álgido, complejo y fundamentalmente político. Pero no<br />

puede estar ausente de consideración al proponer una justificación<br />

integral de los dispositivos y modelos pedagógicos subyacentes.<br />

Por ello resulta tan interesante el diálogo entre estos autores latinoamericanos<br />

de países que todavía en el año 2010 no implementarán<br />

ni pilotos, tampoco saturación masiva de las escuelas con estos dispositivos,<br />

junto con los que sí lo estamos haciendo. 14<br />

ayudan no menos en esa dirección los nostalgiosos de la Edad Media que creen<br />

que un neoludismo y el abandono de la mecanización que hace siglo y medio<br />

tomó el mando (Gideon, 1980), son la panacea a todos nuestros males. Debemos<br />

retomar la defensa de la esperanza política contra los enemigos del futuro –que<br />

se cuentan en dosis iguales del lado de la tecnofilia y de la tecnofobia–, y que en<br />

el caso de la educación cierran el futuro al imaginarlo como la robotizacion de la<br />

inteligencia o como una neo-Grecia que jamás será posible.<br />

14<br />

Más allá del excelente informe de Alicia Kachinovsky (2009) y de la compilación<br />

de Roberto Balaguer (2009), que lamentablemente registra muy poco de las<br />

experiencias concretas del Proyecto Ceibal, es casi nada lo que sabemos acerca<br />

de los logros, los avances/retrocesos pedagógicos y la capacidad de reinvención<br />

de la estructura pedagógica hecha posible por la introducción de 400.000 laptops


192 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

3. OLPC, una tétrada con dedicación muy desigual.<br />

Primeros lineamientos de la capa de contenidos<br />

Un proyecto multidimensional<br />

El proyecto OLPC incorporó al menos cuatro dimensiones constitutivas<br />

problemáticas, que se necesitan mutuamente y a las que tanto<br />

el equipo que lo desarrolla como quienes lo implementan en distintas<br />

regiones del mundo les han dedicado –hasta ahora– tiempo y esfuerzo<br />

en forma muy desigual. Se trata de:<br />

1) el hardware,<br />

2) el software/contenido,<br />

3) el uso/soporte (que incluye una amplia gama de temas, desde los<br />

modelos de uso hasta la logística de la distribución),<br />

4) el reciclado y la eliminación de las máquinas después de su ciclo de<br />

uso.<br />

Hasta hoy, 2010, como bien decía Ethan Zuckerman (2007) en One<br />

Laptop Per Child: Just what sort of content do you load onto these puppies?,<br />

hace tres años atrás, se ha dedicado 10 veces más atención al hardware<br />

que al software, y diez veces más atención al software que a las implementaciones<br />

en nuestros países.<br />

La razón de esta desbalanceada ecuación 100 : 10 : 1 es fácilmente entendible<br />

desde la lógica de la alta tecnología tradicional. ¿Qué software<br />

se va a generar si el hardware no es estable, cómo sabremos cómo usarlo<br />

en el terreno (¿qué enseñar?, ¿cómo?, ¿a quiénes?, ¿bajo qué formatos y<br />

ambientes?) si aún no tenemos el software definitivo, que va cambiando<br />

en cada entrega?<br />

en el conjunto de la escuela primaria de un país completo. Nuestro libro merodea<br />

el tema por falta de información y recomienda la creación de una task force de doctorandos<br />

y voluntarios para –abriendo bien los ojos y no recitando metodologías<br />

de investigación educativas convencionales– desenterrar las pepitas de oro que seguramente<br />

están esparcidas en esas miles de aulas uruguayas. Recientemente se<br />

publicó un informe (Salamano, Pagés, Baraibar, Ferro, Pérez, Martín Pérez, 2009),<br />

que busca aportar parte de esas respuestas, pero falta aún mucho para lograrlo. La<br />

inyección de fondos por parte del BID para la creación de un instituto de investigaciones<br />

ad hoc será una semilla clave en esta dirección.


