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CUENTOS CORTOS PARA NIÑOS

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<strong>CUENTOS</strong> <strong>PARA</strong><br />

NIÑOS<br />

20 HISTORIAS INFANTILES <strong>PARA</strong><br />

CONTAR A LOS MÁS PEQUEÑOS EN<br />

LA ESCUELA, HOGAR, IGLESIA, ETC.


Este documento es una recopilación de los mejores cuentos para niños que se han escrito<br />

en nuestra página, todos enfocados a educar y entretener a los más pequeños de casa.<br />

Pueden ser útiles para profesores de educación primaria y preescolar, y padres que<br />

busquen acercar a sus hijos a la lectura.<br />

Cada una de estas historias es una creación única para nuestro sitio y por tanto, es<br />

indispensable indicar su autor y la fuente original en caso de que quieras exponerlas en tu<br />

web o hacer uso de ellas, con su respectivo enlace a la página correspondiente en<br />

cuentoscortosparaniños.org.<br />

Esperamos que le encanten a tus pequeños y en caso de que quieras leer otros relatos<br />

infantiles, no dudes en ver los que ya hemos publicado en<br />

https://cuentoscortosparaniños.org/<br />

Si deseas consultar sobre la utilización de nuestras historias, escríbenos a:<br />

https://cuentoscortosparaniños.org/contacto


Índice de Cuentos para Niños<br />

1) Los gemelos y las hormigas por Paty Cuentacuentos 4<br />

Dos hermanitos se encuentran con unas simpáticas hormigas en su jardín.<br />

2) Goliat y el pequeño David por Paty Cuentacuentos 6<br />

Goliat, un gigante atroz, está atemorizando a los israelitas. ¿Podrá David detenerlo?<br />

3) El sabio rey Salomón por Paty Cuentacuentos 8<br />

Cuando dos mujeres se pelean por el mismo bebé, el rey Salomón debe tomar una gran<br />

decisión.<br />

4) Jonás y la ballena por Paty Cuentacuentos 10<br />

Jonás, un hombre con una gran fe, se pierde en el mar. Allí ocurre algo extraordinario.<br />

5) Las vacaciones de Anita por Paty Cuentacuentos 12<br />

Anita y su papá están a punto de pasar las mejores vacaciones de su vida, ¿se irán a<br />

divertir?<br />

6) El cumpleaños de Toño por Paty Cuentacuentos 14<br />

Toño, un niño muy malcriado, aprenderá una importante lección sobre la generosidad.<br />

7) David, el rey de Israel por Paty Cuentacuentos 16<br />

Esta es la historia de David, un muchacho muy noble y humilde que llegó a convertirse<br />

en el rey de Israel.<br />

8) El pequeño y gran Samuel por Paty Cuentacuentos 18<br />

Conoce al justo Samuel, un hombre humilde y de buen corazón elegido para ser juez.<br />

9) El bebé conejo y el zorro por Anónimo 20<br />

A pesar de ser tan chiquito, un simpático conejito usará toda su astucia para vencer al<br />

zorro.<br />

10) Hansel y Gretel por Paty Cuentacuentos 22<br />

Dos hermanitos se encuentran con una casa de galleta habitada por una malvada<br />

bruja, ¿podrán salvar su vida?<br />

11) Daniel en el foso de los leones por Paty Cuentacuentos 24


Daniel, un hombre de buen corazón, es condenado a morir entre los leones, hasta que<br />

un ángel le salva la vida.<br />

12) El regalo de Pepito por Paty Cuentacuentos 26<br />

Pepito es un niño muy feliz que está por recibir el más bello obsequio.<br />

13) Las conejitas que no sabían respetar por Anónimo 28<br />

Un abuelo conejo les enseñará a sus nietecitas el valor del respeto a los demás.<br />

14) La Navidad soñada por Paty Cuentacuentos 30<br />

Un cuento de Navidad para la fecha más mágica del año.<br />

15) Ana y Dana por Paty Cuentacuentos 31<br />

Ana y Dana son dos hermanas muy diferentes, que aprenderán la importancia de<br />

ayudar a nuestros mayores.<br />

16) La sirena y el capitán por Anónimo 33<br />

Una hermosa sirenita, perdida en el océano, se enamora de un apuesto capitán.<br />

17) Rick y sus zapatos mágicos por Anónimo 34<br />

Rick, un simpático perro, se encuentra con unos peculiares zapatos. ¿Qué sucederá?<br />

18) La Cenicienta por Paty Cuentacuentos 36<br />

Cuando el príncipe ofrece un baile, la bella Cenicienta recibe ayuda de su hada madrina<br />

para conquistar su corazón.<br />

19) El ornitorrinco mentiroso por Anónimo 38<br />

Este era un ornitorrinco, que de tanto mentir, perdió lo más importante.<br />

20) La mamá de Pablito por Paty Cuentacuentos 39<br />

Pablito es un niño que tiene que despedirse de su mamá cuando ella se va a trabajar<br />

muy lejos.


1. Los gemelos y las hormigas<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Después de un gran almuerzo en una ciudad lejana, una familia celebraba la graduación de<br />

uno de sus hijos. Para continuar la charla fueron a otro ambiente de la casa, mientras que<br />

los niños que aún tenían energía para jugar salieron al inmenso jardín con los gemelos<br />

David y Andrés, sus amigos y primos. Los gemelos jugaban a las escondidas, algunos a las<br />

carreras, mientras otros buscaban palitos de algunas ramas, piedritas y cualquier cosa que<br />

les sirva para jugar. A veces, armaban muñequitos de corteza con los que jugaban a<br />

representar pequeñas obras teatrales, como las de obrasdeteatrocortas.mx/.<br />

Pero de pronto uno de los primos de los gemelos llamado Pedro, se detuvo a observar un<br />

largo desfile de muchas hormigas cada una de ellas llevaban granos de arroz, semillas y<br />

pedazos de hojas hacia un hueco en un rincón del jardín. Todas iban muy rápido y en fila<br />

lo que llamó la atención del niño.<br />

—Mi mamá me contó que ellas guardan comida para el invierno y que son muy<br />

organizadas —dijo David.<br />

—Síííí, la maestra Lucy que enseña en la escuela dice lo mismo —dijeron los demás.<br />

Pedro agarró una de las hormigas y la soltó para pisarla. Al ver esto los niños quisieron<br />

hacer lo mismo pero la mamá de los gemelos que lo observaba todo los llamó en voz alta y<br />

dijo:<br />

—¿Qué están haciendo?<br />

—Nada —dijo el niño algo nervioso mientras los demás se alejaron un poco.


