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Copyright © The Sleep School 2014
El derecho del Dr. Guy Meadows a ser identificado como autor de la presente obra ha sido estipulado
según la Ley de Copyright, Diseños y Patentes 1988.
Todos los derechos reservados. Además de los usos reconocidos en la ley de copyright del Reino
Unido, esta publicación solo podrá ser reproducida, almacenada o transmitida, mediante cualquier
sistema o método, con la previa autorización por escrito de los editores o, en caso de la reproducción
reprográfica, según los términos de licencias emitidos por la Organización de Gestión de Licencias de
Derecho de Autor (CLA, por sus siglas en inglés).
En el catálogo de la Biblioteca Británica consta un registro de la presente obra.
Libro de tapa blanda ISBN: 978 1 500 40705 6
Ilustraciones y diseño de portada: Pola Gruszka
Traducción por:
Clarity Translations
www.translationsbyclarity.com
Se han tomado todos los recaudos para satisfacer los requerimientos con respecto a la reproducción del
material con derecho de autor. El autor y el editor rectificarán cualquier omisión en el menor tiempo
posible.
A pesar de que se han realizado todos los esfuerzos para garantizar que la información contenida en
este libro sea correcta, la misma no debe tomarse como consejo médico. Las personas que se
encuentren bajo supervisión médica no deben adoptar el programa, ni cambiar o interrumpir su
medicación sin hablar primero con su médico y seguir su consejo.
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Reconocimientos
Quisiera agradecer a todos mis clientes de quienes he aprendido muchísimo a
lo largo de los años. A mi socio Aid, por su trabajo inspirador y sus
incansables esfuerzos para crear The Sleep School. A Pola, por crear todas las
maravillosas ilustraciones y las animaciones. A Jacq, por su fantástica
edición.
A todos en la comunidad TAC, por liderar una terapia tan maravillosa. A mi
madre, por su constante apoyo a mi trabajo, y a Angela, por sus infinitas
revisiones. Finalmente, un inmenso agradecimiento a mi esposa Kathryn, por
su inagotable amor, apoyo y aliento, y a mis hijos, Layla y Alfie, por
enseñarme tantas cosas sobre mí mismo.
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Sobre el Autor
El Dr. Guy Meadows es fundador de The Sleep School, es fisiólogo del
sueño, y posee un doctorado de la Escuela Imperial de Londres. Con más de
doce años de investigación y trabajo en el área del sueño, ha brindado
tratamiento efectivo a más de mil clientes, y pasó más de 12.000 horas
trabajando con insomnes en clínicas con programas individuales, talleres y
retiros. El Dr. Guy preside The Sleep School desde hace más de ocho años.
Es licenciado con honores de la Universidad Glamorgan, y luego obtuvo un
MsC (distinción) del Kings College de Londres en Fisiología Humana y
Aplicada antes de completar su doctorado. Durante sus estudios en la Escuela
Imperial de Londres, trabajó en los laboratorios de investigación del sueño de
los hospitales Royal Brompton y Charing Cross, donde investigó los efectos
del sueño en la regulación del cerebro humano.
El Dr. Guy Meadows es experto residente del programa de televisión
Bedtime Live, en canal 4, y le apasiona ayudar a las personas a dormir bien.
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Qué dicen profesionales consagrados y médicos sobre el Libro del Sueño:
“El Dr. Guy Meadows enseña un método revolucionario para combatir el
insomnio. Su enfoque no involucra fármacos y es altamente efectivo. Este
libro le cambiará la vida a toda persona que tiene problemas de sueño.”
Profesora Tanya Byron
Psicóloga clínica matriculada, escritora y locutora
“Los problemas del sueño afectan al 25% de la población del Reino Unido, y
generan 30 millones de visitas frustradas al consultorio médico. Este libro es
un salvavidas para cualquier persona que tiene problemas para conciliar el
sueño. El enfoque radical del Dr. Guy Meadow para curar el insomnio es
increíblemente efectivo y, lo que es mejor, completamente natural: no se
necesitan pastillas, ni pociones, ni utilería”.
Dra. Hilary Jones
Médica, editora del área salud de Daybreak en ITV, y escritora de temas
médicos.
“Dormir no es algo que se hace en forma consciente; tienes que estar
despierto para hacer cosas conscientemente. Dormir es algo que hace tu
cuerpo cuando quitas la mente del camino… Lo que tienes en tus manos es
un enfoque verdaderamente nuevo. En este libro maravillosamente bien
escrito, se abrirá una puerta que tal vez nunca supiste que existía. Aprenderás
cómo quitar a tu mente del camino… Deja tus problemas de sueño en las
manos de este brillante médico, y comencemos. Aprendamos cómo no hacer
nada”.
Steven C. Hayes, Doctor
Co-desarrollador de ACT, Profesor de Nevada Foundation de la Facultad de
Psicología en la Universidad de Nevada y autor de Get Out of Your Mind
and Into Your Life.
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Testimoniales de The Sleep School
‘Después de experimentar insomnio por cuarenta años, ha sido un placer
disfrutar de sueño satisfactorio al emplear las técnicas que aprendí en uno
de los talleres del instituto The Sleep School. Las técnicas son sutiles pero
efectivas, y estoy convencido de que eventualmente se convertirán en una
práctica universalmente aceptada entre profesionales médicos’.
David (Reino Unido)
‘Recomendaría al Dr. Guy y al instituto The Sleep School a cualquier
persona que haya luchado contra el insomnio. Él es profesional y obviamente
un experto; sin embargo, sus técnicas son fáciles de entender y, si
perseveras, creo que serán de larga duración’.
Suzie (Australia)
‘¡El período que pasé contigo el mes pasado fue la mejor inversión de dinero
que hice en mucho tiempo! La técnica de concientización y aceptación que
me enseñaste no solo mejoró la calidad y duración de mi sueño, sino que
cambió fundamentalmente la manera que abordo mi vida. Ahora cuando voy
a la cama, me duermo a los pocos minutos, y aunque aún me despierto
algunas veces durante la noche, me vuelvo a dormir muy rápidamente.
¡Gracias por enriquecer mi vida!’
Rachel (Reino Unido)
‘Cuando comencé a sufrir de insomnio hace unos dos años, pensé que nadie
podría ayudarme a superarlo hasta que me contacté con el instituto The
Sleep School. Las técnicas que me enseñó me ayudaron a comprender que no
había nada que temer, pero lo más importante es que él entendió lo que yo
sentía en un momento en que parecía que nadie más lo entendía. Actualmente
disfruto de un sueño mucho mejor y puedo vivir mi vida nuevamente’.
María, (Chile)
‘Había sufrido de insomnio intermitentemente por unos 3 años, y el
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padecimiento se había intensificado en los últimos 12 meses. Mi insomnio
desapareció y ahora tengo una vida más consciente, relajada y feliz.
Recomiendo muy especialmente al Dr. Guy si usted sufre de insomnio;
recuperar su vida y el placer de vivirla es maravilloso. ¡Me siento como una
persona normal nuevamente!’
Helena (Reino Unido)
‘¡Fantástico! No sabía que esperar cuando entré, pero el Dr. Guy logró
mostrarme una manera completamente nueva de comprender y enfrentar el
insomnio. Esta nueva perspectiva, junto con métodos lógicos y relajados, ¡ha
mejorado infinitamente mi sueño!’
Sam (Reino Unido)
‘Bueno, lo primero que debo decir es gracias por tu tiempo, esfuerzo y
energía; me has ayudado a volver al ritmo, y a darle un propósito y
significado a mi vida nuevamente. He podido conciliar el sueño casi todas
las noches y ahora ya no voy por la vida sin dormir. Tuve un momento
después de empezar en mi nuevo empleo donde mi sueño comenzó a
empeorar. Pero volví a leer todas mis notas y comencé a hacer los ejercicios
que me has enseñado con más frecuencia nuevamente, y antes de que me
diera cuenta volví a dormir. Mi ansiedad también se redujo dramáticamente,
y cuando siento que me estoy poniendo un poco ansioso, lo primero que hago
es notarlo y, debido a que ya no le tengo miedo, se disipa rápidamente, y
puedo seguir adelante sin sentirme desbordado’.
Henry (Canadá)
‘Cuando llegué por primera vez a The Sleep School estaba harta de estar
enferma y cansada. Apenas dormía 2 o 3 horas por noche. Ahora duermo de
7 a 8 horas la mayoría de las noches. En 6 meses no he tenido que faltar un
solo día al trabajo por estar enferma. El programa que me devolvió el sueño
también cambió mi perspectiva, y la meditación se volvió parte de mi rutina
diaria. Recomiendo este programa a todas las personas que sufren de
insomnio’.
Jessica (Reino Unido)
‘Habiendo padecido insomnio durante la mayor parte de mi vida, realmente
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pensaba que era una causa perdida, y por eso The Sleep School fue una
última oportunidad para mí. No tenía muchas esperanzas al principio, pero
en las primeras tres semanas, logré dormir mejor probablemente de lo que
había dormido en toda mi vida, y todo se debía a técnicas muy prácticas,
simples y alcanzables. Siento que ahora recobré el control sobre una parte
muy importante de mi vida, y no puedo dejar de recomendar muy
especialmente al Dr. Guy Meadows’.
Simon (Reino Unido)
‘Le recomiendo el instituto The Sleep School a todas las personas que sufren
de insomnio; realmente pueden ayudarte a recuperar tu vida. Gracias Dr.
Guy, usted fue mi salvador’.
Katharine (Reino Unido)
‘En primer lugar quiero decir gracias por su apoyo y su ayuda. He llegado a
un punto que no pensé que fuera posible con mi sueño. Ahora duermo mejor,
y aunque a vece tengo *noche malas* no me afecta de la misma manera que
antes. Los ejercicios de consciencia me han dado la oportunidad de bajar el
ritmo y apreciar el momento, en lugar de dejar que mi mente se dispare y
cree situaciones en mi cabeza que no son reales’.
Aziz (Reino Unido)
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INTRODUCCIÓN
La cura para el insomnio de The Sleep School
‘¿Cómo hacen las personas para ir a dormir? Me temo
que he perdido la habilidad’
Dorothy Parker
Si le preguntas a alguien que duerme bien qué hace para quedarse dormido,
es probable que encoja los hombros y diga: “Nada”. Simplemente apoya la
cabeza en la almohada; si se despierta, podría darse vuelta, tomar un trago de
agua o ir al baño, pero se duerme sin pensar en ello.
Si le preguntas a una persona con insomnio qué hace para poder dormir, te
dará una lista larga y detallada de lo que hace durante el día, cómo se relaja
antes de ir a la cama y qué hace durante la noche, pero aun así no duerme.
No parece justo, ¿no? Pero la verdad es que la mayoría de las cosas que le
recomiendan hacer a los insomnes para curar ese mal nunca funcionarán si es
lo único que hacen. Esto se debe a que el enfoque convencional se basa
únicamente en hacer; enfocándose en cómo eliminar el insomnio cambiando
cosas en tu vida. Al principio, esto es exactamente lo que deseas oír como
paciente con insomnio porque quieres liberarte del dolor y el sufrimiento que
acompañan la privación de sueño. No obstante, aunque muchos de los
cambios sugeridos pueden sonar correctos –tales como dejar la cafeína y el
alcohol, evitar quedarte despierto hasta tarde, bajar el ritmo lentamente y
realizar técnicas de relajación antes de ir a la cama– al final pueden
involuntariamente poner tu insomnio en un pedestal.
El sueño pasa entonces a estar más relacionado con hacer algo que con
dormir, lo que para las personas que logran conciliar el sueño normalmente
ocurre sin esfuerzo. Si has seguido un montón de consejos para el insomnio
pero aun así no pudiste dormir, probablemente tuviste una sensación de
confusión, fracaso, frustración o ansiedad; y sin duda todas ellas te
mantuvieron aún más despierto.
Probablemente te han dicho que si puedes bloquear tus pensamientos,
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deshacerte de los sentimientos de ansiedad y controlar los latidos fuertes de
tu corazón, estarás más relajado y así será más probable que duermas.
Aunque estas cosas ciertamente hacen que sea más difícil dormir, no son el
problema. Luchar por conciliar el sueño sí lo es.
Piensa en todas esas veces que estuviste despierto toda la noche luchando
por dormirte, y lo lograste justo antes de que sonara la alarma del reloj. Si le
preguntas a una persona con insomnio por qué se quedaron dormidos en ese
momento, dirá que la noche ya estaba arruinada, así que ya no tenía sentido
luchar. Aunque esto es una experiencia increíblemente frustrante, desde el
punto de vista de qué causa el insomnio, es esclarecedor.
Lo que aprendí a partir de escuchar a personas como tú y de mi propio
episodio de insomnio es que si tu vida se focaliza en eliminar el insomnio,
paradójicamente puedes quedarte atrapado en esta afección.
El buen descanso nocturno llega a partir de no hacer ninguna otra cosa
más que acostarte y poner tu cabeza sobre la almohada, y el secreto para
dormir bien es volver a aprender cómo hacer precisamente eso: nada.
Armado con el conocimiento de que los buenos durmientes no hacen nada,
hemos desarrollado un programa de cinco semanas que puede mejorar
radicalmente tu sueño. Nosotros creemos que dormir no tiene que ser una
lucha.
Te mostraremos cómo dejar de luchar, enfrentar aquello que te impide
dormir, disfrutar de un sueño de buena calidad con frecuencia y volver a
disfrutar de tu vida.
Si quieres dormir bien, entonces tienes que empezar a comportarte como un
durmiente normal. El Programa de Cinco Semanas del instituto The Sleep
School te mostrará cómo:
•
•
•
•
•
•
•
•
No hacer nada; dejar de luchar
Abandonar tus intentos de quedarte dormido.
Mirar y observar tus pensamientos y tus sentimientos sin juzgarlos.
Estar más consciente y vivir el momento.
Aceptar y jugar con tus preocupaciones y temores.
Decidir sobre tu nuevo patrón de sueño.
Quedarte en la cama a la noche y disfrutar de los beneficios del descanso
nocturno.t.
Convertirte en un durmiente normal.
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• Mantener tu sueño controlado.
Si es tan simple, ¿por qué necesitamos seguir un programa?, escucho que
preguntas. Como explicaré más adelante en este libro, los humanos estamos
programados para buscar soluciones a nuestros problemas percibidos, ya sea
a nivel práctico, emocional o mental. Pero no podemos solucionar el
insomnio con este tipo de enfoque. Tenemos que comprender cómo funciona
y cómo duerme la mente, para que en su lugar podamos utilizar habilidades
mentales y emocionales, como la consciencia y la aceptación, en vez de crear
un ambiente perfecto para dormir o depender de un conjunto específico de
técnicas de relajación. Después de todo, no siempre dormiremos en la misma
cama, o podremos tomar un baño con esencia de lavanda todas las noches,
pero aún en esa situación nos gustaría conciliar el sueño. Esa es la diferencia
con este programa; se trata de convertirte nuevamente en una persona que
duerme con normalidad.
El programa del instituto The Sleep School es un
enfoque altamente efectivo y cien por ciento natural
que hará que duermas mejor en cinco semanas
Este libro está dirigido a cualquier persona para la que dormir bien por la
noche se ha vuelto una lucha, ya sea porque te cuesta conciliar el sueño,
mantenerte dormido, o porque te despiertas demasiado temprano. Si tu
insomnio es causado o está relacionado con una afección médica o
psicológica que perturba el sueño, este enfoque puede ofrecerte una nueva
manera de superar la falta de sueño. No importa si has padecido insomnio por
4 días o 40 años; seguir el enfoque de The Sleep School puede mejorar la
calidad de tu sueño dramáticamente.
Te sentirás mejor y con más energía simplemente con el primer paso, que
es comprender tu insomnio. Luego verás una mejora más marcada en tu
sueño durante las restantes semanas del programa. Es importante recordar
que se trata de un proceso suave que permite la aparición del sueño natural, y
tratar de forzarlo únicamente causará que el dormir se aleje más.
Hemos ayudado a mil insomnes a lograr un descanso libre de fármacos, de
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buena calidad, y también podemos ayudarte a ti.
“Cuando estás en el fondo del agujero del insomnio, es difícil ver
una salida por ti mismo. The Sleep School me tranquilizó y me
ayudó a dejar de pensar en mi propio insomnio, lo cual fue el
primer paso para enfrentar el problema. Ahora tengo una
estrategia y ejercicios mentales para mejorar la manera de
abordar mi insomnio. Aún tengo que enfrentar brotes de desvelo,
pero ese fortalecimiento mental me ha ayudado más que cualquier
otro auxilio para dormir o enfoque médico ‘tradicional’.
Mark, Oregon, Estados Unidos
Nuevo enfoque revolucionario
Una de las herramientas clave que utilizamos en The Sleep School es la
terapia de la aceptación y el compromiso, o TAC 1 . Se trata de una
herramienta psicológica basada en investigación que reconoce que es nuestra
resistencia o reacción al dolor y al sufrimiento lo que los hace empeorar. La
TAC fomenta la flexibilidad mental, la apertura y la curiosidad, así que en
lugar de luchar contra los pensamientos y sentimientos negativos,
aprendemos a observarlos, aceptarlos, y luego a soltarlos.
El instituto The Sleep School ha sido pionero en el uso de esta herramienta
en el insomnio crónico porque coincide con nuestro entendimiento de que es
la lucha contra el desvelo lo que empeora el insomnio. Los enfoques
tradicionales, tales como la terapia cognitivo-conductual, o TCC, inútilmente
se focalizan en tratar de eliminar los síntomas asociados con un dormir
deficiente. El foco de la TCC es bloquear o desafiar tus pensamientos, o
eliminar los sentimientos de ansiedad. No obstante, cuando se trata de la
lucha por dormir, los pensamientos y sentimientos terminan por volver con
más fuerza, en mayor número y con más frecuencia. Sin notarlo, tu energía se
destina a tratar de deshacerte de lo que no quieres, en lugar de lo que sí
deseas, que es dormir.
El modelo de la TAC acepta que es perfectamente natural que quieras
liberarte del dolor y del sufrimiento asociados con la privación del sueño. A
nadie le gusta estar despierto toda la noche y sentirse exhausto todo el día. No
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obstante, la teoría sugiere que luchar por controlar y evitar el insomnio en
realidad lo empeora en el largo plazo. Si escuchas la palabra ‘aceptación’ y
piensas que quiero que te rindas a tu insomnio, entonces probablemente
tendrías razón, pero no de la forma que tú crees.
La resignación es un estado negativo que implica estar atascado en donde
estas y no hacer nada para remediarlo, y no es eso lo que estoy sugiriendo. La
aceptación es un acto positivo por el cual intencionadamente escoges no
hacer nada porque es la acción o la manera de resolver el problema más útil
en este momento.
El Programa de Cinco Semanas de The Sleep School te ayudará a lograr
esto. Antes de comenzar, quiero compartir contigo mi encuentro sorpresivo
con el insomnio, el cual surgió después de trabajar con el sueño y realizar
investigaciones en este tema por muchos años, y siendo siempre un buen
durmiente. Fue esta experiencia directa y dolorosa con el insomnio lo que
condujo al desarrollo del revolucionario método de sueño de The Sleep
School.
Nunca estuve 100 por ciento feliz con los métodos tradicionales y las
herramientas para dormir que utilizaba al principio de mi asesoría en sueño, a
pesar de que muchas de ellas fueron desarrolladas después de una cantidad
significativa de investigaciones. Estos métodos simplemente no ayudaban a
todos mis clientes a dormir todo lo que yo quería o, lo que es más importante,
tanto como ellos querían.
Deseoso de encontrar nuevas maneras de tratar el insomnio, decidí
experimentar conmigo mismo e investigar mis propios patrones de sueño.
Siendo una persona que dormía bien, pensé que sería un chanchito de la india
ideal, ya que podía hacer sin esfuerzo aquello que los insomnes querían poder
hacer.
Toda mi vida entonces giraba en torno al sueño; pasaba mis días
escuchando las historias de desvelo de mis clientes y las noches enfocando
toda mi atención a mi dormir. Estaba seguro de que esto produciría
excelentes datos. Luego, una noche mientras estaba en la cama, el
pensamiento apareció en mi cabeza: “¿Qué pasa si yo también me convierto
en un insomne?”
Por primera vez en mi vida estaba desvelado, no podía desconectarme.
Traté de tomármelo en broma, con la esperanza de que pasara, pero en su
lugar aparecieron otros pensamientos que no ayudaban, tales como “Yo soy
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el tipo que ayuda a otras personas a dormir, ¡y ahora yo no puedo hacerlo!”.
Con cada pensamiento nuevo mis músculos se ponían más tensos, el ritmo de
mi respiración aumentaba, mi cuerpo estaba inquieto y toda somnolencia que
había sentido antes se escapó de mis manos.
Así que no solo estaba completamente despierto, sino que también estaba
ansioso, lo cual empeoraba las cosas. Intentaba mantenerme calmo y aplicaba
todas las herramientas que les enseñé a mis clientes. Respiraba profundo,
contraía y relajaba los músculos, trataba de liberar la mente y me decía a mí
mismo que todo iba a estar bien, pero nada funcionaba.
Me quedaba dormido en las primeras horas de la mañana, pero en mi
mente, esperando a que me levantara, estaba el temor al insomnio. Pasaba el
día tratando de ignorarla, me mantenía ocupado con la esperanza de que
simplemente desaparecería. Pero se quedaba conmigo y se magnificaba por la
noche cuando ponía mi cabeza en la almohada.
Probé de todo, desde baños calientes a leche tibia, pero a medida que cada
una de estas técnicas fallaba, mis pensamientos se oscurecían y se tornaban a:
“Yo soy el experto en sueño; ¡debería poder arreglar esto!”. En un corto
período de tiempo, no solo había caído presa del insomnio en sí mismo, sino
también del temor de no poder dormir.
El esfuerzo que hacía para poder dormir no había funcionado y entonces lo
supe: tal vez estaba esforzándome demasiado. Me retrocedí al tiempo en que
dormía bien para descifrar qué hacía. ¿Cómo lo hacía? En realidad no era
nada especial; lo único que hacía era cerrar mis ojos. No había rutinas
especiales para relajarme, no me levantaba en el medio de la noche, no
ingería alimentos para dormir y ciertamente no tomaba medicamentos. Me di
cuenta de que si quería volver a dormir con normalidad, tenía que
reentrenarme a mí mismo para hacer lo que hacen los buenos durmientes;
tenía volver a no hacer nada. Una sensación de alivio recorrió mi cuerpo,
como si le hubiese dado permiso para abandonar la pelea; y poco tiempo
después mi sueño volvió a ser normal.
Esta experiencia fue extremadamente iluminadora y me dio una mirada
nueva acerca del problema. Pude ver por qué las soluciones convencionales
para el sueño no eran totalmente efectivas; así dediqué mi trabajo a
desarrollar un enfoque para superar el insomnio que no implicara la lucha.
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Imagen 0.1 Cinco semanas para un excelente dormir
El programa de este libro es la culminación de este trabajo y ya ha ayudado a
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más de mil insomnes crónicos a lograr un sueño natural y de alta calidad con
frecuencia, ¡y también puede ayudarte a ti!
Cinco semanas para un excelente dormir
Semana 1: DESCUBRE… por qué tienes que dejar de luchar
para empezar a dormir.
Dormir profundamente es una sensación fantástica y todos somos capaces de
tener un buen descanso nocturno. En esta semana vamos a analizar los
disparadores comunes del insomnio y cuáles son sus síntomas; y lo más
radical de todo, cómo tus intentos por deshacerte de ellos podrían
involuntariamente haber avivado el insomnio a largo plazo.
Los insomnes pueden ser increíblemente creativos: la mayoría de ellos han
probado todo lo que podían para poder dormir, pero aun así no obtuvieron
resultados. Aquí nosotros te pedimos que dejes de luchar con tu insomnio y
que pruebes con el efectivo enfoque del instituto Sleep School para curarlo.
Semana 2: ACEPTA… las cosas que no puedes cambiar
Aceptar tu lucha con el insomnio es el paso más fundamental para dormir
naturalmente. Explicamos los conceptos de control y aceptación, y te damos
la sabiduría para que puedas utilizarlos en el momento adecuado, para que
puedas estar más cerca de conciliar el sueño. Conseguirás la primera
herramienta para que comiences a practicar durante el día, y que podrás
utilizar a la noche si no puedes dormir: aprender cómo vivir conscientemente
el momento presente, en lugar de afligirte por el pasado o preocuparte por el
futuro. Durante esta semana te entrenaremos para que seas más bien un
observador, en lugar de estar siempre absorto en el remolino de tus
pensamientos. .
Semana 3: Abraza… a todo lo que se presenta en tu mente y en
tu cuerpo
En esta semana aprenderás a conocer y saludar todos los pensamientos,
emociones, sensaciones físicas y necesidades inútiles que aparecen en tu
mente y en tu cuerpo cuando no puedes dormir. Aprenderás a mirar tus
pensamientos y a elegir cuáles seguir, en lugar de caer presa de todos ellos.
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De la misma manera aprenderás a hacer un lugar para el dolor y la molestia
de no poder dormir, en lugar de luchar inútilmente contra ello y amplificarlo
aún más.
Semana 4: CREA… tu nuevo patrón de sueño
Ahora que has comenzado a aceptar y a soltar la lucha que tienes contra el
insomnio, en esta semana vas a recrear buenos patrones de sueño.
Determinarás exactamente cuánto necesitas dormir y cuándo lo necesitas.
Comenzarás a comportarte de nuevo como un durmiente normal y realizarás
cambios constructivos y efectivos en tu estilo de vida.
Semana 5 y posteriores: VIVE… tus días al máximo y duerme
bien cada noche
Esta semana se focaliza en tener la vida que quieres, en lugar de malgastarla
en una batalla eterna contra la falta de sueño. Aprenderás que vivir la vida al
máximo en realidad te ayuda a dormir. Para mantenerte en el buen camino, te
daremos consejos para la etapa de mantenimiento del sueño de manera que
puedas hacer frente al insomnio si regresa.
Cómo usar este libro
El Programa de Cinco Semanas que contiene este libro imita el trabajo
realizado en una sesión individual en la clínica de Sleep School. Cada semana
te ayudará a reentrenar tu cerebro para lograr un dormir natural, profundo y
renovador de manera frecuente.
La siguiente encuesta te ayudará a decidir cuáles son las fortalezas y
debilidades de tu sueño y cuáles semanas podrían ser las más relevantes para
ti. Tu objetivo debería ser pasar al menos una semana en cada Semana del
programa para darte tiempo suficiente de leer cada sección y practicar los
ejercicios sugeridos. Algunos de estos ejercicios serán más adecuados para ti
que otros; y así con el transcurso de las semanas podrás practicar con las
herramientas que mayor beneficio te brindan.
La Semana 4: CREAR, a la cual podrías querer apurarte para llegar
inmediatamente, se focaliza en recrear un patrón de sueño normal, pero se
deja para la parte posterior del libro de manera deliberada para permitir que te
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concentres en cambiar tu actitud hacia el dormir y tu relación con ello, antes
de intentar realizar cambios en tu sueño actual.
Leer todas las cinco semanas consecutivamente ha sido la manera más
efectiva de aprendizaje para mis clientes anteriores. No obstante, si sabes que
hay una semana específica con la que te beneficiarás más, entonces podrías
leer esa parte primero, y luego volver a las otras semanas del programa.
Nosotros sugerimos una semana por paso, pero en realidad el mejor plan es
encontrar un ritmo que se adapte a ti y mantenerlo. Si tienes que volver a
realizar las Semanas, entonces hazlo, ya que te ayudará a consolidar tu
aprendizaje y a mejorar tu sueño en el largo plazo.
Cada semana tiene su propio caso de estudio diseñado para reflejar
algunos de los problemas típicos que podrías experimentar y cómo
superarlos. Estos personajes han sido creados utilizando información de las
muchas personas que han visitado The Sleep School.
Algunos aspectos de este libro serán nuevos para ti, y algunas de las
sugerencias entraran en conflicto con lo que has leído o practicado
anteriormente, así que será útil que encares cada Semana con una mente
abierta.
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La Encuesta del Sueño de
The Sleep School
Por favor lee las afirmaciones incluidas en el cuestionario y utiliza la
siguiente escala para evaluar tu dificultad actual con el sueño y cómo puede
ayudarte este libro:
0 Nunca cierto
1 A veces cierto
2 Frecuentemente cierto
3 Siempre cierto
Tome la Encuesta del Sueño en la siguiente página
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PASO 1 – DESCUBRE
Tengo dificultades para controlar la calidad de mi sueño.
Intento cosas nuevas (por ejemplo, pastillas, pociones, reglas y rituales) para mejorar mi dormir, pero
nada funciona a largo plazo.
No entiendo por qué las cosas que uso para ayudarme a dormir no funcionan.
0 1 2 3
0 1 2 3
0 1 2 3
PASO 2 – ACEPTA
Me aflijo por mi dormir deficiente del pasado o me preocupo por mi futuro sueño y se me hace difícil
desconectar mi mente acelerada a la noche.
Salto de un tema a otro y tengo dificultades para mantener mi concentración y atención durante el día.
Me doy cuenta de que reacciono de manera inútil para tratar de mejorar mi sueño.
0 1 2 3
0 1 2 3
0 1 2 3
PASO 3 – ABRAZA
Tengo pensamientos negativos acerca de cómo mi sueño deficiente afecta mi vida y tengo dificultades
para deshacerme de ellos.
Experimento emociones fuertes (por ejemplo, ansiedad) y sensaciones (por ejemplo, un nudo en el
estómago) cuando trato de dormir o durante el siguiente día, y no puedo controlarlas.
Es difícil para mí no rendirme a las necesidades negativas cuando trato de dormir (por ejemplo, mirar
TV, tomar una pastilla para dormir, beber alcohol para dormir).
0 1 2 3
0 1 2 3
0 1 2 3
PASO 4 – CREAR
Yo cambio mis patrones de sueño para controlar mi dormir (por ejemplo, me relajo por un largo
tiempo, me voy a la cama temprano o tarde, me recuesto o hago largas siestas durante el día, duermo
solo o me levanto de la cama a la noche).
0 1 2 3
Necesito que el ambiente de mi habitación (por ejemplo, iluminación, temperatura, ruido) sea perfecto,
de otra forma no podré dormir.
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Cambio mi estilo de vida (por ejemplo, cambio mi dieta y no socializo) para poder conciliar el sueño.
0 1 2 3
0 1 2 3
PASO 5 – VIVE
No puedo seguir con mi vida completamente hasta que haya superado el insomnio.
Siento que el insomnio impacta en mi vida negativamente (por ejemplo, en las relaciones, en mi
energía, en mi trabajo).
