Omar Danilo Sánchez Cepeda

15 junio de 2008, un grupo de 30 estudiantes pertenecientes al
Colegio Colombo Boliviano se disponían a disfrutar de una salida
pedagógica con destino al desierto de Zabrinsky, ubicado entre la
Mesa y Mosquera, ambos municipios del departamento de
Cundinamarca. Allí recibirían una capacitación de primeros auxilios
y practicarían actividades como escalada en roca, rapel y areneras
extremas, pues el plantel educativo había contratado a la empresa
de deportes Tierra X-Trema Colombia, para que cumplieran las
horas de servicio social que exigen las normas educativas en
noveno y décimo grado.
Omar Sánchez, tenía 15 años y se encontraba cursando noveno
grado, no salía a fiestas, era un muchacho de casa, juicioso e
inteligente, a quién la vida le dio un giro inesperado que le impidió
disfrutar de su juventud y del deporte que tanto le apasiona, el
fútbol, pues según sus familiares era el mejor arquero.
Dos días después de haber concluido el periodo académico, debía
participar de la actividad programada por la institución, para
completar las horas del servicio social, y lograr recibir el diploma
de educación básica. El costo de la salida era de $18.000 pesos,
que cubrían un seguro de vida, equipo y transporte. Al llegar al
desierto de Zabrinsky, recibieron la capacitación de primeros
auxilios. Era la una de la tarde de aquel domingo, cuando el
instructor les indicó que debía lanzarse desde la cima de la
montaña, porque si no lo hacían no les iban a valer las horas del
servicio social. Según Omar, las personas que iban a cargo de la
salida no les advirtieron que sería peligroso pues iban sin ningún
tipo de seguridad, por eso sin imaginarse, decidió realizar la prueba
en compañía de un amigo para cumplir con la orden asignada, pero
la arena de este lugar era movediza, lo que generó que no pudieran
controlar la velocidad haciendo que Omar se tropezara con una
piedra y se golpearon muy fuerte.
Estuvo consiente durante unos minutos, recuerda con claridad que
cuando se accidentó le hicieron una camilla con tapetes, lazos y

cartón, e incluso que le inmovilizaron el cuello con cartón también.
Sus amigos le comentaron a los padres que en el momento del
accidente, no le brindaron la ayuda suficiente debido a que la
entidad no tenía los medios para afrontar una tragedia de tal
magnitud e incluso le confesaron que luego de cinco horas lograron
trasladarlo al hospital de Facatativá. El joven que iba con él no
recibió golpes de consideración, pero lastimosamente él si sufrió
una lesión en la médula espinal, se quebró las vértebras C4, C5 y
C6.
El lunes siguiente tuvo que ser trasladado al Hospital de Kennedy,
en Bogotá, lastimosamente su estadía en este lugar tampoco la
recuerda con agrado, pues los doctores que lo atendieron
pensaban que como no tenía movilidad en su cuerpo, no sentía, y
le practicaron dos cirugías sin anestesia, le decían que no fuera
‘pantallero’ que él no sentía, pero realmente sí sentía, e incluso
integrantes del equipo médico apostaban dinero al considerar que
no iba a sobrevivir o que si lo hacía iba aquedar en estado vegetal
conectado a un ventilador de por vida. La frialdad era tanta que a
sus papas les decían que fueran alistando el funeral porque en
cualquier momento iba colapsar. Aunque duró 3 meses en coma,
sus compañeros y amigos lo acompañaron desde los pasillos del
centro asistencial con carteleras y mensajes de esperanza por su
recuperación, mientras que la rectora del colegio María Carolina
Macías dijo que desconocía que se iba a realizar esta salida, aun
sabiendo que días antes habían enviado una circular informando el
precio y las especificaciones del viaje.
Por otro lado Luis Márquez, director operativo de Tierra X-Trema
argumentó que quienes no pagarán la tarifa con 24 horas de
anticipación al viaje no tenían derecho al seguro, y Omar no había
pagado en el plazo y culpo a los alumnos de imprudentes al no
acatar las indicaciones del grupo.

Al despertar había perdido la movilidad del cuello hacia abajo y por
consiguiente la capacidad de caminar y volver a abrazar a sus
seres queridos, fueron 6 meses en lo que tuvo que permanecer en
la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), su madre que nunca
perdió la fe lo acompañó día y noche y ahora él dice que fue su
familia lo que lo impulso a aferrarse a la vida. Cuando le dieron de
alta a Omar Danilo, quedo a la deriva al no contar con los recursos
para comprar los implementos médicos y para adecuar el cuarto en
su casa pues todo costaba más de $200.000.000 de pesos.
El 21 de noviembre de 2011, Omar compareció ante un juez para
revivir nuevamente su caso, pues en el 2010 la familia Sánchez
puso una demanda en contra del colegio, ya que no quisieron
responder por el lamentable accidente, se abrió una investigación
y la Secretaria de Educación determinó que el colegio debía ser
sancionado y cerrado durante seis meses, al ser el responsable
administrativo pues según el Decreto 1860 de Agosto 3 de 1994 de
la Secretaria de Educación Ley 115 de Febrero 8 de 1994 por la
cual se expide la ley general de educación.
ARTICULO 97. Servicio social obligatorio. Los estudiantes de
educación media prestarán un servicio social obligatorio durante
los dos (2) grados de estudios, de acuerdo con la reglamentación
que expida el Gobierno Nacional.
Lo que demuestra que Omar, no tenía por qué hacerlo ya que el
servicio social no se hacía en noveno grado si no en decimo u once
por tanto existió negligencia y omisión por parte de las autoridades
del colegio por falta de previsión en aplicar las normas relativas a
los cuidados y manejos institucionales. El colegio nunca fue
cerrado ya que interpusieron recursos de ley y la suspensión paso
a ser una simple amonestación pública.