—¿Acaso no sabes que las hormigas están trabajando y solo almacenan con tiempo su<br />

alimento? No las deben molestar, ellas no le hacen daño a nadie. Lo que debemos hacer<br />

todos es aprender de ellas pues son muy trabajadoras y son un ejemplo de orden y<br />

organización que nosotros debemos seguir. Ellas no se cansan y pueden cargar cincuenta<br />

veces su peso sin quejarse para que no les falte el alimento ni a ellas ni a su familia.<br />

—Qué interesante —dijo uno de los niños—. Y todos los demás estaban en silencio y<br />

asombrados.<br />

Los gemelos dijeron juntos: A partir de ahora nadie las molestará y les pondremos granos<br />

de arroz y algunas migas de pan para que tengan mucha comida para todos en invierno.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/los-gemelos-y-las-hormigas/


2. Goliat y el pequeño David<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Hace mucho tiempo, cuenta la biblia que durante el reinado del rey Saúl, había un joven<br />

llamado David que era muy valiente. Aunque era muy pequeño a comparación de los<br />

soldados, él ayudaba en el campamento en la guerra que el pueblo de Israel tenía contra<br />

los Filisteos. Un día un gigante muy pero muy enorme llamado Goliat, salió al frente de<br />

batalla y dijo a los israelitas:<br />

—A ver israelitas. ¿Hay alguno de ustedes que quiera enfrentarme? ¡Ja ja ja! ¡Ninguno de<br />

ustedes me puede vencer!<br />

Entonces los israelitas tenían temor porque Goliat era muy grande y fuerte. Pero David le<br />

dijo al rey Saúl:<br />

—Déjame pelear. Yo puedo vencerlo.<br />

—Pero David, tú eres muy pequeño. ¿Cómo podrías ganarle tú a Goliat?<br />

—Yo puedo vencerlo. Sé que Dios no dejará que Goliat me venza y yo tendré la victoria.


Entonces el rey Saúl que no le creía a David totalmente, por fin decidió dejar que David<br />

pelee con Goliat solo para ver qué podría hacer. David apenas tuvo el permiso del rey, se<br />

fue al río y consiguió unas piedras muy lisas. Luego se fue al campo de batalla.<br />

— ¡Ja ja ja! ¿Este enano va a pelear contra mí? ¡Ja ja ja! En menos de 10 segundos lo<br />

venceré y lamentarán haber sacrificado la vida de este joven al ponerlo frente a mí.<br />

—Yo te demostraré que puedo vencerte a pesar de mí tamaño. Dios está de mi lado y yo<br />

confío en él.<br />

Goliat se reía, mientras que David puso en su honda una de las piedras que había recogido<br />

en el río para utilizarla como proyectil. David, seguro de sí mismo, empezó a darle vueltas<br />

a su honda agitándola circularmente. Goliat se seguía riendo pero en un momento<br />

sorpresivo David le lanzó la piedra directamente a la frente.<br />

¡Goliat no pudo hacer nada!<br />

Entonces en ese momento cuando los filisteos vieron la derrota de Goliat, todos se fueron<br />

corriendo y los israelitas ganaron la guerra.<br />

Debemos ser valientes en la vida y enfrentar los obstáculos por más grandes que sean. Si<br />

confiamos en Dios, podremos hacer grandes cosas.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/goliat-y-el-pequeno-david/


3. El sabio rey Salomón<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Salomón era hijo del rey David. Salomón siendo muy joven, fue elegido por Dios para<br />

gobernar a su pueblo. Salomón no tenía muy claro cómo podría gobernar al pueblo de<br />

Dios siendo tan joven. Un día mientras dormía, oyó una voz que le decía:<br />

—Salomón, Soy el señor tu Dios y he decidido permitirte que me pidas un deseo.<br />

—Señor, soy muy joven y lo que más deseo ahora es que me des sabiduría para poder<br />

tomar buenas decisiones y poder guiar a tu pueblo.<br />

—Como no has pedido riquezas ni propiedades sino sabiduría, he decidido entregarte<br />

mucha sabiduría pero no solo eso sino que además tendrás muchas riquezas y serás un<br />

gran hombre. Todos te respetarán y oirán de ti y tu sabiduría.<br />

—Gracias señor, te prometo que no defraudaré.<br />

Entonces Salomón ahora tenía más confianza en sí mismo. Unos días después, al palacio<br />

del rey salomón vinieron dos mujeres a visitarle. Ellas se estaban peleando por la posesión<br />

de un bebé. Cada una decía que el bebé era suyo pero eso era imposible pues solo una de<br />

ellas tenía que ser la madre verdadera.


La primera de ellas le decía al rey Salomón que en la mañana despertó con un bebé que<br />

era el suyo y que estaba muerto.<br />

La segunda mujer decía que eso era mentira y que la primera lo estaba inventando para<br />

quedarse con su hijo.<br />

Entonces el rey Salomón lo pensó por un momento y llamó a uno de sus guardias. Le dijo<br />

al guardia:<br />

—Saca tu cuchillo y corta a este bebé en dos. Dale la mitad del bebé a cada una de las<br />

mujeres.<br />

Entonces la primera de ellas dijo:<br />

—¡No! Sabio rey Salomón, no lo haga por favor. ¡Prefiero que se lo den a ella pero no le<br />

quiten la vida a mi hijo!<br />

Entonces el rey Salomón supo que verdaderamente la primera mujer era la madre del<br />

pequeño. Entonces así el rey Salomón pudo resolver el problema de las dos mujeres y el<br />

bebé con su sabiduría.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/el-sabio-rey-salomon/


4. Jonás y la ballena<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Salomón era hijo del rey David. Salomón siendo muy joven, fue elegido por Dios para<br />

gobernar a su pueblo. Salomón no tenía muy claro cómo podría gobernar al pueblo de<br />

Dios siendo tan joven. Un día mientras dormía, oyó una voz que le decía:<br />

—Salomón, Soy el señor tu Dios y he decidido permitirte que me pidas un deseo.<br />

—Señor, soy muy joven y lo que más deseo ahora es que me des sabiduría para poder<br />

tomar buenas decisiones y poder guiar a tu pueblo.<br />

—Como no has pedido riquezas ni propiedades sino sabiduría, he decidido entregarte<br />

mucha sabiduría pero no solo eso sino que además tendrás muchas riquezas y serás un<br />

gran hombre. Todos te respetarán y oirán de ti y tu sabiduría.<br />

—Gracias señor, te prometo que no defraudaré.<br />

Entonces Salomón ahora tenía más confianza en sí mismo. Unos días después, al palacio<br />

del rey salomón vinieron dos mujeres a visitarle. Ellas se estaban peleando por la posesión<br />

de un bebé. Cada una decía que el bebé era suyo pero eso era imposible pues solo una de<br />

ellas tenía que ser la madre verdadera.<br />

La primera de ellas le decía al rey Salomón que en la mañana despertó con un bebé que<br />

era el suyo y que estaba muerto.<br />

La segunda mujer decía que eso era mentira y que la primera lo estaba inventando para<br />

quedarse con su hijo.


