El Gorrión Ahorcado: ¡Uy, qué miedo, mira cómo tiemblo!
El Gorrión Ahorcado es una revista literaria que comparte textos e imágenes de autores independientes, con el fin de apoyar su difusión.
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Revista literaria
El Gorrión Ahorcado
Año 0 - Nº1 Abril 2020
CRÉDITOS
Producción Eli Abraham Escobedo González
Dirección editorial
Edición y corrección de estilo Belén Selena Valencia Espinosa
Isotipo y logotipo Jose Abrahan Roa Olivares
Maquetación y diseño José David Gibraltar Celaya
Hoy colaboran con nosotros Ulises Buendía Ricardo
Guevara
Viviana López
Eliés Tralalí
Emmanuel De los Robles Jorge
Valera J.
Belén Valencia De Escobedo
Arte que aparece en este número
Portada Anónimo, Slenderman ClipArt, uihere.com
Mouritz, Michael, Grey Road, unsplash.com
En la revista Belén Valencia de Escobedo, El Coco
Esta es una revista literaria en formato digital, publicada sin fines de lucro, las obras que en ella presentamos son propiedad de
respectivos autores. Las opiniones y los comentarios de los textos pertenecen a sus autores y no necesariamente reflejan las de los
realizadores y los editores de la revista, tampoco, las de los miembros del equipo dictaminador. Las imágenes aquí presentadas
son de libre uso o, en su defecto, están autorizadas por sus autores. Las fuentes tipográficas utilizadas en esta revista son
Bahnschrift Light, Afterglow, Rosmatika, Libre Baskerville, Stranger Creature, Copperplate Gothic Bold, JMH Cthulumbus UGalt2,
FoglihtenNo04, Ornamental Versals Black y Cardinal; estas fuentes también pertenecen a sus creadores.
EXORDIO
Eli Abraham Escobedo González
Damas y caballeros, con gran gusto presentamos a ustedes esta
escultura literaria que surge, no del talento, sino de la necedad. En la
era de la información, llega El Gorrión Ahorcado como un intento
más de exponer el trabajo de algunos compañeros que comparten el
amor por la escritura. El Gorrión Ahorcado, en su especial «Uy, qué
miedo, mira cómo estoy temblando», lleva a ustedes algunos
cuentos, poemas y demás textos con miras al terror, lo espectral, la
muerte, el susto y su parodia; porque una sociedad sin fantasmas es
una sociedad sin memoria. Sin más que agregar y sabiendo que «sólo
el misterio nos hacer vivir, sólo el misterio», como dijo el poeta,
agradecemos su curiosidad y su ocio.
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Ulises Buendía
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Ricardo Guevara
***
Emmanuel De los Robles
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Belén Valencia De Escobedo
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3
¡Te va a Comer el Coco!
El Gorrión Ahorcado
De acuerdo al Instituto Los Niños, el COCO es una figura monstruosa
del folklor americano (en Norteamérica es llamado Boogeyman) y
europeo, usada por mamás y papás con el fin de asustar a sus hijos
cuando no quieren dormir. El monstruo no posee atributos
específicos, ya que estos los designa el miedo y la imaginación de
cada niño. Muchos imaginan su apariencia a partir de la fusión de un
coco (con sus tres agujeros) y un hombre calvo de boca y ojos
espantosos. El Coco tiene otras características regulares, como: (1) el
color rojo por asociación al dios Marte de la mitología romana, que a
su vez asimiló la raíz céltica kokk = rojo, además, todos en occidente
sabemos que el rojo simboliza la sangre; (2) halo de oscuridad, pues
se muestra durante la noche; (3) aparece debajo de la cama y (4) es
pedofágico, es decir, ¡un come niños!
Gracias al Coco que utilizaban para asustarnos de niños y así
corregir nuestro comportamiento, tenemos la canción de cuna
«duérmete mi niño, duérmeteme ya, porque viene el Coco y te
comerá». Esta tiene sus antecedentes en «arrorró mi niño, duérmete,
arrorró que viene el coco, y se lleva enseguidita, al niño que duerme
poco» y en «Ea niña de mis ojos, / duerma y sosiegue, /que a la fe
venga el coco/ y te comerá».
