Adicciones y Prejuicios
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Escuela de Psicología Febrero, 2019<br />
¿Se elige o no ser adicto? ¿Existe<br />
algún sustrato neurobiológico?<br />
Y PREJUICIOS
AUTORES<br />
Gizeh Martínez<br />
López<br />
Quetzalli Muñoz<br />
Medina<br />
OBJETIVO<br />
Un prejuicio es una emoción o sentimiento positivo o<br />
negativo que se tiene sobre un grupo social y sus<br />
miembros basado en las creencias acerca del mismo.<br />
Este boletín pretende aclarar los prejuicios<br />
relacionados con la voluntad<br />
de los adictos a sustancias, abordando los factores<br />
neurobiológicos, cognitivos y sociales<br />
que influyen en la formación de las adicciones.
CONTENIDO<br />
Introducción....................................................... 1<br />
¿Existe Sustrato<br />
Neuobiológico para<br />
las <strong>Adicciones</strong>?<br />
......................................................... 2<br />
Creencias detrás<br />
de <strong>Prejuicios</strong><br />
......................................................... 4<br />
Análisis de casos<br />
-Confinamiento y Castigos<br />
a Adictos:<br />
El Caso de las Cárceles en<br />
Nueva York<br />
......................................................... 6<br />
-La Patología Dual: Común<br />
en Víctimas de Violencia<br />
Machista en Zonas Rurales<br />
....................................................7<br />
Conclusión ....................................................... 8<br />
Referencias ...................................................... 9
INTRODUCCIÓN<br />
De acuerdo a la<br />
Organización<br />
Mundial de la<br />
Salud (2008), una<br />
adicción es “una<br />
enfermedad<br />
física y<br />
psicoemocional<br />
que crea una<br />
dependencia o<br />
necesidad hacia<br />
una sustancia,<br />
actividad o<br />
relación”.<br />
A pesar de que la adicción ya es reconocida oficialmente<br />
como enfermedad, esta afirmación sigue teniendo<br />
cuestionamientos, dividiendo al mundo en dos opiniones muy<br />
comunes: “Es adicto el que quiere” y “ El adicto no decide,<br />
pierde su facultad de voluntad”. Y es que es verdad que<br />
ambas parecen tener algo de realidad debido a la complejidad y<br />
diversidad manifestante en nuestra especie.<br />
En las adicciones se puede manifestar el mismo fenómeno que en las<br />
enfermedades crónicas. Es decir, alguien puede consumir muy seguido una<br />
sustancia o repetir un comportamiento de una manera constante y no<br />
desarrollar una dependencia como tal, refiriéndonos a que lo puede dejar por<br />
propia voluntad sin tener repercusiones graves. A su vez, otra persona puede<br />
consumir la misma sustancia o comenzar con cualquier conducta compulsiva y<br />
desarrollar una dependencia inmediata y aparentemente fuera de su control.<br />
Pero, ¿De qué depende esto? ¿Hay algún sustrato fisiológico el cual este<br />
fuera del control de la persona? ¿ Hasta dónde llega la voluntad del<br />
adicto? Cuestiones como estas nos obligan a reconstituir nuestras creencias<br />
acerca de cuáles son realmente las causas y correlaciones de las principales<br />
problemáticas del ser humano y asumir que no se las podemos atribuir a<br />
factores únicos y determinantes como muchas veces lo intentamos hacer .<br />
1
¿Existe Sustrato Neurobiológico<br />
para las <strong>Adicciones</strong>?<br />
-Quetzalli Muñoz<br />
En los últimos avances de la neurobiología se ha apoyado cada vez más la opinión de que la<br />
