Atlas Cafetero de Colombia 1927-2017 PAG_1_A_62

A T L A S C A F E T E R O D E 

C O L O M B IA

1927-2017

978-958-8323-89-3 

 

 

 

 

© Federación Nacional de Cafeteros de Colombia 

© Instituto Geográfico Agustín Codazzi 

www.federaciondecafeteros.org 

www.igac.gov.co 

Este Atlas Cafetero de Colombia se publica en el marco 

de las celebraciones de los 90 años de la FNC. 

Oficina Central de FNC 

Dirección: Calle 73 No. 8-13, Bogotá, Colombia 

Teléfono (+57) 3136600 

Primera edición: noviembre de 2017. 

Revisión, corrección y traducción de textos: Octavio Pineda. 

Diseño y diagramación: Vilma Pérez y Johnnatan López. 

Cubierta: Juan Pablo Castro, Nevado del Tolima, 2015, fotografía. 

ISBN: 978-958-8323-89-3 

Impresión: Imprenta Nacional de Colombia. 

Todos los derechos reservados. 

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema recuperable o transmitida en 

forma alguna o por ningún medio electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros, sin el previo permiso 

escrito de la Federación Nacional de Cafeteros y del Instituto Geográfico Agustín Codazzi.

FEDERACIÓN NACIONAL DE CAFETEROS DE COLOMBIA 

en su condición de administradora del Fondo Nacional del Café 

Gerente General 

Roberto Vélez Vallejo 

Gerente Administrativo 

Carlos Alberto González Arboleda 

Gerente Financiero 

Juan Camilo Becerra Botero 

Gerente Comercial 

Mario Eduardo Vega Roa (e) 

Gerente Técnico 

Hernando Duque Orrego 

Secretaria General 

María Aparicio Cammaert 

Representante por el Comité del Huila 

Roberto Achicué Ome 

Representante por el Comité del Magdalena 

Ricardo Arturo Hernández Rubio 

Representante por el Comité de Nariño 

Jesús Armando Benavides Portilla 

Representante por el Comité de Norte de Santander 

Alfredo Yáñez Carvajal 

Representante por el Comité del Quindío 

Carlos Alberto Cardona Cardona 

Representante por el Comité de Risaralda 

Germán Parra Correa 

Representante por el Comité de Santander 

Jorge Julián Santos Orduña 

Comité Nacional y Directivo 

Ministro de Hacienda y Crédito Público 

Mauricio Cárdenas Santamaría 

Representante por el Comité del Tolima 

Luis Javier Trujillo Buitrago 

Representante por el Comité del Valle del Cauca 

Camilo Restrepo Osorio 

Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural 

Juan Guillermo Zuluaga Cardona 

Ministra de Comercio, Industria y Turismo 

María Lorena Gutiérrez Botero 

Director Departamento Nacional de Planeación 

Luis Fernando Mejía Álzate 

Representante por el Comité de Antioquia 

José Fernando Montoya Ortega 

Representante por el Comité de Boyacá 

José Alirio Barreto Buitrago 

Representante por el Comité de Caldas 

Eugenio Vélez Uribe 

Representante por el Comité del Cauca 

Danilo Reinaldo Vivas Ramos 

Representante por el Comité de Cesar-Guajira 

Pedro Gonzalo Carrillo Urariyu 

Representante por el Comité de Cundinamarca 

Javier Bohórquez Bohórquez 

Directores Ejecutivos 

Comité de Cafeteros de Antioquia 

Álvaro Jaramillo Guzmán 

Comité de Cafeteros de Boyacá 

Carlos Roberto Restrepo Rodríguez 

Comité de Cafeteros de Caldas 

Jorge Hernán López Jaramillo 

Comité de Cafeteros del Cauca 

Gerardo Montenegro Paz 

Comité de Cafeteros de Cesar-Guajira 

Álvaro Osorio Cuenca 

Comité de Cafeteros de Cundinamarca 

Marcos Alberto Barreto García 

Comité de Cafeteros del Huila 

Jorge Enrique Montenegro Polanía 

Comité de Cafeteros del Magdalena 

Édgar Ramírez Perdomo

Comité de Cafeteros de Nariño 

Hernando Delgado Gómez 

Coordinador Programa Yarumo 

Daniel Fernando Chica Díaz 

Comité de Cafeteros de Norte de Santander 

Ricardo Mendoza Valero 

Director Programa Gestión Inteligente del Agua (GIA) 

Rodrigo Calderón Correa 

Comité de Cafeteros del Quindío (e) 

Mauricio Medina Aguirre 

Comité de Cafeteros de Risaralda 

Jorge Humberto Echeverri Marulanda 

Comité de Cafeteros de Santander 

Néstor Serrano Capacho 

Comité de Cafeteros del Tolima 

Gildardo Monroy Guerrero 

Comité de Cafeteros del Valle del Cauca 

Héctor Fabio Cuéllar López 

Director de Asuntos Gremiales 

Carlos Armando Uribe Fandiño 

Director Desarrollo Cooperativo 

Javier Sanín Trujillo 

Gerente Almacafé 

Octavio Castilla Gutiérrez 

Agradecimientos 

Gerencia Técnica 

Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé) 

Director 

Álvaro León Gaitán Bustamante 

Investigador Senior 

Álvaro Jaramillo Robledo 

Investigador Científico II 

Juan Carlos García López 

Especialista SIG-Gestión Inteligente del Agua (GIA) 

Felipe Aldemar Carvajal Monroy 

Coordinador Laboratorio Central (Almacafé) 

Rodrigo Alarcón Suárez 

Gerencia Administrativa 

Directora Desarrollo Organizacional (e) 

Gineth Alba Reyes 

Directora Comunicaciones Corporativas 

Martha Sánchez Sarmiento 

Coordinador Comunicación al Caficultor 

Juan Pablo Castro Chávez 

Coordinadora Programa Equidad de Género 

Claudia del Pilar Rodríguez Mejía 

Coordinadora Programa Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCCC) 

Lina María Rivas Velásquez 

Gerencia Comercial 

Planeación 

María Fernanda Vera Guzmán 

Agradecimientos Especiales 

Servicio de Extensión 

Gerencia Técnica-Programa Sistema de Información Cafetera (SICA) 

Coordinador Nacional Programa SICA 

Juan Pablo Becerra Henríquez 

Líder Disciplina de Suelos 

Siavosh Sadeghian Khalajabadi 

Coordinador TIC 

Luis Ignacio Estrada 

Especialistas SIG 

Martha Leonor Córdoba Salamanca 

Víctor Manuel Balceros Garzón 

Juan Carlos Vásquez Barrera 

Camilo Alexander León Sánchez 

Oficina Central 

Líder Nacional de Extensión Rural (e) 

Carlos Mario Jaramillo Cardona 

Director Oficinas Coordinadoras y otros territorios (e) 

Huver Elías Posada Suárez 

Analista SICA 

Luis Fernando Quintero Castañeda 

Investigaciones Económicas 

Director 

José Leibovich Goldenberg 

Coordinadores de Programa Nacional 

José Jaramillo Valencia 

Jaime Cárdenas López 

Raúl Jaime Hernández Restrepo 

Rodolfo Suárez Rubio 

Especialista 

Óscar Mauricio Bernal Vargas 

Asistente 

Nancy González Sanguino

INSTITUTO GEOGRÁFICO AGUSTÍN CODAZZI 

Comité Directivo 

Director 

Juan Antonio Nieto Escalante, Director General IGAC 

Mauricio Perfetti Del Corral 

Director General 

Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) 

Presidente Consejo Directivo IGAC 

Comité Editorial 

Juan Antonio Nieto Escalante, Director Comité Editorial; 

Diana Patricia Ríos García, Secretaria General; 

Andrea del Pilar Moreno Hernández, Jefe Oficina Asesora de Planeación; 

Héctor Mauricio Ramírez Daza, Jefe Oficina Centro de Investigación y 

Desarrollo de Información Geográfica (CIAF); 

Fredy De la Ossa, Jefe Oficina de Informática y Telecomunicaciones; 

Paola Méndez Hernández, Jefe Oficina de Difusión y Mercadeo de Información; 

Marco Tulio Herrera Sánchez, Subdirector de Geografía y Cartografía; (e) 

Germán Darío Álvarez Lucero, Subdirector de Agrología; 

Ingrid Zoraya Tenjo, Subdirectora de Catastro (e). 

Omar Ariel Guevara Mancera 

Delegado por parte del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible 

Felipe Fonseca Fino 

Director General de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) 

Delegado por parte del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural 

Javier Pérez Burgos 

Director de Desarrollo Territorial Sostenible del Departamento Nacional 

de Planeación (DNP) 

Mayor General Rodrigo Alejandro Valencia Hurtado 

Representante del Ministerio de Defensa Nacional 

Édgar Moncayo Jiménez 

Representante del Presidente de la República 

Marco Tulio Herrera Sánchez 

Subdirector de Geografía y Cartografía 

Judith Alicia Salas Miranda 

Dirección y Revisión Técnica 

Coordinación y Producción 

Ana Victoria Rincón Martínez 

Adriana Emilcen Casas Fajardo 

Coordinación Cartográfica 

Adriana Esperanza Becerra Bautista 

Producción de Cartografía Básica y Temática en Multiescala 

Adriana Esperanza Becerra Bautista 

Luz Kelly García Conde 

Apoyo Técnico 

Natalia Lorena Montoya Páez 

Arlenson Peláez Contreras 

Hugo Albeiro Garay Soto 

Colaboración 

Manuel Guillermo Beltrán Quecán 

Luz Ángela Castro Ñungo 

Diseño y Diagramación 

Vilma Lucía Inés Pérez Valencia

C O N T E N I D O 

PRÓLOGO 

Colombia, país privilegiado para producir el mejor café del mundo 12 

Roberto Vélez Vallejo 

INTRODUCCIÓN 

 

Hernando Duque Orrego 

 

GENERALIDADES 

Producción mundial de café 19 

 

 

COLOMBIA CAFETERA 

El censo cafetero de 1932 23 

 

 

El café en Colombia 26 

Antonio Herrón Ortiz 

 

 

Sistemas de producción de café en Colombia 30 

Cafés especiales 36 

Una óptima red de comercialización 38 

 

 

Claudia Rodríguez 

 

 

 

 

Carlos Armando Uribe F. 

EL CLIMA Y SU RELACIÓN CON EL CULTIVO DEL CAFÉ 

 

 

Temperatura 52 

Brillo solar 56 

La broca del café 58 

COMITÉS DE CAFETEROS 

 

 

 

 

Caldas 86 

Cauca 98 

Cesar-La Guajira y Bolívar 110 

 

 

Huila 156 

Magdalena 168 

Nariño 180 

ATLAS CAFETERO DE COLOMBIA 

7

Norte de Santander 192 

 

 

Risaralda 216 

Santander 228 

 

 

Valle del Cauca 252 

 

 

 

PROYECTOS ESPECIALES 

Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCCC) 318 

Gestión Inteligente del Agua - Manos al Agua 320 

 

 

GLOSARIO 333 

BIBLIOGRAFÍA 337 

ANEXOS 

 

 

Totales departamentales 362 

Comités Municipales de Cafeteros 363 

8

Í N D I C E DE MAPA S 

Mapa cafetero 1932 22 

Mapa cafetero 2017 25 

Mapa físico 31 

Regiones cafeteras 32 

Épocas de cosecha cafetera 33 

Concentración del uso de suelo en el cultivo del café 34 

Cafés especiales: categoría sostenibles 37 

Cobertura institucional de la garantía de compra 39 

Productores de café 41 

División administrativa FNC 43 

Organización gremial cafetera 45 

Precipitación acumulada anual zona cafetera, promedio histórico 49 

Precipitación acumulada anual zona cafetera, escenario 

El Niño 1997-1998 50 

Precipitación acumulada anual zona cafetera, escenario 

La Niña 1999 51 

Temperatura promedio anual zona cafetera, promedio histórico 53 

Temperatura mínima anual zona cafetera, promedio histórico 54 

Temperatura máxima anual zona cafetera, promedio histórico 55 

Brillo solar anual acumulado zona cafetera, promedio histórico 57 

Vulnerabilidad de broca del café, zona cafetera, promedio histórico 59 

Departamento de Antioquia 

Mapa físico-político 63 

Subregiones cafeteras 65 

Suelos 66 

Tipo de caficultura por lote cafetero 67 

Exposición solar de la caficultura por lote cafetero 68 

Variedades de café según su resistencia a la roya 69 

Densidad de siembra en zona cafetera por municipio 70 

Edad de los lotes cafeteros 71 

Concentración del uso del suelo en el cultivo del café 72 

Área en café del productor por municipio 73 

Departamento de Boyacá 



Suelos 78 








Departamento de Caldas 



Suelos 90 








Departamento del Cauca 



Suelos 102 








Departamento del Cesar 


Departamento de La Guajira 


Departamento de Bolívar 


Departamento del Cesar 


Suelos 116 








Departamento de La Guajira 


Suelos 126 








Departamento de Bolívar 


Suelos 136 








Departamento de Cundinamarca 



Suelos 148 








Departamento del Huila 



Suelos 160 


Exposición solar de la caficultura por lote cafetero 162 






Departamento del Magdalena 



Suelos 172 








Departamento de Nariño 




9

Suelos 184 








Departamento de Norte de Santander 



Suelos 196 








Departamento del Quindío 



Suelos 208 








Departamento de Risaralda 



Suelos 220 








Departamento de Santander 



Suelos 232 








Departamento del Tolima 



Suelos 244 








Departamento del Valle del Cauca 



Suelos 256 






Concentración del uso del suelo en el cultivo del café 262 


Departamento de Casanare 


Departamento del Meta 


Departamento del Caquetá 


Departamento del Putumayo 


Departamento del Chocó 


Departamento de Casanare 


Suelos 272 








Departamento del Meta 


Suelos 281 








Departamento del Caquetá 


Suelos 290 








Departamento del Putumayo 


Suelos 299 








Departamento del Chocó 

Suelos 308 








Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCCC) 319 

Ubicación general Proyecto “Manos al Agua” 321 

Implementaciones en soluciones de agua-Proyecto “Manos al Agua” 322 

Implementaciones complementarias-Proyecto “Manos al Agua” 323 

Intervenciones programa forestal 1993-2017 325 

Intervenciones programa forestal 2007-2017 327 

Herramientas de manejo de paisaje como estrategia de 

mejoramiento de la conectividad biológica 329

P R Ó LO G O 

Colombia, país privilegiado para producir 

el mejor café del mundo 

¿Por qué Colombia sigue siendo después de siglo y medio el principal exportador de cafés suaves del mundo? 