4
Imagen
El Coco
El Gorrión Ahorcado
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La dama de rojo
Ulises Buendía
Eran las tres de la tarde. No era un horario común, tampoco era un
horario indiscreto, simplemente era la hora en que se tenía que
producir ese suceso inevitable. Todos estaban listos y en el lugar
indicado: el sacerdote en el centro, los familiares bien sentaditos,
como si fueran buenas personas las unas con las otras. Él estaba
frente al cura y al lado de ella; ella, por ende, estaba en la misma
posición, sólo que del lado contrario.
Todo estaba envuelto en un silencio agobiante, matizado por los
cuchicheos que los invitados hacían, sobre todo por ser una de las
galas más importantes en la vida de los dos personajes centrales. En
medio de la capilla existía un largo pasillo, que quién sabe por qué,
ella, la dama de rojo, hizo que alfombraran con una tela verde opaco,
como si en realidad no tuviera la mínima importancia ese camino
estrecho.
Ella estaba tranquila, quizá un poco nerviosa, como cualquier mujer
en este tipo de ceremonias sagradas. Sin embargo, existía algo que
no concordaba con los asistentes, pues, como era de esperarse, el
novio vestía de negro, pero ella, de rojo, quizá se trataba de una
nueva moda. En fin, el acto prosiguió. El señor cura no dejaba de
hablar, después de todo, para eso se le pagó. Los invitados, por otro
lado, estaban atentos a las expresiones rígidas y calmadas de aquel
hombre, pero el cuadro más impertinente ante la vista de los
asistentes, era el de la novia vestida de rojo. Aquella dama de rojo
era casi todo lo contrario a él, en cuanto a expresiones corporales se
refería, pues estaba sonriente, destellante ante la voz del cura y
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algunas miradas enjuiciadoras de parte de la familia de aquel
hombre; esas miradas que juzgan como vulgar la felicidad sentida en
estas ceremonias. Incluso, la familia de ella sentía un poco de
vergüenza al ver la alegría espeluznante que reflejaba su rostro,
aunque por ser familia todos pasarían por alto esa escabrosa sonrisa.
Poco después de cuarenta minutos, el cura por fin concluyó el
sermón. En un acto inusual, todos caminaron por el pasillo verde,
despidiéndose del novio y saludando a la novia; algunos llorando y
otros, como los hermanos de la novia, contentos. Toda aquella
escena se hacía más notoria por un impertinente olor a café barato y
porque la dama de rojo era más indiscreta al saber que, desde ese
momento, era poseedora de todas las riquezas del novio, pese a no
estar casados, al menos eso decía el testamento. Cuando todo
terminó, la dama de rojo cerró el féretro que tenía a un lado, dejando
así esas expresiones firmes y mortuorias del novio. Eran alrededor de
las tres de la tarde, no era un horario común pero tampoco era un
indiscreto, simplemente era la hora en que se tenía que producir ese
suceso inevitable. Después de todo, un funeral no tiene horario ni
reglas.
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Terror en el CINEMEX
Ricardo Guevara
Solitario, veía una función 4D en el cine. Recuerdo la alegría que sentí
cuando gané los boletos por ser el empleado del mes en mi trabajo.
El Gabinete del Doctor Caligari en 4D era un lujo exclusivo para los
buenos empleados como yo. La sala y sus efectos eran magníficos, de
hecho, eran demasiado para mí. Tal vez por eso, antes de que
terminara la película, sentí una necesidad urinaria de abandonar la
sala. Al levantarme de mi asiento noté que la gente a mi alrededor
dormía profundamente. Caminé hacia la salida y fue ahí donde
reconocí a César, sonámbulo, pálido como una moneda, justo en el
extremo de una hilera de asientos. Traté de evitarlo al instante,
incluso lo vi de reojo para que no notara mi presencia, pero me miró
y gritó mi nombre. Fingí no escucharlo, giré la cara y seguí evitándolo,
lo cual sirvió de poco, pues comenzó a caminar para acercarse a mí.
Olvidé mi necesidad urinaria. Salí rápidamente del lugar, entre
tropezones, fingiendo no haberlo visto. Esto sólo consiguió aumentar
su intención de perseguirme.
Cuando finalmente salí del cine, caminé por la plaza comercial con la
intención de perder a César. Enseguida me percaté de que él
caminaba con cierto disimulo hacia mí, sonriente, como si supiera lo
que me esperaba. Corrí angustiado, subí y bajé las escaleras eléctricas
para despistarlo, pero fue inútil, César me pisaba los talones. En la
huida, entré a una pequeña estética abarrotada de pelucas, espejos y
maquillaje. Allí, decidí cambiar mi apariencia para engañar a mi
perseguidor. Salí con disimulo. Logré confundir a César y escapé
fácilmente, aunque sólo cambié mi peinado.
