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La Otra Mirada de la Semana Santa 2020

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Joselito y La Macarena

Una historia de Esperanza

Cuentan que José Gómez Ortega, rey de

los toreros y cofrade generoso con la

Hermandad de La Macarena, ante el

fervor y la devoción que le produjo la entrada

del palio en la Catedral de Sevilla, embargado

por el profundo cariño que le procesaba a la

dolorosa, preguntó a quienes le acompañaban:

“¿costaría mucho un varal de oro para

la virgen?” A lo que le respondieron: “mucho

José, mucho”. “Pues como ella me de vida, lo

va a tener el próximo año”.

El destino, sin embargo, cruel y caprichoso,

dispuso esas palabras de otra forma.

El 16 de mayo de 1920, Joselito “el Gallo” se

vestía de luces en la plaza de toros de Talavera

de la Reina cuando por la puerta de los toriles

aparecía el quinto de la tarde, “Bailaor”, astado

número 7 de la ganadería de la Viuda de Ortega.

Esa tarde, el albero se teñía de rojo y Sevilla

de negro, de pena y tristeza. La noticia de la

muerte del rey de los toreros conmocionaba

más allá del mundo del toro.

Por un rincón de Sevilla, en la Basílica

de la Macarena, María llora. Llora desconsolada,

llora en soledad. La dolora, en uno de

esos gestos difíciles de entender, pero que son

los que hacen que nuestra Semana Santa sea

Joselito sobre la arena del ruedo

como es, se vistió de negro. Era 31 de mayo de

1920, 15 días después de la tragedia en el coso

madrileño, y la imagen dejaba para la historia

una estampa que no se volvería a repetir (al

menos hasta la actualidad). La Esperanza Macarena

vestida de luto para despedir (o en su

caso, reencontrarse) a José Gómez Ortega. En

el recuerdo quedaba una historia de fe, amor y

devoción que nunca caerá en el olvido.

No solo Joselito quiso aportar aquel varal de

oro. Son muchos los obsequios y afectos mostrados

a la virgen de la Esperanza por parte

del diestro. Corría el año 1913 y Joselito, en

uno de los tantos viajes que realizaba el torero

a la ciudad de París, poco después de tomar la

alternativa, entra en una joyería parisina para

comprarle un regalo a una amiga. Allí ve una

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