NÚMERO 10

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Ya solo nos quedaba una última sesión de fotos el cuarto día, y aunque con el objetivo
cumplido, todavía nos empeñábamos en ampliar el archivo con otros ejemplares
y otras localizaciones. Miha nos llevo a un hide muy alejado del hotel, unos
50 km por pistas forestales. La localización una vez más perfecta. Un pito negro nos
amenizó la espera, hasta que a media tarde un gran macho apareció tras un gran
tronco caído en el suelo, y estuvo por allí cerca de 40 minutos. Fue el colofón a unos
intensos días en Eslovenia tras los osos. Sin duda una experiencia que repetiremos
en un futuro.