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El Gorrión Ahorcado: ¡Uy, qué miedo, mira cómo tiemblo!

El Gorrión Ahorcado es una revista literaria que comparte textos e imágenes de autores independientes, con el fin de apoyar su difusión.

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Revista literaria

El Gorrión Ahorcado

Año 0 - Nº1 Abril 2020

CRÉDITOS

Producción Eli Abraham Escobedo González

Dirección editorial

Edición y corrección de estilo Belén Selena Valencia Espinosa

Isotipo y logotipo Jose Abrahan Roa Olivares

Maquetación y diseño José David Gibraltar Celaya

Hoy colaboran con nosotros Ulises Buendía Ricardo

Guevara

Viviana López

Eliés Tralalí

Emmanuel De los Robles Jorge

Valera J.

Belén Valencia De Escobedo

Arte que aparece en este número

Portada Anónimo, Slenderman ClipArt, uihere.com

Mouritz, Michael, Grey Road, unsplash.com

En la revista Belén Valencia de Escobedo, El Coco

Esta es una revista literaria en formato digital, publicada sin fines de lucro, las obras que en ella presentamos son propiedad de

respectivos autores. Las opiniones y los comentarios de los textos pertenecen a sus autores y no necesariamente reflejan las de los

realizadores y los editores de la revista, tampoco, las de los miembros del equipo dictaminador. Las imágenes aquí presentadas

son de libre uso o, en su defecto, están autorizadas por sus autores. Las fuentes tipográficas utilizadas en esta revista son

Bahnschrift Light, Afterglow, Rosmatika, Libre Baskerville, Stranger Creature, Copperplate Gothic Bold, JMH Cthulumbus UGalt2,

FoglihtenNo04, Ornamental Versals Black y Cardinal; estas fuentes también pertenecen a sus creadores.


EXORDIO

Eli Abraham Escobedo González

Damas y caballeros, con gran gusto presentamos a ustedes esta

escultura literaria que surge, no del talento, sino de la necedad. En la

era de la información, llega El Gorrión Ahorcado como un intento

más de exponer el trabajo de algunos compañeros que comparten el

amor por la escritura. El Gorrión Ahorcado, en su especial «Uy, qué

miedo, mira cómo estoy temblando», lleva a ustedes algunos

cuentos, poemas y demás textos con miras al terror, lo espectral, la

muerte, el susto y su parodia; porque una sociedad sin fantasmas es

una sociedad sin memoria. Sin más que agregar y sabiendo que «sólo

el misterio nos hacer vivir, sólo el misterio», como dijo el poeta,

agradecemos su curiosidad y su ocio.

2


Ulises Buendía

****

Ricardo Guevara

***

Emmanuel De los Robles

**

Belén Valencia De Escobedo

*

3


¡Te va a Comer el Coco!

El Gorrión Ahorcado

De acuerdo al Instituto Los Niños, el COCO es una figura monstruosa

del folklor americano (en Norteamérica es llamado Boogeyman) y

europeo, usada por mamás y papás con el fin de asustar a sus hijos

cuando no quieren dormir. El monstruo no posee atributos

específicos, ya que estos los designa el miedo y la imaginación de

cada niño. Muchos imaginan su apariencia a partir de la fusión de un

coco (con sus tres agujeros) y un hombre calvo de boca y ojos

espantosos. El Coco tiene otras características regulares, como: (1) el

color rojo por asociación al dios Marte de la mitología romana, que a

su vez asimiló la raíz céltica kokk = rojo, además, todos en occidente

sabemos que el rojo simboliza la sangre; (2) halo de oscuridad, pues

se muestra durante la noche; (3) aparece debajo de la cama y (4) es

pedofágico, es decir, ¡un come niños!

Gracias al Coco que utilizaban para asustarnos de niños y así

corregir nuestro comportamiento, tenemos la canción de cuna

«duérmete mi niño, duérmeteme ya, porque viene el Coco y te

comerá». Esta tiene sus antecedentes en «arrorró mi niño, duérmete,

arrorró que viene el coco, y se lleva enseguidita, al niño que duerme

poco» y en «Ea niña de mis ojos, / duerma y sosiegue, /que a la fe

venga el coco/ y te comerá».

