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Cristiano Generacion Facebook

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<strong>Cristiano</strong> Generación<br />

<strong>Facebook</strong>: Un llamado<br />

a usar las redes sociales<br />

para la gloria de Dios.<br />

Por Josué Barrios.


<strong>Cristiano</strong> Generación <strong>Facebook</strong>: Un<br />

llamado a usar las redes sociales<br />

para la gloria de Dios.<br />

Copyright © 2014 por Josué<br />

Barrios.<br />

Todos los derechos reservados.<br />

Ninguna porción ni parte de esta<br />

obra se puede reproducir, ni<br />

guardar en un sistema de<br />

almacenamiento de información, ni<br />

transmitir en ninguna forma por<br />

ningún medio (electrónico,


mecánico, de fotocopias, grabación,<br />

etc.) sin el permiso previo del<br />

autor.<br />

Ediciones y correcciones: Arianny<br />

Parabacuto.<br />

Diseño de portada: Arianny<br />

Parabacuto. En el diseño de la<br />

portada se utilizó el ícono<br />

“Telephone with wifi in a hand”,<br />

realizado por Freepik, desde<br />

Flaticon, el cual posee una licencia<br />

CC BY 3.0. Lo cambios realizados<br />

al ícono fueron: Cambio de color y


añadidura de una cruz.<br />

Las citas bíblicas de esta<br />

publicación han sido extraídas de la<br />

versión Reina – Valera 1960 ©<br />

Sociedades Bíblicas en América<br />

Latina, 1960. Derechos renovados<br />

1988, Sociedades Bíblicas Unidas.<br />

Utilizado con permiso. Todos los<br />

énfasis han sido añadidos.


Contenido<br />

Iniciando Sesión…<br />

Capítulo Uno: Confesiones de un<br />

<strong>Cristiano</strong> Generación <strong>Facebook</strong>.<br />

Huérfanos en <strong>Facebook</strong><br />

Yo, tuitero.<br />

¿Por qué el mundo ama demasiado<br />

las redes sociales?<br />

Ídolo generacional.


Preguntas para discusión y<br />

reflexión.<br />

Capítulo Dos: Redes Sociales<br />

¿Para la gloria de Dios?<br />

El evangelio y las redes sociales.<br />

¿La Biblia habla sobre usar las<br />

redes sociales para la Gloria de<br />

Dios?<br />

Usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios es…<br />

Frutos de justicia y amor al<br />

prójimo, también en Internet.


Preguntas para discusión y<br />

reflexión.<br />

Capítulo Tres: Usando las Redes<br />

Sociales Para la Gloria de Dios.<br />

Entendiendo mejor qué es usar las<br />

redes sociales para la gloria de<br />

Dios.<br />

El peligro de pseudo-glorificar a<br />

Dios en las redes sociales.<br />

Amando al prójimo en la web 2.0.<br />

Algunos consejos prácticos y<br />

exhortaciones.


Preguntas para discusión y<br />

reflexión.<br />

Epílogo: 15 Resoluciones al Usar<br />

las Redes Sociales.<br />

Agradecimientos.<br />

Sobre el autor.


Iniciando Sesión…<br />

Antes que nada: Este ebook<br />

contiene cosas que necesito leer y<br />

recordar. Es una de las razones por<br />

las cuales lo escribo.<br />

Así que, ya puedes deducir que no<br />

soy el héroe aquí. Los héroes<br />

directos son: principalmente<br />

Jesucristo, a quien no le importó<br />

que mucha gente le diera unfollow y<br />

fue a la cruz por el gozo que tenía<br />

por delante; Blaise Pascal, que


supo hace más de 350 años por qué<br />

esta generación ama las redes<br />

sociales y me lo hizo ver; y John<br />

Piper quien me enseñó que “Dios es<br />

más glorificado en nosotros [y por<br />

tanto en nuestros perfiles en<br />

Internet] cuando estamos más<br />

satisfechos en Él” [1] .<br />

Es en gran parte una recopilación<br />

ordenada de algunos artículos y<br />

párrafos que he escrito para mi<br />

blog, algunas frases propias que he<br />

compartido en las redes sociales,


fragmentos de notas de algunos de<br />

mis sermones y charlas, así como<br />

palabras que he pronunciado en<br />

conversaciones con amigos.<br />

También algunos pensamientos que<br />

he tenido sobre el ser cristiano en<br />

la era de las redes sociales.<br />

Decido publicarlo porque es justo<br />

lo que me hubiese gustado leer<br />

desde mi adolescencia. También<br />

contiene lo que necesito tener en<br />

cuenta cuando uso las redes<br />

sociales. Así que estoy seguro que<br />

podrá ser útil para alguien más. Ese


es mi deseo.<br />

Como los lectores del blog y mis<br />

amigos tal vez sabrán o han notado,<br />

suelo escribir tal y como hablo. Así<br />

que, aunque mucho de lo que<br />

recopilo y comparto en este ebook<br />

lo edité, expandí o depuré, procuro<br />

mantener un tono conversacional<br />

para no invocar tu sueño mientras<br />

lees.<br />

La intención es que esto se lea<br />

como si estuviese hablando contigo<br />

vía chat, durante una hora


entretenida, sincera, retadora y<br />

edificante. Oro a Dios para que así<br />

sea y que este ebook sea de<br />

edificación para tu vida, tanto y más<br />

que como ha sido de edificación<br />

para mí vivirlo y escribirlo.<br />

No voy a hablarte como un experto<br />

o algo así. Algunas personas<br />

cuando ven que soy muy leído en<br />

Internet, piensan de mí como si<br />

fuese un especialista en predicar el<br />

evangelio en la web, pero la verdad<br />

es que también soy de esta<br />

generación.


Soy joven, y francamente cuanto<br />

más conozco sobre Dios, sobre el<br />

evangelio, sobre lo que es<br />

realmente la vida y sobre todo a mí<br />

alrededor (incluyendo las redes<br />

sociales), me doy cuenta de lo<br />

ignorante que soy. Formo parte de<br />

lo que llamo generación <strong>Facebook</strong>,<br />

así que todo esto también es para<br />

mí.<br />

La llamo “Generación <strong>Facebook</strong>”,<br />

no porque <strong>Facebook</strong> sea mi red<br />

social favorita, sino porque<br />

<strong>Facebook</strong> está en la cresta de una


ola de redes sociales en Internet<br />

que revolucionan nuestra forma de<br />

comunicarnos. ¡Hasta mi abuelita<br />

tiene <strong>Facebook</strong>!<br />

Este ebook no es sólo una<br />

recopilación y exposición de<br />

información útil, también es un<br />

viaje de aprendizaje para mí y<br />

espero que lo sea para ti. Es una<br />

conversación corta. No un librote<br />

largo. No un Institutos de la<br />

Religión Cristiana Aplicadas A Las<br />

Redes Sociales. Pero es mi oración<br />

que sea un chat intenso que te haga


pensar, te confronte, te anime a<br />

aprender más, y te inspire a buscar<br />

vivir adorando a Dios en todas<br />

partes (incluyendo la web).<br />

Quiero que tengamos esta<br />

conversación porque deseo usar las<br />

redes sociales para la Gloria de<br />

Dios, porque Él es<br />

indescriptiblemente asombroso, y<br />

creo (como te explicaré a<br />

continuación) que tú naciste para lo<br />

mismo y que esto puede cambiar tu<br />

forma de ver muchas cosas para<br />

siempre.


¿Piensas que lo que quiero<br />

compartir contigo es sobre lo<br />

importante de publicar versículos<br />

en <strong>Facebook</strong> y cómo ganar<br />

seguidores cristianos en Twitter? Si<br />

es así, estás pensando mal. Sí, en<br />

las próximas páginas te hablaré de<br />

que es bueno compartir versículos<br />

en <strong>Facebook</strong> y cosas edificantes,<br />

pero este ebook se trata de algo más<br />

importante y profundo.<br />

Además, aunque hablaré sobre<br />

servir a Dios en Internet, este ebook<br />

no va dirigido únicamente a


personas que gestionen perfiles de<br />

ministerios o sean pastores y<br />

líderes que compartan la Palabra y<br />

reflexiones en la web. Sino a todo<br />

cristiano de esta generación.<br />

En el primer capítulo, te confesaré<br />

algunas cosas sobre cómo las redes<br />

sociales han formado parte del día<br />

a día a lo largo de mi viaje<br />

espiritual hasta ahora, cómo<br />

pueden hacernos más daño del que<br />

imaginamos si las usamos mal, y<br />

algunas reflexiones sobre por qué<br />

nos encantan las redes sociales


(cosas que tal vez nunca habían<br />

pasado por tu cabeza y espero que<br />

no te dejen indiferente). Aquí<br />

explicaré el problema de la<br />

generación <strong>Facebook</strong>.<br />

Luego, en el segundo, seré mucho<br />

más positivo porque hablaré sobre<br />

el evangelio (el antídoto para los<br />

problemas expuestos en el capítulo<br />

anterior), el inmenso amor de Dios,<br />

y qué es usar las redes sociales<br />

para Su Gloria.<br />

Mi deseo es responder


íblicamente (pido a Dios sabiduría<br />

para esto) a preguntas cruciales<br />

para los cristianos de esta<br />

generación, sobre las cuales tal vez<br />

muchos aún se cuestionan. Como<br />

¿Qué es usar las redes sociales para<br />

la Gloria de Dios? ¿La Biblia habla<br />

algo sobre usar las redes sociales<br />

para glorificar a Dios? ¿Por qué<br />

usar las redes sociales para la<br />

Gloria de Dios?<br />

En el tercer capítulo compartiré<br />

contigo algunos pensamientos<br />

fundamentados en la Palabra de


Dios, que han pasado por mi mente<br />

sobre lo que es servir y adorar a<br />

Dios en las redes sociales. Pienso<br />

que ese capítulo contiene cosas que<br />

incomodarán a muchos, pero creo<br />

que también es muy alentador y<br />

motivador si lo lees con mucho<br />

cuidado. Es (al igual que los dos<br />

anteriores) un intento de hacerte ver<br />

que las redes sociales tienen un<br />

propósito eterno. Estás llamado a<br />

usar la social media para la Gloria<br />

de Dios.<br />

También te daré algunos consejos


prácticos y súper-honestos (sí, esos<br />

consejos también son para mí). El<br />

propósito de este tercer y último<br />

capítulo es responder de forma<br />

práctica a la pregunta: ¿Cómo usar<br />

las redes sociales para la Gloria de<br />

Dios?<br />

Luego de esos consejos compartiré<br />

contigo mis 15 resoluciones al usar<br />

las redes sociales [2] . Te invito a<br />

que las hagas tuyas.<br />

Luego, el ebook se acaba. Nos<br />

decimos hasta luego, la


conversación se termina y espero<br />

que no sólo te quedes con esta<br />

pregunta en la mente, sino que la<br />

respondas positivamente y<br />

comiences a vivir conforme a esa<br />

respuesta: ¿Usaré las redes sociales<br />

como nací para hacerlo, porque<br />

Jesús me ha salvado y Él es<br />

infinitamente valioso? Las redes<br />

sociales no son malas y pueden<br />

tener un uso realmente<br />

extraordinario y bueno. Quiero que<br />

le demos ese uso.<br />

Empecemos.


Capítulo Uno:<br />

Confesiones de un<br />

cristiano generación<br />

<strong>Facebook</strong><br />

¿Qué me califica para decirte las<br />

cosas que te diré? Sé lo que es<br />

cometer errores en Internet y vivir<br />

algunos epic fails, pero por la<br />

gracia de Dios, también sé lo que es<br />

nacer de nuevo, ver cómo las redes<br />

sociales tienen un propósito eterno<br />

y cómo los cristianos debemos


uscar andar en ellas.<br />

¿Recuerdas esa escena de la<br />

película The Dark Knight Rises en<br />

la que Batman se enfrenta con Bane<br />

por primera vez, y apaga las luces<br />

con un dispositivo para tener<br />

ventaja sobre Bane en la pelea, y<br />

Bane se ríe y le dice “Piensas que<br />

la oscuridad es tu aliada, pero tú<br />

sólo la adoptaste…”?<br />

Me siento un poco como Bane con<br />

respecto a las redes sociales.<br />

Nunca las adopté. Mi generación


nunca las adoptó. Siempre<br />

estuvieron allí para nosotros. Y<br />

cuando nosotros cambiamos, ellas<br />

también. Crecimos juntos. Ellas<br />

formaron y siguen formado parte de<br />

nuestro día a día. Las conocemos al<br />

dedillo, mientras que personas de<br />

generaciones pasadas, aunque<br />

también usen las redes sociales (y<br />

hasta muchos tengan éxito en el<br />

propósito con el que las usan), no<br />

tienen ni la menor idea de un<br />

montón de cosas con respecto a<br />

ellas o no se les da tan natural


usarlas como a nosotros.<br />

Llegué a ser esclavo de la vanidad<br />

de las redes sociales por varios<br />

años. Por eso este tema me interesa<br />

mucho. Además, algunos de los<br />

mayores errores que he cometido en<br />

mi vida los he cometido en Internet.<br />

Es muy fácil cometer errores en las<br />

redes sociales. Por eso tanta gente<br />

lo hace. Gracias a Dios he podido<br />

aprender de ellos y quiero usar mi<br />

experiencia para ayudar a los<br />

demás.


También soy testigo de que son más<br />

las personas que son usadas por las<br />

redes sociales, que las personas<br />

que usan las redes sociales.<br />

Ignoramos que las redes sociales<br />

son gratuitas porque el producto<br />

somos nosotros<br />

Gracias a Dios también tengo<br />

influencia en Internet y he podido<br />

compartir muchas de mis<br />

reflexiones (sobre Jesús,<br />

cristianismo, fe práctica, la oración,<br />

etc.) con miles de jóvenes en todo<br />

el mundo. En la interacción con


tantas personas, he visto muchas<br />

cosas sobre las que tenía que<br />

escribir algo útil.


Huérfanos en <strong>Facebook</strong> [3]<br />

“Esto, pues, digo y requiero<br />

en el Señor: que ya no andéis<br />

como los otros gentiles, que<br />

andan en la vanidad de su<br />

mente…” (Efesios 4:17)<br />

Te presento al joven Creyente<br />

Tibio. Él tiene alrededor de 18<br />

años y es activo en las redes<br />

sociales como todos los chicos de<br />

su edad.<br />

Al ver el perfil en <strong>Facebook</strong> de<br />

Creyente Tibio, podrás notar cosas


que son realmente raras en alguien<br />

que dice amar a Jesús y seguirlo, y<br />

que asiste regularmente a alguna<br />

congregación local.<br />

Bueno, tal vez esas cosas no<br />

parezcan raras a la mayoría de las<br />

personas hoy en día, pero a alguien<br />

que ha nacido de nuevo y conoce La<br />

Palabra de Dios, sí.<br />

Un cristiano de hace varios siglos o<br />

incluso décadas, o que haya<br />

formado parte de lo que se conoce<br />

como iglesia primitiva, la iglesia


del primer siglo, dudaría bastante<br />

de la fe del joven Creyente Tibio.<br />

Por ejemplo, Creyente Tibio tiene<br />

la costumbre de tomarse fotos a sí<br />

mismo, buscando lucir atractivo o<br />

interesante, y subir esas fotos por<br />

montones a la red. Como si sus<br />

perfiles fueran un culto a él mismo.<br />

A muchas personas les parece<br />

normal que alguien se tome un<br />

montón de selfies, pero una vez que<br />

piensas en eso, te das cuenta de que<br />

es un acto bastante loco e inútil.


Míralo de esta manera: ¿Te<br />

imaginas a alguien tomarse fotos<br />

para pegarlas en una pared, en la<br />

calle más transitada de la ciudad,<br />

para que la gente le diga si es<br />

atractivo, le de likes, lo apruebe, o<br />

simplemente para que lo vean? Eso<br />

es lo que él hace en las redes<br />

sociales. Recuerda, hay una razón<br />

por la cual los perfiles en <strong>Facebook</strong><br />

se llaman “muros”.<br />

Creyente Tibio cree que muchas de<br />

las cosas que hace son normales<br />

porque otras personas de su edad lo


hacen, pero seamos honestos: No es<br />

normal. El hecho de que muchas<br />

personas hagan algo no significa<br />

que es normal o sensato hacerlo.<br />

Por ejemplo, muchas personas ven<br />

durante muchas horas comedias<br />

tontas y obscenas en la televisión y<br />

eso no significa que sea algo<br />

sensato. De hecho, puede significar<br />

todo lo opuesto.<br />

Creyente Tibio también tiene el<br />

hábito de publicar demasiados<br />

detalles de su vida privada. A<br />

veces se ha metido en problemas


por eso. También le gusta publicar<br />

opiniones que tal vez necesitan<br />

madurar y ser reservadas por algún<br />

tiempo más. Él a veces lo hace por<br />

imprudencia, pero muchas otras<br />

porque le gusta sentir que tiene<br />

atención.<br />

Le gusta recibir likes en sus estados<br />

o que todos hablen de él. Le encanta<br />

sentir además cómo su número de<br />

“amigos” crece en la red, y cómo<br />

todas las otras personas ven<br />

transcurrir su “vida”. Otras veces<br />

escribe malas palabras para verse


“genial” (Ignorando que en la<br />

Palabra de Dios podemos leer, en<br />

pasajes como 2 Timoteo 2:16, que<br />

ese no debe ser el comportamiento<br />

de un cristiano) [4] . También es de<br />

esos que hacen Humblebrag [5] —<br />

busca presumir cosas de una forma<br />

que suene humilde o normal—, pero<br />

igual la gente lo nota. Presumir es<br />

lo que hacemos cuando no tenemos<br />

gozo en Jesús.<br />

Y es que Creyente Tibio ha<br />

perfeccionado el arte de actuar


como huérfano en <strong>Facebook</strong>.<br />

Porque aunque él diga que es<br />

cristiano, no está dando frutos de un<br />

cristiano. Y Jesús fue claro cuando<br />

habló al respecto: “Por sus frutos<br />

los conoceréis” (Mateo 7:18-20).<br />

Lo que Cristo dijo tiene que ver con<br />

los falsos maestros… y los falsos<br />

cristianos.<br />

Creyente Tibio tiene un vacío que<br />

trata de llenar con vanidades, a<br />

pesar de que él diga que es un Hijo<br />

de Dios. En realidad es un<br />

huérfano; sin un Padre.


Lo sé porque yo era como él hace<br />

años. Lo confieso, y como te dije<br />

antes, esa es una de las razones por<br />

las que escribo este ebook.<br />

Como somos pecadores, nos<br />

dejamos guiar por la vanidad de<br />

nuestros corazones de piedra ciegos<br />

a la belleza de Dios, y así andamos<br />

como huérfanos, despreciándolo,<br />

siendo idólatras al preferir otras<br />

cosas por encima de Él, pero Jesús<br />

quiere algo mejor para sus ovejas.<br />

Algo mejor que la popularidad, que<br />

el sentirnos importantes y que


cualquier otra cosa en todo el<br />

universo: Él mismo.<br />

Hay personas que piensan que la<br />

idolatría es cosa del pasado. Que se<br />

trata solamente de rendir culto a<br />

figuritas hechas con madera o<br />

piedra, o lo que sea, arrodillándote<br />

ante ellas y adorándolas, pero se<br />

equivocan. La idolatría es más que<br />

eso. Es en esencia, atribuir a algo<br />

más lo que sólo Dios merece. Es<br />

buscar tu máximo gozo, no en Dios,<br />

sino en cualquier otra cosa. Es<br />

darle más valor a algo pasajero, a


lo creado, o a una criatura, que al<br />

Eterno Dios todopoderoso. Por eso<br />

la idolatría es mala: Es despreciar<br />

a Dios, y así nos hacemos daño a<br />

nosotros mismos (aunque no nos<br />

demos cuenta de inmediato).<br />

Sé que esto suena duro, pero es lo<br />

que hace Creyente Tibio en las<br />

redes sociales, al vivir para la<br />

atención de la gente o para<br />

venderse a sí mismo.<br />

¿Sabías que el mundo ve cuando<br />

alguien actúa como un huérfano?