Entonces el rey Salomón lo pensó por un momento y llamó a uno de sus guardias. Le dijo<br />

al guardia:<br />

—Saca tu cuchillo y corta a este bebé en dos. Dale la mitad del bebé a cada una de las<br />

mujeres.<br />

Entonces la primera de ellas dijo:<br />

—¡No! Sabio rey Salomón, no lo haga por favor. ¡Prefiero que se lo den a ella pero no le<br />

quiten la vida a mi hijo!<br />

Entonces el rey Salomón supo que verdaderamente la primera mujer era la madre del<br />

pequeño. Entonces así el rey Salomón pudo resolver el problema de las dos mujeres y el<br />

bebé con su sabiduría.<br />

Tarde o temprano la desobediencia nos trae consecuencias negativas. No hay que esperar<br />

a ser castigados para entender las cosas.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/jonas-y-la-ballena/


5. Las vacaciones de Anita<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Terminaba el año escolar y Anita, Gaby y sus demás compañeros hacían planes para las<br />

vacaciones de verano. Llegó el momento y Anita en su casa empezó a dormir hasta muy<br />

tarde, a comer mucho y a ver televisión. Cuando era hora de desayunar, Anita dormía. A la<br />

hora del almuerzo ella recién desayunaba viendo televisión. Ese desorden ocasionaba un<br />

caos en el hogar aprovechando que sus padres trabajaban. Cuando menos lo esperaba sus<br />

padres le impusieron un castigo, lo que puso a Ana de muy mal humor.<br />

Ellos por la noche llegando del trabajo se acercaron al dormitorio de su hija y le dieron un<br />

tierno beso en la frente, lo que la despertó. Abrazando a sus padres se echó a llorar al<br />

recordar su castigo (le quitaron el televisor).<br />

—En ese momento el padre le pregunta— ¿Te parece que perder el tiempo es la mejor<br />

manera de disfrutar tus vacaciones?


—La niña se incorporó y dijo— No papito, no es la mejor forma, discúlpame.<br />

—Entonces a partir de mañana antes de ir a trabajar muy temprano iremos a correr todos<br />

y desayunaremos juntos. Tendrás que estudiar en la mañana y después de almorzar<br />

puedes salir a casa de alguna amiga o a manejar bicicleta. Tienes que utilizar tus días<br />

útilmente y ser disciplinada en todo para que te vaya bien en la vida, ¿de acuerdo?<br />

—¡De acuerdo papá! —respondió Ana, recordando que lo que sus padres quieren es<br />

únicamente lo mejor para ella.<br />

Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/las-vacaciones-de-anita/


6. El cumpleaños de Toño<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Toñito era el engreído de la casa y el menor de 4 hermanos, y pronto llegaría el gran día. El<br />

pequeño cumpliría 10 años y era toda una celebración hacer los preparativos días antes.<br />

Por fin Luisa, la madre de Toño, entre muchas cosas compró una gran torta y decoró la<br />

sala con luces de colores y muchos adornos que sabía que le gustarían a su pequeño hijo<br />

al igual que a sus invitados. Por la tarde de aquel día tan especial para todos, iban llegando<br />

los niños de la vecindad donde vivían y también de su colegio, cada uno de ellos llegaban<br />

con lindos regalos y muy alegres, apreciaban mucho a su amigo.<br />

Toño que esperaba impaciente la llegada de sus amigos, vio por la ventana de la sala que<br />

un niño y su madre discutían fuera de la casa muy cerca del jardín. Toño escuchó decir al<br />

niño: “Mamá, ¿por qué tú no puedes celebrar mi cumpleaños así como lo hacen aquí? Yo<br />

quisiera tener una mamá como este niño”. Al oír esto, Toño quedó sorprendido y con el<br />

corazón muy triste. Este niño al que veía no era su amigo pero pensó que sería una buena<br />

idea invitarlo y así lo hizo con el consentimiento de sus padres, quienes eran muy<br />

generosos.<br />

Toño y el niño empezaron a jugar mientras iban llegando los demás amigos y compañeros<br />

de colegio, ellos jugaron y se divirtieron como solo hacen los buenos amigos y claro que<br />

empezaron a serlo.<br />

Esa tarde todos bailaron, saltaron, comieron y cantaron al ritmo de la música. Y al llegar la<br />

noche, la mamá les contó una historia de miedo que había sacado de<br />

http://miscuentosdeterror.com. La diversión no faltó. Toño tuvo un día muy feliz, se llenó<br />

de regalos y de abrazos, pero sobre todo se sintió muy feliz por tener un nuevo amigo a<br />

quien le obsequió uno de sus lindos juguetes de los tantos que recibió.


No hay duda que compartir hace feliz a los demás, pero especialmente a quien da, porque<br />

nos enseña a ser desprendidos y la generosidad.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/el-cumpleanos-de-tono/


7. David, el rey de Israel<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Hace muchos años hubo un oso que se llevaba un cordero para comérselo, pero un joven<br />

muy valiente llamado David que vio lo sucedido, lo siguió y rescató a la oveja que estaba<br />

muy asustada. David, cuando era solo un niño también salvó una oveja de las garras de un<br />

león. Este joven vivía en un pueblo llamado Belén y era hijo de Jesé, un pastor de ovejas a<br />

quien David ayudaba desde niño.<br />

Un día Jehová le dijo a Samuel: Debes ir a casa de Jesé, lleva un aceite especial por que he<br />

escogido entre sus hijos al nuevo rey. Samuel, al ver a los hijos de Jesé pensó que el mayor<br />

de ellos era el escogido, pero Jehová dijo: No, no es él. Así fueron pasando de uno en uno<br />

hasta que después de ver a los 7 hijos de Jesé Samuel preguntó: ¿Estos son todos?


