revista. marzo abril 2019
Revista bimensual de la Asociación Endometriosis Panamá. Edición Marzo - Abril 2019
Revista bimensual de la Asociación Endometriosis Panamá. Edición Marzo - Abril 2019
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Testimonio 4<br />
La historia de superación de<br />
Jeanette Shakalli<br />
En agosto del 2009, me tocó tomar mi segundo<br />
examen escrito para ser considerada como candidata al<br />
Programa de Doctorado en Matemáticas de Texas A&M<br />
University en Estados Unidos. Esa mañana desperté con unos<br />
cólicos indescriptibles. No obstante, gracias a la adrenalina y<br />
al estrés de pasar esta etapa del Programa de Doctorado, me<br />
enfoqué en la prueba de matemáticas que tenía en frente. Una<br />
vez terminé el examen, recuerdo que el dolor en mi abdomen<br />
persistía y mis amigos me insistieron en que fuese a Urgencias<br />
ya que con cada paso que daba me dolía la existencia.<br />
Cuando llegué al hospital en Texas, me hicieron varios<br />
exámenes y me dejaron esperando por mucho tiempo.<br />
Cuando finalmente me atendieron, me informaron que tenía<br />
un quiste y me refirieron a un médico especialista. Cabe<br />
señalar que en ningún momento me explicaron qué era un<br />
quiste, ni su causa, ni su tratamiento, ni nada. Sentí un pánico<br />
y una desesperación total. Solamente me quedó buscar<br />
información en Google. Cada artículo que leía me hacía sentir<br />
peor y peor. Cuando finalmente tuve el valor de contarles a<br />
mis papás lo que me estaba sucediendo, ellos me dijeron que<br />
me apoyarían incondicionalmente y que igual consultarían<br />
con médicos en Panamá.<br />
En mi cita médica con el especialista en Texas, me<br />
hicieron más exámenes y me informaron que tenía un quiste<br />
o un dermoide. Un dermoide, según me explicaron, es un<br />
quiste que posiblemente he tenido toda la vida. También me<br />
indicaron que era imprescindible que me operaran lo antes<br />
posible. En diciembre del 2009, me hicieron una laparoscopía<br />
y el médico especialista descubrió que tenía una enfermedad<br />
incurable llamada endometriosis.<br />
No les niego que apenas me dijeron que tenía una<br />
enfermedad incurable, las lágrimas no paraban de salir solitas.<br />
Y cuando me decían que no tiene cura pero sí tiene<br />
tratamiento, realmente eso no me hacía sentir mejor porque<br />
en mi mente solamente había escuchado “enfermedad<br />
incurable.” No obstante, cuánto más hablo con otras personas<br />
sobre la endometriosis y mi historia personal, más me entero<br />
que muchas mujeres padecen de esta condición.<br />
La endometriosis ocurre cuando el tipo de tejido que<br />
normalmente recubre el útero, crece en algún otro lugar. Los<br />
síntomas incluyen dolor, por lo general en el abdomen, la<br />
espalda baja o áreas de la pelvis, infertilidad, menstruaciones<br />
fuertes, sangrado entre períodos, y calambres menstruales<br />
dolorosos. Algunas mujeres no tienen ningún síntoma.<br />
No se conoce la causa de la endometriosis. La cirugía,<br />
por lo general una laparoscopía, es hoy la única forma de<br />
diagnosticar la endometriosis.<br />
En mi caso, siempre he sufrido de cólicos infernales<br />
cada vez que me viene la menstruación. Es un dolor tan<br />
horrible que no se lo deseo a nadie. Gracias a Dios encontre<br />
una pastilla que me alivia un poco el malestar. Cuando me<br />
diagnosticaron con la endometriosis, comenzó la búsqueda<br />
del tratamiento ideal que afectara mi estado emocional lo<br />
menos posible y controlara mi condición médica.<br />
Por seis meses, me inyectaron un medicamento mientras<br />
todavía estaba en Texas. Los efectos secundarios del<br />
medicamento son similares a los que experimentan las<br />
mujeres durante la menopausia, por lo que esos seis meses de<br />
mi vida fueron horrorosos pero necesarios ya que me<br />
ayudaron a controlar la endometriosis. Terminé mi Doctorado<br />
en Matemáticas en mayo del 2012, y después de varios<br />
intentos fallidos con diferentes anticonceptivos, mi médico<br />
en Panamá me recetó el Nuva Ring, que es un anillo vaginal<br />
anticonceptivo que desde agosto del 2012 a la fecha, ha<br />
funcionado de maravilla.<br />
Gracias al amor incondicional de mi familia, quienes<br />
me cuidaron recién operada y han estado siempre pendientes<br />
de mí, he podido echar para adelante y vencer el miedo de<br />
tener una enfermedad incurable. Definitivamente que al<br />
conocer que más mujeres viven con la endometriosis, me dio<br />
la fortaleza necesaria para compartir mi historia y contar<br />
sobre mi experiencia para que más mujeres sepan que no<br />
estamos solas. ¡Qué vivan las EndoGuerreras!<br />
Jeanette Shakalli<br />
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