Colección Cesáreo Bernaldo de Quirós
Compartimos el catálogo digital de las Salas Patrimoniales Colección Cesáreo Bernaldo de Quirós, dedicadas a las 22 obras expuestas de forma permanente del gran artista entrerriano. Museo Provincial de Bellas Artes "Dr. Pedro E. Martínez" Secretaría de Cultura Gobierno de Entre Ríos
Compartimos el catálogo digital de las Salas Patrimoniales Colección Cesáreo Bernaldo de Quirós, dedicadas a las 22 obras expuestas de forma permanente del gran artista entrerriano.
Museo Provincial de Bellas Artes "Dr. Pedro E. Martínez"
Secretaría de Cultura
Gobierno de Entre Ríos
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
un arte nacional frente a las tendencias europeas. En la representación del paisaje
y en los escenarios costumbristas encontraron las bases para fundar un discurso
estético propio.
En 1910, y en conmemoración de los 100 años de la Revolución de Mayo, se realizó
en Buenos Aires la exhibición argentina más grande del siglo XX: la Exposición
Internacional del Centenario que incluía una sección dedicada a las Bellas Artes,
reuniendo a más de 2.300 obras de renombrados artistas europeos y americanos.
Aquella muestra significó un hito en la carrera artística del entrerriano ya que se
le otorgó una sala especial en la cual expuso 26 obras y fue premiado con Medalla
de Oro y Gran Premio por su pintura Carrera de sortijas en el día patrio, obra que
se puede apreciar en nuestro Museo. Luego de este Gran Premio volvió a Europa y
permaneció allí hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914.
En los años veinte viajó y residió en distintas ciudades, sin embargo regresó
numerosas veces a Entre Ríos donde produjo obras de enorme valor estético. Un
hecho lamentable que atravesó la vida artística y personal de Quirós por aquellos
años fue el fallecimiento de su joven hija Carlota.
En esta época realizó una de sus series más conocidas Los gauchos, un conjunto de
obras que reunía pinturas de escenas de costumbres y personajes de la vida rural.
Inspirada en la historia nacional, los 30 óleos evocan la vida de aquellos gauchos
entrerrianos entre los años 1850 y 1870, exaltando ciertas características típicas
instauradas por la literatura gauchesca argentina de fines del siglo XIX. En agosto de
1928, esta serie fue presentada en la Asociación Amigos del Arte convirtiéndose en
un acontecimiento cultural de gran relevancia, lo que lo llevó a recorrer y residir en
diferentes capitales europeas como Madrid, Berlín, Londres y París; y las ciudades
de Nueva York, San Francisco, Washington y Boston en Estados Unidos. El intenso
camino de exhibiciones fue acompañado de nuevas producciones en las diferentes
ciudades, focalizando su interés en lo social. En 1963 Quirós donaría la serie Los
gauchos al Museo Nacional de Bellas Artes.
En las obras de este período hay dos particularidades que se destacan respecto del
resto de su trabajo: por un lado, el predominio del color anaranjado, muy distante
de los tonos tierras de sus primeros años de estudio al sur de Italia; de los azules
de Mallorca; y de los verdes y rojos federales de su producción en Entre Ríos. Por
otro lado, la utilización casi exclusiva del hardboard (chapa de madera prensada de
alta densidad) que terminó con la supremacía que hasta ese entonces había tenido
el lienzo en su obra. En diversas trabajos se hace notoria la intención de visibilizar
celebraciones y festejos populares en los barrios afroamericanos de los Estados
Unidos.
A mediados de los años treinta se instala en Quebec, Canadá, donde comienza una
nueva producción. Sin duda influenciado por los artistas post impresionistas de la
segunda mitad del siglo XIX, adoptó un nueva nueva manera de trabajar los colores,
utilizándolos puros y vibrantes. Se aleja de las figuras pintadas de manera realista
hacia una intención de reflejar impulsos, sensaciones e impresiones para recrear la
atmósfera del lugar.
En 1938 Quirós regresó al país y se instaló en Paraná en una casona del barrio de
Puerto Viejo -ubicada en la Avenida José Manuel Estrada, entre calles Asturias y
Nicaragua-, sitio de gran belleza donde se dieron los asentamientos originales de
la ciudad. En las pinturas que crea en este periodo recupera paisajes del Arroyo
Antoñico, arquitectura típica de la zona, recrea escenas propias de aquel tiempo con
paisanos protagonizando diversos momentos de sus vidas cotidianas. Entre estas
obras se destacan bodegones, naturalezas muertas y escenas de interior en las que
incorpora elementos autóctonos en las composiciones.
Por esos años, compra una estancia en El Brete a la que llamó “El Mojón”, un predio
de 260 hectáreas con un amplio parque sobre el río Paraná. Allí el pintor emprendió
una nueva etapa de su vida y de su forma de vincularse con el arte y el mundo.
Durante este tiempo su casa fue lugar de reuniones y tertulias con conocidas
personalidades de la ciudad.
Sus giras por distintas ciudades del país y del exterior continuaron. Fue reconocido
y distinguido por la participación en distintas Sociedades y Academias. En 1944
presenta en el Museo Nacional de Bellas Artes su serie Los Gauchos en el marco de
un homenaje nacional a su figura.
Los cuadros pintados en los años que vivió en Entre Ríos entre 1938 y 1946 fueron
expuestos en el Salón Witcomb de la Capital Federal en este último año, instalándose
definitivamente a partir de allí en Buenos Aires. Fue profesor de la Escuela Nacional
de Arte Decorativo, Jefe del Taller de Pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes
y durante dos años presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes. Los últimos
veinte años de su vida residió en la localidad de Vicente López, provincia de Buenos
Aires, donde falleció el 29 de mayo de 1968.
Participó en más de 80 exhibiciones en diferentes partes del mundo, obteniendo
gran reconocimiento y numerosos premios a nivel nacional e internacional.
6 7