Y Jesé dijo: El menor está afuera con las ovejas. Samuel al ver a David supo que él era el<br />

escogido. Dios le dijo a Samuel: Es David el escogido, derrama sobre él el aceite, Samuel<br />

así lo hizo y pronto David se convirtió en el rey de Israel.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/david-el-rey-de-israel/


8. El pequeño y gran Samuel<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Samuel era un niño de aproximadamente 4 años y muy amado por sus padres, quienes se<br />

llamaban Elcana y Ana. Siendo tan pequeño, ellos lo llevaron ante el sacerdote Israelita<br />

llamado Eli para que se quedara a vivir en el tabernáculo, con él y otros sacerdotes.<br />

Parece raro que siendo un niño tan pequeño aun, sus padres lo dejaran vivir con extraños<br />

¿verdad? Pero no es así, había un motivo muy importante. Años antes que nazca el<br />

pequeño Samuel, su mamá Ana, no podía tener bebés, un día ella se arrodillo y oro a Dios<br />

rogándole por un hijo, y prometió consagrarlo a su servicio de por vida en señal de<br />

gratitud y amor. Dios oyó los ruegos de Ana y quedo muy complacido de esa promesa y así<br />

tuvo a su bebé. Por eso es que llevaron al niño al tabernáculo.<br />

Samuel se quedó allí muy contento, no lloro porque fue enseñado desde pequeño que así<br />

aprendería y serviría a su Dios, fue un niño muy obediente.<br />

Elí tenía dos hijos llamados Finees y Ofni, que eran muy malas personas. Su padre debió<br />

hacer algo e impedir que sigan como sacerdotes, pues no merecían estar en el<br />

tabernáculo, pero no hizo nada. Una noche cuando Samuel era mas grande Dios lo llamó 3


veces, las tres veces el niño corrió hacia Eli creyendo que el lo llamaba, pero el sacerdote<br />

se dio cuenta que era Dios quien llamaba al pequeño y le dijo así:<br />

-“Le dirás al Señor, háblame Señor, que yo tu siervo te escuchare”, y así hizo Samuel.<br />

Y Dios le dijo al niño:<br />

-“Los hijos de Eli van a morir en una pelea contra los filisteos y su padre Eli, al recibir la<br />

noticia, también morirá.<br />

Y así fue, los hijos mueren en una pelea y su padre al recibir la noticia, cae al piso y al<br />

golpearse la cabeza muere. Así cumplió Dios con su palabra.<br />

Pasaron los años y el gran Samuel no solo fue muy obediente a su Dios, también se<br />

convirtió en el último juez justo del pueblo de Israel.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/el-pequeno-y-gran-samuel/


9. El bebé conejo y el zorro<br />

Escrito por: Anónimo<br />

Martín era un conejo bebé que recién había aprendido a caminar. Un día salió a pasear<br />

por el bosque aprovechando que sus papás habían salido a buscar zanahorias para el<br />

almuerzo.<br />

Caminaba y caminaba mirando los árboles y jugando con las mariposas, mientras veía<br />

cómo en sus alas se reflejaba la luz de sol. Cuando de pronto vio a lo lejos algo marrón que<br />

le se acercaba rápidamente. El conejito se quedó mirando pero no sabía qué era. De<br />

pronto, se dio cuenta y pensó: “¡¡¡Es un zorro!!! ¡¡¡Y seguro me quiere comer!!!”.<br />

Entonces, se tranquilizó y se le ocurrió una idea genial. Cogió un hueso que estaba cerca<br />

suyo, disimuló e hizo como si no hubiera visto nunca al zorro. Cuando el zorro estaba a<br />

punto de lanzarse encima del conejo, lo encontró sentadito con un hueso en la boca. El<br />

zorro se sorprendió de verlo tan tranquilo ante su presencia, así que le preguntó: “¿No<br />

estás asustado?” Y El conejo respondió:”Pues no.”<br />

Entonces se inicia un breve diálogo:<br />

Zorro: “Mmm… ¿y qué es ese hueso que tienes en la boca?”


Conejo: “Bueno, es que tenía hambre y me tuve que comer a un zorro que pasaba por<br />

aquí.”<br />

Zorro: “Esteeee… ehhh… ah ya, seguramente ya no tienes hambre ¿verdad?”<br />

El conejo: “Pues la verdad es que como no he tomado desayuno y como mi mamá aún no<br />

me ha dado mi almuerzo, todavía tengo hambre”<br />

El zorro: “¡Ay por favor no me comas!, yo tengo muchos hijos que mantener y también<br />

tengo esposa ¡y te prometo que te voy a conseguir muchas zanahorias todos los días!”<br />

Al poco rato llegaron los papás de Martín a la casa y lo encontraron en su habitación con<br />

muchas zanahorias y contento.<br />

“En momentos de Crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento”<br />

”Albert Eistein”<br />

Y tú, ¿Qué otras cosas más crees que podemos aprender de este conejito? Deja un<br />

comentario. (Te ayudo: Tranquilidad, ingenio,….te toca a ti!)<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/el-bebe-conejo-y-el-zorro/


10. Hansel y Gretel<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Érase una vez unos hermanos gemelos llamados Hansel y Gretel, que vivían en una<br />

pequeña aldea muy pobre al borde de un bosque. Su familia era la más pobre de todas,<br />

tanto que su padre se pasaba los días enteros fuera en el bosque buscando leña para<br />

vender en los pueblos cercanos y casi nunca le veían. Por eso Hansel y Gretel siempre<br />

querían ir con él al bosque, pero él les repetía: “No podéis venir conmigo, el bosque es<br />

muy peligroso”.<br />

Pero aún no hemos hablado de la madre de Hansel y Gretel, que era una mujer malvada<br />

que no quería bien a sus dos hijos y solo miraba por el dinero. Tanto es así que un día<br />

convenció a su marido, que sí quería a los niños, que les dejase abandonados en el<br />

bosque. La malvada bruja que vivía allí le había prometido unas monedas de oro a cambio<br />

de los jóvenes gemelos.<br />

Aunque el padre de Hansel y Gretel los quería mucho, le resultaba imposible ir en contra<br />

de su esposa, por lo que un día se llevó a Hansel y Gretel al bosque, los cuales estaban


muy contentos hasta que de repente se vieron solos en el bosque. Su padre les dijo:<br />

“Esperad aquí un momento y volveré en seguida”, pero nunca volvió.<br />

Los niños caminaron y caminaron hasta que de repente vieron a lo lejos una casita.<br />