adicción es una enfermedad del cerebro, idea que se sigue cuestionando por el hecho de dejar atrás<br />
otras facultades de la persona. Sin embargo, es necesario conocer la relación entre la adicción y la<br />
función cerebral para comprender el sustrato de la adicción como trastorno. En el artículo<br />
Neurobiologic Advances from the Brain Disease Model of Addiction publicado en el 2016 por The<br />
New England Journal of Medicine se plantea una división de la adicción a sustancias en 3 etapas:<br />
EXCESOS E INTOXICACIÓN<br />
Todas las drogas conocidas activan regiones de recompensa en el cerebro causando<br />
un fuerte aumento en la liberación de dopamina.<br />
A nivel de receptor, estos aumentos provocan una señal de recompensa que<br />
desencadena un aprendizaje asociativo o condicionamiento tipo pavloviano.<br />
Con la exposición constante a la misma recompensa, las células dejan de disparar<br />
dopamina en respuesta a la propia recompensa y más bien disparan una respuesta<br />
anticipada a los estímulos condicionados (señales) que pueden predecir el suministro<br />
de la recompensa.<br />
Este proceso involucra los mismos mecanismos moleculares que fortalecen las<br />
conexiones sinápticas durante la formación del aprendizaje y memoria.<br />
Los estímulos ambientales que están vinculados en varias ocasiones con el uso de<br />
drogas pueden provocar una respuesta condicionada con liberaciones rápidas de<br />
dopamina que desencadenan ansias por la droga.<br />
2<br />
Efecto de las<br />
drogas en el<br />
sistema de<br />
recompensa<br />
explicado con<br />
detalle
ABSTINENCIA Y EFECTO NEGATIVO<br />
El consumo de drogas en adicción<br />
provoca aumentos mucho menores<br />
en los niveles de dopamina que en<br />
personas que nunca han consumido.<br />
Por esta misma razón, las personas<br />
con adicción se tornan menos<br />
motivados por estímulos cotidianos<br />
como relaciones o actividades.<br />
Además, se ha encontrado que la<br />
exposición a los efectos<br />
reforzadores de la dopamina<br />
conduce a adaptaciones en los<br />
circuitos de la amígadala<br />
extendidos al prosencéfalo basal<br />
dando como resultado aumentos<br />
en la reactividad de una persona<br />
hacia emociones negativas.<br />
Este sistema anti-recompensa esta alimentado por los neurotransmisores<br />
involucrados en la respuesta al estrés. Como resultado de estos cambios, la<br />
persona sufre transiciones de adicción a tomar drogas simplemente para<br />
sentir placer a hacerlo para obtener un alivio transitorio de disforia,<br />
volviéndose un círculo vicioso.<br />
PREOCUPACIÓN Y ANTICIPACIÓN<br />
La baja regulación de la señalización de la dopamina también se produce en las regiones<br />
cerebrales prefrontales y en sus circuitos asociados, perjudicando seriamente los procesos<br />
ejecutivos como:<br />
AUTOCONTROL<br />
TOMA DE<br />
DESICIONES<br />
FLEXIBILIDAD<br />
EN LA SELECCIÓN<br />
E INICIO DE LA<br />
ACCIÓN<br />
ATRIBUCIÓN DE<br />
RELEVANCIA (LA<br />
ASIGNACIÓN DE<br />
VALOR RELATIVO)<br />
SEGUIMIENTO<br />
DE ERROR<br />
En las personas con adicción, la<br />
señalización alterada de la dopamina<br />
y el glutamato en las regiones<br />
prefrontales del cerebro debilita su<br />
capacidad de resistir los impulsos<br />
fuertes o de dar seguimiento a las<br />
decisiones de abandonar el consumo.<br />
Por lo tanto, la señalización alterada en los circuitos<br />
de regulación prefrontal, con junto los cambios en<br />
los circuitos involucrados en la recompensa y en la<br />