En buena medida por su oferta ambiental proveniente de su ubicación geográfica, su clima, sus suelos, su 

altura y sus aguas. La otra parte, no menos importante tiene que ver con su institucionalidad y las personas 

que con gran amor y tenacidad se han dedicado al cultivo y comercialización del café más suave del mundo 

y así han construido un modo de vida digno generando riqueza y capital social. 

Entre los diversos países sudamericanos que la cordillera de los Andes atraviesa, es justamente en Colombia 

donde ésta más se amplía: tres ramales que generosamente abrazan la mitad del territorio nacional y donde 

se asienta la mayor parte de la población, y cuya diversidad en flora y fauna domina el paisaje. Qué mejor 

emblema de esta riqueza orográfica que el Cerro Tusa, hermosa e imponente pirámide natural, ubicada en 

el suroeste antioqueño, que inspiró el logo de Café de Colombia y nos identifica ante el mundo. 

A esta riqueza topográfica se suma la ubicación del territorio colombiano, atravesado por la línea del 

Ecuador en su región amazónica. La zona cafetera colombiana, que es de montaña, abarca desde los sureños 

departamentos de Nariño y Putumayo, por debajo de los 3° de latitud norte, hasta más allá de los 7° latitud 

norte en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta o de la serranía del Perijá. 

Esta ubicación tropical se traduce en abundante agua que fluye por la macrocuenca hidrográfica conformada 

por los ríos Cauca y Magdalena con todos sus afluentes, en muchas horas de brillo solar y temperaturas 

relativamente estables a lo largo del año. Complementa lo anterior la gran diversidad y riqueza de sus suelos. 

Esta ventaja del territorio influye en los atributos finales de taza del café que produce Colombia, el país con 

mayor diversidad de sabores y el mayor proveedor de cafés especiales. Mientras los cafés de la Sierra Nevada 

de Santa Marta tienden a ser suaves y delicados, los del sur del país, en departamentos como Cauca y Nariño, 

tienden a ser de acidez más alta. 

Colombia es el mayor proveedor mundial de café suave lavado gracias a la abundante agua con que la 

naturaleza dotó a su territorio. Los caficultores colombianos apostaron desde sus inicios por el beneficio 

húmedo del grano, es decir, despulparlo, fermentarlo, lavarlo y secarlo con gran cuidado en cada etapa, para 

así preservar y potenciar sus atributos de calidad intrínsecos. 

El presente Atlas Cafetero es la radiografía más actualizada y completa de la caficultura colombiana. 

Describe las principales características técnicas y variables estratégicas de los sistemas de producción en 

los 22 departamentos cafeteros del país, lo que incluye su localización geográfica, el número de hectáreas 

y municipios cafeteros, el rango de altitud en el cual se ubican, la temperatura media, el régimen de 

precipitación anual, las horas de brillo solar, el tipo de suelos, así como los diversos grados de tecnificación 

y manejo de sombríos. 

Todas estas variables determinan si en cada región cafetera la cosecha se recoge de manera concentrada o se 

reparte entre una cosecha principal y una “mitaca” o “traviesa”, lo que permite tener café fresco todo el año. 

Especial atención merece la densidad, la edad de los cafetales y el uso de variedades resistentes a 

enfermedades como la roya (Hemileia vastatrix), desarrolladas por el Centro Nacional de Investigaciones 

de Café (Cenicafé). En este atlas se puede observar la importante y positiva dinámica de estas tres últimas 

variables, definitivas para continuar buscando la rentabilidad de la caficultura colombiana. 

12

Para hoy tener este importante logro que permite observar integralmente nuestra caficultura, quiero 

destacar la labor cotidiana y responsable del Servicio de Extensión, cuyos profesionales actualizan un 

número importante de variables que nos permiten tomar las más acertadas y confiables decisiones. 

El Atlas Cafetero hace también un breve recuento histórico de la llegada del café al territorio de los actuales 

departamentos productores y de cómo se gestó y creó la institucionalidad cafetera en cada uno de ellos. Con 

unidad de propósito desde la creación de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) el 27 de junio de 1927, 

es por medio de los Comités Departamentales, y sus respectivos Comités Municipales, que el gremio ha 

puesto en práctica su misión de velar por el bienestar de los productores y sus familias. 

Bienes y servicios públicos proveídos por la FNC al conjunto de los productores, como la garantía de 

compra, la investigación científica y el desarrollo tecnológico por parte de Cenicafé, la asistencia técnica del 

Servicio de Extensión, la comercialización de cafés de valor agregado, y labores de promoción y publicidad, 

representan importantes ventajas competitivas para el Café de Colombia en la industria global. 

En estas páginas se destacan también algunos de los principales atributos de calidad, tales como aroma, 

sabor, acidez, cuerpo o balance, que caracterizan a los diversos orígenes de café colombiano, con su rico 

espectro de notas, matices y sensaciones. De hecho mucha de la apuesta comercial de Colombia se centra 

en ofrecer cafés diferenciados de la más alta calidad, obras de arte de nuestra caficultura, que además se 

traducen en mejores ingresos para los productores. 

Complementan este Atlas Cafetero los aportes más relevantes de algunos programas implementados por 

la FNC, como Gestión Inteligente del Agua (GIA), centrado en el mejor manejo del recurso hídrico en 25 

microcuencas cafeteras, y el programa KfW de reforestación en las cuencas de los ríos en zona cafetera. 

Más allá de su claro componente ambiental, estos proyectos apuestan por la sostenibilidad integral de los 

productores, lo que incluye los componentes económico, social e institucional. 

El Sistema de Información Cafetera (SICA), herramienta fundamental de nuestra institución, ha sido el 

proveedor fundamental de información de este Atlas, pues está conformado por una base de datos dinámica 

y georreferenciada que nos ha permitido tomar determinaciones para planear y ejecutar programas que 

adelanta la Federación en beneficio de los productores cafeteros. 

No me resta sino agradecer a todas las personas que, ardua y comprometidamente, trabajaron en la 

elaboración y publicación de este Atlas Cafetero, desde la recopilación y consolidación de información, 

incluidos mapas temáticos, pasando por la elaboración y revisión de textos y el diseño, hasta la bella 

impresión y encuadernación, e invito a todos a adentrarse en el maravilloso mundo del café, que tanto 

orgullo y renombre ha dado a Colombia. 

 

Gerente General 

Federación Nacional de Cafeteros 


13

I N T R O D U C C I Ó N 

Una actualizada y completa mirada 

a la caficultura colombiana 

En el marco de la celebración de sus 90 años, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) pone a disposición 

del público en general el presente Atlas Cafetero de Colombia, elaborado conjuntamente con el Instituto 

Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), el cual constituye una mirada actualizada y completa a la caficultura 

del país. 

Esta obra es también una forma de resaltar la casi milimétrica cartografía de la zona cafetera de la cual 

dispone la FNC, cuya Gerencia Técnica es la encargada de administrar el Sistema de Información Cafetera 

(SICA), base de datos georreferenciada única en su tipo, que permite caracterizar, actualizar y conocer con 

detalle los datos más relevantes de cada finca cafetera, por más pequeña y remota que sea. 

Variables importantes como las coordenadas geográficas, la altitud, el número de productores, fincas y 

áreas, y atributos de los lotes cafeteros –tecnificado joven, envejecido o tradicional–, la predominancia de 

las variedades cultivadas -bien sean resistentes o susceptibles a enfermedades como la de la cereza del café 

(CBD) o la roya–, la densidad de árboles de café por hectárea cultivada y edad promedio de cafetales, 

que pueden estar a libre exposición solar, bajo sombra o semisombra, aportan información clave del vasto 

universo de unidades productivas a nivel individual, municipal, regional, departamental y nacional. 

Y es precisamente esta información georreferenciada, actualizada en el terreno por los extensionistas de 

la FNC, la que ha permitido elaborar e ilustrar con imágenes satelitales y aerofotografías a color de alta 

resolución, este Atlas Cafetero, enriquecido con la cartografía básica del IGAC. 

Textos explicativos y mapas complementarios sobre temperatura, brillo solar, lluvias, suelos, distribución 

de la cosecha en las diferentes regiones y plagas como la broca del café, elaborados con el valioso aporte de 

investigadores del Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé, adscrito a la Gerencia Técnica de 

la FNC), ayudan a tener una comprensión más amplia de toda esta información, para observar el desempeño 

de la caficultura. 

Pero más allá de los rigurosos datos técnicos, este Atlas Cafetero también incluye un breve recuento histórico 

de cómo y cuándo llegó el café al territorio de los actuales departamentos productores y de la gestación de 

la institucionalidad cafetera en cada uno. 

Desde la creación de la FNC el 27 de junio de 1927, por iniciativa de líderes cafeteros visionarios que tuvieron 

clara la necesidad de contar con un gremio unido que velara por el bienestar de los productores y sus familias, 

les ayudara a producir y comercializar el grano, y los representara nacional e internacionalmente, esa semilla 

inspiradora encontró terreno fértil y eco en líderes cafeteros de las más diversas regiones, quienes poco a 

poco fueron promoviendo y creando los distintos Comités Departamentales (y sus respectivos Comités 

Municipales), actores fundamentales en el desarrollo rural de buena parte del país cuyas acciones, obras de 

infraestructura y legado trascienden lo puramente cafetero. 

Conformados por líderes cafeteros de cada región, sensibilizados con las realidades y necesidades específicas de 

sus representados, estos Comités se han encargado de proponer e implementar directrices, políticas y proyectos 

emanados de la máxima autoridad e instancia de decisión del gremio, el Congreso Nacional de Cafeteros. 

Teniendo en cuenta la importancia de adquirir las cosechas de café y el bien público de la garantía de 

compra, se dio un espacio en este Atlas al esquema de comercialización implementado con ayuda de aliados 

estratégicos como las Cooperativas de Caficultores y los almacenes de Almacafé, brazo logístico de la FNC. 

14

Como mayor productor mundial de café arábigo suave lavado, Colombia es también un productor relevante 

de cafés especiales altamente diferenciados, con gran diversidad de perfiles de taza únicos y excepcionales. 

Y entre ese rico universo de cafés, cada departamento, cada subregión, cada municipio, cada vereda, cada 

finca e incluso cada lote puede producir un café distinto. Por tanto, los perfiles de taza regionales que aquí 

se presentan son apenas una pequeña aproximación a ese amplio abanico de atributos sensoriales que 

caracterizan a nuestros cafés. 

Es evidente que esta amplia gama de orígenes se ve enriquecida por aspectos culturales y paisajísticos de 

acentuada raigambre y tradición, como ocurre con el Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCCC, del 

cual forman parte los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca). Por ello es lógico 

que también el PCCC, inscrito desde 2011 en la Lista de Patrimonio Mundial, ocupe un lugar en este Atlas. 

Debe reconocerse que los antecedentes de esta publicación se remontan a 1932, cuando la FNC llevó a 

cabo el primer censo nacional cafetero y cuyos resultados dio a conocer en 1933 en diversas publicaciones 

que incluían tablas, gráficas y estaban ilustradas con los mapas cafeteros de los distintos departamentos 

productores y el mapa cafetero de la República, reproducido en este Atlas. 

Toda esa información sirvió de base para que, desde entonces, la institucionalidad cafetera pudiera hacer 

diagnósticos precisos, idear estrategias, trazar directrices y medir resultados; ese primer censo cafetero fue 

de hecho el insumo original, la base sobre la cual se construiría más adelante, junto con otras mediciones, el 

actual SICA, que es uno de los activos más valiosos de los caficultores colombianos. 

