07.01.2020 Views

Manizales º Novillada º 5 de enero de 2020

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Plaza de Toros de Manizales, 5 de enero de 2020

Novillada (con picadores) de abono de la 65ª Temporada Taurina de Manizales

Sol primaveral, tres cuartos de plaza

7 Armerías 7, de correcta y variada presentación; tercero, cuarto y quinto (bis) aplaudidos en el arrastre

Gitanillo de América, de marino y oro, vuelta al ruedo (con división), pitos y pitos en el que mató por

Andrés Bedoya

Diego San Román, de turquesa y oro, saludos desde el tercio y vuelta al ruedo

Andrés Bedoya, de tabaco y oro, oreja que paseó su cuadrilla

Sergio Salazar Villegas

Se inaugura esta nueva Temporada Taurina de Manizales con una novillada de abono que registró

una entrada de un poco más de tres cuartos. A diferencia de los últimos años en los que la empresa optó

por organizar dos corridas “importantes” durante el Puente de Reyes (recordamos a Juan Bautista con aquel

primer toro de Santa Bárbara), este año inició la Feria con una novillada de Armerías para Gitanillo de

América (junior), el mexicano Diego San Román y el local Andrés Bedoya.

Como lo comentaremos más adelante, nos satisface que el novillero Diego San Román haya

debutado en esta plaza tras los buenos pergaminos que demostró en Cañaveralejo hace pocos días. Por el

contrario, es inaceptable que la empresa haya repetido a dos de los mismos novilleros que hicieron el

paseíllo en la novillada de la Feria 2019. Para Gitanillo de América, ser hijo del presidente de la

UNDETOC le basta para comparecer reiteradamente (sin merecerlo) en Cali, Manizales y Bogotá. Por otra

parte, nadie es profeta en su tierra: Andrés Bedoya no cuenta con la trayectoria ni el oficio suficiente para

repetir en la que hoy es la primera feria taurina de Colombia. A la empresa: ¡variedad, por favor!

Gitanillo recibió a su primero, abanto, de larga cambiada (de pie) y una cordobina en la que perdió

el capote. Tras el picotazo de rigor que se aplica en esta plaza, tuvimos un quite compuesto por dos

chicuelinas, tafallera y revolera. No vale la pena que se brinde al público si se va a torear descolocado, al

hilo del pitón y con el pico de la muleta en todos los pases. Además, sería bueno evitar las ínfulas de tirar

los trastos y arrodillarse en un desplante frente al toro; esto solo aplica en faenas de heroísmo y épica, no

en trasteos baratos cuyo colofón son tres molinetes pueblerinos. Despachó a su primer ejemplar con un

pinchazo y un espadazo fulminante para dar una vuelta al ruedo que nadie pidió. De las otras dos faenas

solo resaltamos las navarras y el manguerazo de Villalta (en el cuarto) y las largas cambiadas en el sexto

(que mató en lugar de Bedoya); fueron recurrentes las protestas, aunado a los gritos de “¡toro, toro!” desde el

tendido. Pitos de despedida.

De Diego San Román se continuó hablando al final del festejo mientras nos encaminábamos a los

parqueaderos. S.R. está placeado y se nota con las verónicas y delantales a pies juntos con los que llevó al

segundo de la tarde desde el tercio hasta la boca de riesgo para rematar con un par de chicuelinas,

cordobina y revolera. Al mejor estilo de José Tomás, el mexicano pegó un quite por gaoneras (las dos por

el pitón izquierdo, extraordinarias) y una brionesa. La faena de muleta que comenzó de rodillas fue

templada, sencilla, clásica y corta. Desafortunadamente, la espada hizo guardia por el costado derecho y se

necesitaron tres descabellos para que el toro doblara (saludo desde el tercio). En el quinto (bis),

evidenciamos buenas maneras de S.R. en tres buenas tandas con la mano derecha con un novillo que

remataba los muletazos de fea manera levantado la cabeza con violencia. Ahora, la agresividad sorda por el

pitón izquierdo llevaron a que S.R. fuese cogido en el primer natural; a partir de allí, todo, inclusive las

manoletinas de cierre, fueron por el pitón derecho. Vuelta al ruedo tras pinchazo, estocada que hace

guardia y descabello.


Andrés Bedoya se mostró asustadizo y en aprietos. No trascendió en el capote y le solicitó a su

picador una fuerte pica para su oponente. Dos chicuelinas y una revolera desabridas fueron, de repente, lo

mejor que le propinó al mejor novillo de la tarde. “Galopo”, herrado con el número 436, siempre estuvo

fijo, pronto, metía la cara haciendo el avión y embistió con fiereza hasta desarrollar sentido y levantar al

novillero quien sufrió una cornada en la parte posterior del muslo. Siempre sucede cuando se torea mal. El

espadazo rinconero despachó rápidamente al novillo gracias al espectáculo del “carrusel” de Emerson

Pineda y “El Piña”, que es innecesario y grosero. En la medida que el torero fue cargado hasta la

enfermería incluso antes de que el novillo doblara, la parroquia fuertemente exigió una oreja (concedida

inmerecidamente).

Coda No. 1 – la música debe sonar cuando la faena de verdad lo amerite. Interpretar “Agüero” en la

segunda tanda del primero novillo de Gitanillo no debe ser la pauta que rija el devenir del resto de semana.

Coda No. 2 – a pesar que al segundo novillo solamente quedó adornado con un par de banderillas,

consideramos acertada la decisión del Presidente de cambiar el tercio. Los otros dos pares, que sí se

ejecutaron y clavaron, por alguna razón no quedaron enganchados. Con esto se evita que el toro pierda

recorrido entre capotazo y capotazo.

Coda No. 3 – por muy Felipe Negret que se sea, el otrora empresario de la Santamaría y el que lo

acompañaba, no han debido entrar al ruedo para recibir el brindis del cuarto. Su puesto adecuado es el

palco de callejón y el novillero debe brindar desde la barrera. A propósito, vemos mucho lagarto en el

callejón. Señores Cormanizales, ¿quiénes son los jóvenes que ocupan el palco de callejón ubicado entre

RCN y Cormanizales? Parece que su localidad debería estar en las filas altas del Tendido 1 de Sombra, ¿no?

Coda No. 4 – durante la sustitución del quinto novillo, dos toros cebú entraron al ruedo (¿qué

hacían en los corrales en primer lugar?); un toro cebú no es lo mismo que un cabestro. La Plaza de Toros

de Manizales no puede convertirse en una corraleja sabanera. Los monosabios, siempre aplaudidos en su

labor, manejaron muy mal la situación y ambos animales resultaron de difícil manejo. Agradecemos una

explicación del torilero y la empresa.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!