respuesta emocional, crean un desequilibrio que es<br />
crucial tanto para el desarrollo gradual del<br />
comportamiento compulsivo como en la capacidad<br />
asociada a reducir voluntariamente el consumo de<br />
drogas.<br />
3
PRINCIPALES CREENCIAS DETRÁS<br />
DE LOS PREJUICIOS -Gizeh Martínez<br />
El abuso de sustancias<br />
como el alcohol, tabaco y<br />
drogas ilegales en México y<br />
en el resto del mundo se<br />
mantiene como uno de los<br />
peligros principales a los que<br />
es expuesta la población<br />
desde una edad cada vez más<br />
temprana. Según la Encuesta<br />
Nacional de Consumo de<br />
Drogas, Alcohol y Tabaco<br />
(2016), el consumo de ciertos<br />
tipos de sustancias adictivas<br />
ha aumentado<br />
significativamente en<br />
comparación con los datos<br />
recopilados por esta misma<br />
encuesta en 2011.<br />
En cuanto a porcentajes, la<br />
encuesta establece que el<br />
consumo de cualquier droga<br />
(ilícita o no) desde 2011 en la<br />
población total ha aumentado<br />
de 11.3% a 15%. Si sólo se<br />
toman datos del consumo de<br />
drogas ilegales, el porcentaje<br />
con respecto al 2011 aumenta<br />
de un 10.6% a un 14.5%. La<br />
droga ilícita más popular<br />
parece ser la marihuana,<br />
cuyo consumo ha pasado de<br />
ser de 8.7% al 12.8%.<br />
También se encontró que, en<br />
general, los hombres han<br />
tendido más que las mujeres<br />
a caer en dependencia de<br />
alguna sustancia (en un rango<br />
de edad de 18 a 34 años).<br />
A pesar del notable aumento de la prevalencia del consumo de<br />
sustancias adictivas, sigue existiendo mucha ignorancia con<br />
respecto al mecanismo de las adicciones, lo cual afecta de<br />
manera grave a la visión terapéutica de las mismas, restándoles<br />
importancia o atribuyéndole causas que no corresponden<br />
(Souza M., et. al., 2014).<br />
Declaración de<br />
Hugo Miguel Malo<br />
Serrano, Asesor<br />
de enfermedades<br />
crónicas y salud<br />
mental de la<br />
Organización<br />
Mundial de la<br />
Salud.<br />
Tanto a nivel nacional y mundial pueden identificarse diversos mitos que<br />
pueden rebatirse con datos científicos. Sin embargo, hay dos premisas<br />
particulares que han despertado el debate entre la gente y originado<br />
malentendidos extremadamente popularizados. A continuación se<br />
presentan las dos afirmaciones más extendidas acerca de las adicciones.<br />
1. El Consumo de Sustancias se Convierte en una<br />
Acción Involuntaria a Nivel Biológico y/o Cognitivo.<br />
Con este enunciado se extiende<br />
la creencia de que los adictos a<br />
diferentes sustancias no tienen<br />
el control de sus propias<br />
acciones y que, por lo tanto, es<br />
muy poco probable que<br />
alguno pueda recuperarse. No<br />
obstante, si se toma la evidencia<br />
científica que habla acerca de<br />
cómo funcionan las acciones<br />
voluntarias y las adicciones,<br />
se puede demostrar la falsedad<br />
de esta creencia.<br />
4<br />
En primer lugar, una de las<br />
características más básicas de las<br />
acciones voluntarias establecidas<br />
por la medicina y la biología es la<br />
utilización de los músculos<br />
voluntarios (estriados), los cuales<br />
suelen estar unidos a los huesos y<br />
al cartílago del organismo. El<br />
proceso de, por ejemplo, abrir una<br />
cajetilla de cigarrillos, tomar uno,<br />
encenderlo, colocarlo en la boca e<br />
inhalar involucra la acción de<br />
diversos músculos estriados<br />
(Baumeister, R., 2017).
