MarathoNews 235

10 ENERO 2021 MarathoNews
Durante el tiempo que estés recibiendo
sesiones con proloterapia, no tomes
antinflamatoiros como: aspirina,
naproxeno, diclofenaco, piroxicam,
prednisona, cortisona, etcétera ya que
los antinflamatorios inhiben el proceso de
reparación de los tejidos.
Es recomendable que no te inyecten
cortisona, ya que hay estudios que han
demostrado que la cortisona debilita el
tejido.
La terapia física, los masajes y las
manipulaciones quiropácticas, brindan
alivio temporal ya que tratan los síntomas
y no van al fondo del problema. Con la
rehabilitación se disminuye al contractura
muscular y en los pacinetes con dolor
crónico, los músculos generalmente
están tensos debido a la hipermovilidad
de las articulaciones. La tensión y el
espasmo muscular crónico son singo de
que las articulaciones tienen un daño en
sus ligamentos.
Las estructuras del organismo que
más dolor producen, según estudios
especializados en una escala de
sensibilidad al dolor son: el periostio
(cubierta de hueso), seguido por los
ligamentos, los tendones, la fascia plantar
y finalmente el músculo. El cartílago no
duele, ya que no tiene terminaciones
nerviosas.
El área donde los ligamentos se unen
al hueso se llama “unión óseo-fibrosa”,
es por esto que una lesión en dicho
lugar provoca tanto dolor, siendo aquí
donde se efectúan las infiltraciones de
la proloterapia fortaleciendo estas áreas
y curando el dolor.
Los ligamentos proveen estabilidad a
las articulaciones, si estas se mueven
mucho, los huesos pueden comprimir o
pellizcar nervios o vasos sanguíneos,
pudiendo resultar un daño permanente.
Estas estructuras débiles son fortalecidas
por el crecimiento de un tejido nuevo
y fuerte en los ligamentos y tendones,
inducido por la inyección de proloterapia.