4


Imagen

El Coco

El Gorrión Ahorcado

5


La dama de rojo

Ulises Buendía

Eran las tres de la tarde. No era un horario común, tampoco era un

horario indiscreto, simplemente era la hora en que se tenía que

producir ese suceso inevitable. Todos estaban listos y en el lugar

indicado: el sacerdote en el centro, los familiares bien sentaditos,

como si fueran buenas personas las unas con las otras. Él estaba

frente al cura y al lado de ella; ella, por ende, estaba en la misma

posición, sólo que del lado contrario.

Todo estaba envuelto en un silencio agobiante, matizado por los

cuchicheos que los invitados hacían, sobre todo por ser una de las

galas más importantes en la vida de los dos personajes centrales. En

medio de la capilla existía un largo pasillo, que quién sabe por qué,

ella, la dama de rojo, hizo que alfombraran con una tela verde opaco,

como si en realidad no tuviera la mínima importancia ese camino

estrecho.

Ella estaba tranquila, quizá un poco nerviosa, como cualquier mujer

en este tipo de ceremonias sagradas. Sin embargo, existía algo que

no concordaba con los asistentes, pues, como era de esperarse, el

novio vestía de negro, pero ella, de rojo, quizá se trataba de una

nueva moda. En fin, el acto prosiguió. El señor cura no dejaba de

hablar, después de todo, para eso se le pagó. Los invitados, por otro

lado, estaban atentos a las expresiones rígidas y calmadas de aquel

hombre, pero el cuadro más impertinente ante la vista de los

asistentes, era el de la novia vestida de rojo. Aquella dama de rojo

era casi todo lo contrario a él, en cuanto a expresiones corporales se

refería, pues estaba sonriente, destellante ante la voz del cura y

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algunas miradas enjuiciadoras de parte de la familia de aquel

hombre; esas miradas que juzgan como vulgar la felicidad sentida en

estas ceremonias. Incluso, la familia de ella sentía un poco de

vergüenza al ver la alegría espeluznante que reflejaba su rostro,

aunque por ser familia todos pasarían por alto esa escabrosa sonrisa.

Poco después de cuarenta minutos, el cura por fin concluyó el

sermón. En un acto inusual, todos caminaron por el pasillo verde,

despidiéndose del novio y saludando a la novia; algunos llorando y

otros, como los hermanos de la novia, contentos. Toda aquella

escena se hacía más notoria por un impertinente olor a café barato y

porque la dama de rojo era más indiscreta al saber que, desde ese

momento, era poseedora de todas las riquezas del novio, pese a no

estar casados, al menos eso decía el testamento. Cuando todo

terminó, la dama de rojo cerró el féretro que tenía a un lado, dejando

así esas expresiones firmes y mortuorias del novio. Eran alrededor de

las tres de la tarde, no era un horario común pero tampoco era un

indiscreto, simplemente era la hora en que se tenía que producir ese

suceso inevitable. Después de todo, un funeral no tiene horario ni

reglas.

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Terror en el CINEMEX

Ricardo Guevara

Solitario, veía una función 4D en el cine. Recuerdo la alegría que sentí

cuando gané los boletos por ser el empleado del mes en mi trabajo.

El Gabinete del Doctor Caligari en 4D era un lujo exclusivo para los

buenos empleados como yo. La sala y sus efectos eran magníficos, de

hecho, eran demasiado para mí. Tal vez por eso, antes de que

terminara la película, sentí una necesidad urinaria de abandonar la

sala. Al levantarme de mi asiento noté que la gente a mi alrededor

dormía profundamente. Caminé hacia la salida y fue ahí donde

reconocí a César, sonámbulo, pálido como una moneda, justo en el

extremo de una hilera de asientos. Traté de evitarlo al instante,

incluso lo vi de reojo para que no notara mi presencia, pero me miró

y gritó mi nombre. Fingí no escucharlo, giré la cara y seguí evitándolo,

lo cual sirvió de poco, pues comenzó a caminar para acercarse a mí.

Olvidé mi necesidad urinaria. Salí rápidamente del lugar, entre

tropezones, fingiendo no haberlo visto. Esto sólo consiguió aumentar

su intención de perseguirme.

Cuando finalmente salí del cine, caminé por la plaza comercial con la

intención de perder a César. Enseguida me percaté de que él

caminaba con cierto disimulo hacia mí, sonriente, como si supiera lo

que me esperaba. Corrí angustiado, subí y bajé las escaleras eléctricas

para despistarlo, pero fue inútil, César me pisaba los talones. En la

huida, entré a una pequeña estética abarrotada de pelucas, espejos y

maquillaje. Allí, decidí cambiar mi apariencia para engañar a mi

perseguidor. Salí con disimulo. Logré confundir a César y escapé

fácilmente, aunque sólo cambié mi peinado.