Cualquiera puede notarlo, aún sin<br />

intención.<br />

Algunas personas pueden pensar<br />

algo como esto al escucharme:<br />

“Huy, Josué es un tipo muy<br />

juzgador. Está pendiente de lo que<br />

la gente hace en las redes sociales y<br />

se la pasa buscando errores en los<br />

demás”. La verdad, no es mi<br />

intención enterarme de cómo<br />

Creyente Tibio usa las redes<br />

sociales.<br />

Si caminas por una avenida que está


sucia, podrás cerrar tus ojos,<br />

podrás tratar de ignorar la basura<br />

en la calle, podrás tratar de no<br />

pisarla cuando caminas, pero igual<br />

tu nariz captará el mal olor. Y eso<br />

mismo pasa en Internet. Muchas<br />

personas (cristianas o no), nos<br />

damos cuenta de lo que hacen mal<br />

otras personas, muchas veces no<br />

porque queramos juzgarlas, sino<br />

porque es difícil ignorarlas por<br />

completo. Entonces, cualquiera en<br />

el mundo puede notar que Creyente<br />

Tibio actúa como huérfano y esto es


algo serio, como verás a<br />

continuación.<br />

Los Creyentes Tibios le hacen más<br />

daño a la proclamación del<br />

evangelio que las críticas de los<br />

ateos o los escépticos. ¿Quién<br />

querría ser cristiano cuando ve que<br />

alguien que supuestamente lo es,<br />

necesita llamar atención para<br />

sentirse mejor, y está inmerso en<br />

vanidades de este mundo?<br />

El “cristianismo” de los creyentes<br />

tibios no tiene nada que ofrecerle al


mundo que el mundo no tenga… y<br />

es que ese “cristianismo” vanidoso<br />

es un fraude.<br />

Considera lo siguiente: Si una<br />

mujer dice: “Yo solo quiero un<br />

hombre que me quiera por mi<br />

inteligencia”, pero se viste y actúa<br />

de forma sugerente, para<br />

claramente, llamar la atención del<br />

sexo opuesto. ¡Nadie le creería! Su<br />

boca dice un mensaje pero lo que<br />

hace otro totalmente distinto.<br />

Así son muchas personas que dicen


ser cristianas en las redes sociales<br />

(por ejemplo, Creyente Tibio). Dan<br />

mensajes contradictorios. Van los<br />

domingos a la iglesia, pero en sus<br />

perfiles en las redes sociales no hay<br />

un verdadero rastro de Cristo.<br />

Dicen que Jesús es el Señor, pero<br />

viven como si Él no lo fuese para<br />

ellos. Eso no es cristianismo. Eso<br />

es ateísmo práctico. Eso es vivir<br />

como si Jesús no existiera a pesar<br />

de que Él es más real que todas las<br />

cosas en el universo.<br />

Las redes sociales pueden servir en


muchas ocasiones como<br />

radiografías, que permiten ver qué<br />

hay en nuestros corazones.<br />

Lo que hacemos en Internet no sólo<br />

lo ven otras personas. También lo<br />

ve Dios. Lo que decimos, es como<br />

si lo gritásemos a Sus oídos porque<br />

Él lo conoce todo. Cuando usamos<br />

las redes sociales para lo que no<br />

agrada a Dios, lo estamos<br />

insultando. Esto debe hacernos<br />

reflexionar.<br />

Creyente Tibio necesita que le


digan que, según sus frutos, es muy<br />

posible que su conversión haya sido<br />

imaginaria, que tal vez no es<br />

creyente, y que nadie creerá que es<br />

un hijo del Rey de Reyes si sigue<br />

actuando como huérfano, tratando<br />

de llenar su vida con vanidades y<br />

cosas materiales. Porque todo aquel<br />

que es guiado por el Espíritu de<br />

Dios, ese es un hijo de Dios<br />

(Romanos 8:14). Y el Espíritu no<br />

está en los cristianos para guiarnos<br />

a la vanidad y cosas pasajeras,<br />

como andan las personas en todo el


mundo que no siguen a Jesús, sino<br />

para guiarnos a la verdad y<br />

hacernos dar frutos de Él (Juan<br />

16:13, Gálatas 5:22-23).<br />

La verdad, Jesús, es más que<br />

suficiente (Juan 14:6, Filipenses<br />

3:7-8). Por eso los hijos de Dios<br />

son libres de la esclavitud de la<br />

vanidad y la opinión de la gente, y<br />

aunque a veces actúen como<br />

huérfanos al comienzo de sus vidas<br />

en Cristo, y cometan errores, crecen<br />

en la gracia y cada día viven más<br />

como hijos de Dios. Es una


contradicción ser hijo de Dios y<br />

actuar como huérfano, siendo<br />

idólatra con el dinero, la fama, los<br />

bienes materiales… los perfiles<br />

sociales en Internet.<br />

Las redes sociales dicen más cosas<br />

de nosotros de las que pensamos<br />

que dicen [6] : Pueden decir qué tan<br />

productivo somos (si una persona<br />

se la pasa todo el día compartiendo<br />

fotos de gatos en <strong>Facebook</strong> o<br />

memes, realmente necesita una<br />

vida). También pueden decir hacia


dónde vamos (nuestros perfiles<br />

online son un buen retrato de<br />

nuestros gustos e intereses). Y qué<br />

es aquello que más nos importa.<br />

Es necesario que nuestras acciones<br />

dentro y fuera de Internet no<br />

contradigan nuestras palabras<br />

cuando decimos “soy cristiano”.<br />

Se suele atribuir a Agustín la<br />

siguiente frase: “Si quieres conocer<br />

a alguien, no le preguntes qué<br />

piensa, sino lo que ama”. Yo creo<br />

que si Agustín fuese testigo de esta


generación, añadiría: “puede serte<br />

útil revisar su perfil en <strong>Facebook</strong>”.


Yo, tuitero.<br />

También estuve perdido como<br />

parece estarlo Creyente Tibio.<br />

Eso se evidenciaba en muchas áreas<br />

de mi vida y una de ellas era mi<br />

actitud en las redes sociales.<br />

Pocas personas cercanas a mí lo<br />

recuerdan, pero hace varios años<br />

llegué a ser muy popular en Twitter<br />

por escribir cosas graciosas y<br />

sarcásticas que no agradan a Dios,<br />

y parecer “cool” fingiendo ser<br />

alguien que en realidad no era.


La gente me daba muchos retweets<br />

y estrellas, también conocidas como<br />

“favs”. Llegué a sentirme como una<br />

estrella de rock, cuando en realidad<br />

tener muchas estrellas en Twitter es<br />

como tener dinero… en los Sims.<br />

En aquel entonces formé parte de la<br />

lista de los 100 tuiteros más<br />

influyentes de mi país según un sitio<br />

web sobre Twitter muy popular<br />

(cuando no eran muchos los<br />

famosos que usaban Twitter).<br />

Eso era asombroso porque aunque


tenía casi 30.000 seguidores, pocos<br />

en comparación a los que puede<br />

llegar a tener fácilmente una<br />

celebridad de la televisión o la<br />

música nacional, mis seguidores<br />

interactuaban demasiado con mis<br />

publicaciones.<br />

Yo estaba sediento de atención,<br />

popularidad, admiración, y<br />

distracción que me ayudara a<br />

ignorar mi deplorable estado<br />

espiritual. Ahora puedo verlo.<br />

Perseguía todas esas cosas de la<br />

misma forma en que un perro


persigue un palo que le lanzas, solo<br />

para atrapar ese palo, tenerlo entre<br />

su boca y seguramente pensar “¿y<br />

ahora qué?”.<br />

Hay gente tan pobre que lo único<br />

que tienen son seguidores y fama.<br />

He aprendido que el corazón de<br />

cada uno de nosotros es una fábrica<br />

de sed espiritual. Así que todos los<br />

días me iba a la cama con sed y me<br />

despertaba con sed. Las redes<br />

sociales me daban cierta<br />

satisfacción, así que cuando las


descubrí en mi adolescencia, no se<br />

me hizo difícil volverme adicto a<br />

ellas.<br />

Actualmente puedo llegar a estar<br />

varias horas al día en <strong>Facebook</strong> o<br />

Twitter porque mi trabajo lo<br />

amerita, en ocasiones soy<br />

community manager, pero hace<br />

más o menos cinco años, dedicaba<br />

más de seis horas al día en Internet<br />

tratando de hallar lo que hoy<br />

conozco como gozo y verdadera<br />

felicidad.


Por supuesto, el tiempo que alguien<br />

pase en Internet no es un indicador<br />

efectivo de qué tan mal está su<br />

corazón. Hay gente que aunque no<br />

usa mucho las redes sociales, las<br />

pocas veces que la usan es para<br />

tratar satisfacer algo en ellas y ser<br />

idólatras.<br />

Mi punto al contarte lo de mi<br />

adicción a Internet es mostrarte lo<br />

mucho que dependía de ellas. La<br />

adicción a las redes sociales es un<br />

asunto serio y que cada vez tiene<br />

más relevancia.


Y en medio de todo esto, “me volví<br />

cristiano” (las comillas son a<br />

propósito. En aquel entonces no era<br />

cristiano de verdad).<br />

El Jesús en el que empecé a creer y<br />

del cual me hablaron, era un Jesús<br />

que parecía más un genio mágico<br />

que un Señor digno de todas las<br />

cosas. Era una especie de hippie<br />

cósmico. El Cristo en quien creía<br />

amaba todas las cosas que yo<br />

amaba y odiaba todas las cosas que<br />

yo odiaba (lo cual no era<br />

coincidencia).


Por eso aquel Jesús no se<br />

preocupaba por mi vanidad,<br />

hipocresía, orgullo y pecado, por<br />

las groserías que decía de vez en<br />

cuando, por mi forma de estar en<br />

este mundo, mis tweets y estados en<br />

<strong>Facebook</strong>. No le importaba que la<br />

misma boca con la que le cantaba<br />

los domingos en la mañana, hablara<br />

palabras ociosas los otros seis días<br />

de la semana y publicase basura en<br />

Internet.<br />

Curiosamente, ese falso Jesús sí<br />

odiaba las cosas que hacían las


personas que pecaban de forma<br />

diferente a mí. Ese Jesús era<br />

parecido a mí, cuando en realidad<br />

era yo quien necesitaba, y aún<br />

necesita parecerse al verdadero<br />

Jesús (Romanos 13:14).<br />

Entonces, Dios hizo un milagro que<br />

había planeado desde antes de la<br />

fundación del universo (Efesios<br />

1:5): La Palabra de Dios abrió mis<br />

ojos para hacerme entender que<br />

sólo el verdadero Jesús puede<br />

llenar mi vida (cf. Juan 8:31-32).<br />

Todo es más claro cuando la Biblia


ilumina tu mundo (cf. Salmos<br />

119:105).<br />

Esta es una de las razones por la<br />

que escribo al respecto y me<br />

importa el tema. Sin embargo, mi<br />

experiencia no será el único<br />

fundamento. Necesito partir de algo<br />

mucho más confiable, con más<br />

validez y autoridad como verás a<br />

continuación.


¿Por qué el mundo ama<br />

demasiado las redes<br />

sociales?<br />

¿Te has preguntado eso?<br />

Por supuesto, algo que ha hecho que<br />

las redes sociales sean exitosas es<br />

que ellas pueden facilitarnos la<br />

comunicación con el resto del<br />

mundo y mantener el contacto con<br />

amigos y seres queridos. Esto<br />

queda implícito cuando hablamos al<br />

respecto (por eso no me detendré en<br />

este asunto).


Pero hay otra razón que motiva a<br />

millones de personas en el mundo a<br />

usar las redes sociales a pesar de<br />

saber que pueden ser muy<br />

distractoras.<br />

Intentaré explicarla con gran ayuda<br />

de Blaise Pascal, quien fue un<br />

matemático y filósofo cristiano, que<br />

usó mucho su cerebro<br />

(posiblemente porque nunca tuvo un<br />

televisor o un perfil en <strong>Facebook</strong>).<br />

Creo que llegados a este punto de la<br />

conversación, no vendría mal una<br />

dosis de sus palabras inteligentes.


Primero, te mostraré algo que él<br />

escribió. Luego responderé<br />

brevemente, a un par de objeciones<br />

que pueden presentar algunas<br />

personas ante sus palabras. Por<br />

último, veremos si lo que dijo<br />

Blaise Pascal es bíblico y así<br />

responderemos de forma más<br />

completa a esos argumentos<br />

contrarios.<br />

Pascal escribió:<br />

“La distracción es la única<br />

cosa que nos consuela por


nuestras miserias. Sin<br />

embargo, es la mayor de<br />

nuestras miserias. Por encima<br />

de todo, es lo que nos impide<br />

pensar en nosotros y así nos<br />

conduce imperceptiblemente<br />

a la destrucción. Pero para<br />

esto deberíamos estar<br />

aburridos, y el aburrimiento<br />

nos llevaría a buscar algunos<br />

medios más confiables de<br />

escape, pero la distracción<br />

pasa nuestro tiempo y nos trae<br />

imperceptiblemente a nuestra


muerte” [7] .<br />

Eso puede sonar complicado, pero<br />

en realidad lo que Pascal habla es<br />

sencillo. En otras palabras,nos<br />

gusta la distracción porque ella nos<br />

impide pensar en nosotros mismos<br />

y así nos ayuda a ignorar nuestra<br />

condición de miseria. ¿Y sabes cuál<br />

es una de las herramientas más<br />

distractoras en todo el mundo que<br />

más nos gusta? Las redes sociales,<br />

por supuesto. Por eso creo que lo<br />

que dicho por Pascal tiene que ver


con las redes sociales.<br />

Objeción número uno que alguien<br />

podría levantar: “Pascal se<br />

equivoca porque todos pensamos<br />

con frecuencia en nosotros<br />

mismos”. Es cierto. Obviamente,<br />

todos pensamos excesivamente en<br />

nosotros mismos todos los días de<br />

nuestras vidas, y creo que Pascal<br />

sabía eso. Así que, cuando él hace<br />

esa afirmación creo que se está<br />

refiriendo a que la distracción nos<br />

impide pensar realmente en<br />

nosotros de forma más profunda,


autocrítica, analítica y honesta.<br />

Objeción número dos: “Pascal se<br />

equivoca cuando dice que los<br />

humanos tienen miserias”. Yo creo<br />

que sí las tenemos. Todo el mundo<br />

quiere ser más feliz (significa que<br />

no lo es lo suficiente), todos somos<br />

pobres en realidad porque somos<br />

finitos y no podemos retener nada<br />

para nosotros, y todos hemos hecho<br />

cosas que están mal y que sabemos<br />

que están mal. Más adelante<br />

veremos si esta respuesta a esta<br />

objeción es cierta y la


completaremos.<br />

Pascal también dijo:<br />

“Alguien que no ve la<br />

vanidad del mundo es vano él<br />

mismo. ¿Quién entonces no lo<br />

ve excepto la juventud, cuyas<br />

vidas son todo ruido,<br />

diversiones y sueños sobre el<br />

futuro? Quíteles su diversión<br />

y usted los encontrará<br />

aburridos al extremo.<br />

Entonces ellos sienten su<br />

vacío sin reconocerlo


acionalmente. Ya que nada<br />

puede ser más miserable que<br />

estar insoportablemente<br />

deprimido tan pronto como<br />

uno es reducido a la<br />

introspección sin medios de<br />

distracción” [8] .<br />

En otras palabras, según Pascal, la<br />

diversión y el entretenimiento nos<br />

encanta porque nos distraen de<br />

sentir el gran vacío que hay en<br />

nuestras almas, nuestra sed de<br />

eternidad (Eclesiastés 3:11).


Para ser honestos, no soy de esos<br />

que creen que entretenerse siempre<br />

es pecado. De hecho, me gusta leer<br />

novelas, ver películas, salir a<br />

pasear, ir a un café con mis<br />

amigos… chatear en <strong>Facebook</strong> a<br />

veces.<br />

Lo que creo que es malo (y Pascal<br />

estaría de acuerdo conmigo) es<br />

cuando usamos la distracción para<br />

tratar de llenar nuestras vidas con<br />

ella, olvidando la necesidad<br />

inmensa que tenemos de Dios (cf.<br />

Salmos 63:1-3).


Sé que suena duro, pero creo que es<br />

cierto. Era lo que yo tenía para<br />

tratar de llenar mi vida sin Dios.<br />

Ahora puedo verlo claramente. No<br />

está mal querer ser felices. De<br />

hecho, quiero que seas la persona<br />

más feliz en todo el universo<br />

¡Espero ayudarte con este ebook!<br />

Lo que está mal es que busquemos<br />

serlo de forma incorrecta,<br />

despreciando a Dios. Lo que está<br />

mal somos nosotros.<br />

Ahora, lo que sea que haya dicho<br />

Pascal no me importa si no está de


acuerdo a lo que enseña la Palabra<br />

de Dios. Lo que determina la<br />

validez de lo dicho por Pascal no<br />

es mi experiencia personal con las<br />

redes sociales, sino lo que Dios ha<br />

hablado y yo creo lo que dice la<br />

Palabra de Dios, que es mucho más<br />

confiable (2 Timoteo 3:16-17)<br />

porque los motivos que tengo para<br />

creer en ella son abrumadores.<br />

Entonces, ¿Es bíblico lo que dice<br />

Pascal sobre por qué nos encanta la<br />

distracción?


Respuesta corta: Sí.<br />

Respuesta más larga: La Palabra de<br />

Dios enseña que el hombre sin<br />

Cristo está muerto espiritualmente<br />

en sus pecado (Efesios 2:1), ha<br />

pecado (Romanos 3:23), posee un<br />

entendimiento dañado y un corazón<br />

duro contra Dios (Efesios 4:18),<br />

está ciego espiritualmente y por eso<br />

no puede ver la luz del evangelio (2<br />

Corintios 4:4), es esclavo del<br />

pecado (Juan 8:34) y no quiere<br />

acudir a la luz que es Jesús (Juan<br />

3:20).


¡Qué bueno que Dios puede dar<br />

vida y cambiar corazones de piedra<br />

por corazones que lo amen cada día<br />

más (Efesios 2:1, Ezequiel 36:26-<br />

27) Él puede eliminar nuestra<br />

ceguera espiritual (2 Corintios 4:6),<br />

puede hacernos libres del pecado<br />

(Juan 8:36) y puede llevarnos a<br />

Cristo (Juan 6:65)!<br />

Pero el hombre sin Dios no quiere a<br />

Dios. Es esclavo de su propia<br />

maldad. No quiere acudir a Él y por<br />

eso “cambiaron la verdad de Dios<br />

por la mentira, honrando y dando


culto a las criaturas antes que al<br />

Creador, el cual es bendito por los<br />

siglos” (Romanos 1:25).<br />

En resumen, la Biblia muestra que<br />

el hombre muerto en sus pecados y<br />

ciego espiritualmente, no quiere a<br />

Dios, prefiere a cualquier cosa<br />

menos a Él y no desea pensar en Él<br />

y reconocer su propia necesidad<br />

porque prefiere seguir pecando, ya<br />

que tiene una mente reprobada<br />

(Romanos 1:28).<br />

Suena muy incómodo. Sin embargo,


es lo que enseña la misma Biblia,<br />

que contiene frases que nos gustan<br />

como “Y sabemos que a los que<br />

aman a Dios, todas las cosas les<br />

ayudan a bien” (Romanos 8:28). Y<br />

aunque sea incómodo, lo que<br />

enseña Dios sobre la condición del<br />

hombre es algo que no debemos<br />

censurar. De hecho, debe causar en<br />

nosotros mayor agradecimiento a<br />

Dios por haber enviado a Su hijo a<br />

morir por Sus ovejas (Juan 10:14-<br />

18).<br />

Por lo tanto, una vez expuesto qué


enseña la Palabra de Dios sobre la<br />

condición del hombre sin Él,<br />

podemos afirmar que lo que dice<br />

Pascal es correcto. Al hombre le<br />

gusta la distracción porque así no<br />

piensa en su pobreza espiritual. El<br />

hombre es orgulloso y esa es una de<br />

las razones del enorme éxito de las<br />

redes sociales. El mundo ama sin<br />

medida a las redes sociales porque<br />

no ama a Dios.<br />

Piénsalo: Las redes sociales serían<br />

poco exitosas si las personas no las<br />

usaran para distraerse de lo


ealmente valioso y estar a la moda,<br />

presumir, chismosear… ser<br />

idólatras de alguna u otra manera.<br />

Algo breve que también quiero<br />

mencionar antes de continuar: Las<br />

redes sociales no sólo pueden<br />

atraparnos al ofrecernos distracción<br />

y vías para buscar satisfacer nuestra<br />

sed espiritual, sino que además<br />

pueden deprimirnos, y conducirnos<br />

a depender más de ellas. Justin<br />

Mullins escribe en un artículo<br />

reciente para la BBC:


“(…) el verano pasado, un<br />

equipo de psicólogos de la<br />

Universidad de Michigan en<br />

Estados Unidos y de la<br />

Universidad de Lovaina en<br />

Bélgica decidieron<br />

profundizar un poco más<br />

mediante la evaluación de la<br />

forma en que la satisfacción<br />

con la vida cambia a lo largo<br />

del tiempo con el uso de<br />

<strong>Facebook</strong>.<br />

Ethan Kross y sus colegas<br />

interrogaron a un grupo de


personas cinco veces al día<br />

durante dos semanas sobre su<br />

estado emocional. Hicieron<br />

preguntas tales como: ‘¿cómo<br />

te sientes ahora?’, ‘¿qué<br />

grado de soledad sientes<br />

ahora?’, ‘¿cuánto has<br />

utilizado <strong>Facebook</strong> desde<br />

última vez que hicimos la<br />

pregunta?’ y así<br />

sucesivamente.<br />

Esto les dio una visión<br />

general sobre el bienestar de<br />

cada persona y el uso que


hacía de <strong>Facebook</strong> durante<br />

todo el día.<br />

El equipo descubrió que el<br />

uso de <strong>Facebook</strong> se<br />

correlacionaba con una baja<br />

sensación de bienestar de las<br />

personas.<br />

‘Mientras más utilizaban<br />

<strong>Facebook</strong> durante un período<br />

de dos semanas, menor era su<br />

nivel de satisfacción con la<br />

vida a lo largo del tiempo’,<br />

según afirman en el estudio.