Buscando ir a la par de los avances tecnológicos, la FNC implementó recientemente el aplicativo SICA 

móvil, que permite a los extensionistas registrar y actualizar información directamente en las fincas sin 

depender de acceso a internet, y una vez llegan a un sitio con conectividad, sincronizan las novedades 

registradas y así queda actualizada la información del SICA. 

Esta tarea aparentemente sencilla requiere un gran compromiso y esfuerzo por parte de la FNC: el de hacer 

presencia en los más apartados rincones cafeteros de la muy difícil geografía nacional, pero al mismo tiempo 

contar con información robusta y fidedigna para comprender la caficultura, a los caficultores y las dinámicas 

correspondientes. Esta es una de las muchas labores que realiza el Servicio de Extensión, reconocido como 

uno de los mejores del mundo por su integralidad, adaptabilidad regional, compromiso, cercanía con el 

productor, y por su invaluable aporte a la construcción de tejido social en la caficultura; trabajo que va 

más allá de la pura asistencia técnica, pero que simultáneamente tiene el propósito de mantener cafetales 

sanos y productivos, representados en sólidos sistemas de producción, que deberán conducir a elevar la 

rentabilidad de los productores de forma sostenible y en armonía con el medio ambiente. 

Con el soporte de las tecnologías actuales, el presente Atlas Cafetero es también la continuación de ese primer 

esfuerzo realizado en 1932 por la FNC para recopilar y dar a conocer al público información relevante y de 

primera mano sobre la caficultura colombiana. 

 

Gerente Técnico 



15

Generalidades 

• FNC, articuladora de la geografía cafetera colombiana 

• Producción mundial de café 

16

17 

ATLAS CAFETERO DE COLOMBIA 17 

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18 

La garantía de compra es el bien público cafetero más valorado por los productores, pues les permite comercializar su café al mejor precio base posible, con pago de

la geografía cafetera colombiana 

La geografía colombiana es en buena medida una geografía cafetera. Es el 

café el que le da gran parte de su identidad. 

De los muchos países de Sudamérica que la imponente cordillera de los 

Andes atraviesa, es en Colombia donde ésta más se ramifica: son tres 

ramales que abrazan generosamente su territorio. De ahí que Colombia sea 

un país tan montañoso. 

Y esta riqueza orográfica, sumada a la ubicación de privilegio del territorio 

–prácticamente en el Ecuador, lo que a su vez se traduce en brillo solar 

y temperaturas relativamente estables todo el año–, ha permitido que la 

caficultura florezca con ímpetu. 

La caficultura colombiana es una de montaña. Y al ser el agua un 

recurso natural tan abundante (que debe cuidarse cada vez más), esta 

caficultura apostó desde sus inicios por el beneficio húmedo del grano, es 

decir, despulparlo, fermentarlo, lavarlo y secarlo, con el fin de potenciar 

los atributos de calidad intrínsecos del café arábigo que se cultiva 

en Colombia. 

La riqueza de suelos también influye en los atributos finales de nuestro 

café. Mientras los cafés de la Sierra Nevada de Santa Marta tienden a ser 

más suaves, los del sur del país, en departamentos como Cauca y Nariño, 

tienden a ser de acidez más alta por los suelos volcánicos en que se cultivan. 

Gracias a toda esta riqueza y diversidad de factores geográficos, ambientales, 

agrícolas y humanos, el café colombiano ha conquistado su renombre y 

lugar de privilegio en la industria global como un grano de la más alta 

calidad. 

Pero todos estos privilegios con que la naturaleza dotó al territorio 

colombiano en general y a la geografía cafetera en particular han sido 

bien aprovechados y potenciados por los caficultores mismos, quienes 

a finales de los años 20 del siglo pasado tuvieron la grandeza de miras 

suficiente para unirse y crear una organización que los representara 

nacional e internacionalmente, les ayudara a potenciar la producción y 

comercialización del grano, y contribuyera a elevar su bienestar y el de sus 

familias. 

El 27 de junio de 1927, en el Segundo Congreso Cafetero celebrado en 

Medellín, se creó la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) con la misión 

de velar por el bienestar de los productores por medio de una efectiva 

organización gremial, democrática y representativa, misión que desde 

entonces se ha mantenido como una brújula que ha dado un rumbo claro 

a la caficultura colombiana y a toda su institucionalidad. 

Otro de los grandes aciertos de los fundadores de la FNC fue que 

prácticamente desde el nacimiento de la institución pensaron en cómo 

financiar todo el esfuerzo conjunto que requeriría potenciar esta caficultura. 

Por ello sus dirigentes de la época presentaron un proyecto de ley que 

fijara un impuesto al café exportado, gravamen que sería destinado 

exclusivamente a impulsar la producción y comercialización del café 

colombiano, es decir, un impuesto de los cafeteros para los cafeteros. 

Tareas como propaganda científica, mejores prácticas de cultivo, beneficio 

y comercialización, protección contra enfermedades, almacenes generales 

de depósito y consolidación de estadísticas ya figuraban desde 1927 entre 

las obligaciones que la Federación asumió de cara a la gestión de este 

impuesto de los cafeteros para los cafeteros. 

Con el paso de los años, estos bienes y servicios públicos proveídos por la 

FNC al conjunto de los productores fueron puliéndose y perfeccionándose. 

La garantía de compra, la investigación científica y el desarrollo tecnológico 

por parte del Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé), la 

asistencia técnica del Servicio de Extensión, la comercialización de cafés 

de valor agregado, y la promoción y publicidad del Café de Colombia 

han representado grandes ventajas competitivas para los caficultores 

colombianos en la industria global. 

Los 90 años que la FNC cumplió en 2017 le permitieron echar un 

vistazo a su propia historia como institución, y muchos coinciden 

en que la constancia de su misión, sabiéndose adaptar a los nuevos 

tiempos (un equilibrio que se dice fácil), le ha permitido mantenerse 

sólida, vigente y relevante para las cerca de 550.000 familias cafeteras 

que representa hoy en día. 

Mirando a futuro, de cara al 2027, en su visión la FNC aspira a ser un gremio 

unido, próspero y efectivo que trabaje por un caficultor empoderado 

que tome las mejores decisiones para su desarrollo económico y social, 

respetando el medio ambiente. En este sentido, trabajar por una caficultura 

cada vez más sostenible, que se traduzca en una mejor rentabilidad para los 

productores con el compromiso corresponsable de todos los actores de la 

cadena, es una prioridad. 

Los desafíos por delante no son pocos. El cambio climático es uno muy 

poderoso. Y para que nuestra privilegiada caficultura, cobijada por bellas 

montañas, siga prosperando, se requiere del compromiso y la conciencia 

de todos para una relación más armónica con el medio ambiente, de 

modo que la geografía colombiana pueda seguir siendo una geografía 

eminentemente cafetera, pues el café está en el corazón mismo de nuestra 

identidad como nación. 

Mirando a futuro, de cara al 2027, en su visión la FNC 

aspira a ser un gremio unido, próspero y efectivo que 

trabaje por un caficultor empoderado que tome las 

mejores decisiones para su desarrollo económico y social, 

respetando el medio ambiente. 


19

Colombia cafetera 

• El censo cafetero de 1932 

• El mapa cafetero actual 

• El café en Colombia 

 

• Sistemas de producción de café en Colombia 

• Cafés especiales 

• Una óptima red de comercialización 

 

• Estructura administrativa de la FNC 

• Los Comités Municipales de Cafeteros 

20

21 

ATLAS CAFETERO DE COLOMBIA 21 

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El censo cafetero de 1932 

En 1932, el café representaba 61% del valor de las exportaciones de Colombia, lo que 

prácticamente triplicaba el valor de las de petróleo y era siete veces el de las de banano. 

Estas cifras daban ya una idea, desde entonces, del peso del café en la economía y el desarrollo 

del país. Por ello, y para formarse una clara idea del estado de la entonces principal industria, 

la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), creada en 1927, acometió con todo empeño la 

elaboración del censo nacional cafetero. 

Muchas fueron las dificultades por vencer, según se lee en algunas de las publicaciones mediante 

las cuales la institucionalidad cafetera dio a conocer, en 1933, los resultados del censo cafetero, 

publicaciones que incluían tablas, gráficas y estaban ilustradas con los mapas cafeteros de los 

distintos departamentos productores y el mapa cafetero de la República, incluido en estas 

páginas. 

El censo también arrojó datos relevantes sobre la división de la propiedad. De modo que el 

mundo pudo conocer que en el país había 149.348 fincas cafeteras, de las cuales 129.556 (87%) 

tenían menos de 5.000 árboles. 

La información arrojada por el censo también demostró –algo que sigue vigente hoy en día– 

que la industria cafetera no sólo es factor fundamental de la economía nacional, sino que 

constituye un elemento de equilibrio social. 

Toda esta valiosa información serviría de base para el direccionamiento de las labores de la 

institucionalidad cafetera, que ya desde entonces incluía cooperativas, centrales de beneficio, 

almacenes de depósito y de provisión de herramientas, abonos e insecticidas; campañas de 

extinción de plagas y enfermedades; granjas de demostración y crédito agrario. 

Después del censo cafetero de 1932 vinieron otros cuatro levantamientos de información: 

el estudio de 1958 (con la CEPAL y la FAO), en 1970 finca a finca, en 1980 a partir de 

aerofotografías, y por último la Encuesta Nacional Cafetera, realizada entre 1993 y 1997, en la 

cual se visitó cada una de las fincas del país y se registraron los sistemas de producción de café, 

así como la información socioeconómica de los productores. 

El gran esfuerzo que todo esto requirió en la difícil geografía nacional fue la base sobre la cual 

se construyó uno de los activos más valiosos de los caficultores colombianos, el Sistema de 

Información Cafetera (SICA), actual base de datos georreferenciada única en su tipo. 

Datos relevantes, que se actualizan constantemente en el terreno, sobre sistema productivo 

(tecnificado joven o envejecido, o tradicional), variedades de café sembradas (resistentes a 

enfermedades o susceptibles), densidad y edad promedio de los cafetales, así como datos 

socioeconómicos del productor, permiten caracterizar el vasto universo de fincas cafeteras a 

detalle y monitorear su desempeño. 

Y como el avance de la tecnología no se detiene, la FNC implementó recientemente el aplicativo 

SICA móvil, que permite a los extensionistas registrar y actualizar información directamente 

en las fincas sin depender de acceso a internet: una vez llegan a un sitio con conectividad, 

sincronizan las novedades registradas y así queda actualizada la información del SICA. 

De modo que el presente Atlas Cafetero, la radiografía más actualizada y completa de la 

caficultura colombiana (mucha de cuya información está basada en el SICA), es también la 

continuación de ese primer esfuerzo realizado en 1932 por la FNC para reunir y dar a conocer 

al público información relevante y de primera mano sobre la caficultura colombiana. 


23

El mapa cafetero actual 

En Colombia más de 2,2 millones de personas dependen económicamente, 

y de manera directa, de la caficultura, es decir, cerca de 25% de la población 

rural en 22 de los 32 departamentos del país y en 600 municipios (53% del 

total). Pero el café, además de ser un elemento dinamizador de la economía 

regional, sigue teniendo un importante peso en la economía colombiana, 

pues representa más del 8% de las exportaciones totales y aporta cerca 

de 12% del Producto Interno Bruto Agropecuario. Todo esto basado en 

una economía de explotaciones agrícolas familiares, en las que 96% de los 

productores tienen menos de 5 hectáreas sembradas en café. 

Entre 2006 y 2016 la Federación, con el apoyo del Gobierno nacional, 

invirtió el equivalente a más de 754 millones de dólares en un ambicioso 

programa de transformación productiva, que consistió en fortalecer 

la competitividad de la caficultura mediante renovaciones de cultivos, 

incrementando la productividad y los ingresos de las familias cafeteras y 

disminuyendo los costos de producción. Esto fue posible en gran medida 

gracias a la información registrada en el Sistema de Información Cafetera 

(SICA). 

aplicación SICA como su herramienta tecnológica de trabajo en campo 

para geo-referenciar las novedades de las áreas sembradas en café y 

registrar las actividades de formación, acompañamiento, asesoría y 

capacitación por parte del extensionista a los productores cafeteros. 

Actualmente el SICA sirve de soporte para la planeación y ejecución de 

programas dirigidos a los productores y sus familias, lo que contribuye a 

una eficiente y oportuna toma de decisiones a nivel nacional, regional y 

local. Al 30 de septiembre de 2017, están registrados en la base de datos 

del SICA 541.518 1 productores que tienen 665.950 fincas con 1.899.665 

lotes cafeteros georreferenciados, con un área total sembrada de 911.238 

hectáreas. 

Como la radiografía más actualizada y completa de la caficultura 

colombiana, este Atlas Cafetero es a su vez la continuación del esfuerzo 

realizado con el primer censo cafetero de 1932, cuando el café ya era el 

principal producto de exportación de Colombia, por encima del petróleo, 

cuyo valor prácticamente triplicaba. 

