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¡Qué sea Poesía !
Revista Nº6 Septiembre2020
1
Esta revista digital de poesía,
es un intento para unirnos,
pensarnos, leernos entre
todos; construir un pequeño
oasis en tiempos convulsos
para honrar a la reina
absoluta LA PALABRA. Mi
agradecimiento para los
poetas con los que comparto
la vida; para muchos de
nosotros la poesía es
nuestra sangre.
Creación, producción
y edición Mirta Venezia.
2
FAUSTO AYBAR
República Dominicana
A LA FLOR Y SU RETOÑO
Ha caído la ternura,
LAPEQUEÑA y con ella, la FRAÜLIN flor y su retoño. MARTINA
Sobre mariposas mutiladas,
despliegan las aves su dolor.
Ha caído la inocencia,
sorprendido el asombro,
las palabras no procesan el adiós,
en la oquedad, el silencio llora.
Ha caído la flor,
y en sí, hemos caídos todos,
lagartos muriendo bajo el rocío,
epitafio para un grito desbordado.
Ha caído la esperanza,
incinerados pétalos al viento van,
ni las madrigueras absorben tanta oscuridad,
de la flor y su retoño, sólo, semillas de amor.
3
MUJER.
ENTRES TUS OJOS, LA ETERNIDAD
Mujer,
ojos de dragón buscando libertad,
libélulas, revoloteo de lágrimas intangibles,
primavera oriunda de la inmortalidad.
Mujer,
canto gravitante,
voz que ahuyenta los demonios
en tiempo de sangre,
repelente de palabras de oprobio,
viento electrizante en busca de paz,
vientre, fecundidad del adiós.
Mujer
manos donde se posan los corazones,
agua del manantial que corre,
la flor, para quien lleno
este horizonte de huesos.
Mujer,
volátil lenguaje navegando
entre partituras, corchea de los sueños,
embrión del universo,
majestuosidad de los labios,
extensa sonrisa rumbo al cielo.
Mujer,
de aquí, de allá,
de todos los tiempos,
habitante medular de la historia,
madre de Crono,
unicornio vegetal,
tierno sonido de los riachuelos.
Mujer,
eco, textura del silencio,
resurrección de los vientos.
Infinita oración.
Del aire y el mar,
entre tus ojos, la eternidad.
4
MARIA CRISTINA CHIAMA
Argentina
PLACER
Fuerte latido de pájaro
¿Alguien lo
escucha?
El recorte de luna en su curva más cierta
flores de aire arracimadas
por el viento
manitos de raíz
cuando abunda la humedad
¿Quién me habita con tanta fuerza?
5
POSIBLES
Llegué tarde a la fiesta
y aún así esperaba tu homenaje:
ropa nueva y perfumada
para mi cuerpo ingenuo de entonces.
En la puerta cerrada
tus labios me dijeron:
-Es muy tarde para entrar,
quizás después,
no,
no sé cuándo,
tal vez
si el tiempo se distrajera,
haya otro posible
entre tus desencuentros
y seas vos el que llegue entre mis regalos
6
INES LEGARRETA
Argentina
XIII
Hay en la lluvia
en el caer incesante desde anoche
la posibilidad de una desgracia
porque fue tan cerrado el amor
da miedo
más
el cansancio oscuro
que la tormenta.
De El jardín desconocido, Ediciones en Danza
7
Abro la puerta y el olor de mamá/
deambula
flores deslucidas en la pesadumbre/
de la tarde.
Una singular manera de dejar rastro
a medida que la enfermedad iba desnudando
su voz de papel gastado/
pequeña/
desde el suelo/ la que mentía/ detrás
de las cosas/ el ahogo
con su cardumen de avemarías en cruces de alcohol y pena / y sed/
casi infantil la repetición despótica
de aquel gesto roto
cerca del corazón.
Así desgajada
flor artificial entre diminutos agujeros de mármol/
en agua de cementerio
quedó
la luz de sus ojos.
XI
De El jardín desconocido, Ediciones en Danza
Giro entonces la llave en la cerradura
de la puerta de calle/
¿En este olor /
en el deshojamiento de las flores/
en la oscuridad /
agonizan
palabras
todavía?
8
OSVALDO RASSETTO
Argentina
AQUÍ
Aquí estaba el otoño
el crepitar de las hojas,
los colores de la tarde.
Aquí estaban
los sueños de los pájaros
Y el cielo de los hombres.
Aquí
una rosa cautiva
sueña con la tierra.
9
CONTORNOS
la noche
y el día
pierden
sus contornos,
la luna
navega
confundida
-quién sabe
en qué cielossólo
nos queda
deslizarnos
en el laberinto
de las horas,
permanecer
ilesos,
esperar
otros vientos.
