MARÍA, LA BAILARINA EXTRATERRESTRE
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Beatriz de las Heras García<br />
Cada noche, antes de acostarse, María muestra<br />
a sus padres sus nuevos pasos de baile.<br />
Siempre acaba la función con cuatros giros,<br />
que le hacen marearse mucho y, así, se mete<br />
en la cama con la cabeza dándole vueltas,<br />
mientras papá la arropa para que se duerma.<br />
Pero esta noche la pequeña no quiere bailar y<br />
se mete en su cama algo triste.<br />
– ¡Papá llamando a María! – Dice su padre,<br />
mientras intenta hacerle cosquillas a la<br />
pequeña.
– Papá, estoy aquí. ¿Es que no me ves? – Dice María con pocas ganas de reírse.<br />
– No, no creo que seas tú. A ver, abre la boca–<br />
– ¡Papá! –<br />
– ¿No serás una extraterrestre que se ha comido a mi niña? –<br />
– Pero, ¡qué dices! – sonríe extrañada, por lo que su padre le está preguntando.<br />
– Bueno, a mi hija le encanta bailar y esta pequeña que está en la cama hoy no ha<br />
presentado ninguna función.<br />
– Es que no quiero –<br />
– Pero… ¿cómo vas a ser una<br />
bailarina experta si no practicas<br />
cada noche? –<br />
– Nunca conseguiré ser una<br />
experta…- contesta María muy<br />
triste.<br />
La pequeña cuenta a su padre que<br />
hoy, su profesora les ha puesto un<br />
video donde una bailarina muy<br />
famosa, giraba y giraba sobre una<br />
“X”.
– …y nunca se caía, ni se mareaba y la<br />
punta de su pie no se movía del centro de<br />
la “X” – explica María.<br />
– Pues… – se queda pensando su papá –<br />
ya lo tengo, tal vez la extraterrestre sea<br />
esa bailarina, o tu maestra, o las dos y<br />
quieren que pises la “X” para llevarte a su<br />
planeta de bailarinas y marcianos –<br />
– ¡Pero papá…! – dice María entre carcajadas.<br />
La pequeña se imagina a su profesora con antenas de extraterrestre y a la bailarina<br />
con brazos verdes como los de un marciano, las dos abrazadas y haciendo equilibrios<br />
para no caerse, sobre la “X” que, en realidad, es una nave espacial.<br />
A la mañana siguiente, María se levanta con ganas de bailar.<br />
– Papá mira, ¡soy una bailarina extraterrestre! –<br />
Pero, antes de que pueda salir de la habitación, se encuentra con algo nuevo en el<br />
suelo.
Es una enorme “X” que alguien ha pegado con<br />
una preciosa cinta plateada.<br />
– Papá, corre, ven a ver esto –<br />
Papá sube las escaleras tan deprisa que casi no<br />
puede respirar.<br />
– Mira papá –<br />
– ¿Estás bien? – dice su padre casi sin aliento.<br />
– Si, corre ven a ver lo que hay en el suelo de<br />
mi habitación.<br />
– Espera, hija, déjame tomar oxígeno. Ya no<br />
estoy para estas carreras. – Contesta su papá<br />
sacando la cabeza por la ventana para<br />
recuperar el aliento.<br />
– Mientras tanto, María decide poner un pie<br />
sobre la “X”, después pone el otro y, sin darse<br />
cuenta, empieza a girar y girar, hasta que…
– ¡Cuidado María! – grita su padre. – Puede que sea la nave extraterrestre –<br />
María se asusta y, de un salto, se aleja de la “X”<br />
– Déjame que investigue – dice su padre, mientras se aproxima a la “X”.<br />
Y después de un rato en el que el papá de María ha observado la extraña aparición<br />
del suelo, concluye:<br />
– No, no es una nave extraterrestre.<br />
Tan sólo es un poco de cinta<br />
adhesiva para que puedas bailar<br />
sobre ella. –<br />
– Y ¿quién crees que la ha podido<br />
poner aquí, en mi habitación? –<br />
Pregunta la pequeña, que aún no<br />
tiene claro que no sea una nave<br />
espacial.<br />
– Bueno, yo creo que es cosa de<br />
magia, tal vez un hada te ha visto<br />
bailar y se ha dado cuenta de que<br />
eres una bailarina extraordinaria –
– Y ¿Qué tiene que ver eso con la “X”? –<br />
– Pues que ella, el hada mágica, habrá<br />
puesto ahí la “X” para que puedas practicar<br />
y dejes de estar triste –<br />
– ¿Tú crees? – Si…, estoy seguro, ya sabes<br />
las cosas que pueden hacer las<br />
hadas…¡Fíjate todo lo que hizo por<br />
Cenicienta y por Pinocho! – Contesta papá<br />
con gran seguridad.<br />
– Entonces, María, vuelve a poner sus pies sobre la “X” y comienza a girar y a girar,<br />
mientras sonríe por volver a bailar. Y, antes de que su padre salga de la habitación,<br />
observa el rollo de cinta adhesiva en su bolsillo.<br />
– Vaya, vaya – Piensa María – ¡A ver si esa hada se ha convertido en mi papá! – y sonríe<br />
sobre su nave espacial, mientras sueña que es una extraterrestre, como la bailarina<br />
profesional.