Capítulo VIII 193<br />

Pero si a la lógica la vestimos con algún grado de seriedad, el intríngulis<br />

mayor era la “bajada” de la máquina a una ecología de uso en<br />

países tan disímiles como Brasil y Nepal, Argentina y Pakistán, Uruguay<br />

y Libia, que rompió todos los manuales, puso en crisis cualquier<br />

esquema simplista y dejó en pañales esquemas de distribución –no sólo<br />

físicos sino sobre todo intelectuales y simbólicos–, que en los papeles<br />

suenan maravillosos pero que en las diversas implementaciones gubernamentales<br />

pueden desviarse –o reinventarse– en las direcciones más<br />

imprevisibles.<br />

Frases tótem y la minimización de la resiliencia escolar<br />

Frente a tantas dudas provenientes del establishment educativo que<br />

enervaban a Negroponte, la palabra talismán constructivismo –en alusión<br />

a la obra pionera de Alan Kay y Seymour Papert–, o prácticas<br />

construccionistas como “aprender haciendo”, alentar a los alumnos a<br />

crear, ya sea mediante simulaciones o en el mundo real, convertir a los<br />

maestros en facilitadores del aprendizaje en vez de en herramientas o<br />

vehículos del aprendizaje, aparecían como un mantra, que ayudaría<br />

mágicamente a cambiar de cuajo la educación en cualquier país del<br />

mundo tocado por la varita mágica de la OLPC –y en mucho menor<br />

medida por las Classmate.<br />

Dado que las XO son dispositivos diseñados para que los estudiantes<br />

exploren, descubran y aprendan, ya sea por sí mismos o bajo la<br />

guía muy laxa de docentes más que talentosos, gran parte del esfuerzo<br />

puesto en el desarrollo del hardware y del software se dedicó a construir<br />

aparatos que funcionaran más que bien fuera del aula.<br />

Quizás, como dicen Zuckerman, Negroponte y sus teóricos satélites,<br />

si la escuela es lo suficientemente resistente y logra anular con su gramática<br />

antiinnovadora cualquier intento de reforma curricular –como<br />

bien lo muestran David Tyack y Larry Cuban (2000), ¿qué mejor que<br />

dejar que los alumnos aprendan fuera de ella? Pero estas especulaciones<br />

no son muy juiciosas.


194 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

Es el contenido… lo que hace la diferencia<br />

Una de las grandes incógnitas desde los primeros anuncios de la<br />

estrategia de saturación de Negroponte fue saber cuál sería el contenido<br />

de las actividades que desplegarían los chicos con estas nuevas<br />

herramientas tecnoeducacionales.<br />

Cuando hablamos de contenido, se nos ocurren muchas alternativas<br />

y distintas variantes. Afortunadamente hubo unas cuantas personas<br />

pensando y trabajando en esto, y del lado de OLPC estuvo en<br />

particular S. J. Klein, su director de contenidos, quien en una serie<br />

de charlas y entrevistas lentamente fue aclarando qué quería decir<br />

hablar de contenidos cuando se trataba de la OLPC. 15<br />

Para Klein, lo interesante no era tanto dónde se guardaría la<br />

información, 16 si los chicos extrañarían o no las grandes memorias<br />

de las máquinas estándar, si era una pena terrible que las OLPC<br />

no tuviera lectoras de DVD –aunque nada impediría en un futuro<br />

próximo que existieran DVD externos vía USB a precios irrisorios–,<br />

sino el impacto que podía llegar a tener el modelo de contenidos de<br />

la OLPC sobre cualquier distribución de contenidos en el futuro, siendo<br />

que OLPC sólo conversaba con proveedores en términos de una<br />

licencia del material bajo el formato GNU. 17 En este caso deseable se<br />

15<br />

En el caso de la Classmate, identificamos dos tipos de aportes de contenido.<br />

Los incluidos en proyectos como “Iniciativa Intel® Educación: Recursos para la<br />

enseñanza en primaria y secundaria”, pero también contenidos para docentes<br />

específicamente diseñados como los contenidos en los portales Skool. Tanto en<br />

su aproximación a los docentes como en la valoración de contenidos preempaquetados,<br />

quedan claras las diferencias básicas de enfoques entre el alumocentrismo<br />

de OLPC y el docentecentrismo de Intel.<br />

16<br />

Un primer dato acerca de topologías y formatos: si bien la XO en su versión<br />

original podía almacenar adicionalmente memoria en flash drives o en tarjetas<br />