10
LILIANA VARELA
Argentina
AUTOEXILIOS
“Piedra, piedra, llévame al fondo”.
Sylvia Plath
Encapsulada.
Protegida del mundo que asfixia
las falanges de los días no me rozan.
Pétrea. De mármol los párpados
reconocen el áurea que las sirenas acunaron
para mí.
Abismada. En el fondo de la esencia
duerme el alma despojada de sí.
Afuera llueve.
Gotas y lágrimas perecen abrazadas
/sin tocarme siquiera y lágrimas perecen abrazadas /sin tocarme siquiera.
11
LAZOS DE SANGRE
Hacia ningún lado, las hojas caen sin
esfuerzo
y la eternidad se vuelve vuelo de golondrina
en un abrir y cerrar de ojos.
El círculo de la vida me ata a sus bordes
tiñendo azul lo que debiera rojo ser,
herrumbradas, las sensaciones se agolpan
en el fondo
de bolsillos agujereados
de un payaso sin sonrisa.
La dorsal del apellido grita y tortura.
Sus grilletes aprietan crueles
y sofocan,
indiferente presiona el deber
arrinconando contra una pared el
sentimiento
sin huecos ni escapes.
Un ave muere, sombrío está el cielo
y aún no es noche...
La manecilla de los genes oscurece el reloj.
12
DANIEL ARIAS
Argentina
Quiero narrar una historia simple,
sin oro ni piedras preciosas,
solo con luz, como el ocaso.
No hay héroes, antiguos reyes, batallas,
o navegantes osados que sembraron
el mar con glorias misteriosas.
Mi voz es una alucinación y las palabras
caen simples en su mirada campesina
soy Daniel, el hijo mayor de Juan,
el carpintero que nunca se arrodilló ni vistió a nadie,
el mismo que relataba batallas cotidianas
y una ronda de oídos se regocijaba.
Fuí el de pantalón corto con las rodillas sucias
llevado de la mano por la tía Elvira hasta el fondo
para ver la puesta del sol en la huerta
acariciado por romero, ciruelas y el estanque.
Ahora soy el padre y siempre el hijo,
afuera hay un mar entre los países
levantado como un muro de silencio,
aquí y allá están los que callan, los que
tiemblan y los que lloran.
Solo nos queda la palabra, el otoño,
y tus ojos, la luz de mi ocaso.
13
Un hombre recuerda y comprende su paraíso
nunca tuvo miedo,
su tiempo se derrama sobre las puertas
y son numerosas
como los árboles y la quietud.
Su paraíso vuela en la memoria
como una tarde de otoño, lento y silencioso,
como la llovizna, un perfume,
un beso secreto.
14
GUSTAVO TISOCCO
Argentina
LA OTRA ORILLA
Mi abuela era feliz y hablaba con Dios.
Decía que él habitaba en su patio.
Pero desde aquella tarde
No le dirigió la palabra,
Nunca entendió eso de arrebatarle al hijo.
Enmudeció
mucho antes de cruzar a la otra orilla.
Del libro Terrestre
15
A LAS MADRES DEL DOLOR
Le arrancaron la flor
antes que sea capullo,
mucho antes de ser perfume, mucho antes.
Esa mujer deshabitada
lleva una foto en el pecho,
un rostro, un niño gritando
sobre su sombra herida.
Esa mujer delgadita y pequeña
es nube tenaz sobre el desierto,
brillante luz sobre la bruma.
Del libro Terrestre
5 D
En esa ventana
alguien escribe.
Siempre de noche escribe.
La salvación
a veces
habita en la penumbra.
Del libro Entre Ventanas
16
WASHINGTON ATENCIO
Argentina
ALAMBRE DE PÚAS
El aromito florece
cerca del alambrado.
El aire que desprende
se espuma en amarillos.
Canto desde la espiga
y el hambre palpita
en copos de azúcar dorada.
Pero es espinillo
y mi mirada se afila
en agujas que se tensan al sol.
Abandono el plumaje
y mi canto se apaga en tu nombre.
Cada tarde
elijo la rama más filosa
para estrellarme.
De Una hoguera de jazmines, Camalote 2019
17
CICLO
Dibujo enredaderas en tu cuello
y mi respiración abre
todas las flores. Palpito
la siesta de higueras y naranjos.
Acaricio hasta el rayo que se acuesta
en tu torso
perdido entre fardos.
Anido tu hombro
gorrión apenas.
Me disuelve el horizonte
la noche desgaja mi canto.
Olvido el hambre,
vuelvo a nacer en el trigo
que brota
cuando cerrás los ojos.