0 1 2 3
0 1 2 3
Siempre me preocupa volver a sufrir de insomnio y que pueda padecerlo para siempre, incluso cuando
mi dormir ha mejorado.
0 1 2 3
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Resultados
Suma tus puntajes y anótalo aquí . . . . . . . . . .
Tu puntaje te da una indicación de tu lucha actual con el insomnio, por lo
tanto cuanto más alta sea la cifra, mayor será la dificultad. Tus respuestas
también identificarán cuáles de las cinco semanas serán las más relevantes
para ti. Si tienes un número alto en una Semana en particular, entonces
deberías prestarle mayor atención.
Mantener un registro te ayudará a hacer un seguimiento de tu progreso a
medida que avanzas con el libro y luego podrás hacerte un examen al
finalizar. Si te gustaría recibir un informe personalizado de parte de The
Sleep School, por favor completa la encuesta en línea visitando
www.thesleepschool.org/us
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DESCUBRE
… por qué tienes que dejar de luchar para empezar
a dormir
‘Estoy a favor de cualquier cosa que te haga pasar la
noche, ya sea la oración, tranquilizantes o una botella
de Jack Daniel’s’
Frank Sinatra
Esta semana:
Aprenderemos por qué las Cinco Semanas son diferentes a todo lo que
hayas probado antes y cómo este programa hará que vuelvas a dormir
normalmente.
Comprenderemos cómo se desarrolló tu insomnio y los eventos de la vida
o factores específicos que lo desencadenaron.
Examinaremos los eventos de la mente y el cuerpo que comúnmente se
presentan cuando comienza el insomnio.
Aprenderemos las seis estrategias de control comunes que inútilmente
agravan la falta de sueño y por qué lo que has probado hasta ahora ha
empeorado tu insomnio.
¿Qué es el insomnio?
El insomnio es simplemente la dificultad para dormir. Todos experimentamos
algún tipo de insomnio durante la vida, aunque generalmente solo sufrimos
de un sueño interrumpido por un período corto debido a un evento estresante
en nuestras vidas. Para la mayoría de nosotros, el sueño vuelve a la
normalidad una vez que ha pasado el estrés. Sin embargo, para el 30 por
26
ciento de las personas, el desvelo continúa y se transforma en insomnio
crónico.
Insomnio crónico
Definición: el insomnio crónico se define como la dificultad para iniciar o
mantener el sueño, el despertarse temprano y/o experimentar un dormir no
renovador.
Efectos diurnos: puedes sufrir problemas de concentración, atención y/o
niveles de productividad, además de una marcada aflicción tal como
irritabilidad, ansiedad, bajos ánimos y decepción generalizada en el día.
Frecuencia: el insomnio se clasifica como ‘crónico’ si ocurre por 3 noches o
más por semana, por un período superior a un mes, y típicamente implica
demorar 30 minutos o más para quedarse dormido, o estar despierto a la
noche por la misma cantidad de tiempo.
La forma más común de insomnio se conoce como insomnio psicofisiológico,
lo que significa que no está relacionado con ninguna otra afección física o
mental, ni con causas ambientales, e implica la interacción entre tus
pensamientos, sentimientos y comportamientos (psicología – la mente) y tus
sistemas corporales tales como los del corazón, los pulmones, el cerebro y el
sistema nervioso (fisiología – el cuerpo). En el pasado, esta afección se
conocía como insomnio primario ya que es un trastorno primario.
Si tu trastorno del sueño es causado por otro problema de salud física o
mental, o por una causa ambiental, entonces generalmente se lo llama
insomnio secundario. Esto se puede ver en personas que sufren problemas de
salud mental tales como depresión o ansiedad, lo que da cuenta del 40% de
los que padecen insomnio. Los trastornos de salud física tales como dolor
crónico, enfermedades cardíacas o cáncer también entran en esta categoría. El
insomnio también puede ocurrir derivado de las perturbaciones ambientales
tales como la contaminación acústica crónica.
En muchas instancias, el tratamiento de dichos trastornos o la solución a
cualquier perturbación ambiental puede dar como resultado la normalización
del sueño, aunque en algunos casos el insomnio puede durar más que el
27
trastorno causal original (por ejemplo, el dolor crónico, la depresión o el
ruido se solucionan y aun así el insomnio persiste). Si al leer esto sientes que
tu dormir deficiente podría estar asociado a otro trastorno en desarrollo, te
aliento a que busques atención médica, si no la tienes aún, además de leer
este libro.
Cómo se desarrolla el insomnio
La historia de Linda, la cual puedes leer en el caso de estudio incluido en este
capítulo, es común y demuestra lo fácil que es pasar de dormir bien a estar
repentinamente acostado, despierto y confundido sin saber qué hacer. Una
vez que hayas completado la encuesta sobre el insomnio, tendrás una idea
clara de cómo es el insomnio para ti. Ahora entendamos cómo se inició tu
insomnio y, lo más crucial, por qué no se va. El siguiente diagrama muestra
cómo se inicia y se desarrolla el insomnio, y está adaptado del Modelo de las
tres P 2 28
Imagen 1.1 Cómo se desarrolla el insomnio
Riesgos
La verdad es que algunos de nosotros tenemos mayor riesgo de contraer
insomnio que otros, de la misma manera que podrías estar en riesgo de
contraer una enfermedad cardíaca o cáncer. Estos son algunos de los factores
que pueden aumentar la probabilidad de padecer insomnio:
• Envejecer – a medida que envejecemos, a menudo experimentamos
trastornos que interrumpen el sueño, tales como dolor físico o una mayor
necesidad de ir al baño durante la noche.
• Ser mujer – tienes riesgo de padecer una potencial alteración del sueño
por causa del ciclo menstrual, la menopausia, el embarazo y la maternidad.
Además, las mujeres tienden a preocuparse más.
• Ser ansioso o preocuparse – por los acontecimientos diarios conduce a
pensar en exceso, a un aumento de la exaltación/la vigilia y a trastornos del
sueño..
• Estar deprimido – cambia la estructura del sueño al reducir (y aumentar)
la cantidad requerida de descanso, aumentar el despertar temprano y la
29
•
•
•
•
cantidad de descanso con sueños.
Historial familiar – el insomnio parece ser hereditario.
Alto nivel de exaltación – las personas que son ‘hiperactivas’, ‘llenas de
energía’ o ‘nerviosas’ tienden a encontrar dificultades para desconectarse.
Predisposición genética – cualquier persona que funcione mejor temprano
por la mañana (por ejemplo, las alondras) o tarde por la noche (por
ejemplo, las lechuzas) y han adaptado su vida de acuerdo a esto.
Bajo nivel socioeconómico – las personas con menores ingresos, menor
educación, menos oportunidades laborales y de alojamiento están
expuestas a un nivel constante de estrés.
Recuerda, estos son factores de riesgo que te predisponen al insomnio; no son
una causa directa de esta afección. De la misma manera que tener sobre peso
no garantiza que sufrirás un ataque cardíaco, tener uno o más factores de
riesgo no significa que sufrirás insomnio; simplemente aumenta el riesgo y te
hace susceptible cuando aparece un disparador.
Disparadores
Sabemos que algunas personas tienen un riesgo mayor de sufrir insomnio; lo
que ocurre entonces es que un evento estresante de la vida sirve de disparador
para el insomnio.
Cualquier tipo de evento puede desencadenar un sueño precario. Puede ser
algo inesperado, como un día estresante en el trabajo, o puede acumularse
lentamente, como lo que experimentas durante la planificación de tu boda.
Cuando tu mente racional está estimulada en exceso, puede crear
sentimientos de preocupación, enojo y tristeza. Podría incluso causar la
liberación de hormonas de estrés, tales como la adrenalina, lo que a su vez
estimula negativamente el centro de vigilia de tu cerebro, y evita así que
puedas dormir.
Revisa la siguiente lista de disparadores comunes para ver si estás
familiarizado con alguno de ellos:
• Estrés cotidiano – ansiedad o temor relacionado con problemas de
relaciones, en el trabajo, dificultades financieras, el embarazo, el parto, la
paternidad o el duelo.
30
• Afecciones médicas – such as angina, cancer, hyperthyroidism, IBS, ME,
MS, chronic fatigue, arthritis, back pain or broken limbs.
• Productos químicos – efectos secundarios de medicamentos o abstinencia,
exceso de ingesta de alcohol o cafeína, exceso o abstinencia de nicotina o
de drogas recreativas tales como cocaína, éxtasis y cannabis.
• Trastornos psicológicos – por ejemplo, trastorno de ansiedad
generalizada, depresión clínica, depresión posparto, trastorno de estrés
postraumático, trastorno obsesivo-compulsivo, esquizofrenia y trastorno
bipolar.
• Hormonas – tales como las que se liberan en la menstruación, antes y
después del embarazo, y en la menopausia.
• Ambientales – ruidos, luz o temperaturas excesivas, o el efecto de un
cambio en el entorno del sueño, por ejemplo, la habitación de un hotel.
• Reloj circadiano – cualquier alteración del sueño causada por el jet lag o
por un cambio en el turno de trabajo.
• Otros trastornos del sueño – en algunas situaciones, el insomnio puede
desencadenarse a partir de otro trastorno del sueño existente, tal como
ronquido, piernas inquietas, o pesadillas. Para descubrir si sufres de otro
trastorno del sueño, por favor dirígete al cuestionario ‘Tengo otro trastorno
del sueño’ en nuestro sitio web: www.thesleepschool.org
31
Imagen 1.2 La amígdala, el detector de amenazas prehistórico de nuestro cerebro
• Niñez – en algunos casos el insomnio puede comenzar debido a otros
disparadores desconocidos durante la niñez.
Afortunadamente, la mayoría de las situaciones estresantes no duran mucho,
y los patrones de sueño regresan a la normalidad una vez que el estrés ha
pasado. Cuando te conviertes en un insomne, lo que ocurre es que el período
de desvelo tiene mayor duración que el estrés. Por eso, la razón inicial o el
disparador por el que no podías dormir ya no es el problema. Entonces, el
problema verdadero no es el desencadenante, sino la subsecuente
preocupación por el sueño precario, y tu reacción hacia ello.
La buena noticia es que el Programa de Cinco Semanas de The Sleep
School te explicará cómo responder de la manera más útil a estas
preocupaciones y hará que vuelvas a dormir bien.
Veamos ahora por qué una reacción al estrés tiene un efecto tan poderoso
32
sobre nuestro sueño y cómo nuestro cerebro se involucra también, con las
mejores intenciones pero con un resultado negativo: el insomnio.
Caso de estudio de un cliente: Linda y su harmónica El insomnio de Linda
se desencadenó después de que un día estresante en el trabajo dejara su mente
llena de pensamientos preocupantes. No logró dormirse hasta minutos antes
de que sonara la alarma del despertador. Nunca antes había experimentado
algo como esto y al día siguiente se sintió destrozada y nerviosa de que
pudiera volver a ocurrir. En su mente estaba el hecho de que su madre sufría
mucho de insomnio y le preocupaba estar ella misma en riesgo también.
Llena de ansiedad, esa noche tampoco pudo dormir y se sintió llena de
adrenalina; su corazón latía tan fuerte que pensó que tendría un ataque
cardíaco..
Imagen 1.3 Las llegadas indeseadas
33
Llegadas
Lo que ocurre cuando nos estresamos es que una gran variedad de elementos
desagradables se presentan o llegan a nuestra mente y cuerpo: pensamientos,
recuerdos, emociones, sensaciones y necesidades que se amontonan. No solo
son incómodos e indeseables, sino que también tienen la capacidad de
estimular en exceso tu cerebro y mantenerte despierto. Recostarte en la cama
mientras tu mente se acelera meditando sobre tus pensamientos no te ayudará
a dormir.
En parte, nuestra amígdala es la culpable. Se trata del centro emocional
primitivo del cerebro encargado de detectar el nivel de estrés y temor en tu
ambiente. Libera las hormonas del estrés cortisol y adrenalina, que nos
ayudan a preparar el cuerpo para quedarnos y luchar o para huir, también
conocido como “mecanismo de defensa”.
Lo habrás experimentado si alguna vez tuviste que enfrentar una verdadera
emergencia. En ese momento tu mente y tu cuerpo se llenan de nuevas
sensaciones y respuestas que te preparan para la acción. Tu mente se acelera,
pasa rápidamente de un pensamiento a otro. Tu ritmo cardíaco se acelera para
aumentar la provisión de sangre, así como de oxígeno y nutrientes, hacia los
músculos y el cerebro para ayudarte en tu huida. El ritmo de tu respiración se
acelera para aumentar la provisión de oxígeno al cuerpo y la eliminación del
dióxido de carbono del mismo. La sangre se deriva desde órganos no
esenciales, tales como el sistema digestivo, hacia otros esenciales, como tus
músculos, lo cual explica la sensación de un nudo en el estómago. Las palmas
se ponen más sudorosas para mejorar el agarre y reforzar tu habilidad de
escalar hasta ponerte a salvo, y sientes calor mientras que tu cuerpo intenta
regular la temperatura central de tu cuerpo. Tu visión mejora al aumentar la
cantidad de luz que reciben tus pupilas.
En este estado, estás “hiper-exitado”, lo cual, como podrás imaginar, es
perfecto para luchar o para escapar del ataque de un depredador, ¡pero no es
tan bueno para dormir!
Una vez que te encuentras en este estado, es muy fácil confundir lo que
llamamos las llegadas –los pensamientos, sentimientos y sensaciones
corporales que vienen a ti cuando no puedes dormir– con el problema que
tienes que resolver, porque todos saben que se duerme mejor cuando tu mente
está tranquila y tu cuerpo está relajado.
34
A menudo escuchamos a los insomnes decir que podrían dormir ‘si tan
solo pudiera desconectar mi mente’ o ‘si pudiera lograr que mi corazón dejara
de estar acelerado’ o ‘si pudiera deshacerme de estos sentimientos de
ansiedad’, y es aquí donde está el problema. Lo que tendemos a hacer cuando
nos enfrentamos a estas llegadas desagradables es tratar de bloquearlas o
luchar contra ellas.
Tu amígdala no puede diferenciar entre una situación donde peleas contra
un león y otra donde peleas contra el insomnio; por eso cuando tu mente
considera que esas llegadas son enemigos y lucha por deshacerse de ellos, tú
entras en el “modo defensa”, lo cual te despierta aún más ¡y envía a tu mente
más llegadas! Lo que es peor, si tu lucha contra el desvelo continua, corres el
riesgo de que esas llegadas terminen por quedar asociadas al acto de ir a
dormir. Esto significa que aparecerán todas las noches puntualmente porque
el cerebro recuerda la lucha de la noche anterior y siente que debe prepararte
(poniéndote en modo defensa) para la noche que se avecina.
Además, esto consume una gran cantidad de energía, lo que te hace sentir
aún más cansado que si simplemente te recostaras despierto sin luchar contra
el desvelo.
35
DATO SOBRE EL SUEÑO
El fisiólogo ruso Iván Pavlov fue el primer científico en identificar el
concepto de condicionamiento respondiente, que explica cómo tus
reacciones innatas emocionales y físicas a diferentes situaciones pueden
ser aprendidas. Estos experimentos demostraron cómo se puede tomar
una respuesta automática, tal como el acto de producir saliva cuando ves
comida y asociarlo con otro estímulo neutral como el sonar de una
campana.
Por ejemplo, Pavlov demostró que si reiteradamente hacía sonar una
campana justo antes de alimentar a un perro, este aprendía rápidamente
a asociar el sonido de la campana con recibir alimento, y así comenzaría
a producir saliva, independientemente de que llegara o no la comida. En
esta situación, la campana se convirtió en un “estímulo condicionado”
porque al sonar dispara la respuesta condicionada de producir saliva.
Tal condicionamiento explica cómo se aprenden tanto las respuestas
positivas como las negativas. Por ejemplo, si te ataca un perro, es muy
probable que te sientas asustado y como un reflejo activarías tu
respuesta innata de modo defensa para ayudarte a escapar. Si luego
vieras al mismo perro en otro momento posterior, o a otro perro, o
incluso si visitaras el área donde ocurrió el ataque, entonces hay una alta
posibilidad de que te sientas atemorizado nuevamente. En esta situación,
ver un perro o regresar a la misma área se ha convertido en el estímulo
condicionado, y dispara la respuesta condicionada no deseada de sentirte
atemorizado.
Este condicionamiento podría explicar en parte por qué ahora
experimentas una respuesta de temor cada vez que vas a la cama. En este
caso, tu “campana” o estímulo condicionado se ha convertido en el acto
de mirar tu reloj, entrar a tu habitación, cambiarte con ropa para
dormir, poner tu cabeza sobre la almohada o despertarte durante la
noche.
El problema es que la respuesta condicionada a la que conduce esto es
que tu amígdala active tu modo de defensa y de esa manera te empuja a
un estado de híperexaltación o de vigilia extendida cada vez que intentas
36
quedarte dormido o cuando te despiertas por la noche. Naturalmente
esta respuesta es indeseable, lo que explica por qué los clientes llegan tan
lejos para tratar de eliminarla, como se explica en la siguiente sección.
Imagen 1.4 Pastillas, reglas y rituales
Continuación de caso de estudio… Durante los siguientes años, Linda
probó con casi cualquier auxilio, pastilla, poción, regla y ritual con la
esperanza de solucionar su insomnio. Probó con ir a la cama más temprano,
más tarde, e incluso con dormir durante el día. Leyó todas las instrucciones e
instaló rápidamente persianas ‘black-out’, empezó a usar tapones para los
oídos, quitó el reloj de su habitación e incluso compró un nuevo colchón. Su
rutina para dormir se convirtió en una operación militar que incluía de todo
desde un baño tibio, una bebida con leche y estiramientos de yoga
perfectamente cronometrados para que ella esté en la cama a la misma hora
37
todas las noches sin falta. Eliminó toda la cafeína, el alcohol y el azúcar de su
dieta y empezó a correr para cansarse. Aprendió estrategias de relajación
como la de respirar profundo y relajar los músculos con la esperanza de poder
conciliar el sueño. Al final, consultó a su doctor, quien le recetó pastillas para
dormir con la promesa de que su sueño volvería a la normalidad.
Amplificadores
Utilizadas con moderación, las estrategias de control pueden ser una manera
útil de mejorar la calidad de tu sueño. Sin embargo, si las usas en exceso,
pueden convertirse en lo que te mantiene despierto. Hay muchas estrategias
de afrontamiento que utilizan los insomnes cuando están desesperados por
dormir. Es fácil caer en la trampa de decir: ‘Haré lo que sea para deshacerme
de mi insomnio’. Las estrategias de afrontamiento implican utilizar cualquier
herramienta, técnica, poción o pastilla que ofrezca la promesa de escapar del
insomnio, sin tener en cuenta cuán útiles o incluso dañinas pueden ser.
Las llamamos amplificadores porque aunque su objetivo es ayudar, a menudo
no lo hacen, y pueden incluso aumentar tu nivel de desvelo. Al enfrentarte a
la posibilidad de otra noche sin dormir y la necesidad abrumadora de hacer
todo lo que puedas para dormir, podrías perder de vista los efectos a largo
plazo de la estrategia que has adoptado, y podrías no ver o no querer ver el
daño que podrías estar causando. Es hora de enfrentar los hechos: tus
mayores esfuerzos podrían estar empeorando tu insomnio.
El instituto The Sleep School ha identificado seis acciones comunes que
pueden amplificar tu insomnio.
1. Cambiar tus patrones de sueño
Esto puede incluir:
• Pasar mucho tiempo en la cama, ya que esto debilita y fragmenta tu
sueño.
• Tener momentos de sueño irregular. Cortar y cambiar tus patrones de
sueño al ir a la cama y levantarte a diferentes horarios.
• Tomar excesivas siestas durante el día. Si tomas una siesta de menos de
20 minutos antes de las 3pm, entonces puede ser útil. Más allá de estos
38
límites corres el riesgo de que debilite tu deseo de dormir a la noche.
Los patrones de sueño están analizados con mayor detalle en la Semana 4,
cuando construirás tu nuevo patrón.
2. Adoptar hábitos inútiles
Esto incluye cualquier actividad para controlar tu sueño que
involuntariamente alimentará un mayor desvelo.
Actividades manuales
Son cosas que pueden fomentar el sueño. Por ejemplo, leer un libro con poca
luz hará que tus ojos se vuelvan pesados y aumentará tu deseo de dormir.
Darte un baño tibio relajará tus músculos y te ayudará a bajar la temperatura
de tu cuerpo. Una taza de leche tibia o una bebida a base de hierbas puede ser
reconfortante y tener ciertas propiedades que fomentan el sueño. Sin
embargo, si haces estas cosas para poder dormir, estás cayendo en la trampa
que te controla para que te vuelvas dependiente de estas técnicas.
Actividades eléctricas
Las actividades como mirar la TV, escuchar la radio, navegar por internet o
jugar videojuegos en tu teléfono inteligente mantendrán tu cerebro
estimulado y por eso no será propicio para dormir. Sin embargo, muchos
insomnes utilizan esto como estrategias de control para ayudarlos a distraer
sus mentes de la falta de sueño. Lo que comienza como un uso de la TV poco
frecuente para distraer la mente acelerada puede convertirse rápidamente en
un hábito nocturno que con el tiempo pierde su efectividad. Muchos
insomnes no pueden dormir a menos que tengan la TV encendida y terminan
mirándola toda la noche. Es fácil notar cómo tus esfuerzos a corto plazo para
dormir un poco pueden dar como resultado un problema a largo plazo que te
aleja más del buen dormir.
Interacción social
Ahora tenemos la capacidad de estar conectados con el mundo exterior
incluso cuando nos recostamos en la cama por la noche. Con unos clics
puedes estar enviando mensajes por Twitter, SMS o Skype con otros
39
insomnes en alguno de los muchos foros sobre el insomnio. Esta conexión
puede parecer un gran alivio y un antídoto a la soledad de la noche. No
obstante, al igual que con las actividades eléctricas, la estimulación que
implica y el nivel de actividad requerida para esta interacción hace que esto
sea algo que deberías hacer solo durante las horas de vigilia, y ciertamente,
algo que debes abandonar si tienes intenciones serias de poder dormir.
Estar activo
Muchos insomnes se levantan para trabajar, revisan su correo electrónico,
comen, preparan un trago, van al baño, hacen yoga u otro ejercicio, o
simplemente deambulan por la casa. Levantarte de la cama y estar activo
puede ayudarte a aliviar tus pensamientos o a sentirte menos ansioso durante
una larga noche sin poder dormir. Sin embargo, como las otras estrategias de
afrontamiento inútiles que hemos visto, no es una solución a largo plazo, y
tus pensamientos y sentimientos indeseables simplemente están esperando
por ti cuando regreses a la cama. Cuando esto ocurre, no sabes qué hacer más
que volver a levantarte. Si esto se convierte en un patrón, entonces surge un
nuevo problema en el cual tu cerebro comienza a asociar la noche con
levantarte de la cama y estar activo, en lugar de asociarla con descasar en la
cama y dormir. Por eso es fundamental que aprendas a estar en la cama con
tus temores y que abandones la necesidad de escaparte de la habitación para
lograr dormir bien en el largo plazo.
Productos del ambiente
Controlar el entorno donde duermes es otra estrategia común. Dormimos
mejor en ambientes silenciosos, oscuros y cómodos, por eso tiene sentido
preparar nuestro dormitorio de esta manera. Los insomnes a menudo van un
paso más allá y utilizan máscaras para los ojos o persianas ‘black-out’ para
eliminar la luz, utilizan tapones para los oídos o máquinas que reducen el
ruido para bloquear sonidos, o constantemente compran almohadas nuevas y
mejores colchones para aumentar el confort.
Es muy sencillo empezar a utilizar estas estrategias de manera excesiva y
terminar dependiendo de ellas para poder dormir. Se podría argumentar que
tener que usar tapones para oídos o una máscara para ojos no es lo peor del
mundo, pero a menudo estos son solo algunos de los muchos artilugios que
contribuyen a la pérdida general de la confianza en tu propia capacidad para
dormir.
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Imagen 1.5 Evitar la cama a la mitad de la noche
DATO SOBRE EL SUEÑO
El psicólogo estadounidense Burrhus Frederic Skinner fue el primero en
describir el “condicionamiento operante”, que es la manera en que la
consecuencia de tu comportamiento (es decir, la recompensa o el castigo)
determina tu comportamiento futuro. Podemos encontrar ejemplos de
esto en muchos ámbitos. Por ejemplo, es más probable que sigas
esforzándote mucho si recibes halagos que si no los recibes, o es más
probable que continúes con una dieta si pierdes peso como resultado de
ello.
41
De esta manera, la consecuencia de tus acciones afecta la manera en
que aprendes y cómo eliges vivir. Esta semana aprendiste sobre el
condicionamiento respondiente, en el cual el poder del disparador inicial
determina tu comportamiento reflexivo en el futuro, por ejemplo, al
sentirte constantemente asustado cada vez que te encuentras con un
perro debido a la lección que aprendiste en el ataque inicial.
La manera en que te comportas frente a los perros después de este
evento también determina el poder y la duración de esta respuesta, y
explica el rol del condicionamiento operante en tu aprendizaje. Por
ejemplo, si eliges evitar a todos los perros en el futuro, tendrías el
beneficio a corto plazo de no sentirte atemorizado, pero correrías el
riesgo de la consecuencia a largo plazo de temer siempre a los perros.
Por el contrario, si decidieras volver a tener contacto con perros y
aprendieras que no todos son dañinos, tales temores podrían reducirse.
De la misma manera, la aparición y el mantenimiento del insomnio
dependen de las consecuencias de tus acciones. Por ejemplo, si mirar TV
o tomar una pastilla para dormir te ayuda a conciliar el sueño en el corto
plazo, esta consecuencia deseada (es decir, la eliminación del insomnio no
deseado) refuerza dichos comportamientos potencialmente inútiles. Esto
significa que es más probable que los utilices nuevamente y que
comiences a depender de ellos para dormir, algo que debilita tu
confianza y que te aleja más del dormir natural y sin auxiliares en el
largo plazo. En este punto, podemos ver que las soluciones empiezan a
convertirse en parte del problema. El desafío está en poder mirar más
allá de los beneficios obvios a corto plazo que prometen estrategias de
afrontamiento inútiles y adoptar entonces métodos factibles y a más
largo plazo.
Juegos mentales
Contar ovejas mentalmente para inducir el sueño es una de las técnicas más
básicas y conocidas. Funciona al brindarle a la mente una tarea monótona y
no estimulante en la que concentrarse, y de esa manera la distrae de las
preocupaciones que te mantienen despierto. Otras técnicas similares incluyen
contar hacia atrás desde 300 o utilizar tu imaginación para crear una fantasía
atrapante.
Dichas técnicas pueden ser razonablemente efectivas para los durmientes
42
normales que caen fácilmente en tales distracciones y logran dormirse. No
obstante, si lo usas en exceso, la intención de tratar de dormirte y la acción de
evitar aquello que se presenta en la noche harán que tales técnicas sean
inviables y problemáticas.
Mirar el reloj
Mirar el reloj es otra estrategia de afrontamiento común pero que a la vez
agrava el problema del sueño precario. Tal como utilizas el reloj durante el
día para organizar tu vida, monitorear el reloj a la noche puede convertirse en
una manera de tratar de controlar tu sueño. Muchos insomnes utilizan el
tiempo como una medida de cuán buena o mala resulta ser la noche y, debido
a eso, como un indicador de si deben o no desplegar otras estrategias de
afrontamiento.
Muchas personas crean reglas inútiles tales como: ‘Si no me he dormido
dentro de una hora, entonces tomaré otra pastilla’; o ‘Si pasan dos horas,
entonces me levantaré’; o ‘Si me quedo despierto toda la noche, entonces
llamaré al trabajo para reportarme enfermo y apagaré la alarma’. Calcular
constantemente el tiempo no te ayuda a dormirte y, en todo caso, puede
generar mayores niveles de ansiedad y desvelo.
3. Tomar pastillas y pociones
Las pastillas y pociones incluyen cualquier sustancia que usas o de la que te
has vuelto dependiente para controlar tu sueño y así, involuntariamente, se
han convertido en parte del problema. Este grupo incluye medicamentos
recetados y de venta libre, además de alcohol y drogas ilegales. Los agrupé
en la categoría ‘pastillas y pociones’ porque todos ellos tienen la capacidad
de generar daños en tu cuerpo si los utilizas constantemente por un largo
período de tiempo. De hecho, si revisas los indeseables efectos secundarios
mencionados en las siguientes páginas, muchos tienen la capacidad de
producir daño también en el corto plazo. Debo remarcar que si tú estás
usando actualmente cualquiera de estos apoyos y piensas en cambiarlos,
debes consultar siempre a tu médico con anticipación.
El objetivo del control es encontrar el camino más rápido y fácil de
resolver tus problemas. Cualquier pastilla o poción ‘mágica’ que prometa
ponerle fin a tu dolor y sufrimiento sin tener que hacer nada a cambio
43
siempre resultará atractiva y difícil de resistir en momentos de desesperación.
Esto explica por qué la amplia mayoría de los insomnes que me visitan han
utilizado uno más de estos apoyos para controlar su sueño. Los apoyos no
solo fallaron, sino que en la mayoría de los casos se han convertido en parte
del problema, y pueden ser dañinos para tu sueño y tu salud a largo plazo,
como voy a explicar ahora:
• Pérdida de la confianza. Las pastillas y pociones pueden ser efectivas al
principio para hacerte dormir. Si luego se repite el proceso, la confianza en
ese apoyo puede aumentar hasta el punto en que empiezas a creer que no
puedes dormir sin él. Los apoyos no son una solución viable a largo plazo,
razón por la que un paso clave en este programa es aprender a dormir
naturalmente de nuevo.
• Efectos secundarios negativos. Las pastillas y pociones típicamente traen
una serie de efectos secundarios no deseados, tales como aturdimiento al día
siguiente, resaca, pérdida de la memoria, mareos y confusión. Tales efectos
negativos a menudo son peores que si no hubieses dormido en absoluto y por
eso el costo rápidamente supera el beneficio. Además de no querer depender
de tales pastillas y pociones, la mayoría de los clientes se preocupan también
por el impacto que tienen en su salud. Todos conocen las implicaciones para
la salud a largo plazo que tiene el consumo de alcohol y cannabis, pero como
la mayor parte de la medicación para dormir está diseñada únicamente para
uso en el corto plazo, no existe mucha información acerca de los efectos
potenciales a largo plazo sobre la salud. Esto ocurre a pesar del hecho de que
en el mundo real muchos insomnes utilizan dichas drogas todas las noches y,
en algunos casos, durante muchos maños. Recién ahora los estudios están
empezando a focalizarse en esto, y la información preliminar sugiere que el
uso prolongado de algunos de estos medicamentos puede en algunos casos
ser dañino para tu salud a largo plazo.