Aunque sus antecedentes se remontan al primer censo cafetero de 1932, el 

SICA fue desarrollado a partir de la información recolectada en el último 

censo cafetero realizado entre 1993 y 1997, la denominada “Encuesta 

Nacional Cafetera”. 

A partir de entonces el Servicio de Extensión ha sido fundamental en 

la actualización permanente de la información de los caficultores y los 

sistemas de producción de café a lo largo y ancho del país, utilizando la 

tores 

a nivel de departamento, esta cifra es de 542.743 productores y a nivel de municipio de 547.634 

 

 

Departamento 

Total de área sembrada 

en café (ha) 

 

dos años (ha) 

Número de 

 

Número de 

 

Número de cafetos 

 

Antioquia 123.668 23.286,49 79.657 103.567 696.760.320 

Bolívar 1.197 56,53 662 675 4.719.063 

Boyacá 10.714 840,75 10.442 12.009 46.193.944 

69.272 17.251,97 33.288 42.022 385.653.342 

4.050 559,53 2.005 2.185 17.514.358 

2.964 426,28 1.914 2.268 14.181.233 

93.627 12.624,22 89.713 114.493 471.346.300 

28.121 2.600,54 8.307 8.720 127.166.297 

170 45,29 207 229 689.355 

35.711 4.197,11 29.909 34.116 167.300.400 

Huila 149.466 23.380,42 82.213 100.497 790.475.381 

La Guajira 5.931 492,06 1.805 1.884 23.086.886 

20.261 2.120,05 4.733 4.978 88.032.868 

Meta 3.547 450,51 1.817 1.885 14.523.764 

Nariño 38.328 4.195,20 39.542 54.825 206.106.414 

Norte de Santander 23.861 2.353,64 15.396 16.834 117.906.807 

Putumayo 132 2,28 201 203 507.464 

Quindío 24.160 6.207,72 5.323 5.917 131.100.178 

Risaralda 49.328 10.844,30 19.396 24.910 264.002.370 

Santander 49.941 7.683,23 31.581 36.933 265.045.871 

Tolima 115.335 15.873,83 61.411 70.985 580.000.055 

61.455 9.660,33 23.221 25.815 292.562.460 

Total general 911.238 145.152,28 542.743 665.950 4.704.875.130 

Fuente: SICA, al 30 de septiembre de 2017. 

24

Callos de Serrani la Cayos de Bajo 

(Colombia) Nuevo 

(Colombia) 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cayos de Quitasueño 

(Colombia) Cayos de Serrana 


 

Low Cay 

 

 

 

 

 

Cayo Quitasueño Sur 


Cayos de Roncador 

Isla Santa (Colombia) 

Catalina (Colombia) 

Isla de Providencia 


Johnny Cay 

Isla de San Andrés (Colombia) 

Cayos del E.S.E (Colombia) 

Cayos de Albuquerque (Colombia) 

 

 

 

 

 

M A 

 

 

 

 

R C 

 

 

A R 

I B E 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Í F I C O 

 

 

 

 

 

 

 

 

O C É A 

P A C 

O 

N 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Date Saved: 30/10/2017 03:41:25 p.m. 

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25

Hablar de café en Colombia es relativamente fácil o extremadamente difícil 

dependiendo del ángulo y el lente con que se mire. Esta breve introducción 

aborda, con un enfoque distinto, ese café sobre el cual han escrito 

ya centenares de personas: desde connotados presidentes, aguerridos 

senadores, renombrados economistas, politólogos, humanistas, historiadores, 

periodistas y una amplia gama de intelectuales. Por fortuna, esos 

escritos, estudios o pronósticos han coincidido en que el café fue, es y 

será un motor irremplazable de crecimiento económico, desarrollo social, 

redistribución de ingresos, generación de empleo y política de concertación, 

atributos todos ellos que redundan en el beneficio, tanto de 

productores como de consumidores, de poder degustar la mejor bebida 

del mundo: el suave café de Colombia. 

Un excelente resumen histórico del café en el país y sus connotaciones 

humanísticas, económicas, reglamentarias y constitutivas gremiales 

puede hallarse en el libro 90 años, Vivir el Café y Sembrar Futuro, editado 

por la Universidad EAFIT de Medellín, para conmemorar los 90 años 

de la institucionalidad cafetera que encarna la Federación Nacional de 

Cafeteros (FNC). 

Un espíritu ávido de información cafetera también puede consultarla en 

los maravillosos estudios publicados por el Banco de la República, las 

universidades colombianas, la CEPAL y la misma Federación de Cafeteros, 

suscritos, entre otros autores, por Luis E. Nieto Arteta, Álvaro Tirado, 

José Antonio Ocampo, Roberto Junguito, presidentes de la República, 

Gerentes Generales de la Federación y directores de Planeación Nacional. 

Estas líneas introductorias al Atlas Cafetero de Colombia son también un 

reconocimiento del gremio cafetero a los miles de profesionales del sector 

agrícola que han estado a la altura de las circunstancias, permanentemente 

modificadas por los entornos ambientales, económicos y sociales, 

y quienes han ideado soluciones científicamente comprobadas y 

exitosamente extendidas en la geografía cafetera para que los agricultores 

y sus familias las adopten en procura de resultados económicos que les 

permitan tener una vida decorosa. 

Estas palabras se enfocan en dejar trazos del espacio físico ocupado por 

una especie botánica, Coffea arabica, en interacción con un ecotopo 

determinado, antiguamente llamado oferta ambiental o zona cafetera 

andina. Aunque en estas líneas no figura mucho la palabra caficultor, 

ellos son y serán siempre los protagonistas de este proceso productivo. Al 

hablar de café en Colombia uno debe empezar por reconocer que éste nace 

en las manos curtidas de un productor colombiano y su familia, quienes, 

con su entramado de felicidades, esperanzas y angustias –motivadas por 

los vaivenes de la economía, el clima, las oportunidades, las instituciones 

y el Gobierno mismo–, no existirían sin el acervo de conocimiento 

agronómico generado por Cenicafé y eficazmente transmitido por el 

Servicio de Extensión de la Federación. 

En este campo técnico-agronómico vale la pena hacer un pequeño 

recuento histórico: 

1. Desde la llegada misma del café a Colombia, la siembra de cafetos 

se expandió con el conocimiento transmitido por los pioneros, que 

no era nada distinto a relatar éxitos y fracasos. En esta pre-etapa 

productiva no intervino nada distinto al ingenio de los colonos. 

2. Todo el conocimiento acumulado por los “pioneros” fue ordenado 

y publicado por Francisco Ospina en 1871, y complementado por 

Mario Ospina Rodríguez en 1880 y por Nicolás Sáenz en 1895. En ese 

periodo el sabor y conocimiento cafetero se expandió por medio de 

la fe católica, es decir, desde el púlpito. 

3. La creación de la Federación Nacional de Cafeteros en junio 

de 1927 sentó las bases firmes para la generación del conocimiento 

agrícola y social y sus resultados, que serían aplicados en las nacientes 

áreas cafeteras organizadas del país. Aunque las primeras acciones 

de la Federación estuvieron orientadas a estrategias comerciales y 

de exportación, esto se complementó en 1928 con la creación del 

Servicio de Asistencia Técnica mediante agrónomos ambulantes y de 

la Granja Escuela Central del Café; y en 1930, durante la gerencia de 

Mariano Ospina Pérez (1930-1934), fueron nombrados los primeros 

Prácticos Cafeteros. En esta misma gerencia la Federación definió 

políticas que dieran respuesta a paradigmas tales como: “No hay 

porvenir rentable de la producción de café si no hay conocimiento 

agronómico aplicable en los cultivos”. 

4. En 1932 se publicó el primer Manual del Cafetero Colombiano y 

las palabras del Gerente de esa época fueron: “Al poner este Manual 

en manos del cultivador colombiano, la Federación Nacional de 

Cafeteros cree sembrar la mejor semilla en el mejor suelo”. En ese 

manual se enunciaban los inicios de las investigaciones adelantadas 

en la Granja La Esperanza, información que se complementaba con 

resultados pertinentes encontrados en otros países. 

5. En 1958, casi al final de la gerencia de don Manuel Mejía, 

se publicó la segunda edición del Manual Cafetero Colombiano, 

documento que ya traía resultados de las investigaciones obtenidas 

en las coordenadas de la zona andina colombiana. 

6. En 1969 y 1979, respectivamente, la Federación publicó las 

ediciones tercera y cuarta del Manual Cafetero, en las que la 

institución no solamente informaba sobre los resultados agronómicos 

encaminados a obtener producciones rentables, sino que mostraban 

una combinación armónica entre el medio ambiente y la explotación 

cafetera. Adicionalmente se hablaba de plagas, enfermedades como la 

roya y el mejoramiento genético para obtener cafetales con excelentes 

perfiles de bebida. 

Finalmente en 2013 se publicó la quinta edición del Manual Cafetero (tres 

tomos) con ocasión de los 75 años de la creación del Centro Nacional 

de Investigaciones de Café (Cenicafé), edición cuyo subtítulo expresa 

y resume los temas abordados: “Investigación y tecnología para la 

sostenibilidad de la caficultura”. 

Hecho este recuento histórico de “generación de tecnología” –desde lo 

local– por técnicos colombianos orientados, principalmente, a generar 

conocimiento para los caficultores como base de expansión y soporte de 

sus cultivos, debe hacerse también un reconocimiento a todos aquellos 

técnicos (ingenieros agrónomos y prácticos agrícolas) que han sido el 

enlace entre el conocimiento generado en la investigación y la adopción 

de esas tecnologías por parte de las familias cafeteras del país. Este servicio 

nació en 1928 como un acompañamiento técnico al cafetero y evolucionó 

con los años, con campañas de sanidad vegetal, conservación de suelos, 

uso de fertilizantes, granjas demostrativas, capacitación a mayordomos, 

saneamiento rural, investigación social, manejo del Fondo Rotativo de 

Crédito, trabajo con grupos de cafeteros, trabajo con líderes, Grupos de 

Amistad, renovación de cafetales, adopción de variedades resistentes a la 

roya, adecuado beneficio del café, etc. 

El extensionista ha sido fundamental en todos los programas desarrollados 

en zonas cafeteras por la Federación, llamado por el productor el “técnico 

del Comité” y punto de contacto directo entre el cafetero y la Federación, 

un facilitador de procesos de desarrollo gremial, técnico, social y 

económico. 

Cabe mencionar que el café en Colombia debe en gran parte su expansión 

y mejor tecnología al hecho de haber sido introducida la variedad 

Caturra desde Brasil y sirvió para que en la década de los 70 aumentara 

sensiblemente la producción, además de facilitar la tecnificación y 

densificación de los cultivos, hechos que se reflejaron en los censos 

cafeteros de 1970 y siguientes. 

También contribuyeron decididamente a los grandes números de la 

caficultura en Colombia las orientaciones, pensadas por profesionales del 

26

agro, de la Gerencia Técnica de la Federación y que, por aprobación de 

los Comités Nacionales de Cafeteros de la época, se llevaron al campo y 

se evaluaron positivamente en los censos cafeteros. 

Colombia, hacia una Caficultura más Productiva. (Edad y densidad). 

Un Nuevo Instrumento de Política de Producción Cafetera. (Plan de 

renovación). 

Análisis Económico de la Respuesta del Café a la Fertilización. 

(Productividad). 

Estrategia para salir de la Crisis Cafetera. Una Crisis de Rentabilidad. 

(Optimización de recursos). 

Ahora bien, Colombia es el único país con cifras consolidadas de su 

caficultura desde 1932, o sea que a los cinco años de creada, la Federación 

ya consideraba esa información como un importante activo gremial: 

“Nadie sabe para dónde va si no conoce dónde está” es la frase que 

resume la filosofía detrás. Los censos cafeteros se llevaron a cabo en 1932, 

1958, 1970, 1980 y entre 1993 y 1997. En todos se utilizó la tecnología 

disponible, que iba desde la medición de las fincas con el esquema “cabuya 

pisada”, pasando por teodolitos, fotografías aéreas, fotointerpretación de 

imágenes fotográficas y más recientemente imágenes satelitales. 

Pero el gran cambio de los censos cafeteros inició con el de 1993 

(terminado en 1997). En ese estudio se cambió el concepto de censo 

por el de “Sistema de Información Cafetera” (SICA), ya que con él se 

logró tener una información de base que seguiría siendo actualizada 

permanentemente con el registro de todas las labores ejecutadas por 

los caficultores e informadas por el Servicio de Extensión mediante 

metodologías de georreferenciación. En la presentación del informe de 

este Sistema, la Gerencia General de la Federación dijo: “El Sistema de 

Información SICA es un sistema de información gerencial que, dado 

su proceso de actualización permanente, permitirá a las autoridades 

cafeteras, a los Comités de Cafeteros y a los productores contar con una 

valiosa herramienta para la acertada toma de decisiones”. 