Otra característica fundamental para catalogar una acción como<br />
voluntaria, ya a nivel cognitivo, es la planeación y la<br />
adaptación. Ciertamente, acciones involuntarias como<br />
estornudar, toser o vomitar (sin haber provocado estas<br />
reacciones de manera consciente) sí involucran la acción de<br />
músculos estriados; sin embargo, el sujeto no planea el reflejo de<br />
vomitar, por ejemplo, sino que se presenta por una mera<br />
necesidad fisiológica que demanda ser satisfecha en el<br />
momento. Por otra parte, regresando al ejemplo del consumo de<br />
tabaco, un fumador sí planea mentalmente el ir a comprar los<br />
cigarrillos y consumirlos. De igual forma, pasando ya a la<br />
adaptación, si el fumador se percata de que se encuentra en un<br />
área libre de humo, es capaz de trasladarse a un lugar diferente<br />
donde sí esté permitido fumar, es decir, se adapta a las<br />
circunstancias del ambiente (Baumeister, R., 2017).<br />
De esta manera, poseer nociones básicas de esta información puede llevar a creer la siguiente<br />
afirmación<br />
2. Las <strong>Adicciones</strong> se Eligen Tenerlas.<br />
Cuando se habla de una adicción a<br />
ciertas sustancias, se hace<br />
referencia a que la persona ya las<br />
consumió por el tiempo suficiente<br />
para que su cuerpo se acostumbre<br />
a ellas. A pesar de que la persona<br />
no puede controlar el hecho de<br />
poseer estos deseos, sí que<br />
puede decidir si los satisface o<br />
no; aun así, el solo hecho de que su<br />
organismo “necesite” la sustancia<br />
para sentirse bien ya cataloga a la<br />
persona como adicta (Baumeister,<br />
R., 2017).<br />
También es importante recalcar los<br />
factores sociales de las<br />
adicciones. De manera general, las<br />
personas que poseen alguna<br />
adicción frecuentemente presentan<br />
problemas de naturaleza intra e<br />
interpersonales, sobre todo si se<br />
habla de adolescentes, los cuales<br />
todavía no han alcanzado la<br />
maduración cognitiva característica<br />
de un adulto.<br />
En otras palabras, hay sectores<br />
de la población que son más<br />
propensos a caer en adicciones<br />
por el ambiente en el que se<br />
desenvuelven cuyo control no<br />
suele estar en las manos de las<br />
personas afectadas (Ministerio<br />
de sanidad, servicios sociales e<br />
igualdad de España, 2017). Por<br />
esto mismo, como estamos<br />
tratando con un trastorno<br />
multifactorial, los modelos<br />
terapéuticos para tratar las<br />
adicciones siguen el modelo<br />
biopsicosocial: es decir, se<br />
toman en cuenta la dimensión<br />
biológica, la psicológica y social<br />
del paciente (Souza M., et. al.,<br />
2014).<br />
5<br />
Es importante mencionar que<br />
también se a encontrado<br />
relación en ciertas<br />
enfermedades mentales como<br />
los trastornos del estado de<br />
ánimo, trastorno por déficit de<br />
atención con hiperactividad,<br />
psicosis y trastornos de<br />
ansiedad con mayor<br />
vulnerabilidad a adicciones<br />
con sustancias (Burnett-<br />
Zeigler, I., et. al, 2012). Según<br />
la Fundación Patología Dual,<br />
más del 70% de los pacientes<br />
que consultan por un<br />
trastorno por uso de<br />
sustancias presenta otro<br />
trastorno psicopatológico.