• Efectividad. La calidad del sueño que consigues utilizando medicamentos
no es la misma que en el sueño natural, y las reducciones ocurren tanto en el
sueño profundo como en sueño REM. Esto explica por qué incluso si
duermes después de tomarte la medicación, te despertarás sintiéndote
44
cansado. En el mejor de los casos te ayudará a quedarte dormido un poco más
rápido o te brindará unas escasas cuatro o cinco horas de sueño promedio. Sin
embargo, si la usas frecuentemente, podrías llegar a dormir solo dos o tres
horas, ya que el cuerpo genera tolerancia hacia el fármaco. Cuando ocurre
esto, la mayoría de los usuarios aumentan la dosis o comienzan a combinarlas
con otros fármacos para alcanzar el mismo resultado. Obviamente esto no es
viable y solo conduce a mayores efectos secundarios y dependencia en el
futuro.
• Rebote. Uno de los efectos secundarios más indeseables de tales pastillas y
pociones puede ser la abstinencia una vez que decides dejarlas y el potencial
insomnio de rebote. La razón más común por la que es difícil para los
insomnes dejar de tomar medicamentos es que cuando intentan abandonarlos,
la gravedad del insomnio es mucho peor que antes.
Cómo dejar la medicación
Como hemos visto, cuando se trata de tomar pastillas y pociones para
controlar tu sueño, los costos rápidamente superan cualquier beneficio
posible. Si tú estás actualmente tomando medicación para dormir,
probablemente estés pensando en dejarla. Más del 90 por ciento de las
personas que vienen a consultarme están tomando algún tipo de pastilla para
dormir recetada y su razón para asistir a la clínica es que quieren dejarla y
volver a dormir naturalmente.
Debido a que dejar la medicación puede ser un proceso desafiante, tiene
sentido estar preparado. Lo primero y más importante que debes hacer es
contactar a tu médico clínico y discutir tu estrategia de salida. Él o ella
podrán darte el plan más adecuado para retirarte la medicación. Generalmente
se considera que es mejor un abordaje paulatino. Como regla general, los
médicos recomiendan una reducción de un cuarto de la dosis cada par de
semanas. Esto le da al cuerpo tiempo para adaptarse a un nivel reducido de
sustancias químicas en tu torrente sanguíneo y minimiza la chance de efectos
secundarios no deseados. Tomar las pastillas por un par de semanas más no te
lastimará, y si te permiten dormir un poco más, entonces es probable que
ayude a tu capacidad para aprender todas las herramientas de manera
efectiva. No obstante, si tus pastillas para dormir no te ayudan o, de hecho,
empeoran las cosas debido a los efectos secundarios que experimentas al día
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siguiente, entonces podrías decidir dejarlas más rápido. En cualquiera de los
casos, es fundamental que hables con tu médico antes de hacer cambios en tu
medicación y que comprendas cuáles pueden ser los efectos. Fíjate que este
retiro gradual puede aplicarse a cualquiera de las pastillas y pociones que
mencionamos antes.
En mi experiencia, el enfoque más satisfactorio es dejar tu medicación
gradualmente una vez que hayas tenido tiempo de practicar con todas las
herramientas incluidas en el Programa de Cinco Semanas y hayas generado
confianza en tu capacidad natural para dormir. Hacer esto puede ser útil
porque te prepara para el posible malestar asociado con el retiro de la
medicación y aumenta tu voluntad para experimentarlo. Los clientes que
deciden simplemente dejarlo al principio tienen un mayor riesgo de padecer
insomnio de rebote, en el cual su desvelo es peor que antes. En este estado
puede ser difícil afrontar el día, más aún incorporar un nuevo conjunto de
habilidades.
4. Entablar una conversación interna
La conversación interna incluye toda voz interna que utilices para controlar tu
sueño, pero que involuntariamente te despierta más. Puedes o no estar
consciente de dichas conversaciones o incluso discusiones que tienen lugar
en tu cabeza, pero es algo que la mayoría de las personas hacemos.
Para algunas personas, la charla interna puede ser una manera inofensiva
de darse un poco de aliento y consuelo, y para los durmientes normales, a
menudo actúa para inducir un estado de somnolencia. No obstante, si la
intención detrás de la charla es tratar de obligarte a dormir, puede terminar
siendo contraproducente. Por ejemplo, al darte cuenta de que estás luchando
por quedarte dormido al inicio de la noche, es posible que hayas intentado
decirte a ti mismo: ‘Todo va a estar bien’, o ‘Logré superarlo la semana
pasada, así que puedo hacerlo nuevamente’. Todo esto se hace con la
esperanza de calmarte y permitir que llegue el sueño. Desafortunadamente, el
hecho de que tengas que decir esto en primer lugar sugiere que no todo está
bien, y que incluso si lograste superarlo la semana pasada, aún existe una
posibilidad de que no puedas afrontarlo mañana. Ese reencuadre positivo
puede entonces intentar cubrir inútilmente la realidad de tu situación y
prepararte para una caída aún mayor. Muchos clientes lo comparan con una
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batalla contra su propia mente que termina duplicando los pensamientos en su
cabeza y que los mantiene despiertos.
Igualmente inefectivas son las estrategias tales como tratar de arrullarte
para dormir con afirmaciones como ‘Me siento adormilado’, o decirle a tu
cerebro ‘Ya no me importa’ con la esperanza de que tal aceptación falsa
traiga aparejado el sueño. Nuevamente en el fondo de cada afirmación está la
intención de controlar tu sueño, lo que terminará por mantenerte despierto.
Esto es cierto especialmente si la charla interna termina por focalizarse en
ti mismo por permitir que ocurra este desastre en primer lugar, por ejemplo al
decir: ‘¿Qué te ocurre? ¡Por qué no puedes dormir como todo el mundo!’. O
lo que es peor, ‘Perdedor’, o ‘Déjalo ya’. Esta reprimenda simplemente
aumenta tus niveles de excitación y prolonga aún más tu desvelo. Si esto te
suena familiar, más adelante en este libro aprenderás formas nuevas para
tratar estas charlas nocturnas tan dañinas.
5. Practicar la relajación forzada
La relajación forzada incluye cualquier estrategia que utilices para relajarte
más con la esperanza de quedarte dormido. Esto tiene sentido porque todos
saben que tener el cuerpo y la mente relajados es vital cuando intentas
conciliar el sueño. Llévenme a una clase relajante de yoga y está garantizado
que estaré luchando por mantener mis ojos abiertos, o seré el que ronca en el
rincón al finalizar. Si un durmiente normal realiza ejercicios de relajación
tradicionales, es muy probable que se sienta relajados y soñolientos. La
molesta paradoja es que cuando no intentas dormir, es algo que viene
fácilmente y por eso el problema no está en los ejercicios sino en la intención
detrás de ellos. Por ejemplo, si realizas ejercicios de relajación para dormirte,
es probable que no lo logres porque el aumento de la consciencia hace que
narres tu progreso (o la falta de ello) dentro de tu cabeza: ‘No me parece que
esté relajándome’, o ‘Mi corazón está latiendo más rápido que antes’, o ‘¿Por
qué aún estoy despierto? Esto no está funcionando’; y luego finalmente
‘Debo tener algo malo’. El resultado, por supuesto, es más ansiedad por
dormir.
En última instancia, cuando intentas conseguir algo en la vida, tu cerebro
no puede evitar querer medir cuán cerca estás de tu objetivo.
Lamentablemente, cuando se trata de dormir, el mero acto de evaluar tu
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progreso te despierta. Lo más frustrante es pensar: ‘Creo que me estoy
durmiendo’; ¡que entonces te despierta!
Recuerda que es el rechazo a experimentar las llegadas que entran en tu
mente y la lucha contra ellas lo que te mantiene despierto en lugar de las
llegadas en sí mismas.
6. Hacer cambios de vida
Los cambios de vida incluyen cualquier modificación que haga a tu manera
de vivir con el objetivo de controlar tu sueño. Una de las maneras más fáciles
de controlar tu sueño es evitar cualquier situación que podría empeorar tu
insomnio debido a una excesiva estimulación o preocupación. Aunque limitar
tu vida de esta manera puede parecer una solución posible, esto no resuelve el
problema y, en todo caso, puede empeorar el insomnio en el largo plazo.
Muchos insomnes reducen sus vidas casi hasta el punto de la extinción, para
luego darse cuenta de que aun así no pueden dormir. A continuación
revisaremos algunos de los cambios que he visto.
Salud y crecimiento personal
A la cabeza de la lista de los cambios en la salud está reducir la ingesta de
cafeína, hacer más ejercicio o dejar de fumar. Aunque todas estas actividades
pueden tener un efecto positivo en tu salud, cuando las realizas con la
intención de mejorar tu sueño, corren el riesgo de convertirse en otra fuente
más de ansiedad.
• Reducir la cafeína. La cafeína es un estimulante y beber demasiado te
mantendrá despierto, razón por la que se les dice a los insomnes que la dejen.
Aunque esto tiene sentido a nivel fisiológico, la realidad es que si adoras
tomar café o té a la mañana, la idea de que no esté permitido puede disparar
tanta ansiedad y por lo tanto estimulación como beber demasiada cafeína.
• Comenzar a hacer ejercicio ciertamente te ayudará a aumentar tu deseo
natural de dormir, pero si lo haces para conciliar el sueño, puedes terminar
acostado en la cama sintiéndote físicamente exhausto, pero con la mente
ocupada, sin mencionar que estarás enojado porque no funcionó.
• Dejar de fumar. Los cigarrillos son malos para tu salud, y si fumas en la
mitad de la noche para relajarte, te despertarán aún más. Sin embargo, elegir
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dejarlos porque no puedes dormir puede a menudo empeorar las cosas,
especialmente debido a que el retiro de la nicotina estimula el desvelo.
Aunque todos estos cambios en la salud pueden ser útiles, eliminar todo de
esta manera reaccionaria y decidir llevar la vida de un monje puede poner tu
sueño en un pedestal y avivar más el desvelo.
Es muy fácil interrumpir tu vida hasta que soluciones el insomnio. Los
insomnes informan que han dejado de hacer trabajos voluntarios, de
mantenerse en forma o de hacer sus ejercicios de fisioterapia ya sea porque
quieren dirigir todos sus esfuerzos a solucionar su insomnio o porque no
tienen energía para hacer nada más. La clave es llevar una vida saludable que
permita el desarrollo personal mientras experimentas insomnio, sin que esto
lo empeore.
Reducir las actividades de ocio
A menudo, los insomnes evitan las actividades nocturnas como salir a cenar
con amigos o ir al cine porque temen que serán demasiado estimulantes.
Muchos insomnes dejan de salir porque les preocupa pasar todo el tiempo
mirando el reloj y sentirse nerviosos, y de esa manera no podrán disfrutar de
la noche. La mayoría de los insomnes también sacrifican salir de vacaciones
o quedarse con amigos y familiares como una manera de controlar su temor a
estar en un nuevo ambiente donde dormir, o a no poder realizar sus rutinas
normales de relajación.
Algunas personas también abandonan sus pasatiempos o los deportes que
disfrutan en un intento de evitar experimentar o exacerbar el sentimiento de
cansancio y malestar relacionados con el insomnio. Repito, restringir tu vida
de esta manera no es una solución a largo plazo, y a menudo simplemente
alimenta tu resentimiento hacia tu insomnio, por lo que sigues tu lucha en un
círculo vicioso.
Relaciones
Otra área de la vida que sufre al tratar de controlar el sueño es la de las
relaciones. Algunos insomnes duermen separados de sus parejas como una
manera de controlar el ambiente de descanso. Aunque esto puede ser útil en
el corto plazo, no es bueno para la relación y puede aumentar tu temor a
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compartir la cama.
Además, una negativa a salir y encontrarte con amigos, hacer deportes o ir
de vacaciones puede interferir con tu capacidad para sostener relaciones con
amigos o con tu pareja. Al padecer insomnio es más fácil volverte más
recluido, especialmente porque mantener amistades requiere energía, algo
que muchos no tienen. Algunas personas incluso sienten rechazo a iniciar una
relación en primer lugar por el temor a tener que compartir la cama o estar en
forma. En el pasado, he tenido clientes que pospusieron tener hijos porque les
preocupaba no poder dormir y afrontar la tarea de ser padres. Tales historias
remarcan el costo real que tiene el insomnio para tu vida y por qué es
importante completar este programa de la mejor manera posible.
Trabajo y educación
Con el insomnio, el estrés laboral o la preocupación por no poder rendir en el
trabajo son algo común. Muchos insomnes intentan controlarlo al evitarlo.
Esto puede traducirse en llamar al trabajo para reportarse enfermo después de
una mala noche, lo que puede resultar en un sueño profundo porque la
presión se ha liberado. Para otros, el temor a que su insomnio empeorará si
experimentan más estrés los ha llevado a rechazar ascensos en el trabajo o a
dejar de anotarse en carreras de grado o rendir exámenes. Lo triste es que el
temor a no dormir puede literalmente determinar la vida que terminas
teniendo y te aleja de lo que es verdaderamente importante para ti.
Muchos insomnes involuntariamente permiten que su sueño de mala
calidad dicte el tipo de trabajo que busca. Eligen empleos que brindan un
horario flexible o se convierten en autónomos ya que esto les permite elegir
sus horas de trabajo y así evitan las reuniones por la mañana. Aunque este
tipo de control puede evitar el estrés no deseado, con suerte puedes ver que
no resuelve el problema a largo plazo, sino que meramente es una manera de
eludirlo.
Ejercicio: ¿Cuáles son tus amplificadores?
Anota todas las acciones amplificadoras que utilizas actualmente para
ayudarte a dormir. Esto incluye desde tapones para los oídos y máscaras
para los ojos, hasta alcohol y medicamentos recetados, o cualquier otra
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manera en la que limites tu vida para controlar tu insomnio. Nota además
tu confianza en esos soportes y, a medida que avances con el libro,
lentamente empieza a abandonarlos y a recobrar nuevamente tu confianza
en tu capacidad natural para dormir.
Continuación del caso de estudio… La desesperación de Linda por dormir
significaba que estaba lista para probar casi cualquier cosa, y debido a eso
estaba ciega ante el evidente efecto amplificador de esforzarse demasiado.
Esto fue así hasta una noche cuando, por azar, durmió ocho horas y la única
explicación que pudo encontrarle era que tocó la harmónica en la casa de una
amiga la noche anterior. A la mañana siguiente se apresuró para comprar una
harmónica y se inscribió en una serie de sesiones, pero como era de
esperarse, su sueño deficiente volvió la noche siguiente. Afortunadamente fue
en este momento que se dio cuenta de que había llegado demasiado lejos y
que debía buscar ayuda profesional.
Por qué controlamos
A estas alturas esperamos que ya te hayas dado cuenta de que es la adopción
de un comportamiento amplificador lo que te mantiene en el círculo vicioso
del insomnio. Al igual que con todas las técnicas o cambios en el estilo de
vida detallados anteriormente, tu principal preocupación se focaliza en si
funcionan o no. Si funcionan, incluso si son solo un par de horas adicionales
de sueño, estos comportamientos pueden almacenarse en tu cerebro como una
cura posible del insomnio. Puedes terminar por quedar atado a ellos, y creer
que no puedes dormir si no los tienes, o lo que es peor, puedes quedar
químicamente conectado a las píldoras, si las utilizas para dormir. Es así
como tu cerebro empieza a percibir el sueño como un problema que debe
resolver, en lugar de algo natural y seguro. Puedes ver lo fácil que puede ser
quedar atrapado en un círculo vicioso.
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Imagen 1.6 El círculo vicioso del insomnio
Comportarte de una manera que hace que tu insomnio empeore parece
tonto, pero en realidad estás haciendo lo que se da naturalmente. El éxito
evolutivo de los humanos está basado en el principio de que cuanto más
control tengas sobre tu ambiente, más oportunidades tendrás de sobrevivir.
Siempre que pudieras construir un refugio, encontrar alimentos, reproducirte
exitosamente y defenderte, tu expectativa de vida sería más alta. Para lograr
esto, tu cerebro evolucionó para poder usar todas las experiencias de la vida
que tienes como una biblioteca de referencias para resolver tus problemas en
el presente o el futuro. Esto significa que cuando debía construir un refugio,
tu cerebro podía identificar rápidamente los mejores materiales y
herramientas para ese trabajo. Asombrosamente, podía hacerlo incluso con
pocos o nulos conocimientos previos sobre cómo construir un refugio. Ser
capaz de procesar toda esta información y organizarla rápidamente de una
forma tan funcional disparó a los humanos a la cima de la cadena alimenticia.
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En los tiempos modernos, nuestras necesidades básicas están
generalmente satisfechas, pero esto no detuvo la capacidad de nuestro cerebro
de predecir y resolver constantemente lo que sucede en todas las áreas de
nuestra vida, incluso con la calidad del sueño. Por ejemplo, si sientes que
tienes una cama incómoda, quizá decidas comprar un nuevo colchón. Si te
encuentras en una habitación de hotel ruidosa, tal vez decidas bloquear el
ruido utilizando tapones para oídos o podrías pedir que te cambien a una
habitación más silenciosa. Así de fácil es para tu cerebro inventar soluciones
y hacer cambios cuando algo no te gusta. Como es muy efectivo, también
ejercemos este control en nuestro mundo interior, como al manejar los
pensamientos y sentimientos indeseados, e incluso con el desvelo.
Por ejemplo, si llegas a casa después del trabajo y te sientes enojado o
estresado, puede ser útil distraerte con un poco de ejercicio o mirar una
película. Es muy probable que después de eso te sientas más calmado y en un
mejor estado para conciliar el sueño. Y si vas a la cama sintiéndote estresado,
entonces contar ovejas o pensar en unas vacaciones que te tomaste en el
pasado puede ser una manera inocua de distraer tu mente, y de permitir que
llegue el sueño. Si las usas con moderación, las estrategias de control sí
‘funcionan’, ya que pueden calmar la mente acelerada o los sentimientos de
enojo, e incluso pueden ayudarte a dormir.
Sin embargo, en última instancia no puedes deshacerte del estrés con solo
alejarlo o ignorarlo y, de hecho, hacer esto a menudo puede empeorar el
problema. La razón es que la misma parte del cerebro que te ayuda a
construir un refugio puede ayudarte también a crear un problema crónico del
sueño. Cuando se enfrenta al desvelo, tu cerebro identificará rápidamente los
mejores materiales y herramientas para solucionar el problema (por ejemplo,
‘¿Qué pastillas, pociones, rituales y rutinas puede usar para resolver esto?’).
Tu cerebro comparará tu sueño actual con cómo era en el pasado o se
proyectará para definir cómo podría ser en el futuro (por ejemplo, ‘Si mi
sueño empeora, ¡entonces no podré sobrellevar mi día!’). También intentará
determinar algún tipo de línea de tiempo de tus acciones (por ejemplo, ‘Si no
estoy dormido para la 1, entonces tomaré otra pastilla’).
Tu cerebro es un adepto a buscar soluciones para tu insomnio; no obstante,
un nivel tan alto de actividad es la antítesis del dormir. Podría decirse que los
intentos de tu cerebro por hacer que duermas están literalmente
manteniéndote despierto. La buena noticia es que estás a punto de aprender
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un nuevo enfoque más sano y libre de controles para lograr un sueño natural,
profundo y renovador todos los días.
Continuación del caso de estudio… Lo seguro era que no se podía acusar a
Linda de no poner suficiente esfuerzo, energía, determinación o incluso
dinero para tratar de solucionar su insomnio, y allí residía el problema. En su
esfuerzo por tratar de controlar su desvelo, más perdía el control y peor
dormía. Ahora la acción de ir a dormir implicaba un elaborado esquema de
pastillas, soportes, reglas y rituales, que en su mayoría no funcionaban; pero
ella no sabía qué más hacer. Al momento en que llegó a The Sleep School,
dependía de pastillas para dormir a pesar de que solo le ofrecían algunas
pocas horas de sueño de mala calidad. Además, para que pudiera si quiera
considerar el irse a dormir, tenía que realizar una extensa rutina de relajación
para introducirse en el estado de ánimo correcto, y la habitación tenía que
estar completamente a oscuras, en silencio y a la temperatura perfecta.
Después de completar la Encuesta sobre el Sueño de The Sleep School,
fue evidente para ella que en lugar de ayudarla, sus acciones
involuntariamente habían puesto el sueño en un pedestal fuera de su alcance.
Su cerebro se había acostumbrado a la lucha constante con el sueño y, lo que
es aún peor, ahora le temía y hacía todo lo que podía para mantener a Linda
despierta. Ella expresaba su enojo hacia sí misma por permitir que esta
situación se le haya salido de control, pero también se sintió aliviada porque
ya no tenía que seguir luchando contra su sueño y podía dejar atrás los
soportes inútiles que había adquirido. Al cabo de un mes, Linda se sentía
como una durmiente normal, ya no dependía de pastillas o soportes para
dormir. Y lo mejor de todo es que ahora confiaba en su cuerpo para poder
dormir, y así le respondía.
Ejercicio: Conoce tu insomnio
Uno de los obstáculos más grandes entre tú y un buen dormir es cómo ves
el insomnio, lo cual determina cómo te sientes y cómo reacciones cuando
lo experimentas. Si puedes dejar de luchar contra tu insomnio, puedes
dirigir tu energía para permitir que surja el sueño natural, y así volver a
vivir tu vida.
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Para muchos insomnes, el desvelo es lo peor del mundo y algo que no
le desearían ni a sus enemigos. Muchos lo describen con un sentimiento
de odio y desprecio, y cuentan historias oscuras sobre cómo les ha
arruinado la vida. Piensa un poco en qué significa el insomnio para ti en
este momento y luego escribe tus pensamientos. ¿De qué manera te afecta
a ti y a tu vida actualmente?
Será interesante volver a leer esto cuando hayas atravesado las cinco
semanas del programa.
Cuando la solución se convierte en el problema
A menudo se necesita una sola noche de sueño deficiente para que se siembre
la semilla de la duda en tu mente sobre tu capacidad para dormir. A partir de
allí, tu cerebro tiene la capacidad de predecir, solucionar y entrar en pánico
hasta llegar a un estado de insomnio crónico. Piensa en el tiempo previo a
convertirte en un insomne; probablemente nunca habías siquiera pensado en
el sueño, y ahora no puedes parar de hacerlo.
Como hemos visto en el transcurso de este capítulo, los problemas llegan
cuando empiezas a comportarte de una manera que amplifica tu insomnio.
Tus acciones pueden ayudar a deshacerte de los pensamientos, sensaciones, y
necesidades no deseadas, e incluso del desvelo en el corto plazo, pero
terminan por hacer que el sueño sea menos probable. Por ejemplo, dormir
durante el día puede ayudarte a recuperar algo de sueño y sentirte mejor, pero
si continúas haciéndolo, eventualmente puede ser un obstáculo para llevar
una vida normal, como tener un empleo de tiempo completo. De la misma
manera, una rutina de relajación estricta y prolongada puede ayudarte a
calmarte y a dormir rápidamente, pero también limita tu capacidad de estar
con amigos o familia.
Otro problema de estas estrategias de control es que a menudo no perduran
en el largo plazo. Por ejemplo, puedes elegir distraerte de pensamientos no
deseados por la noche escuchando la radio. Si continúas haciendo esto todas
las noches, puedes terminar por necesitar escucharla cada vez más tiempo
para lograr el mismo resultado. Después de un tiempo, puede que deje de
funcionar completamente, pero no te atreves a abandonar este soporte porque
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temes perder el control. El problema es que cuando una técnica falla, tu
cerebro ya la reemplazó con decenas de otras, y por desesperación te
recostarás en la cama y las probarás todas.
El dormir es un proceso fisiológico natural que no requiere ningún
esfuerzo consciente ni energía para que suceda, tal como respirar o como el
latido del corazón. Intentar controlar tu sueño en exceso es similar a luchar
contra la arena movediza: te cuesta mucha energía y empeora las cosas.
El costo de tu insomnio
Tómate un momento para pensar en la cantidad de esfuerzo que has hecho
para intentar controlar tu insomnio, y en el costo general que tuvo para tu
vida hasta ahora. Si eres como Linda, los costos probablemente sean muy
altos y variados, como se ve en los ejemplos que siguen:
• Emocionales – la montaña rusa de emociones, estados de ánimo y
sentimientos que experimentas cuando luchas constantemente para mejorar
tu sueño.
• Energía – la que se necesita para luchar constantemente contra tu sueño
deficiente y el esfuerzo adicional requerido para lograr tener una vida
‘normal’.
• Vida – el desgaste de la propia vida en el proceso de intentar controlar el
sueño.
• Salud– el impacto que tiene sobre tu salud el no dormir y el luchar con el
sueño.
• Financiero – el costo financiero de todos los dispositivos, técnicas, libros,
terapias o sustancias que hayas adquirido para mejorar tu sueño.
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Imagen 1.7 La lucha contra el insomnio
El camino hacia adelante
Espero que comiences a darte cuenta del poco control que tienes sobre tu
dormir. Al notar el alto precio que tienen tus constantes luchas para controlar
el insomnio y al descubrir que estas acciones pueden incluso haber tenido un
rol en su desarrollo, puedes experimentar una ola de otras llegadas
indeseadas, como la de desesperación, autocompasión, desesperanza, enojo o
simplemente atontamiento. Esta es una respuesta perfectamente natural;
simplemente respeta los sentimientos que tienes y no desperdicies más
energía en tratar de deshacerte de ellos. ¡Es hora de que salgas del círculo
vicioso!
No puedes cambiar los factores de riesgo del insomnio, como haber nacido
en una familia con un historial de desvelo. Tampoco puedes cambiar los
eventos del pasado que desencadenaron esta afección. De la misma manera,
no puedes predecir los pensamientos y emociones que llegarán a tu mente,
mucho menos controlarlos. Lo único que puedes controlar es cómo te
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comportas, y la clave está en asegurarte de que sea de una manera útil. La
forma en que actúes frente a tu insomnio determinará esta afección, y son tus
acciones las que te liberarán del círculo vicioso y te pondrán en el camino
correcto para que avances hacia un buen dormir.
A medida que atravieses este libro, aprenderás estrategias de adaptación a
más largo plazo para superar tu insomnio, y que te ayudarán a desarrollar un
patrón de sueño fuerte y robusto. Es tiempo de avanzar hacia la Semana 2:
ACEPTA para descubrir una manera de mejorar tu sueño, lo que te permitirá
utilizar tu valiosa energía para hacer tu vida.
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ACEPTA
… Las cosas que no puedes cambiar
‘Pobre es esta vida si, llenos de malestar, no tenemos
tiempo de pararnos y mirar’
William Henry Davies
En esta semana:
Te mostraremos que la clave para un excelente dormir es dejar de luchar y
no hacer nada.
Comprenderás las barreras que se interponen entre tú y un buen descanso.
Aprenderás cómo usar las herramientas de concientización durante el día y
la noche para que respondas de una manera más positiva cuando no puedes
dormir.
Perder el control y hallar el sueño
Ahora sabemos que no podemos controlar nuestro sueño y que en muchos
casos, tratar de hacerlo solo lo empeora. Entender este hecho no evita que
continúes tratando de controlar tu sueño; después de todo, evolucionaste para
hacer eso, y está probado que aplicar el control funciona en muchas otras
situaciones de la vida.
Lo cierto es que no funciona con el insomnio y por eso se necesita
encontrar otro camino si es que quieres escapar de su círculo vicioso. La
aceptación significa que eliges no luchar con tu sueño deficiente y con todo el
dolor y el sufrimiento que trae aparejado.
¿De qué manera esto te ayuda a dormir? En el corto plazo, significa que
dejarás de dar vueltas en la cama, de preocuparte, de pensar demasiado o de
gastar mucha energía, todo esto mantiene a tu cerebro despierto y evita que
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entres en un estado de somnolencia pacífica. A largo plazo, vuelve a crear
una asociación entre el acto de ir a la cama y el dormir profundamente, para
que concilies el sueño al poco tiempo de poner tu cabeza en la almohada y te
mantengas dormido con pocas perturbaciones hasta que te despiertes por la
mañana. El beneficio adicional es que al no luchar, ahorras energía para el día
que se aproxima, y luego puedes elegir invertir esa energía en una vida rica y
significativa, algo que tiene un efecto relajante en tu cerebro y aumenta las
probabilidades de tener un sueño reparador la próxima noche. ¡Dormirás
mejor si la cama está hecha de alivio!
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Imagen 2.1 Romper el círculo vicioso
Caso de estudio de un cliente: Carlos y su falta de voluntad
Cuando vino a verme al instituto The Sleep School, Carlos estaba
desesperado por encontrar una solución para su sueño deficiente que lo había
atormentado por poco menos de un año. Como la mayoría de los insomnes,
estaba dispuesto a hacer casi cualquier cosa por conseguir una noche de buen
dormir y estaba listo para luchar contra su insomnio. Le expliqué que en
lugar de luchar contra ello, quería que lo aceptara, ya que esa lucha constante
era lo que lo fortalecía. Esto lo sorprendió mucho, especialmente la parte en
que le dije que necesitaba que tuviese algunas noches de desvelo para que
pudiera conocer los ‘demonios’ de su insomnio. Se marchó sintiéndose muy
desanimado porque había pensado que yo le daría algunas armas con las que
luchar.
Esa noche, Carlos utilizó algunas de las herramientas que le había dado, y
sus peores temores se confirmaron cuando las herramientas ‘no funcionaron’
ya que no evitaron la llegada de la ansiedad y otros invitados no deseados. Al
día siguiente me llamó para explicarme que había estado despierto toda la
noche y que aceptar su ansiedad lo había hecho sentirse más fuerte de lo que
se había sentido en un largo tiempo. Dijo que, aunque imaginaba que mis
técnicas funcionaban en algunas personas, no estaba listo para aceptar su
insomnio y que buscaría otros enfoques.
Entonces, ¿qué es lo que se interpone entre tú y un buen
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dormir?
Ahora estamos en un punto del programa donde espero que entiendas que tus
acciones pueden amplificar el desvelo y que aceptar tu insomnio es solo la
mitad de la batalla para curarlo. La pregunta es, ¿vas a seguir comportándote
de la misma manera, o estás dispuesto a cambiar?
