INFORME-MEMORIAS

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nos enamoramos y después de un tiempo
nos casamos, desde entonces él ha sido mi
gran apoyo, juntos pusimos un local en el
centro histórico, por la Plaza Artiagas,
cuando nació mi hija nos trasladamos a un
local por San Rafael, de seguro lo van a
reconocer, por su color amarrillo y un gran
letrero con cuatro letras mágicas
, sin dudar querrán entrar y ahí les mostraré
todos los productos que en mi local suelo
vender o también pueden encontrarme en
ferias o exposiciones, donde llevo todo tipo
de collares, pulseras y aretes, que seguro
les encantarán.
Es curioso pensar lo lejos que estos
productos pueden llegar, no lo van a creer,
pero ahora estoy entregando mis productos
de tagua a un crucero en Anaconda, en
la Amazonía. ¡No saben lo feliz que estoy!
es maravilloso cuando los clientes dicen
¡WOW! y quedan encantados con la
bisutería.
Recuerdo que soñaba con tener mi propio
negocio y ahora es un sueño cumplido,
en el futuro quiero tener un local más
grande y llegar algún día a
exportar, es decir, vender mis joyas a
países extranjeros.
1, 2 y 3 Alexandra Rivera se despide esta
vez.
4, 5 y 6, aquí estoy otra vez, ¿recuerdas
que con tu maestra un collar hiciste alguna
vez? ¿cómo? ahora te lo diré, introducías
varios fideos en un cordón y sin darte
cuenta ¡un hermoso collar salió! Ahora
sabes que al igual que Alexandra… tú eres
un mago también.
Llegó el momento de despedirme; sin
embargo, ustedes y yo sabemos que entre
joya y joya esta historia de Alexandra
estará en tu memoria.