Cuando se acercaron más pudieron ver que estaba toda hecha de chocolate, caramelos,<br />

bizcochos y otros dulces. Por supuesto Hansel y Gretel no pudieron resistirse y<br />

comenzaron a comer.<br />

La anciana bruja vio que su momento había llegado y salió de la casa para invitar a los<br />

niños a tomar cuantos dulces quisieran. Hansel y Gretel aceptaron gustosos pero, al<br />

cerrarse la puerta, la anciana mostró su verdadera cara. A Hansel lo encerró en una jaula,<br />

donde lo cebaba cada día hasta que se pusiese gordo para poder comérselo. A Gretel la<br />

tenía mientras como criada presa con una cadena en su pequeño tobillo.<br />

Un día, cuando la bruja pensó que Hansel ya estaba listo para comérselo, ordenó a Gretel<br />

que fuera a ver si el horno estaba suficientemente caliente. Pero Gretel tenía un plan. Le<br />

preguntó a la bruja:<br />

– Pero, ¿cómo se hace eso? – haciéndose la tonta.<br />

A lo que la bruja contestó:<br />

– Se hace así, ¡tonta!<br />

En ese momento la bruja metió la cabeza en el horno y Gretel la empujó dentro. Cerró el<br />

horno y mientras oía los gritos de la bruja al hornearse liberó a Hansel y ambos salieron de<br />

la casa, no sin antes coger mucho oro, piedras preciosas y dulces que había en casa de la<br />

bruja.<br />

Al salir se encontraron con su padre, que les estaba buscando desde hacía semanas y que<br />

mientras les estrechaba fuerte les prometió que nunca les abandonaría.<br />

Niños nunca se acerquen a personas o lugares extraños, así les provoque un dulce u otras<br />

cosas, mejor sean prudentes y no hablen con desconocidos.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/hansel-y-gretel/


11. Daniel en el foso de los leones<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Esta es una historia bíblica para niños muy bonita en donde se observa la gran fe que<br />

puede tener un hombre en momentos difíciles y salir sano y salvo. El profeta Daniel era<br />

un muchacho que había llegado a Babilonia con Sadrac, Mesac y Abed-nego. El rey estaba<br />

muy a gusto con estos hombres porque eran trabajadores y muy honestos. Se les dio<br />

siempre los trabajos más importantes y esto hacía que los demás trabajadores del rey se<br />

pusieran celosos. El nombre del rey era Darío y a él le agradaba mucho la forma de ser de<br />

Daniel. Él sabía que Daniel era un buen trabajador por lo que decidió poner a cargo de<br />

Daniel todo el reino. Los otros siervos del rey eran muy celosos de Daniel y trataron de<br />

encontrar algún motivo para poner en problemas a Daniel. Ellos estaban tratando de<br />

conseguir que el Rey Darío lo botara del reino, pero Dios cuidaba mucho a Daniel de sus<br />

enemigos y no le podían encontrar ningún motivo.<br />

Finalmente estos hombres dijeron unos a otros: “No podemos encontrar alguna razón<br />

para que el rey arroje a Daniel del reino porque es muy obediente de las órdenes que<br />

da el rey Darío. La única manera en que Daniel podría llegar a desobedecer al rey es si es<br />

que hubiera una ley en contra de su dios. Así que se fueron a ver al rey Darío, y dijeron:


“¡Oh, gran rey, eres tan maravilloso que nadie debe orar a nadie más que tú.” El rey dijo:<br />

“¡Esa es una gran idea!” Entonces los hombres continuaron: “Todos deben hacer esto y<br />

cualquier persona que rece a algún dios debe ser arrojado al foso de los leones.” Los<br />

trabajadores mintieron y dijeron que todos los que trabajaban para el rey estaban de<br />

acuerdo, pero por supuesto no se le había hablado a Daniel de esta idea, porque sabían<br />

que él no estaría de acuerdo. El rey no sabía esto, así que se hizo la ley y no podría ser<br />

cambiada. Cuando Daniel se enteró sobre la nueva ley, hizo lo que siempre hacía. Se fue a<br />

casa a una habitación de arriba y abrió las ventanas que daban a la ciudad. Tres veces ese<br />

día puso de rodillas y oró a Dios como siempre lo había hecho.<br />

Estos hombres iban en grupo a la casa de Daniel y lo encontraron rezando y pidiendo a<br />

Dios por ayuda. Así que le avisaron inmediatamente al rey y le dijeron: “Su trabajador<br />

Daniel está ignorando sus órdenes. Lo hemos visto rezar a su Dios tres veces hoy.” Cuando<br />

el rey oyó esto, se puso muy triste. Realmente le caía bien Daniel y él no quería que<br />

muriera. Lo intentó todo para que cambie la ley para evitar que Daniel sea arrojado en<br />

el foso de los leones, pero los hombres se le acercaron y le recordaron que la ley no podía<br />

ser cambiada y Daniel tendría que ser castigado. Así que al final del día, el rey dio la orden,<br />

y trajeron a Daniel y lo echaron al foso de los leones. El rey dijo a Daniel: “Espero que tu<br />

Dios al que le rezas, te rescate.”<br />

Una piedra grande y pesada se puso delante de la puerta en donde encerraron a Daniel y<br />

el rey volvió a su palacio con lágrimas en los ojos. Esa noche el rey Darío no podía comer ni<br />

dormir ya que estaba muy preocupado por lo que le pasaría a Daniel con los leones. Al día<br />

siguiente, en cuanto salió el sol, el rey se levantó y corrió al foso de los leones. A medida<br />

que se acercaba gritó: “Daniel, ¿pudo salvarte de los leones, tu Dios al que sirves y oras ?”<br />

El rey esperó en silencio una respuesta. Entonces, de repente, Daniel dijo: “Oh rey, vive<br />

para siempre. Mi Dios envió un ángel y les cerró la boca de los leones. Ellos no me han<br />

hecho daño, porque no he hecho nada malo”.<br />

El rey saltó de alegría y de inmediato ordenó que Daniel fuera sacado del foso en donde<br />

estaba con los leones. Y cuando Daniel se salió, no había ni siquiera un rasguño en él,<br />

porque confiaba en Dios. El rey sabía que los hombres le habían engañado para castigar a<br />

Daniel así que el rey los castigó a ellos. Después el rey hizo una nueva ley y dijo: “El Dios<br />

de Daniel es grande, y todos en mi reino deben respetar a su Dios, que protegió a Daniel<br />

de los leones hambrientos.”<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/daniel-en-el-foso-de-losleones/


12. El regalo de Pepito<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Hubo una vez un niño de 5 años llamado Pepito, al que le encantaban los juguetes como a<br />

todos los niños. Se acercaba la navidad y Pepito estaba impaciente porque todavía no veía<br />

que sus papás le compraran un regalo para Navidad. Sus papás siempre compraban los<br />

regalos antes de Navidad y los guardaban muy bien para que Pepito no los viera. Pero lo


que no sabían ellos era que Pepito siempre sabía dónde guardaban los regalos. Este año<br />