La buena noticia es que tu principal obstáculo eres tú, ¡y tú tienes el poder
de cambiar eso! A continuación encontrarás algunas de las cosas que quizá
sientes ahora mismo; son bastante comunes y debes superarlas para que no te
quedes atascado en el insomnio:
• Voy a fallar. El temor al fracaso es una de las mayores razones para luchar
contra el desvelo. Puede ser porque temes que no podrás afrontar el día
después y a las posibles consecuencias de ello, o que simplemente le temas
a no poder realizar el acto de dormir como todos los demás. El Programa
de Cinco Semanas de The Sleep School paradójicamente te enseña a estar
dispuesto a no dormir porque solo cuando puedes aceptar el desvelo es que
puedes conciliar el sueño.
• Dolerá. Huelga decir que si no duermes, no te sientes particularmente bien
al día siguiente. El cansancio excesivo, los dolores y molestias, y los
cambios de humor son muy comunes. Pero en realidad, aunque sean
incómodas, la mayoría de las sensaciones que experimentas debido al
desvelo no causan dolor físico, a pesar de que tu mente te diga lo contrario.
Abandona esta idea y ábrete a experimentar dicha molestia en lugar de
desperdiciar tu energía luchando contra ello.
• No puedo dormir sin pastillas o soportes La pérdida de la confianza en
su habilidad natural para dormir debido a la dependencia de la medicación
puede ser una gran barrera para muchos insomnes, especialmente si el
aprender a dormir naturalmente implica experimentar síntomas de
abstinencia y un peor sueño en el corto plazo. Si este es tu caso, entonces
pronto aprenderás herramientas para que abandones tu dependencia y
comiences a dormir profundamente. Como vimos en el capítulo anterior, es
muy importante que obtengas apoyo de tu médico clínico al mismo tiempo
que realizas este programa.
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• Soy una causa perdida Una completa falta de confianza en la propia
capacidad para dormir normalmente de nuevo es algo muy común. Los
incontables intentos fallidos de resolver el problema y el resultante mal
dormir puede afectar incluso al individuo más optimista. Resignarte a
padecer insomnio te mantendrá atascado en este estado. Acepta tu
insomnio si quieres avanzar.
• Mi mente es demasiado fuerte. A menudo las personas culpan a sus
propias mentes por tener una determinación demasiado fuerte como para
superar su insomnio. Si este es tu caso, entonces es importante recordar
que es tu propia mente quien te dice esto, y por eso puedes elegir creerle o
no
• ¿Por qué yo? En la mitad de la noche, es fácil creer que eres el único que
no puede dormir y que de alguna manera te han elegido para torturarte. La
realidad es que no estás solo, ya que hasta el 30 por ciento de la población
sufre esta afección. Una vez más, puedes elegir creer en este pensamiento o
empezar a soltarlo.
• No es el momento adecuado Muchos clientes posponen su progreso
porque no es el momento adecuado (por ejemplo, tienen mucho estrés en el
trabajo, tienen un bebé recién nacido o se van de vacaciones). Si eres
honesto contigo mismo, nunca habrá un momento ‘perfecto’ para empezar
con un programa de cambio, y posponerlo es a menudo otra forma de
evitarlo.
• Estoy demasiado cansado. El cansancio puede ser una barrera para tu
progreso porque puede reducir tu motivación y tu voluntad para
experimentar molestias. Por ejemplo, el cansancio adicional experimentado
comúnmente en los primeros días de desvelo después de dejar las pastillas
puede ser suficiente para que las personas se den por vencidas y vuelvan a
tolerar unas pocas horas de sueño inducido por los fármacos y el
atontamiento del día siguiente. No estar dispuesto a experimentar el
cansancio a corto plazo significa que nunca sabrás lo que se siente estar
completamente renovado en el largo plazo.
Experimentar estas barreras puede asemejarse a correr una maratón o
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cualquier distancia en la que comienzas a sentirte desafiado más allá de tu
zona de confort natural. Al principio probablemente te sientes de buen ánimo
y lleno de energía para alcanzar la línea de llegada. Sin embargo, después de
un rato tus piernas empiezan a doler, empiezas a sentir calambres, te quedas
sin aliento y estás sudando abundantemente. De repente, la tarea que tienes
entre manos es mucho más incómoda de lo que esperabas y tu mente crea
barreras que bloquean tu camino. En este momento te enfrentas a la elección
entre dejar de correr o seguir adelante. Si eliges seguir, no es porque te gusta
el dolor y las molestias o porque quieres más de ello, sino porque lo ves
como una parte inevitable del viaje. Tú decidiste correr esta carrera y por eso
estás dispuesto a aceptar las molestias que trae aparejadas.
De la misma manera, a medida que avanzas en este programa, e incluso
cuando estás acostado y despierto, eligiendo no depender de tu arsenal
habitual de soportes y pastillas, es posible que experimentes los mismos
pensamientos preocupantes sobre el próximo día que solías tener, o el
pinchazo familiar de la ansiedad en tu estómago, o la necesidad de escapar e
irte al piso de abajo a mirar la TV. En ese momento tienes que elegir entre
ceder ante tus viejos soportes o continuar en tu nuevo camino. Si decides
continuar, obviamente no es porque disfrutas de ese malestar, sino porque
eliges actuar de la manera más positiva para convertirte en un excelente
durmiente y tener una vida más satisfactoria en el largo plazo.
‘Siento como si me hubiesen devuelto mi vida. Ya no tengo miedo
de ir a la cama, y puede que haya noches en las que no duermo
muy bien, pero en lugar de luchar contra ello, este programa me
ha mostrado cómo aceptarlas y al menos descansar un poco’.
Karen, Londres
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Dolor original o amplificado
Aunque los beneficios de la aceptación y de enfrentar nuestros temores son
claros, muchos de nosotros aún luchamos contra la idea de abandonar el
control, incluso cuando es algo que hacemos en nuestra vida diaria.
Probablemente ya aceptes un nivel de molestia como una manera de resolver
los problemas y avanzar hacia adelante. Por ejemplo, quizá iniciaste una dieta
para perder peso y por eso has estado abierto a experimentar las sensaciones
del hambre o del deseo de comer comida chatarra sin actuar en consecuencia.
Tal vez elijas ir al gimnasio o hacer ejercicios para ponerte en forma y debido
a eso estés dispuesto a soportar el dolor físico que viene con ello. Quizá
estuviste dispuesto a aceptar los síntomas de abstinencia de la nicotina por el
bien de dejar de fumar. Si alguna vez estuviste en una relación que terminó,
sabrás lo importante que es aceptar el dolor de la ruptura antes de que puedas
seguir adelante y encontrar una nueva pareja. Lo mismo ocurre al perder el
trabajo; solo al estar abierto a experimentar las dificultades que a menudo
esto trae aparejado podrás encontrar en ti la fuerza para empezar a buscar otro
empleo. Finalmente, estoy seguro de que algunos de ustedes habrán
experimentado la muerte de un ser querido y habrán notado que solo cuando
se permitieron sentir verdaderamente la pena del duelo lograron empezar a
vivir nuevamente su vida.
Aceptar el insomnio requiere estar dispuesto a sentarse junto al dolor y al
sufrimiento que desesperadamente has estado tratando de controlar y evitar; a
apoyarte en ellos, a hacerles lugar e incluso a abrirte a ellos. Al hacerlo, te
permitirás dormir naturalmente y seguir adelante con tu vida.
En esta situación, puede ser útil probar con una visión basada en ACT
(terapia de aceptación y compromiso) de tu dolor y sufrimiento como
‘original’ o ‘amplificado’. El dolor original se refiere al que se presenta
naturalmente debido a los riesgos, disparadores y llegadas de tu insomnio. En
contraste, el dolor amplificado se refiere al dolor y al sufrimiento adicional
que se presenta cada vez que intentas inútilmente controlar y evitar tu dolor
original, como ya exploramos en la Semana anterior.
Por ejemplo, no puedes cambiar el hecho de que eres una persona ansiosa,
y esto te pone en una situación de mayor riesgo de sufrir insomnio que otros.
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Tampoco puedes volver el tiempo atrás para no haber tenido esa discusión
con tu pareja que te hizo estar despierto toda la noche preocupándote, y que
disparó tu insomnio. Ni puedes evitar el hecho de que por el momento, tu
cerebro asocia el horario nocturno con el desvelo porque esto es lo que ha
aprendido a hacer. No puedes detener la llegada de pensamientos tales como:
‘Si no duermo, no podré afrontar el día mañana’, o ‘Me voy a morir si no me
duermo pronto’. No puedes detener los sentimientos de soledad y enojo a la
noche, y la desesperación y depresión durante el día. No puedes evitar el
nudo en tu estómago que llega con solo pensar en no dormir. No puedes parar
la necesidad de tomar una pastilla con la esperanza de dormir algunas horas o
tener que enfrentar la vida sintiéndote excesivamente cansado. Finalmente,
no puedes cambiar el impacto más amplio que la falta de sueño ha tenido en
tu vida, tal como tu incapacidad para mantener una relación, hacer tu trabajo
o incluso cuidar tu salud.
Esta es una lista bastante pesada que describe cosas que no le desearías ni
a tu peor enemigo. Es crucial que aceptes la molestia que existe con respecto
a tu insomnio antes de que empieces a avanzar. Como dijo el psicólogo
estadounidense Carl Rogers: ‘Cuando puedo aceptarme a mí mismo tal como
soy, entonces puedo cambiar’. La aceptación de la situación pasada y
presente (es decir, del dolor original) es el primer obstáculo que encuentras
para hacer avanzar tu vida.
La buena noticia es que tú controlas el nivel de dolor amplificado que
experimentas porque no es más que el producto de tu rechazo a sentir tu dolor
original. De hecho, la mayor parte de tu desvelo proviene de tu constante
lucha y de tus intentos por evitar el sueño deficiente, en lugar de provenir del
mal dormir en sí mismo. Por ejemplo, cuando sufres de insomnio es
perfectamente normal tener pensamientos como: ‘Si no duermo, no podré
afrontar el día mañana’. No obstante, es tu lucha por bloquear ese
pensamiento de tu mente o cambiarlo por algo más positivo lo que te
mantiene despierto, y no el pensamiento en sí.
Tómate un momento para pensar en tu dolor y tu malestar; y cuánto de
ello es original, y cuánto es amplificado. Para muchos insomnes, hasta la
mitad del dolor que experimentan es el resultado directo de su lucha contra el
dolor original.
67
Imagen 2.2 Romper el círculo vicioso
Has llegado a una bifurcación en el camino y es hora de tomar una decisión
sobre cómo planeas actuar con respecto a tu insomnio. Puedes continuar
tratando de controlar y evitar tu insomnio, y seguir amplificando tu desvelo
así como el impacto que tiene en tu vida, o puedes elegir hacerte cargo del
dolor original y permitir que el sueño natural, profundo y reparador emerja,
junto con una nueva vida llena de vitalidad y energía. .
Continuación del caso de estudio … Seis meses después recibí una llamada
telefónica de Carlos que me decía que estaba listo para utilizar mi abordaje.
Describió cómo durante ese tiempo había probado innumerables cosas para
deshacerse del insomnio, las cuales prometían reparar su sueño, pero no
funcionaron. A pesar del tiempo, el dinero y la energía perdidos, Carlos
68
estaba muy contento de haber hecho ese recorrido, porque le había permitido
llegar a aceptar que no existen soluciones rápidas o píldoras mágicas. Y lo
más importante, ahora aceptaba la idea de que recuperarse de su insomnio
requería que estuviese dispuesto a enfrentar la molestia de no dormir, algo
que había intentado evitar desesperadamente. También reconoció que aceptar
esta molestia probablemente no tenía punto de comparación con la alternativa
de seguir luchando contra el insomnio por el resto de su vida.
La ‘Aceptación’, ¿no es simplemente otra palabra para decir
‘darse por vencido’?
Muchas personas confunden comúnmente la palabra ‘aceptación’ con el
estado más negativo de estar resignado. Estás resignado a tener insomnio si
crees que nunca más dormirás adecuadamente o que has probado todo y que
nada funciona en tu caso; que tu cerebro se ha olvidado de cómo dormir y
que como resultado de ello vas a quedarte con las pastillas y no vas a intentar
con nada más.
En este estado, no estás dispuesto a ayudarte a ti mismo a avanzar y solo
pueden ocurrir dos cosas: que te quedes atascado en tu situación actual o que
empeores.
Por el contrario, la aceptación significa que admites que tienes insomnio y
reconoces que ello es simplemente cómo están las cosas en este momento.
Esto no tiene nada que ver con estar resignado o con demostrar debilidad. De
hecho es una señal de verdadera fortaleza, ya que estar dispuesto a reunirte
con el dolor original que surge en el medio de la noche requiere mucho
coraje. A menudo es mucho más fácil tomar otra copa de vino, otra pastilla o
mirar TV toda la noche y evitar enfrentarte al insomnio que elegir quedarte
con esa sensación. Pero en el interior sabemos que, aunque estas cosas
pueden brindar una solución rápida para esta noche, no son un remedio a
largo plazo.
Al igual que mi cliente Carlos, llegará un momento en que necesitarás
enfrentar tus temores, y a pesar de que puede dar miedo y ser incómodo, te
puede brindar una gran sensación de alivio. Al darse cuenta de que pueden
dejar de luchar, los insomnes frecuentemente describen una sensación de
ligereza y dicen ser más capaces de flotar con sus problemas, en lugar de
69
sentir que estos los ahogan. Por eso, estar dispuesto a aceptar tu insomnio no
es una señal de debilidad o algún tipo de acto masoquista, sino una respuesta
positiva y justificada a meses o años de lucha, energía desperdiciada y
oportunidades perdidas en tu vida.
Dar la respuesta más positiva
Tu objetivo es alcanzar un sueño natural y de buena calidad todos los días. El
Programa de cinco semanas te asistirá para lograr esto al ayudarte a tomar las
decisiones más útiles para tu sueño, lo cual significa que son decisiones que
te acercan hacia la somnolencia, en lugar de alejarte de ella. Para hacer esto,
tienes que poder elegir cuidadosamente entre tu tendencia al control que
evolucionó naturalmente y el proceso suave de la aceptación. La Oración de
la serenidad explica esta elección de forma más elocuente:
Dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
valor para cambiar las que puedo, y sabiduría para reconocer la
diferencia.
Como la mayoría de nosotros somos adeptos a cambiar las cosas de nuestras
vidas que no nos gustan, el Programa de cinco semanas se focaliza
principalmente en aceptar aquello que no podemos cambiar. Si aún no estás
seguro, considéralo entonces de esta forma: Imagina que tienes un vecino
ruidoso que no te deja dormir con su música. En esta situación hay algo que
puedes controlar, porque puedes acercarte a su casa y pedirle que baje el
volumen de la música. No obstante, si el ruido proviene de tu propia cabeza
porque tu mente está acelerada con pensamientos, tratar de tranquilizarla a
menudo causará que tus pensamientos griten aún más fuerte. En esta
situación, es una solución más útil aprender a cambiar tu relación con tus
pensamientos en lugar de luchar para cambiarlos.
‘Incluso si experimento desvelo ahora, parece que me siento bien
al día siguiente, comparado con antes de iniciar el programa.
Antes, luchaba contra el desvelo toda la noche, y me sentía
agotado al día siguiente. Lo que aprendí de esto es que esa lucha
70
contra el desvelo es lo que realmente lastima, no el estar despierto
en sí’.
Richard, Londres
Cientos de personas se han beneficiado con este programa y ahora disfrutan
de un dormir de buena calidad todos los días. Tú también puedes hacerlo si
empleas las herramientas prácticas que describo en la próxima sección.
La concientización y el sueño
Las herramientas que estás a punto de conocer representan una manera
revolucionaria de superar el insomnio.
Son únicas por el hecho de que no están diseñadas para hacer que duermas.
La forma en que te ayudarán se volverá evidente a medida que practiques,
algo que te alentaremos a hacer durante el día y la noche.
El primer paso para aceptar tu insomnio es notar como luchas en primer
lugar. No puedes empezar a soltar algo que no puedes ver. Esto puede sonar
obvio, pero es muy fácil caer en un patrón de pensamiento inconsciente, en el
que no nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor o de nuestro
propio comportamiento.
Con frecuencia podemos estar haciendo algo o manteniendo una
conversación, pero nuestra mente está en otra parte. Por esa razón no tenemos
recuerdos de esa tarea o, lo que es peor, ¡de lo que dijo la otra persona! Una
situación común en mí es cerrar con llave la puerta de mi casa, alejarme, y
luego cuestionarme si cerré o no.
En un nivel básico, esa ausencia de la consciencia es relativamente
inofensiva y es lo que ocurre cuando sueñas despierto. No obstante, en
momentos de estrés, como cuando no puedes dormir, la falta de consciencia
de lo que está ocurriendo en el presente puede hacer que continúes luchando
sin que sepas siquiera lo que estás haciendo. Puedes pasar el día
preocupándote por lo poco que dormiste, o imaginarte lo malo que será tu día
mañana si no logras conciliar el sueño. Pasas noche tras noche tratando de
solucionar tu insomnio, y está claro que este exceso de pensamiento te
mantiene despierto. ¿Es esto lo que tú experimentas?
La buena noticia es que tú ya posees todas las herramientas que necesitas
71
para tirar de la cuerda y elegir abandonar esta escena. Entonces, ¿qué es la
concientización? Si le dieras a mi hija una pasa cuando tenía un año, ella
hubiese explorado alegremente y con curiosidad cada parte. Antes de llegar a
su boca, la pasa quizá hubiese estado en el interior de su oreja o en su nariz.
La hubiese apretado entre sus dedos o simplemente la hubiese observado por
lo que podría parecer una eternidad para sus impacientes padres, que la
alentaban a comer. Vivir en el momento de esta manera es un lento proceso
de exploración que está fuera de los parámetros normales de tiempo. Está
libre de juicios y se lo llama ‘la mente del principiante’. Para mi hija, eso
significaba explorar cada pequeño detalle de la pasa en ese momento, en
lugar de pensar cómo se comparaba con otras pasas que había comido o
imaginar cómo sería la próxima. Ella vivía en el ahora, ¡y tú también puedes
hacerlo!
Desafortunadamente, a medida que envejeces, construyes una biblioteca
de experiencias con las que comparas o juzgas todas las cosas. Tu entorno se
vuelve más familiar y tu vida se acelera, lo que hace que pases menos tiempo
en el momento presente. Vas a toda velocidad con la ilusión de que si puedes
hacer un poquito más, entonces podrás descansar. Estoy seguro de que ya
sabes que ese pensamiento es una trampa que te lleva a ir cada vez más y más
rápido. En este estado puede decirse que ‘no tienes tiempo de parar para oler
las rosas’ y es fácil caer presa de tu propia mente y quedarte atascado en el
piloto automático.
DATO SOBRE EL SUEÑO
No necesitas ser budista para beneficiarte de la concientización; es algo
que se ha utilizado en casi todas las culturas y religiones del mundo a
través de los años. Solo necesitas estar dispuesto a prestar atención
deliberadamente al momento presente a medida que se desarrolla.
72
Imagen 2.3 No hay tiempo de oler las rosas.
La concientización es una técnica que actualmente se enseña en todo
el mundo, y en los últimos años se han realizado numerosos estudios para
demostrar su efectividad en el tratamiento de una variedad de
enfermedades mentales y físicas, incluso del trastorno obsesivocompulsivo,
dolores crónicos, ansiedad, depresión, adicción a las drogas
e insomnio. Al igual que el insomnio, muchas de estas afecciones se
amplifican con nuestros intentos inútiles de controlar el dolor que
sentimos aquí y ahora, y de encontrar una solución. Por eso, la
concientización ofrece una manera suave de experimentar, reconocer y
atender ese malestar, en lugar de luchar por evitarlo o cambiarlo. La
concientización es un elemento importante de la ACT y es una
herramienta esencial del Programa de Cinco Semanas.
73
‘Actualmente, utilizo las prácticas de concientización la mayoría
de los días. Además de mejorar mi sueño, que ahora está mejor
que nunca, descubrí que las prácticas de concientización –por
ejemplo, focalizarme en mi respiración y notar mis sentidos– son
especialmente útiles para afrontar el trabajo de tener dos hijos
pequeños. Sería sencillo sentirme exhausta o pensar demasiado,
pero estas técnicas me ayudan frecuentemente a volver al momento
presente, para detenerme ¡y disfrutar de los momentos que pasan
demasiado rápido!’
Nikki, Londres
Continuación del caso de estudio… Para ayudar a Carlos a abandonar su
lucha contra el insomnio, primero tenía que atraparse a sí mismo con las
manos en la masa. Para esto le presenté el concepto de estar consciente del
momento presente, en lugar de preocuparse siempre por lo mal que durmió la
noche anterior o el mal día que tendría mañana si padeciera otra noche de
sueño deficiente. Carlos había escuchado acerca de la concientización
anteriormente, pero siempre pensó que sería muy malo en ello porque su
mente se aceleraba muchísimo. Durante la sesión le enseñé a notar sus
sentidos durante la noche y el día como una manera de anclarlo al momento
presente. Le expliqué que aunque no podía evitar que su mente se distraiga
constantemente, podía elegir dejar pasar suavemente esos pensamientos
distractores y en su lugar volver a focalizarse en el presente.
Después de una semana de práctica, Carlos describió cómo el estar
consciente del contacto de la cama con su cuerpo a la noche lo había ayudado
a separarse a sí mismo de sus pensamientos angustiantes. Le sorprendió notar
que el proceso de observar cuando llegan y dejarlos pasar, en lugar de
concentrarse en esos pensamientos, lo había ayudado a tranquilizar su mente
acelerada y a sentirse mucho más relajado con respecto a estar despierto
durante la noche.
Comenzar a notar
La concientización, o el notar dónde estás y qué estás experimentando en este
74
momento, implica elegir estar consciente de lo que ocurre incluso si no te
agrada. Esto significa notar los eventos que se presentan en tu mente y tu
cuerpo cuando no estás durmiendo, y elegir hacer lugar para ellos, en vez de
intentar eliminarlos o evitarlos. Significa mirar a tu insomnio desde una
nueva perspectiva, como si fuese la primera vez lo que notas, en lugar de
mirarlo a través de un velo de juicios del pasado. Hacer esto te permite actuar
de la manera más útil, como nos anima a hacerlo este autor:
Vive el momento,
nota lo que está sucediendo deliberadamente,
elige cómo responder a tus experiencias,
en vez de dejarte llevar por reacciones habituales 3 .
Me gusta esta frase porque remarca el aspecto principal del estar consciente,
que es que siempre tienes una opción con respecto a cómo respondes a tus
experiencias; y que incluso los hábitos más arraigados -tal como creer en los
pensamientos negativos o tener que tomar una pastilla para controlar tu
sueño- pueden romperse si te ves a ti mismo haciéndolos y eliges no seguir.
Cuando estás presente, puedes notar lo que realmente está pasando. El
simple acto de notar que luchas con el sueño puede ser muy útil porque si lo
estás viendo, ya no estás involucrado en ello.
¿Alguna vez notaste cuánto más fácil es ver los problemas de otras personas
y ofrecerles consejos útiles que ver tus propias dificultades? La
concientización ofrece la perspectiva de alguien ajeno sobre tus propios
problemas, lo que te permite responder de la manera más útil al estrés que
experimentas en tu vida.
Las herramientas que estás a punto de aprender te ayudarán a observarte a
ti mismo cuando luchas a la noche o en el día, y a ofrecerte a ti mismo el tipo
de apoyo compasivo que le brindarías a un amigo en dificultades.
Para ayudarte a lograr esto, a continuación encontrarás cinco herramientas
de concientización para que empieces a practicar ahora. Cada una está
diseñada para apoyarse en tu propia capacidad natural de conciencia y te
ofrece una serie de técnicas efectivas que puedes usar durante la noche y el
día. Solo te llevará algunos minutos. Antes de empezar, tómate un momento
para leer estas tres simples directivas, ya que te ayudarán en tu práctica en el
75
largo plazo:
• La concientización no está diseñada para hacer que duermas. Cuando
practicas el estar consciente, es natural que tu cuerpo y tu mente bajen el
ritmo a medida que eliges notar todo lo que ocurre a cada momento.
Quizá esto te haga sentir relajado e incluso somnoliento, ¡y es posible que
notes la necesidad de bostezar por primera vez en mucho tiempo! Aunque
obviamente es lindo que esto ocurra, es importante que recuerdes que ese
no es el objetivo de la concientización y que utilizarlo para controlar el
sueño solo te alejará más de él.
• Está permitido que la mente divague.
La concientización no se relaciona con tener la mente en blanco. Es
perfectamente normal que tu mente se distraiga con un pensamiento, un
recuerdo o algún otro tipo de evento durante tu práctica. Si ocurre esto, di
despacio: ‘Gracias, mente’, y luego regresa tu atención a lo que estabas
notando. No importa las veces que se desvíe tu mente; lo que importa es
que te des cuenta cuándo se distrae y que elijas regresarla a lo que hacías.
• El tiempo es ahora Intenta practicar varias veces por día. Es posible
practicar en cualquier momento y lugar que desees. Puedes estar
caminando hacia el trabajo, sentado en el banco de un parque, en la fila del
supermercado, cocinando la cena o incluso recostado en la cama.
Simplemente tómate el tiempo para notar lo que puedas en ese momento.
Ejercicio: Darte cuenta de tus sentidos
El objetivo es conectarte con tus sentidos según se activen momento a
momento.
• Para empezar, busca un lugar cómodo para sentarte o estar parado,
cierra tus ojos y tómate un momento para acomodarte.
• Cuando estés listo, dirige poco a poco tu consciencia hacia tus sentidos,
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para notar lo que puedes escuchar, sentir, oler, saborear o, si tienes los
ojos abiertos, lo que puedes ver en tu entorno. Simplemente haz una
lista de todo lo que notas, ya sea en voz alta o mentalmente. Por
ejemplo, ‘Puedo oír un pájaro’, o ‘Puedo sentir la silla contra mi
espalda’.
• Pasa unos diez segundos focalizándote en cada sentido antes de pasar al
siguiente. Si no puedes sentir algo, por ejemplo, si no hay nada que
oler, simplemente informa este hecho y pasa al siguiente sentido.
• Si tu mente se distrae con un pensamiento, algo que probablemente
hará, agradécele por esa distracción y regresa tu consciencia al acto de
notar tus sentidos.
¿Cuándo utilizarlo?
Puedes utilizar este ejercicio en cualquier momento y lugar, de día o de
noche; ¡Cuánto más practiques mejor! Puedes estar caminando por la
calle, sentado en tu casa o incluso recostado en la cama a la noche. Puedes
hacerlo con los ojos cerrados o abiertos, y si te gustan los desafíos, intenta
notar al menos tres elementos de cada sentido antes de pasar al siguiente.
Notar tus pensamientos
Tenemos la capacidad de notar las cosas y de pensar en ellas. No obstante,
quizá hayas observado que pasas más tiempo pensando que notando. En unas
vacaciones que me tomé recientemente vi un atardecer maravilloso.
Desafortunadamente, al momento de verlo, pensé que debía tomar una foto
para publicarla en Facebook.
Mientras buscaba mi cámara, mi mente se desvió hacia todos los
comentarios elogiosos que mis amigos publicarían cuando vieran la foto. Me
llevó cinco minutos encontrar la cámara, y para ese momento me había
perdido lo mejor de la puesta de sol ¡y no conseguí la foto! Esta experiencia
me hizo dar cuenta de que no podría haber evitado tener esos pensamientos ni
la necesidad de actuar acorde a ellos, pero podría haber tenido una respuesta
diferente. En retrospectiva, si hubiese reconocido cada pensamiento y luego
hubiera elegido regresar mi atención a apreciar la belleza del atardecer en el
77
momento en que se hundía gradualmente bajo el horizonte, no me lo hubiese
perdido.
Tus pensamientos pueden tener un papel fundamental en la forma en que
te comportas; sin embargo, es vital recordar que no deben determinar tu
comportamiento. ¡Siempre tienes una opción! Darte cuenta de que en ti hay
dos personas leyendo este libro en este momento puede ser un concepto
difícil de entender, pero es fundamental que comprendas la diferencia entre
‘tú’, la persona que está notando las palabras de esta página, y tu ‘mente
pensante’, la persona que piensa sobre esas palabras. Ser capaz de notar al
Pensador te ayuda a darte cuenta de que eres un ser separado de sus
pensamientos. Probemos con el siguiente ejercicio para demostrarte lo que
quiero decir.
78
Imagen 2.4 Notar tus sentidos
79
Imagen 2.5 Notar el Pensador
Ejercicio: Prestar atención al Pensador
• Cierra tus ojos por 30 segundos y presta atención a cualquier
pensamiento o imagen que aparezca en tu mente.
• En cuanto veas un pensamiento o imagen, di en voz alta o susurrando la
palabra ‘pensamiento’ y luego regresa poco a poco tu atención a notar
si aparece alguno más
• Si lo deseas, puedes etiquetar tus pensamientos con un nombre
descriptivo tal como ‘trabajo’, ‘cena’, ‘relación’ o cualquier otra cosa a
la que se refieran. Si no se presenta ningún pensamiento, algo que a
veces puede ocurrir, quizá te descubras pensando que no te ha llegado
nada a la mente, lo cual es un pensamiento en sí mismo.
Adquirir el hábito de observar tus pensamientos y etiquetarlos de esta
manera reduce el riesgo de identificarte automáticamente con ellos y de
quedarte atascado allí.
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Prestar atención a la mente prejuiciosa
Ya vimos que tenemos la capacidad de notar y de pensar en las cosas a
medida que ocurren. Ahora veremos cómo esto puede ser algo positivo y
negativo a la vez. Cuando notas algo, simplemente estás describiendo los
datos crudos como existen en la realidad y por eso estás siendo objetivo y no
emites juicios de valor. Por ejemplo, si me hubiese quedado mirando la
puesta de sol, hubiese notado los diferentes colores y formas que se
producían momento a momento mientras descendía. Hubiese notado y
enumerado lo que podía ver. Una característica importante de esta atención es
que está basada en el aquí y ahora; de esa manera, si le preguntaras a otra
persona que escuchó o vio exactamente en ese mismo momento,
probablemente responderá lo mismo que tú.
Por el contrario, cuando piensas aplicas la subjetividad y juzgas basándote
en experiencias pasadas, por lo tanto no te apoyas en la realidad. Por ejemplo,
cuando vi la puesta de sol, la juzgué en comparación con todos los otros
atardeceres que había presenciado en mi vida y la califiqué como una de las
mejores que había visto, lo que me condujo a buscar mi cámara. Este
pensamiento no estaba basado en la realidad, sino más bien en la biblioteca
de puestas de sol que había almacenado previamente en mi cabeza. Si lo
hubiese visto otra persona, podría tener una opinión completamente diferente
basándose en sus propias experiencias. Lo interesante es ver cómo este
primer pensamiento me condujo a otros pensamientos sobre el hecho de que
debería tomar una foto y compartirla con los demás, y luego me llevó más
lejos en el futuro hacia cómo podrían reaccionar los otros cuando vieran la
foto. Como puedes ver, con cada pensamiento me alejaba más y más de la
realidad y me estancaba más y más en mi propia mente.
