You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
CAPÍTULLO 31<br />
—Retro-Amish. Qué... bonito —dijo Sabine cuando Rydstrom le llevó ropa al día siguiente.<br />
<strong>El</strong> estaba encantado de ver que el cuerpo de Sabine se había curado completamente durante la<br />
noche.<br />
<strong>El</strong>la se acababa de despertar, pero él ya se había bañado en unas aguas termales cercanas, se<br />
había puesto ropa nueva y se había reunido con el portavoz de los nobles, que se morían de ganas<br />
de cederle el gobierno —y los problemas— <strong>del</strong> campamento.<br />
La curiosidad acerca de Sabine había ido en aumento. «¿Era concubina <strong>del</strong> rey o su prisionera, o<br />
ambas cosas a la vez?» Rydstrom no comentaba nada al respecto, lo único que hizo fue ordenar<br />
que, aunque siguiera atada, se le mostrara el máximo respeto, y todo el mundo tenía que<br />
obedecer esa orden.<br />
Sabine asintió al ver la ropa.<br />
—Déjame adivinar: ¿es de Durinda?<br />
—Sí, cortesía suya.<br />
La diablesa le había enseñado el campamento a Rydstrom, seguidos en todo momento por el<br />
pequeño Puck. Éste era un huérfano que Durinda confiaba poder acoger en el futuro. A pesar que<br />
era obvio que conocía perfectamente a Rydstrom, éste no se acordaba dónde la había visto antes.<br />
Pero era bastante amigable y el chico le recordaba a Cadeon cuando tenía esa edad. «Tiene la<br />
misma edad que tenía mi hermano cuando lo envié a vivir <strong>del</strong> castillo.»<br />
Durinda, y otros muchos, se dieron cuenta de la poca ropa llevabas ayer por la noche. Aquí se<br />
lleva un estilo más conservador.<br />
Desde la noche anterior, todo el campamento se había enterado de quiénes eran los recién<br />
llegados. La gente no se sentía cómoda al saber que había una hechicera entre ellos, aunque<br />
miraran a Rydstrom con... esperanza. Pensaban que éste mejoraría sus condiciones de vida.<br />
Sobre los hombros de él pesaba una enorme responsabilidad. Mirara donde mirase había cosas<br />
por hacer. Y había escasez de comida. Toda la caza de los alrededores se había agotado, y los<br />
cazadores tenían que ir cada vez más lejos, cosa que podía suponer poner su vida en peligro.<br />
Rydstrom deseaba contar con alguien con quien hablar de esos asuntos. Deseaba que ese<br />
alguien pudiera ser Sabine. Pero, hasta el momento, ellos sólo habían tenido una conversación<br />
seria.<br />
—¿Un estilo más conservador, Rydstrom? ¿No querrás decir carca?<br />
—Llámalo como quieras.<br />
—No pareces tan enfadado como ayer por la noche —observo. —¿No estás molesto por lo <strong>del</strong><br />
bebé, porque no esté embarazada?<br />
<strong>El</strong> había estado reflexionando sobre ese tema toda la noche. Al principio, pensaba que Sabine<br />
se había preocupado por él. Ahora tenía la teoría de que había querido ver y oír cosas en las<br />
palabras de la hechicera que en realidad no estaban allí. Pero deseaba que ella también quisiera<br />
estar con él, que sintiera algo por él.<br />
—No, no me enfadé por lo <strong>del</strong> embarazo, sino por el engaño. Ahora me alegro de que no lo<br />
estés.<br />
—¿Ah, sí? —preguntó incrédula.<br />
Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 165