Juventud

¿ HAN FALLADO LAS RELIGIONES
COMO APOYO EN
LA EDUCACIÓN DE LOS JOVENES?
ebido al fanatismo religioso y a la práctica de una religiosidad de forma y no de fondo, se ha podido
percibir que todas las grandes religiones han fallado en darles a los padres las herramientas correctas
Dque ellos necesitan para criar apropiadamente a sus hijos. Aquí incluimos a las sectas religiosas,
aquellas que se ramificaron del cristianismo puro, a las cuales se les ha dado por enseñar que las leyes
espirituales de Dios, es decir, sus Mandamientos, fueron “guardadas en nuestro lugar por Jesús” y que fueron
“abolidas”, y “ya no hay una necesidad de guardarlas”. Por lo tanto, debido a este fenómeno de conveniencia
para algunos pseudo-pastores y pseudo-sacerdotes, la moral se ha convertido en un asunto de criterio personal
en donde el pecado de un hombre es el estilo de vida de otro hombre.
Los “teólogos” modernos rutinariamente sustituyen la justicia de Dios, sus Mandamientos, por los estándares
de justicia establecidos por el animal intelectual, y llaman a eso “corrección política”. Esto en gran medida le
añade una confusión más a lo que los niños y jóvenes ven y toman como ejemplo.
No es de extrañar que hoy día la mayoría de los adolescentes e incluso los niños, tengan rostros engreídos y
generalmente se burlen de todas las formas de autoridad.
La corrección política les enseña a los jóvenes que nada es realmente malo o incorrecto a excepción de la
intolerancia. Pero aquí radica una gran ironía, porque aquellos que predican la corrección política no tolerarán
a aquellos que toman una postura en contra del pecado. ¡Qué hipocresía!
A los adolescentes ya no se les enseña a diferenciar entre lo correcto e incorrecto, porque muchos de sus padres
ya no parecen saber la diferencia, ni siquiera en los aspectos básicos. Tantos ahora parecen aceptar un mundo de
“diferentes tonos de gris”, donde ya no existen reglas claramente definidas de moralidad, ética e integridad.
Grandes cantidades de personas, ¡muchas de las cuales son padres!, rutinariamente se roban objetos de sus
trabajos, y luego se preguntan por qué sus hijos roban en las tiendas. ¡Qué ceguera!
Años atrás, si un niño encontraba una billetera con una gran suma de dinero, probablemente la habría entregado
de forma automática a las autoridades. Hoy día, debido a la crisis de valores por la que pasa esta humanidad, ese
niño sería ridiculizado, se reirían del él con desprecio, tanto sus compañeros, ¡e incluso los adultos!
Probablemente se escribiría sobre él en el periódico local como un auténtico héroe, simplemente porque
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