Por eso es vital comprender la diferencia entre describir y juzgar cuando
se trata de responder a tu insomnio. Si estás recostado en la cama despierto y
sientes que tu corazón late fuerte, ¿qué aparece en tu mente? Para muchos
insomnes, lo primero que aparece es una valoración como: ‘Si mi corazón no
se desacelera pronto, no podré dormir o, lo que es peor, ¡tendré un ataque
cardíaco!’. Obviamente una evaluación como esa no es útil porque conduce a
una mayor liberación de adrenalina, y por lo tanto, ¡un aumento del ritmo
cardíaco! También motiva comportamientos desfavorecedores tales como
probar con estrategias de relajación para desacelerar el corazón; si esto
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fracasa puede llevar a la frustración, más adrenalina, un mayor aumento del
ritmo cardíaco y eventualmente puede conducir a un ataque de pánico.
Por el contrario, ser capaz de describir objetivamente tus experiencias
diciendo: ‘Puedo sentir que mi corazón late fuerte en mi pecho’, significa que
estás aceptando lo que se presenta en ese momento sin añadir a ello otros
juicios de valor negativos o emoción.
La paradoja es que al no intentar cambiar el ritmo acelerado de tu corazón, no
lo estás incrementando porque no liberas más adrenalina. Una parte clave de
este programa es poder responder a todas las molestias relacionadas con la
falta de sueño durante el día y la noche de esta forma consciente y objetiva.
Puede que te tome un poco de práctica, pero los efectos son mucho más
abarcadores que la mejora de tu sueño.
‘Uno de mis mayores placeres es salir a dar una larga caminata
tan a menudo como pueda y esto me brindó una fantástica
oportunidad de practicar la concientización. En el pasado,
dependiendo de mi estado mental, elegía entre marchar
decididamente hacia adelante, perdida en mis pensamientos
(generalmente negativos si estaba marchando) y en mayor o menor
medida distraída del entorno, pero contenta de estar al aire libre;
o bien caminaba sin prisa, haciendo pausas ocasionalmente para
admirar el paisaje. Ahora, estando consciente y sin importar en
qué estado de ánimo me encuentro, noto el camino por el que voy,
el sonido de mis pasos y el movimiento de mis brazos. Estoy más
consciente de la forma en que respiro y presto atención y aprecio
lo que sea que el clima le da a mi piel. Hay una sensación
aumentada de consciencia de todas las imágenes y los sonidos que
me rodean, y espero ansiosa esta meditación andante cada vez que
salgo’.
Jennifer, Londres
Prestar atención a tu respiración
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La frecuencia de nuestra respiración hace que sea un excelente anclaje para el
momento presente, y el hecho de que podamos hacerla en cualquier momento
y que es gratuita la convierte en una fantástica herramienta de la
concientización. Además, es una de las sensaciones corporales más fáciles de
observar, razón por la que los meditadores, novatos y experimentados, la
practican.
Ejercicio: Prestar atención a tu respiración
En este ejercicio vas a practicar a prestar atención a tu respiración y usarla
como un anclaje al momento presente.
• Encuentra una silla cómoda en un área tranquila y siéntate en una
posición relajada con tus ojos cerrados o mirando hacia el piso.
• Focaliza tu consciencia en tu respiración para observar las sensaciones
físicas que ocurren a medida que inspiras y expiras. Por ejemplo, quizá
notes movimientos en tu pecho o tu pared abdominal, o quizá puedas
sentir el aire que entra y sale de tu nariz. Lo único que tienes que hacer
aquí es notar lo que ocurre cuando respiras con normalidad. Apunta a
quedarte concentrado en un área que te parece la más fácil para
focalizarte. Si es útil, puedes también contar tu respiración, por
ejemplo, “Uno”, cuando inspiras y, “Dos” cuando expiras; así hasta
llegar a diez y luego comienza de nuevo desde uno.
• Resiste la necesidad de cambiar tu respiración, de respirar
profundamente o de fijarte por cuánto tiempo puedes mantenerte
focalizado en ello: no es nuestro objetivo aquí.
• Mientras prestas atención a tu respiración, quizá notes que tu mente se
distrae con otro pensamiento, imagen, sonido o memoria que acaba de
aparecer y que te distrae momentáneamente. Cuando ocurra eso,
reconoce tu distracción con un saludo amistoso como: “Hola,
pensamiento”, o “Gracias, mente”, y luego poco a poco déjalo ir,
regresando tu consciencia hacia tu respiración.
83
• Cada vez que tu mente se distraiga, tráela de vuelta. El objetivo es
cultivar una relación amable con lo que sea que se presenta en tu mente,
incluso si son pensamientos muy negativos en el medio de la noche.
¿Cuándo utilizarlo?
Mientras que la práctica se puede hacer en cualquier lugar o por el tiempo
que desees, cuando recién comienzas, encuentra tres períodos de tres
minutos en el día para realizarla: una vez a la mañana, una a mitad del día
y otra a la noche. A medida que progreses, puedes empezar a aumentar la
duración de la práctica hasta diez minutos o más por sesión, pero solo si lo
deseas. También puedes realizar esta práctica mientras estás recostado en
la cama, despierto, a la noche.
Consejos útiles
Mantente en el buen camino. Para ayudarte a que recuerdes practicar,
escribe una nota para ti mismo y pégala en algún lugar visible, o programa
una alarma en tu reloj o teléfono. También puedes descargar la aplicación
de The Sleep School que te hará recordarlo y registrará tu práctica.
No necesitas comparar. La respiración consciente te permite observar lo
que está presente en ese momento, por lo que no es necesario hacer
comparaciones entre las sesiones y no es importante. Si tu mente
comienza a juzgar tus sesiones, por ejemplo diciendo ‘Estaba mucho
mejor esta mañana’ o ‘Me va muy bien hoy porque no tengo
pensamientos’, entonces reconoce estos pensamientos agradeciéndole a tu
mente por ellos y luego regresa tu atención a tu respiración.
Echarte culpas. En los primeros intentos, es fácil encontrar que tu ‘mente
prejuiciosa’ te dice que ‘lo estás haciendo mal’ o que ‘deberías sentir más
cosas’. Si ocurre esto, es probable que en realidad lo estés haciendo bien
porque lo único que haces es prestar atención a tu respiración. No estás
tratando de respirar de manera especial para sentirte muy relajado o para
conciliar un profundo sueño.
Un lienzo en blanco. Para comenzar, quizá notes que estás tratando de
crear algún tipo de lienzo en blanco o de vaciar tu mente porque, si
84
pudieras callarla, entonces lograrías dormir. Aunque esto pueda sonar
como una buena idea, evidentemente es caer nuevamente en una trampa
de control, y a menudo fomenta más pensamientos. Lo que aspiras a hacer
es lo opuesto, es decir que quieres abrir tu mente, dejar que entre un
pensamiento, saludarlo, y luego dejarlo pasar lentamente para regresar a tu
respiración.
Dejar pasar. Las palabras ‘dejar pasar’ a menudo se pueden
malinterpretar como deshacerte de tus pensamientos. Es lo mismo que
‘dejarlo ser’, que es cuando eliges permitirles ocupar el mismo espacio
que tú, pero sin focalizarte en esos pensamientos ni luchar contra ellos.
Por esto es que digo que debes ‘dejar pasar’ y luego poco a poco regresar
tu atención a tu respiración.
Las mejores intenciones. Antes de empezar cada práctica, tómate
algunos momentos para identificar cualquier intención que pueda estar
merodeando en tu mente, por ejemplo: ‘hago esto para relajarme y así
podré dormir’, o ‘hago esto para poner mi vida nuevamente en el buen
camino’. Si existen estas intenciones en tu mente, reconócelas
amablemente y déjalas pasar focalizándote en tu respiración. Es muy fácil
para la mente prejuiciosa percibir la concientización como una
herramienta para ayudarte a dormir, pero no lo es. No hay intenciones
ocultas.
Sentimientos de pánico. Para algunas personas, el simple hecho de
pensar en focalizarse en su respiración puede hacerlas sentirse sin aliento.
Las innumerables noches en que mantuviste una respiración profunda para
poder dormir o para deshacerte de sentimientos de ansiedad ha asociado el
acto de focalizarte en tu respiración a la sensación de alerta y nerviosismo.
Si este es tu caso, entonces por ahora te sugiero que centres tu atención en
alguna otra área de tu cuerpo, como los latidos de tu corazón. Más
adelante en el libro aprenderás herramientas para acercarte a dicha
ansiedad y para poder respirar normalmente de nuevo…
Continuación del caso de estudio … Como parte de la práctica de
85
concientización de Carlos, decidí enseñarle a respirar con consciencia. Sin
embargo, en el momento que focalizó su atención en su respiración, informó
que se sentía ansioso y quería parar. Me explicó que había pasado incontables
noches manteniendo una respiración profunda con la esperanza de que eso lo
hiciera dormir; pero se sintió frustrado porque no funcionaba y algunas
noches incluso lo despertaba más. Como resultado de esto, rechazaba la idea
de usar cualquier herramienta que involucrara su respiración porque sabía que
no le funcionaría.
Al escuchar esto, le expliqué que lo que estaba experimentando era muy
común. Como resultado de utilizar la respiración profunda para obligarse a
dormir, y su consecuente falla, había desarrollado una asociación negativa
con la respiración. Le recordé que el objetivo de la concientización era
utilizar la parte de su cerebro que nota lo que está ocurriendo en el momento
presente; no se relacionaba con relajarlo o hacer que se duerma. Le aseguré
que no quería que cambiase su respiración, sino que se focalizara en el
movimiento. En el corto plazo, le pedí que centrara su atención en otro
anclaje habitual como los latidos de su corazón y que luego, con la práctica,
empiece a usar su respiración.
Prestar atención a tus sensaciones y necesidades
A cada momento, todos los días, tu cuerpo envía millones de mensajes sobre
tu nivel de bienestar en forma de emociones, sensaciones y necesidades. Ya
sea el latir de tu corazón, el tirón de tus músculos o la sensación de hambre,
cansancio, emoción o tristeza, todas son parte de la experiencia humana. Te
dan una actualización en tiempo real de lo que está ocurriendo en tu cuerpo y
te guían con respecto a cuál es la mejor manera de actuar en ese momento.
Por ejemplo, si notamos que estamos satisfechos mientras comemos, la
mayoría de nosotros paramos de comer.
Tristemente, muchos de nosotros hemos olvidado cómo escuchar a estos
sentimientos o elegimos bloquearlos con la esperanza de que desaparezcan,
para luego ver que empeoran con el tiempo. Las noches de desvelo pueden
estar llenas de sensaciones corporales, razón por la que muchos insomnes van
muy lejos para evitar aquellas que les parecen atemorizantes o incómodas.
Consumir alcohol o drogas puede ofrecer paz en el corto plazo, pero muy
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frecuentemente las sensaciones vuelven con más fuerza y gritan más fuertes
para captar tu atención. Al final puedes sentir que estás en guerra con tu
propio cuerpo. Estar dispuesto a escuchar, reconocer y hacer lugar para tus
sensaciones y necesidades en el momento, además de entender que no pueden
lastimarte, es un aspecto esencial de la concientización.
Ejercicio: Prestar atención a las sensaciones y necesidades
• Encuentra un lugar tranquilo para sentarte, recostarte o estar parado y
lentamente cierra tus ojos o dirige tu mirada hacia adelante.
Durante unos 10 a 30 segundos presta atención a la sensación de
contacto entre tu cuerpo y aquello en lo que estás sentado, recostado o
parado.
• Dirige tu consciencia hacia tu cuerpo y presta atención a las emociones,
sensaciones físicas o necesidades que existan allí. Empieza con tus
dedos y lentamente muévete hacia arriba por todo tu cuerpo (en ambos
lados) hasta que llegues a la parte superior de tu cabeza. Así que debes
dirigir tu consciencia hacia tus dedos, pies, tobillos, la parte inferior y
superior de tus piernas, pelvis, abdomen, pecho, manos, parte inferior y
superior de los brazos, cuello, y finalmente tu cabeza.
• Pasa de 10 a 30 segundos revisando cada área, prestando atención a
cualquier cosa que notes, como un tirón en un músculo, el latido de tu
corazón, la vibración de tus párpados, las mariposas en tu estómago,
una rigidez en tu pecho, sentimientos de ansiedad o frustración o la
necesidad de mover tu cuerpo, o nada. Una buena cantidad de tiempo
para hacer esto son de cinco a diez minutos, pero puedes hacerlos por
períodos más cortos o más largos.
• Esta es una hermosa oportunidad para conocer realmente tu cuerpo y
aprovechar la vida que corre por él. Presta atención a cualquier
necesidad de luchar o de evitar ciertos sentimientos que se presentan.
Estate abierto a recibir lo que notas de una manera tolerante incluso si
no te gusta o si te sientes incómodo: “Hola, corazón acelerado’, o
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‘Adelante, sentimiento de ansiedad’, o ‘Gracias, necesidad de
moverme’.
• Si algunos pensamientos desfavorecedores llegan para tratar de
convencerte de que evites experimentar ciertas sensaciones, entonces
presta atención a ellos también, dales la bienvenida y luego poco a poco
regresa tu atención al área en la que te estabas focalizando.
¿Cuando usarlo?
Esta herramienta se puede utilizar por sí sola o junto con el ejercicio de
prestar atención a tus sentidos y a tu respiración. Al principio puede ser
útil escanear tus sensaciones corporales en un entorno tranquilo, relajante
y seguro. A medida que adquieras más práctica, pueden hacerlo en
cualquier lugar donde te sientas cómodo con cerrar tus ojos. Estas
situaciones puedes fortalecer la versatilidad de tu práctica en lugar de que
solo puedas invocar la consciencia en tu casa cuando todo está calmo y en
silencio. También puede ser útil a la noche si estás despierto.
Consejos útiles
Elección del tiempo. A medida que progreses, quizá descubras que
quieres extenderlo a 10 o 20 minutos, o incluso más. Para una sesión más
extensa, prueba con recostarte en un lugar confortable, y si comienzas a
sentir sueño, abre tus ojos y mira el techo. También puedes hacer
pequeñas exploraciones del cuerpo que duren solo algunos segundos, para
que revises tus sensaciones corporales, por ejemplo al prestar atención al
latido de tu corazón mientras esperas que hierva la tetera.
Durante la noche. A mitad de la noche, cuando estás cansado, es fácil
tomarte demasiado en serio las sensaciones desagradables e
inmediatamente tratar de cambiarlas, aliviarlas o evitarlas. Abórdalas con
alegría, curiosidad e interés, y presta atención a cómo te hacen sentir y
cómo quieres reaccionar.
DATO SOBRE EL SUEÑO
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Las investigaciones han demostrado que la concientización puede ser una
herramienta efectiva para ayudar a superar el insomnio crónico. Se ha
demostrado que la práctica frecuente aumenta significativamente la
cantidad de horas de sueño, reducen el tiempo que toma dormirse y
aumenta la eficiencia del descanso, que es el porcentaje del tiempo que el
individuo pasa en la cama realmente durmiendo. También mejora los
puntajes de severidad del insomnio registrados por el paciente 4 .
Se cree que esto se debe a que la concientización ayuda a los insomnes
a reducir los niveles de híperexcitación al permitirles visualizar la
llegada de pensamientos negativos y emociones dolorosas de una manera
menos reactiva, y crea así condiciones más favorables para que emerja el
sueño natural. Las investigaciones adicionales mostraron además que 8
semanas de entrenamiento de concientización en participantes novatos
en meditación se relacionaban con cambios anatómicos en regiones del
cerebro involucradas en la regulación emocional y cognitiva 5 .
El mensaje fundamental es que la concientización no está diseñada
para hacer que duermas, sino que aumenta tu voluntad de experimentar
la molestia relacionada con no poder dormir. Cuando aceptas lo que se
presenta en el medio de la noche, es menos probable que reacciones
emocionalmente y más probable que logres dormir en el largo plazo.
La concientización en la vida diaria
Dado que a veces puedes tener una vida muy ocupada, estar consciente –o
detenerse a oler las rosas– puede dar una sensación de riqueza a las
experiencias que de otra manera se perderían. Por esta razón, la
concientización no solo te ayudará a superar el insomnio, sino que hará que
tu vida sea más rica y vibrante. Y cuando más te focalices en vivir tu vida,
mejor dormirás.
La concientización ciertamente ha beneficiado otras áreas de mi propia
vida. Cuando juego con mi hija, mi mente a veces está en otra parte,
pensando en cosas que sucedieron ese día o sobre el día siguiente. Por el
contrario, cuando juego con ella conscientemente, cada parte de mí se hace
presente. Puedo ver su felicidad, sentir el contacto con ella y escuchar todos
los cambios de su voz. También noto que ella sabe que estoy presente, ¡y no
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en el planeta Distracción! Hacer tiempo para la práctica diaria de prestar
atención es genial, pero también puedes hacerlo cuando simplemente realizas
actividades de tu vida, por ejemplo si das una caminata o comes con
consciencia.
Ejercicio: la Concientización diaria
Elige una actividad que hagas todos los días y focaliza tu atención en ella
momento a momento como si esta fuese la primera vez que lo haces. Si tu
mente se distrae, lo cual probablemente haga, simplemente regrésala y
sigue prestando atención a la actividad. Haz esto con cada tarea por
algunos días antes de elegir focalizarte en la siguiente.
¿Cuando usarlo?
En cualquier momento y cualquier lugar. Las actividades como cepillarte
los dientes, bañarte, caminar, comer y lavar los platos son buenas para
esto. Las tareas aburridas son geniales, porque a menudo es allí donde tu
mente se distrae más.
Consejos útiles
Recordatorios de práctica. Muchas actividades diarias se han vuelto tan
arraigadas que puede ser difícil siquiera recordar hacer esta práctica. Una
nota adhesiva en el espejo del baño puede ser un recordatorio útil para la
próxima vez que te laves los dientes.
Quedarte atascado. En momentos de estrés o cuando nos sentimos
deshechos, puede ser muy fácil volver al viejo hábito de estar atascado en
tu mente o de intentar hacer otras cosas al mismo tiempo. Presta atención
a que esto está ocurriendo y vuelve a focalizarte solamente en la tarea que
tienes entre manos.
‘El enfoque del insomnio de The Sleep School cambió por completo
mi perspectiva sobre el sueño. La premisa de que puedo dejar de
intentar “solucionar” mi problema y, en su lugar, aceptar mi
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insomnio puso todo de cabeza. Descubrí que es muy liberadora la
idea de que mis pensamientos son solo pensamientos y que puedo
elegir observarlos, en lugar de detenerlos. La práctica de la
concientización me ha dado acceso a una perspectiva
completamente nueva que no solo me ayudó a dormir mejor, sino
que mejoró toda mi vida.’
Denise, Vancouver, Canadá.
Utilizar las herramientas a la noche
Practicar la concientización a la noche tiene como meta ponerte en el lugar
adecuado para el sueño pero no está diseñado para hacer que duermas. Te
ayuda a ver tu lucha desfavorecedora contra el desvelo y a dejarla pasar, a
estar presente y dispuesto a experimentar lo que se presente sin juicios de
valor. Es una respuesta positiva al sueño precario porque al elegir quedarte
quieto y poco a poco prestar atención, en lugar de luchar, estás informando a
tu cerebro que el desvelo ya no es una amenaza. También te estás ahorrando
un montón de valiosa energía que te ayudará a sentirte más humano al día
siguiente.
Elegir estar consciente a la noche requiere mucho coraje y voluntad porque
significa quitarse las anteojeras y ver todos los demonios que durante tanto
tiempo trataste de evitar. Para muchos, quizá signifique elegir quedarse en la
cama en lugar de levantarse y hacer otras cosas. No obstante, como han
descubierto las personas que han realizado este programa, nunca es tan malo
como tu mente pensante lo hace parecer.
Ejercicio: Prestar atención a la noche
• Cuando te metes en la cama o si te despiertas, puede ser útil tomarte
algunos minutos para prestar atención a tu sentido del tacto. Puedes
notar qué sientes al contacto de la almohada con tu rostro, el edredón en
tus pies o el lugar donde el colchón se conecta con tu cuerpo; y si tu
mente se distrae, amablemente regrésala al momento. Nota si las
texturas son duras, blandas, suaves, ásperas, calientes o frías. El tacto es
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una buena sensación con la cual empezar, ya que no hay muchas otras
que puedas notar a la noche.
• Ahora tómate algunos minutos para observar tu respiración, como
indicamos anteriormente. Recuerda que puedes prestar atención a tu
respiración en cualquier posición, y así puedes quedarte en la cama.
• Finalmente, tómate algunos minutos para notar las sensaciones que
surgen en tu cuerpo a cada momento, como detallamos en el ‘Ejercicio:
Prestar atención a las sensaciones
y necesidades’.
¿Cuando usarlo?
Practica cada una de las herramientas de concientización mencionadas
previamente por algunos minutos al momento de ir a la cama o durante la
noche. Utiliza las herramientas como una manera positiva de abandonar
tus luchas y colocarte en el lugar adecuado para que ocurra el sueño, en
lugar de utilizarlas para poder dormir. Recuerda al durmiente normal que
toma un trago de agua, va al baño, cambia de posición y tal vez piensa en
cualquier cosa cuando se despierta antes de volver a dormirse. No pasa
horas prestando atención consciente.
Consejos útiles
Recuéstate. Los ejercicios de concientización pueden realizarse recostado
en la cama en la posición que te parezca más cómoda. Si estar recostado
se hace muy pesado, tienes la opción de pasar algunos minutos sentado o
en el borde de la cama.
Conserva la energía. Tómate tiempo para disfrutar de estar quieto y
despierto en tu cama, y busca consuelo en el hecho de que estás
conservando energía para el día siguiente.
Bien despierto. Cuando elijas estar consciente por primera vez en la
cama, quizá te sientas aún más despierto. Después de todo, estas eligiendo
compartir con los mismos demonios contra los que luchaste durante
muchos años, por lo que es natural que te sientas más alerta. Sin embargo,
con la práctica notarás que a pesar de sus esfuerzos por lucir
atemorizantes, no pueden lastimarte y pronto comenzarás a sentirte
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relajado y podrás disfrutar de tu cama nuevamente.
Seguir adelante
Esta semana aprendiste a notar lo que se presenta en tu mente y tu cuerpo a
cada momento. Ya no necesitas luchar con tu insomnio y es posible que ya
estés disfrutando de un mejor dormir. Si es así, entonces te pido que
continúes con los cinco pasos, porque hay muchas más cosas que puedes
lograr. Esto no es un remedio rápido sino una solución de por vida para el
insomnio.
Si estás experimentando lo opuesto, no te preocupes, ya que es algo muy
normal en esta etapa. La concientización tiene que ver con estar abierto a
experimentar lo que se presenta, y esto puede ser un dolor de tu pasado que
no está relacionado con tu insomnio. En esta etapa, puedes sentir que has
abierto la caja de Pandora y desearías no haberlo hecho. Es completamente
normal que te sientas abrumado y quizá incluso más alejado de un sueño
reparador que cuando empezaste. Con la práctica constante notarás que tu
relación con el desvelo se suaviza, y esto estará acompañado de una mejora
de tu sueño. En el próximo paso vas a conocer algunas herramientas
poderosas que te permitirán dar la bienvenida a cualquier dolor y sufrimiento
persistente que podría estar impidiéndote dormir, de manera que puedas estar
más cerca de lograr un sueño profundo y reparador todas las noches.
Continuación del caso de estudio … Después de algunas semanas, Carlos
informó que aunque su sueño no había mejorado dramáticamente, se sentía
más relajado que nunca con respecto a su desvelo y podía afrontar mejor el
día. Un gran cambio para él fue la cantidad de energía que tenía ahora, lo que
le atribuía al hecho de que ya no pasaba noches enteras luchando contra su
insomnio. Esto era genial porque significaba que podía empezar a disfrutar de
las cosas más importantes de su vida, como pasar tiempo de calidad con su
pareja y con sus hijos. Elegir no luchar durante la noche también le ayudó a
enviarle a su cerebro un mensaje poderoso de que el sueño ya no era una
amenaza, algo que le permitió a Carlos volver a tener un patrón de sueño
normal en un par de meses.
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ABRAZA
… todo lo que se presenta en tu cuerpo y en tu
mente
‘Alegría, depresión, mezquindad, una conciencia
momentánea llegan como una visita inesperada.
¡Dales la bienvenida y recíbelas a todas!’
Jelaluddin Rumi
En esta semana:
Descubriremos cómo abrazar todo lo que se presenta puede acercarte al
sueño natural, profundo y reparador todas las noches.
Comprenderemos por qué tu mente y tu cuerpo responden de la manera
que lo hacen al sueño precario y qué puedes hacer para evitarlo.
Conoceremos los pensamientos, emociones, sensaciones físicas y
necesidades no deseadas que surgen en respuesta a la falta de sueño
Aprenderemos cómo desenredarte de cualquier pensamiento desagradable
que tengas en la mente.
Comenzaremos a sentir, crear espacio y jugar con las emociones,
sensaciones físicas y necesidades que surgen y desaparecen de tu cuerpo en
respuesta al sueño precario.
Caso de estudio de un cliente: Mary y su mente acelerada
Mary había sufrido de insomnio por varios años cuando me visitó en la
Clínica del Sueño. Lo describió como estar constantemente atormentada por
una banda de monstruos que llegaban a su mente y su cuerpo. A la hora de
dormir, le contaban historias que decían que ella no podría conciliar el sueño,
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o que el día siguiente estaría desperdiciado. A la mañana, le decían que todos
pensaban que lucía horrible, y que su desempeño en el trabajo era malo.
Junto con estos pensamientos llegaban sentimientos igualmente
desagradables de ansiedad y tristeza, así como cansancio y nauseas. Mary
mencionó que ahora creía todo lo que los monstruos decían; y en el momento
que llegaban, se resignaba al hecho de que la noche estaría desperdiciada, de
que se vería fatal y que tendría un mal desempeño en el trabajo. Desde su
punto de vista, la única salida era deshacerse de ellos porque sabía que, en las
raras oportunidades en que no aparecían, ella lograba dormirse o se sentía
mucho mejor al día siguiente.
Abrazar lo no deseado
Esta semana quiero presentarte una manera aún más revolucionaria de
responder al insomnio, y que implica emplear el poder innato detrás de tu
respuesta de bienvenida. Vas a aprender a abrazar verbalmente todo lo que se
presenta en tu mente y en tu cuerpo durante el día y la noche, a avanzar hacia
ello, a recibirlo, suavizarlo, hacer lugar e incluso a jugar con ello.
Reconozco que escuchar que te pidan abrazar tu insomnio puede sonar un
poco demente, demasiado lejano ¡o incluso imposible! Es completamente
normal que sientas resentimiento hacia el hecho de que debas ser tú quien
retrocede o se rinde a algo que ha hecho tu vida tan difícil. Sin embargo,
confío en que si sigues leyendo, comprenderás cómo el abrazar tu insomnio
es la clave para lograr que vuelvas a dormir.
Repito, tú ya posees todas las herramientas que necesitas porque el dar la
bienvenida es una parte natural de tu vida diaria. Lo único que debes hacer es
aprender a aplicarlo a tu insomnio para que puedas continuar en tu camino
hacia un dormir de buena calidad todas las noches.
Cuando recibes a un amigo en tu casa, te mueves hacia él, estableces
contacto visual y ofreces alguna clase de gesto amistoso como un apretón de
manos, un beso o una bienvenida verbal. Estas simples acciones están
impregnadas en tu herencia evolutiva y están programadas para informarle a
tu cerebro que estás seguro. En ese momento te relajas mental y físicamente.
Tu perspectiva es más positiva, mejora tu humor y tienes la necesidad de
quedarte y disfrutar de la experiencia. Sin saberlo, tu nivel de alerta se
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reduce, algo que puede tener un profundo efecto en tu capacidad para dormir.
Tómate un momento ahora para pensar en cómo respondes a tu insomnio y
qué tipo de mensaje crees que esto le envía a tu cerebro.
Batallas nocturnas
Si eres como muchos de mis clientes, el acto de ir a dormir puede asemejarse
a ir a una batalla, una con resultados inevitables. Desafortunadamente, lo que
aportas es en general lo que obtienes, ¡y el sueño no es la excepción a la
regla! Cualquier intento de luchar, evitar, cambiar o deshacerte de la
experiencia de tu insomnio le dice a tu cerebro que estás bajo amenaza, y
dispara tu respuesta innata de supervivencia.En este momento te pones en
alerta mental y físicamente ya que tu cerebro se prepara para quedarse a
luchar o para huir. Tu mente se acelera con pensamientos, tu estado de ánimo
empeora, tus músculos se tensan, tu cuerpo se encoge y estás más despierto.
Por esta razón, la forma en que eliges responder a tu insomnio determina esta
dolencia, y solo si aprendes a abrazarla podrás reentrenar a tu cerebro para
que duerma profundamente una vez más.
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Imagen 3.1 Batallas en la habitación
Continuación del caso de estudio …Mary me pidió que le muestre cómo
desterrar los monstruos porque todo lo que había probado fracasó. Le dije que
me encantaría poder hacer que sus pensamientos y sentimientos se alejen,
pero eso no era posible y, en todo caso, ¡alimentaría aún más su fuerza y
cantidad! En su lugar, le propuse el concepto de permitir a esos monstruos
que existan y darles la bienvenida. Al hacer esto, su cerebro aprendería
instantáneamente que esos pensamientos y sentimientos no eran enemigos
que debía atacar, y que era seguro dormir. Responder de esta manera
implicaba también que esos pensamientos y sentimientos ya no eran el
espectáculo central, fastidiando su noche y su día.
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Con el tiempo Mary aprendió que aunque no podía controlar cuándo se
presentaban o lo que decían, sí podía controlar cómo responder a esos
monstruos, y la forma más favorecedora de hacerlo era darles la bienvenida.
Lo más importante, se dio cuenta de que los monstruos no necesitaban
alejarse para que ella pudiese recostarse en la cama y relajarse, conciliar el
sueño o seguir con su trabajo al día siguiente.
