Métodos de Desinfección del Agua

Métodos de Desinfección del Agua
Las condiciones de operación de
cualquier instalación que utilice
agua para su funcionamiento
pueden proporcionar un entorno
adecuado en el que los
microorganismos pueden crecer y
multiplicarse pues disponen
generalmente de los nutrientes
necesarios.
Hay varios métodos de
desinfección microbiológica de
agua y otros fluidos usados en
procesos industriales que si no son tenidos en cuenta generan problemas cuando se
permite que los microorganismos crezcan y se multipliquen en exceso, lo que puede
acabar en la formación de biopelículas o biofilm.
Los métodos de desinfección son:
• Biocidas Oxidantes, Biocidas no Oxidantes
• Ozono
• Luz Ultravioleta
La energía UVC penetra la estructura exterior de
la célula del microorganismo y altera el ADN
de la misma. El ADN alterado evita la
replicación
Biocidas Oxidantes es el método más extensamente usado. De estos, cloro, el más
usado y popular. Cloración es la técnica tradicional de desinfección de agua más
usada del mundo. La práctica normal de cloración es una de las mayores razones de
seguridad contra la contaminación bacteriana en suministros de agua pública. Sin
embargo, cloración ha estado bajo estrecha observación debido a su capacidad de
producir derivados tóxicos carcinogénicos como son los tríalometanos (T.H.M. en
inglés). En la preparación de productos como bebidas, alimentos, medicinas,
cosméticos y productos personales, normalmente no se puede considerar la cloración
sin el gasto agregado de la decloración. La decloración es necesaria para eliminar el
cloro residual y prevenir así cambios químicos o de sabor, olor, y color en el producto
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final. Aunque el tratamiento mediante filtros de carbón activado puede remediar
esos cambios físicos, el afluente es altamente contaminado con microbios.
La desinfección con ozono se consideró alguna vez como la alternativa de reemplazo
para la cloración, mas no lo ha demostrado en la práctica real. Las desventajas
inherentes del ozono están asociadas al alto costo de capital, costo operacional y
dificultad de controlar la dosificación. En Europa el ozono tiene una larga historia de
uso en aplicaciones de agua, pero normalmente se apoya con cloración. La
ozonización tiene un uso apreciado en las plantas de producción de agua potable por
su característica de eliminar color, olor y sabor (compuesto fenólico) pero queda
relativamente descartado como un desinfectante debido su inestabilidad y corta vida.
En general, resulta difícil determinar la dosificación o demanda exacta de ozono.
La desinfección con ozono es el resultado de la desintegración celular microbiana
debido a oxidación; mientras que cloro se difunde por la pared celular y destruye el
grupo de enzimas. Cuando se introducen en una corriente de agua, tanto ozono como
el cloro producen propiedades germicidas que destruyen microorganismos
químicamente. Ambos métodos dan por resultado la eliminación del
microorganismo debido al ataque químico y descomposición.
Radiación ultravioleta es un método de destrucción físico. Ultravioleta no agrega
nada al agua excepto energía en forma de rayos de luz. Por ello, la composición
química del fluido no cambia ni acontecen cambios en su sabor, olor, o color. Esto es
muy deseable, sin embargo, es una desventaja cuando se requiere un mecanismo de
desinfección residual en el agua o producto a tratar.
Las ventajas y desventajas de cada aplicación son basadas en aplicaciones
individuales. En la práctica, la temperatura del agua, las condiciones de pH, la
concentración de nutrientes, la presencia de oxígeno disuelto, el dióxido de carbono,
la luz solar, junto con grandes superficies, favorecen el crecimiento de
microorganismos como protozoos, algas, hongos y bacterias, incluyendo la
Legionella, por lo que una combinación de estos métodos provee los mejores
beneficios ya que no existe un método o sistema especifico que se ajuste a todas las
aplicaciones.
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