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De súbito y de absurdo, el mismo Doctor Caligari salió y me capturó
(desconozco el sitio al que me llevó, sólo distinguí el cristal roto de
una ventana). Empezó a experimentar conmigo. Quería convertirme
en una especie de sonámbulo o estúpido, pues “todo ser humano
anhela transformarse en alguien productivo, como un autómata”,
afirmó. Me dijo que si también era mi deseo volverme un súper
hombre, lo haría con gusto. Su proposición trajo a mi mente la recién
persecución de César. Respondí que sólo deseaba cambiar mi
apariencia para ocultarme de César, que odiaba las funciones
4D y que jamás volvería a ser el empleado del mes. Al decirlo, miré
por el cristal roto de aquella ventana: César, impasible, continuaba
buscándome.
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Ni Una sola Palabra
Las Pop-Ficciones de las almas despedazadas: Track 02
Emmanuel De los Robles
Tomo una ducha, me visto, paso a la otra habitación donde él me
espera sentado. Sus ojos no se mueven, permanecen fijos hacia la
entrada porque espera paciente por mí. No sé si me mira a mí o a mi
vestido, porque sólo llevo puesto eso.
¿Cómo podría describirlo? Él es alto, de piel firme (blanca como la
leche), sin ninguna impureza ni horror alguno, impecable. Tiene ojos
azules, una mirada que parece pintada. Nadie tiene un novio como el
mío, lo amo más que a nada. Se toma todo el tiempo del mundo para
escucharme, como si no tuviera ninguna otra cosa que hacer. Me
mira sin ser vulgar, nunca ha quitado la vista de mi cara, nunca he
visto que la baje para mirar mis pechos. No me interrumpe cuando le
cuento mis cosas. Nunca seré un objeto para él.
Pongo un mantel a cuadros y una vela sobre el escritorio para
convertirlo en una mesa. También traje una botella de ginebra.
Sentados, frente a frente, coloco su mano sobre la mía y le sonrío, me
mira… es casi perfecto. Suele ser frío, orgulloso y muy digno,
demasiado, pero no tengo ningún problema con eso, tampoco con
encontrarlo siempre en el mismo lugar: ya sé que carece de
imaginación. No me importan los mínimos defectos que pueda tener,
como que no entienda cuando le pida que sea un poco más
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platicador conmigo. Le cuento algunos problemas y discusiones que
tuve con mis amigas, sobre él precisamente; le digo que podrían irse
al demonio, que nunca lo voy a dejar.
—Quiero que nos besemos hasta que amanezca.
Me hubiera gustado que se encendiera, que me tomara en sus
brazos, tirara todas las cosas al piso, me subiera sobre la mesa y
después levantara mi vestido para hacerme el amor. Sin embargo, se
queda tieso, con la mirada imperturbable. Seguro que es porque me
respeta mucho y no querría forzarme a algo que yo no quiera.
—No sabes cómo te he buscado todo este tiempo, así que, si quieres
hacer algo de mí, no te detengas.
No necesita detenerse porque no ha empezado nada. Quizá no sea el
amante apasionado que toda mujer pueda desear, pero aprendí a
amarlo de esa manera. Sólo quiero abrazarme a él, así que muevo mi
silla para que quede a lado suyo; entonces beso su cuello rígido.
Quizás esté muy tenso y deba hacerle un masaje. Cuando se lo
propone es un ingrato. Esperaba que se diera cuenta de lo bonito que
huelo. Me bañé con la crema para tener la piel más suave, pensaba
que el aroma sería irresistible, pero ni siquiera lo nota. No importa. Es
un gran partido. Quizá haya hombres que les guste que tomemos la
iniciativa, así que le deshago el nudo de la corbata, después de todo,
fui yo quien se la ató esta mañana.
Me sorprende su falta de libido. Cualquier otro ya me habría tomado
con violencia y pasión, pero él no, sólo se queda quieto,
observándome en silencio. Eso, hasta cierto punto, me asusta.
¡LO ODIO!
— ¡Contéstame por un carajo!