En la próxima sección vas a aprender una serie de herramientas únicas
diseñadas para abrazar todos los pensamientos negativos que se presentan en
la noche y en el día como respuesta a la falta de sueño. Al hacer esto, vas a
unirte a los muchos clientes que han utilizado esta respuesta de bienvenida
satisfactoriamente para calmar sus mentes aceleradas y los sentimientos de
ansiedad, y lograr un excelente dormir todas las noches.
‘Después de algunas pruebas y errores, descubrí que las técnicas
más útiles para mí eran las más simples. Así que cuando notaba
que tenía pensamientos desfavorecedores, decía: “Estoy pensando
sobre el sueño de nuevo”, o “Estoy pensando en el resto de mi
vida”. Los que eran más comunes recibían una abreviación, e
incluso los reconocía: “Tengo el pensamiento del sueño”, o “mi
pensamiento sobre el ‘para siempre’”. También les daba la
bienvenida: “Hola, pensamiento sobre el sueño. Estás aquí de
nuevo”. Con el tiempo, y con mi recuperación y mi práctica,
descubrí que ni siquiera necesito prestar tanta atención a mis
pensamientos si no quiero hacerlo. Actualmente, cuando noto que
estoy pensativa sobre algo (no necesariamente relacionado con el
sueño), una vez que tomo consciencia de ello, puedo decir: “Ah,
estoy pensando nuevamente”, y reconozco para mí misma que no
es algo real. Entonces vuelvo al momento presente de mi vida,
generalmente focalizándome en las sensaciones físicas inmediatas
que tengo y quizá en lo que puedo oír y ver.’
Alice, Londres
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Los monstruos en tu cabeza
Cuando intentas dormir, no hay nada más molesto que una mente acelerada
que evita que lo logres. Como Mary, quizá sientas que tu mente se convierte
en el hogar de una banda de pequeños monstruos que llegan desde cualquier
lado en el momento que tu cabeza toca la almohada. Decididos a mantenerte
despierto, saltan ansiosamente de intentar resolver los problemas de tu vida a
remover antiguos recuerdos, luego recorren los eventos del día y repasan
conversaciones, ¡o llenan tu cabeza con una canción pegadiza! También
pueden convertirse en analistas de catástrofes, repasando sin cesar preguntas
como: ‘¿Por qué empecé a dormir mal?’, ‘¿Cómo voy a solucionar esto?’ y
‘¿Qué pasará si no duermo?’, y todo esto te mantiene despierto.
Escuchar estos pensamientos noche tras noche, puede ser difícil no creer
que son ciertos. Tal como cuando te dejas llevar por un buen libro, una
película o al soñar despierto, estás atrapado en una especie de trance dentro
de tu propia mente. ¡La única diferencia es que las historias en tu cabeza
generalmente no se pueden dejar ni apagar con tanta facilidad!
En ese momento, quizá sientas que la única opción disponible para ti es
luchar, evitar o tratar de cambiar tus pensamientos; pero si lo haces, ellos
volverán con más fuerza y en mayores números. Por eso, darles la bienvenida
puede tener el efecto contrario, pero antes de aprender a hacerlo, debes
entender por qué tu mente piensa de esta manera en primer lugar. En realidad,
aunque cueste creerlo, ¡tu mente está tratando de protegerte!
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Imagen 3.2 Los monstruos en tu cabeza
Nuestra respuesta de supervivencia
En términos evolutivos, es más probable que sobrevivas si tu mente está
constantemente activa y siempre intenta predecir lo que podría salir mal. Esto
explica por qué la mayor parte de los más de cincuenta mil pensamientos que
aparecen en tu mente por día tienen una carga negativa. Tu cerebro monitorea
permanentemente lo que ocurre en el momento presente y lo relaciona con
información de tu pasado que podría ser similar y útil para el futuro.
Probablemente has experimentado esto cuando oíste una canción llena de
significado en la radio y te transportaste al momento en que la escuchaste por
primera vez. Es lo que genera en mí el olor al pasto recién cortado: me lleva a
los calurosos días de verano que pasé jugando en el jardín cuando era niño.
Desde la perspectiva de supervivencia, este fue un proceso muy efectivo,
ya que logró utilizar experiencias pasadas para predecir potenciales amenazas
en el futuro. Esto explica por qué cuando te encuentras con algo relacionado
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al sueño, ya sea el acto de ir a la cama, estar despierto a la noche, sentirte
ansioso o incluso al leer un artículo del periódico sobre el sueño, tu cerebro
no puede evitar volver a tus propios recuerdos del desvelo y extrapolarlos en
consecuencia.
También explica por qué si estás despierto por la noche, tu mente puede
llenarse de recuerdos de tu sueño precario en el pasado y de predicciones
catastróficas de desvelo en el futuro. Generalmente empiezan con la pregunta
genérica de ‘¿Por qué estoy despierto?’, a la que luego le siguen
pensamientos como: ‘¿Qué puedo hacer para volver a dormir?’, ‘¿Debería
tomar una pastilla?’, o ‘¿Debería levantarme y hacer algo?’. Si tus acciones
parecen no funcionar, entonces comienzan a aparecer pensamientos como:
‘Parece que no está funcionando’, ‘¿Cuántas horas me quedan?’ o ‘¿Qué me
pasa?’.
A medida que pasa el tiempo, tus pensamientos empiezan a predecir el
futuro, con frases como ‘No podré afrontar el día de mañana’, o ‘Me veré
horrible’. Si el sueño precario continúa, es normal que tu mente busque
formas de terminar con tu dolor y sufrimiento; en las personas que sufren de
insomnio a largo plazo, pueden aparecer pensamientos de suicidio.
DATO SOBRE EL SUEÑO
Desafiar los pensamientos es un enfoque ampliamente utilizado para
combatir los pensamientos negativos. Por ejemplo, si al ir a dormir notas
que aparece la idea de ‘No voy a poder dormir esta noche’, puedes elegir
desafiar su validez basada en experiencias previas y reemplazarla con un
pensamiento más positivo, como: ‘He tenido algunas noches buenas esta
semana y por eso existe la posibilidad de que duerma bien esta noche’. A
primera vista, darles a tus pensamientos una perspectiva más racional y
equilibrada tiene sentido y debería ayudarte a aquietar los niveles de
ansiedad en aumento, además de fomentar un mejor dormir. Sin
embargo, en mi trabajo he notado que esto no siempre ocurre.
Una de las dificultades principales es que la mayoría de las personas
simplemente no creen en las afirmaciones racionales que se dicen a sí
mismas, especialmente a mitad de la noche. Muchos sienten que el
proceso es como un tira y afloja interminable en el que sus mentes crean
102
un pensamiento y luego ellos lo desafían; y así están constantemente
tirando y empujando.
Otro problema potencial es el hecho de que desafiar los pensamientos
le otorga un nivel de importancia poco saludable a algo que, en su nivel
más básico, es solamente un poco de ruido en tu cabeza. El acto de
desafiarlo glorifica o sensacionaliza desfavorablemente al pensamiento
negativo, en lugar de simplemente aceptarlo como es. Además, la
mayoría de los insomnes se quejan de que ya tienen demasiados
pensamientos en su cabeza y que desafiarlos solamente los conduce a
tener un número aún mayor.
Otro inconveniente es que desafiar los pensamientos a menudo utiliza
experiencias pasadas para predecir el futuro de una manera positiva.
Por ejemplo: ‘He tenido dos buenas noches de cuatro, así que hay una
posibilidad de que duerma bien hoy nuevamente’. Aunque puede ser útil
tener consciencia de todo historial de sueño positivo, por ejemplo, como
el hecho de que lograste dormir un poco, en última instancia no puedes
predecir el futuro, y hacerlo quizá sea peligroso. Podrías sentirte molesto
cuando tus predicciones no resulten de la manera que tú querías, y por
eso sientas que estás de nuevo en el primer casillero. Al final, es vital
recordar que el pasado quedó atrás, y que el futuro todavía no ocurrió.
Focalízate en lo que aparezca en el momento presente, elige por qué
pensamientos dejarte llevar, y deja pasar los que no quieras.
Tratar de suprimir tus pensamientos es igualmente problemático; las
investigaciones demuestran que esto puede alimentar los pensamientos
que estás tratando de evitar, así como la respuesta emocional que está
conectada a ellos 6 .
Abrazar tus pensamientos no deseados
Cuando das la bienvenida a tus pensamientos, puedes mirarlos y ponerlos en
contexto. Respetas el hecho de que son un producto de tu mente, pero tienes
la claridad mental para no tomarlos como una verdad literal. Ya no necesitas
luchar para deshacerte de ellos o cambiarlos por algo más positivo, sino que
los aceptas como segundos de ruido o trozos de objetos que simplemente han
llegado a tu mente en este momento. Lo más importante, abrazar estos
103
pensamientos te permite responder de una manera que no alimenta un
aumento de ellos o del desvelo.
Para poder abrazar tus pensamientos no deseados, primero es útil conocer
lo que se presenta. Este puede ser un proceso sencillo, ya que los ves llegar
todos los días, pero si has pasado por años de repetición, puede ser algo
automático y tú solo sabes que han llegado porque de repente te sientes
ansioso o aumenta tu ritmo cardíaco.
Esta es una lista de algunos de los pensamientos comunes que los
pacientes informan tener acerca de su insomnio y el efecto de este mal en sus
vidas. A cada uno le he dado un nombre o etiqueta descriptiva simplificada.
Puede ser una manera rápida de referirte a ellos, que usarás más tarde. Por
ahora, fíjate e identifica cuales suenan similares a los tuyos y comienza a
hacer una lista de tus propios pensamientos; otórgales también un nombre
corto.
Piensa en las historias, los comentarios, el menosprecio y más que te
repites a ti mismo durante la noche y el día. Si la mayoría de tus
pensamientos son imágenes, entonces intenta dibujar las escenas o describe
cómo lucen.
Podrías intentar escribir tus pensamientos en un papel para ayudar a
sacarlos de tu cabeza y crear una separación física entre tú y ellos. Escribe
solo durante el día ya que los durmientes normales no hacen largas listas de
sus pensamientos a la noche. Una vez que tengas la lista, quizá sea útil para ti
mantenerla cerca, para recordarte que eres un ser separado de ella.
Nombre del
Pensamiento
Dormir
Afrontar
Solucionarlo
Medicación
¿Por qué?
¿Qué pasa si…?
pensamiento
No dormiré esta noche
Si no duermo esta noche, no podré afrontar el día de
mañana
¿Qué puedo hacer para solucionar mi falta de sueño?
¿Debería tomar otra pastilla?
¿Por qué me pasa esto a mí?
¿Qué pasa si tampoco puedo dormir mañana a la
104
Fracaso
Intimidar
Juzgarte
Salud
Hora
Soledad
Celos
Soporte
Ruido
Compartir la cama
Cansancio
Función
Apariencia
Sentir
Trabajo
Otras personas
Relajación
Resignación
Sabotaje
Depresión
Ansiedad
Corazón acelerado
Relación
noche?
Soy un fracaso porque no puedo dormir
Tengo que dejar de ser tan patético y resolver mi
situación
¿Por qué me estoy haciendo esto?
Esto debe estar afectando seriamente mi salud
¿Cuánto tiempo me queda para dormir?
Soy la única persona que no puede dormir
No es justo, ¿por qué ellos pueden dormir y yo no?
Si no uso mis tapones para oídos no podré dormir
Si él empieza a roncar entonces no podré dormir
No podré dormir si comparto la cama
Si no me duermo pronto, mañana estaré destruido
Si no me duermo, no podré tener mi mejor
desempeño
Mañana luciré fatal
Mañana me sentiré miserable
Ya no puedo hacer mi trabajo
Todos van a pensar que estoy usando drogas
Tengo que estar relajado para poder dormir
Nunca más podré dormir adecuadamente
¿Qué pasa si regresa el sueño precario?
Me voy a deprimir
Si me siento ansioso no podré dormir
Si mi corazón late más fuerte tendré un ataque
cardíaco
Esto está afectando mis relaciones
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Enfoque
Vida
Este enfoque no funcionará en mi caso
Esto está evitando que viva mi vida
Continuación del caso de estudio …Para explicarle a Mary cómo había
añadido significado a los pensamientos de sus monstruos, usé una metáfora
común de la ACT conocida como ‘Leche, leche, leche’. Para esto le pedí que
pensara en la palabra ‘leche’ y que describiera lo que venía a su mente: que
era fría, blanca, cremosa, que provenía de las vacas y que se vendía en
envases de cartón. Le expliqué que estas eran asociaciones que ella había
desarrollado con el tiempo en conexión con esta palabra, y que para otros
sería diferente. Entonces le pedí que repitiera velozmente la palabra en voz
alta por un minuto y que notara lo que sucedía. Ella me indicó que la palabra
perdió su significado y que al final se convirtió en un ruido extraño que no
guardaba ningún parecido con las asociaciones originales. Se sorprendió al
ver cómo una creencia de tan larga data podía convertirse en nada más que
ruidos, y empezó a darse cuenta de que tal vez no necesitaba deshacerse de
sus monstruos después de todo.
Ejercicio: Abrazar tus pensamientos
A continuación encontrarás algunas maneras diferentes de practicar a
abrazar tus pensamientos:
Dar la bienvenida. Cuando notes que un pensamiento negativo llega a tu
mente, salúdalo de una manera amable: ‘Bienvenido’, ‘Entra’ o ‘¡Qué
bueno verte!’. Si se trata de una visita habitual, reconoce esto diciendo:
‘Tú otra vez’, o ‘Que bueno verte de nuevo’. Luego regresa tu atención a
lo que estabas haciendo antes de la llegada del pensamiento (por ejemplo,
estar recostado en la cama).
Describir. Si la idea de abrazarlos es demasiado, puedes reconocer a tus
invitados de una manera neutral. Cuando lleguen, caracterízalos con una
oración descriptiva como: ‘Estoy teniendo el pensamiento que dice que si
no duermo, no podré afrontar el día’. Por otra parte, puedes describir lo
106
que hace tu mente, por ejemplo: ‘Mi mente está balbuceando de nuevo’, o
‘Esta historia ya la había escuchado antes’. Hacer esto crea una distancia
muy necesaria entre tú y tus pensamientos.
Agradecer. Otra manera simple, efectiva y compasiva de desenredarte de
tus pensamientos es decir: ‘Gracias, mente, por este pensamiento’. Esto te
separa de ellos y le dice a tu cerebro que estás a salvo.
Nombrar. A medida que te familiarices más con tus pensamientos,
puedes empezar a usar sus nombres cortos y tener un enfoque más
juguetón, por ejemplo: ‘Acabo de meterme en la cama y han aparecido los
pensamientos clásicos de Dormir, Pastilla, Afrontar y Apariencia; ¡y veo
que también han traído a Ansiedad y Frustración a visitarme! Bienvenidos
a todos’.
Jugar con tus pensamientos. Algunos pensamientos van a sonar muy
convincentes y por eso será difícil desenredarte de ellos, especialmente a
la noche. En este caso, puedes cantarles (por ejemplo, ‘Feliz cumpleaños’)
o usar una voz cómica (por ejemplo, la de Homero Simpson), ya sea
mentalmente o en voz alta. Esto puede hacer que suene un poco tonto y
menos creíble. O puedes tratar de cambiar el ritmo o el tono de tus
pensamientos. Cualquier cosa que distorsione la manera en que suenan los
pensamientos en tu cabeza puede ser suficiente para romper las
asociaciones que te mantienen enredado en ellos.
¿Cuando usarlo?
Practica abrazar tus pensamientos durante el día y la noche. Cuanta más
práctica puedas hacer durante el día, más fácil será ignorar los
pensamientos nocturnos.
Consejos útiles
La meta. Abrazar tus pensamientos no se trata de deshacerte de ellos o
cambiar su contenido, sino de desenredarte de ellos. Puedes dejar de
tenerlos dentro de tu conciencia al regresar tu atención a lo que sea que
estabas haciendo. A la noche, esto puede ser quedarte quieto y relajado en
la cama, y notar con atención el contacto de la almohada en tu rostro.
107
Imágenes. Si tus pensamientos tienden a ser mayormente imágenes, tal
como verte a ti mismo recostado toda la noche y con pánico, o sin poder
afrontar el día siguiente en el trabajo, entonces jugar con la calidad
funcional de las imágenes también sirve para romper las asociaciones ya
formadas. Por ejemplo, intenta ponerlas en una pantalla de cine o cambiar
su tamaño, color, forma y velocidad a medida que pasan por tu mente.
Crear distancia. Quizá notes que al caracterizar los pensamientos con
una breve oración descriptiva, creas una distancia entre tú y ellos.
También actúa para desacelerar el pensamiento, lo que te permite acceder
a la parte racional de tu cerebro que sabe que es tu elección si te dejas
llevar por él o no.
En la siguiente sección, vas a conocer herramientas para dar la bienvenida a
todas las emociones, sensaciones físicas y necesidades no deseadas que se
presentan en la noche y el día como respuesta a la falta de sueño.
Temer al sentimiento
Tus reacciones emocionales y sensaciones físicas son un mecanismo de
supervivencia evolutivo que te prepara para huir del peligro o moverte hacia
un lugar seguro. Pueden tener una corta duración y ser intensas, como la
necesidad de correr cuando alguien salta y te asusta o el sentimiento de
calidez cuando te reúnes con un viejo amigo. También pueden ser de larga
duración, como lo que se experimenta al estar enamorado y en el duelo. Las
personas experimentamos la fluctuación de estas sensaciones a medida que
responden a los eventos de la vida las 24 horas del día. Esto explica cómo
puedes pasar de estar feliz y exultante a ansioso y enojado en cuestión de
segundos. Solo requiere de la llegada de alguna noticia triste o incluso que un
pensamiento depresivo aparezca en tu mente para cambiar por completo tu
escenario emocional y físico. Ellos son producto de reacciones químicas que
ocurren en tu cerebro y en tu cuerpo; y que están fuera de tu control. No
obstante, esta falta de control es mutua porque aunque pueden hacer que te
inclines por actuar de cierta manera, estas sensaciones no controlan cómo te
comportes eventualmente. Por ejemplo, si vas a una entrevista, quizá te
108
sientas asustado y tengas la necesidad de salir corriendo, pero tú decides si lo
haces o no.
La conexión entre el sueño deficiente y el poder regular nuestras
emociones ha llegado ncluso a nuestros dichos diarios. Esta es la razón por la
que decimos bromeando: ‘Parece que alguien se levantó con el pie izquierdo
hoy’, cuando alguien está de mal humor, o decimos que un niño está ‘muerto
de sueño’ si empieza a actuar emocionalmente o se molesta con facilidad.
El insomnio afecta la manera en que te sientes tanto
emocional como físicamente, y también afecta tu
comportamiento.
Con respecto al insomnio, la variedad de reacciones emocionales y
respuestas físicas que puedes experimentar es amplia e individual. Si mi
sueño se interrumpe incluso una sola noche, al día siguiente mi cuerpo y mi
mente experimentan una multitud de arribos. Sentimientos de irritación,
molestia y mal humor, además de hambre, deseos de ingerir azúcar y
cansancio son otros de los que se presentan. Para algunas personas, esto hace
que se sientan tristes, hiperactivas, inquietas y ansiosas.
La llegada más común es la del sentimiento de ansiedad, o de un nudo en
el estómago, cuando te das cuenta de que casi es la hora de ir a la cama. Al ir
hacia la habitación, quizá empieces a notar que tu ritmo cardíaco o
respiratorio se aceleran, especialmente si no puedes conciliar el sueño en
poco tiempo. A menudo esto te lleva a sentir frustración, indefensión o
resignación, especialmente si ocurre con frecuencia. En ese momento te
sientes abrumado por la necesidad de dar vueltas o de levantarte y hacer otra
cosa en lugar de quedarte recostado en la cama despierto.
109
Imagen 3.3 Abrazar tus pensamientos no deseados
A medida que transcurre el tiempo, puede presentarse el enojo y estar
dirigido hacia cualquier persona o cosa. Tu pareja, la almohada, los vecinos
ruidosos o tus colegas en el trabajo pueden llevarse la peor parte de tu furia
alimentada por el cansancio. También es muy común que te sientas celoso,
especialmente si compartes la cama con alguien que se queda dormido en el
momento que su cabeza toca la almohada. Con el tiempo, pueden aparecer
sentimientos de tristeza, desesperanza, soledad y depresión, y quitarte el
placer por la vida. Para algunas personas, esos sentimientos pueden ser la
punta del iceberg y, si se lo permiten, quizá traigan a la superficie emociones
más profundas y oscuras relacionadas a experiencias pasadas.
En mi caso, algunas noches de sueño precario pueden traer al presente
temores al fracaso del pasado con tal fuerza que siento que jamás se han ido.
Para otros, abre la puerta a viejos sentimientos de depresión, rechazo,
ansiedad y culpa, por nombrar algunos. De esta manera, el desvelo tiene el
poder de reconectarte con tu pasado emocional no deseado, y por eso tiene
sentido que desees hacer todo lo posible por deshacerte de ese mal. Sin
110
embargo, igual que con tus pensamientos, tienes poco control sobre la manera
en que te sientes y tratar de controlar esos sentimientos a menudo los
empeora. Por el contrario, aprender a darles la bienvenida ofrece una manera
poderosa de reprogramar tu termostato emocional, lo que te permite dormir
profundamente a la noche.
111
DATO SOBRE EL SUEÑO
Una investigación reciente logró identificar la conexión entre el
cansancio y la regulación emocional. Parece que la privación del sueño
inhibe tu capacidad para regular tu estado de ánimo o afrontar los
desafíos emocionales diarios. Efectivamente, uno regresa a un estado más
primitivo en el cual la amígdala funciona de forma exagerada y exacerba
las respuestas emocionales más allá del nivel requerido para la
situación 7 . Esto podría explicar por qué muchos de mis clientes informan
que experimentan tales respuestas emocionales excesivas en la mitad de
la noche o al día siguiente, y que los eventos más insignificantes
desencadenan una cascada de lágrimas o actos de agresión. También se
ha demostrado que el cansancio afecta el procesamiento de tus
recuerdos, y las investigaciones sugieren que para los individuos que
padecen privación del sueño es más fácil recordar eventos desagradables
que otros más felices 8 .
La incapacidad de regular el propio sistema emocional puede explicar
también por qué el sueño precario a menudo está acompañado de
trastornos psicológicos adicionales, como la ansiedad y la depresión.
Tradicionalmente, el insomnio ha sido visto como un síntoma de la
depresión; por esta razón, a muchos de mis clientes aún les siguen
diciendo que están deprimidos y les dan tratamientos para este mal en
lugar de tratar su insomnio. Sin embargo, las investigaciones muestran
que el insomnio puede ser tanto un síntoma como una causa de la
depresión 9 .
Esto tiene sentido porque si no logras dormir, tu estado anímico decae y
es más probable que te sientas deprimido. También explica por qué
muchos de mis clientes indican que si consiguen pasar una buena noche,
su ánimo se eleva significativamente.
Aprender a mirar conscientemente y a abrazar tus emociones y
sensaciones, y a desenredarte de ellas en el medio de la noche o al día
siguiente es, por estas razones, una manera de atender el desequilibrio
relativo que crea la pérdida del sueño.
112
Continuación del caso de estudio …Después de un mes de práctica, Mary
mencionó que cuando iba a la cama, ahora se imaginaba que era la directora
de una escuela primaria y que los alumnos eran sus monstruos. Describió
cómo tomaba un registro de la clase para ver quién estaba presente cada
noche y era algo asombrosamente útil porque al hacer esto, ya no tenía miedo
a los monstruos y en realidad estaba ansiosa por ver quién se presentaba. Le
sorprendió descubrir que aunque no estaba tratando de deshacerse de ellos, el
número de asistentes había disminuido desde el comienzo de la práctica. No
obstante, sí notó que si había algo al día siguiente que requería que ella
estuviese en buen estado, la clase se volvía a llenar. Pero esta vez ella estaba
dispuesta a registrarlos en su así llamada ‘escuela nocturna’ y reconoció que
incluso podía dormir con el aula llena. Después de un tiempo decidió
abandonar la descripción de ‘monstruos’, porque ya no los veía de esta
manera.
Abrazar tus reacciones emocionales, sensaciones físicas y
necesidades no deseadas
Al igual que con tus pensamientos, el primer paso para desenredarte de tus
reacciones emocionales y sensaciones es familiarizarte con ellas. Una de las
emociones más comunes que aparece a la noche y en el día es la ansiedad,
que frecuentemente se manifiesta como un corazón acelerado, algo que puede
instar a mis clientes a hacer relajación. De la misma manera, si sientes temor,
quizá experimentes tensión muscular y tengas la necesidad de tomar pastillas.
Si experimentas desesperación podrías tener tensión en el pecho y sentir la
necesidad de tomar alcohol. O si estás aburrido, la agitación desencadenada
podría animarte a levantarte y hacer algo.
Ahora piensa en el insomnio y comienza a hacer tu propia lista. Por
ejemplo, podrías escribir: ‘Solitario – nudo en el estómago – despertar a mi
pareja’, o ‘Frustración – adrenalina – gritar fuerte’. Añade libremente alguna
que yo no haya mencionado: es el momento para que tú conozcas tu
insomnio. A medida que lo haces, quizá empieces a sentirte un poco
incómodo, asustado, e incluso puede que tengas la necesidad de huir. Esto es
perfectamente normal. Probablemente sentiste algo similar en tu primer día
de clases o cuando comenzaste en un nuevo trabajo. Si ocurre, tómate un
113
momento para reconocer qué evento se presenta en tu cuerpo en el momento,
ofrécele una bienvenida amigable y sigue con tu tarea. Es importante recordar
que aunque no puedas controlar qué emociones y sensaciones aparecen a la
noche, siempre puedes elegir cómo responder a ellas. En la próxima sección
vas a aprender qué técnicas usar en tu camino para convertirte de nuevo en un
buen durmiente.
Ejercicio: Abraza tus reacciones emocionales, sensaciones físicas y
necesidades
Estas son algunas maneras de abrazar las emociones, sensaciones físicas y
necesidades no deseadas que se presentan a la noche o durante el día.
Recepción y bienvenida. Tal como hiciste con tus pensamientos no
deseados, cuando notes la llegada de cualquier emoción, sensación física o
necesidad, ofréceles una bienvenida amigable, algo como: ‘Hola
frustración, que bueno verte esta noche’, o ‘Saludos, necesidad de tomar
una pastilla’, o ‘Bienvenido, cansancio. Veo que decidiste acompañarme
hoy’. Estar alegre de esta manera evita que te quedes atrapado
desfavorablemente en estas emociones y que las amplifiques aún más.
Describe. Tómate un momento para describir sin juzgar todas las
emociones, sensaciones físicas y necesidades que ocurren en tu cuerpo.
Imagina que son objetos dentro de ti y que estas ‘observándolos’. Para
ayudarte a ser objetivo, revisa tu cuerpo y responde las siguientes
preguntas a medida que avances:
•
•
•
•
¿Qué emociones se presentan? Por ejemplo, ‘Siento ansiedad y pánico’.
¿Qué sensaciones físicas se presentan? Por ejemplo, ‘Siento que mi
corazón late y tengo un nudo en el estómago’.
¿En qué parte de tu cuerpo las sientes más fuertes y más suaves? Por
ejemplo, ‘Son más fuertes en el fondo de mi estómago y más débiles en
mis dedos’. ’
¿Están en la superficie o dentro de ti? Por ejemplo, ‘Están profundo en
el centro de mi panza’.
114
•
•
•
¿Qué están haciendo? Por ejemplo, ‘Están dando vueltas muy rápido’.
¿Tienen alguna forma o color? Por ejemplo, ‘Lucen como una bola de
sogas grande, apretada y enredada que está prendida fuego’
¿Tienen peso, textura o temperatura? Por ejemplo, ‘Siento que son muy
pesadas, ásperas y calientes’.
Crea espacio. Permite que tus emociones, sensaciones físicas y
necesidades existan dentro de ti al crear un espacio para que vivan. Toma
tus respuestas a las preguntas anteriores (por ejemplo, ‘Lucen como una
bola de sogas grande, apretada y enredada que está prendida fuego’),
utiliza tu imaginación para crear un espacio de grandes dimensiones (tan
grande como quieras) a su alrededor y dentro de ti. Permite que se muevan
libremente y que floten en ese espacio. Si lo deseas, puedes llevar tu
respiración hacia ese espacio para ayudar a crear ese sentimiento de
apertura y de libertad, y para suavizar tu relación con ellas. Tómate un
tiempo para observarlas mientras se mueven en ese espacio y presta
atención a qué sientes al dejar que existan dentro de ti, en lugar de luchar
constantemente para expulsarlas.
Juega. Una vez que estás familiarizado con esas sensaciones y que puedes
ver que son algo separado de ti, puedes empezar a jugar con ellas en tu
mente. Tómate un momento para darles una apariencia física. Imagina que
estás sentado entre el público en el teatro y las ves a medida que salen una
a una al escenario. Vístelas con ropas divertidas y hazlas actuar según sus
personajes, por ejemplo, un toro enojado que embiste partes del escenario
y sale vapor de sus orejas.
Flotar. Tómate un momento para flotar con tus necesidades a medida que
aparecen y desaparecen durante la noche y el día. Recorre cada detalle de
tu experiencia en tu mente y sé lo más objetivo posible, por ejemplo:
‘Siento la necesidad de levantarme y tomar otra pastilla’, ‘Mi mente está
llena de pensamientos sobre la “pastilla”’, ‘Mi cuerpo se está poniendo
tenso’ o ‘Siento que aumenta el nivel de ansiedad en mi cuerpo’. Fíjate
que a pesar de no sentirte muy bien, puedes fluctuar con estas necesidades
y experiencias, y elegir cómo quieres comportarte en lugar de ser
consumido por ellas.
115
¿Cuando usarlo?
Puedes practicar a abrazar tus emociones, sensaciones físicas y
necesidades en cualquier momento que se presenten, durante el día o la
noche. Si solo aparecen por la noche, entonces puedes empezar a practicar
durante el día recordando una noche de sueño precario reciente y dando la
bienvenida a todas las sensaciones a medida que llegan a tu memoria.
Imagen 3.4 Jugar con tus emociones, sensaciones y necesidades
Consejos útiles
Experimenta tus sentimientos. El objetivo de esta herramienta es sentir
tus emociones, sensaciones físicas y necesidades por lo que realmente son,
en lugar de temerles por algo que no son. Esto reduce la probabilidad de
amplificarlas más y te permite volver a estar en la cama despierto, y que
116
puedas conciliar el sueño lo antes posible. Dicho esto, esta herramienta no
está diseñada para eliminar, reducir ni cambiar estas emociones en
ninguna manera; pero esto puede suceder cuando te abres a
experimentarlas. Si tus sensaciones desaparecen rápidamente, entonces
que así sea, pero recuerda que este no es el propósito de la herramienta; y
si la usas con esa intención en el futuro, puede que no tenga el mismo
resultado.
