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Perfumerías Unidas / Historia de una marca
Perfumerías Unidas / Historia de una marca
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LongcH amp
El sE crE to dE l chic francés
La firma parisina Longchamp se mantiene como una de las pocas empresas familiares
que no han sido absorbidas por los grandes grupos del lujo. 67 años después, son un
ejemplo de cómo la calidad y la artesanía no tienen por qué reñir con la modernidad.
Alexa Chung, Kate Moss, Coco Rocha…
son el comienzo de una lista interminable
de amantes de la firma parisina. A pesar
de que Jean Cassegrain fundó la marca
hace ya 67 años, poco después del final de
la Segunda Guerra Mundial, Longchamp
—bautizada así por un hipódromo de París,
de ahí su símbolo con un jinete galopando—
sigue siendo una de las claras favoritas
entre fashionistas. Su versatilidad
y comodidad para una mujer dinámica y
urbana han conquistado a medio mundo.
La maison francesa está dirigida
por La tercera generación de La
famiLia cassegrain.
No obstante, sus orígenes, como ocurre
con otras grandes marcas de lujo, fueron
muy distintos. De igual modo que los de
Hermès, que poco tenían que ver con la
moda —estaban especializados en accesorios
para caballos—, Longchamp comenzó
sus andaduras como una tienda
de tabaco. Poco después, su fundador
decidió ampliar la línea de negocio,
distribuyendo accesorios confeccionados
en piel para fumadores sibaritas
y, en 1955, pequeños complementos de
marroquinería masculinos. Pero no fue
hasta la década de los setenta cuando
empezaron a diseñar bolsos de mujer,
confeccionados por manos expertas y
pieles de la más alta calidad.