Pepito se había propuesto abrir los regalos antes de Navidad porque estaba desesperado<br />

por saber qué le regalarían esta vez.<br />

Un día, cuando faltaban dos días para Navidad, muy tarde llegó el papá trayendo un<br />

regalo enorme. Era mucho más grande que cualquiera de los regalos de otra Navidad<br />

anteriores. ¡A Pepito se le salía el corazón de la emoción! Entonces sus papás luego de<br />

esconder muy bien el regalo (si supieran que Pepito tenía todo bien planeado), se<br />

durmieron.<br />

Pepito entonces se despertó muy despacio a eso de las 3 de la mañana. Muy despacio<br />

juntó tres sillas y las puso una encima de otra con el objetivo de alcanzar el regalo que<br />

estaba muy en lo alto del ropero de sus padres.<br />

Entonces, Pepito trataba de alcanzar con sus manitos el regalo, pero no podía. Parece que<br />

necesitaba poner una cuarta silla para poder llegar pero eso sería un poco peligroso<br />

porque con 3 sillas estaba perdiendo un poco el equilibrio. Pepito empezó a estirarse y a<br />

estirarse para lograr coger el regalo por una esquina… ¡¡¡hasta que lo logró!!!<br />

Pepito muy contento tenía su regalo en la mano. Pepito abrazó su regalo fuerte y ahora lo<br />

que seguía era ir a su cuarto para ver su regalo. Pero al momento de bajar de las tres sillas,<br />

Pepito perdió el equilibrio y ¡¡¡zas!!!<br />

¡Pobre Pepito!<br />

Al día siguiente Pepito despertó en el hospital acompañado de sus padres y con su regalo<br />

al costado. El regalo era auto a control remoto que se transformaba en un robot y que<br />

podía volar por los aires.<br />

¡Pero se había roto!<br />

Entonces los papás de Pepito abrazaron fuerte a su hijo y le dijeron:<br />

—Mi amor, no importa que el regalo esté roto. Lo que importa es que estás bien. Pero<br />

esperamos que hayas aprendido la lección y nunca más vuelvas a cometer una travesura<br />

como esta.<br />

—No lo volveré a hacer nunca más. Se los prometo —dijo Pepito con lágrimas en los ojos y<br />

abrazando a sus padres.<br />

Pepito aprendió la lección y ahora tiene mucha paciencia y espera a abrir los regalos el<br />

mismo día de Navidad. También es paciente para muchas otras ocasiones de la vida como<br />

por ejemplo cuando tiene hambre y su mamá aún no termina de cocinar.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/el-regalo-de-pepito/


13. Las conejitas que no sabían respetar<br />

Escrito por: Anónimo<br />

Había una vez un conejo que se llamaba Serapio. Él vivía en lo más alto de una montaña<br />

con sus nietas Serafina y Séfora. Serapio era un conejo bueno y muy respetuoso con<br />

todos los animales de la montaña y por ello lo apreciaban mucho. Pero sus nietas eran<br />

diferentes: no sabían lo que era el respeto a los demás. Serapio siempre pedía disculpas<br />

por lo que ellas hacían. Cada vez que ellas salían a pasear, Serafina se burlaba: “Pero mira<br />

que fea está esa oveja. Y mira la nariz del toro”. “Sí, mira que feos son”, respondía Séfora<br />

delante de los otros animalitos. Y así se la pasaban molestando a los demás, todos los días.<br />

Un día, cansado el abuelo de la mala conducta de sus nietas (que por más que les<br />

enseñaba, no se corregían), se le ocurrió algo para hacerlas entender y les dijo: “Vamos a<br />

practicar un juego en donde cada una tendrá un cuaderno. En él escribirán la<br />

palabra disculpas, cada vez que le falten el respeto a alguien. Ganará la que escriba menos<br />

esa palabra.”<br />

“Está bien abuelo, juguemos”, respondieron al mismo tiempo. Cuando Séfora le faltaba el<br />

respeto a alguien, Serafina le hacía acordar del juego y hacía que escriba en su cuaderno la<br />

palabra disculpas (porque así Séfora tendría más palabras y perdería el juego). De igual<br />

forma Séfora le hacía acordar a Serafina cuando le faltaba el respeto a alguien. Pasaron los<br />

días y hartas de escribir, las dos se pusieron a conversar: “¿no sería mejor que ya no le<br />

faltemos el respeto a la gente? Así ya no sería necesario pedir disculpas.”<br />

Llegó el momento en que Serapio tuvo que felicitar a ambas porque ya no tenían quejas<br />

de los vecinos. Les pidió a las conejitas que borraran poco a poco todo lo escrito hasta que<br />

sus cuadernos quedaran como nuevos. Las conejitas se sintieron muy tristes porque<br />

vieron que era imposible que las hojas del cuaderno quedaran como antes. Se lo contaron<br />

al abuelo y él les dijo:<br />

“Del mismo modo queda el corazón de una persona a la que le faltamos el respeto. Queda<br />

marcado y por más que pidamos disculpas, las huellas no se borran por completo. Por eso<br />

recuerden debemos respetar a los demás así como nos gustaría que nos respeten a<br />

nosotros”.


Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/las-conejitas-que-no-sabianrespetar/


14. La navidad soñada<br />

Escrita por: Paty Cuentacuentos<br />

Este cuento corto de navidad para niños nos cuenta que una vez durante una tarde<br />

de navidad fría y de mucha nieve, había un grupo de niños que estaba jugando muy<br />

alegremente en la nieve haciendo muñecos y pelotas con ella. Entre ellos habían dos niños<br />

llamados Charlie y Alan que se lanzaban las bolas de nieve una y otra vez corriendo de un<br />

lado para otro al igual que sus amiguitos, causando risas entre los demás niños. Era un día<br />

de navidad muy feliz en el que todos los niños jugaban entusiasmados esperando la noche<br />

para abrir sus regalos. Ese día reinaba la alegría y las ganas de compartir en familia y<br />

amigos pero por allí cerca en el barrio había un anciano que le gustaba enojarse mucho y a<br />

quien no le gustaba la alegría de los niños y menos de la navidad. El anciano era muy<br />

solitario y tenía muchas riquezas. El anciano los vio jugando cerca de su casa y así que<br />

salió y les gritó muy fuerte a los niños y les dijo que se apartaran de su camino<br />

asustándolos a todo.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/la-navidad-sonada/


15. Ana y Dana<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Dana y Ana, viajaban alegremente en el bus al lado de su abuela y de sus padres, había<br />

muchas personas y ellos no tenían donde sentarse. Como todo niño, las pequeñas se<br />

acomodaron, una en las faldas de la abuela y la otra frente a ellas en un rincón. Dana<br />

hablaba a gritos con sus padres quienes le prestaban mucha atención, prodigándole de<br />

mimos y caricias. Ana observaba todo muy tranquila sin moverse ni decir palabra alguna.<br />