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De súbito y de absurdo, el mismo Doctor Caligari salió y me capturó

(desconozco el sitio al que me llevó, sólo distinguí el cristal roto de

una ventana). Empezó a experimentar conmigo. Quería convertirme

en una especie de sonámbulo o estúpido, pues “todo ser humano

anhela transformarse en alguien productivo, como un autómata”,

afirmó. Me dijo que si también era mi deseo volverme un súper

hombre, lo haría con gusto. Su proposición trajo a mi mente la recién

persecución de César. Respondí que sólo deseaba cambiar mi

apariencia para ocultarme de César, que odiaba las funciones

4D y que jamás volvería a ser el empleado del mes. Al decirlo, miré

por el cristal roto de aquella ventana: César, impasible, continuaba

buscándome.

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Ni Una sola Palabra

Las Pop-Ficciones de las almas despedazadas: Track 02

Emmanuel De los Robles

Tomo una ducha, me visto, paso a la otra habitación donde él me

espera sentado. Sus ojos no se mueven, permanecen fijos hacia la

entrada porque espera paciente por mí. No sé si me mira a mí o a mi

vestido, porque sólo llevo puesto eso.

¿Cómo podría describirlo? Él es alto, de piel firme (blanca como la

leche), sin ninguna impureza ni horror alguno, impecable. Tiene ojos

azules, una mirada que parece pintada. Nadie tiene un novio como el

mío, lo amo más que a nada. Se toma todo el tiempo del mundo para

escucharme, como si no tuviera ninguna otra cosa que hacer. Me

mira sin ser vulgar, nunca ha quitado la vista de mi cara, nunca he

visto que la baje para mirar mis pechos. No me interrumpe cuando le

cuento mis cosas. Nunca seré un objeto para él.

Pongo un mantel a cuadros y una vela sobre el escritorio para

convertirlo en una mesa. También traje una botella de ginebra.

Sentados, frente a frente, coloco su mano sobre la mía y le sonrío, me

mira… es casi perfecto. Suele ser frío, orgulloso y muy digno,

demasiado, pero no tengo ningún problema con eso, tampoco con

encontrarlo siempre en el mismo lugar: ya sé que carece de

imaginación. No me importan los mínimos defectos que pueda tener,

como que no entienda cuando le pida que sea un poco más

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platicador conmigo. Le cuento algunos problemas y discusiones que

tuve con mis amigas, sobre él precisamente; le digo que podrían irse

al demonio, que nunca lo voy a dejar.

—Quiero que nos besemos hasta que amanezca.

Me hubiera gustado que se encendiera, que me tomara en sus

brazos, tirara todas las cosas al piso, me subiera sobre la mesa y

después levantara mi vestido para hacerme el amor. Sin embargo, se

queda tieso, con la mirada imperturbable. Seguro que es porque me

respeta mucho y no querría forzarme a algo que yo no quiera.

—No sabes cómo te he buscado todo este tiempo, así que, si quieres

hacer algo de mí, no te detengas.

No necesita detenerse porque no ha empezado nada. Quizá no sea el

amante apasionado que toda mujer pueda desear, pero aprendí a

amarlo de esa manera. Sólo quiero abrazarme a él, así que muevo mi

silla para que quede a lado suyo; entonces beso su cuello rígido.

Quizás esté muy tenso y deba hacerle un masaje. Cuando se lo

propone es un ingrato. Esperaba que se diera cuenta de lo bonito que

huelo. Me bañé con la crema para tener la piel más suave, pensaba

que el aroma sería irresistible, pero ni siquiera lo nota. No importa. Es

un gran partido. Quizá haya hombres que les guste que tomemos la

iniciativa, así que le deshago el nudo de la corbata, después de todo,

fui yo quien se la ató esta mañana.

Me sorprende su falta de libido. Cualquier otro ya me habría tomado

con violencia y pasión, pero él no, sólo se queda quieto,

observándome en silencio. Eso, hasta cierto punto, me asusta.

¡LO ODIO!

— ¡Contéstame por un carajo!

