GRADUATION CEREMONY 90
MI ÚLTIMO ADIÓS Alumno: Nicolás Alfredo Espejo Campusano Estimado rector Carlos Figueroa Ahumada, directivos del colegio, mi querido cuerpo docente, padres y apoderados, invitados y mi apreciado curso, generación 2016 del colegio Antofagasta International School: Muy buenas tardes, nos encontramos todos reunidos en este atardecer con la finalidad de despedir este grandioso ciclo de aprendizaje, maduración, fortaleza personal, de grandes logros y como alumnos de este colegio. Quisiera preceder mis palabras con una frase del filosofo Friedrich Nietzsche: “Lo que más nos aproxima a una persona es esa despedida, cuando acabamos separándonos, porque el sentimiento y el juicio no quieren ya marchar juntos; y aporreamos con violencia el muro que la naturaleza ha alzado entre ella y nosotros”. Yo, en particular, creo en esas palabras. Lo hemos logrado, hoy, el colegio nos abrió las puertas por ultima vez después de todos los acontecimientos que hemos vivido juntos. A lo largo de este tiempo, hemos experimentado todo lo que un ser humano puede sentir, tantas risas y alegrías vividas entre nosotros, pero también tristezas y penas, que dolorosamente tenemos que llevarnos como recuerdo del colegio. Tanto las penas como alegrías nos han permitido crecer y fortalecernos como el grupo humano que conformamos. Aún me acuerdo de mi primer día de clases, iba tomado de la mano junto a mi madre Adela, me iba a dejar a la fila donde los demás niños y niñas se estaban formando. Sólo reconocía a mis mejores amigas, Neki y Sophia, que hasta el día de hoy les tengo un inmenso cariño y que por diferentes motivos, ya no están con nosotros. A continuación, me encuentro en una sala nueva, un mundo completamente diferente a lo que conocía y estaba acostumbrado: estaba todo en inglés. Todos los docentes en su mayoría hablaban ese idioma, no había momento en el día en que no se hablara inglés, todas las asignaturas se inclinaban a ese lenguaje y todas las actividades y eventos del colegio estaban asociadas a esa expresión. Este fue el comienzo del desarrollo de la principal herramienta que me entregó el colegio: el inglés como primer idioma. ¿Por qué primero? Porque nos enseñaron a racionalizar, soñar e idealizar en inglés y porque el idioma español se aprende cotidianamente. Estoy eternamente agradecido por la oportunidad que me otorgaron, pues, en este establecimiento obtuve mi certificado CAE de la universidad de Cambridge. Este titulo me va a coadyuvar y acompañar por el resto de mi vida. Quisiera hacer mención a los profesores extranjeros que fueron parte de este gran proceso: Ms. Leah Cohn, Ms. Jessica Pryor, Ms. Kyla McCain, Mr. Aashish Parekh, Ms. Zeralda Albon, Mr. Paul Wisken, Ms. Megan Schuck, Ms. Olga Fraga, Ms. Milena Blanco, Ms. Shauna West, Mr. Daniel Cooper y Ms. Krystal Irvine-Brown. Muchas gracias a todos esos docentes que estuvieron en este transcurso de mi vida. Como no recordar los primeros inicios, el comienzo de muchos, a las profesoras extranjeras, era característico de aquel establecimiento vislumbrar estudiantes de diferentes culturas, razas, religiones y nacionalidades. Recuerdo cuando éramos cursos de aproximadamente 8 personas, cuando celebrábamos los feriados norte americanos, cuando creábamos jinglés para fomentar el inglés, cuando dábamos nuestro mejor esfuerzo para conseguir una “Awesome English Star” en los recreos y conseguir un premio al final de la semana, cuando almorzábamos en el casino antiguo en mesas designadas por ciclo, fuimos testigos del origen de las asignaturas de música y arte, las historias en la biblioteca antigua relatadas por alumnos y Ms. Claudia Sagner de Claussen, el patio central y sus inolvidables asambleas, galardones y actos, específicamente bailes que los profesores prestaban asistencia a los alumnos para crear una jornada inolvidable, cuando ocupábamos polera blanca los días viernes para demostrar que terminaba la semana, cuando las familias voluntariamente se inscribían para participar de los primeros “International days”, vislumbramos las primeras ediciones de eventos como la “Book fair” y “Science fair” en la Universidad de Antofagasta y los primeros aniversarios, cuando alumnos de media y básica colaboraban en conjunto armoniosamente en diferentes actividades para poder ganar. Prontamente, nosotros participaríamos de todas esas actividades a lo largo de los años, esforzándonos y divirtiéndonos, manteniendo siempre el legado de estas actividades creativas y originales que el colegio creó. Ansío hacer una mención honrosa a Ms. Paulina Figueroa por haberme enseñado a leer y escribir en español y a Ms. Yasna Vargas que gracias a ellas, pudimos salir adelante en la asignatura de Lenguaje y Comunicación siendo primer lugar en Antofagasta en el SIMCE de cuarto básico en el año 2008. Definitivamente, son recuerdos que siempre tendrán un espacio especial en mi corazón. Todavía me acuerdo cuando en una asamblea en el colegio anterior, anunciaron por primera vez que el colegio nuevo se estaba empezando a construir. Muchas alegrías, ansias y orgullo se llenaban en el interior de muchos cuando se supo la noticia. Me acuerdo de la ceremonia de la “primera piedra”, cuando este edificio no existía, sólo había un gran terreno vacío y muchas expectativas. 91