Con el censo de 1993-97, además de obtener la estructura cafetera del 

país, se conoció información e indicadores de bienestar y calidad de vida 

de las familias cafeteras, eje de la misión de la Federación. La primera 

prueba de fuego de este Sistema de Información Cafetera se dio con el 

terremoto ocurrido en la zona cafetera central en 1999. Al día siguiente, 

el SICA permitió tener la información georreferenciada de los cafeteros y 

vecinos afectados por el evento telúrico. Esta información fue usada por 

el Gobierno nacional para focalizar los planes de ayuda. 

Hoy se pone en manos de los dirigentes cafeteros y de los estudiosos de 

estos temas apasionantes una radiografía clara de las principales cifras, 

reflejo de la actual realidad del sector; indicadores que no solamente 

sirven para evaluar los resultados de los programas cafeteros ejecutados, 

sino también como punto de partida de nuevas actividades para lograr 

una caficultura sostenible, rentable y con gran respeto por el medio 

ambiente. 

En este minucioso Atlas que hoy ve la luz, se puede observar hasta 

dónde ha llegado la industria cafetera nacional en cifras y mapas que 

muestran detalladamente dónde estamos y servirán a la institucionalidad 

cafetera en la toma de decisiones que apunten al cumplimiento de los 

objetivos gremiales. A los estudiosos de los temas de desarrollo agrícola 

les permitirá entender la gran realidad cafetera, que ha sido motor 

fundamental del desarrollo económico y agrícola del país y de la gran 

redistribución del ingreso. 

Antonio Herrón Ortiz 


27

28

Área en café (ha) 

300.000 

250.000 

200.000 

150.000 

100.000 

255.279 

235.598 

218.551 

204.682 

195.011 

185.229 

169.264 

154.608 

136.640 

133.848 133.461 


900.000 

800.000 

700.000 

600.000 

500.000 

400.000 

300.000 

774.417 

777.172 777.965 

772.075 

708.669 

653.579 

567.374 611.034 

469.858 504.661 533.923 

50.000 

200.000 

100.000 

0 

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 

0 

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 

La disminución del área envejecida en el periodo 2006-2016 (áreas 

al sol mayores o iguales a 9 años y sombras o semisombras mayores 

o iguales a 12 años) ha sido de 47,72%, pasando del 29% al 

14% del total de la caficultura. 

El aumento del área tecnificada joven en el periodo 2006-2016 (áreas 

al sol menores a 9 años y sombras o semisombras menores a 12 años) 

ha sido de 64,32%, pasando del 54% al 83% del total de la caficultura. 

 

 

800.000 

250.000 

235.746 


700.000 

600.000 

500.000 

400.000 

300.000 

200.000 

688.891 

665.766 

620.340 621.747 618.229 614.558 

629.657 

596.531 

589.819 

512.372 

501.594 

430.175 

408.696 

384.192 

317.899 

318.876 

273.103 

253.343 255.966 260.418 

242.856 

275.154 


200.000 

150.000 

100.000 

91.008 

106.658 

131.420 

120.152 124.200 

197.147 

202.283 

152.928 153.384 

139.801 

100.000 

50.000 

0 

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 

0 

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 

 

 

Con base en los programas de renovación en variedades resistentes 

emprendidos por la Federación el área se ha incrementando en 

171,92%, pasando del 29% en 2006 al 74% del total de la caficultura 

en 2016. 

Con los programas de renovación emprendidos por la Federación se 

ha mantenido en promedio el 16% del total de la caficultura en renovación, 

con un cambio porcentual del 68,54% de 2006 a 2016. 

 

 

 

15 

10 

5 

13,42 

12,85 

12,20 

11,49 

10,82 

9,47 

8,17 

7,58 

7,16 

7,08 7,13 

 

5.200 

5.100 

5.000 

4.900 

4.800 

4.700 

4.600 

4.500 

4.400 

4.543 

4.598 

4.658 

4.718 

4.789 

4.887 

5.006 

5.095 

5.132 5.139 5.145 

4.300 

0 

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 

4.200 

2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 

La edad promedio de los cafetales disminuyó 6,29 años entre 2006 

y 2016, lo que representa una reducción de 46,87%. 

El cambio también se ve reflejado en el aumento de la densidad en 

602 árboles de café por hectárea, lo que significa una variación porcentual 

de 13,25%. 


29

Los sistemas de producción de café son el resultado de la interacción entre 

la planta y la oferta ambiental, la cual se define por las condiciones 

de clima junto con las características físicas y químicas de los suelos. Un 

correcto entendimiento de esta interacción permite, primero, maximizar 

el potencial productivo de los diversos sistemas de producción que 

se describen para las diferentes zonas agroecológicas de país, y segundo, 

reducir el riesgo y aportar a la sostenibilidad y viabilidad económica de la 

caficultura. Un sistema de producción sólido se basa en la implementación 

de las buenas prácticas agronómicas, como son la variedad, la edad, 

el máximo número potencial de plantas por hectárea (densidad), la adecuada 

y oportuna fertilización, el control de las amenazas fitosanitarias 

(plagas y enfermedades), la regulación de la luminosidad, el manejo adecuado 

de arvenses, el correcto beneficio… en resumen, toda la agronomía 

debe estar alineada para alcanzar la mejor producción posible. 

En Colombia, la región con potencial cafetero es de 7.337.392 hectáreas 

y está representada por los siguientes órdenes de suelo, de acuerdo con 

la clasificación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos 

(USDA): Inceptisol 60,1%, Andisol 17,4%, Entisol 10,4%, Molisol 7,9%, 

Alfisol 1,3%, Vertisol 0,9%, Ultisol 0,5%, Oxisol en 0,4%, misceláneos rocosos 

0,9% y misceláneos erosionados 0,1%. 

El comportamiento general de la distribución anual de la precipitación 

en la región andina de Colombia, y en ella la zona cafetera, se caracteriza 

por la ocurrencia de dos periodos secos y dos lluviosos, explicados 

principalmente por el movimiento latitudinal de la Zona de Confluencia 

Intertropical, la cual origina a su paso condiciones de alta nubosidad y 

aumento en la cantidad de lluvia. 

En la zona cafetera Norte (mayor a 7° de latitud norte) y en la vertiente 

oriental de la cordillera Oriental se presenta un periodo seco pronunciado 

de diciembre a marzo (o abril) y un periodo húmedo de mayo a noviembre, 

con una ligera disminución en julio; esta situación se registra en 

los departamentos de Cesar, Magdalena, Santander, Norte de Santander, 

Arauca, Casanare, Meta, Caquetá y Putumayo. 

En cuanto a los volúmenes de cosecha de café durante el año, en la zona 

Norte y en la vertiente oriental de la cordillera Oriental la cosecha de café 

se recoge en un 90% entre noviembre y enero. 

En la regiones cafeteras Centro-Norte y Centro-Sur (entre 3° y 7° latitud 

norte) ocurren dos periodos lluviosos: marzo-junio y septiembre-diciembre, 

y dos periodos menos lluviosos: enero-febrero y julio-agosto; 

esta condición se puede observar en Caldas, Risaralda y Quindío. En latitudes 

entre 4° y 7° norte, por ser una zona más húmeda, entre 75% y 85% 

de la cosecha de café se recoge entre septiembre y diciembre, y de 15% a 

25% entre abril y junio. En la zona cafetera ubicada entre 3° y 4° latitud 

norte, menos húmeda, la recolección de la cosecha es de 40% entre abril 

y junio, y 60% entre septiembre y diciembre. 

La región cafetera Sur (latitudes inferiores a 3° norte) presenta un periodo 

seco muy definido de mediados de junio a mediados de septiembre, y 

un periodo húmedo de octubre a junio; como ejemplos se tienen Cauca y 

Nariño, donde 90% de la cosecha se recolecta entre abril y junio. 

La región Oriente, también llamada piedemonte llanero, comprende las 

fincas cafeteras ubicadas en la vertiente oriental de la cordillera Oriental 

en los departamentos de Casanare, Meta, Caquetá y Putumayo. Se extiende 

entre los 0° 42’ 08” de latitud sur y los 6° 20’ 45” de latitud norte, y 

entre los 69° 50’ 22” y los 77° 04’ 58” de longitud oeste. Esta zona presenta 

un periodo seco de enero a marzo y uno húmedo entre abril y diciembre 

(este comportamiento es similar a la región norte del país). La cosecha 

en esta región está totalmente concentrada entre septiembre y diciembre. 

La distribución de los periodos secos y húmedos determina, en la zona 

cafetera, la ocurrencia y concentración o dispersión de las épocas de floración 

y cosecha. Después de un periodo seco y al inicio del periodo húmedo 

se presentan las floraciones en el café. 

Para la zona cafetera de Colombia, una forma práctica de conocer la distribución 

de la floración y la cosecha es considerar que las floraciones de 

mayo a octubre corresponden a la cosecha del primer semestre (enero a 

junio), y las floraciones entre noviembre y abril corresponden a la cosecha 

del segundo semestre del año (julio a diciembre). Esta consideración 

se basa en el tiempo transcurrido entre la floración y la maduración del 

fruto, que es aproximadamente de 32 semanas (224 días). 

En las zonas cafeteras de mayor altitud, por encima de 1.700 metros, la 

cosecha de café se distribuye en ambos semestres y tiende a generar floraciones 

y cosechas más dispersas. 

Estos patrones en la distribución de la floración y la cosecha del café se 

pueden adelantar o retrasar en los años de ocurrencia del evento cálido 

de El Niño o el evento frío de La Niña. 

La distribución anual de la cosecha es de interés económico en el cultivo 

del café. Una producción concentrada reduce los costos de recolección y 

procesamiento del grano, al permitir un uso más intenso y eficiente de la 

mano de obra y los equipos. 

Se observa que para la zona cafetera de Colombia las condiciones de distribución 

de la cosecha permiten tener disponibilidad de café verde para 

exportación durante todo el año. 

La información georreferenciada de los sistemas de producción de café 

registrada en el SICA permite visualizar la concentración del uso del suelo 

en el cultivo del café; en general se tienen identificadas, de manera 

general, algunas zonas con mayor concentración en cada una de las regiones 

cafeteras: 

Región Norte: al occidente de la Sierra Nevada de Santa Marta y en 

el departamento del Cesar, en el flanco occidental de la serranía del 

Perijá. 

Región Centro-Norte: se focaliza en el suroeste de Antioquia, la 

vertiente del río Cauca entre Risaralda y Caldas, y en el centro del 

departamento de Santander. 

Región Centro-Sur: se concentra al norte del Valle del Cauca, en 

el departamento del Quindío, en la parte alta de la cordillera Central 

flanco occidental y al sur del departamento del Tolima. 

Región Sur: la mayor concentración está ubicada al sur del departamento 

del Huila, en el departamento del Cauca (en la meseta de 

Popayán) y en el departamento de Nariño, en la zona nororiental. 

Región Oriente: se concentra en la región del piedemonte llanero 

de los departamentos de Casanare, Meta, Caquetá y Putumayo. 

30

RÍO 

 

 

 

 

 

 

 

 




 

 

 

 

 

 

 

 




 

Low Cay 








Johnny Cay 




M A 

R C 

A R 

I B E 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sierra Nevada 

de Santa Marta 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO SINÚ 

SAN 

RÍO 

 

 

JORGE 

 

 

 

 

RÍO ATRATO 

RÍO CAUCA 

 

 

RÍO MAGDALENA 

 

 

RÍO ARAUCA 

 

 

RÍO CASANARE 

 

 

 

 

 

 

 

 

Í F I C O 

O C É A 

P A C 

O 

N 

RÍO PATÍA 

RÍO 

 

SAN JUAN 

C O R D I L L E R A O C C I D E N TA L 

 

 

 

C O R 

 

 

V. Nevado El Ruiz 

 

Nev. Santa Isabel 

Nev. de Tolima 

 

 

 

 

 

 

D I L L E 

R A C E 

Volcán Puracé 

V. de Sotará 

N T R A L 

Nevado 

del Huila 

 

 

C O R D I L L E R A 

O R I E N T A L 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO META 

RÍO IN 

RÍO VICHADA 

RÍO GUAVIARE 

ÍRIDA 

RÍO TOMO 

RÍO GUAINÍA 

 

 

RÍO ORINOCO 

 

 

 

V. Galeras 

V. Azufral 

V. Nevado 

Cumbal 

V. Petacas 

V. de Doña Juana 

 

 

 

 

RÍO VAUPÉS 

 

 

 

APAPORIS 

RÍO PUTUMAYO 

RÍO CAQUETÁ 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO AMAZONAS 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Date Saved: 17/11/2017 10:50:43 a.m. 

Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\Colombia_Cafetera\4_Mapa_Físico.mxd 


31




 

 

 

 

 

 

 

 




 

Low Cay 

 

 

 

 

 








Johnny Cay 




 

 

 

 

 

M A 

 

 

 

 

R C 

 

 

A R 

I B E 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO SINÚ 

SAN 

RÍO 

 

 

 

JORGE 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO ATRATO 

RÍO CAUCA 

 

 

 


 

 

 

RÍO ARAUCA 

 

 

 

RÍO CASANARE 

 

 

 

 

 

 

 

Í F I C O 

O C É A 

P A C 

O 

N 

RÍO 

 

 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\Colombia_Cafetera\5_Regiones_Cafeteras.mxd 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\Colombia_Cafetera\6_Épocas_de_Cosechas_Cafetera.mxd 


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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\Colombia_Cafetera\7_Concentración_del_uso_del_suelo_en_el_cultivo_del_c 

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35

Además de mejorar el ingreso de los productores, los cafés especiales permiten relaciones más estrechas con los compradores. (Foto: FNC, 2017). 

Cafés especiales 

Para la FNC, los cafés especiales son aquellos valorados por los consumidores 

por alguna característica que los diferencia de los demás, por 

los cuales están dispuestos a pagar precios superiores que redunden 

en un mejor ingreso y mayor bienestar de los productores, y que además 

sean un estímulo para seguir produciéndolos. Permiten construir 

relaciones de largo plazo entre productores, clientes y consumidores. 

Existen tres grandes categorías de cafés especiales, combinables entre 

sí: de origen, de preparación y sostenibles. Los primeros privilegian 

el origen único del grano, sea a nivel de finca o regional; no 

se mezclan con otros orígenes. Los cafés de preparación tienen una 

apariencia consistente de tamaño y forma del grano, lo que facilita, 

por ejemplo, una tostión homogénea. 

Los cafés sostenibles conjugan en su producción un adecuado equilibrio, 

en diversos grados, entre la rentabilidad económica, el desarrollo 

social y el respeto al medio ambiente, con el fin de garantizar 

el futuro de las personas y comunidades que los cultivan. Estos cafés 

se producen conforme a estándares de sostenibilidad claramente definidos, 

que involucran procesos de certificación y/o verificación. 

Una vez se elige el estándar más adecuado a los productores de cada 

región también en función de la oferta y demanda esperadas, el Servicio 

de Extensión ayuda en su implementación y cumplimiento. 

Dentro de los cafés sostenibles, la FNC ha identificado tres grupos 

principales: 

1. Los del primer grupo privilegian el desarrollo social de las 

comunidades y el comercio justo. Quienes los producen se certifican 

bajo Fairtrade Labelling Organizations International (FLO) o 

Fair Trade USA (ver en mapa cafés sociales). 

2. Los del segundo grupo promueven la aplicación en las fincas 

de buenas prácticas agronómicas y de beneficio para preservar la 

sostenibilidad de las zonas cafeteras. Sus productores son verificados 

o certificados bajo 4C, Nespresso, CAFE Practices y UTZ (en 

mapa, códigos de conducta). 

3. Los del tercer grupo promueven entre los productores la aplicación 

de normas y estándares voluntarios de sostenibilidad que 

privilegian la protección y conservación del medio ambiente de 

las regiones cafeteras. Hacen parte de ellos quienes se certifican 

bajo Rainforest Alliance y como Orgánicos (en mapa, estándares 

de sostenibilidad). 

Según información del Sistema de Información Cafetera (SICA) y el 

mapa elaborado para este Atlas, el Código de Conducta 4C es el de 

mayor aceptación entre los caficultores del país: 113.609 productores 

con igual número de fincas verificadas, con 271.416 hectáreas de café. 

En segundo lugar están 45.418 productores que hacen parte del primer 

grupo, con 60.687 fincas y 135.039 hectáreas en café. Y en tercer 

lugar están cerca de 25.800 caficultores verificados en Nespresso, con 

cerca de 41.000 fincas y 43.120 hectáreas sembradas en café. 

Una misma finca puede tener una o más certificaciones. En muchas 

regiones hay fincas certificadas como FLO + orgánico, Rainforest + 

FLO, e incluso como Rainforest +FLO+ Orgánico + UTZ. 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\Colombia_Cafetera\8_Cafes_especiales_categoría_sostenibles.mxd 


37

Apenas dos años después de la creación de la Federación Nacional de 

Cafeteros (FNC), en 1929 se conformaron los primeros almacenes 

generales de depósito de café en Medellín, Manizales y Girardot, que 

sentaron las bases de lo que en 1965 sería Almacafé, empresa creada 

como operador logístico integral y almacén general de depósito de café. 

La otra pieza clave del engranaje y cadena de comercialización del café 

colombiano son las Cooperativas de Caficultores, la primera de las cuales 

fue creada en 1959. 

Ambas piezas son las encargadas de aplicar el que es considerado el 

servicio público más valorado por los caficultores, la garantía de compra, 

mecanismo aplicado desde 1958 y que garantiza a los productores 

la compra de su café al mejor precio base posible, calculado de forma 

transparente, con pago de contado y en lugares cercanos a sus fincas. 

 

Los Almacenes Generales de Depósito de Café (Almacafé) son mucho 

más que un operador logístico. La empresa es un operador logístico 

integral 4PL (Fourth Party Logistics) que brinda un amplio abanico 

de servicios a los caficultores para contribuir al logro de los grandes 

propósitos de la Federación, cuya misión es procurar el bienestar de los 

productores y sus familias. 

Las funciones de Almacafé incluyen el apoyo a la garantía de compra, 

apoyo logístico a la comercialización, trilla y empaque del grano – 

optimizando la materia prima y elevando la productividad industrial–, 

control de calidad a todas las exportaciones de café y apoyo logístico 

a la estrategia de valor agregado de la FNC, mediante la producción 

y suministro de café tostado, molido y empacado a las tiendas Juan 

Valdez. 

Además, el Laboratorio de Calidades de Almacafé se ha constituido en 

una autoridad en la industria en materia de control de calidad, análisis 

sensorial y perfilación de taza. 

Almacafé geográficamente se encuentra distribuida de la siguiente 

manera: 

Cartagena 

Santa Marta 

Medellín 

Cúcuta 

Pereira 

Armenia 

Buenaventura 

Bucaramanga 

Manizales 

Principal Bogotá 

Torrefactora 

Buga 

Popayán 

Pasto 

Bogotá-Soacha 

Ibagué 

Neiva 

 

 

En la década de los 50, la Federación de Cafeteros consideró importante 

promover la creación de organizaciones regionales de productores que 

se encargaran de la comercialización interna del café pergamino bajo 

control de los propios caficultores. 

Así empiezan a crearse las Cooperativas de Caficultores y la Federación 

se vincula a ellas como socio patrocinador. En 1959 se funda la primera, 

la actual Cooperativa Departamental de Caficultores de Risaralda. 

Actualmente operan 33 cooperativas patrocinadas por la FNC, las cuales 

cuentan con una red de más de 500 puntos de compra de café, ubicados 

en toda la geografía nacional y al servicio de los caficultores. 

En los últimos 10 años las Cooperativas de Caficultores han comprado 

en promedio 37,65% de la cosecha cafetera del país y son el principal 

proveedor de café con destino al Fondo Nacional del Café (FoNC). 

Las Cooperativas de Caficultores son aliadas estratégicas de la Federación 

en la aplicación de la garantía de compra, que asegura a los productores el 

mejor precio base posible, transparente, con pago de contado y en lugares 

cercanos a sus fincas. 

 

 

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Buenaventura 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\Colombia_Cafetera\9_Cobertura_instituciona_de_la_garantía_de_compra.mxd 


39

Una mirada a la caficultura 

 

Cuando se recorre la Colombia cafetera, se encuentran rostros de mujeres y 

hombres que, con dedicación, cultivan y benefician el grano, eje de su ingreso 

económico y del bienestar de sus familias, uno que motiva la creación de 

organizaciones comunitarias y es símbolo de una cultura de gran arraigo e 

identidad. En esta amalgama de etnias y edades, de tradiciones y dinámicas 

sociales, se hace notoria la presencia femenina en todas las regiones del 

país. Y es que las mujeres, sean madres cabeza de hogar, empoderadas, 

emprendedoras o que, como socias del negocio cafetero, destacan por 

trabajar hombro a hombro en la finca con sus maridos o compañeros, en un 

balance de roles y un equilibrio de responsabilidades que no compiten sino 

que se complementan, o como trabajadoras silenciosas pero fundamentales 

en las labores de la finca –al dar el toque final al grano cuidando los tiempos 

del despulpado o removiéndolo para el secado–, son todas ellas agentes 

claves en la caficultura actual. 

Una mirada a la población cafetera desagregada por sexo, más allá de ser 

interesante, resulta útil y necesaria para el trabajo que se desarrolla en la 

Federación Nacional de Cafeteros (FNC), una institución comprometida 

con la equidad de género. Hace una década la FNC creó el Programa de 

Mujeres Cafeteras, hoy Programa de Equidad de Género, el cual simboliza 

su genuino interés por brindar oportunidades, servicios y beneficios 

equitativos a sus agremiados, de acuerdo con sus necesidades. Cerrar toda 

brecha que produzca inequidades representa un fin para la Federación; 

por ello mirar el mapa cafetero por sexo es fuente de información valiosa 

para los programas y proyectos que la institución desarrolla en el ámbito 

productivo, económico, social y gremial. 

Según el Sistema de Información Cafetera (SICA, al 30 de septiembre de 

2017), en Colombia las mujeres representan 30% del total de la población 

caficultora del país. Por su tamaño y la población cafetera que albergan, los 

departamentos de Antioquia, Cauca, Huila y Tolima representan en conjunto 

56% de la población de mujeres caficultoras y cerca de 60% de la de hombres. 

Antioquia tiene el mayor número de hombres caficultores, que representan 

casi 17% del total de cafeteros hombres, y en Cauca está el mayor número de 

caficultoras: el 19% de todas las mujeres cafeteras del país. 

Los departamentos con menor porcentaje de mujeres del total de sus 

caficultores son Antioquia, Bolívar, Chocó (cada uno con 21%) y Caquetá, 

con 20%. El departamento con mayor porcentaje de mujeres es Quindío, 

con casi 37% frente al total de su población cafetera. 

La proporción del área de cafetales en manos de mujeres es 26% y en 

manos de hombres, 74%. Tanto para hombres como para mujeres estos 

cafetales son en un 83% tecnificados jóvenes, 14% tecnificados envejecidos 

y el restante 3% tradicionales. 

En otra muestra de equidad en el acceso a una caficultura altamente 

tecnificada, hombres y mujeres cuentan con 76,4% de cafetales sembrados 

en variedades resistentes a enfermedades como la roya, mientras que 

apenas 23,6% del área está sembrada con variedades susceptibles. 

Otra forma de ver el mapa cafetero con lentes de equidad de género es 

en el ámbito gremial o de liderazgo. Considerada como institución 

representativa, democrática y legítima de los caficultores de Colombia, la 

FNC cuenta con órganos de decisión gremial –Comités Departamentales 

y Municipales de Cafeteros– cuyos miembros se eligen democráticamente 

y definen los destinos de la caficultura del país. En 2014, en las últimas 

elecciones cafeteras, 4.620 dirigentes municipales y departamentales 

fueron elegidos con una votación presencial de más de 245.000 cafeteros 

cedulados de una base electoral de 374.540 que podían votar. De esta 

manera, la participación en esas elecciones se elevó a 65,5%, cifra récord 

para las elecciones gremiales en toda su historia, superando incluso las 

elecciones parlamentarias de Canadá, Japón o Suiza. Al analizar en detalle 

estas elecciones cafeteras se observa que, pese a que 28% del total de la base 

electoral eran mujeres (104.871) con derecho a elegir y ser elegidas, solo 

8% del total de representantes a Comités Departamentales elegidos fueron 

mujeres (14 de 180) y 16% en Comités Municipales (696 de 4.440), lo que 

evidencia una brecha en la participación de la mujer en las instancias de 

decisión. Esta dinámica participativa refleja una realidad para la mujer que 

no es exclusiva del gremio ni de la mujer rural. Es propia del género. La 

importancia de la participación democrática de las mujeres en un gremio 

como la FNC radica en que, de esta manera, se refuerza el principio de 

democracia representativa, inclusiva y de confianza. Si las mujeres hacen 

parte de la institución cafetera, sus intereses y necesidades, que pueden ser 

distintas a las de los hombres por el rol que ellas juegan dentro de la unidad 

familiar y productiva, deben estar representadas a través de sus elegidas. 

A esto se suma que la participación de las mujeres en instancias de decisión 

es una condición para el desarrollo y buen gobierno. La declaración de los 

Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2016 incluye la igualdad de género 

como una de las condiciones indispensables para superar la pobreza en 

2030. Las mujeres aportan una mirada diferente y complementaria a la de 

los hombres, enriqueciendo la toma de decisiones. Usualmente la mujer 

ejerce un rol de cuidadora del hogar, pero también del medio ambiente, con 

una perspectiva que suma en los análisis y la planeación de acciones que 

benefician a la comunidad que ella representa. Por último, la participación 

de mujeres en las esferas de liderazgo tiene un efecto multiplicador positivo 

como ejemplo de empoderamiento para otras mujeres, jóvenes y niñas 

en ámbitos personales, comunitarios, locales y regionales, al trascender 

el ámbito gremial y brindar un nuevo estatus al papel de la mujer como 

transformadora de la sociedad, modificando preconceptos que inciden en 

las relaciones de poder. 