Mis manos sujetaron sus hombros con fuerza, no podía controlarme

y lo azoté contra la pared. Se oyó el sonido hueco de su cabeza

chocando contra el muro, pero era más fuerte el de mi respiración

exaltada y mezclada con mi llanto. No obstante, su indiferencia y su

frialdad eran definitivamente más fuertes.

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—No te permitiré que me trates así ¿Me oyes? ¡Nunca más! ¡Soy una

mujer, no un objeto como tú!

Aún en el suelo y hecho pedazos, su frialdad me dominaba… ¿cómo

podía no sentir nada? Uno de sus ojos de plástico, quebrado, me

enfocaba como acusándome de algo, pero la culpa era de él, de él y

de nadie más.

—Tú tienes la culpa, nunca he recibido nada de ti, ni una visita a tu

casa, un paseo por la calle, un gesto, una caricia, ni una sola palabra.

Le grité hasta el cansancio por la furia. Di unos pocos pasos hacia mi

cama, caí rendida y dormí sabiendo que los restos del maniquí

seguirían allí por la mañana.

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Ella

Belén Valencia De Escobedo

Arrebatada por la lluvia del amanecer, desapareció… La mujer era

anciana, tenía el cabello negro, encrespado, y su estatura era de 1.65

metros. Viajaba en un taxi y el conductor afirmó no haber visto hacia

dónde caminó, porque “en cuanto la señora bajó del vehículo, sonó

un relámpago que me distrajo y enseguida arranqué, sin mirar a qué

casa se dirigía. Yo nomás llegué a la vereda, pero no entré”.

Doña Claudia, quien vive en una de las casas aledañas, dijo haber

oído un tronido en el cielo que la hizo asomarse a la ventana. “En ese

momento vi a una mujer caminar frente a mi casa y se me salió un

Jesús bendito, porque tenía rato que caía un tormentón y ya nadie

estaba afuera, nomás ella y el sauce.

No vi si era jovencita o señora. ¡Cómo? Si en cuanto limpiaba el vidrio

de la ventana, la lluvia volvía a empañarlo”.

Mi abuelo dice que “fue a la hora en que se abre la tierra y se

escuchan los lamentos de almas lejanas”. Él ha pasado los últimos

años de su vida levantando las manos en señal de ruego, mientras sus

ojos la buscan instintivamente. La busca a ella, una figura cíclica,

imborrable de su mirada y de su historia, quizá más lunáticas que

memoriosas: “Corrió de la lluvia. Se quiso atajar en el sauce, pero el

árbol no la cubrió y siguió desapareciendo. Su piel estaba casi

transparente como el agua. Era agua. Entonces lanzó una mirada de

súplica hacia arriba y las estrellas que se le veían por los ojos cayeron

arrastradas hasta el lodo, junto a ella. Porque muy a pesar de la

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lluvia, había estrellas. Todo esto lo sé porque cuando salí a buscarla el

sauce me lo dijo. Enseguida me asomé a ver si entre la tierra

reconocía su cara, pero el sentimiento de pérdida hundió más sus

manos en mi estómago. La tierra anegada sólo puede sumergirte el

espíritu de la misma manera… Aún hoy la lluvia sigue cayendo para

ella y seguirá cayendo para mí, mientras el pueblo recuerde el

arrebato de la lluvia, la hora en que se abre la tierra y se escuchan los

lamentos de almas lejanas”.

La historia siempre termina

igual: mi abuelo concluye con

la misma frase de resignación

y olvida de nuevo el nombre

de aquella mujer cuando se lo

pregunto. Su vecina, doña

Claudia, dice que esa mujer es

un murmullo de lluvia, un

fantasma, un murmullo de

hojas de sauce que mi abuelo finge escuchar para sobrellevar la

ausencia de mi abuela, a quien no conocí. Mi madre cree que ella lo

abandonó. Mi padre dice que desapareció en la ciudad. Pero yo le

creo a mi abuelo. Si mi marido se volviera lluvia frente a mis ojos,

también me vuelvo loca.

14


15


*****

Viviana López 彬 彬

****

EliEs Tralalí

***

Jorge Varela J.