‘En lugar de mejorar el<br />

bienestar... estos resultados<br />

indican que <strong>Facebook</strong> puede<br />

atenuarlo’.” [9]<br />

¿Por qué y cómo <strong>Facebook</strong> puede<br />

entristecernos? El estudio sugiere<br />

que posiblemente sea por la envidia<br />

que nos puede causar ver sólo el<br />

lado feliz de la vida de los demás.<br />

Mullins escribe que “algunos<br />

investigadores se han referido a<br />

este efecto como el ‘síndrome del<br />

mundo amigable’, en el que parece


que todos la pasan mejor en la vida<br />

que uno” [10] .<br />

En <strong>Facebook</strong> las personas suelen<br />

hablar sólo de las cosas buenas que<br />

les pasan. Debido a que somos<br />

pecadores, eso puede invitarnos a<br />

ser envidiosos y presumidos al ver<br />

que, por ejemplo, parece que somos<br />

menos populares que otros.<br />

<strong>Facebook</strong> puede ayudarnos a tener<br />

una imagen distorsionada de la<br />

vida.<br />

Tal vez, luego de leer todo esto


piensas que odio las redes sociales<br />

y que ningún cristiano debería<br />

usarlas. ¡Te equivocas!<br />

Hay una razón por la que el<br />

subtítulo de este ebook es “Un<br />

llamado a usar las redes sociales<br />

para la gloria de Dios” y no “Un<br />

llamado a cerrar tus perfiles<br />

sociales, lanzar tu Smartphone por<br />

el wáter y tirar tu computadora o<br />

laptop por la ventana”. Y es que las<br />

redes sociales no son malas. Ellas<br />

no pueden hacer al hombre malo,<br />

sino el propio corazón del hombre


(Marcos 7:15,21-23).<br />

Las redes sociales pueden tener un<br />

uso fantástico y no es casualidad<br />

que hayas nacido en esta época en<br />

la que podemos usarlas, pero es<br />

necesario cuidarnos de hacerlo de<br />

forma incorrecta.


Ídolo generacional.<br />

Me llama mucho la atención una de<br />

las cosas de las cuales habló Pascal<br />

y que compartí contigo unas páginas<br />

atrás: El amor de los jóvenes sin<br />

Jesús por la distracción. Cuando<br />

somos jóvenes queremos ser<br />

felices, pero siendo apasionados<br />

con las cosas pasajeras y vanas de<br />

este mundo.<br />

Esto tiene que ver mucho con las<br />

redes sociales porque son millones<br />

los jóvenes en todo el mundo que


aman distraerse en ellas y usarlas a<br />

diario con ese fin. Tal y como<br />

Pascal habló (y vimos que<br />

bíblicamente es cierto), cuando<br />

estamos sin Dios, el entretenimiento<br />

nos distrae de pensar en lo mucho<br />

que lo necesitamos a Él, y en Su<br />

grandeza. Por lo tanto, nos distrae<br />

de reconocerlo y amarlo.<br />

Creo que esa es una de las razones<br />

por las que el apóstol Pablo le<br />

escribió a Timoteo: “Huye también<br />

de las pasiones juveniles, y sigue la<br />

justicia, la fe, el amor y la paz, con


los que de corazón limpio invocan<br />

al Señor” (2 Timoteo 2:22).<br />

Cuando Pablo escribe eso, le está<br />

diciendo a Timoteo en otras<br />

palabras: “Huye de las<br />

distracciones típicas de los jóvenes<br />

y fija tu mente en lo que necesitas”.<br />

Eso es algo sobre lo que Pablo<br />

habla varias veces en sus epístolas.<br />

Por ejemplo, a la Iglesia en Filipos<br />

él escribió inspirado por el Espíritu<br />

Santo: “… hermanos, todo lo que es<br />

verdadero, todo lo honesto, todo lo<br />

justo, todo lo puro, todo lo amable,


todo lo que es de buen nombre; si<br />

hay virtud alguna, si algo digno de<br />

alabanza, en esto pensad”<br />

(Filipenses 4:8).<br />

Y es que, aquello en lo que más<br />

pensamos es lo que más amamos.<br />

Piensa mucho en distracciones, y no<br />

estarás pensando en realidad como<br />

naciste para hacerlo. No estarás<br />

amando a Dios, sino a las cosas del<br />

mundo con las que nos contentamos<br />

ignorando que sólo Dios puede<br />

hacernos felices de verdad. Por eso<br />

Él en Su Palabra dice:


“No améis al mundo, ni las<br />

cosas que están en el mundo.<br />

Si alguno ama al mundo, el<br />

amor del Padre no está en<br />

él. Porque todo lo que hay en<br />

el mundo, los deseos de la<br />

carne, los deseos de los ojos,<br />

y la vanagloria de la vida, no<br />

proviene del Padre, sino del<br />

mundo. Y el mundo pasa, y<br />

sus deseos; pero el que hace<br />

la voluntad de Dios<br />

permanece para siempre” (1<br />

Juan 2:15-17)


Esas palabras son para nosotros, la<br />

generación <strong>Facebook</strong>.<br />

Conocer esto marcó profundamente<br />

mi vida porque vi que no podía ser<br />

un Creyente Tibio, tener una doble<br />

vida al decir que era cristiano, y no<br />

amar a Cristo por sobre todas las<br />

cosas.<br />

Creo que toda generación tiene sus<br />

ídolos característicos… y el ídolo<br />

de la generación <strong>Facebook</strong> es sin<br />

duda la social media.<br />

Cuando Dios le da las tablas con la


ley al pueblo de Israel, el primero<br />

de esos mandamientos es “No<br />

tendrás dioses ajenos delante de mí<br />

(…) porque yo soy Jehová tu Dios,<br />

fuerte, celoso” (Éxodo 20:3,5).<br />

Ese pasaje en Éxodo muestra que<br />

Dios es celoso, pero Su celo es muy<br />

diferente al nuestro. Generalmente,<br />

nosotros llamamos celosa a una<br />

persona que tiene envidia de<br />

alguien más. Pero Jehová nunca<br />

tiene envidia porque Él es santo.<br />

Dios, a diferencia de nosotros, es<br />

celoso cuando le damos a alguien o


a algo lo que sólo Él merece.<br />

¿Sabes por qué “no tendrás dioses<br />

ajenos delante de mí” es el primer<br />

mandamiento que Dios le da al<br />

pueblo de Israel? Porque todos los<br />

demás pecados se derivan de tener<br />

ídolos. Si examinas a fondo cada<br />

pecado señalado en la Biblia, verás<br />

que se trata de una idolatría. Por<br />

ejemplo: Codiciar, sucede cuando<br />

no estás satisfecho con lo que Dios<br />

te ha dado, cuando amas más y le<br />

das más valor a las posesiones,<br />

cuando piensas que tienes menos de


lo que mereces y es justo que<br />

tengas, esto es desconocer la<br />

Sabiduría de Dios y considerar<br />

mejores tus juicios. Idolatría.<br />

Y algo feo de idolatrar las redes<br />

sociales, o mejor dicho, usarlas<br />

para idolatrar otras cosas, es que<br />

nunca serán suficientes. Por<br />

ejemplo, Una persona adicta a tener<br />

muchos seguidores en Twitter,<br />

nunca tendrá suficientes. Una<br />

persona que ama que la gente hable<br />

de él, nunca tendrá a suficiente<br />

gente que hable de él. ¿Entiendes el


punto? Nada de eso puede hacernos<br />

felices<br />

Seamos honestos: Nadie en todo el<br />

universo necesita tomarse fotos con<br />

poca ropa o con poses sugerentes y<br />

subirlas a las redes sociales. Nadie<br />

necesita mentir en Internet. Nadie<br />

necesita presumir cosas en la web<br />

2.0… Nadie necesita hacer muchas<br />

cosas más, que millones de jóvenes<br />

de esta generación hacen y disfrutan<br />

hacer.<br />

En palabras de David Foster


Wallace, “No hay una cosa como no<br />

adorar. Todos adoramos. La única<br />

elección que tenemos es qué<br />

adorar” [11] . Sé honesto. Todos<br />

vivimos para algo. Cada uno de<br />

nosotros adora algo en todo<br />

momento, y lo que la mayoría de la<br />

gente adora, no es Dios. Y<br />

<strong>Facebook</strong>, sin duda alguna, es un<br />

ídolo generacional.<br />

Ahora considera lo siguiente: Un<br />

ídolo es algo que el hombre ha<br />

escogido en vez de Dios porque


cree que es más conveniente… y<br />

cuando el hombre hace eso, está<br />

tratando de jugar a ser como Dios,<br />

al pretender ser más sabio que Él.<br />

En otras palabras, todo acto de<br />

idolatría se resume en adorarse a sí<br />

mismo. Más interesante aún es notar<br />

que amar a Dios y a las personas se<br />

puede resumir en guardarnos de los<br />

ídolos (cf. 1 Juan 5:21). Cuando<br />

promovemos ídolos no estamos<br />

amando a las personas, porque ellas<br />

necesitan a Dios.<br />

Veremos la fealdad de la idolatría y


de no usar las redes sociales para<br />

la gloria de Dios, y viviremos con<br />

más gozo en medio de cualquier<br />

circunstancia, cuanto más veamos a<br />

Dios, ¿y cómo lo vemos a Él?<br />

Simple: Viendo a Jesús. La Palabra<br />

enseña que Jesús es la imagen<br />

misma de Su sustancia (Hebreos<br />

1:3), la imagen del Dios invisible<br />

(Colosenses 1:15), Dios hecho<br />

carne (Juan 1:1,14) y Jesús mismo<br />

declaró que quien lo ha visto a Él,<br />

ha visto a Dios (Juan 14:9). Cristo<br />

es nuestro Padre eterno (Isaías 9:6).


Él es Dios (Colosenses 2:9, 2<br />

Pedro 1:1, Tito 2:13).<br />

Así que el evangelio no se trata de<br />

descubrir a Dios, sino de que Él se<br />

nos reveló en Jesús, y que no<br />

merecemos esto. Necesitamos ver a<br />

Dios en Jesús. Por lo tanto, el<br />

evangelio es la cura que necesita la<br />

generación <strong>Facebook</strong>, igual que la<br />

ha necesitado toda generación.


Preguntas para discusión<br />

y reflexión<br />

1. ¿Cuál es el daño que hacen a la<br />

proclamación del evangelio las<br />

personas que dicen ser cristianas<br />

pero viven como si no tuvieran a<br />

Cristo?<br />

2. ¿Habías pensado que las redes<br />

sociales pueden servir como<br />

radiografías de lo que hay en<br />

nuestro interior?<br />

3. ¿Alguna vez has publicado algo<br />

en Internet para buscar atención?


¿Eso te llenó de un gozo duradero?<br />

4. ¿Crees que las redes sociales<br />

serían exitosas si la mayoría de las<br />

personas no las usaran para<br />

vanidades?<br />

5. ¿Qué tanto te distraen las redes<br />

sociales? ¿Cómo crees que podrías<br />

distraerte menos en ellas de lo que<br />

en verdad importa y darles un mejor<br />

uso?<br />

6. ¿Qué crees que pasaría en tu vida<br />

si no pudieras usar más las redes<br />

sociales? ¿Sentirías un enorme


vacío y verías lo importante que<br />

ellas eran para ti y no lo sabías?


Capítulo Dos: Redes<br />

Sociales ¿Para la<br />

gloria de Dios?<br />

Antes de hablar sobre el usar las<br />

redes sociales para la Gloria de<br />

Dios, es necesario hablar del<br />

evangelio. Timothy Keller escribe<br />

algo interesante al respecto:<br />

“El evangelio no es el ABC,<br />

sino el A a la Z de la vida<br />

cristiana. Es errado pensar<br />

que el evangelio es lo que


salva a no-cristianos y que<br />

luego los cristianos maduran<br />

al tratar esforzadamente de<br />

vivir de acuerdo a los<br />

principios bíblicos. Es más<br />

acertado decir que somos<br />

salvos por creer en el<br />

evangelio, y que entonces<br />

somos transformados en cada<br />

parte de nuestras mentes,<br />

corazones, y vidas por creer<br />

el evangelio más y más de<br />

forma profunda a medida que<br />

la vida avanza” [12]


Pero de nuevo, lo que haya dicho<br />

alguien no es de importancia si no<br />

está acorde a lo que enseña la<br />

Biblia. ¿Keller está en lo correcto<br />

cuando dice que el evangelio es el<br />

A a la Z de la vida cristiana? Yo<br />

creo que sí.<br />

¿Has leído las cartas de Pablo en el<br />

Nuevo Testamento? Gran parte del<br />

mensaje de Pablo a las iglesias a<br />

las que escribe se puede resumir de<br />

esta forma: “Ustedes ya son<br />

cristianos, así que vivan como<br />

tales”.


De hecho, siempre que Pablo<br />

comienza una carta, empieza<br />

llamando santas a las personas a las<br />

que se dirige (incluso a los<br />

creyentes en la iglesia de Corintios,<br />

en donde había literalmente un<br />

desastre).<br />

Pablo constantemente está<br />

recordando a las iglesias a las que<br />

escribe lo que Dios ha hecho por<br />

ellas. Por ejemplo, en la carta a los<br />

efesios, en los primeros tres<br />

capítulos, el apóstol habla sobre el<br />

hecho de que todos aquellos que


han creído han sido predestinados<br />

por Dios para que crean, antes<br />

estábamos muertos pero Dios nos<br />

ha dado vida, Él nos ha<br />

reconciliado con Él mismo por<br />

medio de la cruz, somos el cuerpo<br />

de Cristo, etc… Y luego de eso, en<br />

los siguientes tres capítulos, Pablo<br />

habla a los cristianos en Éfeso<br />

sobre cómo deben vivir a la luz de<br />

las enormes declaraciones del<br />

evangelio.<br />

Una y otra vez, Pablo habla de<br />

forma similar en sus cartas. Él


apunta al evangelio para mostrarnos<br />

cómo vivir. También, cuando<br />

escribe a los filipenses sobre la<br />

humildad, él les recuerda lo que<br />

Cristo ha hecho por ellos para que<br />

sigan Su ejemplo (Filipenses 2:3-<br />

8). Cuando enseña sobre cómo<br />

deben comportarse el hombre y la<br />

mujer en la matrimonio, apunta<br />

también al evangelio, a lo que Jesús<br />

hizo por nosotros y a la historia de<br />

la redención (Efesios 5:25-27).<br />

Así que lo que dice Timothy Keller<br />

es cierto. El evangelio no es el


ABC de la vida cristiana, sino el A<br />

a la Z. El evangelio afecta nuestros<br />

hábitos, nuestros pensamientos,<br />

nuestras relaciones, y por<br />

supuesto… la forma en que<br />

socializamos en Internet.


El evangelio y las redes<br />

sociales.<br />

Tenemos que ver a Jesús y conocer<br />

cada día más el evangelio si<br />

queremos usar las redes sociales de<br />

la forma en que Dios quiere que lo<br />

hagamos.<br />

¿Te imaginas cómo Jesús usaría las<br />

redes sociales?<br />

Actualmente, tengo alrededor de<br />

8.500 seguidores en Twitter. Antes<br />

tenía muchísimos más. Miles de<br />

personas me han dejado de seguir


desde que cambié el contenido que<br />

publicaba en mi cuenta y empecé a<br />

hablar sobre la fe cristiana, aunque<br />

de vez en cuando me siguen<br />

personas interesadas en leer lo que<br />

ahora tengo que decir. Por mucho<br />

tiempo me convertí en una máquina<br />

de perder followers.<br />

Durante esos meses en donde mi<br />

popularidad online descendió<br />

rápidamente, pude ver que no<br />

importa lo que la gente piense de<br />

mí, sino lo que Dios piensa de mí.<br />

Pude ver que de nada sirve tener


popularidad si no tengo gozo en<br />

Dios. Pude comprender mucho las<br />

palabras de Pablo a la iglesia en<br />

Galacia: “Pues, ¿busco ahora el<br />

favor de los hombres, o el de Dios?<br />

¿O trato de agradar a los hombres?<br />

Pues si todavía agradara a los<br />

hombres, no sería siervo de Cristo”<br />

(Gálatas 1:10).<br />

Gracias a Dios, mi ejemplo ha<br />

inspirado a muchas personas a no<br />

buscar complacer a los demás en<br />

las redes sociales. Sin embargo,<br />

hay muchas personas como


Creyente Tibio. No buscan vivir<br />

como hijos de Dios en Internet. El<br />

apóstol Juan nos habla en su<br />

primera epístola que “El que dice<br />

que permanece en él [Jesús], debe<br />

andar como él anduvo” (1 Juan 2:6)<br />

y eso es algo que también debemos<br />

hacer en las redes sociales. Por eso<br />

quiero que las usemos cada día<br />

mejor.<br />

Entonces, ¿Qué haría Cristo si Él<br />

tuviera un perfil en Twitter, por<br />

ejemplo? [13] ¿Actuaría como


actúan muchos cristianos en las<br />

redes sociales?<br />

Creo que si en la época en la que Él<br />

caminó entre nosotros hubiese<br />

existido Twitter, tal vez el tuitearía.<br />

De hecho, tal vez hubiese tenido<br />

cierta popularidad por temporadas,<br />

ya que en los evangelios podemos<br />

ver que por momentos Jesús tuvo<br />

demasiados seguidores. Sin<br />

embargo, creo que Él también sería<br />

una máquina de perder seguidores<br />

por montón.


El apóstol Juan relata que muchas<br />

personas dejaron de seguir a Jesús<br />

al escuchar las cosas tan<br />

confrontantes que Él decía (Juan<br />

6:66). En el versículo siguiente,<br />

Juan cuenta que Jesús le preguntó a<br />

su círculo cercano de discípulos,<br />

“¿Queréis acaso iros también<br />

vosotros?”<br />

Me encanta eso. Jesús usaría las<br />

redes sociales de una forma<br />

totalmente opuesta a como yo las<br />

usaba antes de nacer de nuevo.<br />

Jesús no va a cambiar por nosotros.


Nosotros somos los que<br />

necesitamos ser cambiados por<br />

Él. Jesús jamás iba a censurarse a<br />

sí mismo porque aunque la verdad<br />

pueda incomodarnos, la<br />

necesitamos. Lo necesitamos.<br />

Puedo imaginarme a Jesús<br />

perdiendo muchos seguidores en<br />

Twitter y tuiteando “¿Quién más<br />

quiere dejar de seguirme?”. Cuando<br />

imagino eso, veo que Jesús es muy<br />

distinto a cómo se comportan hoy<br />

muchos cristianos dentro y fuera de<br />

las redes sociales.


Por ejemplo, estamos obsesionados<br />

con los números. Queremos ser<br />

populares y para eso muchas veces<br />

decimos la clase de cosas que este<br />

mundo corrompido por el pecado<br />

ama escuchar, y así ganar atención<br />

para nosotros. Pretendemos que<br />

todos se lleven bien con nosotros.<br />

Si la gente nos deja de seguir,<br />

lloramos. Estamos más interesados<br />

en los números que en las personas.<br />

Nos importa demasiado agradarle a<br />

la gente.<br />

Jesús no se interesó por ser popular


o agradarle a todos porque sabía<br />

que hacer la voluntad de Su Padre<br />

era más importante que todo lo<br />

demás. Hacer la voluntad de Dios<br />

era Su alimento (Juan 4:34). ¿Ese<br />

también es nuestro alimento?<br />

Yo solía dar el consejo “Sé tú<br />

mismo” a las personas, pero ahora<br />

doy un consejo mejor: “Sé más<br />

como Jesús”. Cristo obedeció a<br />

Dios hasta el final porque solo Él<br />

es digno de ser obedecido. Jesús<br />

vive una vida perfecta (cf. Juan<br />

8:29).


La Palabra de Dios dice que debido<br />

al gozo que le aguardaba, Jesús<br />

soportó la cruz, sin darle<br />

importancia a la vergüenza que la<br />

cruz representaba (Hebreos 12:2).<br />

Jesús glorificó a Dios en su vida<br />

mostrándolo tan valioso como Él<br />

realmente es (cf. Juan 17:4).<br />

Cristo no solo vino a morir por<br />

nosotros, sino que también vino a<br />

vivir por nosotros, obedeciendo a<br />

Dios para imputarnos Su justicia<br />

(Romanos 5:19). Dios es el que<br />

justifica (Romanos 8:33).