Era obvio que el carácter de cada una de las niñas era muy distinto al de la otra,<br />

pero también era distinta la actitud de los padres hacia cada una de sus hijas.<br />

Durante el viaje, la abuelita muy cansada por el peso de la niña quiso levantarse para dejar<br />

a la pequeña consentida sentada y quedar ella de pie, pero Ana al ver eso le dijo a su<br />

abuelita: Mamita (así le llamaba cariñosamente), siéntate donde estoy porque me canse<br />

de estar sentada. Anita prefirió quedarse de pie con tal de ver cómoda a su abuelita<br />

mientras Dana seguía jugando sin darse cuenta de nada. Llegando a la casa, el padre de las<br />

niñas muy pensativo se acercó a ellas después de la cena y con voz suave les dijo: Esta<br />

noche estuve meditando que tenemos que corregir algunas actitudes nuestras, dijo el<br />

padre frotándose la barbilla ante el asombro de los demás miembros de familia, quienes<br />

no tenían idea de lo que iba a decirles. En un tono más alto continuó diciéndoles:<br />

A partir de ahora practicaremos mejores modales y la consideración unos con otros<br />

especialmente con los mayores. A la vez quiero felicitar a Anita porque en un noble gesto<br />

de cortesía ella se levantó de su asiento para que su abuelita estuviera cómoda, lo cual<br />

debe ser en cualquier circunstancia. En algún momento de nuestras vidas todos<br />

llegaremos a ser adultos mayores como la abuela y nos gustaría que nos cedan el asiento y<br />

que nos traten bien, ¿qué les parece?, preguntó a todos. Nos parece muy bien papito,


dijeron al mismo tiempo las niñas. Los hábitos y las buenas costumbres empiezan por casa<br />

y con el ejemplo. Padres recordemos siempre que educar bien a un niño, será formar el<br />

hombre y la mujer del mañana.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/la-cortesia-en-la-familia/


16. La sirena y el capitán<br />

Escrito por: Anónimo<br />

En cierta ocasión, se cuenta que una sirena llamada Ariana, esperaba en el mar que<br />

alguien se acercara a rescatarla. Ella estuvo prisionera por mucho tiempo atada a una<br />

gran roca con pesadas cadenas, por eso no conocía la magnitud y lo hermoso de las<br />

profundidades del mar.<br />

Cada vez que pasaban los pulpos y los delfines, ella lloraba por ayuda y ellos se<br />

entristecían tanto que trataban de llamar la atención de los barcos y pescadores que<br />

estaban por el mar. Pero nadie los entendía, al verlos lo único que les provocaba era<br />

pescarlos y tirar sus redes para atraparlos. Pero un día el capitán de un barco, que amaba<br />

a los animales comprendió que intentaban decirle algo.<br />

Decidió bucear hasta llegar a rescatar a la hermosa sirena. Cuando ella se acerco a darle<br />

un beso y abrazo en señal de gratitud, ella se convirtió en una hermosa mujer, se enamoró<br />

del capitán y vivieron juntos para siempre.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/la-sirena-y-el-capitan/


17. Rick y sus zapatos mágicos<br />

Escrito por: Anónimo<br />

Rick era un perro que vivía con una familia que le adoraba. Cada mañana se despertaba en<br />

su camita junto a 3 juguetes: un pollo, un erizo y un hueso de peluche, y eso le hacía<br />

muy feliz, pero había algo que no le gustaba… Él sabía que era un perro y deseaba ser algo<br />

más, deseaba ser una persona de carne y hueso y poder hacer las cosas que hacían sus<br />

dueños, quería comer con cuchillo y tenedor, dormir en una cama y andar con las dos<br />

piernas.<br />

Rick sabía que sus sueños eran imposibles y que pasar de perro a humano era algo que<br />

nunca pasaría, sin embargo seguía con la esperanza de que algo pasara y pudiera saber<br />

como es la vida siendo humano. Una tarde mientras salía a pasear encontró unos zapatos<br />

rotos en una esquina, y mientras los olisqueaba pensó que quizás si se los ponía podría<br />

parecer una persona de verdad.<br />

Al llegar a casa Rick fue directo a ponerse sus zapatos, quería saber lo que se sentía cuanto<br />

antes pero había un problema, debía atarse los cordones y con sus patitas era imposible,<br />

así que fue lo más rápido que pudo hacia Carlos, uno de sus amos, y mediante un par de<br />

ladridos consiguió que le atara los cordones y se fue a dormir a su cama junto a sus<br />

juguetes.<br />

A la mañana siguiente Rick se despertó sintiéndose nervioso, algo muy raro en él ya que<br />

era un perro muy tranquilo, notaba que algo en él estaba cambiando así que asustado


salió de casa corriendo. Cuando llegó a un callejón sin salida empezó a pensar que podía<br />

pasarle, y vio que sus piernas se estaban alargando, que su cabello se estaba cayendo y<br />

que su cuerpo en general ya no era el de un perro… ¡Era el de un humano!<br />

Rick volvió a casa caminando con sus dos nuevas piernas, y les explicó a sus dueños lo que<br />

había pasado; aunque ellos al principio no se lo creyeron al final acabaron confiando en<br />

sus palabras y le acogieron como un miembro más de su familia, comprándole una cama<br />

nueva, decorando una habitación a su gusto y llevándole a miles de viajes a lo largo del<br />

mundo. Por las noches, también le leían historias de su página favorita,<br />

https://relatoscortos.org/. Y fueron muy felices.<br />

Lo que podemos aprender de Rick es que nunca hay que perder la esperanza ni rendirnos<br />

ante nuestros sueños porque la vida da muchas vueltas y puede llegar a sorprendernos.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/rick-y-sus-zapatos-magicos/


