Revista Club Unión Mayo 2019
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fundó San Pedro de Taboga a orilla<br />
de la playa de la entonces despoblada<br />
isla.<br />
Hoy yace sobre una ruina de mampostería<br />
de la época colonial una<br />
placa de cerámica que reza: ‘Después<br />
de su fundación en 1524, el canónigo<br />
Hernando de Luque se hace construir<br />
una magnífica mansión de descanso<br />
donde pasaba temporadas. Se<br />
cree que estas ruinas son los remanentes<br />
de dicha quinta'. Allí se evidencia<br />
que el mensaje fue plasmado<br />
después de la muerte del religioso.<br />
El edificio de calicanto fue levantado<br />
para instalar el primer monasterio<br />
en la isla, señaló el historiador Jorge<br />
Conte Porras.<br />
Transcurridos los siglos, las ruinas se<br />
convierten en un referente histórico<br />
del paso del sacerdote por este<br />
territorio, que el escritor panameño<br />
Rogelio Sinán definió como la ‘Isla<br />
Mágica'. Datos históricos recabados<br />
por La Estrella de Panamá se convierten<br />
en el complemento que hace<br />
referencia al protagonismo del personaje<br />
que financió las expediciones<br />
que llevaron a los colonizadores a las<br />
tierras del Imperio inca.<br />
LOS SOCIOS<br />
Su compañero, Francisco Pizarro,<br />
comenzaría sus andanzas por el<br />
Nuevo Mundo con 24 años de edad.<br />
Viajó a América, como tantos de sus<br />
coterráneos, seducido por la aventura<br />
y la posibilidad de hacerse rico,<br />
despojando a los indios de sus tesoros.<br />
Arribó como soldado, convencido<br />
de que sería difícil ascender por<br />
su condición de hijo ilegítimo y carente<br />
de educación.<br />
Una situación inesperada le cambió<br />
el rumbo. Eran años difíciles en los<br />
que los españoles trataban de asentarse<br />
en territorio americano luchando<br />
contra los indígenas. En una de<br />
las expediciones, cuya intención era<br />
tomarse el golfo de Urabá, el conquistador<br />
Alonso Ojeada fue herido<br />
en una pierna por una de las flechas<br />
envenenadas que usaban los nativos<br />
para frenar la avanzada española.<br />
Pizarro, a sus 32 años de edad, pasó<br />
de ser un militar anónimo a ser<br />
capitán y jefe de la expedición. En<br />
1522, el español huyó a tierras panameñas<br />
esperando en vano que arribaran<br />
refuerzos para la conquista del<br />
golfo de Urabá.<br />
En suelo patrio, el español se enriqueció;<br />
se hizo alcalde de la ciudad<br />
y construyó una residencia en<br />
la Isla de las Flores, a orillas del mar.<br />
Todavía permanece, aunque restaurada<br />
para encarar el deterioro de los<br />
años. Aún conserva una pared de<br />
calicanto.<br />
La propiedad, ubicada en una calle<br />
que honra al conquistador peruano,<br />
fue adquirida por un ciudadano<br />
francés.<br />
Pizarro era copropietario de una<br />
compañía minera de oro. En la isla<br />
tenía a su servicio más de un centenar<br />
de indígenas de los que, además,<br />
recibía tributos. También en Taboga<br />
se dedicó a la agricultura y a la venta<br />
de materiales para la construcción<br />
de nuevos barcos.<br />
Era un hombre ambicioso en busca<br />
de honra, riqueza y reconocimiento.<br />
Y, motivado por las narraciones del<br />
español Pascual de Andagoya sobre<br />
el imperio incaico, emprendió una<br />
aventura. Se asoció con Diego de<br />
Almagro y De Luque para fundar la<br />
Compañía de Levante, encaminada<br />
a la conquista de Perú.<br />
LOS TRES VIAJES<br />
Las carabelas ‘Santiago' y ‘San Cristóbal',<br />
en las que viajó a suelos incas,<br />
fueron reconstruidas en el Astillero<br />
Los Pinel, que estaba ubicado justo<br />
al lado de la casa de Pizarro. ‘El<br />
español comunicó su proyecto de<br />
conquista a sus socios y ordenó la reconstrucción<br />
de dos navíos', aseguró<br />
Gilberto Botello, cuentista tabogano.<br />
La leyenda cuenta que antes de<br />
zarpar hacia el Sur del Pacífico, Almagro<br />
y Pizarro asistieron a una misa<br />
oficiada por Luque. En la ceremonia,<br />
el sacerdote partió una hostia y los<br />
tres comulgaron como testimonio<br />
ante Dios y ante los hombres de su<br />
confianza.<br />
La iglesia, aún en pie, es considerada<br />
la segunda más antigua del continente<br />
y un patrimonio histórico del<br />
paso de los españoles por la isla.<br />
En 1524, Almagro y Pizarro emprendieron<br />
la expedición en el ‘Santiago'<br />
hacia el Sur del Pacífico de América,<br />
desde la isla de Taboga. Después de<br />
dos intentos fallidos, en 1531 partió<br />
del Istmo de Panamá a la conquista<br />
definitiva del Perú. Después de establecer<br />
contacto con el emperador<br />
inca Atahualpa, Pizarro lo obligó<br />
a convertirse al cristianismo y a<br />
aceptar la autoridad del rey Carlos V.<br />
Y posteriormente, un año después,<br />
en 1532, ordenó estrangularlo, lo<br />
que supuso el final del Imperio inca y<br />
la conquista de los españoles.