Estábamos perdidos, pero Él vino a<br />

encontrarnos (Lucas 19:10). Dios<br />

ha escogido a millones de personas<br />

desde antes de la fundación del<br />

mundo para otorgarles una gracia<br />

infinita e inmerecida (Efesios 1:3-<br />

6). Jesús vino a justificarnos<br />

viviendo una vida perfecta en<br />

nuestro lugar; aunque mucha gente<br />

lo dejara de seguir, y yendo al<br />

calvario para satisfacer la ira de<br />

Dios por nuestros pecados; la ira de<br />

Dios que merecemos (Juan 1:29,<br />

Romanos 3:24-26). Él vino a dar Su


vida por Sus ovejas, Su iglesia<br />

(Juan 10:11, Hechos 20:28, Efesios<br />

5:25)<br />

En la cruz, Dios es glorificado (se<br />

muestra que Él es santo, justo,<br />

soberano, digno de ser obedecido,<br />

infinitamente valioso y más), y<br />

Jesús también es glorificado porque<br />

Dios aceptó Su ofrenda, lo cual<br />

significa que Cristo tiene un valor<br />

infinito superior a todo lo demás y<br />

así es como Él puede pagar nuestro<br />

rescate de la ira de Dios por toda la<br />

eternidad (1 Timoteo 2:6, 1 Pedro


1:18). Lo ha hecho mientras somos<br />

pecadores (Romanos 5:8). Lo ha<br />

hecho para que todo aquel que crea<br />

en Él tenga vida eterna, lo cual<br />

significa conocer a Dios por<br />

siempre (Juan 3:16, 17:3). Lo ha<br />

hecho para alabanza de la Gloria de<br />

Su gracia y nuestro gozo (Efesios<br />

1:6, cf. Salmos 16:11).<br />

Jesús resucitó, siendo declarado<br />

Hijo de Dios con poder (Romanos<br />

1:4). Hoy se encuentra en el cielo<br />

con toda potestad preparando<br />

morada para nosotros e


intercediendo por cada una de Sus<br />

ovejas (Mateo 28:18, Juan 14:2,<br />

Romanos 8:34). Si hemos sido<br />

adoptados por Dios, estamos en paz<br />

con Él y estaremos con Jesús pronto<br />

(Efesios 1:5, Romanos 5:1, 1<br />

Tesalonicenses 4:17, cf. Romanos<br />

8:30).<br />

Por eso debemos vivir nuestras<br />

vidas a la luz de la eternidad… y<br />

desearemos hacerlo (cf. Filipenses<br />

2:13). Hasta en nuestros tweets.<br />

Siguiendo el ejemplo de Jesús,<br />

nuestro Señor y Salvador (cf. 1


Corintios 11:1).<br />

Hay tanto que decir sobre el<br />

evangelio, que todo lo que<br />

podríamos decir nunca sería<br />

suficiente para expresar la grandeza<br />

de la soberanía de Dios, Su justicia,<br />

Su inmenso amor y Su gracia.<br />

Esto afecta la forma en la que<br />

vivimos fuera de la web y dentro de<br />

la web, si en verdad creemos el<br />

evangelio con todo nuestro corazón.<br />

Es posible tener el evangelio en la<br />

mente sin tenerlo en el corazón,


pero es imposible tener el<br />

evangelio en el corazón sin tenerlo<br />

también en la mente (¡no podemos<br />

amar algo que no conocemos!). Con<br />

respecto a lo primero, quiero decir<br />

que no basta con saber<br />

intelectualmente que Jesús es<br />

grandioso, que el evangelio es real<br />

y que somos infinitamente amados<br />

por Dios para alabanza de la Gloria<br />

de Su gracia. Muchos Creyentes<br />

Tibios saben esto, y eso no es<br />

suficiente. Es necesario amar<br />

realmente esta verdad, el evangelio,


y creerlo con todo nuestro corazón,<br />

no solo con nuestras cabezas.<br />

Cuando sabes en tu corazón que<br />

tienes la atención infinita de un<br />

Dios que te ama con un amor que<br />

supera todo entendimiento (Efesios<br />

3:19), no necesitas la atención de<br />

las personas para ser feliz. Los<br />

cristianos no viven para los<br />

aplausos como Lady Gaga. Cuando<br />

sabes que en Cristo lo tienes todo,<br />

sabes que las cosas que no tienes no<br />

las necesitas y eso, entre muchas<br />

cosas, te lleva a renunciar cada día


más a la vanidad, hasta en<br />

<strong>Facebook</strong> (por ejemplo).<br />

Cuando sabes que sin Dios eres<br />

más pobre de lo que puedes<br />

imaginar y que no mereces nada de<br />

lo que tienes, entonces eres humilde<br />

y agradecido, y eso se evidenciará<br />

en tus perfiles en Internet, cuando te<br />

relaciones con tu prójimo y te<br />

expreses. Cuando sabes que estas<br />

llamado a ser luz en el mundo<br />

(Filipenses 2:14-15), decides<br />

tomarte eso en serio y dejar de<br />

comportarte como el mundo egoísta


y superficial se comporta, y eres<br />

más cuidadoso con las cosas que<br />

publicas online. Cuando sabes<br />

quién es realmente Dios, al<br />

despertar en las mañanas estás más<br />

sediento de leer la Biblia y orar que<br />

de revisar tu <strong>Facebook</strong> o Twitter.<br />

Y así, de muchas maneras más, el<br />

evangelio nos afecta para siempre.<br />

Hasta en la forma en que usamos las<br />

redes sociales.<br />

Como bien han hablado muchos<br />

cristianos a lo largo de la historia,


el evangelio no es “obedezco y por<br />

tanto soy salvo”. El evangelio es<br />

“soy salvo, por tanto obedezco” (cf.<br />

Juan 14:15).<br />

El evangelio tampoco es “amo a las<br />

personas y a Dios, por lo tanto soy<br />

amado por Dios”. El evangelio es<br />

“soy amado por Dios, por lo tanto<br />

amo a las personas y amo a Dios…<br />

y entre muchas cosas, por eso soy<br />

cuidadoso con qué público en las<br />

redes sociales, porque quiero que<br />

la gente vea a Dios en mi vida tan<br />

asombroso como Él realmente es y


lleguen a amarlo cada día más”.<br />

Los cristianos generación <strong>Facebook</strong><br />

son cristianos abrumados por Dios<br />

y sus atributos (Su amor, Su<br />

justicia, Su santidad, Su<br />

soberanía…). Por eso buscan<br />

obedecer Su Palabra y glorificar a<br />

Dios en cada aspecto de sus vidas.<br />

Eso incluye usar las redes sociales<br />

para Su gloria. <strong>Facebook</strong> pasará,<br />

Twitter pasará, Instagram pasará, y<br />

Google+ pasará, pero Jesús nunca<br />

pasará.


A continuación veremos si la<br />

Palabra de Dios habla sobre usar<br />

las redes sociales para Su gloria, y<br />

luego veremos qué es hacer eso.


¿La Biblia habla sobre<br />

usar las redes sociales<br />

para la Gloria de Dios?<br />

Sé que para muchas personas puede<br />

parecer raro escuchar hablar sobre<br />

usar las redes sociales para la<br />

Gloria de Dios. “¡La Biblia no dice<br />

nada sobre eso!”, piensan algunos,<br />

pero yo creo que sí. No<br />

explícitamente, pero sí.<br />

Así que antes de hablar sobre qué<br />

es usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios, hay que refutar la


objeción de que la Biblia no habla<br />

nada al respecto.<br />

El apóstol Pablo escribe: “Si, pues,<br />

coméis o bebéis, o hacéis otra cosa,<br />

hacedlo todo para la gloria de<br />

Dios” (1 Corintios 10:31). Allí no<br />

habla de hacer algunas cosas para<br />

la gloria de Dios y otras no, sino<br />

TODAS las cosas. Ese breve<br />

versículo resume un universo de<br />

cosas para hacer.<br />

Si es posible hacer para la gloria<br />

de Dios algo que nos resulta tan


normal y cotidiano, como comer o<br />

beber, también es posible escribir<br />

un tweet, subir una foto en<br />

Instagram y compartir una imagen<br />

en <strong>Facebook</strong> para la gloria de Dios.<br />

No sólo es posible comer o beber<br />

para la Gloria de Dios, sino hacerlo<br />

todo en nuestro día a día para Su<br />

gloria.<br />

Hace unos meses atrás publiqué un<br />

breve artículo en mi blog basado en<br />

respuestas de varios amigos a la<br />

siguiente pregunta: “¿Qué consejo<br />

le darías a un joven sobre las redes


sociales?” [14] Me gustó mucho la<br />

respuesta de mi hermano en la fe<br />

Emanuel Betances:<br />

“Hace unos años entendí que<br />

como cristianos fuimos<br />

llamados a ser representantes<br />

de Cristo. En esta era digital,<br />

donde parece que todo el<br />

mundo está ‘conectado’, las<br />

Redes Sociales se han<br />

convertido en el Campo<br />

Misionero más grande de la<br />

historia. ¡Imagínense cuanto


más hubiese hecho el Apóstol<br />

Pablo si hubiese tenido<br />

acceso a <strong>Facebook</strong> o Twitter!<br />

Las palabras del mismo<br />

Apóstol Pablo nos sirven<br />

para aplicarlas a nuestro<br />

diario vivir en las Redes<br />

Sociales: ‘Y todo lo que<br />

hacéis, sea de palabra o de<br />

hecho, hacedlo todo en el<br />

nombre del Señor Jesús,<br />

dando gracias a Dios Padre<br />

por medio de él’ (Colosenses<br />

3:17)”


No sólo creo, al igual que mi<br />

amigo, que las redes sociales<br />

pueden ser una herramienta<br />

fantástica y que es posible usarlas<br />

para la gloria de Dios, sino que<br />

también creo que nacimos para<br />

usarlas de esa manera.<br />

¿En qué me baso para creer eso? En<br />

que Dios lo sabe todo (1 Juan<br />

3:20), es todopoderoso (Job: 42:2),<br />

nada en todo el universo se<br />

interpone en Sus planes (Isaías<br />

14:27, Daniel 4:35) y “… hace<br />

todas las cosas según el designio


de su voluntad” (Efesios 1:11).<br />

Eso me lleva a la conclusión de que<br />

no formas parte de la generación<br />

<strong>Facebook</strong> por casualidad. Naciste<br />

el día en que naciste porque Dios lo<br />

quiso así. Por lo tanto, parte del<br />

inmenso propósito de Dios para tu<br />

vida en el presente es que uses tus<br />

perfiles en <strong>Facebook</strong>, Instagram,<br />

Twitter, y más, para Su gloria,<br />

porque en Su Palabra leemos<br />

“hacedlo todo para la gloria de<br />

Dios”.


La Palabra enseña que “… somos<br />

hechura suya, creados en Cristo<br />

Jesús para buenas obras, las cuales<br />

Dios preparó de antemano para que<br />

anduviésemos en ellas” (Efesios<br />

2:10). La Biblia me enseña que<br />

esas buenas obras son buscar<br />

hacerlo todo para la gloria de Dios,<br />

y me dice que Dios sabía que<br />

tendrías <strong>Facebook</strong>, entonces llego<br />

a la conclusión de que si tienes a<br />

Cristo, una de las muchas razones<br />

por las que naciste en la generación<br />

<strong>Facebook</strong> es para usar las redes


sociales para Su gloria… y<br />

glorificar a Dios no es lo que<br />

muchas personas creen que es.


Usar las redes sociales<br />

para la gloria de Dios es…<br />

Respuesta corta: Adoración.<br />

Respuesta más larga:<br />

Muchas personas creen que hacer<br />

algo para la Gloria de Dios es<br />

buscar que, mediante lo que<br />

hacemos, Dios sea más grande y<br />

glorioso. Incluso creen que cuando<br />

la Biblia dice que Dios ha hecho<br />

todo de Él, para Él y por Él<br />

(Romanos 11:36), es porque Dios<br />

quería ser más Dios. Cuando


observan en la Palabra a Dios decir<br />

“… para gloria mía los he creado,<br />

los formé y los hice” (Isaías 43:7),<br />

asumen que Dios está diciendo que<br />

nos hizo para ser más magnifico al<br />

recibir nuestro servicio o<br />

adoración.<br />

Esas personas erran al pensar así,<br />

por la simple razón de que si Dios<br />

necesitase algo fuera de Él, no sería<br />

realmente Dios ¿no crees?<br />

Ya sea que hablemos de usar las<br />

redes sociales para Su gloria o de


hacer cualquier otra cosa para Su<br />

gloria, Dios no será más Dios si<br />

hacemos eso o no. El apóstol Pablo<br />

enseña:<br />

“El Dios que hizo el mundo y<br />

todas las cosas que en él hay,<br />

siendo Señor del cielo y de la<br />

tierra, no habita en templos<br />

hechos por manos humanas, ni<br />

es honrado por manos de<br />

hombres, como si necesitase<br />

de algo; pues él es quien da<br />

a todos vida y aliento y todas<br />

las cosas” (Hechos 17:24-25)


El Salmista también habla sobre la<br />

grandeza y supremacía de Dios<br />

cuando canta: “Tuyos son los<br />

cielos, tuya también la tierra; El<br />

mundo y su plenitud, tú lo fundaste”<br />

(Salmos 89:11). Dios no necesita<br />

nada fuera de sí mismo, sino que es<br />

el dueño de todo lo creado.<br />

¿Por qué Dios lo hizo todo? John<br />

Piper resume (dando crédito a<br />

Jonathan Edwards) bien la<br />

respuesta a esa pregunta cuando<br />

escribe:


“Hay algo acerca de la<br />

plenitud del gozo de Dios que<br />

lo inclina a desbordarse. Hay<br />

una capacidad expansiva en<br />

ese gozo. Desea ser<br />

compartido. El impulso para<br />

crear el mundo no procede de<br />

la debilidad, como si Dios<br />

careciera de algún atributo<br />

que pudiera suplir. «No se<br />

trata de una fuente vacía o<br />

con escasez de agua, sino<br />

que tiende a<br />

desbordarse»” [15]


Esa es la única explicación, no solo<br />

lógica, sino acorde a lo que muestra<br />

la Palabra de Dios, de por qué Él<br />

creó todo. Dios nos hizo porque le<br />

plació hacerlo porque ama ver Su<br />

gloria reflejada en lo que Él hace al<br />

brindar gozo, no porque Él<br />

necesitase algo.<br />

Así que, Dios no creo todo para ser<br />

más Dios o algo así, y no estamos<br />

haciendo las cosas para Su gloria<br />

cuando tratamos hacerlo lucir mejor<br />

de lo que Él realmente es. Eso<br />

último es un serio insulto, porque es


decirle que Él, el Dios santo y<br />

todopoderoso, necesita de nosotros<br />

para ser glorioso. ¡Hay que tener<br />

mucho orgullo para pensar algo así!<br />

Sin embargo, es lo que millones de<br />

personas que dicen ser cristianas<br />

hacen todos los días cuando<br />

pretenden suplir las necesidades de<br />

Dios, como si Él tuviese<br />

necesidades.<br />

Entonces, ¿qué es usar realmente<br />

las redes sociales para la gloria de<br />

Dios? Es usarlas de una forma en<br />

que mostremos lo que podamos


mostrar de la grandeza y el valor<br />

de Dios (Ya que Dios es infinito y<br />

no podemos mostrarlo todo). No es<br />

usarlas de una forma en que<br />

pretendamos hacer que Dios sea<br />

más Dios.<br />

Esto puede ser complicado de<br />

entender, pero es simple una vez<br />

que lo analizas. Creo que si<br />

entendemos mejor qué significa que<br />

Dios haya hecho todo para Su<br />

gloria, entonces entenderemos<br />

mejor qué significa para nosotros<br />

hacer algo para Su gloria. Ahora


comparto contigo la mejor<br />

explicación que he leído sobre este<br />

asunto, de la pluma de John Piper:<br />

“… [Todo] existe para<br />

magnificar la verdad y el<br />

valor y la belleza y la<br />

grandeza de Dios. No de la<br />

manera en que un<br />

microscopio magnifica, sino<br />

de la manera en que un<br />

telescopio magnifica.<br />

Los microscopios magnifican<br />

haciendo que cosas pequeñas


luzcan más grandes de lo que<br />

son. Los telescopios<br />

magnifican haciendo que<br />

cosas inimaginablemente<br />

grandes luzcan como ellas<br />

realmente son.<br />

Los microscopios mueven la<br />

apariencia de tamaño lejos de<br />

la realidad. Los telescopios<br />

mueven la apariencia de<br />

tamaño hacia la realidad.<br />

Cuando digo que todas las<br />

cosas existen para magnificar


la verdad y el valor y la<br />

belleza y la grandeza de Dios,<br />

yo quiero decir que todas las<br />

cosas […] existen para mover<br />

la apariencia de Dios en las<br />

mentes de las personas hacia<br />

la realidad” [16]<br />

Así que, entendiendo mejor qué<br />

significa que Dios haya hecho todo<br />

para Su gloria, podemos entender<br />

que hacer algo para la gloria de<br />

Dios es hacerlo reconociendo y<br />

mostrando que Él vale más que todo


lo demás. “No de la manera en que<br />

un microscopio magnifica, sino de<br />

la manera en que un telescopio<br />

magnifica”. En otras palabras, no<br />

tratando de mostrar a Dios más<br />

grandioso de lo que Él realmente es<br />

(esto es imposible), sino buscando<br />

mostrarlo de la forma más cercana<br />

a la realidad, tan grandioso como<br />

Él realmente es. Fuimos creados<br />

para ser prismas que reflejen la<br />

luz de la gloria de Dios en todos<br />

los aspectos de la vida [17] .<br />

Dios nos ha dado redes sociales


para que mostremos al mundo que<br />

Él vale más que las redes sociales.<br />

Más que nosotros mismos. Más que<br />

todo lo que hay en el universo.<br />

Este pensamiento nos conduce a<br />

algo que fue revelador para mí:<br />

Usar las redes sociales no es<br />

adoración, pero puede llegar a<br />

serlo. Sé que es otra afirmación que<br />

puede sonar rara para muchas<br />

personas, así que déjame<br />

explicarte.<br />

Cuando usamos las redes sociales


econociendo la grandeza de Dios,<br />

con un corazón agradecido,<br />

buscando apuntar a lo magnifico<br />

que Él es, ¿no estamos adorándolo<br />

en respuesta a conocerlo cada día<br />

más, gracias a la obra de Cristo?<br />

¿No estamos diciendo a Él y a<br />

nuestros contactos en <strong>Facebook</strong> que<br />

Él es realmente Dios?<br />

Eso es lo que yo persigo al usar las<br />

redes sociales. Usarlas no es<br />

adoración, pero puede serlo si lo<br />

hago como Dios quiere que lo haga.<br />

Y quiero hacerlo porque Él es


digno y estoy profundamente<br />

maravillado.<br />

Ningún cristiano ama a Dios<br />

perfectamente, pero sí desea<br />

hacerlo porque ha nacido de nuevo.<br />

Si deseas amar a Dios con toda tu<br />

alma, con toda tu mente y con todo<br />

tu ser, entonces querrás amar a Dios<br />

incluso cuando usas las redes<br />

sociales.<br />

La adoración genuina a Dios es<br />

consecuencia de conocerlo a Él.<br />

Dios quiere que le adoremos, no


porque sea un ególatra o necesite<br />

nuestra adoración (¡nada de eso!),<br />

sino porque nuestra adoración a Él<br />

significa que estamos teniendo gozo<br />

en Él (¡Nadie adora de verdad a lo<br />

que no conoce y disfruta!). Él se<br />

lleva la gloria y se goza al ver Su<br />

propia gloria reflejada en nuestras<br />

vidas, nosotros hayamos gozo<br />

porque lo tenemos todo en Él y eso<br />

es maravilloso. ¿Qué significa<br />

glorificar a Dios? Piper escribe:<br />

“Significa reconocer Su gloria,<br />

valorarla por encima de todas las


cosas y darla a conocer” [18] .<br />

Dios no es glorificado ni en<br />

nuestras vidas ni en nuestros<br />

perfiles en las redes sociales<br />

cuando la gente se somete a Él sin<br />

conocerlo o porque se sienten<br />

obligados a hacerlo. Dios es<br />

glorificado cuando se someten<br />

contentamente; en adoración por<br />

cuán maravilloso es Él. Eso<br />

muestra a Dios como Él es.<br />

Cuanto más conocemos a Dios<br />

mediante el infinito amor de


Jesucristo, pronto descubrimos que<br />

las palabras no son suficientes para<br />

decirle a Dios y al mundo entero lo<br />

maravilloso que es Él. Así que no<br />

solo hablamos de Dios con nuestras<br />

palabras, sino con nuestras<br />

acciones, hasta en la web. Cuanto<br />

más conocemos a Dios, más<br />

queremos adorarlo incluso en<br />

Internet. Los cristianos nacimos<br />

para eso.<br />

En resumen, ¿Cómo podemos<br />

adorar a Dios en todo lo que<br />

hagamos? Mostrando claramente


que Dios es más valioso y<br />

maravilloso que aquello que<br />

hacemos y que todo lo demás en el<br />

universo. ¿Cómo usamos las redes<br />

sociales para la gloria de Dios? Al<br />

reconocer en nuestra mente y en<br />

nuestro corazón que Él vale más<br />

que ellas y que todo lo demás<br />

cuando las usamos, teniendo gozo<br />

en Él.


