Becatalaiotica 2020

De las Islas Baleares Menorca es la más oriental
y septentrional. Seguramente también la menos
privilegiada: mucha roca, poca tierra fértil y ninguna
cadena montañosa para protegerla del viento. A lo
largo del año, el paisaje parece una pelea entre los
amarillos del verano y los verdes del invierno cuando
llueve. Tiene un relieve complicado, hay pendientes,
barrancos y llanos. La vegetación es de baja estatura:
comunidades de acebuches y matorral, también
algunos bosques de encinas y pinos. Desde la gran
mayoría de puntos de la isla se ven en el horizonte
dos cintas azules, una es el mar y la otra el cielo.

Menorca fue una de las últimas islas del Mediterráneo
colonizada por los humanos. Una vez en la isla, se
preocuparon de disponer de agua y pastos para el
ganado, también recolectaron materias primas y
alimento. Trabajando la tierra cultivaron cereales y
forrajes. Desde el horizonte de los azules comenzaron a
llegar embarcaciones con el fin de comerciar, cada vez
con más intensidad. La isla recibió a nuevas personas,
conoció nuevas ideas, tecnologías y productos. El
paisaje de Menorca se transformó a la medida del hombre.
En el siglo XXI, la huella de la mujer y el hombre
prehistórico se manifiesta con brío en el paisaje,
y los isleños y turistas la pueden admirar. Hay
también quienes la investigan y han dividido la
prehistoria en etapas: el pretalayótico o naviforme
(1600-1200 a.C.), el talayótico (1200-550 a.C.) y
el postalayótico o talayótico final (550-123 a.C.).
Ahora, queremos mostrar al mundo esta cultura
(mejor dicho, estas culturas) ratificando su valor y
mejorando su protección a través del reconocimiento
como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Aunque a día de hoy está parcialmente cubierto de vegetación,
El entorno de SON MERCER
SON CATLAR fue uno de los grandes poblados de la isla en
es muy auténtico; se sitúa en-
época postalayótica. Está rodeado por una muralla, sin duda la
tre los barrancos de Son Fi-
más completa de la isla. Actualmente un equipo de arqueólogos
deu y Trebalúger: la Menorca
está trabajando en conocer el
más profunda. Esta zona rural
proceso de fortificación de
era popularmente conocida
este poblado. Apuntan que la
Foto: Proyecto MODULAR (Universitat dʼAlacant)
por sus leyendas, compiladas
construcción de esta muralla estaría relacionada
todas por Francesc d’Albran-
Foto: Proyecto MODULAR (Universitat dʼAlacant)
con los conflictos que hubo por el control
del mar Mediterráneo entre púnicos y
romanos durante los siglos III y II a.C.,
las Guerras Púnicas. En el interior
permanecen todas las estructuras de
un poblado talayótico: tres o cuatro
talayots, el recinto de taula más grande
de la isla, ruinas de casas y una sala
hipóstila. Realmente en Son Catlar queda
mucho por descubrir.
Guia Arqueològica Son Mercer de Baix: M. C. Rita, Ll. Plantalamor i J. Murillo
ca (1852-1929). Este médico
y erudito de entre siglos tomó
su seudónimo del vecino predio
de Albranca, donde Francesc
pasó su infancia y donde
pudo conocer bien el barranco
de Son Fideu.
Les Monuments Primitifs de les îles Baléares:
E. Cartailhac
Les Monuments Primitifs de les îles Baléares:
E. Cartailhac
La comunidad naviforme que
vivía en Son Mercer también
controlaría el barranco de
Son Fideu. El control de los
accesos al interior de la isla
que permite el barranco y
los buenos pastos serían de
SANT AGUSTÍ es un poblado
talayótico situado al este del
barranco de Binigaus, ahora lleno
de vegetación. Tiene dos talayots,
uno de ellos, el talayot oriental, es
único en la isla porque tiene una
cámara interna. Es conocido popularmente como “talaiot de ses bigues de mata”, ya que la cubierta
de la cámara interna conserva tres vigas de madera. El análisis de una muestra de la madera (de
solo 1 cm 3 ) ha dejado bastante claro que no son vigas de mata sino de acebuche, datado entre
1300-1100 a.C. En el poblado también se intuyen casas, dos posibles recintos de taula, hipogeos
y otras edificaciones.
Foto: Isma Moll/Proyecto Arqueológico Sant Agustí Vell
mucho interés. Sería una
comunidad pequeña: ahora
solo hay cuatro navetas.
Una de ellas parece que
podría ser de alguien más
importante; se llama Cova des
Moro y conserva su cubierta
de piedras. Sorprenden las
columnas que sostienen
la cubierta; son de estilo
mediterráneo, es decir, la
base es más pequeña que su
parte superior.