Más fuerte a la noche. La mayoría de los clientes informan que las
sensaciones son más fuertes cuando están yendo a la cama o en el medio
de la noche. Si este es el caso, puede ser útil practicar el ejercicio durante
el día para prepararte para convivir con tus sensaciones a la noche. A
menudo estas recrudecen a la noche simplemente porque no hay
distracciones como en el día.
Abraza los pensamientos. Mientras usas esta herramienta, es común que
tu mente pensante envíe una corriente constante de pensamientos
preocupantes como: ‘Esto es horrible’ o ‘¿Qué puedo hacer para que se
aleje?’. Darle la bienvenida a esos pensamientos te ayudará a mantenerte
encaminado en lugar de volver a las soluciones rápidas.
Eficiencia de la energía. Presta atención a cuánta energía estás poniendo
en tratar de eliminar tus sensaciones no deseadas en lugar de simplemente
dejar que existan. Quizá descubras que has estado gastando el 100 por
ciento de tu energía sin saberlo.
Describir versus evaluar. A medida que realizas este ejercicio, es muy
fácil sentirte abrumado y pasar de describir a evaluar. Por favor nota que
‘describir’ significa ‘hacer un recuento objetivo y sin juicios de valor de lo
que está sucediendo en el momento’. Por ejemplo: ‘Tengo la sensación de
que mi corazón late fuerte en mi pecho’. Mientras ‘evaluar’ significa ‘dar
una opinión subjetiva y valorativa de tus experiencias’. Por ejemplo: ‘¡Mi
corazón late tan fuerte que creo que tendré un ataque cardíaco!’. Aprender
a describir tus experiencias conscientemente de esta manera te ayuda a ver
las sensaciones según lo que son y a darte cuenta de que aunque pueden
ser incómodas, en realidad no pueden lastimarte. Al mirar tus emociones y
117
sensaciones, puede ser útil recordarte a ti mismo de este hecho con esta
pregunta: ‘¿Me están lastimando, o son incómodas?’.
Disparadores. Es común que muchas sensaciones emocionales y físicas
ocurran como respuesta a un disparador específico como ir hacia la
habitación, recostarte en la almohada, despertarte a mitad de la noche o
saber que tienes que levantarte temprano para una reunión. Conocer esos
disparadores quizá te permita estar atentamente preparado y dispuesto a
experimentar lo que se presente.
Lleno hasta el borde. A veces cuando creas un espacio, los objetos que
imaginas pueden crecer y llenar ese lugar. Si ocurre esto, entonces
obsérvalo amablemente con curiosidad e interés. Si lo deseas, puedes
aumentar el tamaño del espacio con tu imaginación.
La necesidad de bloquearlo. Si sientes la necesidad de bloquear el objeto
o tu mente pensante te ordena constantemente que te deshagas de él,
simplemente agradece a tu cuerpo por la necesidad y a tu mente por los
pensamientos, y vuelve a crear el espacio. El acto de permitir que exista
ese espacio para las sensaciones muestra que estás dispuesto a
experimentarlas y que ya no les temes.
Experimenta jugando. Otorgarle a tus emociones y sensaciones físicas
personajes alegres ayuda a objetivarlas y así aumenta tu voluntad para
acercarte y experimentarlas. Por favor ten en cuenta que esto no está
diseñado para ocultarlas o evitarlas de ninguna manera.
DATO SOBRE EL SUEÑO
Discutir nuestros problemas con otros ha sido el antídoto para el
sufrimiento humano desde el principio de los tiempos. Ya sea hablar con
otros miembros de tu clan, charlar con un amigo mientras toma café o
incluso contarle tus infortunios a una muñeca guatemalteca quitapenas,
parecería que un problema compartido es un problema dividido a la
mitad. No obstante, hace poco tiempo que logramos desbloquear el poder
118
terapéutico que se obtiene al describir nuestros sentimientos.
Las investigaciones recientes demuestran que cuando puedes describir
tus emociones, reduces la respuesta de tu amígdala y del sistema límbico,
las áreas de tu cerebro que producen el malestar emocional 10 . El acto de
describir activa la parte racional de tu cerebro conocida como corteza
prefrontal, que luego evalúa si la respuesta emocional actual es útil o no
y la controla según corresponda.
Esto sugiere que aprender a desactivar tus pensamientos, emociones y
sensaciones físicas mediante la descripción objetiva mental o en voz alta
puede ser similar al poder terapéutico que viene de discutir tus
problemas con un buen amigo o con un terapeuta. Elegir usar esas
técnicas en tiempos de mucho estrés, como cuando vas a la cama, te
despiertas en mitad de la noche o al día siguiente, puede así permitirte
responder al sueño precario de la manera más favorable.
Continuación del caso de estudio …Algo con lo que Mary luchaba mucho
era el cansancio durante el día. ella describió que algunos días se sentía tan
destrozada y cansada que no podía concentrarse en el trabajo y olvidaba
cosas constantemente. Se cuestionaba si realmente tenía que aceptar esos
sentimientos tan horribles para poder dormir adecuadamente, y si alguna vez
volvería a sentirse normal. Le expliqué que aunque no dormir puede hacer
que se sienta horrible al día siguiente, luchar contra ello solo empeoraba los
sentimientos. Le recordé la metáfora del juego del tire y afloje y que cuanto
más tirara contra su insomnio, con más fuerza tiraría su trastorno. Lo más
importante, era que también alimentaría su nivel de desvelo nocturno, porque
pasaría toda la noche pensando en lo mal que se sentiría al día siguiente. Le
pedí que conociera sus sensaciones diarias de la misma manera que lo había
hecho a la noche.
Algunas semanas después Mary informó que cuando notaba una
sensación, le ofrecía un saludo amistoso como: ‘Hola, cansancio’ o ‘Gracias
por presentarte hoy, molido’. Ella describió que cuando eran muy fuertes, se
los imaginaba uno por uno pasando por una cinta transportadora, como los
premios en uno de esos viejos programas de juegos que solía mirar. A medida
que llegaba cada uno, ella gritaba su nombre y en realidad empezó a esperar
ver quién se presentaba a continuación. Le sorprendió que con solo notar el
119
‘cansancio’ en lugar de luchar contra él, evitó amplificarlo. También informó
que desde que adoptó este enfoque, ya no se preocupa por cómo se sentirá si
no duerme, lo cual significa que duerme bien la mayor parte del tiempo.
Además, incluso si tiene una noche de mal dormir, dice que simplemente
sigue con su día lo mejor que puede y permite que el cansancio la acompañe.
120
121
CREA
… tu nuevo patrón de sueño
‘Dormir no es un arte menor: se necesita, para ello,
estar desvelado el día entero’
Friedrich Nietzsche
Esta semana:
Aprenderemos qué significa dormir normalmente, las necesidades de tu
cuerpo y cuándo es el mejor momento para dormir.
Descubriremos que el sueño está conformado por distintas etapas que se
repiten y cambian cíclicamente a lo largo de la noche.
Comprenderemos que tan importante es regular tu sueño cuando
construyes un patrón de sueño nuevo y duradero que se complementa con
el resto de tu vida.
Aprenderemos qué hacen los durmientes normales para lograr una buena
noche de sueño y comenzaremos a copiar ese comportamiento.
‘Había visitado a varios médicos, inclusive a especialistas del
sueño, y no encontré alivio alguno en la terapia cognitivoconductual
(TCC) ni en ninguna de las otras sugerencias y los
medicamentos que me ofrecieron. Era muy frustrante. Hasta el
momento en que encontré el programa de The Sleep School,
pensaba que le había sucedido algo irreparable a mi deseo de
dormir y que tendría insomnio por el resto de mi vida. La
explicación que me dieron me permitió obtener una perspectiva de
mi insomnio. El programa no exige hacer cambios o adaptaciones
importantes en tu vida. Es fácil de aplicar y, una vez que lo
122
dominas, es realmente muy útil para mejorar tu sueño. También es
bueno practicar algunos de los ejercicios frente a los factores
cotidianos de estrés.
Ha pasado un año desde que empecé con el programa y estoy
feliz de decir que duermo maravillosamente bien. En vez de dormir
dos, tres o cuatro horas de sueño interrumpido, como me solía
suceder, estoy durmiendo alrededor de siete horas por noche ¡y
más aún en los fines de semana!’
Lori, Colorado
Los procesos biológicos en tu cerebro se coordinan para regular el sueño. El
sueño es un proceso automático que no podemos controlar; con esto quiero
decir que no podemos quedarnos dormidos simplemente por querer hacerlo.
Dicho eso, es muy fácil perturbar tu ritmo de sueño natural, como sucede con
el insomnio. Para ayudar a recrear un patrón de sueño normal, queremos
darte la mejor oportunidad posible de encontrar un ritmo que sea adecuado a
tus tendencias naturales y que se adapte a tu vida. A fin de lograrlo, te
ayudaremos a comprender:
•
•
•
•
qué es el sueño normal
cuánto deberías dormir
a qué hora del día deberías dormir
cómo comportarte como un durmiente normal
¿Qué es el sueño normal?
Cuando sufres de insomnio, puedes pensar que lo ideal son ocho horas de
ininterrumpido sueño reparador. Comprender mejor qué es el sueño normal y
las variaciones posibles puede ser de ayuda para tener expectativas realísticas
sobre el buen dormir.
No hay dos personas en el mundo que duerman de la misma manera, ni
tampoco tú mismo dormirás dos veces de la misma manera. Cada noche
habrá variaciones y momentos en que te despertarás. Tampoco existe la
perfecta noche de sueño: a todos les lleva un breve tiempo quedarse dormidos
y se despiertan una o más veces por noche. Como lo hemos repetido a lo
123
largo del programa, lo que nos hace un durmiente normal o un insomne es
cómo nos comportamos cuando no podemos dormirnos y qué hacemos
cuando nos despertamos.
El sueño se mide mediante la colocación de electrodos en la cabeza para
detectar la actividad eléctrica del cerebro, que indica si estás despierto o
dormido. El hipnograma que se muestra a continuación permite visualizar el
registro de una noche completa de sueño de un durmiente adulto normal. Se
destacan los repetidos ciclos de vigilia, sueño ligero, sueño profundo y sueño
REM (siglas en inglés de ‘movimiento ocular rápido’) que se suceden en una
noche de sueño típica.
Imagen 4.1 Una noche de sueño normal
Al mirar el gráfico, te sorprenderás al ver que el sueño ligero es la etapa
más común, que representa al menos el 50 por ciento de la noche de un
durmiente normal. Cuando estás en este estado, tiendes a sentirte somnoliento
y empiezas a alejarte lentamente del mundo exterior antes de caer en el sueño
profundo.
Como su nombre lo sugiere, este es el tipo más profundo de sueño, lo cual
explica por qué cuando te despiertas en esta etapa, puedes sentirte
desorientado. Es durante el sueño profundo cuando el cuerpo crece y se
repara, por lo cual es absolutamente esencial. Puedes sorprenderte
nuevamente al saber que incluso los durmientes normales sólo pasan
alrededor del 20 por ciento de la noche en esta etapa y la mayor parte sucede
dentro del primer tercio de la noche.
124
La etapa final del sueño es la REM, que ocurre en la última parte de la
noche y las primeras horas de la mañana hasta que te despiertas. Durante esta
etapa tu cerebro está muy activo, fijando la memoria, procesando tus
emociones del día y soñando, lo cual tiende a que este sueño sea ligero e
incrementa las posibilidades de que te despiertes fácilmente. Esto también
explica por qué puede suceder que te despiertes recordando tus sueños o
sintiéndote abatido y cansado por la mañana.
Duermes en ciclos que tienen una duración que va desde una hora y media
hasta dos horas, y al final de cada uno experimentarás un ligero despertar
antes de que comience el siguiente. La mayoría de los durmientes normales
experimentarán en promedio entre cuatro y cinco ciclos con sus
correspondientes despertares por noche, aunque muchos no serán conscientes
de ello en absoluto. El sueño de buena calidad se mide por el número de
ciclos de sueño completos que logres, más que por el sueño de cada etapa en
particular.
Estos despertares te permiten cambiar la posición de tu cuerpo a fin de
evitar molestias y dolores, como sí también te ofrecen la oportunidad de ir al
baño. Si eres una persona mayor, esto podría explicar por qué tu sueño se
interrumpe más ahora que cuando eras más joven.
También se piensa que los despertares constantes son un mecanismo
evolutivo protector diseñado para permitirte dormir y a la vez despertarte a
intervalos regulares para vigilar ante cualquier peligro que se aproximase. Si
lo piensas, la supervivencia del ser humano ha dependido de la vigilia, que es
la razón por la cual puedes estar listo para pelear o huir en una fracción de
segundo y aun así a un durmiente normal le lleva al menos 15 minutos
dormirse.
Aunque ya no tienes que preocuparte por ser comido por un tigre dientes
de sable, sí tienes preocupaciones, las cuales para tu cerebro primitivo son
igualmente mortales y hacen que valga la pena despertarte del sueño o
mantenerte despierto para estar en guardia. Esto explica por qué cuanto más
luchas por dormir, más presionas sobre tu pasado evolutivo y más te
despiertas. Uno de los objetivos de este libro es responder hábilmente a esos
despertares, entrenando a tu cerebro para que sepa que es seguro atravesar
repetidamente ciclo tras ciclo de sueño sin la necesidad de mantenerte
despierto o despertarte conscientemente.
125
Caso de estudio de un cliente: John y su actividad nocturna. John ha sufrido
de insomnio recurrentemente durante veinte años, desde que dejó la escuela y
comenzó a trabajar. Para el momento en que vino a verme, estaba atrapado en
un montón de hábitos problemáticos, como por ejemplo el pasar mucho
tiempo tratando de dormir, levantarse constantemente de la cama si no podía
dormir y dormir en un cuarto separado, lejos de su pareja. Cuando vino a
visitarme, John tenía la esperanza de que yo lo ayudaría a dormir toda la
noche en la misma cama con su esposa.
¿Cuánto tiempo debería dormir?
Es frecuente que los insomnes pasen más tiempo en la cama del que
realmente necesitan, con la esperanza de aumentar las posibilidades de
dormir más. El hecho es que pasar demasiado tiempo en la cama puede tener
el efecto contrario y reducir la calidad de tu sueño. Debes permanecer en la
cama la cantidad de horas que tu cuerpo necesita para dormir y nada más.
Aunque el tiempo promedio de sueño que un adulto necesita varía de siete
a ocho horas, el rango va de cuatro a diez horas. Por lo tanto, el tiempo que
necesitas dormir es algo muy personal y necesitar más o menos que otras
personas no es un problema, siempre y cuando duermas lo suficiente como
para levantarte relativamente descansado y preparado para retomar sin
inconvenientes las actividades diarias.
Soy consciente de la probabilidad de que aún no hayas llegado a este
punto, pero fijar la adecuada duración del sueño para tus necesidades
personales te ayudará a llegar allí. Para descubrir cuánto tiempo de sueño
deberías lograr y por lo tanto cuánto tiempo permanecer en la cama, echa un
vistazo a lo siguiente:
1 Requerimientos para tu edad – El tiempo de sueño que necesitas declina
con la edad: los recién nacidos necesitan hasta 18 horas en comparación con
las 6 horas para una persona de 80 años de edad.
2 Antecedentes familiares de sueño – Si provienes de una familia de
personas que duermen poco (por ejemplo, menos de 6 horas), intentar obtener
más que eso podría ser inútil.
3 Antecedentes recientes de sueño – Si te convertiste en un insomne en los
últimos 1 o 2 años y antes de ese momento tenías un patrón de sueño fuerte y
regular, usa como guía la cantidad de horas que dormías en ese entonces.
126
4 Evitar la exageración – Puede haber una gran diferencia entre el tiempo de
sueño que crees que necesitas y el tiempo que tu cuerpo necesita realmente.
Ante la falta de sueño es fácil sobrestimar la cantidad de horas de sueño que
necesitas, ya que pensar en ello sin lograrlo te hace desearlo más. No esperes
ser capaz de dormir durante 8 horas si cuando eras un durmiente normal
dormías sólo 6 horas. Tratar de dormir más horas que las que necesitas,
perjudicará las horas de sueño que sí logres. De manera que, por ejemplo, 6 a
8 horas de buen dormir es mucho mejor que 9 a 10 horas de sueño precario y
fragmentado.
5 Restringir ligeramente el sueño – Restringir un poco el sueño puede ser
útil si buscas agregarle un poco más de impulso sin ponerte demasiado
ansioso sobre el hecho de que ahora pasas menos tiempo en la cama. Se
pueden obtener notorios beneficios al irse a la cama tan sólo 30 minutos más
tarde y levantarse 30 minutos más temprano durante sólo un par de semanas.
Pierdes ese breve tiempo adicional que pasabas en la cama despierto y en
consecuencia duermes más profundamente y tienes más energía para el
siguiente día. Mantener esta restricción por unas pocas semanas puede ayudar
a establecer tu nuevo patrón de sueño.
Ahora tómate un momento para considerar cuántas horas de sueño
necesitas, basándote en lo que has aprendido. Utiliza ese número para fijar la
cantidad de horas que planeas pasar en la cama de ahora en adelante.
Cualquiera sea el número, utiliza el tiempo para practicar todo lo que has
aprendido hasta ahora y entrena gentilmente a tu cerebro para dormir.
Recordatorios rápidos
Dormirse instantáneamente – Elegir el lapso de tiempo que planeas pasar
en la cama no significa que instantáneamente dormirás todo ese tiempo. Lo
que sí hace es proporcionar las fuertes bases desde dónde tu nuevo patrón de
sueño puede lentamente surgir y la oportunidad de comportarte como un
durmiente normal, como se plantea a continuación.
Patrón regular – Una vez que hayas elegido la nueva duración de tu sueño,
respétala tanto como sea posible ya que a largo plazo esto ayudará a
fortalecer la calidad de tu sueño. Una pequeña variación no hará ningún daño
(por ejemplo, 20 a 30 minutos aproximadamente), pero intenta evitar que se
prolongue por más tiempo.
Mantener la flexibilidad – A medida que te acostumbras a tu nuevo patrón
127
de sueño, puedes necesitar un ajuste en el tiempo que duermes. Mantener la
flexibilidad asegura que termines con un patrón de sueño duradero que sea
adecuado para ti. Esto podría involucrar de vez en cuando una restricción o
una prolongación del tiempo que duermes. Con cada cambio que hagas
asegúrate de esperar un par de semanas para que haga efecto antes de cambiar
nuevamente. Evita hacer cambios demasiado seguido ya que llevará a
confundir y empeorar tu sueño.
Voluntad – Si sigues las pautas mencionadas es probable que el tiempo que
pasas en la cama sea menor que antes, por lo que necesitarás poner voluntad
de tu parte a fin de mantenerlo. Conllevará acostarte un poco más tarde o
levantarte un poco más temprano y tu mente te dará todo tipo de razones para
no hacerlo. Toma nota de ellas y dales la bienvenida y sigue adelante con tu
plan.
Diario del sueño – Si no estás seguro de cuánto tiempo pasas realmente en la
cama, entonces podría ser útil llevar un diario de sueño durante una semana.
Esto te permitirá evaluar si la cantidad de horas que pasas en la cama es
acorde a tu necesidad natural de dormir y si es necesario hacer algún cambio.
Por ejemplo, puede que estés pasando demasiado tiempo en la cama y por lo
tanto valdría la pena disminuir la cantidad de horas.
DATO SOBRE EL SUEÑO
No es ninguna sorpresa el hecho de que cuanto más tiempo hayas estado
despierto, más somnoliento te sentirás por la noche. Este ‘deseo de
dormir’ es regulado por un homeostato del sueño en tu cerebro y
permite explicar por qué un durmiente normal necesita estar despierto
durante al menos 16 a 17 horas durante el día (por ejemplo, desde las 7
de la mañana hasta las 11 de la noche) a fin de ser capaz de generar el
suficiente deseo para lograr 7 a 8 horas de sueño por la noche (por
ejemplo, desde las 11 de la noche hasta las 7 de la mañana). De la misma
manera en que una ola en el océano aumenta en tamaño y fuerza, sólo
para luego romper y desaparecer cuando alcanza la costa, tu deseo de
dormir crece durante el día y llega a su punto máximo al momento de
irte a dormir, sólo para luego desaparecer hasta la mañana, cuando
comienza a crecer nuevamente.
128
Aunque alcanzar esta ola debería ser un proceso sin esfuerzo, puede
perderse o perturbarse fácilmente. Por ejemplo, dormir en los momentos
equivocados, como ser hasta demasiado entrada la mañana, o durante
largos periodos en el día, o incluso dormirse en el sillón delante de la
televisión por las tardes, son todos factores que reducirán tu deseo
nocturno de dormir y por lo tanto retardarán el inicio del sueño. Por lo
general, esto conduce a sentimientos de frustración y ansiedad por no
lograr dormir, que luego activan la respuesta de lucha o huida,
despertándote todavía más.
También puedes sufrir de intentos de ‘recuperar’ sueño, cuando pasas
una cantidad de noches de sueño precario seguidas de una bendita noche
de sueño ininterrumpido. Esa noche de largo sueño puede sentirse genial,
pero si es demasiado largo puede llevar a que el deseo de dormir para la
noche siguiente sea insuficiente y así el proceso se repite. Esta manera de
dormir para ‘recuperar’ sueño también se ve en durmientes normales
que se quedan en la cama durante del fin de semana para compensar las
pérdidas durante la semana.
Cuando llega el domingo a la noche incluso a los durmientes normales
puede faltarles el deseo de dormir que se necesita para dormirse.
Cuando esto se suma a las preocupaciones por la semana que comienza,
se explica por qué el domingo a menudo se señala como la noche de la
semana en que peor se duerme.
Continuación del caso de estudio … John explicó que la única manera en
que podía garantizarse 6 horas de sueño por la noche, si bien interrumpidas,
era quedarse al menos 12 horas en la cama. Lograba esto yéndose a la cama a
las 9 de la noche y quedándose allí hasta las 9 de la mañana. John dijo que le
llevaba dos horas dormirse y que luego se despertaba cada una hora y media,
permaneciendo despierto una hora cada vez. Dijo que resentía su patrón de
sueño porque afectaba las relaciones con su esposa, familia y amigos, pero
sentía impotencia en cuanto a qué más podía hacer.
Durante la sesión le expliqué a John que sus acciones eran muy comunes y
que aunque le ayudaban a dormir un poco, estaban debilitando
involuntariamente su deseo de dormir. Se dio cuenta de que si quería dormir
mejor, tendría que reducir el tiempo que pasaba en la cama, aunque describió
129
un sentimiento de mucha ansiedad al pensar en ello. Le sugerí que esto era
muy normal y que no tenía sentido comenzar a restringir su sueño
directamente si sólo iba a elevar aún más su nivel de ansiedad y por lo tanto
su insomnio. En vez de ello, decidimos trabajar en abrazar su ansiedad y en
unas pocas semanas John estaba listo.
Nos decidimos por una duración de sueño de ocho horas, el promedio
nacional. La base fue que cuando John era adolescente solía dormir alrededor
de 10 u 11 horas y, dado el hecho de que ahora tenía unos cuarenta años, su
requerimiento sería menor. Su hermano y su hermana también dormían ahora
regularmente unas ocho horas por noche y por lo tanto se estimó que sería la
duración de sueño correcta para él también.
En cuanto a su horario de sueño, se decidió por dormir de 11 de la noche a
7 de la mañana, ya que era realmente la hora en la que él se dormía
naturalmente la mayoría de las noches. Esto significaba que se levantaría a
las 7 de la mañana, lo cual le complacía ya que le permitiría hacer un poco de
ejercicio antes de ir a trabajar, algo que por mucho tiempo no había sido
capaz de hacer.
John describió la primera semana como difícil porque, como era esperable,
aparecieron muchos pensamientos y sensaciones no deseadas, para no
mencionar la urgencia por levantarse de la cama. Sin embargo, en vez de
dejarse llevar por tales pensamientos y urgencias, los abrazó y siguió adelante
con el plan. Luego de un mes de respetar su nuevo horario, informó que
ahora se quedaba dormido en 30 minutos, ¡algo que no había logrado por
años!
¿Cuándo debería dormir?
Tu reloj biológico es un ser de costumbres, lo cual explica por qué cambiar
continuamente tu horario de sueño puede amplificar aún más la falta de
sueño. Para los insomnes, la causa más frecuente de alteración del reloj
biológico es acostarse y levantarse en horarios irregulares o dormir por largos
periodos de tiempo durante el día. Dormir pasado tu horario normal para
levantarte hace que tu reloj biológico se reajuste a una nueva hora y altera el
ciclo para la noche siguiente. Esto explica mejor aún por qué las noches del
domingo pueden ser problemáticas para tantos, porque el horario de tu reloj
130
biológico ha sido retrasado a una hora posterior.
DATO SOBRE EL SUEÑO
La capacidad de tus ojos para detectar cambios en los niveles de luz es el
mecanismo primario para mantener en hora tu reloj biológico. Esto
significa que a medida que oscurece, tu cerebro está programado para
liberar la hormona promotora del sueño, melatonina, que hace que te
sientas somnoliento. En cambio, cuando amanece, el incremento en la luz
provoca una inhibición en la producción de melatonina y un aumento de
tu hormona promotora del despertar, el cortisol, preparándote para el
día que se inicia.
Ya que la luz actúa para reajustar tu reloj biológico al horario
correcto, puede usarse para superar naturalmente ciertos desórdenes del
sueño. Por ejemplo, exponer la piel a la luz natural mediante una
caminata de 30 minutos al aire libre por la mañana puede ser una
manera útil de mantener tu reloj en hora y por lo tanto mejorar la
calidad de tu sueño nocturno si sufres de insomnio. También puede ser
útil para reajustar el reloj luego de un cambio en tu turno de trabajo o
cuando te recuperas del jet lag.
La hora del día en que recibes la luz también puede ser importante: la
mañana es ideal si te cuesta levantarte y la tarde es mejor si te cuesta
mantenerte despierto. La utilización de dispositivos de terapia lumínica,
que imitan los rayos solares, también puede ser útil durante los meses de
invierno o si salir al aire libre no es una opción.
El horario para dormir
Ahora que ya sabes por cuánto tiempo dormir, intenta incorporar algo de
rutina a tu sueño:
Mantén la regularidad. Elige un horario de sueño que puedas respetar,
inclusive los fines de semana. Cuanto más puedas repetir el mismo mensaje
de sueño regular, más estable será tu reloj biológico.
Mantén la flexibilidad. Mantén tu horario flexible al permitir una leve
131
variación en los horarios establecidos (por ejemplo, 30 minutos más o
menos). Esto podría parecer contradictorio con el consejo anterior, pero
mantener una zona de amortiguación es exactamente lo que hacen los
durmientes normales. Si eres inflexible, corres el riesgo de reforzar la
frustración y la ansiedad relacionadas con el sueño, lo cual conduce a un
mayor desvelo. Dicha flexibilidad también incluye levantarse más temprano o
más tarde ocasionalmente, para tomar un vuelo que sale temprano o para salir
con amigos.
Hazlo compatible con el resto de tu vida. Por ejemplo, fijar la hora para
levantarse a las 8 de la mañana no funcionará si tienes que despertarte más
temprano para llevar a tus hijos a la escuela. Parece todo muy obvio, pero
cuando estás privado de sueño es fácil crear patrones poco realistas.
Escucha a tu cuerpo. Tu horario de sueño se ve afectado por tu genética, o
sea que puedes ser un búho nocturno o una alondra. Ajústate a esto porque no
tiene sentido intentar acostarte a las 10 de la noche si siempre te has sentido
naturalmente somnoliento a medianoche.
Levántate en hora. Si te acuestas tarde luego de una salida nocturna, puedes
evitar que tu reloj biológico se desajuste levantándote a la hora habitual. Esto
puede sonar como lo más loco que hayas oído, pero evita que la hora de tu
reloj biológico se adelante, por lo que tendrás más probabilidades de dormir
la noche siguiente. Si las mañanas son una lucha, planea una acción, ya que
así será más fácil. Pon la alarma del despertador, salta directamente a la
ducha, prepara tu ropa y tu desayuno con anticipación.
¿Cómo me transformo en un durmiente normal?
Cuando digo que los durmientes normales no hacen nada, quiero decir que no
controlan conscientemente su sueño. No puedes controlar tu sueño o el hecho
de que tu cerebro ha aprendido a mantenerte despierto por las noches o a
asustarte ante la idea de no dormir. Sin embargo, lo que sí puedes controlar es
cómo te comportas en relación a no dormir y por lo tanto determinar tu sueño
a futuro. Si quieres ser un durmiente normal, entonces necesitas comenzar a
comportarte como uno.
132
Los durmientes normales transitan la vida de una manera que
inintencionadamente ayuda a promover el sueño. La suma de tales acciones
diarias es que, al no intentar dormir, terminan durmiendo.
Para guiarte a través de este proceso, he fraccionado el periodo de 24
horas en cinco secciones definidas llamadas ‘Tarde’, ‘Relajación’, ‘Noche’,
‘Arranque’ y ‘Día’ y te enseñaré las acciones de los durmientes normales
durante cada una de estas etapas, que provechosamente los empujan hacia el
sueño. Los durmientes normales se relajan como parte del proceso de
desaceleración natural que ocurre cada noche. Tú también puedes aprender
maneras simples de bajar el ritmo gradualmente al anochecer y relajarte antes
de ir a la cama. Una vez acostado, puedes aprender a permanecer en un
estado de vigilia tranquila, reservando energía valiosa para el día por venir y
ayudando a tu cerebro a asociar la noche con dormir y descansar. También te
enseñaré sobre cómo dormir junto a tu pareja y deshacerte de cualquiera de
los miedos que habitualmente rondan la cama compartida. Y finalmente
aprenderás cómo arrancar en la mañana de una manera que informe a tu
cerebro que el día ha comenzado y neutralizar cualquier lucha no deseada,
permitiéndote transitar tu día y sobrevivir a sentimientos de extremo
cansancio.
Tarde
Tomaremos como tarde el momento del día que va desde las 5 de la tarde
hasta cuando decides comenzar a relajarte para ir a la cama. Tradicionalmente
se lo considera un momento para ‘descansar y digerir’ luego de un largo día
de trabajo y por tal razón actúa como un precursor del sueño. Antes de que
existiera el alumbrado público, las personas no tenían otra opción más que
bajar el ritmo durante este momento y por lo tanto estaban más conectados al
ciclo natural de la luz y la oscuridad. El beneficio de este patrón consiste en
que el cerebro aprende a asociar la tarde con la desaceleración, el descanso y
eventualmente el sueño.