Frutos de justicia y amor<br />

al prójimo, también en<br />

Internet.<br />

Si Dios hubiese hecho todas las<br />

cosas, no para Su gloria, sino para<br />

la gloria de algo o alguien más,<br />

entonces Dios simplemente no sería<br />

Dios. Pero Dios es quien tiene el<br />

supremo valor, así que Él es justo<br />

cuando se valora a sí mismo por<br />

encima de todo lo demás.<br />

Como Dios es quien lo define todo,<br />

entonces llego a la conclusión de


que ser justo es reconocer que Dios<br />

vale más que todo lo creado.<br />

Creo que la justicia es, finalmente,<br />

reconocer el valor de Dios. En la<br />

Biblia podemos ver de muchas<br />

maneras que ser injusto e impío es<br />

atribuirle erradamente más valor a<br />

lo creado que al creador. Es lo que<br />

se hace al preferir cosas en vez de<br />

Dios, así es un idólatra y peca. En<br />

otras palabras, el impío es injusto<br />

al confiar en Él mismo más que en<br />

Dios, al amar el dinero por encima<br />

de Dios, al amar su reputación más


que a Dios, etc…<br />

¿Por qué, de repente hablo<br />

brevemente sobre la justicia?<br />

Porque he aprendido que si lo que<br />

más nos importa es Dios, eso se<br />

notará en las redes sociales.<br />

Buscaríamos ser justos al usarlas<br />

porque sería injusto hacerlo para<br />

criticar, juzgar injustamente,<br />

presumir, chismosear, y otras cosas,<br />

en vez de usarlas principalmente<br />

para la gloria de Dios en<br />

agradecimiento por todo lo que Él


nos ha dado en Jesús.<br />

Los cristianos no aman la injustica.<br />

Aman la justicia. El Espíritu Santo<br />

ha derramado amor en sus<br />

corazones. (Romanos 5:5), lo cual<br />

significa que ellos aman. No aman<br />

perfectamente todavía, pero aman.<br />

Y la Palabra también enseña que el<br />

amor “no se goza de la injusticia,<br />

más se goza de la verdad” (1<br />

Corintios 13:6). Dicho de otra<br />

manera, el amor ama la justicia.<br />

Ama hacer lo que es justo y se goza<br />

en eso. Puedes tener celo por la


verdad sin tener amor, pero no<br />

puedes tener amor sin tener celo<br />

por la verdad. Por esa razón el<br />

apóstol Juan escribe:<br />

“Hijitos, nadie os engañe; el<br />

que hace justicia es justo,<br />

como Él [Dios] es justo. […]<br />

En esto se manifiestan los<br />

hijos de Dios, y los hijos del<br />

diablo: todo aquel que no<br />

hace justicia, y que no ama a<br />

su hermano, no es de Dios” (1<br />

Juan 3:7,10)


Así que los hijos de Dios aman y<br />

por eso quieren hacer cosas<br />

justas… lo cual significa amar a<br />

Dios cada día más y vivir cada día<br />

más para Su gloria, hasta en la web.<br />

Esa es una de las razones por las<br />

cuales esta oración de Pablo,<br />

inspirada por el Espíritu Santo, ha<br />

tenido un gran impacto en mi vida:<br />

“Y esto pido en oración, que<br />

vuestro amor abunde aún más<br />

y más en ciencia y en todo<br />

conocimiento, para que


aprobéis lo mejor, a fin de<br />

que seáis sinceros e<br />

irreprensibles para el día de<br />

Cristo, llenos de frutos de<br />

justicia que son por medio de<br />

Jesucristo, para gloria y<br />

alabanza de Dios” (Filipenses<br />

1:9-10).<br />

En otras palabras, Pablo ora para<br />

que el amor de los filipenses crezca<br />

conociendo la verdad, para que<br />

entiendan qué es lo que realmente<br />

importa y así sepan escoger, y así<br />

estarán llenos de frutos de justicia.


¿No deberíamos orar por esta<br />

generación de esa manera? Esta<br />

generación de cristianos necesita<br />

dar frutos de justicia (aún en<br />

<strong>Facebook</strong>) si quiere que su gozo sea<br />

cumplido, porque el amor se goza<br />

de la justicia, no de la injusticia.<br />

Otra característica de un cristiano<br />

(alguien que tiene a Cristo y ama<br />

gracias a Dios) es que quiere que<br />

los demás también den frutos de<br />

justicia. Nota que Pablo al orar de<br />

la forma en que ora, está dando un<br />

fruto de justicia a la vez que desea


que los otros cristianos den más y<br />

más frutos de justicia.<br />

Recuerda que el amor se goza de la<br />

justicia — ama hacer lo que es<br />

justo, lo cual es vivir para la gloria<br />

de Dios porque ama a Dios y ama<br />

que los demás también lo hagan.<br />

Así que se puede decir también que<br />

alguien que ama es alguien que<br />

desea que los demás amen a Dios y<br />

vivan para Su gloria. ¿Y cómo las<br />

personas no-cristianas y los<br />

Creyentes Tibios podrán creer en el<br />

verdadero evangelio, y en


consecuencia vivir para la gloria de<br />

Dios, si nadie les habla de este tal y<br />

como está en la Palabra? (cf.<br />

Romanos 10:14).<br />

Por lo cual concluyo que usar las<br />

redes sociales para la gloria de<br />

Dios, es no sólo amar a Dios sino<br />

también al prójimo porque es<br />

apuntar, en nuestros perfiles<br />

sociales, a la obra de Cristo y a<br />

Dios. Es buscar edificar a nuestros<br />

hermanos en la fe, llamar a las<br />

personas para que crean realmente<br />

en Jesús y vivan para la Gloria de


Dios, y dar testimonio de la<br />

grandeza de Dios en nuestras vidas.<br />

El apóstol Pablo escribe a la<br />

iglesia en Corintio:<br />

“Nuestra carta sois vosotros,<br />

escrita en nuestros corazones,<br />

sabida y leída de todos los<br />

hombres; siendo manifiesto<br />

que sois carta de Cristo<br />

redactada por nosotros, no<br />

escrita con tinta, sino con el<br />

Espíritu del Dios vivo; no en<br />

tablas de piedra, sino en


tablas de corazones humanos”<br />

(2 Corintios 3:2-3).<br />

En ese pasaje el apóstol está<br />

hablando de que ellos, los santos en<br />

Corintio, son cartas que demuestran<br />

que él y sus ayudantes en verdad<br />

son de Dios. Creo que cada<br />

cristiano está llamado a ser una<br />

buena carta de Dios para el mundo,<br />

y el mundo puede leernos<br />

conociéndonos en persona y en las<br />

redes sociales.<br />

El planeta entero y un montón de


Creyentes Tibios están viendo<br />

nuestros perfiles en <strong>Facebook</strong>,<br />

Twitter, Youtube, y un largo etc.<br />

¿Qué es lo que ellos necesitan<br />

encontrar? Que nuestro vivir es<br />

Cristo y la muerte para nosotros es<br />

ganancia (Filipenses 1:21). Porque<br />

necesitan, por obra del Espíritu<br />

Santo, ver a Cristo como Él es en<br />

realidad y reconocerlo como el<br />

Señor. Él no es un Señor malo, sino<br />

uno bueno, justo, misericordioso y<br />

digno de ser obedecido. Ese es el<br />

fin de vivir para la Gloria de Dios;


anunciar a Jesús y Su obra en todo<br />

lo que hagamos.<br />

Las redes sociales con mucha<br />

frecuencia reflejan qué es lo que<br />

más nos importa. Cuando una vida<br />

da frutos de justicia, sus perfiles<br />

online también. En las redes<br />

sociales se nota que lo que más le<br />

importa es Jesús.<br />

Es mi deseo que nuestros perfiles<br />

en la web 2.0 sean como<br />

telescopios que muestren que sólo<br />

Dios puede llenar nuestras vidas al


mostrar más de su grandeza. Internet<br />

es una gran herramienta para<br />

proclamar que Cristo lo es todo y lo<br />

demás son comentarios, y de esa<br />

forma amar a las personas.


Preguntas para discusión<br />

y reflexión.<br />

1. ¿Cómo el evangelio puede<br />

afectar la forma en que usamos las<br />

redes sociales?<br />

2. ¿Qué le responderías a alguien<br />

que te diga que la Biblia no habla<br />

sobre usar las redes para la gloria<br />

de Dios?<br />

3. Cuando hacemos algo realmente<br />

para la gloria de Dios, ¿estamos<br />

haciendo a Dios más grande y<br />

glorioso de lo que ya es?


Argumente su respuesta.<br />

4. ¿Qué es usar las redes sociales<br />

para la gloria de Dios?<br />

5. ¿Cuál es la relación entre usar<br />

las redes sociales para la gloria de<br />

Dios y amar al prójimo?<br />

6. Si actualmente revisáramos tus<br />

perfiles en las redes sociales, ¿A<br />

quién veríamos exaltado en ellos?<br />

¿A Dios o a ti?


Capítulo Tres:<br />

Usando las redes<br />

sociales para la gloria<br />

de Dios<br />

Ya vimos que usar las redes<br />

sociales para la gloria de Dios se<br />

trata de hacerlo reconociendo que<br />

Él vale más que ellas y que todo lo<br />

demás, y que eso es adoración, y<br />

que así también damos a conocer Su<br />

grandeza.<br />

Pero… ¿Hay algo más que


necesitemos saber al respecto?<br />

¿Cómo se usan las redes sociales<br />

para la gloria de Dios?<br />

Este capítulo es un intento de<br />

mostrarte de forma práctica las<br />

respuestas a esas preguntas. Como<br />

te dije al comienzo del ebook,<br />

espero animarte a buscar aprender<br />

más, ya que aquí no lo hablo TODO<br />

sobre Dios, las redes sociales y las<br />

personas.


Entendiendo mejor qué es<br />

usar las redes sociales<br />

para la gloria de Dios<br />

La gente suele asumir que usar las<br />

redes sociales para la gloria de<br />

Dios es sólo compartir en ellas<br />

contenido bíblico y edificante. Así<br />

que cuando hablo sobre usar las<br />

redes con el fin de adorar a Dios,<br />

muchas veces las personas me<br />

responden diciendo cosas como<br />

“Bueno, yo no soy muy religioso y<br />

no haré eso que dices Josué, eso de<br />

‘buscar usar las redes sociales para


la gloria de Dios’. Dios sabe que lo<br />

amo y que soy una buena persona y<br />

eso es lo que importa” o cosas<br />

como “Yo no siento el llamado a<br />

ministrar en Internet”.<br />

Puedo ver graves presunciones<br />

mezcladas en esa clase de<br />

respuestas. Así que a continuación<br />

aclararé algunas cosas.<br />

Usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios no es ser<br />

“religioso”.<br />

La religiosidad es mala porque es


pretender ganarnos la salvación<br />

mediante nuestras obras, lo cual es<br />

negar a Cristo.<br />

Vivir para la gloria de Dios porque<br />

eres salvo si crees el evangelio de<br />

verdad, no es ser un religioso: Es<br />

vivir realmente como un hijo de<br />

Dios (incluso en las redes<br />

sociales), aunque algunas personas<br />

te llamen “religioso”.<br />

Tristemente, he visto como muchos<br />

que aman a Dios suelen ser tildados<br />

de religiosos por otros “cristianos”.


Como si creer de verdad en el<br />

evangelio fuese algo malo.<br />

Busca vivir para la Gloria de Dios<br />

y te gritarán “¡Religioso!” [19] Te<br />

lo gritarán algunas personas para<br />

excusarse por su falso cristianismo,<br />

diciéndote que exageras al tomarte<br />

el evangelio en serio.<br />

Usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios tampoco es ser<br />

aburrido.<br />

Nada es más emocionante que


conocer a Dios cada día más y<br />

buscar vivir para Su gloria. Hace<br />

muchos años yo creía que la Biblia<br />

era aburrida. Ahora puedo ver que<br />

lo aburrido era yo.<br />

Con respecto a compartir la verdad<br />

en las redes sociales, es<br />

emocionante ver en ellas cómo el<br />

evangelio puede llegarle a muchas<br />

personas, cómo los cristianos<br />

pueden estar más unidos a pesar de<br />

las distancias, y mucho más.<br />

Tampoco creo que usar las redes


sociales para la gloria de Dios<br />

significa no ser divertido y ameno<br />

cuando compartimos cosas<br />

edificantes. Creo que eso se puede<br />

hacer de forma respetuosa a la<br />

palabra de Dios y Su nombre. Lo<br />

importante, creo yo, es tener claro<br />

que cuando se compromete la<br />

verdad para sonar divertidos, no se<br />

usan las redes sociales para la<br />

gloria de Dios. Una distorsión de la<br />

Palabra para agradarle a la gente no<br />

honra a Dios en lo más mínimo.<br />

Pero cuando se trata de predicar la


verdad sin alteraciones de una<br />

forma amena y llamativa, creo que<br />

sí se usan las redes sociales de<br />

forma buena. (Tip: Oremos por<br />

sabiduría si queremos hacer esto<br />

bien y estudiemos cada día más la<br />

Palabra de Dios).<br />

Además, buscar usar las redes<br />

sociales para la gloria de Dios<br />

puede servirte mucho para aprender<br />

sobre él. Por ejemplo, formo parte<br />

de un grupo privado (bien<br />

moderado, y de sana doctrina) en<br />

<strong>Facebook</strong> en donde se reúnen


pastores, estudiantes y teólogos de<br />

todas partes de Latinoamérica para<br />

debatir cosas sobre la palabra de<br />

Dios y aprender juntos más y más.<br />

Para mí, ese grupo ha sido una<br />

bendición ultra-mega-inmensa<br />

porque he sido instruido y edificado<br />

en gran manera.<br />

Alguien que conoce realmente el<br />

evangelio no se avergüenza de<br />

publicar en las redes sociales<br />

cosas edificantes que apunten a<br />

Dios, luchar por la verdad aunque<br />

a otros no les guste, y obedecer a


Dios. Si amas a Dios y usas las<br />

redes sociales, buscarás hacerlo<br />

para Su Gloria.<br />

Veo que a muchas personas les “da<br />

pena” publicar cosas cristianas en<br />

Internet. Temen ser criticados por<br />

sus amigos en <strong>Facebook</strong> o sonar<br />

“religiosos”.<br />

La Biblia tiene algo que decir al<br />

respecto. El apóstol Pablo escribe<br />

en su carta a los Romanos que él no<br />

se avergüenza del evangelio porque<br />

el evangelio es poder de Dios para


salvación de todo aquel que cree<br />

(Romanos 1:16).<br />

Eso me conduce a concluir que<br />

alguien que se avergüenza de<br />

predicar el evangelio es alguien que<br />

no conoce el evangelio, lo<br />

importante que es, lo mucho que la<br />

gente necesita escucharlo, y no está<br />

conociendo cuán grande es Jesús.<br />

De hecho, cuando conoces el<br />

evangelio, no sólo quieres<br />

compartirlo con todos en <strong>Facebook</strong><br />

y compartir cosas edificantes


aunque alguna gente te vaya a<br />

criticar, sino que también y<br />

principalmente quieres hacer eso<br />

FUERA de las redes sociales.<br />

Como vimos en el capítulo anterior,<br />

y traté de dejar muy claro, usar las<br />

redes sociales para la gloria de<br />

Dios es una consecuencia de ser<br />

salvo y empezar a conocerlo. En<br />

otras palabras, poner nuestra<br />

confianza en Jesús es la razón por<br />

la cual un cristiano usa las redes<br />

sociales para la gloria de Dios.


Cuando amas a Cristo, no te quedas<br />

callado ni de brazos cruzados, pero<br />

tampoco tratas de servirle a Dios<br />

de una manera en que pretendas<br />

añadir algo a Su gloria (como ya<br />

hemos visto), sino que buscas hacer<br />

cada cosa en adoración a Él por<br />

todo lo que Él es y ha hecho por ti.<br />

Así que, cuando una persona dice<br />

que ama a Dios o que es cristiana,<br />

pero nunca habla de Él,<br />

simplemente no le creo.<br />

Además, recuerda las palabras del


apóstol Pablo a Timoteo, un joven<br />

que servía con él en el evangelio,<br />

porque también son para ti y toda<br />

esta generación de cristianos:<br />

“Te encarezco delante de<br />

Dios y del Señor Jesucristo,<br />

que juzgará a los vivos y a los<br />

muertos en su manifestación y<br />

en su reino, que prediques la<br />

palabra; que instes a tiempo y<br />

fuera de tiempo [lo cual para<br />

nosotros significa hablar de<br />

Él hasta en las redes<br />

sociales]; redarguye,


eprende, exhorta con toda<br />

paciencia y doctrina [Eso es<br />

algo que debemos hacer<br />

dentro y fuera de la web].<br />

Porque vendrá tiempo cuando<br />

no sufrirán la sana doctrina,<br />

sino que teniendo comezón de<br />

oír, se amontonarán maestros<br />

conforme a sus propias<br />

concupiscencias, y apartarán<br />

de la verdad el oído y se<br />

volverán a las fábulas. Pero<br />

tú sé sobrio en todo, soporta<br />

las aflicciones, haz obra de


evangelista [hasta en la web],<br />

cumple tu ministerio” (2<br />

Timoteo 4:1-5).<br />

“Ninguno tenga en poco tu<br />

juventud, sino sé ejemplo de<br />

los creyentes en palabra,<br />

conducta, amor, espíritu, fe y<br />

pureza. Entre tanto que voy,<br />

ocúpate en la lectura, la<br />

exhortación y la enseñanza”<br />

(1 Timoteo 4:12-13)<br />

Usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios se trata de extender


el ministerio que TODOS LOS<br />

CRISTIANOS tenemos.<br />

La gran comisión, con todo lo que<br />

ella implica, no es únicamente para<br />

algunos cristianos. Es para todos.<br />

La Palabra enseña muchas veces<br />

que todos los cristianos tenemos<br />

dones y talentos para hacer las<br />

cosas que Dios quiere que cada uno<br />

de nosotros hagamos. Así que todos<br />

tenemos un llamado especial.<br />

Todos tenemos un ministerio que<br />

desempeñar (y esa es una de las


azones por las cuales los cristianos<br />

nos necesitamos los unos a los<br />

otros).<br />

Usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios en realidad no se<br />

trata de tener un ministerio online.<br />

Se trata de llevar el ministerio que<br />

tenemos fuera de Internet, también<br />

al internet. Que la presencia online<br />

no sea un ministerio, sino la<br />

extensión de él — la extensión de<br />

lo que por gracia has recibido y<br />

tienes para dar al mundo.


Usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios es usarlas como un<br />

megáfono de lo que ya hablamos y<br />

hacemos fuera de ellas para la<br />

gloria de Dios. De hecho, una<br />

característica de los hipócritas es<br />

pretender servirle a mucho a Dios<br />

en Internet mientras le sirve poco<br />

fuera de la web (sobre esto te<br />

hablaré más tarde).<br />

Quiero dejar esto tan claro como<br />

me sea posible: Dios no es adorado<br />

cuando pretendemos hacer la gran<br />

comisión únicamente por Internet en


vez de usar la Internet como una<br />

herramienta. Eso sería desobedecer<br />

a Dios porque Jesús nos llama en<br />

Su Palabra a ir hasta lo último de la<br />

tierra y a ser activos en la Iglesia,<br />

no a sentarnos frente a un monitor.<br />

De igual manera, Dios no es<br />

glorificado cuando sólo buscamos<br />

discipular “personalmente”<br />

mediante Internet y no en un trato<br />

directo con las personas, o cuando<br />

no servimos a los hermanos que<br />

están cerca de nosotros por andar<br />

metidos en <strong>Facebook</strong>.