**

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Anatomía

Viviana López 彬 彬

Y el cuerpo gritó: ¡temnein, temnein, temnein! …

Viajó con regional aproximación, su mente quedó

corta, corta, corta… pero a sistemática

aproximación,

¿y el detalle?, raíces mutables juntas, a los

lados las hábiles y largas ramas de bambú. El

mundo que ha de Atlas carga sobre hombros

mira delante, con…

neutra expresión, cerrada boca, abiertos han de

estar sus ojos, fijó un punto distante, miró el

horizonte. Elegantes

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abanicos metacarpianos, girar su base a

noventa grados…aducción…

y el cuerpo gritó… ¡bipedestación!

Juan Valverde de Amusco

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Tórax

Entre adorno de latón espiral pequeño y lugar

llamado panza, normalmente como tórax no

exclaman sino han de decir: ¡pecho!, sin

concienciar

el hecho… ¡es mucho más que la pared

torácica, cavidad que contiene!, De calcio

como el caracol barrotes,

costillas y cartílagos costales

se unen, sostenidos por el esternón, vértebras

torácicas, verticales.

En perlada jaula, todo convierte

para amparar dos bestias. El de orejas oxigenas y el

que ha de esconder el don de

Dios para la eternidad del hombre.

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Carta de Suicidio

Jorge Varela J.

Voy a dormir en las sábanas de la muerte.

Si alguien pregunta por qué lo hice digan una mentira inventen

historias que no mencionen mi vida.

Si alguien me juzga por lo que hice ¿acaso ha olvidado lo que hizo por

mí?

Ya habré extraviado el pasado pronto seré solo una historia que

contarán con morbo en alguna reunión.

Sí el futuro esperaba mi llegada que borre la fecha del calendario.

No digo adiós dejo al silencio escribir el epitafio que las

lágrimas reciten los versos el mar arrastre a la orilla los

pensamientos recorrer los cielos a paso lento… El último viaje

inicia con un suspiro ahogado.

El juicio se acerca.

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Del Otro Lado

Para: Valeria Herrera

Un círculo de sol brilla en lo profundo del oscuro bosque del despojo.

Vago desnudo de cuentos, engaños y memorias; sigo las notas susurrantes

que danzando entre el firmamento me muestran el camino del otro lado.

No más travesías entre canciones desafinadas, la angelical voz de un

recuerdo a la distancia grita el nombre del destino.

Píldoras de colores recorren mi garganta, la demencia aletargada se

refugia en el nombre de Dios.

Me miro al espejo, al abismo de los ojos avellana de una niña pescando

sueños blanco y negro destierra los demonios de la mente.

—¿Dónde andabas? —me pregunta.

—Alucinado contigo —respondo.

—¿Con quién hablas? —alega el psiquiatra—, ¡necesitas otra píldora!

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El monstruo

EliEs Tralalí

Mi ma estando preñada

miró en el cielo el eclipse,

aún le lloro en su tumba:

¿por qué ma, por qué lo vistes?

Nací con la cara prieta,

todo mi cuerpo sin chiste;

un rabo me cuelga tras,

pus… como de dos narices.

Tengo en la frente volcanes

y en la joroba lombrices;

tengo nariz de tucán

y manchas como de tigre.

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Dicen las indias que güelo

a cashnatín y a orines,

que mi pelo es morroñoso

como si jueran raíces.

Los chamulas no me quieren,

¿de qué otra forma se vive?

la oportuna soledá es

la amante más humilde.

Una noche me vendieron

por dos enfermos cochines

y en la feria de mi pueblo

decían: “¡los mostros si existen!”

Miro a veces en el cielo

los papelotes morirse:

mudo cenzontle, atado

al mundo de los felices.

Luego escucho en la oscurana

la voz de los chapulines,

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el arrullo de los mostros,

el arrullo de los tristes.

Mi ma se llegó a su hermano,

por eso el cura insiste

que el cielo la castigó,

dizque conmigo, que dizque.

Al saber si un día Dios

somata las nubes grises,

pa correr libre en el cielo

como papelote… libre.

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Oscurana Chamula

«Lencho murmura en las ramas

ave y agave, un guiño; un guiño

murmura al alba, pozo de luna…

mushito. Mujer, el beso me mata

de sueño, vida y cariño.

¡El viento entre las vainas:

vaho de sauce podrido! ¡Negra

escucho la malva yo, en la

noche cautivo!

El tecolote ya canta

—¡idiay!— se escucha un grito…

Bella e indomable dalia que me

habita oscurecido, al menguar de

tu mirada entre peces y jancitos

crece el mundo en tu montaña

sobre nardos conmovidos.

