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Muerte de Hitler<br />

Hitler estableció su residencia en el búnker de la Cancillería<br />

el 16 de enero de 1945, desde donde ejerció la presidencia<br />

de un Tercer Reich en proceso de desintegración, debido a<br />

que los Aliados estaban avanzando tanto por el este como<br />

por el oeste. Para <strong>final</strong>es de abril, las fuerzas soviéticas<br />

habían entrado en Berlín y estaban librando una lucha hacia<br />

el centro de la ciudad, donde se encontraba la Cancillería.<br />

El 22 de abril, Hitler padeció lo que algunos historiadores<br />

describen como una crisis nerviosa durante una de sus<br />

reuniones para examinar la situación militar, al admitir públicamente<br />

que la derrota era inminente y que Alemania perdería<br />

la guerra. Hizo salir a algunos de la habitación y quedó<br />

con Goebbels y Krebs. La enfermera ErnaFlegel declaró<br />

que Hitler parecía quizás 15 o 20 años mayor tras esa última<br />

reunión con sus generales y temblaba fuertemente su<br />

mano del lado izquierdo. Expresó su intención de matarse<br />

y, más tarde, solicitó al médico Werner Haase que le recomendara<br />

un método confiable de suicidio. Haase le sugirió<br />

combinar una dosis de cianuro seguida de inmediato con un<br />

balazo en la cabeza. Hitler tenía una reserva de cápsulas<br />

de cianuro que había obtenido por medio de las SS.<br />

El 28 de abril, Hitler se enteró del intento de Heinrich Himmler<br />

de negociar independientemente mediante la Cruz Roja<br />

Internacional un tratado de paz y lo consideró como una<br />

traición; acto seguido ordenó la detención y ajusticiamiento<br />

de HermannFegelein, enlace de Himmler en el Búnker. Este<br />

hecho fue el punto de quiebra emocional para Hitler. Desde<br />

entonces, Hitler empezó a mostrar síntomas de paranoia,<br />

expresando preocupación sobre la autenticidad de las cápsulas<br />

de cianuro que había recibido por medio de las SS de<br />

Himmler, por lo que ordenó al doctor Haase que las probara<br />

con su perra Blondi. Como resultado, el animal murió de<br />

inmediato. Asimismo, se enteró de la ejecución de su aliado<br />

Benito Mussolini, víctima de los partisanos antifascistas, y<br />

juró no compartir su misma suerte.<br />

Después de la medianoche del 29 de abril de 1945, Hitler<br />

se casó con Eva Braun en una pequeña ceremonia civil en<br />

el interior del Búnker. La redacción duró algo más de dos<br />

horas y se prepararon cuatro copias, que salieron inmediatamente<br />

a sus destinos. Firmó estos documentos a las<br />

04:00 y luego se retiró a dormir. Al amanecer del 30 de abril<br />

de 1945, Hitler pidió reunir a todo el cuerpo médico y se<br />

despidió de él, ante la estupefacción y sollozos de los presentes.<br />

Según Junge, Hitler quedó contemplando pensativo<br />

un cuadro de Federico el Grande en su despacho y luego a<br />

continuación ordenó que el personal que no fuese indispensable<br />

abandonara el Búnker. Hizo llamar a Otto Günsche y<br />

a Heinz Linge, sus ayudantes, y les dio estrictas instrucciones<br />

de cómo debían actuar en el momento del suicidio y<br />

qué hacer con su cuerpo y el de Eva Braun. Günsche inició<br />

los preparativos y llamó a Erich Kempka, el chófer de Hitler,<br />

para que de inmediato subiera bidones de gasolina hacía la<br />

salida del jardín de la cancillería.<br />

Hacia el mediodía, se reunió con sus secretarias y almorzó<br />

silenciosamente una comida basada en pastas; luego se<br />

despidió de cada una de ellas regalándole una cápsula de<br />

cianuro. Posteriormente se despidió de la familia Goebbels,<br />

sin hacer caso a las peticiones de Magda Goebbels de que<br />

no se suicidase. Hacia las 15:30 horas, Hitler y Eva Braun<br />

se reunieron frente a la sala de mapas contigua al despacho<br />

privado y se despidieron de sus edecanes, Heinz Linge<br />

y Otto Günsche, quienes cerraron la puerta; un par de minutos<br />

después se escuchó un solo disparo ahogado.<br />

Los edecanes esperaron unos 15 minutos y encontraron a<br />

Hitler doblado sobre sí mismo en un sillón exhibiendo una<br />

mueca deformada en su boca, con una pistola Walther PPK<br />

de 7,65 mm caída de su mano derecha y con un hilo de<br />

sangre manchando la cara del líder. Eva Braun no alcanzó<br />

a percutir su arma y estaba tendida a lo largo del diván con<br />

los ojos aún abiertos; el efecto del cianuro no le permitió el<br />

uso del arma.<br />

La guerra es el acto más inmaduro para conseguir tus objetivos 12

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