Secure Digital Memory (SD) –actualmente las hay en el alta gama de entre 32 Gb<br />

y hasta 2 Tb, aunque estas últimas son carísimas–, tenía una memoria base de<br />

512 Mb, de los cuales 200 Mb estaban dedicados al sistema operativo y las aplicaciones<br />

de base, por lo cual gran parte del contenido debía estar almacenado en<br />

servers ad hoc y no en la propia máquina.<br />

17<br />

Cuando empezaron a distribuirse masivamente las XO en Uruguay, a principios<br />

del año 2008, las amenazas del libro digital contra el de papel apenas se<br />

insinuaban –simultáneamente aparecía el primer modelo de Kindle y el lector


Capítulo VIII 195<br />

podrían almacenar grandes cantidades de contenido en repositorios<br />

compartidos para usos educativos, y aunque la XO como dispositivo<br />

fracasara, podríamos imaginar a corto plazo una disponibilidad<br />

de materiales educativos para usar en el aula realmente fantásticos e<br />

incomparables con nada de lo conocido. Incluso, llegando al punto de<br />

imaginar almacenar lo menos posible y de inventar lo más posible.<br />

Más allá de la filosofía educativa subyacente y de la necesidad de<br />

repensar la ecuación 100 : 10 : 1, es hora de entrar en cierto detalle en<br />

la taxonomía de contenidos en la que estaban pensando los responsables<br />

de contenidos de OLPC.<br />

Seis categorías en búsqueda de contenido<br />

Para S. J. Klein, inicialmente las categorías principales de contenidos<br />

debían ser: 1) Libros de texto, 2) Suplementos, 3) Contenidos<br />

multimediáticos, 4) Artes y Cultura, 5) Prestaciones únicas, 6) Manuales<br />

y material instruccional.<br />

1) Los libros de texto fueron siempre el caballito de batalla de la<br />

localización de contenidos. Ya sea que se tratara de un país como<br />

México, donde un manual único llega a cada uno de los 15 millones<br />

de estudiantes mexicanos de primaria y 6 millones de secundaria<br />

, o donde,<br />

como en el caso argentino, 10 millones de libros son distribuidos<br />

cada año en una compra por licitación que abarca una treintena de<br />

editoriales. En este caso –salvo el ejemplo de los países anglófonos<br />

y en una minimísima medida– es harto poco lo que la dirección de<br />

contenidos de OLPC podría orientar acerca de la incorporación de<br />

de Sony ya había pasado por un par de versiones–, Negroponte utilizaba permanentemente<br />

como argumento de venta el hecho de que la XO era también<br />

un libro electrónico. Y que, aun en prestaciones de memoria mínima, podía almacenar<br />

completos al menos 100 títulos del dominio público. Dada la estrecha<br />

alianza que existe entre la educación convencional y las editoriales, y del enorme<br />

control que de la clase misma tienen los docentes (Ermet et al., 1999), si el<br />

libro digital se impusiera finalmente –fragmentando la unidad de contenidos<br />

y permitiendo una cultura del rip y mix al burn masiva e institucionalizada–, la XO<br />

aparecería como una cuña histórica en el socavamiento de la integralidad del<br />

texto, uno de los puntales del currículum tradicional.