ANÁLISIS<br />
DE<br />
CASOS<br />
Confinamiento y Castigos a Adictos:<br />
El Caso de las Cárceles en Nueva York<br />
Una investigación de Human<br />
Rights Watch publicada en Marzo<br />
de 2009 reveló la horrible realidad<br />
a la que se enfrentaban los<br />
reclusos adictos a sustancias en las<br />
cárceles de Nueva York: cualquier<br />
preso que cometa una falta<br />
relacionada con drogas (como la<br />
posesión y el consumo de las<br />
mismas) es víctima de un<br />
confinamiento dañino que excluye<br />
al mismo de recibir tratamiento.<br />
Si bien es verdad que este caso<br />
presentado por Human Rights<br />
Watch fue publicado hace más de<br />
diez años, creemos que representa<br />
muy bien las acciones que se<br />
llegan a tomar contra una<br />
situación malinterpretada: la<br />
drogadicción. Los mitos sobre la<br />
supuesta voluntad de los adictos<br />
terminan cayendo en una<br />
conclusión peligrosa: que las<br />
personas adictas a alguna<br />
sustancia merecen un castigo<br />
en vez de tratamiento y ayuda<br />
como con cualquier otra<br />
enfermedad.<br />
Muchas veces resulta complejo<br />
analizar las adicciones y las<br />
acciones que deberían (o no)<br />
ameritar una consecuencia. A<br />
diferencia de otras<br />
enfermedades, el sustrato<br />
biológico de las adicciones no<br />
tiene muchas manifestaciones<br />
externas más que las<br />
conductuales (desear seguir<br />
consumiendo la sustancia, etc.),<br />
ya que, evidentemente, se<br />
necesitan estudios rigurosos<br />
para monitorear los cambios<br />
en la neurofisiología del adicto.<br />
Esta característica, de forma<br />
general, la comparte, también,<br />
con otros trastornos mentales, los<br />
cuales suelen conllevar mitos y<br />
prejuicios bastante similares (sin<br />
olvidar que las personas que<br />
presentan alguna adicción<br />
suelen tener algún diagnóstico<br />
adicional). Con esto dicho, se<br />
podría decir que es entendible,<br />
hasta cierto punto, que las<br />
adicciones sean objeto de tantas<br />
malinterpretaciones.<br />
6<br />
No obstante, tanto<br />
nosotros como los<br />
organismos de salud<br />
pública tienen la<br />
responsabilidad de no<br />
tomar medidas contra las<br />
personas con adicciones<br />
hasta contar con la<br />
información necesaria. Es<br />
decir, la desinformación<br />
no justifica cualquier tipo<br />
de discriminación contra<br />
las personas con alguna<br />
adicción. Por fortuna,<br />
actualmente parece haber<br />
un mayor entendimiento<br />
del funcionamiento de las<br />
adicciones, lo cual lleva a<br />
los gobiernos de<br />
diferentes países a<br />
aprobar leyes que apoyen<br />
la ayuda terapéutica en<br />
vez de catalogar la adicción<br />
como un crimen. Esto<br />
presume que desembocará,<br />
a su vez, en el cambio<br />
progresivo de la<br />
mentalidad de la gente<br />
común ante las<br />
adicciones.
La Patología Dual: Común en Víctimas de<br />
Violencia Machista en Zonas Rurales<br />
Los prejuicios son fenómenos<br />
sociales comunes que todos<br />
experimentamos en la vida<br />
cotidiana, y como ya lo hemos<br />
mencionado hasta al cansancio,<br />
las adicciones no se quedan<br />
atrás. Mucha gente juzga, pero<br />
son pocos los que saben el<br />
trasfondo real que subyace de<br />
una persona adicta.<br />
En este caso presentado por el<br />
periódico online Redacción<br />
Médica publicado en Diciembre<br />
del 2018 se nos presentan y<br />
ejemplifican los principales<br />
factores desencadenantes de<br />
adicciones ya mencionados a lo<br />
largo del boletín en un solo<br />
contexto. La psiquiatra Amaya<br />
Caldero Alonso afirma que un 44%<br />
de las mujeres que atienden en<br />
España como consultores de<br />
violencia de género padece de<br />
patología dual, es decir, una<br />
adicción y otro trastorno mental a<br />
la vez, siendo la mayoría<br />
provenientes de zonas rurales.<br />
Desde el punto de vista<br />
