Edgar Raúl Leoni - Presidentes de Venezuela

PRESIDENTES DE VENEZUELA

Guzmán Blanco
Mejor conocido como el Autócrata
civilizador, el Ilustre americano y el
Regenerador y pacificador, otorgados en
su momento por el Congreso de la
República, el hijo de Antonio Leocadio
Guzmán fue uno de los hombres más
influyentes del siglo XIX en nuestro país.
Con apenas con 19 años de edad, hacia
agosto-septiembre de 1848, ya había
alcanzado su primer cargo público como
jefe de sección en la Secretaria del
Ministerio de Relaciones Exteriores. En la
Universidad Central de Venezuela cursó la
carrera de Derecho, al tiempo que ejerció
funciones legales en esta institución.
Durante su etapa de mandatario…
Los tres períodos presidenciales que vivió
Guzmán Blanco son conocidos como el
Septenio (1870-1877), el Quinquenio
(1879-1884) y el Bienio (1886-1888),
aunque el tercero no lo completó.

Durante los 18 años que Guzmán Blanco permaneció en el poder se dieron a conocer importantes
medidas direccionadas a hacer de Venezuela un moderno Estado Nacional, para sellar, de una
vez por todas, los frecuentes alzamientos de caudillos que solo generaban ruina y atraso al país.
Retirado de la silla presidencial
Una vez sacado del gobierno, entre 1887 y julio de 1889, Guzmán se esforzó por mediar en la
solución del conflicto de Venezuela con Inglaterra por la frontera con la colonia guayanesa,
planteando al gobierno inglés que la frontera se fijase en el río Esequibo.
En julio de 1889, luego de un encontronazo con el gobierno de Juan Pablo Rojas Paúl, renunció a
sus cargos. Ya alejado de Venezuela, la política y el poder, se dedicó a escribir, incluso publicó
folletos sobre el tema fronterizo, especialmente los de Guayana.

En 1894 fueron
publicados en París
sus libros En
defensa de la
causa liberal y
Muerte del general
Ezequiel Zamora.
Sus últimos años
los vivió en la
capital francesa,
donde dejó de
existir en julio de
1899. Tras un siglo
de reposo de sus
restos en Europa,
su cuerpo fue
trasladado a
Venezuela el 7 de
agosto de 1999,
reposando, ahora,
en el Panteón
Nacional.

CIPRIANO CASTRO
Militar y político tachirense, presidente de la República (1899-1908) y pionero de una nueva y
larga hegemonía en la historia política de Venezuela. Abandonó la carrera de sacerdote para
trabajar como dependiente de la casa Van Dissel, Thies y Cía, y luego entró de lleno en el mundo
de la política.
El ascenso meteórico de Castro le hizo posicionarse entre las esferas políticas caraqueñas, con
quienes confabuló sus planes continuistas. Con el objeto de apoyar de manera efectiva al
presidente del momento, Andueza, Castro hizo un relampagueante viaje al Táchira para recibir la
colaboración de Juan Vicente Gómez, Emilio Fernández y Francisco Antonio Colmenares
Pacheco, para organizar un ejército capaz de enfrentarse a la Revolución Legalista, que tuvo
entre sus principales «capos» a Joaquín Crespo.

En 1898, los partidarios de Castro
formaron un Comité Revolucionario con el
fin de realizar una acción conjunta. En este
momento, Castro decidió crear -de la
mano con Juan Vicente Gómez y otros
copartidarios- la Revolución Liberal
Restauradora. Su movimiento triunfó de
forma tan contundente, que el presidente
Andrade abandonó el país. Un 22 de
octubre de 1899 tomó posesión de la
presidencia de la República hasta
diciembre del año 1908.
Una vez en el poder, Cipriano Castro fue el
blanco de una fuerte oposición política
proveniente de los sectores nacionales e
internacionales.
La Revolución Libertadora (1901-1903),
guiada por el banquero Manuel Antonio
Matos, que contó con un enorme capital
extranjero, bloqueó las costas
venezolanas y motivó la célebre proclama
de Castro: «Venezuela, la planta insolente
del extranjero ha profanado el sagrado
suelo de la patria«; y «La Conjura» (1907).

Un año más tarde, Cipriano Castro tuvo que someterse a una peligrosa intervención quirúrgica en
Alemania, dejando «el coroto», de manera temporal, al vicepresidente de la República, el general
Juan Vicente Gómez, quien se aprovechó de ello para dar un golpe de Estado, el 19 de diciembre
de ese año.

MEDINA ANGARITA
Fue presidente de Venezuela entre
1941 y 1945, coincidiendo con la
Segunda Guerra Mundial, así que
más allá de defender o juzgar a un
personaje como Isaías Medina
Angarita debemos interpretar el
contexto histórico en el que se
enmarcó su vida y acción política.
Realizó sus estudios de primaria y
bachillerato en su ciudad natal, San
Cristóbal, estado Táchira, para luego
mudarse a Caracas, con 15 años de
edad, e inscribirse en la Escuela
Militar, en 1912, de la cual egresó
como de subteniente el 23 de julio de
1914, durante la Primera Guerra
Mundial.
Ascendió hasta teniente coronel, en
1927, y fue profesor en la Escuela de
Aspirantes a Oficiales y en Escuelas
Federales de Caracas, en la Escuela
Normal de Hombres y en el liceo
Andrés Bello. Al ejercer la docencia,
se fue formando hasta ser parte de
grupos con tendencias políticas
nuevas, incluso hasta ser partidario
de la autonomía universitaria.

Para 1930, fue elegido como miembro de la Comisión de Reglamentos Militares y Navales, en
1931, ayudante interino de la Jefatura del Estado Mayor y, para 1935, su crecimiento había sido
tan relevante que fue nombrado, por decreto ejecutivo, ministro de Guerra y Marina, el 1 de marzo
de 1936. Cuatro años más tarde se convirtió en candidato a la presidencia de la República.
Posteriormente, en las elecciones realizadas por el Congreso Nacional, en 1941, Medina Angarita
resultó electo con 120 votos, contra 13 obtenidos por su más cercano rival, Rómulo Gallegos.
Medina Angarita, como hombre vinculado a la política y primer mandatario, se mostró como un
militar civilista que respetó los derechos humanos y defendió, a capa y espada, la libertad de
expresión; otorgando por primera vez el voto a las mujeres para elegir y ser elegidas.

No obstante, para los
historiadores se
interpreta como «un
grave error suyo» no
haber profundizado en
la implementación del
voto universal, directo y
secreto. El 18 de
octubre de 1945, por un
golpe cívico-militar, fue
aprehendido y
expulsado del país.
El 8 de mayo de 1952,
un accidente vásculocerebral
deterioró su
salud durante su exilio.
Cuando se le permitió
entrar a Caracas, con
secuelas irreversibles
de su enfermedad,
falleció un año
después, como
consecuencia de un
aneurisma abdominal.