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CEIC
Papeles del CEIC # 55, marzo 2010 (ISSN: 1695-6494)
Ana Lucía Grondona
La sociología de Emile Durkheim: ¿una definición “comunitarista” de lo social?
http://www.identidadcolectiva.es/pdf/55.pdf
su calor y estabilidad, no fue la única salida propuesta como “antídoto” a los
males de la modernidad.
Según señala Axel Honneth, cierta decepción por “los resultados prácticos
de su propuesta” (1999: 7) llevará a que Durkheim en los últimos años de
su vida ideara un programa que comportaba otros rasgos:
“Ya no es la justa reorganización de la división del trabajo,
sino la periódica repetición de situaciones proclives a una
fusión colectiva, lo único que puede conducir en las
sociedades modernas hacia una forma de integración social
que no comporte el peligro de desorganización moral”
(Honneth, 1999: 7, énfasis propio).
Esta variación en lo que hace a la prescripción política está íntimamente
vinculada a las transformaciones en la perspectiva durkheimiana sobre “lo social”
(ver Lacroix, 1984). En este sentido, la principal objeción que aquí se hace
a la perspectiva de Nisbet es que en su búsqueda por superar la perspectiva
bio-bibliográfica de la obra de Durkheim —para abarcarla desde cuatro conceptos
que entretejidos conformarían el entramado del pensamiento durkheimiano
(lo social, la personalidad, la autoridad, lo sacro, el desarrollo)— algunas inflexiones
capitales aparecen desdibujadas. El historiador de la sociología cuestiona
lo que entiende un excesivo énfasis de los especialistas en separar y
marcar discontinuidades en las cuatro obras principales del autor (De la división
del trabajo, Las reglas del método sociológico, El suicidio y Las formas elementales
de la vida religiosa). Desde su perspectiva, en todas se encuentra por
igual como premisa metafísica y metodológica que el comportamiento humano
por encima de lo meramente psicológico debe pensarse emanando directamente
de “lo social”, o al menos fuertemente condicionada por ello (1965
[1895]: 38). Sin embargo, cabe preguntarse si “lo social” ha mantenido una definición
estable a lo largo de la vida de Durkheim. Incluso, si el carácter “determinista”
y “exterior” de lo social no responde, en realidad, a una primera
Ana Lucía Grondona
Papeles del CEIC, 2010
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