¡Perra menguante guadaña que

al cielo ríe sin brillo! temo a la

oscura malhaya: polvo de

huesos molidos. ¡Virgen! ¿será

la guarapa nahual de agudos

colmillos?...

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De alcatraz y jacaranda

puebla abril tu vestido, y

en la noche de tu clara

caballera de narcisos el

colibrí jurga aguas azulado

y renacido.

Sufro la herida, espada de

mi último suspiro. ¡Oh!

terrible nahuala tuyo tuyito

es el frío. Llega a mí la

ventana

¡ay! de todo lo vivido…

Lencho murmura en las ramas

ave y agave, un guiño; un guiño

murmura al alba, pozo de luna…

mushito. Mujer, la bruja me mata

de sombra, muerte y olvido».

A la siguiente mañana ya

estaba el chamula frío; su

dalia, triste, lloraba

con un velo ennegrecido.

Algunos dijeron calma, la

virgen se llevó al indio;

otros que fue la nahuala la

bruja de ese pueblito.

Pero no se dijo nada que

en el último latido

el indio pensó en su dalia

con el vientre partido.

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Rubén Darío

Silencio de la noche, doloroso silencio nocturno...

¿Por qué el alma tiembla de tal manera?

Oigo el zumbido de mi sangre, dentro de

mi cráneo pasa una suave tormenta.

¡Insomnio! No poder dormir, y, sin embargo, soñar. Ser

la auto-pieza

de disección espiritual, ¡el auto-Hamlet!

Diluir mi tristeza

en un vino de noche en el maravilloso cristal de las tinieblas...

Y me digo: ¿a qué hora vendrá el alba?

Se ha cerrado una puerta...

Ha pasado un transeúnte...

Ha dado el reloj trece horas... ¡Si será Ella!...

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RECOMENDACIONES DEL GORRIÓN

Top5 CANALES MEXICANOS

DEDICADOS AL MUNDO DEL

TERROR EN

Por: El Gorrión Ahorcado

El mundo del terror no podría estar ausente en nuestra cotidianidad

posmoderna. La inevitable necesidad que tienen las sociedades por

nutrirse de relatos terroríficos que van de lo paranormal (fantasmas,

monstruos, brujas) hasta la realidad más perturbadora (misterios sin

resolver, crímenes siniestros) nos ha regalado la literatura de terror.

Dicho género ha evolucionado hasta nuestros días y ha permeado en

otros ámbitos de nuestra cotidianidad como los son las redes

sociales. En este caso, no podríamos dejar de mencionar a la

creepypasta y su gran éxito en una las redes más destacadas de la

internet, una nueva forma de contar relatos que vuelvan nuestros

sueños en pesadillas. Aquí te dejo un top con los 5 canales mexicanos

más representativos de YouTube.

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5. MundoCreepy

Este canal ofrece una variedad de temas que van

desde el terror clásico hasta el análisis de

algunas letras de canciones famosas que

esconden un mensaje siniestro.

Musicalizados con las composiciones del creador

del canal, los videos de

MundoCreepy no podrían estar ausentes en este top.

4. Proyecto Paranormal

Con un buen ritmo en la narración de sus

historias y una muy buena ambientación musical,

Proyecto Paranormal nos ofrece lo mejor del

folklore mexicano en cuestión de terror. Su

equipo de trabajo es excelente para ofrecernos

las mejores leyendas mexicanas entorno al

misterio.

3. Creepypastas Everywhere

Si lo que buscas son tops que te congelen la

sangre, Creepypastas Everywhere es un canal

para ti. Sus relatos siniestros están respaldados

con fotografías y videos completamente

auténticos. Y si lo tuyo, además del terror, son las

ilusiones ópticas, este canal es para ti.

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2. Oxlack Investigador

Este canal es perfecto para la gente que, además

de disfrutar de los relatos tétricos, disfruta

resolver dichos relatos. Oxlack se nos presenta

como el Filiberto García de la creepy pasta, el

detective que resuelve los misterios del horror

que habita en la web.

1. El mundo DKBza

Si hablamos de buenos narradores, no podría

faltar en esta lista elmundo DKBza. Este canal

ofrece un gran estilo de narración, además de

poseer los más increíbles y creativos relatos de

terror. Si lo que buscas es mucho choro y mucha

imaginación, tienes que ver sus videos.

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AUN AHORCADO, CANTA EL GORRIÓN

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