Como puede verse, este reto de fomentar la participación de las mujeres 

en el liderazgo cafetero es, a su vez, una gran oportunidad para la FNC, 

una organización que quiere ser referente de equidad de género en la 

construcción del futuro y el desarrollo del sector cafetero y rural colombiano. 

Claudia Rodríguez 

Coordinadora 

Programa Equidad de Género 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\Colombia_Cafetera\10_Productores_de_café.mxd 


41

Como entidad gremial en la que sus representantes son elegidos 

democráticamente, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) tiene 

una estructura administrativa claramente definida a partir de sus 

propios estatutos. 

El Congreso Nacional de Cafeteros es la máxima autoridad e instancia 

de decisión del gremio. Cada año, 90 representantes de los 15 Comités 

Departamentales de la FNC (seis por Comité) se reúnen para analizar 

los resultados de gestión de la institución, identificar prioridades y 

trazar la hoja de ruta para los años venideros. 

El Congreso Cafetero es también el encargado de elegir al Gerente 

General de la FNC, cuyo cargo equivale al de Director Ejecutivo en 

otras corporaciones. Es el capitán del barco y como tal dispone de todo 

un equipo de trabajo que lo acompaña en ese rumbo trazado por los 

propios caficultores, que él mismo puede enriquecer con sus ideas, 

propuestas y estrategias. 

En la actual estructura de la FNC, como coequiperas del Gerente General 

existen cuatro gerencias de área subordinadas: la Gerencia Comercial, la 

Gerencia Administrativa, la Gerencia Financiera y la Gerencia Técnica, 

esta última responsable de la publicación de este Atlas Cafetero como 

una forma de resaltar la casi milimétrica cartografía de la caficultura 

del país. 

La Gerencia Técnica es la encargada de administrar el Sistema de 

Información Cafetera (SICA), esa base de datos georreferenciada única 

en su tipo que permite caracterizar, actualizar y conocer a detalle 

los datos más relevantes de las fincas cafeteras del país con el fin de 

monitorear su desempeño y ayudar a mejorarlo. El SICA constituye uno 

de los activos más valiosos de los caficultores colombianos. 

De la Gerencia Técnica dependen también dos de los bienes públicos 

más apreciados por los productores: 

El Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé, creado en 

1938), brazo científico de la FNC, realiza investigación, desarrolla 

nuevas tecnologías y –mediante boletines, avances técnicos y otras 

publicaciones– difunde conocimiento, todo ello orientado a la 

sostenibilidad económica, social y ambiental de los productores, lo 

que incluye el desarrollo de variedades resistentes a enfermedades, 

promoción de buenas prácticas agrícolas y de beneficio del café, 

recopilación y difusión de información agroclimática mediante 

una moderna red meteorológica, perfeccionamiento de tecnologías 

cada vez más amigables con el medio ambiente, entre muchas otras 

labores. 

El Servicio de Extensión, que brinda asistencia técnica en el terreno 

y además se encarga de mantener actualizado el SICA. Por su 

integralidad, adaptabilidad regional, compromiso, cercanía con 

el productor, la confianza que inspira y la construcción de tejido 

social, más allá de la pura asistencia técnica, este grupo multitarea 

de camisetas amarillas ha sido reconocido como uno de los mejores 

del mundo. Es el encargado de transmitir a los caficultores todo el 

conocimiento nuevo y útil generado por Cenicafé para mejorar la 

productividad de los cultivos y elevar la rentabilidad del productor. 

Sus antecedentes se remontan a 1928, cuando la FNC empezó a 

ofrecer el servicio de asistencia técnica. 

Este es apenas un vistazo a parte de la estructura administrativa de la 

FNC, que en años recientes, y con los más altos estándares en materia 

de gestión, ha buscado optimizar su desempeño con un enfoque de 

gestión de proyectos, sin perder de vista esa brújula que representa su 

misión: velar por el bienestar de los productores y sus familias. 

Otros escalafones de la pirámide 

Otras instancias directivas de peso en el seno de la FNC y del sector 

cafetero son el Comité Directivo, conformado por un representante 

de cada uno de los 15 Comités Departamentales (cuyos 12 miembros 

titulares y suplentes son elegidos por los productores por voto directo). 

Es el encargado de tramitar los asuntos cruciales de la FNC y trazar 

directrices, cuya ejecución delega precisamente en la administración 

de la FNC. Se reúne cada dos semanas en procura del desarrollo y la 

defensa de la caficultura y de su industria. 

Más arriba en la pirámide está el Comité Nacional de Cafeteros, 

conformado por representantes del Gobierno nacional y de los 

departamentos cafeteros. Actúa como un órgano de concertación de 

la política cafetera del país. También define en conjunto las políticas y 

programas financiados con recursos del Fondo Nacional del Café, ese 

músculo financiero del sector alimentado por la llamada contribución 

cafetera, impuesto a la exportación del grano que se reinvierte 

exclusivamente en el sector. 

Un poco de historia 

En la actualidad, la gestión administrativa de la Federación está liderada 

por el Gerente General y su equipo de Alta Dirección (incluidos sus 

asesores), conformado por la Secretaría General, los Gerentes de área y 

los Directores Ejecutivos de los 15 Comités Departamentales. 

Pero en la base de toda la estructura organizacional están los caficultores 

mismos, origen y razón de ser de la institucionalidad cafetera, y quienes, 

con la sabiduría acumulada en 90 años de existencia como gremio, son 

los encargados de trazar el rumbo del barco. 

La creación de la FNC el 27 de junio de 1927 marcó también el punto de 

partida para el diseño de la estructura de la organización. El primer paso 

se dio el 24 de noviembre de 1927, cuando se eligió por unanimidad a Alfredo 

Cortázar Toledo como Director de la Federación, quien ejerció su 

cargo ad honorem por cerca de un año. En abril de 1928, Cortázar presentó 

al Comité Nacional de Cafeteros el proyecto de organización interna y 

la forma propuesta de desarrollar sus principales objetivos: organización 

gremial, propaganda exterior, abonamiento y fabricación e importación 

de abonos, fundación de Granjas Cafeteras, tostadoras de café en países 

europeos, planeamiento de programas y organización presupuestal. 

En la estructura organizacional de la FNC en 1934 ya se hablaba de la 

Gerencia como cargo principal de la administración y una Secretaría; 

adicionalmente se enunciaban seis secciones principales: de Estadística, 

de Fomento Comercial, de Almacenes (Superintendencia), de 

Contabilidad, Técnica y de Divulgación. 

Otras piezas clave del engranaje institucional 

En los inicios de la Federación, los Almacenes Generales de Depósito 

fueron una de las áreas que hicieron parte integral de la estructura de 

la Federación. En 1965 se formalizaría la creación de Almacafé como 

brazo responsable del almacenamiento, el apoyo logístico y el control 

de calidad. 

Como parte del desarrollo de productos y el avance en la cadena de 

valor con la industrialización del grano, en 1973 abrió sus puertas la 

fábrica de café liofilizado Buencafé, cuyos productos llegan a más de 

63 países. Y en 2002 vendría a sumarse la marca y cadena de tiendas 

Juan Valdez Café, hoy con cafeterías en más de 16 países, como parte de 

esa apuesta por agregar valor al café de los productores colombianos y 

mejorar sus ingresos. 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\Colombia_Cafetera\11_División_administrativa_FNC.mxd 


43

El significado integral, en una región, de un Comité Municipal de Cafeteros 

es inmensamente grande. Colombia hoy posee 600 municipios cafeteros, 

de los cuales 374 tienen su respectivo Comité. La pregunta es obligada: ¿Y 

qué se requiere para que un municipio pueda tener un Comité Municipal 

de Cafeteros? La respuesta está en el artículo 40 de los actuales estatutos 

de la Federación de Cafeteros: “En el municipio productor de café que 

cuente por lo menos con 400 productores de café cedulados, de acuerdo 

con el reporte anual presentado por la Gerencia Técnica de conformidad 

con el Sistema de Información Cafetera (SICA), funcionará un Comité 

Municipal compuesto por seis miembros principales, con sus respectivos 

suplentes personales, elegidos por voto directo de los productores de café 

federados”. 

Un Comité Municipal de Cafeteros es un equipo que contribuye a la 

presencia institucional en la comunidad. Un Comité genera participación, 

lidera programas de diferente índole, legitima o prueba la verdad frente 

a la normas, es decir, es el organismo que representa a los cafeteros en el 

municipio y genera arraigo o afecto por unas costumbres, unos valores, 

unas tradiciones y en general una cultura. 

Un Comité forja elementos de competitividad cafetera en el municipio, 

pues una de sus funciones es trabajar por la productividad y rentabilidad 

en su territorio. También es un integrador, pues busca alianzas, convenios 

y programas con las administraciones municipales, las Juntas de Acción 

Comunal, los establecimientos educativos y las organizaciones de la 

comunidad. Un líder cafetero lo expresó con un ejemplo: “El Comité 

Municipal es el segundo concejo del municipio”, por ello la palabra concejo 

la escribo con c, pues el mencionado Comité es casi otra corporación. 

Un Comité Municipal de Cafeteros es un formador de líderes y un 

catalizador del empalme generacional, al fin y al cabo facilita el desarrollo 

porque es un grupo organizado. El calificativo para la Federación de 

Cafeteros, cuando había importantes recursos, de que era un Estado 

dentro del Estado, sigue teniendo validez en términos de participación. 

Un Comité de Cafeteros dinamiza la participación en el municipio de 

manera notable, es un activo que produce beneficios tangibles, porque 

en la colaboración sistemática puede haber soluciones innovadoras. 

Porque los cafeteros toman parte en unas decisiones y se comprometen 

con ellas. Porque la unidad hace ver a un gremio fuerte para generar, en 

diferentes proveedores de recursos, confianza para invertir. Porque con la 

participación y la democracia se concilian multiplicidad de intereses con 

el objeto de contribuir a la solución de problemas, y porque a futuro se 

crea en la cooperación el objetivo de la rentabilidad institucional. 

Me ha llamado poderosamente la atención que históricamente las 

decisiones en un Comité Municipal de Cafeteros, donde hay seis 

principales, sean tomadas por consenso, y ello significa traer a la 

memoria y al presente lo que ha significado el consenso para la historia 

de la organización cafetera; consenso expresa madurez gremial, pensar 

en la comunidad para llegar a acuerdos y trabajo en equipo. No hay duda, 

los Comités Municipales de Cafeteros seguirán siendo una herramienta 

fundamental en el desarrollo rural del territorio. 

Carlos Armando Uribe F. 

Director de Asuntos Gremiales 


 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\Colombia_Cafetera\12_Organización_gremial_cafetera.mxd 


45

El clima y su relación 

con el cultivo del café 

• Precipitación 

• Temperatura 

• Brillo solar 

• La broca del café 

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47

Figura 1. Estación meteorológica 

convencional de la red climática 

cafetera. Pueblo Bello, Cesar. (Foto: 

Archivo Cenicafé). 

Figura 2. Evento de lluvia en zona central 

cafetera. (Foto: Archivo Cenicafé). 

Precipitación 

Los mapas se elaboraron a partir de las series climáticas del Instituto 

de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) y la 

Federación Nacional de Cafeteros (Figura 1), las cuales fueron depuradas 

con base en los criterios de calidad definidos a priori, de acuerdo con las 

recomendaciones de la Organización Meteorológica Mundial. En total, se 

seleccionaron 1.461 estaciones con información de lluvia. 

La interpolación espacial se realizó a una resolución de 1 km 2 para las 

grandes cuencas hidrográficas de Colombia: Atlántica, Pacífica, Cauca, 

Magdalena y Orinoquía-Amazonía, y posteriormente se ensambló y 

delimitó la zona cafetera colombiana. 

Se consolidaron los escenarios del promedio multianual, así como El Niño 

y La Niña. Para el año promedio multianual se utilizó el percentil 70, El 

Niño se consolidó con la serie enero-abril de 1998 y mayo-diciembre de 

1997, y La Niña correspondió al año 1999. 

En los mapas temáticos de las siguientes tres páginas se muestra el 

comportamiento de la lluvia en las zonas cafeteras de Colombia. 

En la condición promedio multianual (ver Mapa precipitación acumulada 

anual zona cafetera, promedio histórico), las regiones con menor oferta de 

lluvia, con menos de 1.300 mm por año, están ubicadas en regiones de los 

departamentos de Santander, Norte de Santander, Cundinamarca, Tolima, 

Huila, Cauca y Valle del Cauca. Otras regiones superhúmedas (Figura 2), 

con precipitaciones mayores a 3.000 mm, se presentan en el suroriente de 

Antioquia y oriente de Caldas, norte del Tolima, suroriente de Norte de 

Santander, oriente de Boyacá y Cundinamarca, suroccidente del Cauca, 

noroccidente de Nariño y en la ladera oriental de la cordillera Oriental en 

los departamentos de Putumayo y Caquetá en la región Amazónica, y en 

Meta, Casanare y Arauca en la cuenca del Orinoco. 