El imponente talayot, rodeado de habitaciones
anexas y con una escalera para coronarlo, es
lo más destacado en el poblado de CORNIA
NOU. Las investigaciones realizadas por los
arqueólogos del Museo de Menorca en este
talayot han resultado fundamentales para
el conocimiento del periodo talayótico.
De hecho, la función de los talayots es
cosa bastante compleja. Puede que lo
más evidente sea su función de atalaya, ya
que desde un talayot siempre se observa
otro talayot, estableciéndose así una
red visual de control sobre el territorio.
También, más allá de su sentido práctico,
es preciso tener en cuenta el sentido
cultural, político y simbólico que hay en
una red de centenares de talayots en
toda la isla. Sin duda se trata de la “isla
de los talayots” y sus constructores los
“talayóticos”. En Cornia Nou, además, el
talayot podría ser el centro productivo
del poblado: para moler cereales,
descarnar animales y redistribuir la
producción a los diferentes miembros
de la comunidad. La escalera que
conduce a la parte más alta del
talayot podría estar relacionada con
algún tipo de ritual o representación
de poder, quién sabe.
Foto: Montserrat Anglada/Associació Arqueologia i Patrimoni
Foto: Museu de Menorca/ Associació Arqueologia i Patrimoni
En el interior del barranco, aprovechando
la cara sur, hay una quincena de cuevas de
enterramiento de casi todos los periodos.
Son muy conocidas: la cueva 4 con un portal
esculpido meticulosamente en la fachada, las
cuevas 9 y 10 con sus patios excavados en
la roca y las cerca de 30 capillas recortadas
en las paredes, conocidas popularmente
como “capades de moro”.
Ll. Plantalamor
Ahora, también está lleno de
vida. Es un parque para los
jóvenes de los dos grandes
centros educativos que hay al
lado. En Trepucó, por un lado
hay un barrio de casas con un
recinto de taula a los pies de
un gran talayot, y por el otro, a
unos 50 m, hay otro barrio de
casas adosadas a un talayot
más pequeño.
Foto: Equip Entre Illes
TREPUCÓ es un poblado talayótico muy grande
pero que ha pagado el precio de estar en
la periferia de Maó y hoy día solo queda de él
una pequeña parte. Hay que decir que Trepucó
ha vivido la historia con intensidad desde
su abandono en la prehistoria. Entre 1781 y
1782 las tropas españolas del francés duque
de Crillon utilizaron el talayot para asediar
a las tropas inglesas encerradas
en el castillo de San Felipe. Dos siglos
después, entre 1930 y 1931, el equipo
de la famosa antropóloga y egiptóloga
Margaret A. Murray realizó la primera
excavación arqueológica
de tipo
científico en la
isla.
CALA MORELL se encuentra al noroeste de la isla,
donde el terreno es muy escarpado. Se trata del
extremo occidental de la falla tectónica que divide
las dos Menorcas geológicamente hablando. La
más vieja al norte y la miocena de calcarenitas, más
joven, al sur. Seguramente sus aguas también serían
el refugio de embarcaciones antiguas. Sobre un
inhóspito promontorio costero hay un asentamiento
de navetas protegidas por un muro defensivo.
La sucesión de ocupaciones entre el Calcolítico y la Edad
Media en el yacimiento de Cornia Nou (Menorca, Islas Baleares):
M. Anglada, A. Ferrer, Ll. Plantalamor, D. Ramis i M. Van Strydonck.

SO NA CAÇANA es considerado por muchos
TORRALBA D’EN SALORT es
arqueólogos un santuario porque tiene dos recintos de
un poblado talayótico famoso
taula, y cabria la posibilidad de que hubiera otro. Es
por la perfección de su taula.
Podría ser el epicentro cultural
y religioso de una zona
muy densa en cuanto a restos
arqueológicos. A menos de 5
km encontramos yacimientos
prehistóricos tan destacados
como Torralba, Torrellisar o
Torralbenc. Además, en el
2013, durante la ampliación
de la carretera que une Alaior
con la costa sur, aparecieron
un grupo de tumbas de época
islámica.
curioso que en la fachada de uno de estos edificios
de función religiosa haya una piedra redonda
sobre una pequeña pilastra horizontal y una losa
triangular que sugieren una representación de la
diosa púnica Tanit.
Es el arquetipo de imagen de
postal turística de Menorca
desde hace muchas décadas.
Fue excavada en los setenta
y ochenta, lo cual permitió
descubrir que se trataba de
un edificio religioso del periodo
postalayótico. Las celebraciones
y rituales se harían en
verano, al calor de una gran
hoguera. Se practicaría algún
tipo de sacrificio animal, siendo
al fin un banquete de carne
y vino (las libaciones son algo
habitual en todas las celebraciones).
Habría referencias
a divinidades indígenas y de
otros rincones del Mediterráneo.
En un pequeño altar del
Foto: Museu de Menorca
De hecho, también se ha
dicho que la taula, el
elemento central compuesto
por pilastra y
capitel, podría simbolizar
la cabeza de un toro.
Los toros siempre han apasionado
a las comunidades
humanas del Mediterráneo
occidental, son los animales
más fuertes del rebaño.
recinto se encontró la figura
de un torito de bronce, las patas
de una figura de un caba-
Estos dos monumentos están en el entorno del poblado de Torre
llo y dos pebeteros con el busto
de la diosa de la fertilidad
Tanit.
Foto: Museu Arqueològic de Catalunya
d’en Galmés. Pueden resultar un poco misteriosos y probablemente
son de etapas de la prehistoria muy dispares. El sepulcro de
SES ROQUES LLISES es uno de los restos arqueológicos más
antiguos que hay en Menorca. Está relacionado con las primeras
comunidades humanas que llegaron a la isla entre el III y II milenio
a.C. Llama la atención su emplazamiento aislado en el medio de
una parcela donde aflora la roca madre; parece simbolizar el
vínculo de las personas que en él estarían enterradas con el
territorio.
Les Monuments Primitifs de les îles Baléares:
E. Cartailhac
A unos pocos metros hay otro
edificio llamado NA COMERMA
DE SA GARITA. No se sabe qué
es ni qué función tendría, pero
por su arquitectura parece que
se podría tratar de un recinto
de culto postalayótico. Es
inédito en Baleares.