Mis manos sujetaron sus hombros con fuerza, no podía controlarme
y lo azoté contra la pared. Se oyó el sonido hueco de su cabeza
chocando contra el muro, pero era más fuerte el de mi respiración
exaltada y mezclada con mi llanto. No obstante, su indiferencia y su
frialdad eran definitivamente más fuertes.
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—No te permitiré que me trates así ¿Me oyes? ¡Nunca más! ¡Soy una
mujer, no un objeto como tú!
Aún en el suelo y hecho pedazos, su frialdad me dominaba… ¿cómo
podía no sentir nada? Uno de sus ojos de plástico, quebrado, me
enfocaba como acusándome de algo, pero la culpa era de él, de él y
de nadie más.
—Tú tienes la culpa, nunca he recibido nada de ti, ni una visita a tu
casa, un paseo por la calle, un gesto, una caricia, ni una sola palabra.
Le grité hasta el cansancio por la furia. Di unos pocos pasos hacia mi
cama, caí rendida y dormí sabiendo que los restos del maniquí
seguirían allí por la mañana.
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Ella
Belén Valencia De Escobedo
Arrebatada por la lluvia del amanecer, desapareció… La mujer era
anciana, tenía el cabello negro, encrespado, y su estatura era de 1.65
metros. Viajaba en un taxi y el conductor afirmó no haber visto hacia
dónde caminó, porque “en cuanto la señora bajó del vehículo, sonó
un relámpago que me distrajo y enseguida arranqué, sin mirar a qué
casa se dirigía. Yo nomás llegué a la vereda, pero no entré”.
Doña Claudia, quien vive en una de las casas aledañas, dijo haber
oído un tronido en el cielo que la hizo asomarse a la ventana. “En ese
momento vi a una mujer caminar frente a mi casa y se me salió un
Jesús bendito, porque tenía rato que caía un tormentón y ya nadie
estaba afuera, nomás ella y el sauce.
No vi si era jovencita o señora. ¡Cómo? Si en cuanto limpiaba el vidrio
de la ventana, la lluvia volvía a empañarlo”.
Mi abuelo dice que “fue a la hora en que se abre la tierra y se
escuchan los lamentos de almas lejanas”. Él ha pasado los últimos
años de su vida levantando las manos en señal de ruego, mientras sus
ojos la buscan instintivamente. La busca a ella, una figura cíclica,
imborrable de su mirada y de su historia, quizá más lunáticas que
memoriosas: “Corrió de la lluvia. Se quiso atajar en el sauce, pero el
árbol no la cubrió y siguió desapareciendo. Su piel estaba casi
transparente como el agua. Era agua. Entonces lanzó una mirada de
súplica hacia arriba y las estrellas que se le veían por los ojos cayeron
arrastradas hasta el lodo, junto a ella. Porque muy a pesar de la
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lluvia, había estrellas. Todo esto lo sé porque cuando salí a buscarla el
sauce me lo dijo. Enseguida me asomé a ver si entre la tierra
reconocía su cara, pero el sentimiento de pérdida hundió más sus
manos en mi estómago. La tierra anegada sólo puede sumergirte el
espíritu de la misma manera… Aún hoy la lluvia sigue cayendo para
ella y seguirá cayendo para mí, mientras el pueblo recuerde el
arrebato de la lluvia, la hora en que se abre la tierra y se escuchan los
lamentos de almas lejanas”.
La historia siempre termina
igual: mi abuelo concluye con
la misma frase de resignación
y olvida de nuevo el nombre
de aquella mujer cuando se lo
pregunto. Su vecina, doña
Claudia, dice que esa mujer es
un murmullo de lluvia, un
fantasma, un murmullo de
hojas de sauce que mi abuelo finge escuchar para sobrellevar la
ausencia de mi abuela, a quien no conocí. Mi madre cree que ella lo
abandonó. Mi padre dice que desapareció en la ciudad. Pero yo le
creo a mi abuelo. Si mi marido se volviera lluvia frente a mis ojos,
también me vuelvo loca.
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*****
Viviana López 彬 彬
****
EliEs Tralalí
***
Jorge Varela J.