Las redes sociales no son para<br />

olvidarnos de la vida fuera de ellas,<br />

sino que son un arma de guerra para<br />

compartir con más personas lo que<br />

YA compartimos fuera de Internet y<br />

servirles de esta manera a quienes<br />

están lejos.<br />

Usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios no es sólo tener a<br />

contactos cristianos en las redes<br />

sociales.<br />

Esto es algo que creo que ha<br />

quedado implícito a lo largo del


ebook, pero ahora quiero plantearlo<br />

de forma más explícita: No es malo<br />

que tengas contactos no-cristianos<br />

en las redes sociales. De hecho, ¡es<br />

algo bueno porque puedes<br />

compartir cosas buenas con ellos y<br />

dar testimonio de tu fe!<br />

Sin embargo, debemos ser<br />

cuidadosos con a quienes seguimos<br />

y las cosas que nuestros contactos<br />

puedan compartir en nuestros muros<br />

y abiertamente en sus perfiles.<br />

Mi política personal al respecto es


eliminar de entre mis contactos a<br />

quienes se hacen pasar por otros en<br />

la web, a quienes tengan perfiles<br />

que parezcan muy sospechosos y<br />

tengan aroma de acosador (esto lo<br />

hago por motivos de seguridad); a<br />

quienes comparten imágenes<br />

desagradables innecesariamente e<br />

imágenes sugerentes o<br />

pornográficas; a quienes comparten<br />

conmigo de alguna u otra manera<br />

chismes de otras personas<br />

(¡Escuchar chismes es igual de<br />

malo que ser chismoso); a quienes


atacan al prójimo y hablan mal de<br />

la gente sin necesidad; a quienes<br />

envían mensajes molestos una y otra<br />

vez; a quienes me demuestran ser<br />

demasiado hipócritas con el<br />

evangelio (la hipocresía me<br />

entristece y enoja, así que me alejo<br />

de las personas así además de que<br />

no quiero ser asociado con ellos) y<br />

a quienes obran persistentemente de<br />

forma incorrecta con respecto a mí.<br />

Dios es glorificado cuando somos<br />

cuidadosos con quienes aceptamos<br />

como contactos en <strong>Facebook</strong>


porque eso da a entender que<br />

buscamos estar firmes en la verdad,<br />

huir de las tentaciones, no<br />

distraernos innecesariamente<br />

lidiando con algunas personas que<br />

no admiten sus errores, y no tolerar<br />

lo que está mal.<br />

Dios además es glorificado cuando<br />

buscamos interactuar con hermanos<br />

en la fe en las redes sociales. Para<br />

mí es de gran bendición entrar en<br />

<strong>Facebook</strong> y aprender un poco más<br />

todo lo días, gracias a lo que<br />

muchos hermanos y amigos


comparten.<br />

Usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios es más que<br />

compartir versículos, frases,<br />

vídeos o imágenes cristianas.<br />

Se trata también de hacer lo<br />

correcto cuando estés en ellas. De<br />

dar un ejemplo de conducta en tu<br />

trato con el prójimo, y no sólo un<br />

ejemplo de publicaciones (de esto<br />

también te hablaré más adelante).<br />

Sin embargo, y esto también quiero<br />

dejarlo tan claro como sea posible:


Glorificar a Dios en tus perfiles<br />

sociales es más que publicar cosas<br />

edificantes pero nunca es menos de<br />

eso.<br />

Tratar de dar a conocer la grandeza<br />

de Dios con acciones pero sin<br />

palabras es igual a no dar a conocer<br />

nada porque la gente entonces no<br />

sabrá por qué hacemos lo que<br />

hacemos y nos estaríamos<br />

atribuyendo la gloria a nosotros. En<br />

otras palabras, los frutos de un<br />

cristiano (dentro y fuera de Internet)<br />

deben confirmar en nuestras vidas


las palabras que decimos (dentro y<br />

fuera de Internet), ¡no sustituirlas!<br />

Uno de los primeros frutos de un<br />

cristiano, y creo que es el primer<br />

fruto que da como parte del amor,<br />

es anunciar a Cristo y compartir<br />

sobre Él. Puedes tener a Cristo en<br />

tus palabras sin tenerlo en tu vida,<br />

pero no puedes tener a Cristo en tu<br />

vida sin tenerlo también en tus<br />

palabras.


El peligro de pseudoglorificar<br />

a Dios en las<br />

redes sociales.<br />

En este ebook he compartido<br />

contigo algunos de los<br />

descubrimiento más grandes que<br />

gracias a Dios he hecho en mi<br />

caminar con Jesús. Éste es otro de<br />

ellos: Es posible pretender<br />

“servirle” a Dios de una manera<br />

que sea insultarlo a Él [20] .<br />

Pienso que es importante hablar del<br />

riesgo que muchos corren al creer o


hacer creer a la gente que usan las<br />

redes sociales para la gloria de<br />

Dios, cuando en realidad no es así.<br />

Como habrás notado (eso espero),<br />

mi plan no es criticar injustamente<br />

ni señalar a otros por el mero hecho<br />

de señalar. Quiero ayudar. En mi<br />

propio corazón he visto lo mucho<br />

que un joven de esta generación<br />

necesita estar enfocado en Jesús de<br />

verdad. Por eso escribo lo que<br />

estás leyendo. Muchas veces<br />

podemos estar en la iglesia<br />

cantando que somos libres, cuando


en realidad somos esclavos de<br />

cosas, y una de esas cosas son las<br />

redes sociales y lo que ellas<br />

conllevan.<br />

En el comienzo te hablé de<br />

Creyente Tibio, un joven que decía<br />

ser cristiano pero no mostraba nada<br />

de Cristo en sus perfiles sociales.<br />

Ahora te hablaré del problema de<br />

mostrar aparentemente mucho de<br />

Cristo en las redes sociales, pero<br />

sin amar realmente a Cristo por<br />

encima de todo lo demás y así<br />

despreciarlo. El problema de


“vivir” para Dios pretendiendo<br />

disfrazar vanidad de cristianismo.<br />

Es posible amar más ser conocidos<br />

por hablar de Dios, que lo que<br />

amamos a Dios. Es posible amar<br />

más tuitear sobre Dios que a Dios.<br />

Son muchas las personas que tratan<br />

de llenar sus vidas con el servicio a<br />

Dios y con ser estimados como<br />

santos, en vez de llenar sus vidas<br />

con Él mismo. Los fariseos eran<br />

así, y los fariseos modernos siguen<br />

siendo así, aunque lo nieguen.


Quiero que te preguntes: ¿En qué se<br />

diferencia el corazón de un<br />

Creyente Tibio que dice ser<br />

cristiano pero vive como si lo no<br />

fuese, de aquel que vive<br />

aparentemente para la gloria de<br />

Dios pero su corazón está lejos de<br />

Él? La respuesta es simple. No se<br />

diferencian en nada.<br />

No sólo puede alguien ser como<br />

Creyente Tibio usando las redes<br />

sociales para publicar pura<br />

vanidad, sino también publicando<br />

cosas sobre Dios.


Jesús fue claro cuando afirmó: “No<br />

todo el que me dice: Señor, Señor,<br />

entrará en el reino de los cielos,<br />

sino el que hace la voluntad de mi<br />

Padre que está en los cielos”<br />

(Mateo 5:21). En el día del Señor,<br />

muchas personas ciegas a la verdad<br />

que creen que usan las redes<br />

sociales para glorificar a Dios, se<br />

llevarán la sorpresa de que Jesús<br />

sabe que en realidad no hacían eso,<br />

sino que eran hacedores de maldad<br />

al ser orgullosos y duros contra la<br />

verdad, siendo hipócritas al


despreciar a Dios mientras decían<br />

que lo amaban.<br />

Muchos le dirán a Jesús en aquel<br />

día cosas como “¿No compartimos<br />

cosas bonitas y versículos en<br />

<strong>Facebook</strong>? ¿No tenía muchos<br />

seguidores en Twitter a los cuales<br />

les hablé de ti? ¿No me porté bien<br />

en las redes sociales tratando<br />

correctamente a mi prójimo? ¿El<br />

título del ministerio online que tuve<br />

no decía que se trataba de ti?”<br />

Tal vez incluso dirán “¿No creía


mucha gente que yo usaba las redes<br />

sociales para tu gloria?” Y<br />

menciono esta pregunta porque<br />

aunque es importante testificar ante<br />

nuestro prójimo la verdad, dentro y<br />

fuera de la web, en última instancia,<br />

cada cristiano necesita recordar que<br />

debe vivir como para una audiencia<br />

de una sola Persona: Dios, el<br />

creador del universo. El éxito al<br />

usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios no es determinado<br />

por lo que dice la gente.<br />

En aquel día Jesús les responderá a


los hipócritas: “Apártense de mí,<br />

hacedores de maldad. Nunca los<br />

conocí” (Mateo 7:22-23).<br />

Sé que esas son palabras duras,<br />

pero Jesús mismo enseñó eso en el<br />

Sermón del Monte. ¿Por qué Jesús<br />

habló cosas tan confrontantes?<br />

Porque nos ama y necesitamos<br />

conocer la verdad.<br />

Esta generación necesita saber que<br />

no todo el que llama a Cristo<br />

“Señor, Señor” con sus labios dice<br />

lo mismo en su corazón. No es


suficiente decir que Jesús es tu<br />

Señor y publicar un montón de<br />

versículos o frases cristianas en<br />

<strong>Facebook</strong> o Twitter. Es necesario<br />

que realmente hagamos la voluntad<br />

de Dios. Es necesario que si<br />

obedecemos a Dios, busquemos<br />

hacerlo por los motivos correctos,<br />

por amor a Él y a las personas.<br />

Quiero ser franco contigo: Si vas a<br />

esperar a tener motivos 100% puros<br />

para hacer lo que Dios quiere que<br />

hagas, ¡entonces vas a tener que<br />

esperar a que Jesús regrese y seas


como Él, si eres cristiano! (1 Juan<br />

3:2). Ese fue otro gran<br />

descubrimiento para mí. Pero esta<br />

misma verdad —que algún día<br />

tendremos corazones puros— es lo<br />

que nos debe impulsar a tomar<br />

nuestra cruz, no sólo en lo público,<br />

sino también en lo secreto, y<br />

procurar hacer las cosas como Dios<br />

quiere que las hagamos y con los<br />

motivos que Él quiere que<br />

tengamos. Reconociendo que no<br />

somos perfectos pero sin tomar esta<br />

imperfección como excusa, sea para


justificar la inactividad, la<br />

mediocridad o la injusticia en<br />

nuestros actos.<br />

Hablando de motivos, mucha gente<br />

no nota los verdaderos motivos de<br />

otros. Los fariseos, por ejemplo,<br />

eran muy respetados por los demás.<br />

Pero Jesús veía sus verdaderos<br />

motivos y por eso lo odiaron. Por<br />

otro lado, a veces es posible notar<br />

cuando alguien hace algo para Dios<br />

con impulsos incorrectos. Es como<br />

ver sobre la persona que dice ser<br />

cristiana, un enorme cartel con


letras gigantes que dice “Jesús no<br />

es suficiente” (¡Eso no glorifica a<br />

Dios!). Y alguien que vive de esa<br />

manera y transmite mensajes<br />

contradictorios, necesita<br />

desesperadamente saber que Jesús<br />

es más que suficiente.<br />

Otra cosa importante sobre los<br />

motivos: SIEMPRE habrá quienes<br />

leerán malos motivos en ti aunque<br />

no los tengas. Debemos tener<br />

cuidado de no hacer lo mismo; de<br />

no juzgar ligeramente. Y aunque<br />

haya gente que lea motivos malos


en tu corazón que en realidad no<br />

están allí, nuestro deber como<br />

cristianos es evitar eso en la<br />

medida que podamos, siendo fieles<br />

a la verdad y hablándola, no sólo<br />

con firmeza, sino también con<br />

sabiduría y humildad ante Dios.<br />

Que si alguien lee malos motivos en<br />

tus acciones, no sea con<br />

fundamento. No debemos ser de<br />

tropiezo al prójimo (cf. 1 Corintios<br />

8:9). Eso es parte de amar a las<br />

personas y tomar nuestra cruz.<br />

Quiero que volvamos al sermón del


monte. Jesús dijo:<br />

“Vosotros sois la luz del<br />

mundo; una ciudad asentada<br />

sobre un monte no se puede<br />

esconder. Ni se enciende una<br />

luz y se pone debajo de un<br />

almud, sino sobre el<br />

candelero, y alumbra a todos<br />

los que están en casa. Así<br />

alumbre vuestra luz delante<br />

de los hombres, para que<br />

vean vuestras buenas obras,<br />

y glorifiquen a vuestro Padre<br />

que está en los cielos”


(Mateo 5:14-16).<br />

Así que no está mal que la gente<br />

vea nuestras buenas obras... si son<br />

hechas para que las personas<br />

glorifiquen a Dios (en otras<br />

palabras, para que miren la<br />

grandeza de Dios y den frutos de<br />

justicia). El problema está cuando<br />

la razón por la que hacemos buenas<br />

obras es que la gente nos alabe a<br />

nosotros (de eso habla Jesús en<br />

Mateo 6).<br />

El apóstol Pablo nos llama a que


seamos imitadores de él, así como<br />

Él lo es de Cristo (1 Corintios 11:1,<br />

Filipenses 3:17; 4:9). Y estoy<br />

seguro de que Pablo no usaría las<br />

redes sociales como muchas<br />

personas las usan. D.A. Carson<br />

señala muy bien que “la mayoría de<br />

las personas van a través de sus<br />

vidas con miedo a que la gente no<br />

piense lo suficiente de ellas; Pablo<br />

fue a través de su vida con miedo<br />

de que la gente pensara mucho de él<br />

(2 Corintios 12:5-6)” [21]


Es lamentable que muchas personas<br />

que dicen ser cristianas, crean que<br />

Internet define quienes son.<br />

Entonces tenemos a quienes, por<br />

ejemplo, publican un montón de<br />

frases cristianas, reflexiones,<br />

versículos, oraciones y/o hasta<br />

fotos orando en <strong>Facebook</strong><br />

(ignorando lo que Jesús habla en<br />

Mateo 6 sobre la oración)… para la<br />

gloria de ellos mismos. Para<br />

sentirse más sabios o santos que<br />

alguien más o para que los perciban<br />

así. Por competencia y atención.


Las redes sociales invitan a eso de<br />

una forma especial, porque en ellas<br />

podemos ver números de<br />

seguidores y cómo parece marchar<br />

nuestra influencia en ellas. Ellas<br />

promueven que nos comparemos<br />

con los demás constantemente y eso<br />

no es bueno para nosotros.<br />

Incluso hay quienes dan RT a los<br />

halagos y cumplidos que reciben en<br />

Internet. Esa actitud está mal vista<br />

entre personas que no son cristianas<br />

y desagrada a muchos seguidores.<br />

Si se ve feo en alguien que no es


seguidor de Jesús, es más horrible<br />

en alguien que dice serlo.<br />

Necesitamos recordar el proverbio<br />

que dice “Alábete el extraño, y no<br />

tu propia boca; El ajeno, y no los<br />

labios tuyos” (Proverbios 27:2).<br />

También están los que denuncian a<br />

falsos maestros y critican<br />

constantemente a otras personas en<br />

Internet, no con intención de<br />

edificar, sino por el arte de sonar<br />

como radicales, expertos en<br />

teología y lucir bien. Es necesario<br />

denunciar a los falsos maestros y


señalar lo que está mal en muchas<br />

congregaciones, ya que eso es parte<br />

de amar (el amor se goza de la<br />

verdad y aborrece la injusticia).<br />

Esas son cosas que hacían los<br />

apóstoles en sus cartas, y pienso<br />

que cualquier persona tendría que<br />

odiar mucho a su prójimo para<br />

callar ante lo falso. Sin embargo,<br />

debemos tener nuestras prioridades<br />

claras. Si nos encanta buscar figurar<br />

jugando a cazar herejes y<br />

contendiendo, somos como gotera<br />

en tiempo de lluvia y mejor


deberíamos buscar otra cosa que<br />

hacer (cf. Proverbios 27:15). Jesús<br />

y luego Sus apóstoles señalaron y<br />

denunciaron la injusticia, lo cual<br />

estuvo muy bien, primeramente<br />

porque Jesús es Dios y obviamente<br />

todo lo hace bien, segundo, porque<br />

fue hecho con sabiduría y también<br />

enseñaron mucho e instruyeron en<br />

justicia. Es muy bueno ser valientes<br />

al luchar contra la mentira, pero es<br />

mucho mejor cuando se hace de<br />

forma correcta, y cuando esta<br />

acción está acompañada de la


predicación de la verdad.<br />

Muchas otras personas, en el afán<br />

de ganar popularidad, predican en<br />

Internet un falso evangelio, una<br />

mentira. Estas personas predican un<br />

pseudo-cristianismo lleno de<br />

vanidad y entretenimiento, para<br />

“ganar almas”. ¡Si en verdad<br />

quisieran ganar almas predicarían<br />

la verdad! Pero quieren agradar a<br />

los hombres. Yo les pregunto,<br />

¿Cuándo el evangelio dejó de ser<br />

suficiente para predicar el<br />

evangelio?


Al actuar como el mundo para no<br />

lucir raros y “atraer” a las personas<br />

a una idea de Cristo (en vez de a<br />

Cristo), distraemos a los demás del<br />

verdadero evangelio, de Cristo.<br />

¿Cómo podemos ser cristianos si<br />

agradarles a todos es más<br />

apremiante que caminar como Jesús<br />

caminó?<br />

El evangelio no es para hacernos<br />

famosos. Es para hacer a Jesús<br />

famoso.<br />

Necesitamos tener en cuenta lo que


Pablo habla en 2 Corintios 10:12:<br />

“Porque no nos atrevemos a<br />

contarnos ni a compararnos con<br />

algunos que se alaban a sí mismos;<br />

pero ellos, midiéndose a sí mismos<br />

por sí mismos, y comparándose<br />

consigo mismos, no son juiciosos”.<br />

Y es que las medidas de este mundo<br />

no son realmente efectivas. Sólo<br />

porque parezca que hay éxito en las<br />

redes sociales, no significa que lo<br />

haya realmente. El éxito al usar las<br />

redes sociales para la gloria de<br />

Dios no está en tener muchos


followers, sino en ser fieles a la<br />

Palabra de Dios.<br />

Muchos “rockstars cristianos<br />

lights” anuncian a Jesús un poco<br />

para tratar de callar y evitar las<br />

críticas de los “religiosos” (así<br />

llaman a quienes se toman la<br />

palabra de Dios en serio), para<br />

luego seguir predicando cosas que<br />

entretienen pero no edifican, aunque<br />

parezca que sí: Doctrinas centradas<br />

en el hombre, desviadas de la<br />

verdad, que rayan en el legalismo o<br />

en pretender abusar de la gracia


(ambos extremos les gusta a la<br />

gente sin Dios), ritos mundanos,<br />

enseñanzas carnales, conocimiento<br />

superficial, y más. Algunos hasta<br />

plagian a otras personas para tener<br />

más fama en Internet y fuera de ella.<br />

Todo eso es una pena porque es un<br />

desperdicio tener una plataforma<br />

grande y no usarla para predicar la<br />

verdad.<br />

Esos “rockstars” creen que es<br />

imperceptible cuando predican el<br />

evangelio para figurar, pero la<br />

verdad es que no siempre es fácil


ignorarlo, porque a veces su actitud<br />

resulta ridículamente obvia para los<br />

que leen la Biblia. Una<br />

característica de quien quiere ser un<br />

“rockstar del cristianismo light” es<br />

que no se preocupa por tener una<br />

teología sólida, sino por ser<br />

popular y llenarse de followers. El<br />

verdadero amor se goza de la<br />

verdad, no de la mentira.<br />

Así que, es importante que si vamos<br />

a usar las redes sociales realmente<br />

para predicar, busquemos hacerlo<br />

conforme a la Palabra de Dios y


con un corazón que vea la grandeza<br />

de Jesús y lo ame cada día más, por<br />

encima de todo lo demás<br />

(incluyendo opiniones, likes,<br />

popularidad, etc).<br />

¡Hay quienes hasta creen que<br />

alguien que tiene muchos<br />

seguidores en Twitter es un<br />

“ungido” por Dios [22] ! Eso es<br />

tonto porque la unción y madurez<br />

espiritual no se mide por cuantos<br />

seguidores se tienen fuera y dentro<br />

de Internet.


Hay mucho que podría seguir<br />

hablando sobre el peligro de<br />

pseudo-glorificar a Dios., pero<br />

considero que ya ha sido suficiente.<br />

Te invito a pensar al respecto.<br />

Es mi oración que Dios nos guíe y<br />

nos haga vivir el sermón del monte<br />

dentro y fuera de las redes sociales.<br />

Es algo que esta generación de<br />

profesantes necesita<br />

desesperadamente, porque vivir<br />

para la gloria de Dios es vivir con<br />

gozo genuino y conociéndolo cada<br />

día más.