CALESCOVES es una cala archiconocida por su belleza a la
Representaciones rupestres de barcos/C. Veny
vez que un gran cementerio de cuevas artificiales recortadas en
Seguramente, parte importan-
sus acantilados. Un lugar donde las vidas de los menorquines
te de los objetos que encontra-
Les Monuments Primitifs de les îles Baléares:
E. Cartailhac
TORRE D’EN GALMÉS es uno de los poblados talayóticos
más grandes de la isla: cabe imaginárselo con centenares
de personas de la edad del hierro viviendo en él su día
a día. Sobre una colina hay tres talayots y un recinto
de taula; se intuye la simbiosis del poder civil y la
religión, algo que es habitual en muchas sociedades.
Desde esta colina se observa una buena porción de
mar y de territorios agrícolas que los habitantes del
poblado debían controlar. Por una parte sabemos
que desde el mar llegarían todas las novedades
gracias al comercio. Por otra parte los campos
que observamos darían de comer a las familias
que allí vivían. Bajando la colina hay muchas
casas postalayóticas, algunas muy grandes, con
salas hipóstilas para almacenar, patios para
guardar ganado y cisternas para recoger agua.
Desde el siglo XIX Torre d’en Galmés sorprende
Foto: Museu de Menorca
de la Prehistoria irían a acabar. El patio externo de algunas
cuevas seguramente sirvió, en el momento de enterrar a los
difuntos, para celebrar el sepelio en comitiva. Además, las
aguas de esta cala, ahora con veleros, lanchas y turistas, eran
un buen fondeadero para los marineros y mercaderes antiguos
(más adelante también serviría a los piratas).
mos en los yacimientos del interior,
por ejemplo, Torre d’en
Galmés o Torralba d’en Salort,
llegaron a la isla a través de
los barcos púnicos fondeados
en Calescoves. En un costado
de la cala hay una gruta utilizada
como santuario: la Cova
des Jurats. En una pared hay
unas inscripciones que celebran
el 21 de abril, la fecha de
la fundación de Roma.
Foto: Margarita Orfila/Giulia Baratta
a los arqueólogos y eruditos de todo el mundo.
Les Monuments Primitifs de les îles Baléares:
E. Cartailhac
Foto: Margarita Orfila (Universidad de Granada)
Foto: Mario Gutiérrez (Universidad de Granada)
F. Mir, F. Comas, i G. Pulido/Speleo Club Mallorca
De norte a sur surcan la isla barrancos en cuyas paredes hay
cuevas y abrigos. Muchas de estas cuevas son de difícil acceso
y desconocidas para nosotros pero las mujeres y hombres
de la Prehistoria las utilizaban: para enterrar a sus muertos,
como lugares sagrados o simples escondites. En el barranco de
Binigaus hay un sinuoso camino que llega a una gran cueva. En
la entrada da la sensación de estar ante un teatro o una iglesia
de la naturaleza. Por eso, la COVA DES COLOMS se la llama
también “la catedral”. Mide 110 m de largo por aproximadamente
15 m de ancho y 24 m de altura en su parte central. A finales
del siglo XIX el arqueólogo francés Émile Cartailhac encontró
en ella huesos humanos. Más adelante, entre el 1914 y el 1915,
también se encontraron restos arqueológicos, entre los cuales
habría dos cuernos de toro de bronce. Hoy la
cueva recibe muchos visitantes, está
muy fotografiada y, por
supuesto, espoliada.
Cráneos en la cueva de Biniedrís, empleada como lugar de
enterramiento en la misma época que la Cova des Coloms.
Foto: Proyecto Biniedrís (Universidad de Granada)

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ARQUEOLÓGICOS
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