psicosocial, podemos inferir que<br />
el hecho de que viven en una<br />
zona rural les impide tener<br />
acceso óptimo a la asistencia<br />
médica, a la educación, al empleo<br />
o a los medios de comunicación, lo<br />
que ocasiona que sean más<br />
vulnerables, poco consientes de<br />
sus padecimientos, y que incluso<br />
les sea más difícil denunciar su<br />
caso de violencia.<br />
El hecho de no reciban ayuda solo<br />
prolonga y empeora la situación.<br />
Como se menciona en la nota,<br />
mientras las mujeres conviven<br />
con el maltratador tienen mayor<br />
riesgo de trastorno por uso de<br />
psicofármacos, especialmente<br />
benzodiacepinas (usadas para<br />
tratar ansiedad). Posteriormente,<br />
tras separarse del maltratador y<br />
experimentar acoso posterior,<br />
así como el traumático proceso<br />
judicial y la pérdida de un<br />
proyecto de vida, recurren con<br />
mayor frecuencia al alcohol<br />
para reducir su estrés.<br />
Desde la perspectiva<br />
neurobiológica, hay evidencia<br />
científica de que a pesar de que<br />
el porcentaje de mujeres con<br />
problemas de adicción es<br />
significativamente menor que<br />
el de los hombres, las mujeres<br />
son más susceptibles a los<br />
efectos. La transición entre uso<br />
y adicción en mujeres es más<br />
rápida debido a los estrógenos,<br />
encargados de la regulación de<br />
dopamina en el cerebro. Las<br />
fluctuaciones hormonales<br />
generan una modificación en la<br />
forma en que las drogas afectan<br />
el cerebro. (Nature<br />
Communications, 2017) .<br />
Además, el hecho de que estás<br />
mujeres ya presenten<br />
enfermedades mentales como<br />
trastorno por estrés<br />
postraumático, los trastornos de<br />
ansiedad y la depresión, también<br />
las vuelve más vulnerables a<br />
sufrir las modificaciones<br />
neurobiológicas que causan la<br />
adicción.<br />
7<br />
En cuanto a la visión clínica, la<br />
premisa de que haya diferencias en<br />
la neurobiología ya es un factor<br />
para que la expectativa de género<br />
sea incorporada a las<br />
investigaciones epidemiológicas y<br />
las políticas que se aplican para la<br />
prevención y tratamiento de los<br />
trastornos por uso de sustancias y<br />
otros trastornos mentales. De esta<br />
manera, la ayuda proporcionada a<br />
los pacientes será más eficaz. De<br />
igual forma, es necesario hacer un<br />
análisis sindrómico y no tomar los<br />
síntomas como eventos excluyentes.<br />
Ya existen algunas iniciativas que<br />
integran el abordaje de la patología<br />
dual, pero todavía hay muchos<br />
lugares en donde el tratamiento de<br />
los pacientes con adicciones se<br />
realiza separado de la salud<br />
mental.<br />
Como ya pudimos analizar, este es<br />
uno de muchos casos en donde se<br />
presentan diversos factores que al<br />
final convergen en una adicción.<br />
Aunque cada caso sea diferente, va<br />
a ser muy difícil encontrar uno en<br />
donde la adicción se le pueda<br />
atribuir únicamente a la<br />
exposición a las drogas.
8<br />
Conclusión<br />
Para concluir, es importante enfatizar el hecho de<br />
que la adicción es un trastorno que depende de<br />
más de un factor; por tanto, no es correcto limitar la<br />
explicación a una sola causa, la cual frecuentemente<br />
es malinterpretada. Es decir, en las personas adictas<br />
se presentan procesos involuntarios (como la<br />
creación de dependencia del organismo hacia la<br />
sustancia consumida y la aparición de deseos por<br />
abstinencia), así como procesos voluntarios (las<br />
acciones tomadas para satisfacer dichos deseos,<br />
como el adaptarse al contexto para poder realizar el<br />
consumo de la sustancia). Con esto dicho, no se<br />
puede decir que las adicciones se eligen tener, pero<br />
tampoco que son imposibles de tratar y controlar. De<br />
ahí el famoso dicho “solo va a cambiar si<br />
verdaderamente lo quiere hacer”.<br />
De hecho, solo una minoría de las personas que<br />