196 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

textos, ya sea en las propias laptops como en los servidores, más allá<br />

de criterios de selección muy discutibles.<br />

2) Suplementos. Son materiales destinados a estudiantes y profesores<br />

para que enriquezcan el currículum. Puede tratarse de cuadernos<br />

de ejercicios o de textos independientes. No se incluyen los<br />

manuales de enseñanza del inglés de Longmans, pero sí las obras de<br />

Shakespeare o de Molière o de Cervantes, o de Borges, o una guía<br />

para enseñar biología usando nuestra propia flora. En este sector es<br />

imaginable poder disponer de una biblioteca universal –especialmente<br />

si pueden sumarse muchos libros del dominio público–, tal<br />

como sucede en el caso del Proyecto Gutenberg con el cual OLPC está<br />

colaborando activamente.<br />

3) Los contenidos multimediáticos apuntarían a acontecimientos o noticias<br />

disponibles, ya sea en texto, video o audio, material que prolifera<br />

en la red y que es básicamente accesible actualmente para usuarios con<br />

cierto nivel de alfabetización digital. La apuesta de OLPC en el tema<br />

fue en su momento distribuir parte del material inaccesible actualmente<br />

–salvo por suscripción o pago–: desde la última edición de la revista<br />

Time o Noticias hasta los archivos históricos del The New York Times o de<br />

cualquier diario relevante en Iberoamérica.<br />

Recursos poco convencionales<br />

4) El área Artes y Cultura reuniría material cultural que podría distribuirse<br />

incluido en la laptop y que permitiría su remixaje o reciclado.<br />

Si bien los responsables de OLPC no hablaron mucho del tema,<br />

por los consiguientes suspiros y reprobaciones que la cuestión de la<br />

reedición supone sobre el material con copyright, a nuestro entender<br />

esta área es una de las más ricas epistemológicamente, y la que más<br />

afín es al concepto de Cultura de la convergencia de Henry Jenkins<br />

(2006), y de postproducción y estética relacional de Nicholas Bourriaud<br />

(2005), y debe ser exhaustivamente analizada y promovida.<br />

5) Prestaciones únicas. Más allá de que como libro electrónico la XO<br />

es la mitad de barata y llamativa que el lector electrónico de Sony,<br />

la XO es mucho más que un libro electrónico y posee prestaciones


Capítulo VIII 197<br />

únicas inexistentes en cualquier otra máquina. En ese sentido cuenta<br />

con eToys, la máquina de generar actividades, una herramienta<br />

multimedial basada en Squeak/Smalltalk, que ya viene incorporada<br />

junto con el sistema operativo, y es la propuesta más ambiciosa y<br />

llamativa del nuevo entorno. 18<br />

6) El último ítem Manuales y material instruccional incluiría lo que<br />

sentimos como la mayor falta de estas primeras distribuciones y que<br />

prácticamente no fueron corregidas en el caso uruguayo. El abc que<br />

permitiría utilizarlas en forma casi instantánea, rápida y efectiva, especialmente<br />

por parte de los docentes, porque los chicos las pueden abrir<br />

en instantes y empiezan a aprovecharlas en pocos minutos. Necesitamos<br />

desesperadamente documentación que socialice el nuevo sistema operativo<br />

Sugar. La documentación debe desarrollarse en lenguajes locales en, al<br />

menos, cuatro sabores: usuario final, maestros/padres, soporte de primer<br />

nivel –para los que distribuirán las máquinas– y soporte de segundo<br />

nivel –asistencia en temas más técnicos o sofisticados.<br />

¿Todo nuevo? ¿Más de lo mismo? ¿O sacándole provecho a<br />

lo aprendido?<br />

Como bien comentaba Zuckerman al final de su documentada<br />

nota, lo que es impensable es reinventar la rueda. Hace décadas que<br />

numerosas organizaciones no gubernamentales vienen trabajando<br />

en estos temas. Hace al menos una década que gobiernos de distintos<br />

países han intentado, sin mayor éxito y sin mediciones serias,<br />

analizar el impacto de la introducción más o menos masiva de la<br />

tecnología en la educación.<br />

Si bien el tema de la posibilidad de cambio de la escuela, la reforma<br />

curricular, la dificultad de escalar prototipos exitosos a nivel masivo no<br />

18<br />

En ese caso no alcanza con la posibilidad de que la máquina incluya este tipo<br />

de programas construccionistas, sino que se necesita formar a multitudes de docentes<br />

en lenguajes de programación. Y el antecedente del Logo –y aun peor el<br />

del Star Logo, mucho más poderoso e interesante que el anterior– no augura un<br />

final feliz, si no se repiensa todo el proceso que llevó al fracaso del uso masivo<br />

de los anteriores entornos.