18. La Cenicienta<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

Cenicienta era muy pequeña cuando perdió a su madre; con los años, su padre conoció a<br />

una mujer y decidió casarse nuevamente. Cenicienta tendría una madrastra, con la que<br />

convivía a partir de ahora, además de sus dos hijas. La convivencia no es que fuese muy<br />

buena, pero todo empeoró con la muerte del padre de Cenicienta. Y la pena tan grande<br />

que supuso para su hija, dejándola sola y huérfana, teniendo que soportar el desprecio<br />

por la envidia que su madrasta y sus hermanastras le tenían; pues eran un poco<br />

malévolas, todo lo contrario a Cenicienta, una niña digna de admirar, tan generosa y<br />

honesta que el vecindario la sabía apreciar, llena de bondad y belleza, y en eso consistía su<br />

encanto, autentica dulzura. Y a pesar de todo, la pobre Cenicienta seguía siendo gentil con<br />

ellas, después de las cosas que la obligaban a hacer, que no era poco, ya que se encargaba<br />

de todas las tareas del hogar y estaba a su servicio, pero lo peor era que prácticamente la<br />

trataban como una esclava.<br />

En primavera, la reina convocó un gran baile con la idea de encontrar esposa para su hijo<br />

el príncipe. La madrastra y sus hijas al enterarse, ansiosas, no esperaron ni un segundo y<br />

comenzaron con los preparativos sin contar con Cenicienta. Ella se enteró el mismo día del


aile, y se le ocurrió desempolvar el viejo vestido de su madre, lo arreglo y tan bonito le<br />

quedó, que al verlo sus hermanastras, llenas de celos y rabia lo destrozaron. Cenicienta<br />

desconsolada se puso a llorar y su llanto hizo venir al hada madrina, que con un toque de<br />

su barita mágica la transformó en toda una princesa y en su carroza se marchó, al baile,<br />

junto al anfitrión. Pero antes de irse el hada le advirtió que el hechizo desaparecería justo<br />

a la medianoche, y ella recuperaría los harapos que vestía de día.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/la-cenicienta/


19. El ornitorrinco mentiroso<br />

Escrito por: Anónimo<br />

Félix era un ornitorrinco muy nervioso y activo. Era incapaz de quedarse un segundo<br />

quieto y necesitaba hacer cosas continuamente. Aunque era muy listo no sacaba buenas<br />

notas, ya que no podía concentrarse en una sola cosa a la vez; le encantaba jugar pero<br />

muchas veces llegaba a aburrirse de los juegos y de la manera que jugaban los demás;<br />

pausadamente y sin emoción. Había un juego que le gustaba especialmente, y que se le<br />

daba de maravilla (o eso parecía): el escondite.<br />

Durante los recreos y el tiempo libre proponía a alguno de sus compañeros jugar con él al<br />

escondite, apostándose la merienda o algo de dinero, ya que sabía que era invencible en<br />

ese juego. Durante muchos meses Félix estuvo ganando dinero y meriendas a sus<br />

compañeros, pero nadie lograba explicarse como podía hacerlo tan bien.<br />

Un día vino una ornitorrinco nueva al colegio, a quien Félix propuso jugar al escondite y<br />

ella aceptó ingenuamente, arriesgando perder su merienda que con tanto esmero había<br />

preparado su mamá. Empezaron a jugar. Félix se había escondido bastante bien y a la<br />

ornitorrinco le estaba costando encontrarle. Si ella conseguía encontrarle, Félix debería<br />

devolver todo el dinero que había conseguido con ese juego, por lo que más le valía que<br />

eso no pasara.


Una de las reglas esenciales del juego es que una vez hubiera elegido un escondite no le<br />

estaba permitido moverse hasta que fuera encontrado pero, al presentir que la<br />

ornitorrinco se acercaba, fue con mucho cuidado a buscar otro escondite, es decir, hizo<br />

trampa. Félix no pensó en que el resto de sus compañeros pudiesen verlo y, así ocurrió.<br />

Entre todos fueron dándole pistas a la nueva ornitorrinco para que acabase encontrando a<br />

Félix, y pudiesen recuperar su dinero.<br />

Al cabo de veinte minutos la nueva ornitorrinco encontró a Félix, mientras intentaba ir de<br />

un lado a otro, desenmascarando su engaño y dejándole en evidencia. Félix perdió el<br />

dinero, pero sobretodo, perdió la confianza de sus compañeros, que nunca más quisieron<br />

volver a jugar con él.<br />

Por eso chicos deben recordar que las mentiras nunca son una buena idea, porque cuando<br />

las personas pierden la confianza en nosotros luego resulta muy difícil recuperarla.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/el-ornitorrinco-mentiroso/


20. La mamá de Pablito<br />

Escrito por: Paty Cuentacuentos<br />

En cierta ocasión, un niño de 10 años llamado Pablo regresando del colegio encontró a su<br />

madre alistando su ropa mientras la colocaba en una maleta. Sorprendido el le pregunta<br />

suavemente:<br />

—Mamita, ¿nos vamos de viaje?<br />

—Doña Rosa, sonriendo ligeramente y haciendo gala de gran valentía para no llorar, se<br />

inclina hacia él y tomándolo entre sus brazos responde— No hijo, viajo sola. Tu abuela me<br />

envió un pasaje para irme a trabajar muy lejos, pero te prometo que no te faltará nada y<br />

que te llamaré seguido. Tú te quedarás un tiempo con tu tía Inés y verás que te llamaré<br />

todas las veces que pueda y podremos vernos por internet.


Pablo profundamente triste sin decir nada se sentó en las faldas de su Madre, controlando<br />

las ganas de llorar y con un gran nudo en la garganta, mirándola fijamente a los ojos le<br />

dijo:<br />

—Madre, no quiero que te vayas, pero si es necesario hazlo. Pablo no tenía Padre<br />

y entendió desde pequeño la dureza de la vida, vivía solo con su mamá y maduró antes<br />

que otros niños. Pablo pensaba que si su mamá se iba, él vería el modo de buscarla. Así se<br />

tranquilizaba a sí mismo. Llegó la hora de partir y se despidieron. Cuando su mamá se fue,<br />

Pablito empezó a llorar mucho porque pensó que debió haberle dicho en ese momento a<br />

su mamá cuánto la quería.<br />

Así pasaron los meses y años. Nunca dejaron de comunicarse hasta que un día… un día<br />

Rosa enfermó gravemente por tanto trabajar y por la tristeza de no ver a su pequeño<br />

Pablo. Pablo ya tenía 15 años y no se sabe cómo pero él llegó hasta donde su Mamá<br />

estaba, en un hospital. Pablo trabajó muy duro sin que su mamá lo supiera. Cada vez que<br />

salía del colegio se iba a lustrar zapatos y a vender caramelos. Comía solo una vez al día y<br />

todo por llegar al lado de su mamá. Y así lo logró. Pudo despedirse a tiempo y en su afán<br />

por intentar salvarla, le dijo todo lo que había en su corazón por ella.<br />

El día del entierro, recordó cuando su mamá lo cargaba de niño.<br />

No esperemos a que lleguen momentos difíciles para recién expresar el amor que tenemos<br />

por nuestra familia. Cada día hagámoslo como si fuera la primera y la última vez.<br />

Fuente original: https://xn--cuentoscortosparanios-ubc.org/la-mama-de-pablito/


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Se autoriza la reproducción y el uso de los cuentos expuestos, siempre y cuando se incluya<br />

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