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VIBO<br />
Nacho San Lorenzo Dani Torrent
Para Valentina y Olivia,<br />
por tanto amor y tanta vida.<br />
Nacho<br />
Titulo original: VIBO.<br />
© Texto, 2017 Nacho San Lorenzo.<br />
© Ilustraciones, 2017 Daniel Torrent.<br />
Corrección de textos: Marián Amigueti, Maria Rico.<br />
Traducción al inglés: Gwenydd Jones.<br />
Maquetación: Marina Garciangulo.<br />
ISBN: 978-84-697-5217-3<br />
Depósito legal:<br />
Reservados todos los derechos.
VIBO<br />
Nacho<br />
San Lorenzo<br />
Dani<br />
Torrent
—Hola, mi nombre es Vibo<br />
y soy el oso polar más joven del planeta.<br />
Ya quedamos muy poquitos...<br />
»Os dejo mi pasaporte para que me conozcáis mejor.
¿Me acompañáis<br />
en esta aventura<br />
por el Ártico?
Los papás de Vibo le presentan lo que será su mundo, Valle Iceberg,<br />
un espectacular paisaje de hielo en las aguas del Ártico donde todos<br />
los osos viven felices.<br />
— Mira, Vibo: este es tu hogar. Un lugar especial donde nos divertiremos<br />
y que tendremos que cuidar para que se mantenga tal y como<br />
lo ves durante muchos años.<br />
— ¡Eso está hecho...!<br />
Me quiero quedar aquí toda la vida.
Vibo es un oso muy inquieto como todos los peques.<br />
Por eso, sus papás lo llevan a darse un chapuzón con sus amigos,<br />
con los que no para de hacer travesuras.<br />
— Vibo, tienes que ir saliendo del agua.<br />
Mañana nos espera un día duro.<br />
— Mi papá me llama. Tengo que irme. ¡Hasta luego!<br />
Y así Vibo sale del agua sin rechistar<br />
para poder descansar y estar fuerte mañana.
Al día siguiente, Vibo está muy contento<br />
con la idea de pasar el día con su papá,<br />
que le tiene preparada una sorpresa:<br />
van a buscar comida juntos.<br />
¡Esa es una de las cosas que más ilusión le<br />
hace a Vibo! Sin embargo,<br />
no pueden continuar con la aventura,<br />
pues una fuerte ventisca los<br />
sorprende y el pequeño Vibo<br />
se queda muy triste.
— Papá, no hemos conseguido nada de comida...<br />
— No te preocupes, Vibo, mañana saldremos<br />
de nuevo y ya verás cómo lo conseguiremos.<br />
A pesar de los ánimos de su papá, a los osos<br />
cada vez les cuesta más encontrar comida.<br />
Los papás de Vibo saben que algo<br />
extraño está pasando.
¡¡¡BUUUM!!!<br />
Un fuerte estruendo suena<br />
en la noche del Ártico.
Un témpano de hielo se desprende<br />
del glaciar de Valle Iceberg provocando una enorme ola que<br />
hace que Vibo se separe de sus papás.<br />
Sobre un gran bloque de hielo, Vibo navega a la deriva.<br />
Entre tanta confusión, busca respuestas<br />
a lo que le está pasando, pero, sobre todo,<br />
piensa en cómo volver a ver a sus papás.
En su travesía por el mar, Vibo hace nuevos amigos.<br />
El primero tiene un tamaño gigantesco y, tras un fuerte<br />
zarandeo al chocar, le pregunta...<br />
— ¡Hola! ¿Cómo te llamas?<br />
¿Has visto a mis papás?<br />
—¡Puuuuum!<br />
El fuerte bocinazo del pesquero 3 Million Fish es la única respuesta que recibe.<br />
Entonces Vibo, algo desorientado, ve cómo se marcha el enorme barco<br />
haciendo crujir el hielo allí por donde pasa.<br />
Enseguida se da cuenta de que el barco y él no serán amigos.
Vibo continúa navegando y de este modo<br />
se encuentra con una foca abatida de la<br />
que se hace amigo. El paso<br />
del inmenso barco hizo que tuviera que<br />
emplearse a fondo y nadar muy rápido<br />
para poder zafarse de las<br />
enormes hélices.<br />
— Hola. Pareces cansada.<br />
¿Quieres subir a mi placa de hielo?<br />
— ¡Sí, muchas gracias!<br />
¿Cómo te llamas?<br />
— Soy Vibo. ¿Tú cómo te llamas?<br />
— Fufi. ¿Y…? ¿Qué hace solito un<br />
oso tan pequeño?<br />
— Estoy buscando a mis papás.<br />
Un fuerte ruido es lo único<br />
que recuerdo...
— No es de extrañar, últimamente están<br />
pasando cosas muy raras. Cada vez hay<br />
menos hielo, menos comida... Además,<br />
aparecen monstruos como ese 3 Million<br />
Fish que arrasan con todo aquello que<br />
tienen por delante. Quizá esto te interese:<br />
un día escuché una conversación de inuits<br />
en Pueblo Blanco y parecía que ellos<br />
sabían lo que está ocurriendo. Seguro que<br />
tienen una explicación.<br />
— Pues allí iré. Puede que ellos sepan<br />
dónde están mis papás.<br />
Y así continúan su camino. Fufi es una<br />
gran malabarista y jugando con bolas de<br />
nieve hacen el viaje la mar de<br />
entretenidos.<br />
— Ya hemos llegado. Si sigues en esta<br />
dirección, te encontrarás con Splot, la<br />
ballena boreal de ciento cincuenta años.<br />
Seguro que ella te sabrá decir dónde<br />
está el pueblo. ¡Mucha suerte en tu<br />
búsqueda! Hasta pronto.<br />
—Adiós, amiga.