Amando al prójimo en la<br />

web 2.0.<br />

Amar a Dios y buscar vivir para Su<br />

gloria hasta en las redes sociales,<br />

es amar a tu prójimo porque es<br />

invitarlo a que haga lo mismo.<br />

Ya te he hablado de que las<br />

personas a nuestro alrededor<br />

necesitan conocer la verdad de<br />

Dios y ver en nosotros que Él puede<br />

darnos vida. A continuación<br />

compartiré contigo tres cosas que<br />

son parte de amar a tu prójimo en


Internet.<br />

Amar el prójimo en las redes<br />

sociales es buscar ser<br />

teológicamente correcto en lo que<br />

digas y compartas.<br />

Dios no es glorificado cuando<br />

tomamos Su Palabra ligeramente.<br />

Recuerda, una vez más, que el amor<br />

se goza en la verdad. Si somos<br />

cristianos, debemos buscar hablar y<br />

actuar cada día más conforme a la<br />

Palabra de Dios. Esa es una prueba<br />

de que en verdad hemos sido


salvos.<br />

Cuando no nos tomamos en serio la<br />

Palabra de Dios, estamos diciendo<br />

que Él no es importante y que lo<br />

que Él ha hablado no es gran cosa.<br />

Por eso vivir y hablar conforme a la<br />

Palabra de Dios lo glorifica. No se<br />

trata de cómo (creemos que)<br />

podemos servir, hablar, y hacer<br />

muchas cosas, sino de cómo Él ha<br />

dicho que quiere que lo hagamos.<br />

“Si alguno habla, hable<br />

conforme a las palabras de


Dios; si alguno ministra,<br />

ministre conforme al poder<br />

que Dios da, para que en todo<br />

sea Dios glorificado por<br />

Jesucristo, a quien pertenecen<br />

la gloria y el imperio por los<br />

siglos de los siglos. Amén” (1<br />

Pedro 4:11)<br />

Como te hablé antes, tendríamos<br />

que odiar mucho a nuestro prójimo<br />

para compartir un estado en<br />

<strong>Facebook</strong> de un falso maestro y así<br />

recomendarlo (lo cual es algo que<br />

lamentablemente demasiadas


personas hacen), por ejemplo. No<br />

tenemos excusas para no reconocer<br />

a los falsos maestros y las falsas<br />

enseñanzas porque tenemos la<br />

Biblia.<br />

Debemos tener mucho cuidado de<br />

no cometer errores que sean de<br />

tropiezo para nuestro prójimo y no<br />

hablen del valor de la Palabra de<br />

Dios. Y cuando los cometamos,<br />

debemos rectificar públicamente.<br />

Aprendí la lección de una manera


astante dura cuando hace tiempo<br />

publiqué un ebook en mi blog, y<br />

meses después Dios me llevó a<br />

conocer las doctrinas de la gracia y<br />

noté que en el ebook que había<br />

publicado habían algunos errores<br />

teológicos. Literalmente, me costó<br />

conciliar el sueño en las noches<br />

hasta que publiqué una segunda<br />

edición con las debidas<br />

correcciones. Hablar de Dios es un<br />

asunto más serio de lo que crees.<br />

Hay que hacerlo con cuidado.<br />

Procura ser bíblicamente correcto


en todo lo que compartas en<br />

Internet. Y es que las personas<br />

necesitan la verdad y no algo que<br />

luzca como la verdad. El amor se<br />

goza de la verdad.<br />

Recuerda el proverbio: “El que<br />

hace errar a los rectos por el mal<br />

camino, él caerá en su misma fosa,<br />

mas los perfectos heredarán el<br />

bien” (Proverbios 28:10).<br />

No hay nada más serio que la<br />

Palabra de Dios. Los errores<br />

siempre son costosos, así que


necesitamos orar a Dios por<br />

humildad y dirección conforme a lo<br />

que Él ya reveló en las páginas de<br />

la Biblia, para usar las redes<br />

sociales con sabiduría y luz. Cuanto<br />

más me adentro en la palabra de<br />

Dios, más veo lo seria y grandiosa<br />

que es. No hablar conforme a ella o<br />

no rectificar cuando sabemos que<br />

hemos errado, es un crimen que<br />

Dios toma en cuenta.<br />

Amar al prójimo en las redes<br />

sociales es pensar bien lo que vas<br />

a decir antes de publicarlo, y ser


cuidadoso con las cuentas que<br />

sigues.<br />

Pensar bien antes de hacer clic en<br />

“publicar” en Internet, es bueno<br />

para ti. Es importante que antes de<br />

postear algo en la web nos hagamos<br />

preguntas como: “¿Estoy buscando<br />

la aprobación de la gente? ¿Para<br />

qué voy a decir/mostrar eso? ¿En<br />

serio quiero que las personas se<br />

enteren de eso? ¿Es el momento de<br />

publicar esto? ¿Estoy<br />

presumiendo?”. Casi nunca nos<br />

hacemos esa clase de preguntas


antes de publicar algo, así que<br />

necesitamos orar por sabiduría al<br />

respecto. Todos necesitamos pedir<br />

sabiduría a Dios y estamos<br />

llamados a hacerlo (Santiago 1:5).<br />

Además, es posible que te haya<br />

pasado lo mismo que a mí, que<br />

hayas visto algo que escribiste hace<br />

años en Internet y pensaras “¿yo era<br />

así de tonto?” En Internet solemos<br />

escribir cosas de las cuales<br />

podemos arrepentirnos.<br />

Recuerda el proverbio: “¿Has visto


hombre ligero en sus palabras? Más<br />

esperanza hay del necio que de él”<br />

(Proverbios 29:20).<br />

Pensar bien antes de publicar y<br />

actuar, también es amar a tu<br />

prójimo, porque como dice la<br />

Palabra, no debemos ser de<br />

tropiezo para los demás, ya que al<br />

usar mal nuestra libertad pecamos<br />

contra Dios y nuestro prójimo (1<br />

Corintios 8:9, 12-13). Recordemos<br />

estas sabias palabras:<br />

“Todo me es lícito, pero no


todo conviene; todo me es<br />

lícito, pero no todo<br />

edifica. Ninguno busque su<br />

propio bien, sino el del otro”<br />

(1 Corintios 10:23-24).<br />

Debemos orar por discernimiento<br />

para conocer qué cosas que pueden<br />

resultarnos normales o inocentes,<br />

pueden tener un impacto negativo en<br />

nuestro prójimo si las publicamos o<br />

compartimos en la web. Seamos<br />

menos egoístas y pensemos un poco<br />

más en las personas. También<br />

oremos por humildad para


econocer cuando hemos sido de<br />

tropiezo y rectificar.<br />

Procurar no ser de tropiezo para el<br />

prójimo es parte de tomar nuestra<br />

cruz y seguir a Cristo. Puede<br />

parecernos injusto tener que<br />

privarnos de publicar algunas<br />

cosas, pero necesitamos ser<br />

humildes al respecto y reconocer<br />

que tendremos permiso para<br />

quejarnos de esto el día en que<br />

hayamos hecho por Jesús más que<br />

lo que Él ya ha hecho por nosotros<br />

(O sea, ¡NUNCA!). Si Jesús vino


para hacer lo más extraordinario al<br />

vivir y morir por amor a nosotros,<br />

¿Quiénes somos nosotros para<br />

rechazar el deber ordinario de ser<br />

cuidadosos con lo que hablamos en<br />

Internet por amor a nuestro<br />

prójimo?<br />

Y no solamente con lo que<br />

hablamos, sino también con lo que<br />

seguimos y leemos. Seguir a cuentas<br />

que no edifican de ninguna manera<br />

nos hace daño a nosotros. “Como<br />

quien liga la piedra en la honda, así<br />

hace el que da honra al necio”


(Proverbios 26:8). Y tampoco es<br />

amar al prójimo porque es dar un<br />

mal ejemplo.<br />

Seamos guiados por la palabra de<br />

Dios y no confiemos tanto en<br />

nosotros mismos dentro y fuera de<br />

la web. Eso nos conviene. “El que<br />

confía en su propio corazón es<br />

necio; Mas el que camina en<br />

sabiduría será librado” (Proverbios<br />

28:26). Y es bueno para nuestros<br />

amigos y contactos.<br />

Recuerda: “Ninguno tenga en poco


tu juventud, sino sé ejemplo de los<br />

creyentes en palabra, conducta,<br />

amor, espíritu, fe y pureza” (1<br />

Timoteo 4:12).<br />

PD: Cuando pienses antes de<br />

publicar algo, aprovecha también<br />

para corregir los errores<br />

ortográficos. Eso nunca es malo.<br />

¡No creas todo lo que ves,<br />

escuchas o lees en Internet y sé<br />

lento para juzgar!<br />

Internet ha hecho que el mundo sea<br />

más loco: Ahora los chismes corren


más rápido que nunca, las mentiras<br />

ganan más notoriedad y es mucho<br />

más fácil juzgar a las personas.<br />

Parte de amar al prójimo es ser<br />

lento y sabio al juzgar, lo cual<br />

implica que no debes creer todo lo<br />

que mires en la web. Cuando somos<br />

rápidos para señalar o creer<br />

cualquier rumor, no estamos<br />

glorificando a Dios porque no<br />

estamos siguiendo lo que nos dice<br />

Su Palabra sobre juzgar justamente<br />

y no estamos amando a nuestro<br />

prójimo como a nosotros mismos


(Juan 7:24).<br />

“Las palabras del chismoso son<br />

como bocados suaves, y penetran<br />

hasta las entrañas” (Proverbios<br />

26:22)… y en las redes sociales<br />

estamos expuestos a toda clase de<br />

chismes y también se nos hace fácil<br />

ser veloces para juzgar lo que otros<br />

hacen.


Algunos consejos<br />

prácticos y exhortaciones.<br />

Para terminar con este tercer<br />

capítulo mucho más práctico y<br />

conclusivo, quiero compartir<br />

contigo algunos consejos<br />

relacionados al usar las redes<br />

sociales para la gloria de Dios,<br />

muchos de los cuales respaldo en<br />

citas bíblicas, y darte algunas serias<br />

exhortaciones al respecto, en amor.<br />

No digo las siguientes cosas como<br />

si fuese un súper-cristiano o un


experto en usar las redes sociales<br />

para la gloria de Dios (¿Recuerdas<br />

lo que te dije al comienzo de este<br />

ebook?), pero es mi oración que<br />

estos consejos queden grabados en<br />

nuestros corazones y los<br />

apliquemos en adoración a nuestro<br />

Salvador.<br />

Lee más tu Biblia que <strong>Facebook</strong>,<br />

Twitter, tu bandeja de email y<br />

todo lo demás.<br />

Sí, ya sé que este consejo era<br />

previsible y tal vez un tanto


epetitivo, pero es necesario<br />

aclararlo una vez más. Realmente<br />

necesitamos adentrarnos en TODA<br />

la palabra de Dios.<br />

Si tu principal fuente de alimento<br />

espiritual son versículos, frases<br />

cristianas e imágenes inspiradoras<br />

en <strong>Facebook</strong>, apaga tu<br />

computadora, Tablet o Smartphone<br />

y ponte a leer la Biblia. Cuanto más<br />

lo hagas, más pensarás “¿Por qué<br />

rayos no leía la Biblia antes?<br />

¡Cuánto quisiera haberlo hecho!”


Cuanto más saturada está tu mente<br />

de la Palabra de Dios, tus acciones<br />

no pueden estar saturadas por otras<br />

cosas.<br />

Tip: Proverbios es un libro que<br />

puede útil y práctico de estudiar<br />

para nosotros, la generación<br />

<strong>Facebook</strong>, ya que contiene mucha<br />

sabiduría que podemos aplicar a la<br />

hora de usar las redes sociales,<br />

además es fácil de leer si<br />

consideras cada verso como un tuit.<br />

Sé una persona de oración.


“Velad y orad, para que no<br />

entréis en tentación…”<br />

(Mateo 26:41).<br />

En las redes sociales, al igual que<br />

en el mundo offline, somos<br />

expuestos a muchas tentaciones.<br />

Necesitamos orar para no entrar en<br />

ellas, para que Dios nos haga más<br />

humildes, para vivir realmente para<br />

la gloria de Dios tanto dentro como<br />

fuera de la web.<br />

La oración conforme a la Palabra<br />

de Dios es usada por Él para


hacernos ver todas las cosas de este<br />

mundo, incluyendo la Internet, a la<br />

luz de la eternidad. Eso es bueno<br />

para nosotros.<br />

Necesitas más de Dios de lo que tú<br />

crees que necesitas. ¡Sin Él es<br />

imposible vivir para Su propia<br />

Gloria! R.C. Sproul enseña que “lo<br />

que la oración más cambia con<br />

frecuencia es la maldad y dureza de<br />

nuestros corazones” [23] , y eso es<br />

cierto. Dios usa nuestras oraciones<br />

para moldear nuestros corazones y


llevar a ellos lo que Su Palabra ha<br />

grabado en nuestra mente.<br />

Además, cuando oras en privado no<br />

hay ningún humano al que puedas<br />

impresionar y Dios usa eso para<br />

cuidarte de la hipocresía, lo cual es<br />

muy importante porque como hemos<br />

visto hasta ahora, la hipocresía es<br />

algo a lo que debemos renunciar si<br />

queremos vivir para la Gloria de<br />

Dios.<br />

Fuimos creados para tener una<br />

relación íntima con Él y orar es


parte de eso. Toda generación<br />

necesita de la oración constante,<br />

incluyendo la generación <strong>Facebook</strong>.<br />

Eso es esencial en la vida cristiana.<br />

Hay demasiado que decir sobre la<br />

oración, pero espero que estas<br />

breves palabras y reflexiones que<br />

he compartido contigo sobre ella te<br />

animen a orar más y a aprender más<br />

al respecto.<br />

No descuides tus relaciones<br />

cercanas.<br />

Dios no es glorificado en nuestras


vidas cuando tenemos nuestras<br />

prioridades mal ajustadas. Las<br />

redes sociales pueden acercarnos a<br />

personas que se encuentran lejos de<br />

nosotros, apartándonos sin que nos<br />

demos cuenta de las personas que<br />

se encuentran cerca. Cuídate de<br />

cometer el error de estropear tus<br />

relaciones cercanas por estar muy<br />

pendiente de las lejanas. El<br />

siguiente consejo es útil para eso.<br />

Considera programar<br />

publicaciones si es posible.


¿Quieres estar activo en las redes<br />

sociales sin estar todo el día<br />

conectado? Entonces programar<br />

publicaciones es una buena opción.<br />

Te recomiendo herramientas y apps<br />

como Buffer y Tweetdeck para<br />

realizar esa tarea. Si tienes una<br />

página en <strong>Facebook</strong>, a la hora de<br />

publicar algo (lo que sea) puedes<br />

ver en el recuadro de edición un<br />

pequeño reloj debajo que te permite<br />

programar la fecha y la hora.<br />

Si quieres publicar lo mismo que


programas para alguna red social,<br />

en todas las otras redes sociales en<br />

las cuales estás, te recomiendo<br />

mucho una herramienta llamada<br />

IFTTT (Búscala en Google).<br />

Considera tomar periodos<br />

prolongados de tiempo fuera de<br />

Internet o un día a la semana.<br />

Un periodo decisivo en mi<br />

comprensión de las redes sociales<br />

hasta ahora, fue cuando hace algún<br />

tiempo desactivé mi <strong>Facebook</strong> por<br />

varios meses. Creo que Dios usó


eso para quitar mi adicción a las<br />

redes sociales.<br />

Apartarte de las redes sociales por<br />

un periodo prolongado para no<br />

distraerte tanto y enfocarte en lo<br />

realmente importante, es algo que<br />

recomiendo mucho, porque cuando<br />

regresas a la web, empiezas a ver<br />

todo desde una perspectiva más<br />

realista y no la usas de la misma<br />

manera.<br />

Actualmente me tomo un día a la<br />

semana para estar unplugged. Sé


que eso puede ser peligroso porque<br />

alguien puede comentar necedades<br />

o cosas inapropiadas en mi blog o<br />

perfiles sociales mientras no estoy,<br />

pero he visto que apartarme un día<br />

a la semana de la web es bueno<br />

para mi alma, mi cuerpo y mi<br />

comunión con el Señor.<br />

Muchas veces, cuando me tomo el<br />

día fuera de Internet, me doy cuenta<br />

de qué pasa realmente en mi alma y<br />

cómo las redes sociales y lo que<br />

veo en ellas me afectan, y Dios se<br />

vale de esto para orientarme,


confrontarme y enseñarme a vivir<br />

en esta época tan loca en donde la<br />

Internet ocupa más y más espacio en<br />

nuestro día a día.<br />

Eso, de nuevo, me ayuda a ver las<br />

cosas desde una mejor perspectiva<br />

durante los próximos días, me sirve<br />

para estar más enfocado y<br />

relacionarme más con las personas<br />

cercanas a mí, y además Dios me<br />

enseña a confiar en Él porque<br />

precisamente no estaré pendiente<br />

durante ese día de qué sucede en<br />

Internet.


Haz la prueba. Toma un día de la<br />

semana para estar unplugged. Hazlo<br />

durante varias semanas y luego<br />

cuéntame cómo te ha afectado.<br />

Recuerda que lo que dices en<br />

Internet tiene un impacto fuera<br />

de Internet.<br />

Hace unos cuantos años lo que<br />

pasaba en Internet no estaba muy<br />

conectado a la realidad. Ahora los<br />

tiempos han cambiado. Las redes<br />

sociales no son otra vida fuera de<br />

las nuestras, sino que son extensión


de lo que sucede en el plano offline.<br />

Ten presente que no deberías decir<br />

en Internet cosas que no dirías en<br />

persona, y que los críticos y<br />

enemigos que tengas online por<br />

predicar la verdad y buscar vivir<br />

para la gloria de Dios, también te<br />

atacarán offline. Me ha pasado, me<br />

seguirá pasando y a ti también.<br />

No te extrañes cuando seas<br />

criticado.<br />

Si buscas vivir para la gloria de


Dios, puedes tener certeza de que<br />

mucha gente se levantará contra ti,<br />

te juzgará injustamente, dirá<br />

mentiras sobre ti y se ofenderá al<br />

ver que proclamas la verdad que<br />

los pone a ellos en evidencia a la<br />

vez que les llama al<br />

arrepentimiento.<br />

Recuerda las palabras de Jesús:<br />

“Bienaventurados sois cuando<br />

por mi causa os vituperen y<br />

os persigan, y digan toda<br />

clase de mal contra vosotros,


mintiendo. Gozaos y alegraos,<br />

porque vuestro galardón es<br />

grande en los cielos; porque<br />

así persiguieron a los<br />

profetas que fueron antes de<br />

vosotros” (Mateo 5:11-12)<br />

También recuerda las palabras del<br />

apóstol Pablo:<br />

“Solamente que os<br />

comportéis como es digno del<br />

evangelio de Cristo, para que<br />

o sea que vaya a veros, o que<br />

esté ausente, oiga de vosotros


que estáis firmes en un mismo<br />

espíritu, combatiendo<br />

unánimes por la fe del<br />

evangelio, y en nada<br />

intimidados por los que se<br />

oponen, que para ellos<br />

ciertamente es indicio de<br />

perdición, mas para vosotros<br />

de salvación; y esto de<br />

Dios. Porque a vosotros os es<br />

concedido a causa de Cristo,<br />

no sólo que creáis en él, sino<br />

también que padezcáis por<br />

él…” (Filipenses 1:27-29)


Y estas otras palabras: “… todos<br />

los que quieren vivir piadosamente<br />

en Cristo Jesús padecerán<br />

persecución” (2 Timoteo 3:12).<br />

Te animo a perseverar dentro y<br />

fuera de las redes sociales en la<br />

verdad, a pesar de las críticas. Dios<br />

es glorificado cuando vivimos para<br />

Su gloria a pesar de la oposición<br />

que tengamos, porque de esa forma<br />

estamos diciendo que Él es digno.<br />

Sé sabio a la hora de lidiar con<br />

los necios en las redes sociales.