**
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Anatomía
Viviana López 彬 彬
Y el cuerpo gritó: ¡temnein, temnein, temnein! …
Viajó con regional aproximación, su mente quedó
corta, corta, corta… pero a sistemática
aproximación,
¿y el detalle?, raíces mutables juntas, a los
lados las hábiles y largas ramas de bambú. El
mundo que ha de Atlas carga sobre hombros
mira delante, con…
neutra expresión, cerrada boca, abiertos han de
estar sus ojos, fijó un punto distante, miró el
horizonte. Elegantes
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abanicos metacarpianos, girar su base a
noventa grados…aducción…
y el cuerpo gritó… ¡bipedestación!
Juan Valverde de Amusco
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Tórax
Entre adorno de latón espiral pequeño y lugar
llamado panza, normalmente como tórax no
exclaman sino han de decir: ¡pecho!, sin
concienciar
el hecho… ¡es mucho más que la pared
torácica, cavidad que contiene!, De calcio
como el caracol barrotes,
costillas y cartílagos costales
se unen, sostenidos por el esternón, vértebras
torácicas, verticales.
En perlada jaula, todo convierte
para amparar dos bestias. El de orejas oxigenas y el
que ha de esconder el don de
Dios para la eternidad del hombre.
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Carta de Suicidio
Jorge Varela J.
Voy a dormir en las sábanas de la muerte.
Si alguien pregunta por qué lo hice digan una mentira inventen
historias que no mencionen mi vida.
Si alguien me juzga por lo que hice ¿acaso ha olvidado lo que hizo por
mí?
Ya habré extraviado el pasado pronto seré solo una historia que
contarán con morbo en alguna reunión.
Sí el futuro esperaba mi llegada que borre la fecha del calendario.
No digo adiós dejo al silencio escribir el epitafio que las
lágrimas reciten los versos el mar arrastre a la orilla los
pensamientos recorrer los cielos a paso lento… El último viaje
inicia con un suspiro ahogado.
El juicio se acerca.
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Del Otro Lado
Para: Valeria Herrera
Un círculo de sol brilla en lo profundo del oscuro bosque del despojo.
Vago desnudo de cuentos, engaños y memorias; sigo las notas susurrantes
que danzando entre el firmamento me muestran el camino del otro lado.
No más travesías entre canciones desafinadas, la angelical voz de un
recuerdo a la distancia grita el nombre del destino.
Píldoras de colores recorren mi garganta, la demencia aletargada se
refugia en el nombre de Dios.
Me miro al espejo, al abismo de los ojos avellana de una niña pescando
sueños blanco y negro destierra los demonios de la mente.
—¿Dónde andabas? —me pregunta.
—Alucinado contigo —respondo.
—¿Con quién hablas? —alega el psiquiatra—, ¡necesitas otra píldora!
21
El monstruo
EliEs Tralalí
Mi ma estando preñada
miró en el cielo el eclipse,
aún le lloro en su tumba:
¿por qué ma, por qué lo vistes?
Nací con la cara prieta,
todo mi cuerpo sin chiste;
un rabo me cuelga tras,
pus… como de dos narices.
Tengo en la frente volcanes
y en la joroba lombrices;
tengo nariz de tucán
y manchas como de tigre.
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Dicen las indias que güelo
a cashnatín y a orines,
que mi pelo es morroñoso
como si jueran raíces.
Los chamulas no me quieren,
¿de qué otra forma se vive?
la oportuna soledá es
la amante más humilde.
Una noche me vendieron
por dos enfermos cochines
y en la feria de mi pueblo
decían: “¡los mostros si existen!”
Miro a veces en el cielo
los papelotes morirse:
mudo cenzontle, atado
al mundo de los felices.
Luego escucho en la oscurana
la voz de los chapulines,
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el arrullo de los mostros,
el arrullo de los tristes.
Mi ma se llegó a su hermano,
por eso el cura insiste
que el cielo la castigó,
dizque conmigo, que dizque.
Al saber si un día Dios
somata las nubes grises,
pa correr libre en el cielo
como papelote… libre.
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Oscurana Chamula
«Lencho murmura en las ramas
ave y agave, un guiño; un guiño
murmura al alba, pozo de luna…
mushito. Mujer, el beso me mata
de sueño, vida y cariño.
¡El viento entre las vainas:
vaho de sauce podrido! ¡Negra
escucho la malva yo, en la
noche cautivo!
El tecolote ya canta
—¡idiay!— se escucha un grito…
Bella e indomable dalia que me
habita oscurecido, al menguar de
tu mirada entre peces y jancitos
crece el mundo en tu montaña
sobre nardos conmovidos.