198 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

es el eje de este libro, 19 queda claro que la cuestión del contenido en<br />

el modelo OLPC es multideterminada y muy compleja, y necesitará<br />

de un conocimiento mucho más detallado de la ecología de uso<br />

de recursos ya disponibles en cada país. Además de exigir inventar<br />

otros, innumerables.<br />

Identificarlos, ubicarlos en repositorios preexistentes, negociar su<br />

adquisición, licencia o cesión, para poder ofrecerlos mediante licencias<br />

abiertas, implicará una demanda de trabajo que recién está en pañales.<br />

Y aun así queda todo por hacer en las áreas de documentación e<br />

implementación, pero muy especialmente en el tema que nos es más<br />

caro: poner de manifiesto y llevar hasta sus últimas consecuencias la<br />

naturaleza de agente de cambio tecnocognitivo a través de especificaciones<br />

propias inhallables en otros sistemas, que es el núcleo duro<br />

de la OLPC. Que el árbol no tape el bosque.<br />

4. Educación centrada en el docente versus<br />

educación centrada en el alumno<br />

¿Paradigmas inconmensurables o complementarios?<br />

Al mismo tiempo que Nicholas Negroponte hacía los anuncios<br />

originales acerca de la XO, nosotros, siguiendo las huellas de Mark<br />

Prensky y muchos otros, empezábamos a trasegar el dipolo nativos<br />

versus inmigrantes digitales (Piscitelli, 2009). Por supuesto que se<br />

trata de una caricaturización de un fenómeno muy complejo, que no<br />

puede ser disuelto en una mera oposición entre contrarios. Y también<br />

por supuesto, al formularlo nos hacíamos eco de las caracterizaciones<br />

de Max Weber (1980) de las sociedades en términos de tipos<br />

ideales. Pero, aun con todos esos caveats de por medio, la noción<br />

cobraba sentido entonces, y lo mucho más ahora –junto a los elogios<br />

y críticas que recibió el libro.<br />

19<br />

Véase el excelente aporte de David Cavallo, “Models of Growth –Toward Fundamental<br />

Changes in Learning Environments”


Capítulo VIII 199<br />

Sólo que dados ciertos desarrollos tecnológicos ocurridos entre<br />

2008 y 2009, y en vistas de la enorme controversia que se desató en<br />

los últimos dos años a partir de la entrada en la recta final del proyecto<br />

OLPC en Uruguay, discusiones semejantes a las surgidas en<br />

tiempos de la oposición entre nativos e inmigrantes digitales vuelven<br />

a plantearse de modo ligeramente diferente. 20<br />

El retorno del conflicto<br />

En el caso de nativos versus inmigrantes se nos cuestionó la ligereza<br />

de la oposición generacional, se insistió en que oponer pantalla<br />

a página era improcedente, se nos acusó que contraponer imprudentemente<br />

la alta cultura de la lectura a la baja cultura de los<br />

videojuegos suponía cometer una grave confusión de géneros, y la<br />

lista sigue y sigue.<br />

Curiosamente, esa polémica ha entrado –con muchos más decibeles<br />

y con protagonistas de mucho mayor peso que nosotros– en una<br />

nueva fase a partir de la aparición de un nuevo proyecto tecnoeducativo,<br />

como es OLPC, centrado en la noción de nativos digitales –o<br />

de aprendizaje basado en los alumnos–, frente al de los inmigrantes<br />

digitales –o de aprendizaje basado en los docentes.<br />

Quizás la mejor encarnación de la polémica tuvo lugar a principios<br />

de 2007 –cuando la XO era aún un prototipo– en Davos, Suiza,<br />

con dos pesos pesados como eran Nicholas Negroponte, creador de<br />

la iniciativa OLPC, y Craig Barrett, ex CEO y presidente del board de<br />

Intel hasta 2009.<br />

Más precisamente, en un desayuno ambos contendientes confrontaron<br />

en distintos planos. Aunque una lectura simplista diría que las<br />

principales diferencias se vinculaban a disputas por la posesión del<br />

mercado, a la base instalada de una marca, al intento de continuar<br />

monopolizando un estándar –y seguramente en algún punto todo<br />

esto fue así (véase el capítulo V en esta publicación)– lo interesante<br />

20<br />

Son numerosos los libros en lengua castellana sobre estos temas, muchos de<br />

esos títulos se detallan en la bibliografía de Nativos digitales.