En la actualidad este caso aún es un lio jurídico que al parecer
tardará bastante tiempo, lo que parece increíble es que el colegio
nunca se interesó por brindarle ayuda, primero se había
comprometido a enviar unos profesores todos los días para que no
se atrasara en el estudio, pero realmente no lo cumplieron y por el
lado de Tierra Xtrema, no han respondido por nada, ellos se
excusan en que la responsabilidad recae en el colegio.
Alguien que motivó a Omar para seguir adelante fue el profe Luis
Fernando Montoya más conocido como El Campeón de la Vida,
quién sufre una limitación similar, luego de que el 22 de diciembre
de 2004, en un intento de atraco en la puerta de su residencia en
Caldas, Antioquia, unas balas por poco acaban con su vida, lo que
le provocó una cuadriplejia al ser herido en la médula espinal. Omar
cuenta que el profesor lo llama y le da ánimo, le dice que debe ser
fuerte y lograr lo que él no ha logrado, incluso llegaron a un acuerdo
pues el que primero camine se va a la casa del otro a conocerlo.
Otra de sus motivaciones es Sofía, su mascota que le ha ayudado
a recuperar gran parte de su sensibilidad y la movilidad de su mano
derecha. También desde Marzo del 2009, asiste a una fundación
llamada CIREC donde su vida volvió a cambiar gracias al amor,
dónde al principio fue muy traumático porque se encontró con niños
sin manos o sin pies, señores mutilados, jóvenes víctimas de las
minas anti personas, que a la final le sirvió mucho porque se dio
cuenta que a ellos les falta algo pero luchan y son felices. Con sus
terapias ha recobrado la movilidad del cuello, puede levantar las
manos, doblar las piernas y se sostiene en la silla de ruedas, lo que
considera un gran avance.
Omar no sólo logró culminar su bachillerato, en la actualidad se
encuentra cursando noveno semestre de la carrera Comunicación
Social y Periodismo de la Universidad Sergio Arboleda. Gracias a
su disciplina, constancia, perseverancia e intelecto el Canal RCN,
le abrió sus puertas para que realizará las prácticas,

desempeñando la labor de periodista y productor de invitados para
el Canal Internacional NTN24 en el noticiero en vivo El Informativo.
Las plataformas digitales han sido de gran ayuda para él, pues
mediante a un programa diseñado para personas en condición de
discapacidad ha logrado cumplir sus objetivos. Su computador está
adaptado para su condición, pues la cámara detecta los
movimientos de la cabeza para cumplir la función del mouse, así él
logra que se desplace hasta el lugar deseado, para dar clic sólo
necesita cerrar los ojos y el teclado lo tiene en pantalla. Ahorita
tiene dos enfermeras, que son un gran apoyo para él, al ser
quienes lo ayudan a desplazarse, a utilizar implementos como el
teléfono o el celular o darle los alimentos diarios.
Omar se levanta a las 04:30 de la mañana, su mamá lo baña, lo
viste, le da el desayuno y con ayuda de la enfermera en turno se
prepara para salir más o menos a las 5:30 a.m., mientras lo recoge
la ruta para llegar a RCN y cumplir con sus labores.
Su fe en Dios sigue intacta, y ha contado con personas de gran
corazón que lo han ayudado, es el caso del equipo de fútbol La
Equidad, que ha estado muy pendiente e incluso le regalaron un
televisor, la silla de ruedas y constantemente me llevan a ver los
partidos como invitado especial. América, el equipo de fútbol del
cual es hincha, también ha estado pendiente, le mandaron una
camiseta autografiada por todos los jugadores y dos álbumes con
las estampillas originales.
Lo primero que va a hacer Omar cuando logre caminar, será
cumplir un compromiso que tiene con la señora que le prestó la
cama, ella le dijo que se la prestaba con la condición de que él
mismo se la entregará y así va a ser, porque yo tengo la certeza
que con su fuerza y amor de quienes lo rodean volverá a estar de
pie.
Hoy quiero darle las gracias a Omi, y decirle que me siento
orgullosa de tener el privilegio de compartir la mesa de trabajo con

un guerrero, para mí ha sido una experiencia maravillosa. Ahora sé
que las limitaciones que nos pone la vida no son ningún
impedimento para salir adelante. Gracias por abrirme su corazón y
permitirme contar esta hermosa historia. Creo en Omar Sánchez y
tengo la certeza que algún día nos encontraremos y llegaremos
caminando al estadio Nemesio Camacho el Campín para disfrutar
de un partido entre Independiente Santa Fe vs América de Cali.