En la Palabra podemos leer:<br />

“Nunca respondas al necio<br />

de acuerdo con su necedad,<br />

para que no seas tú también<br />

como él. Responde al necio<br />

como merece su necedad,<br />

para que no se estime sabio<br />

en su propia opinión”<br />

(Proverbios 26:4-5)<br />

Suena contradictorio, ¿no crees? Es<br />

por eso que necesitamos orar por<br />

sabiduría para saber cuándo y cómo<br />

ignorar, borrar y bloquear, y para


saber cuándo y cómo responder al<br />

necio.<br />

Dios es glorificado cuando<br />

sabemos cortar con los necios. Así<br />

estamos diciendo que no vamos a<br />

darles más importancia a hablar con<br />

ellos que la que eso merece, porque<br />

es más importante estar enfocados<br />

en Dios.<br />

Dios es glorificado también cuando<br />

sabemos cuándo y cómo<br />

responderles, porque una sabia<br />

respuesta lo honra a Él. Somos


como embajadores del cielo (cf.<br />

Filipenses 3:20).<br />

Prepárate para defender tu fe en<br />

la web.<br />

La fe cristiana es atacada por el<br />

mundo en todas partes (incluyendo<br />

Internet). Dios no es glorificado<br />

cuando no sabemos cómo lidiar con<br />

las preguntas y ataques hacia<br />

nuestra fe. Cuando no sabemos<br />

cómo defender nuestra fe, estamos<br />

siendo muy malos embajadores del<br />

cielo. En Internet eso es algo


terrible porque son muchas las<br />

personas que pueden vernos.<br />

Recuerda estas palabras del apóstol<br />

Pedro:<br />

“Mas también si alguna cosa<br />

padecéis por causa de la<br />

justicia, bienaventurados<br />

sois. Por tanto, no os<br />

amedrentéis por temor de<br />

ellos, ni os conturbéis, sino<br />

santificad a Dios el Señor en<br />

vuestros corazones, y estad<br />

siempre preparados para


presentar defensa con<br />

mansedumbre y reverencia<br />

ante todo el que os demande<br />

razón de la esperanza que<br />

hay en vosotros; teniendo<br />

buena conciencia, para que en<br />

lo que murmuran de vosotros<br />

como de malhechores, sean<br />

avergonzados los que<br />

calumnian vuestra buena<br />

conducta en Cristo” (1 Pedro<br />

3:14-16)<br />

De nuevo, ora para hacer esto con<br />

sabiduría. Como te dije antes, a


algunas personas no hay que<br />

responderles, sino darles block y<br />

eliminar.<br />

Recuerda que no puedes cambiar<br />

los corazones de la gente.<br />

Cuando uses las redes sociales para<br />

la gloria de Dios, tal vez te sentirás<br />

frustrado al ver que las personas no<br />

se toman en serio las cosas buenas<br />

que tú compartes. Eso puede ser<br />

terrible.<br />

Este efecto ha sido común entre<br />

muchos pastores y líderes a lo largo


de la historia, pero ahora con<br />

Internet, el efecto aumenta porque<br />

en la web puedes ver más sobre las<br />

personas a las cuales les hablas de<br />

Dios y miras que algunas no dan<br />

frutos de justicia.<br />

Sin embargo, no deberías sentirte<br />

fracasado al no cambiar los<br />

corazones de la gente. No puedes<br />

cambiar a las personas y es bueno<br />

que te acostumbres a esa verdad,<br />

porque necesitamos confiar en que<br />

Dios tiene todo bajo control, y Él es<br />

quien hace en realidad la obra y no


nosotros. No te sientas mediocre si<br />

las personas no sean cambiadas,<br />

pero tampoco dejes de compartir<br />

fielmente, con firmeza y valentía la<br />

palabra de Dios. Esa es la Palabra<br />

que Él usa para, de forma soberana,<br />

producir el nuevo nacimiento (1<br />

Pedro 1:23).<br />

Sé humilde.<br />

Dios quiere que seas santo y un<br />

santo orgulloso es una<br />

contradicción. Así que Dios quiere<br />

que seas humilde, y para eso,


muchas veces ocultará de ti los<br />

frutos de justicia que dan algunas<br />

personas a las cuales tú compartiste<br />

la Palabra de Dios, la semilla que<br />

Él hizo crecer en sus corazones<br />

para gloria y alabanza Suya (cf. 1<br />

Corintios 3:6-8). Dios te oculta eso<br />

porque no quiere que te llenes de<br />

vanagloria, y porque en realidad,<br />

todo es gracias a Él.<br />

Así que, sólo porque no notes<br />

crecimiento espiritual en tus<br />

contactos en las redes sociales, no<br />

significa que algunos de ellos no


estén siendo impactados por la<br />

gracia de Dios. No te desanimes.<br />

Sigue usando las redes sociales<br />

para Su gloria.<br />

También ten presente que la<br />

humildad consiste además en no ser<br />

rápido para juzgar a los demás y en<br />

saber reconocer cuando nos hemos<br />

equivocado.<br />

Dios quiere que seamos humildes<br />

en todo lo que hagamos porque sólo<br />

las personas humildes tienen gozo<br />

en Él (cf. Mateo 5:3). Así que ora


por humildad. No hacerlo es<br />

posiblemente el mayor de los actos<br />

de orgullo.<br />

Considera la verdadera<br />

influencia.<br />

2 Corintios 10:12 es uno de los<br />

versículos que más han impactado<br />

mi uso de las redes sociales y mi<br />

blog:<br />

“Porque no nos atrevemos a<br />

contarnos ni a compararnos<br />

con algunos que se alaban a sí<br />

mismos; pero ellos,


midiéndose a sí mismos por<br />

sí mismos, y comparándose<br />

consigo mismos, no son<br />

juiciosos”<br />

Las medidas del mundo sirven para<br />

medir un impacto terrenal, no<br />

espiritual. Son medidas creadas por<br />

hombres y bastantes superficiales.<br />

Si no estás de acuerdo con esto que<br />

te digo, considera el hecho de que<br />

la mayor revolución en toda la<br />

historia de la humanidad tuvo como<br />

piedras fundamentales a once<br />

hombres comunes y corrientes, a


quienes nuestro Señor enseñó y<br />

amó.<br />

Sólo porque alguien tenga muchos<br />

seguidores en Internet no significa<br />

que esté haciendo las cosas bien y<br />

que esté causando un impacto para<br />

la gloria de Dios, y sólo porque<br />

alguien tenga pocos seguidores no<br />

significa que esté haciendo las<br />

cosas mal.<br />

En un mundo tan superficial, es<br />

necesario que no seamos<br />

superficiales. Nosotros no podemos


ver el cuadro completo que forman<br />

todas las cosas a nuestro alrededor<br />

y en el cual estamos. El día en que<br />

Dios nos muestre ese cuadro,<br />

veremos que muchas personas que<br />

en el mundo fueron consideradas<br />

como poco influyentes, lograron<br />

gracias a Dios un impacto tremendo<br />

y muy bueno. ¡No te obsesiones con<br />

las estadísticas!<br />

Y recuerda también: Orar para no<br />

caer en la tentación tan suculenta<br />

pero insatisfactoria e inútil, que te<br />

muestran de forma constante las


edes sociales, de compararte con<br />

los demás innecesariamente. Jesús<br />

te dice “¿A ti qué? Tú sígueme a<br />

mí” (cf. Juan 21:23).<br />

No publiques TODA tu vida en<br />

Internet.<br />

Aunque tengamos una resolución de<br />

usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios, somos propensos a<br />

desviarnos del asunto y hablar más<br />

de nosotros de lo que deberíamos.<br />

Recuerda que nadie necesita saber<br />

todo lo que haces o piensas, y que


no necesitas contribuir a la<br />

corriente vanidosa de este mundo.<br />

Creo que está bien hablar un poco<br />

de nosotros en Internet y compartir<br />

algún que otro interés (procurando<br />

no ser de tropiezo, claro). Es<br />

importante ser percibidos como<br />

humanos, no como perfectos. Sin<br />

embargo, necesitamos tener<br />

discernimiento y recordar<br />

constantemente la diferencia entre<br />

usar las redes sociales para nuestra<br />

gloria y usarlas para la gloria de<br />

Dios.


Todos tenemos que escoger entre<br />

convertir nuestros muros en<br />

<strong>Facebook</strong> en un culto a nosotros<br />

mismos, o ser justos apuntando<br />

principalmente a Dios. Nosotros<br />

debemos y necesitamos menguar. La<br />

gente necesita verlo a Él más que<br />

verte a ti.<br />

Además, cuando no compartes todo<br />

en Internet, tienes cosas especiales<br />

y privadas para compartir con las<br />

personas cercanas a ti y a quienes<br />

amas. Ser reservados en Internet es<br />

amar a quienes están cerca de


nosotros. Piénsalo.<br />

Procura no meterte en<br />

discusiones tontas o en pleitos<br />

ajenos que no tienen que ver<br />

contigo y tu fe.<br />

Esto es algo importante que, con<br />

frecuencia olvidamos cuando nos<br />

conectamos a las redes sociales, tal<br />

vez porque a veces creemos, sin<br />

que lo notemos, que lo que pasa en<br />

Internet no puede afectar fuera de<br />

Internet. Recuerda además que no<br />

necesitamos comentar todo lo que


veamos.<br />

¿Te imaginas cómo sería si todos<br />

buscásemos aplicar más los<br />

siguientes pasajes bíblicos?<br />

“El que pasando se deja<br />

llevar de la ira en pleito<br />

ajeno Es como el que toma al<br />

perro por las orejas”<br />

(Proverbios 26:17).<br />

“Huye también de las<br />

pasiones juveniles, y sigue la<br />

justicia, la fe, el amor y la<br />

paz, con los que de corazón


limpio invocan al Señor. Pero<br />

desecha las cuestiones necias<br />

e insensatas, sabiendo que<br />

engendran contiendas” (2<br />

Timoteo 2:22-23)<br />

Tómate en serio el tratar a tu<br />

prójimo como quieres ser tratado.<br />

Las palabras de Jesús no son sobre<br />

física nuclear. ¿Cómo puedes tratar<br />

a tu prójimo como Dios quiere que<br />

lo hagas? Simplemente trátalo como<br />

quieres ser tratado. Ya te amas<br />

demasiado a pesar de tus defectos,


así que puedes amar también a los<br />

demás de esa manera. Jesús nos<br />

dice que en eso se resume la ley de<br />

Dios (Mateo 7:12).<br />

La gente suele interpretar mal ese<br />

mandamiento al asumir que cuando<br />

tratemos al prójimo como queremos<br />

ser tratados, entonces el prójimo<br />

nos tratará de la misma manera.<br />

Pero eso no es así. La Biblia en<br />

varias ocasiones da testimonio de<br />

que la gente nos perseguirá y odiará<br />

por ser cristianos y amarles. El<br />

punto es: No trates a las personas


ien para agradarles y que te amen,<br />

sino trátalas así aunque no te amen<br />

porque Dios es más que suficiente<br />

para ti.<br />

Pienso que algunas implicaciones<br />

de amar a nuestro prójimo en<br />

Internet son:<br />

- Cuando tengas que exhortar a<br />

alguien con quien puedas hablar en<br />

persona, hazlo en persona (Así te<br />

gustaría que te exhortaran a ti, ¿no<br />

crees?). Y si no puedes hablar con<br />

esa persona cara a cara y crees que


es muy importante hablar con ella,<br />

hazlo en una conversación privada<br />

y no en su muro en <strong>Facebook</strong> o<br />

comentando una publicación. ¡No<br />

necesitas hacerlo de esa manera!<br />

He aprendido que cuando alguien<br />

exhorta o critica a alguien en<br />

público pudiendo hablar con esa<br />

persona en privado, es porque no<br />

tiene la mejor de las intenciones.<br />

- Nunca, nunca, y nunca hables mal<br />

de nadie innecesariamente. Hay<br />

momentos en los que sí será<br />

necesario hablar la verdad mala de


alguien, cuando se trata de defender<br />

la verdad y atacar herejías. En la<br />

Biblia hay ejemplos de esto. Sin<br />

embargo, si no es necesario decir<br />

algo, lo mejor y amoroso es no<br />

decirlo.<br />

- Anima en público a tus hermanos<br />

en la fe compartiendo palabras<br />

esperanzadoras regularmente. No<br />

sólo hay que enseñar doctrina en<br />

Internet, defender la verdad y<br />

confrontar, sino que también hay<br />

que animar a los otros cristianos a<br />

perseverar y confiar cada día más


en Dios. Nunca sabes todas las<br />

situaciones difíciles que atraviesan<br />

tus contactos y amigos en las redes<br />

sociales, pero sí puedes saber que<br />

todos necesitan ser animados de vez<br />

en cuando. “… Animaos unos a<br />

otros” (1 Tesalonicenses 5:11).<br />

Por supuesto, tratar al prójimo en<br />

las redes sociales como quieres ser<br />

tratado implica muchas cosas más<br />

que estas tres que mencioné y lo<br />

que he hablado a lo largo de este<br />

ebook, pero esas te las dejo a ti<br />

para que las pienses y conozcas por


ti mismo.


Preguntas para discusión<br />

y reflexión.<br />

1. ¿Qué responderías a alguien que<br />

te dijera que usar las redes sociales<br />

para la gloria de Dios consiste<br />

únicamente en compartir versículos<br />

y contenido edificante?<br />

2. “Es posible amar más ser<br />

conocidos por hablar de Dios, que<br />

lo que amamos a Dios”. ¿Cuál es la<br />

diferencia? ¿Cómo conocer esto<br />

debe afectar la forma en que usas<br />

las redes sociales?


3. ¿Por qué es importante buscar ser<br />

bíblicamente correctos en lo que<br />

hagamos en Internet? ¿Dios sería<br />

glorificado si no buscamos<br />

apegarnos a Su Palabra en la forma<br />

en que hablamos y actuamos?<br />

4. ¿Cuál de las exhortaciones dadas<br />

en la última parte de este capítulo te<br />

confrontó más? ¿Por qué?


Epílogo: 15<br />

Resoluciones al usar<br />

las redes sociales.<br />

Una de las razones por las que<br />

naciste el día en que naciste, es<br />

para usar las redes sociales para la<br />

gloria de Dios. Eso es algo que<br />

quiero que recuerdes. Dios nos ha<br />

dado redes sociales para usarlas<br />

como un megáfono al proclamar que<br />

Él es más valioso que todo lo<br />

demás.


Es mi deseo y oración que tú y yo<br />

demos frutos de justicia dentro y<br />

fuera de Internet.<br />

Para terminar, quiero compartir<br />

contigo mis resoluciones al usar las<br />

redes sociales, algunas de las<br />

cuales están inspiradas en las<br />

famosas resoluciones del teólogo<br />

Jonathan Edwards. Te invito a<br />

hacerlas tuyas y usar las redes<br />

sociales para glorificar a Dios.<br />

1. Resuelvo no darle a las redes<br />

sociales más importancia de la que


merecen. Quiero usarlas de tal<br />

manera, que cuando Jesús regrese<br />

no me pregunte por qué estuve tanto<br />

tiempo en <strong>Facebook</strong> y tan poco<br />

tiempo estudiando la Palabra de<br />

Dios y orando.<br />

2. Resuelvo contar hasta diez y<br />

pensar antes de publicar o<br />

compartir algo en las redes<br />

sociales.<br />

3. Resuelvo examinar mi corazón<br />

periódicamente con respecto a mis<br />

motivos para usar las redes


sociales, publicar lo que publico en<br />

ellas, y cómo estas me afectan. Y si<br />

Dios me muestra que algo está mal<br />

en mí, correr a los pies de Cristo,<br />

arrepentirme de inmediato y<br />

aprender la lección, para que<br />

cuando muera o Jesús regrese, por<br />

la gracia de Dios no sea encontrada<br />

ninguna negligencia en mí en<br />

relación a las redes sociales.<br />

4. Resuelvo recordar con<br />

frecuencia que los números en las<br />

redes sociales no miden realmente<br />

mi influencia y tampoco me dan mi


identidad.<br />

5. Resuelvo procurar tomar por lo<br />

menos un día a la semana, durante<br />

el resto de mi vida, si es posible,<br />

para apartarme por completo de las<br />

redes sociales, ya que eso me ayuda<br />

a usarlas con más sabiduría y más<br />

confianza en Dios gracias a Sus<br />

promesas en Su palabra y la<br />

extraordinaria ayuda del Espíritu<br />

Santo.<br />

6. Resuelvo que hasta el día de mi<br />

muerte procuraré ser bíblicamente


correcto a la hora de hablar en<br />

Internet sobre Dios o algo<br />

relacionado a mi fe.<br />

7. Resuelvo pedir disculpas<br />

públicamente en Internet y corregir<br />

mis errores, cuando vea que algo<br />

que hablé anteriormente sobre Dios<br />

o mi fe no era correcto<br />

bíblicamente.<br />

8. Resuelvo amar a mi prójimo en<br />

las redes sociales con todo lo que<br />

eso implica, aunque parezca<br />

complicado o difícil, descansando


en la gracia de Dios.<br />

9. Resuelvo huir de los chismes, las<br />

conversaciones vanas y las diputas<br />

innecesarias en las redes sociales, a<br />

fin de no distraerme de lo que más<br />

importa.<br />

10. Resuelvo ser lento para juzgar y<br />

no creer todo lo que vea en las<br />

redes sociales.<br />

11. Resuelvo ser cuidadoso con<br />

quien sigo y con quien tengo como<br />

"amigo" en <strong>Facebook</strong>.


12. Resuelvo no permitir que las<br />

redes sociales me alejen de la gente<br />

que está cerca de mí y me importa.<br />

13. Resuelvo mostrar en mis<br />

perfiles sociales que Dios vale más<br />

que cualquier otra cosa, con mis<br />

palabras adornadas con mi<br />

conducta.<br />

14. Tomo la resolución de<br />

investigar periódicamente, si he<br />

actuado en las redes sociales de la<br />

mejor manera que podía hacerlo.<br />

15. Resuelvo usar las redes


sociales y obrar en ellas tal como<br />

hubiera deseado hacerlo cuando me<br />

muera o Jesús regrese.


Agradecimientos<br />

A Dios primeramente, y luego a mi<br />

amada Arianny Parabacuto. Soy<br />

muy bendecido al tenerla en mi vida<br />

y ha sido una ayuda y compañera<br />

fantástica. Sin su apoyo, sus<br />

oraciones y su ayuda, este ebook<br />

seguramente jamás se habría<br />

terminado y no lo estarías leyendo.<br />

Gracias por tanto, Ari.<br />

También agradezco a mis padres<br />

por su apoyo, y a todas las personas<br />

que me leen en Internet y han


apoyado este ministerio tanto dentro<br />

como fuera de la web.


Sobre el autor<br />

Josué Barrios, es un blogger<br />

cristiano, en español, y está<br />

apasionado con la predicación del<br />

evangelio; dentro y fuera de la web.<br />

Estudia comunicación social, vive<br />

en Mérida, Venezuela, y cree que la<br />

mejor forma de ver las películas de<br />

Star Wars es según el orden en que<br />

fueron estrenadas originalmente.<br />

Puedes leer a Josué<br />

en josuebarrios.com y seguirlo<br />

en Twitter, <strong>Facebook</strong> y Google+.


[1] Esta es una frase muy clave en el ministerio<br />

de John Piper. La suele repetir en libros y en<br />

sermones.<br />

[2] Estas resoluciones ya las he compartido<br />

previamente en mi blog. Puedes leerlas en<br />

http://josuebarrios.com/resoluciones-redessociales/<br />

[3] En esta parte del primer capítulo NO digo lo<br />

que hablan algunas personas al decir que “los<br />

cristianos debemos vivir como hijos del rey de<br />

reyes”, refiriéndose a que los cristianos deben


vivir con lujos, sonrisas perfectas, mucho dinero,<br />

popularidad, éxito terrenal y cosas así. Estoy en<br />

contra de ese pensamiento y digo todo lo<br />

contario. Simplemente que para los verdaderos<br />

hijos de Dios, Él es más que suficiente. Creo que<br />

esto queda claro en el resto del capítulo si se lee<br />

con cuidado, pero decido añadir esta nota para<br />

aclararlo de forma directa y aparte del contenido<br />

del capítulo. Esta parte del primer capítulo es<br />

una extensión de un artículo en mi blog:<br />

http://josuebarrios.com/los-hijos-de-dios-noactuan-como-huerfanos-en-facebook/<br />

[4] En mi blog publiqué hace meses un post<br />

titulado “La historia de cómo y por qué dejé de<br />

decir palabrotas”. En ese post relato cómo dejé<br />

de decir malas palabras dentro y fuera de<br />

Internet. Puedes leerlo aquí:<br />

http://josuebarrios.com/la-historia-de-como-dejede-decir-palabrotas/


[5] El blogger cristiano Tim Challies tiene un<br />

excelente artículo en su blog sobre el<br />

humblebrag:<br />

http://www.challies.com/articles/the-art-andscience-of-the-humblebrag<br />

[6] Sobre esto hablo de manera un poco más<br />

extensa en mi breve post “3 cosas que tu perfil<br />

en <strong>Facebook</strong> dice de ti (y que tal vez no<br />

conoces)”. http://josuebarrios.com/tu-perfil-enfacebook-dice-de-ti/<br />

[7] Pascal, Blas. Una mente encendida (Miami,<br />

Florida: Patmos, 2009), p. 90.<br />

[8] Íbid., p. 54.<br />

[9] Mullins, Justin. ¿Puede <strong>Facebook</strong><br />

entristecernos? (BBC Mundo, 2014).<br />

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/07/140<br />

Consultado el 22 de julio de 2014.


[10] Ibid.<br />

[11] Foster Wallace, David. In his own words.<br />

http://moreintelligentlife.com/story/david-fosterwallace-in-his-own-words<br />

(Consultado el 15-04-<br />

2014)<br />

[12] Keller, Timothy. Center Church<br />

(Zondervan, 2012), posición 1083 en Kindle.<br />

[13] Sobre esto hablé por primera vez en mi blog<br />

post “Si Jesús tuviera tuviera Twitter”.<br />

http://josuebarrios.com/si-jesus-tuviera-twitter/<br />

[14] Puedes leer el artículo publicado aquí:<br />

http://josuebarrios.com/consejos-cristianosredes-sociales/<br />

[15] Piper, John. Sed de Dios (España:<br />

Andamio, 2011), p. 36.<br />

[16] Piper, John. Preparing For Marriage:<br />

Help for Christian Couples (Desiring God,


2012), p. 10. Puedes descargar este ebook gratis<br />

en: http://www.desiringgod.org/books/preparingfor-marriage<br />

[17] Sed de Dios, p. 50. Esta tesis es de un<br />

valor inmenso en el tratamiento de toda la<br />

cuestión del propósito de la redención y la<br />

adoración.<br />

[18] Ibid.<br />

[19] Sobre esto he hablado anteriormente en mi<br />

artículo “Si seguir a Jesús es ser religioso…”<br />

Pueden leerlo en http://josuebarrios.com/seguirjesus-religioso/<br />

[20] Sobre esto he hablado anteriormente en mi<br />

post “¿Estás insultando a Dios con tu servicio?”<br />

Puedes leerlo en<br />

http://josuebarrios.com/insultando-dios-servicio/<br />

[21] Carson, D.A. Memoirs of an Ordinary<br />

Pastor: The Life and Reflections of Don


Carson (Illinois: Crossways Books, 2008), p.<br />

131.<br />

[22] En mi blog post “Alerta: No confundas esto<br />

con unción” hablo sobre cómo la gente suele<br />

confundir con unción muchas cosas. Puedes leer<br />

el post aquí: http://josuebarrios.com/alerta-noconfundas-esto-con-uncion/<br />

[23] Sproul, R.C. Does Prayer Change<br />

Things? (Orlando: Reformation Trust, 2009),<br />

posición 119 en Kindle.

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