200 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

fue observar a dos gigantes de la industria, que han participado de<br />

la invención del mundo digital desde distintos lugares, oponerse<br />

violentamente, supuestamente no por los temas antes hipotetizados<br />

sino por cuestiones pedagógicas.<br />

Cuando las cuestiones epistemológicas devienen<br />

cuestiones pedagógicas, y viceversa<br />

Así, Craig Barrett –además de promocionar su respuesta tecnológica<br />

a la iniciativa de Negroponte, cual fue Classmate, una interesante<br />

máquina en su categoría, pero perteneciente a una especie en<br />

extinción como hemos recordado en otros capítulos de este libro–<br />

hizo referencia una y otra vez a los esfuerzos desplegados por Intel<br />

en los años previos para entrenar a docentes. Se trataba del famoso<br />

Intel® Teach Program, que desde su creación en el año 2000 llegó a<br />

formar a más de 3.5 millones de docentes en 35 países incluyendo a<br />

Intel® Educar para el Futuro, en el caso argentino, con cerca de 40.000<br />

docentes entrenados por Intel en distintas provincias.<br />

Defendiendo entusiastamente su enfoque, Barrett insistió en su<br />

charla cuánto puede aprender un alumno como resultado de la ayuda<br />

brindada por los docentes. Según Barrett –algo parecido había<br />

dicho en la reunión convocada por Intel en Cartagena unos meses<br />

antes–, un docente puede cambiar las vidas de sus alumnos.<br />

Negroponte, en cambio, amonestó severamente la estrategia de<br />

Intel considerándola tan sólo como un aprovechamiento de su posición<br />

de lock-in –clausura monopólica de Mercado–, recordó que<br />

Barrett había hecho una enorme campaña en contra de su proyecto<br />

tildando a la OLPC de “juguetito”, lo cual no impidió que Intel fabricara<br />

el suyo propio.<br />

En un tono extrañamente reminiscente de Richard Stallman, Negroponte,<br />

un multimillonario hecho y derecho y un lord y par de<br />

amigos empresarios durante décadas, trazó una inesperada divisoria<br />

de aguas, insistiendo en que mientras los programas de fomento<br />

a la educación de Microsoft e Intel eran apenas estrategias de marketing,<br />

lo suyo sería una misión exclusivamente educativa.


Capítulo VIII 201<br />

Inconmensurabilidad epistemológica e institucional<br />

Sin entrar en estas aristas –donde la biografía y la historia, los<br />

celos y la competencia profesional, las visiones del mundo y las<br />

“verdaderas” intenciones son insondables– cuya profundidad desconocemos,<br />

queda claro que allí había posiciones epistemológicas e<br />

institucionales inconmensurables entre sí. 21<br />

El tenor de las propuestas era diametralmente opuesto. Mientras<br />

Barrett imaginaba el acortamiento de la brecha digital en términos<br />

de hardware y comunicaciones baratas, currículum local y entrenamiento<br />

de docentes, Negroponte planteaba trabajar fundamentalmente<br />

con los niños y atacaba frontalmente todo proceso de formación<br />

ligado a la capacitación ofimática, y en especial, al aprendizaje<br />

de paquetes de software propietarios.<br />

Para Negroponte, los niños, en vez de hacer un uso impostado y<br />

forzado de las planillas de cálculo o de otras aplicaciones estándar<br />

en el mundo de los adultos, deberían dedicarse a hacer música, a<br />

jugar y a expresarse y a comunicarse con dispositivos especialmente<br />

creados para tal fin. 22<br />

Más allá de las controversias personales y de las diferencias macroeconómicas<br />

subyacentes, resaltan en esta oposición diferencias<br />

epistemológicas de base bien representadas en el pronunciamiento<br />

de OLPC Human Interface Guidelines. 23 Allí se enfatiza que el corazón<br />

de los proyectos no son las aplicaciones sino las actividades.<br />

21<br />

En la conferencia Digital, Life, Design, en Munich, a fines de febrero del año<br />

