Velocidad Hacia lo Súbito

Escenografía,
Ambientación y
decorados.
Formula un carrusel de emociones y
actitudes, que generan situaciones, a
veces cálidas, otras efervescentes. Es
una historia con vidas cotidianas, con la
convicción que la comprensión del
espectador; incluso con la certeza de
que el mismo, se logra identificar con
las acciones y consecuencias
descubiertas durante el desarrollo de la
historia.
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Los espacios, los elementos en general que se tomen en el
encuadre, es con toda la intensión de conocer lo que les sobra, lo
que siempre han tenido, e incluso de lo que carecen tanto los
personajes, como sus padres. La casa de Anabel con un tapiz que
quedo en el tiempo, tapizada por su madre Ángela, quien con amor
se encargó de decorar cada espacio de su hogar, se percibe calidez;
en cambio la casa de Rubén, con lujosos decorados modernos,
entre paredes blancas ahuecadas con profundidad en ciertos
espacios, sirviendo de marco a cada obra de metal, que funciona
para rellenar sus egos, solo hace sentir frialdad. El contraste se da
con la acción nocturna, colores brillantes, con elementos igual de
contrastantes, con autos sumamente coloridos y llamativos, de los
que salen humo, iluminación y mucha música “Rompe Bajo”.