El viaje continúa,<br />
mas Vibo no pierde la sonrisa<br />
por la ilusión de volver<br />
a encontrarse con sus papás.<br />
Cuando apenas le queda hielo<br />
en su bloque para seguir su<br />
largo camino, una gran cola<br />
de ballena asoma desde el agua.<br />
— ¿Splot?<br />
— Sí, dígame -contestó la ballena muy educada-.
— Mi nombre es Vibo. Fufi me dijo que usted<br />
sabría decirme dónde puedo encontrar Pueblo Blanco.<br />
Estoy buscando a mis papás y quizá los inuits puedan ayudarme.<br />
— ¡Por supuesto! Suba.<br />
Le llevaré hasta el pueblo. Luego tendrá que seguir la constelación<br />
de la Osa Menor durante un día entero.<br />
— ¡Genial!<br />
Vibo se lo pasa muy bien escuchando las historias que le cuenta Splot,<br />
la ballena boreal de ciento cincuenta años.<br />
¡Imaginad la cantidad de cuentos que le pudo contar hasta que<br />
llegaron a tierra firme!<br />
— Muchas gracias, ha sido<br />
un viaje muy divertido.<br />
— Suerte, Vibo.
Así pues, Vibo prosigue con su viaje.<br />
Las ganas de llegar pronto al pueblo inuit hacen<br />
que corra tan rápido como un rayo, pero las horas iban pasando<br />
y el cansancio le alcanza rápidamente.<br />
Vibo, extenuado, apenas puede continuar...<br />
Entonces de repente observa a lo lejos el humo procedente de una hoguera.<br />
¡Una clara señal de que ya está cerca su destino!
Por fin, Vibo llega<br />
al pueblo inuit.<br />
Pero la familia inuit Nauka,<br />
atemorizada por la aparición<br />
de un oso polar, empuña<br />
sus lanzas con rapidez.<br />
Vibo, sorprendido por la<br />
reacción de los inuits,<br />
avanza despacito hasta<br />
llegar a ellos<br />
y se desploma.<br />
Tras el susto inicial de la<br />
familia Nauka, esta se da<br />
cuenta de la<br />
inocencia de Vibo.<br />
— Pobrecito, mamá.<br />
Parece cansado —dijo Rikuit,<br />
la pequeña de la familia.<br />
— Sí, vamos a darle algo de comer.<br />
Estará hambriento.<br />
— Creo que se ha perdido...<br />
Posiblemente el deshielo habrá hecho<br />
que esté buscando un nuevo lugar<br />
donde vivir —añadió el papá inuit.<br />
Vibo, al escuchar lo que dice la familia, empieza a entender<br />
por qué se perdió.<br />
Entonces, la familia Nauka ve cómo cae una lágrima del pequeño<br />
oso y observa en sus ojos cristalinos que necesita ayuda<br />
para que su mundo se salve.
En cuanto comió, Vibo recuperó fuerzas y su eterna sonrisa volvió aparecer.<br />
Vibo ya está preparado para emprender el viaje de vuelta a casa.<br />
La mamá de Rikuit tiene una gran idea antes de despedirse.<br />
— Rikuit, ¿por qué que no te haces una foto con el osito y la mandamos con<br />
una expedición al periódico local? Quizá ellos puedan incluir la foto<br />
en la noticia sobre el deshielo y de esta forma<br />
la gente conocerá su historia.<br />
— ¡Genial!<br />
Llegó la hora de marchar y Vibo continúa en busca de sus papás.<br />
El padre de Rikuit, gran conocedor de la zona, lo sube a su trineo<br />
tirado por perros. Desde allí, lo lleva al punto más cercano<br />
desde el que se puede llegar nadando a Valle Iceberg.<br />
El lugar donde se encuentra la mayor población<br />
de osos polares del Ártico.
De este modo, Vibo por fin regresa a su mundo.<br />
Tras preguntar a varios osos que se encuentran en el camino,<br />
nadie parece haber visto a sus papás. Pero, de repente, un fuerte<br />
grito de alegría se escucha por todo el Ártico.<br />
— ¡Vibo!<br />
— ¡Mamá! ¡Papá!<br />
—¡Qué alegría volver a estar juntos! ¿Dónde te habías metido? Estábamos muy preocupados.<br />
—Es una larga historia...<br />
Se sonrieron y se dieron un fuerte abrazo.
Y así fue<br />
cómo la foto de Vibo y Rikuit<br />
con la inscripción «SAVE THE ARTIC»<br />
sobre la nieve se propagó con con rapidez por todos<br />
los rincones del planeta.<br />
Los principales periódicos, revistas y programas de<br />
televisión se hicieron eco de la imagen.<br />
Fue tal la difusión que, al poco tiempo, el Ártico se declaró espacio natural<br />
protegido y el mundo de Vibo comenzó a recuperar poco a poco su<br />
espectacular paisaje helado.
Vibo, como consecuencia del cambio climático<br />
se ve obligado a separarse de sus papás y en su búsqueda<br />
para reencontrarse con ellos, vivirá aventuras en el Ártico,<br />
conocerá nuevos amigos y encontrará la respuesta al deshielo.<br />
¿Conseguirá VIBO salvar el Ártico?<br />
Su éxito depende de todos nosotros, ¿lo ayudamos?