Dragones

A LOS OJOS DEL CUERVO
La historia y el tiempo son dos caras de una misma moneda que
deben ser tratados con cuiddo. La leyenda cuenta que, aquel
conocido como el Cuervo de Tres Ojos, tiene poder de ver
todo lo sucedido en el presente, pasado y futuro, no sólo con visiones,
sino con un viaje astral en el tiempo.
Es quien tiene el poder de conocer todo lo que sucede en los
continentes y quien, transportándose a distintos cuerpos, puede
también influir en los eventos acontecidos.
Bran, el penúltimo miembro de la familia de Ned Stark; es derribado
de la cima de una torre durante el primer episodio de la
serie, quedando paralítico y condenado a su habitación por
el resto de sus días.
No es hasta que escapa de la mano de Hodor y Osha, que el destino
de Bran es revelado. A través de visiones, contactado por
el entonces Cuervo de Tres Ojos, su deber es tomar dicha posición
y advertir de los peligros que el ejército, más allá del muro,
traerá para el continente.
El personaje evoluciona, navegando por una etapa de madurez
obligada y finalmente entregándose al poder que le fue otorgado.
Al mismo tiempo, comienza a perderse a sí mismo, y enfocado en
su tarea, corta lazos humanos importantes.
La existencia de este Cuervo representa una carta importante
para lo que después sucede tanto en los libros como en la serie;
pues, siendo consciente de lo que acontece a los pies de The
Night King, el destino de todos los reinos cae en sus manos,
a pesar de que este personaje ni siquiera se encuentra luchando
por llegar a la corona.
Lo brillante en su escritura, es la entrega de un poder tan grande
a un niño, quien debe forjar su propio carácter para comprender
de qué forma integrarse a la guerra. La capacidad de viajar entre
distintas épocas es clave para develar secretos que son desenvueltos
más tarde, y que poseen peso para todos los argumentos.
Tal poder se contrapone a un millar de sacrificios que, como toda
magia, a veces podrían ser un precio demasiado alto a pagar.