usan drogas pueden convertirse en adictos, al<br />
igual que no todo el mundo tiene el mismo riesgo<br />
para el desarrollo de otra enfermedades crónicas.<br />
Esto es porque las personas dependen de su<br />
vulnerabilidad a diversos factores genéticos,<br />
ambientales y de desarrollo los cuales<br />
contribuyen a la determinación a la susceptibilidad<br />
única de una persona para el uso de drogas, para<br />
sostener el consumo de drogas y para someterse a<br />
cambios progresivos en el cerebro que lo<br />
caracterizan. (Volkow, D., et. al, 2016). Por lo<br />
tanto, aunque la exposición a largo plazo a las<br />
drogas es una condición necesaria para el<br />
desarrollo de la adicción, de ningún modo es una<br />
condición suficiente.<br />
Para más<br />
información visita<br />
ytutelocrees.es<br />
Fumar porros es más sano<br />
que fumar tabaco, la timidez<br />
se vence con el alcohol, dejar<br />
de fumar genera ansiedad, la<br />
adicción es un vicio… Este<br />
tipo de frases forman parte de<br />
los principales prejuicios y<br />
esquemas mentales que<br />
muchos de nosotros hemos<br />
tenido alguna vez acerca de las<br />
enfermedades mentales y las<br />
adicciones. Pero, “¿Y tú te lo<br />
crees?”.<br />
Bajo este eslogan nace esta<br />
campaña española de<br />
concienciación social que<br />
pretende, a través de la difusión<br />
de las 10 principales<br />
controversias sobre<br />
adicciones y enfermedades<br />
mentales a través de vídeos,<br />
buscar la identificación contigo,<br />
con cada uno de nosotros,<br />
porque esos prejuicios lejos<br />
de ayudar a los afectados, les<br />
marginan socialmente.
Referencias<br />
· Baumeister, R. F. (2017). Addiction, cigarette smoking, and voluntary control of action: Do cigarette smokers lose<br />
their free will? Addictive behaviors reports, 5, 67-84.<br />
· ENCODAT (2016). “Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, ENCODAT 2016-2017”.<br />
Disponible en: https://www.gob.mx/salud%7Cconadic/acciones-y-programas/encuesta-nacional-de-consumo-dedrogas-alcohol-y-tabaco-encodat-2016-2017-136758<br />
· Gañán, A., & Gordon, B. (1999). Las drogodependencias en los sistemas judicial y de tratamiento. Divergencias y<br />
puntos de encuentro. Trastornos adictivos, 1(3), 205-210.<br />
· Human Rights Watch (2009). “Excluidos del tratamiento: Castigos para los usuarios de drogas en las cárceles del<br />
estado de Nueva York”. Disponible en: https://www.hrw.org/es/report/2009/03/24/excluidos-del-tratamiento/castigospara-los-usuarios-de-drogas-en-las-carceles-del<br />
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en: http://ytutelocrees.es/wp-content/uploads/2017/04/resultados-campa%C3%B1a-y-tu-te-lo-crees2.pdf<br />
· O'Brien, CharlesP, and A. Thomas McLellan. "Myths about the treatment of addiction." The Lancet 347.8996<br />
(1996): 237-240.<br />
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https://www.who.int/substance_abuse/terminology/lexicon_alcohol_drugs_spanish.pdf<br />
· Redacción Médica (2018). “La patología dual, común en víctimas de violencia machista en zonas rurales.”<br />
Disponible en: https://www.redaccionmedica.com/secciones/psiquiatria/la-patologia-dual-comun-en-victimas-deviolencia-machista-en-zonas-rurales-1929<br />
· Reyes, H. (2018). “Adictos irán a centros de rehabilitación y no a la cárcel en Baja California.” Disponible en:<br />
https://sintesistv.com.mx/adictos-iran-a-centros-de-rehabilitacion-y-no-a-la-carcel-en-baja-california/<br />
· Souza y Machorro, M. (2014). Las adicciones en México: una visión terapéutica de sus mitos y metas. Revista de<br />
la Facultad de Medicina (México), 57(2), 15-24.<br />
· Volkow, N., Koob, G., McLellan, T. (2016). Neurobiologic Advances from the Brain Disease of Addiction. The New<br />
England Journal of Medicine.<br />
· Volkow ND, Muenke M. The genetics of addiction. Hum Genet 2012;131:773-777<br />
CrossRef | Web of Science | Medline<br />
Análisis de casos<br />
9