Querido Juan

Javi Ramírez.
Juan, te conocí en tu atalaya de Andrés Mellado:
cuando entrábamos por la puerta, subíamos las escaleras y allí estabas
tú en tu garita pendiente de todos los que entrábamos o salíamos. Te
conocí mejor gracias a María Cebrián, con la que empecé a trabajar allá
por el 2006. Ella me reenviaba tus emails literarios y finalmente yo
conseguí recibirlos directamente. Siempre me has parecido una de las
personas más interesantes de MdM. Por tu valentía y tu coraje de
llevar una vida adecuada con tus valores…otros no lo conseguimos
apenas, enhorabuena! Te envidio. Espero que en tu nueva etapa fuera
de MdM puedas disfrutar de esa merecida jubilación que tanto se te
resistió y que te puedas dedicar a tiempo completo a tu acordeón y a
tus escritos, que esperamos que nos sigas haciendo llegar (no sé como
pero hazlo!) regularmente. Tus análisis de la realidad son mucho
mejores que cualquiera de los mejores columnistas de los mejores
medios de comunicación. Te deseo todo lo mejor en tu nueva etapa y
que seas todo lo feliz que quieras y puedas. Un abrazo muy grande.