De Nuestra sombra volcada en el río, Aguaviva, 2020
18
MERCEDES RAQUEL ENRIQUE
Argentina
VINE TAN SOLO A TI
La única razón por la que vine es,
para contarte apenas mi razón.
Mis sueños, mis anhelos, mis dolores,
y hasta alguna que otra desazón.
No he sido más que humana en esta vida,
con menos certezas, de las que el montón,
Con entereza y alguna sonrisa,
pero sobre ellas encontré mi misión.
No quiero que me creas increíble,
un sol, una sirena o una ilusión.
Tan sólo una mujer con muchas dudas,
y penas que ha guardado en su interior.
No puedo prometer amor eterno,
pues todo en esta vida es relativo,
apenas te daré lo yo que pueda,
y tú me darás… lo que has podido.
No llevo el estandarte de lo utópico,
ni sueño con príncipes de cuentos,
me alcanza con un ser lógico,
y que deje el alma en cada encuentro.
19
No pido que me bajes, tú la luna,
tan sólo acompáñame a mirarla,
no hagas promesa alguna
menos de esas, que inquietan o abruman.
ME ELEGÍ...
Tomé una sonrisa y la usé de espada,
ante tus ausencias,
y mi dolor del alma…
Tomé mis manos cansadas,
de buscar las tuyas
y de no encontrar nada…
Tomé mis pasos largos,
de seguir los tuyos
y nunca alcanzarlos…
Tomé mi corazón agrietado
de amarte tanto
y tú no desearlo…
Tomé mi memoria obstruida,
me olvidé de ti,
y del mal que me hacías…
Tomé mis sonrisas, mis manos,
mis pasos, mi corazón,
y elegí no tirarlos…
Tomé mi alma cansada de amarte,
dejará que otra alma,
la encuentre en su arte…
Tomé amor mío mi poca cordura,
me salvé de ti,
y de tu alma oscura…
20
MARÍA SUELDO MÜLLER
Argentina
expulsada del Edén
me voy
llevando semillas de manzana
y huevos de víbora
cabizbajo
me sigue el hombre
pasado el tiempo
maduran a mi calor
se ofrecen
abriéndose
en la cosecha
y me hastío
en el vino dorado de la fruta
el deseo del vientre arrastrado en la piedra
la obscena fertilidad de los cuerpos
parto a un nuevo exilio
sola
desnuda
pero tiene mi cuerpo
memoria del veneno y el néctar
el recuerdo vibrante del amor
y de los hijos
lo dejo
también
ahora avanzo
como si fuera la primera en abrirle las puertas
21
los caracoles mueren en el mar
una corriente helada
los arrastra
hasta la orilla
la gente adorna sus casas
con los caparazones vacíos
¡son tan bonitos!
22
NELSON CRUZ
República Dominicana
HABITAS
Tú que resplandeces del fondo del abismo y cuál laberinto navegas en océanos
oscuros, penetras en mi centro y recorres mis arterias.
Tú, que te desdoblas y llegas donde estoy, y como fantasma nocturno deseas
aprehender mis sentidos doblegando mis instintos.
En el polvo, cenizas y tiempo pretendes dejar mi cuerpo, engendrando
universos desnudos desde el fondo que renaces.
Te conjuro en nombre de Melquisedec , apaga tus iras y vuelve a tus regiones,
pues, mi cuerpo es Luz que habita las esferas sublimes y allí recito plegarias al
creador.
23
SUSTRACCIÓN
Me sustraigo de éste mundo, voy transformando y creando otros mundos posibles.
Una montaña navega en el mar tempestuoso y los árboles se distraen en el mar.
Los peces juegan con sirenas en la cancha de espumas, luego salen abrazados a
comer ostras.
La tempestad se acerca, rayos de colores iluminan el mar y al lado de los truenos
duermen ángeles.
La vista recorre el paisaje, las aves maúllan cantos de gatos y juntos disipan la
tempestad.
Se sustraen las palabras, los pájaros duermen en los ríos y los peces en las ramas.
Voy creando otros espacios, otros árboles, peces, mares, montañas,
y se escuchan dulces melodías.
Acaso el poeta es un Dios ?
24
INDICE
Propósito pág. 2
Fausto Aybar pág. 3
María Cristina Chiama pág. 5
Inés Legarreta pág. 7
Osvaldo Rassetto pág. 9
Liliana Varela pág. 11
Daniel Arias pág. 13
Gustavo Tissocco pág. 15
Washington Atencio
pág.17
Mercedes R. Enrique pág. 19
Maria Sueldo Müller pág. 21
Nelson Cruz pág. 23
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