2010, coordinada por Martín Varsavsky, Negroponte llegó tan lejos para autocaracterizarse<br />

como el Bin Laden bueno, insinuando que la aparición de la XO<br />

podría transformar para siempre los mercados de laptops, volviéndolos irreconocibles,<br />

y en el ínterin afectando intereses más que atrincherados, todo para<br />

el bien de los niños del mundo. Si bien lo primero ocurrió en exceso, como lo<br />

retratamos en distintos capítulos de este libro, lo segundo aún está por verse.<br />

22<br />

Probablemente los adultos también hayan podido hacerlo en el ambiente exclusivo<br />

y atípico que predominó siempre en el Media Lab.<br />

23<br />


202 Modelos educativos. Paradigma de Broadcast y reingeniería cognitiva<br />

Tradiciones, restauraciones, reinvenciones.<br />

Hacia un usuario crítico local de la tecnología<br />

Hay que volver, por tanto, a los orígenes de la computación personal,<br />

a la tradición del spreadsheet way of knowing (Levy, 1978), y<br />

al intento de su invención en esa máquina síntesis, la Dynabook,<br />

imaginada por Alan Kay, a las propuestas abductivas de las hojas<br />

de cálculo y a la pregunta que las vertebra (¿qué pasaría si..?), y a<br />

la idea genial que significa una máquina por chico (o un chico por<br />

máquina) en el aula.<br />

Cada uno de estos tres ejes debe ser debidamente sopesado y analizado<br />

en mayor detalle, si queremos que esta polémica abandone el<br />

terreno de la retórica, y se convierta en un acicate para una acción<br />

efectiva y contundente en pos de nuevas alfabetizaciones. Y que,<br />

más allá de los proyectos o pilotos existentes que ignoran todas estas<br />

sutilezas y complejidad convirtiéndose en pasaportes para el fracaso<br />

–con la excepción limitada hasta ahora del Plan Ceibal–, nuevas<br />

saturaciones no sean corroídas por las propuestas convencionales<br />

de los Barrett y vayan más allá de cierta ingenuidad presente en los<br />

Negropontes.<br />

Por otra parte, en nuestra insularidad no podemos olvidar las tradiciones<br />

de aprendizaje constructivo propiamente latinoamericanas.<br />

Éstas, además de recurrir a Piaget y a Papert –aunque actualmente<br />

hay algunos especialistas que insisten en que el aprendizaje memorístico,<br />

encomiado por Gregory Bateson al final de su vida, es indispensable<br />

en la poesía y en las tablas matemáticas, en la tabla periódica de<br />

elementos y los datos históricos y geográficos–, tienen antecedentes<br />

importantes en Paulo Freire desde la pedagogía del oprimido a la pedagogía<br />

de la autonomía, hasta llegar más recientemente a Cristina<br />

Corea e Ignacio Lewkowicz y su Pedagogía del aburrido.<br />

Por ello, no se trata simplemente de transplantar ingenuamente a<br />

nuestras pampas la teoría incorporada en las máquinas –en sus programas,<br />

en sus propuestas pedagógicas y en sus recomendaciones<br />

de uso–, sino de rediseñarlas según nuestras tradiciones, necesidades<br />

y voluntades.


Capítulo VIII 203<br />

Al transitar este camino nos daremos cuenta de que cada una de<br />

las dos especies de máquinas tiene un DNA muy diferente, por lo<br />

cual, antes de adoptarlas alegremente como panacea, o de resistirlas<br />

enconadamente como si de un alienígena se tratara, debemos enfatizar<br />

de qué lado estamos en la apropiación y la promoción de la expresividad<br />

infantil, y qué usos creemos más valiosos, para no repetir<br />

más de lo mismo en los intentos fallidos de tecnologizar el aula.

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