¡Perra menguante guadaña que
al cielo ríe sin brillo! temo a la
oscura malhaya: polvo de
huesos molidos. ¡Virgen! ¿será
la guarapa nahual de agudos
colmillos?...
25
De alcatraz y jacaranda
puebla abril tu vestido, y
en la noche de tu clara
caballera de narcisos el
colibrí jurga aguas azulado
y renacido.
Sufro la herida, espada de
mi último suspiro. ¡Oh!
terrible nahuala tuyo tuyito
es el frío. Llega a mí la
ventana
¡ay! de todo lo vivido…
Lencho murmura en las ramas
ave y agave, un guiño; un guiño
murmura al alba, pozo de luna…
mushito. Mujer, la bruja me mata
de sombra, muerte y olvido».
A la siguiente mañana ya
estaba el chamula frío; su
dalia, triste, lloraba
con un velo ennegrecido.
Algunos dijeron calma, la
virgen se llevó al indio;
otros que fue la nahuala la
bruja de ese pueblito.
Pero no se dijo nada que
en el último latido
el indio pensó en su dalia
con el vientre partido.
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Rubén Darío
Silencio de la noche, doloroso silencio nocturno...
¿Por qué el alma tiembla de tal manera?
Oigo el zumbido de mi sangre, dentro de
mi cráneo pasa una suave tormenta.
¡Insomnio! No poder dormir, y, sin embargo, soñar. Ser
la auto-pieza
de disección espiritual, ¡el auto-Hamlet!
Diluir mi tristeza
en un vino de noche en el maravilloso cristal de las tinieblas...
Y me digo: ¿a qué hora vendrá el alba?
Se ha cerrado una puerta...
Ha pasado un transeúnte...
Ha dado el reloj trece horas... ¡Si será Ella!...
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RECOMENDACIONES DEL GORRIÓN
Top5 CANALES MEXICANOS
DEDICADOS AL MUNDO DEL
TERROR EN
Por: El Gorrión Ahorcado
El mundo del terror no podría estar ausente en nuestra cotidianidad
posmoderna. La inevitable necesidad que tienen las sociedades por
nutrirse de relatos terroríficos que van de lo paranormal (fantasmas,
monstruos, brujas) hasta la realidad más perturbadora (misterios sin
resolver, crímenes siniestros) nos ha regalado la literatura de terror.
Dicho género ha evolucionado hasta nuestros días y ha permeado en
otros ámbitos de nuestra cotidianidad como los son las redes
sociales. En este caso, no podríamos dejar de mencionar a la
creepypasta y su gran éxito en una las redes más destacadas de la
internet, una nueva forma de contar relatos que vuelvan nuestros
sueños en pesadillas. Aquí te dejo un top con los 5 canales mexicanos
más representativos de YouTube.
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5. MundoCreepy
Este canal ofrece una variedad de temas que van
desde el terror clásico hasta el análisis de
algunas letras de canciones famosas que
esconden un mensaje siniestro.
Musicalizados con las composiciones del creador
del canal, los videos de
MundoCreepy no podrían estar ausentes en este top.
4. Proyecto Paranormal
Con un buen ritmo en la narración de sus
historias y una muy buena ambientación musical,
Proyecto Paranormal nos ofrece lo mejor del
folklore mexicano en cuestión de terror. Su
equipo de trabajo es excelente para ofrecernos
las mejores leyendas mexicanas entorno al
misterio.
3. Creepypastas Everywhere
Si lo que buscas son tops que te congelen la
sangre, Creepypastas Everywhere es un canal
para ti. Sus relatos siniestros están respaldados
con fotografías y videos completamente
auténticos. Y si lo tuyo, además del terror, son las
ilusiones ópticas, este canal es para ti.
29
2. Oxlack Investigador
Este canal es perfecto para la gente que, además
de disfrutar de los relatos tétricos, disfruta
resolver dichos relatos. Oxlack se nos presenta
como el Filiberto García de la creepy pasta, el
detective que resuelve los misterios del horror
que habita en la web.
1. El mundo DKBza
Si hablamos de buenos narradores, no podría
faltar en esta lista elmundo DKBza. Este canal
ofrece un gran estilo de narración, además de
poseer los más increíbles y creativos relatos de
terror. Si lo que buscas es mucho choro y mucha
imaginación, tienes que ver sus videos.
30
AUN AHORCADO, CANTA EL GORRIÓN
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