En la condición El Niño (ver mapa escenario El Niño), el efecto de 

disminución de oferta de lluvia, que puede afectar el desarrollo del cultivo, 

no ocurre de manera general en la zona cafetera; se acentúa en regiones 

como la Sierra Nevada de Santa Marta, serranía del Perijá, la zona central 

andina en los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío, suroriente de 

Cundinamarca, centro-sur y oriente del Tolima, centro y norte del Huila, 

centro del Valle del Cauca y oriente de Nariño. En las regiones surorientales 

de Boyacá y Norte de Santander, piedemonte llanero (Casanare y Caquetá) 

y oriente de Antioquia y Caldas, la condición El Niño, aunque repercute en 

disminución, no limita la oferta hídrica. 

En la condición La Niña (ver mapa escenario La Niña), las regiones de la 

zona cafetera que más se afectan son las de Antioquia, Caldas, Risaralda, 

Quindío, Norte del Valle, Tolima y sur del Cauca. Sin embargo, otras zonas 

se benefician, como las ubicadas en la Sierra Nevada de Santa Marta, 

serranía del Perijá, Catatumbo en Norte de Santander, suroccidente del 

Valle y en el centro y suroccidente de Tolima. En otras zonas, regularmente 

con sobreoferta hídrica como Caquetá, Meta, Casanare y suroriente de 

Norte de Santander, se presenta disminución en la cantidad de lluvia anual, 

aunque ésta sigue siendo alta para las necesidades del cultivo. 

Los mapas muestran el comportamiento del acumulado, pero no se refleja 

el efecto de la distribución de la lluvia, situación de importancia porque 

los periodos secos y húmedos, de acuerdo con la condición fisiológica, 

favorecen o benefician al cultivo y determinan, junto con la oferta de suelo 

y la pendiente del terreno, los sistemas de producción y su manejo. 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\El_clima_y_su_relación_con_el_cultivo_de_café\2_Precipitación_promedio.mxd 


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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\El_clima_y_su_relación_con_el_cultivo_de_café\1_Precipitacion_niño.mxd 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\El_clima_y_su_relación_con_el_cultivo_de_café\3_Precipitación_niña.mxd 


51

(a) 

(b) 

Figura 3. Termohigrógrafo (a) y termómetros (b), ubicados dentro de una caseta meteorológica. (Foto: Archivo Cenicafé). 

Temperatura 



Federación Nacional de Cafeteros, las cuales fueron depuradas con 

base en los criterios de calidad definidos a priori, de acuerdo con las 

recomendaciones de la Organización Meteorológica Mundial. 

Después de realizada la depuración de los datos, se habilitaron 352 

estaciones de temperatura media del aire (Figura 3). La interpolación 

espacial se realizó a una resolución de 1 km 2 para las grandes cuencas 

hidrográficas de Colombia: Atlántica, Pacífica, Cauca, Magdalena, 

Orinoquía-Amazonía, y posteriormente, se unió y delimitó la zona 

cafetera colombiana. 

El comportamiento de la temperatura promedio multianual sigue un 

patrón fisiográfico, asociado a la altitud. Se ha establecido una disminución 

de 0,6 °C por ascenso en 100 metros de altitud en las cuencas Atlántica, 

Cauca y Magdalena, mientras que en las cuencas Pacífica y Orinoquía- 

Amazonía corresponden a 0,51 y 0,54 °C, respectivamente. Los valles 

interandinos de Cauca y Magdalena presentan mayores temperaturas 

respecto a las demás cuencas para una misma altitud; con relación a la 

cuenca Pacífica la diferencia es de 0,18 °C, con Orinoquía-Amazonía de 

0,98 °C y con Atlántica de 0,88 °C. 

Las condiciones de El Niño y La Niña alteran la oferta térmica (mapas 

de temperatura mínima y máxima). Algunas zonas con baja temperatura 

se favorecen en El Niño, como son la meseta de Popayán, nororiente de 

Nariño, sur del Huila sobre el Macizo Colombiano, regiones del oriente 

tolimense y cundiboyacense, suroccidente de Santander y, en general, 

zonas altas por encima de 1.700 m de altitud, de las tres cordilleras, 

serranía del Perijá y Sierra Nevada de Santa Marta. En una condición La 

Niña, el efecto de disminución de la temperatura se presenta por encima 

de 1.600 m de altitud, en las zonas norte, oriente y central andina, en 

regiones donde además se presenta elevada precipitación y disminución 

del brillo solar. 

El comportamiento de la temperatura promedio multianual 

sigue un patrón fisiográfico asociado a la altitud. 

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Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\El_clima_y_su_relación_con_el_cultivo_de_café\5_Temperatura_promedio.mxd 


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Í F I C O 

O C É A 

P A C 

O 

N 

RÍO 

 

 

SAN JUAN 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO META 

RÍO VICHADA 

RÍO GUAVIARE 

 

RÍO TOMO 

 

 

RÍO ORINOCO 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO IN 

ÍRIDA 

RÍO GUAINÍA 

 

RÍO PATÍA 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO VAUPÉS 

 

 

 

 

RÍO 

 

 

APAPORIS 

RÍO PUTUMAYO 

RÍO CAQUETÁ 

 

 

 

Temperatura 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO AMAZONAS 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\El_clima_y_su_relación_con_el_cultivo_de_café\7_Temperatura_máximo.mxd 


55

Figura 4. Heliógrafo de la red climática cafetera. (Foto: Archivo Cenicafé). 

Figura 5. Sistema agroforestal con café en la Zona Norte cafetera. (Foto: Archivo Cenicafé). 

Figura 6. Sistema de café a libre 

exposición solar en la Zona Central 

cafetera. (Foto: Archivo Cenicafé). 

Brillo solar 



Federación Nacional de Cafeteros, las cuales fueron depuradas con 

base en los criterios de calidad definidos a priori, de acuerdo con las 

recomendaciones de la Organización Meteorológica Mundial. 

Después de realizada la depuración, se habilitaron 262 estaciones de brillo 

solar (Figura 4). La interpolación espacial se realizó a una resolución de 

1 km 2 para las grandes cuencas hidrográficas de Colombia: Atlántica, 

Pacífica, Cauca, Magdalena, Orinoquía-Amazonía, y posteriormente, se 

unió y delimitó la zona cafetera colombiana. 

En el mapa de la siguiente página se diferencian las zonas con mayor 

oferta de brillo solar, por encima de 1.800 horas al año, ubicadas en las 

altitudes medias y bajas de la Sierra Nevada de Santa Marta, serranía del 

Perijá, la cuenca media del río Cauca, en los departamentos de Antioquia 

y Caldas, y partes bajas sobre la cuenca de los ríos Sogamoso y Lebrija, en 

Santander (Figura 5). 

También se presentan zonas con baja oferta de brillo solar anual, por 

debajo de 1.300 horas, hacia las partes altas de las tres cordilleras, serranía 

del Perijá y Sierra Nevada de Santa Marta, en una amplia extensión del 

departamento del Huila, sobre la zona oriental de los departamentos 

de Boyacá y Cundinamarca, en el nororiente de Antioquia, Caquetá y 

Meta, sobre el Nudo de los Pastos y en toda la extensión de la vertiente 

occidental de la Cordillera Occidental (Figura 6). 

Existen zonas con particularidades que, si bien se identificaron por su 

alta pluviosidad, presentan buena oferta de brillo solar, caso especial del 

occidente antioqueño y caldense, suroccidente de Antioquia, centro-sur 

y oriente de Santander, noroccidente de Cundinamarca y occidente de 

Boyacá. 

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Low Cay 

 

 

 

 

 








Johnny Cay 




 

 

 

 

 

M A 

 

 

 

 

R C 

 

 

A R 

I B E 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO ATRATO 

RÍO SINÚ 

SAN 

RÍO 

 

 

 

JORGE 

RÍO CAUCA 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO ARAUCA 

 

 

 

RÍO CASANARE 

 

 

 

 

 

 

 

Í F I C O 

O C É A 

P A C 

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RÍO 

 

 

SAN JUAN 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO META 

RÍO VICHADA 

RÍO GUAVIARE 

 

RÍO TOMO 

 

 

RÍO ORINOCO 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO IN 

ÍRIDA 

RÍO GUAINÍA 

 

RÍO PATÍA 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO VAUPÉS 

 

 

 

 

RÍO 

 

 

APAPORIS 

RÍO PUTUMAYO 

RÍO CAQUETÁ 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO AMAZONAS 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Document Path: E:\luz.garcia\3060.24-74_Atlas_FNCC\GDB\Colombia\Base_Colombia\MXD\El_clima_y_su_relación_con_el_cultivo_de_café\4_Brillo_solar.mxd 


57

Figura 7. Huevos de broca (Hypothenemus hampei). (Foto: Archivo Cenicafé). 

Figura 8. Broca (Hypothenemus hampei) penetrando fruto de café. (Foto: Archivo 

Cenicafé). 

La broca del café 

La broca del café es un insecto del orden Coleoptera, considerada 

la principal plaga del cultivo del café a nivel mundial. Los daños se 

generan por atacar directamente el grano, lo que ocasiona pérdida 

de peso, depreciación del grano y problemas de calidad de la bebida, 

reduciendo significativamente el ingreso de los productores (Vega et al., 

2008; Bustillo, 2002). 

La caficultura colombiana presenta en su mayoría escenarios favorables 

para la colonización y ataque de la broca, ya que gran parte del área 

plantada presenta dos periodos de floración (Arcila y Jaramillo, 2003), 

lo cual genera presencia de frutos de diferentes edades simultáneamente 

y beneficia a la broca del café para su establecimiento y reproducción 

(Rodríguez et al., 2011). 

La broca del café presenta una tolerancia térmica amplia, entre 18 y 32 

°C, con una temperatura óptima entre 22 y 28 °C (Giraldo, 2016), lo 

que indica que zonas cafeteras con temperaturas anuales superiores a 

22 °C y épocas prolongadas de déficit hídrico favorecen los incrementos 

poblacionales de este insecto. 

De esta forma, las localidades de la zona cafetera colombiana por debajo 

de 1.200 m de altitud, con temperaturas superiores a 21 °C, presentan 

situaciones de riesgo crítico de ataque de broca. Aquellas zonas entre 

1.300 y 1.500 m de altitud y temperaturas medias entre 20 y 21 °C, 

presentan una situación de riesgo moderada. Las zonas entre 1.500 y 

1.600 m de altitud y temperaturas medias entre 19 y 20 °C presentan 

una situación de riesgo bajo. Mientras que localidades por encima de 

1.700 m de altitud y temperaturas menores de 19 °C no presentan una 

situación de riesgo significativo (ver mapa). 

La duración del ciclo de vida del insecto, de huevo a adulto, es 

directamente afectada por la temperatura: a mayor temperatura 

menor duración del ciclo, pero a partir de 30 °C la duración del ciclo 

se prolonga de nuevo, indicador de que a partir de este valor las 

poblaciones desaceleran su crecimiento, impactando negativamente su 

dinámica. En la Figura 9 puede observarse la duración del ciclo de la 

broca en diferentes temperaturas. 

Ante un evento El Niño, las hectáreas de café en Colombia 

amenazadas por la broca aumentan considerablemente por el 

incremento térmico que se presenta durante este evento climático, 

y por lo tanto las acciones de manejo integrado de la broca deben 

intensificarse (Ramírez et al., 2014). 

Duración (días) 

80 

60 

40 

20 

18°C 22°C 25°C 30°C 32°C 

0 

Temperatura °C 

Figura 9. Duración media en días del ciclo total (huevo-adulto) (±DEP) de Hypothenemus hampei, en cuatro 

temperaturas constantes, humedad relativa 65% ±10% y 24 horas de oscuridad. 

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Low Cay 

 

 

 

 

 








Johnny Cay 




 

 

 

 

 

M A 

 

 

 

 

R C 

 

 

A R 

I B E 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO ATRATO 

RÍO SINÚ 

SAN 

RÍO 

 

 

 

JORGE 

RÍO CAUCA 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

RÍO ARAUCA 

 

 

 

RÍO CASANARE 

 

 

 

 

 

 

 

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O C É A 

P A C 

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RÍO 

 

 

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RÍO META 

RÍO VICHADA 

RÍO GUAVIARE 

 

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RÍO VAUPÉS 

 

 

 

 

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Comités 

de Cafeteros 

• Antioquia • Boyacá • Caldas • Cauca • Cesar-La Guajira y Bolívar 

• Cundinamarca • Huila • Magdalena • Nariño • Norte de Santander 

• Quindío • Risaralda • Santander • Tolima • Valle del Cauca 

• Oficinas Coordinadoras y otros territorios (Casanare, Meta, Caquetá, 

Putumayo y Chocó)

Atlas Cafetero de Colombia 1927-2017 PAG_1_A_62

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