Con la disponibilidad de luz artificial, tenemos la capacidad de mantener
un nivel diurno de actividad hasta bien entrada la noche. El resultado es que
el descanso y la somnolencia ahora tienen que competir por tu atención
contra otras actividades mucho más estimulantes y entonces el mensaje ha
cambiado o al menos se ha vuelto confuso.
133
Para muchos de nosotros, la distinción entre niveles de actividad diurna y
nocturna se ha vuelto difusa, a menudo a costa del sueño. El problema es que
es fácil permanecer con energía cuando las obligaciones laborales, la
televisión, Facebook o Internet mantienen tu cerebro despierto. Por lo tanto,
el desafío que enfrentas es aprender a adoptar una rutina nocturna que te
permita hacer todas estas cosas (o sea vivir tu vida) y aun así tener tiempo
para desconectarte adecuadamente y hacer del sueño una prioridad.
Lo que hacen por la tarde los durmientes normales
Idealmente, deberías lograr una declinación gradual en el nivel de
estimulación que tu cuerpo y mente reciben durante este periodo, como
preparación para tu relajación final antes de acostarte. Una manera de hacerlo
es establecer horarios aproximados. Por ejemplo, a las 5 de la tarde podrías
volver a casa desde el trabajo, recoger a los niños de la escuela o hacer algo
de ejercicio. A las 7 podrías cenar. Luego el plan podría ser hacer tareas
domésticas, acostar a los niños o dedicarse al trabajo sin terminar o a los
compromisos personales durante alrededor de una hora. Y finalmente a las 9
de la noche organizar algún tiempo para recreación, como charlar con tu
pareja, mirar televisión o escuchar la radio, leer, navegar en Internet y así
sucesivamente.
No hay nada especial o que fomente el sueño en esta rutina y esa es la
clave. Sabes que los durmientes normales no hacen nada para dormir salvo
comportarse de una manera que los empuja gentilmente hacia el sueño, en
vez de alejarlos. Establecer un patrón puede ser una manera útil de promover
un sueño mejor, ya que tu cerebro comienza a volver a asociar el periodo de
la tarde con la desaceleración. Dicho esto, es importante mantener la
flexibilidad de estos horarios y su compatibilidad con el resto de tu vida. Por
supuesto, siempre habrá momentos en que no puedas seguir dicha rutina
porque decides salir con amigos, y que así sea. Comenzar a comportarse en
esta forma flexible y relajada es la clave para convertirse nuevamente en un
durmiente normal.
Y por supuesto, una vez que comienzas a dormir más normalmente te
olvidarás incluso de que tienes un patrón de relajación. Simplemente ocurrirá
de manera natural.
134
Relajación
Tu relajación involucra todo lo que haces de 30 a 45 minutos antes de
acostarte y apagar la luz. La idea es bajar aún más tus niveles de energía,
alerta, actividad y luz en comparación con la fase de la tarde.
El objetivo de este periodo de tiempo es que estés relajado y por lo tanto
es sensato evitar cualquier estimulación excesiva. Si cotidianamente
mantienes la estimulación a un nivel diurno de actividad y luz hasta el
momento exacto en que te vas a acostar, estás disminuyendo la capacidad de
tu cerebro para desconectarse por la noche. Esta es la razón por la cual los
terapeutas del sueño más tradicionales imponen reglas, como por ejemplo que
el dormitorio es sólo para dormir y tener relaciones sexuales. El razonamiento
es que esto evitará cualquier actividad estimulante no deseada y por lo tanto
aumentará la probabilidad de quedarse dormido.
Aunque tales reglas pueden crear un ambiente no estimulante, les falta
factibilidad porque los durmientes normales no las siguen. El enfoque de The
Sleep School pone mayor énfasis en deshacerse del esfuerzo que conlleva
prepararte para dormir. Sólo liberándote de las reglas y rituales puedes volver
a una relajación normal.
Lo que hacen para relajarse los durmientes normales
Los tres simples pasos que típicamente lleva a cabo un durmiente normal
durante su relajación son:
• Abandonar toda actividad estimulante 30 a 45 minutos antes de irse a la
cama, como por ejemplo mirar televisión, escuchar música o la radio,
mandar correos electrónicos, hablar por teléfono, enviar mensajes de texto
y jugar videojuegos, si no lo has hecho incluso más temprano.
• Desarrollar actividades tranquilas acordes a la finalización del día, como
por ejemplo tomar una bebida caliente, prepararse para el día siguiente,
cerrar las puertas, lavarse los dientes y ponerse la ropa para dormir.
• Meterse en la cama y leer un libro o una revista, charlar con tu pareja y
luego apagar la luz como preparación para dormir.
Como sucede con la fase de la tarde, esta relajación no se realiza con la
intención de fomentar el sueño, sino que respeta la necesidad del cerebro de
135
ser informado de que el sueño se acerca. Deberías hacer esto
aproximadamente a la misma hora la mayoría de las noches.
De esta manera podría describírselo como una especie de ritual, aunque
uno del que no dependes para poder dormir. Todas las acciones se realizan
por costumbre (por ejemplo, cerrar las puertas), por placer (por ejemplo,
tomar una bebida caliente) o como parte de una transición normal hacia la
cama (por ejemplo, desvestirse).
Es flexible, de manera que si quieres mirar una película con tu familia de
vez en cuando, puedes hacerlo. En este caso está bien dejar todo para mañana
y meterse rápidamente en la cama y apagar las luces. La paradoja es que al no
intentar adoptar una relajación focalizada en dormir, naturalmente te quitas
de encima la presión para dormir y por lo tanto aumentas la probabilidad de
dormir realmente.
DATO SOBRE EL SUEÑO
Un mioclono del sueño es la sensación de caer que aparece cuando
comienzas a dormirte y que resulta en una sacudida súbita de brazos y
piernas, que te despierta. Se cree que esto sucede porque ante la
relajación natural de los músculos al comenzar a dormirte, el cerebro
interpreta erróneamente que el cuerpo está realmente cayendo y
entonces te despierta con una sacudida para recuperar el equilibrio. Casi
todos los experimentarán durante el transcurso de su vida y son
completamente inofensivos, aunque un poco molestos.
Desafortunadamente, su frecuencia tiende a aumentar con el cansancio y
por lo tanto para muchos de mis clientes se puede sentir como si
estuvieran atascados en un círculo vicioso en el que finalmente logran
dormirse sólo para que su cuerpo se sacuda despertándolos nuevamente.
Aunque no sentirse molesto o asustado por estos sobresaltos puede ser un
desafío, la clave es reconocerlos conscientemente y permanecer en la
cama. Cuánto menos en serio te lo tomes, mejor; por ejemplo puedes
decir ‘aquí están otra vez mis pequeños saltos’, cada vez que ocurran.
Otro acontecimiento angustiante que informan muchos clientes es una
súbita descarga de adrenalina cuando están durmiéndose, que recorre su
cuerpo y los despierta sobresaltados. Muchos lo describen como la
136
descarga de un rayo que los deja excitados, ansiosos, hiperalertas y con
el corazón desbocado. Se cree que esto sucede debido a que el cerebro
ahora asocia el dormirse con peligro y entonces libera hormonas del
estrés para prepararse a ponerse de pie y luchar o darse a la fuga. Para
muchos clientes se convierte en una fuente más de ansiedad relacionada
al sueño y por lo tanto se perpetúa a sí mismo. Una vez más, responder
en tono de broma, por ejemplo diciendo ‘aquí llegó el rayo’, y luego
conscientemente volver la atención hacia tu cama es la mejor manera de
enviar la señal al cerebro de que no existe ninguna amenaza y que está
bien dormirse.
Noche
Son las horas que transcurren desde el momento en que apagas la luz al final
de tu relajación hasta el momento en que te levantas de la cama por la
mañana al comienzo de tu arranque.
Qué hacen por la noche los durmientes normales
Cuando se apagan las luces al inicio de la noche, un durmiente normal cerrará
sus ojos, se pondrá cómodo y luego permanecerá tranquilamente acostado
hasta dormirse. Esta fase anterior al sueño involucra un ir y venir del nivel de
consciencia a medida que el cerebro se mueve entre la vigilia y el sueño
ligero. Durante este lapso de tiempo la mente reflexiona con liviandad sobre
los eventos del día o muestra una colección de imágenes o recuerdos de tu
vida hasta el momento. Puede saltar fácilmente entre pensamientos internos
sobre ti mismo o pensamientos externos sobre el mundo que te rodea, sin
ningún orden aparente.
Por lo tanto, dormirse es un proceso gradual de retirada que toma cierto
lapso de tiempo, en vez del apagado repentino de un interruptor. Esto explica
por qué la mayoría de las personas que se ponen a prueba en laboratorios del
sueño y se despiertan de un sueño ligero informan que han estado despiertas
cuando en realidad estuvieron durmiendo. Técnicamente, el cerebro está en la
primera etapa de sueño ligero, según la medición de su actividad eléctrica,
pero nuestra sensación consciente del mundo exterior es tal que lo que oímos
y sentimos permanece presente por varios minutos hasta que entramos al
sueño profundo.
137
Lo más importante para destacar sobre un durmiente normal es su
voluntad de relajarse y estar tranquilamente despierto en la etapa previa al
sueño. No están tratando de forzar la llegada del sueño, sino felices de dejarse
llevar, sabiendo que incluso si no se duermen, aún están obteniendo algo del
tan necesitado descanso.
Puede que hayas leído las frases anteriores y pienses que suena increíble o
imposible ¡o ambas cosas! Puede que te sientas muy lejos de ese punto ahora
mismo, pero esta sensación no será duradera. Seguir este programa te ayudará
a comportarte de una manera que te permitirá relajarte en la fase previa al
sueño, ahorrar tu energía y finalmente convertirte en un durmiente normal.
El podio olímpico de la actividad nocturna
Este es un concepto altamente efectivo que utilizo en The Sleep School. Las
posiciones de las tres medallas que aparecen en la imagen representan el
potencial resultado de las diferentes formas de comportamiento nocturno. Tus
acciones determinarán donde estás situado actualmente en la tabla de
posiciones.
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Imagen 4.2 El podio de las medallas al sueño
Medalla de oro
Recibes la medalla de oro cuando estás en la cama durmiendo, ya que en ese
momento es cuando mejor conservas la energía y descansas. Si estás en una
relación, esta posición también significa que eres capaz de compartir la cama
con tu pareja.
Medalla de plata
Se te otorga la medalla de plata cuando estás acostado en la cama con tus ojos
cerrados en un estado de tranquila vigilia, a la espera de que llegue el sueño.
Cuando eres capaz de hacer esto, estás en la etapa previa al sueño y si puedes
estar calmo en este momento, estarás bien encaminado para trabajar en pos de
la medalla de oro.
En este punto aceptas el hecho de que estás despierto y tienes la voluntad
para ‘ver’ y ‘abrazar’ cualquiera de tus pensamientos, imágenes o
139
sensaciones, deseadas o no deseadas, que surjan en tu mente y cuerpo
momento a momento. Asumes la posición de un espectador sereno que
observa tu mundo interior sin juzgar ni hacer comentarios.
En esta posición concentras tu energía conscientemente en los beneficios
de estar en la cama descansando. El descanso es un recurso vital para el
insomne, ya que permite ahorrar tu valiosa energía para el día siguiente y así
poder retomar tu vida una vez más. Tienes que reconocer que,
paradójicamente, la clave para domir es tener una actitud relajada de
aceptación ante el hecho de estar despierto por la noche. Cuando puedes
deshacerte de la idea de que necesitas estar dormido, entonces eliminas los
obstáculos que se interponen en el camino que lleva a quedarse dormido
realmente.
Estar en esta fase no significa instantáneamente que dormirás, pero esta
forma de respuesta repetida le confirma a tu cerebro que la noche es un
momento de somnolencia y descanso. Con el pasar del tiempo, esto deja
lugar para que surja el sueño natural. Crucialmente, deja sin efecto cualquier
asociación negativa relacionada con el sueño que se haya generado en noches
anteriores de lucha y comienza un nuevo capítulo en tu vida de sueño.
Medalla de bronce
La medalla de bronce también se otorga por estar en la cama despierto, con la
diferencia de que en este estado hay menos aceptación y más lucha, ansiedad,
frustración y resignación. En este punto tu falta de voluntad para
experimentar la vigilia o cualquiera de los pensamientos y sensaciones que se
presentan comienza a amplificar tu insomnio. Cuando te ayudas con
estrategias de superación ineficaces para intentar dormir, involuntariamente
elevas tu nivel de estimulación mental, lo cual te empuja aún más lejos de la
fase previa al sueño.
En este estado y en la posición sin medallas es común evitar compartir la
cama, durmiendo en cambio en otro cuarto o en el sofá, en un intento por
controlar tu entorno para dormir. Si se permite que tal situación continúe,
refuerza que tu cerebro haga una asociación negativa entre la noche y estar
despierto y luchar, y por lo tanto te despierta nuevamente noche tras noche.
Sin medallas
Esta posición involucra levantarse de la cama por la noche y realizar
140
actividades para evitar la convivencia con la vigilia y los pensamientos y
sensaciones asociados al no dormir. Esta posición representa el nivel más
bajo de conservación de energía y el mayor nivel de estimulación, y el hecho
de que abandones la cama significa que estás lo más lejos posible de dormir.
Ascender en el podio de las medallas
La mayor parte de las personas que comienzan este programa están en la
posición sin medallas o de medalla de bronce, pero pronto aprenden cómo
avanzar en forma constante hacia las posiciones de medalla de plata y luego
de oro. Para este momento tienes una idea clara de dónde te ubicas en la tabla
de medallas y puedes ver a dónde te gustaría avanzar, pero la clave es tu
voluntad para ascender. A continuación se desarrollan algunas de las barreras
más comunes que obstaculizan el ascenso en el podio, junto con algunos
consejos útiles sobre cómo evitarlas.
Estar despierto en la cama
Es de gran ayuda la visualización de la vigilia nocturna como una
oportunidad para entrar en amable contacto con tu insomnio. Si puedes hacer
esto, intenta utilizarlo como un momento para estar quieto y en reposo, y para
poner en práctica todas las herramientas que has recibido hasta ahora. Si has
olvidado como ‘vigilar’ tu insomnio conscientemente, entonces vuelve a leer
‘Ejercicio: Percibir la noche’, abordado en la Semana 2. Recuerda que vigilar
no es una manera de forzar el sueño ni de distraerte del hecho de que no estás
durmiendo. Es, en cambio, un agradable nivel de vigilia consciente que te
prepara para entrar en la fase previa al sueño.
Una de las diferencias inmediatas que se notan al estar dispuesto a
permanecer despierto en la cama es la cantidad de energía que tienes al día
siguiente. A pesar de que al principio no duermen realmente mejor, muchos
pacientes informan que la ausencia de lucha nocturna y de concentración en
descansar lleva a que tengan más energía durante el día. Esto puede tener un
efecto poderoso ya que cuanto más retoman sus actividades diarias los
clientes, menos luchan por la noche para dormir, y esto ayuda a que escapen
del círculo vicioso del insomnio descripto en la Semana 1.
Permanecer en la cama
Si habitualmente, como forma de lidiar con tu insomnio, has escapado del
141
dormitorio en medio de la noche, la elección de permanecer en la cama puede
parecer como lo peor del mundo. Si te sucede esto, entonces puede ser útil un
adaptación gradual, ya que no tiene sentido acostarse en la cama rígido de
miedo y ansiedad. Recuerda, el objetivo es incrementar lentamente tu
voluntad para experimentar una vigilia tranquila de manera de entrar sin
esfuerzo a la fase previa al sueño, como un durmiente normal.
Un punto medio que puedes utilizar si necesitas un breve respiro es
sentarte en el borde de la cama durante unos minutos. Esto genera algo de
separación entre tú y la cama, como así también un sentido de perspectiva
sobre cualquier incomodidad que haya surgido, antes de volver bajo las
frazadas. Puedes utilizar este momento como una oportunidad para practicar
tus ejercicios de consciencia a fin de poder lograr esa objetividad, sin juzgar.
Si la repites, esta práctica puede ayudarte a romper el círculo de la necesidad
de levantarse completamente de la cama, y así moverte más arriba en el podio
de medallas. Si sientes que realmente necesitas salir del dormitorio, entonces
hazlo, pero tiene que ser breve y no estimulante.
Al comienzo, puede ser útil planear cuánto tiempo por noche estarás
dispuesto a permanecer en la cama con insomnio antes de tomarte un respiro.
Fija como objetivo reducir gradualmente la cantidad de tiempo que pasas
fuera de la cama y la frecuencia de las salidas por noche. Los clientes que han
seguido este enfoque se han encontrado con que pueden aumentar en forma
bastante rápida la cantidad de tiempo que pasan en la cama y se dan cuenta de
que, como resultado, mejora su nivel de energía.
Por favor ten en cuenta que permanecer en la cama no incluye la
necesidad de ir al baño, lo cual es perfectamente natural una vez por noche.
Sin embargo, si, como muchos de mis clientes, la evasión del dormitorio se
basa en ir continuamente al baño, entonces este hábito debe ser restringido
también.
DATO SOBRE EL SUEÑO
Muchos terapeutas del sueño tradicionales utilizan para luchar contra el
insomnio una técnica conocida como la ‘Regla del Cuarto de Hora’. El
objetivo es reducir la cantidad de tiempo que podrías permanecer en la
cama luchando por dormir y por lo tanto limitar la oportunidad de que
142
se forme cualquier asociación negativa con el sueño. Requiere que los
individuos se levanten de la cama si han estado despiertos durante más
de 15 minutos y que vayan a otro cuarto a hacer alguna actividad
tranquila y relajante, como por ejemplo leer un libro aburrido. La
esperanza es que levantarte de la cama y distraerte ayudará a calmar
cualquier ansiedad no deseada y aumentará el nivel de somnolencia de
manera que, cuando vuelvas a la cama, te dormirás rápidamente.
Aunque esta técnica sí funciona para algunas personas, es cuestionable
si escapar del dormitorio es la manera más efectiva de construir una
relación positiva a largo plazo con el sueño. Si el objetivo es limitar la
lucha, seguramente habría que centrarse en primer lugar en la razón por
la cual luchas, en vez de la forma en que lo evitas. Soluciona el problema
en el corto plazo, pero no es una solución funcional a largo plazo para
sobreponerte a tu miedo.
En algunos individuos que han intentado este enfoque de ‘levantarse’,
puede notarse que han creado una asociación negativa relacionada con
que la noche se trata de levantarse y estar activo. En muchos de estos
casos, la acción de escapar de la cama se utiliza a menudo como una
manera de evitar las molestias que ocasiona el insomnio. Si este es el
caso, muchos clientes informan que sus pensamientos y sentimientos no
deseados los están esperando cuando vuelven a la cama y por lo tanto se
sienten impotentes sobre qué hacer con ellos, salvo simplemente escapar
otra vez.
Otro problema que se informa con frecuencia en relación a esta
técnica es su implementación con clientes que preferirían permanecer en
la cama. Para ellos, ser forzados a levantarse por estar despiertos parece
poco intuitivo y puede en realidad aumentar el nivel de ansiedad y por lo
tanto alejarlos aún más del sueño.
Los durmientes normales no se levantan de la cama si no pueden
dormir y tú tampoco deberías hacerlo. El objetivo es ayudarte a estar
dispuesto a permanecer en la cama con todos tus miedos en vez de dar
vueltas por la casa haciendo cosas para evitarlos. Por lo tanto, creo
firmemente que la manera más práctica de construir una relación
positiva con tu sueño es aprender gradualmente cómo permanecer en la
cama con tus miedos, en vez de estar levantado para escapar de ellos.
Una vez que estás satisfecho con permanecer en la cama despierto, ya
143
estás más cerca del sueño, pero con el beneficio adicional de ahorrar tu
valiosa energía para el día siguiente.
Continuación del caso de estudio… Otro problema para John era su hábito
de levantarse de la cama si se despertaba y bajar las escaleras para hacer algo
aburrido. Otro especialista del sueño le había indicado hacer esto y continuó
haciéndolo porque le ayudaba a disminuir su ansiedad nocturna y
sobreponerse al aburrimiento de estar simplemente acostado sin dormir toda
la noche. Desafortunadamente, esta técnica no lo ayudó a dormir, ¡lo único
que logró fue que John sintiese que su cuerpo se había acostumbrado a
levantarse para hacer cosas! Le expliqué que aunque levantarse de la cama
puede ser de ayuda para que las personas alivien a corto plazo sus emociones
no deseadas, a largo plazo puede en realidad perpetuar la vigilia. Aprender a
abrazar su ansiedad en medio de la noche lo cambió todo, porque ahora ya no
sentía la necesidad de levantarse y distraerse. En cambio, podía disfrutar de la
comodidad de su cama y beneficiarse del descanso obtenido por simplemente
acostarse en quietud. Además, al ya no sentir temor de permanecer en la
cama, John pronto descubrió que habitualmente se dormía a los pocos
minutos de despertarse.
Mirar el reloj
Controlar constantemente la hora y calcular cuánto tiempo te queda para
dormir es un problema frecuente de estar despierto en la cama. Una manera
sencilla de solucionar el problema es retirar el reloj de la vista para evitar esa
indeseada vigilancia y la consecuente ansiedad. Sin embargo, como el
problema radica en tu reacción a la hora más que en el reloj en sí mismo,
simplemente evitarlo no es una solución a largo plazo, aunque puede ser un
primer paso de utilidad. La clave es cambiar tu relación con la hora. Por
ejemplo, si un durmiente normal se despierta a las 3 de la mañana y mira el
reloj, con el conocimiento de que tiene que levantarse a las 6 para ir a
trabajar, se sentirá feliz por tener tres horas más para quedarse en la cama y
habitualmente volverá a dormirse. En cambio, si un insomne se despierta en
la misma situación, a menudo pasará el tiempo preocupándose porque sólo le
quedan tres horas antes de tener que levantarse, y entonces se queda
despierto. Una vez que seas capaz de detectar y deshacerte de los
pensamientos preocupantes y estés dispuesto a experimentar emociones no
144
deseadas, como se mostró en las Semanas 2 y 3, te librarás de la necesidad de
mirar el reloj constantemente.
Compartir la cama
La mayoría de los terapeutas del sueño sugieren mudarse a una habitación
separada. Estoy en total desacuerdo con esto, ya que compartir la cama lleva
al dormitorio una sensación de amor, consuelo e incluso seguridad;
desafortunadamente, también involucra un mayor nivel de alteración del
sueño bajo la forma de ruidos y movimientos no deseados, diferentes horarios
para acostarse y necesidades térmicas. Tales alteraciones pueden ser la fuente
de desvelos y ansiedad en el dormitorio, con clientes que se preocupan sobre
cuánto sus parejas perturban su sueño o cuánto ellos perturban el sueño de
sus parejas con sus constantes movimientos y vueltas durante la noche. Para
algunos clientes, el temor a compartir la cama es tan intenso que ¡les ha
disuadido de jamás iniciar una relación!
Para tu mente racional, la solución obvia al problema de compartir la cama
es fácil y habitualmente significa que tú o tu pareja se muden de la habitación
principal para dormir en el sofá o en otra habitación. A corto plazo esto puede
proveerte de una mayor sensación de control sobre tu entorno y posiblemente
resulte en dormir mejor. Sin embargo, si dicha actividad se hace un hábito,
puede potencialmente aumentar el temor que rodea al compartir la cama y
fomentar un sueño más precario a largo plazo. Para muchos de mis clientes,
esto además va en contra del valor básico de querer ser capaz de compartir la
cama con alguien que aman, lo cual explica por qué gran parte de mi tiempo
lo utilizo enseñando a mis clientes a compartir otra vez la cama.
Si has pasado muchos años durmiendo separado de tu pareja, la idea de
dormir en la misma cama nuevamente puede ser abrumadora. Es más que
probable que muchos de tus pensamientos y sensaciones negativas querrán
unirse en la experiencia (como hemos discutido en la Semana 3). Una vez
más, tu voluntad para compartir la cama con esos visitantes no deseados
determinará si permaneces en la cama con tu pareja o escapas a otra
habitación.
Puedes encarar este proceso lentamente a lo largo de varias semanas,
aumentando de manera gradual la cantidad de noches que pasas
compartiendo la cama. Si la idea de pasar una noche completa en la cama
compartida te resulta demasiado, entonces puede que quieras comenzar con
145
30 minutos o una hora por noche y luego avanzar desde ese punto.
Al utilizar todas las técnicas de consciencia y aceptación que abordamos
en las Semanas 2 y 3, el objetivo es aumentar amablemente tu voluntad para
experimentar todos los pensamientos, emociones y sensaciones que aparecen
y comenzar a darte cuenta de que aunque no sean muy agradables, no pueden
hacerte daño.
Puede que pienses que ahora no es el momento adecuado debido a los
compromisos laborales y personales. Habrá momentos mejores que otros,
pero nunca hay un momento perfecto y esperar que ese momento llegue
puede simplemente demorar lo inevitable. Elige una fecha para comenzar y
respétala, y mantén la suficiente flexibilidad para adaptarte a cualquier evento
que pueda surgir en tu vida mientras recorres ese camino.
Si te resulta difícil dormir incluso estando solo, entonces puedes sentirte
inclinado a trabajar en este área antes de atacar el problema de compartir la
cama. Este puede parecer el enfoque más efectivo, ya que así no tienes que
pelear en varios frentes al mismo tiempo. Sin embargo, también puede dar
como resultado que los clientes aprendan a dormir bien en soledad, pero
nunca den el paso final a compartir la cama porque temen dormir mal
nuevamente. Por lo general, lo más sensato es atacar este problema al mismo
momento en que se está aprendiendo a dormir bien. Las técnicas son las
mismas, por lo que será mucho mejor para ti a largo plazo. Involucra también
a tu pareja. De esa manera, no sentirán que los dejan al margen del asunto y
pueden ofrecer el tan necesitado apoyo en medio de la noche.
Continuación del caso de estudio … John relataba que dormir en otra
habitación era para él un mecanismo para enfrentar la situación ya que no
tenía que preocuparse más de ser perturbado por los ronquidos o
movimientos de su esposa. También le permitía controlar la ola de celos,
furia y luego soledad que crecía dentro de él como resultado de ver como su
esposa se dormía tan pronto como su cabeza tocaba la almohada.
Desafortunadamente, aunque tales acciones mejoraron su sueño al principio,
con el pasar del tiempo ahora dormía exactamente tan mal estando solo y
sentía miedo ante la idea de compartir la cama nuevamente. Esto significaba
que él y su esposa ya no viajaban más salvo que pudieran garantizar
habitaciones separadas.
146
Ya que compartir la cama con su esposa era algo muy valioso para John,
nos decidimos por un plan para lograrlo. Lo primero que hicimos fue tomar
nota de todos los pensamientos negativos que probablemente aparecerían
cuando intentase compartir la cama con su esposa, como por ejemplo ‘No
puedo creer que ya se haya dormido’ o ‘Pronto va a comenzar a roncar’, y las
repuestas emocionales, como ser las olas de ansiedad y adrenalina que
atravesarían su cuerpo. Puse énfasis en que, si bien él no podría evitar que
tales experiencias ocurriesen, podía aprender a responder a ellas de una
manera más útil que simplemente escapando de la habitación.
Durante un periodo de un mes John comenzó gradualmente a aumentar la
cantidad de tiempo que pasaba compartiendo la cama. Las primeras noches,
cuando pasaba sólo unas horas por vez en la cama compartida, le resultaron
terribles y literalmente no podía esperar para irse de la cama y volver a la
seguridad del cuarto separado. Sin embargo, luego de un par de semanas
descubrió que los síntomas ya no importaban y palidecieron hasta la
insignificancia en comparación a la importancia de compartir la cama con su
esposa. Utilizó esto como su motivación y luego de un mes de práctica era
capaz de informar que se despertaba por las mañanas junto a su esposa por
primera vez en años.
El arranque
Arrancar en la mañana puede ser tan útil para tu día como relajarte lo es para
tu noche. Recibir luz en tu piel le dice a tu reloj biológico que pare de
producir la hormona promotora del sueño, la melatonina, y que comience a
producir la hormona del despertar, el cortisol. Es el disparo de salida químico
para tu día, pero también es la cuenta regresiva de tu cerebro hacia tu
próximo sueño. Si las mañanas te resultan difíciles, tener un plan regular de
arranque también puede ser una manera de liberar las emociones nocturnas
reprimidas, que de otra manera podrían ser negativamente orientadas hacia tu
pareja, tus niños o tus desprevenidos colegas del trabajo.
Lo que hacen para arrancar los durmientes normales
Por la mañana los durmientes normales:
• Se levantan de la cama aproximadamente a la misma hora la mayoría de
los días, inclusive durante el fin de semana.
147
• Abren las cortinas, prenden las luces, se duchan, prenden la radio o la
televisión.
• Comen un desayuno saludable, toman una taza de café o té, hacen algo de
ejercicio, preparan a los niños para ir a la escuela, van al trabajo y así
sucesivamente.
La rutina de arranque es simple sentido común y lo que hace la mayoría de
los durmientes normales. El problema es que cuando no has dormido, es fácil
que te desvíes de tu ritmo normal. Muchos insomnes cambian un arranque
apacible por estar en la cama hasta el último minuto, para luego salir
corriendo al trabajo sin desayunar. Desafortunadamente, comenzar el día de
esta manera caótica desencadena otro círculo vicioso con el clima incorrecto
para el día que comienza y para la noche por venir.
Encuentra tu propio ritmo regular para la mañana, que se complemente con el
resto de tu vida. Si el fin de semana quieres quedarte en la cama despierto con
tu pareja, leer los diarios, desayunar o incluso jugar con tus hijos, entonces
hazlo, ya que ayuda a cultivar una buena relación con tu cama. A medida que
aumenta la confianza en tu capacidad natural para dormir, entonces puedes
incluso comenzar a ser un poco más flexible con la hora en que te levantas.
Por ejemplo, quedarte en la cama una hora adicional un fin de semana cada
tanto no perturbará tu ciclo de vigilia-sueño. Los problemas sólo emergen si
la mañana se convierte en un momento en el que continuamente compensas
las horas de sueño perdidas, como discutimos anteriormente.
Día
Estar despierto durante el día genera tu deseo natural por dormir. Sin
embargo, al ser insomne, el cansancio diurno puede ser un desafío
importante. Aquí encontrarás algunos enfoques prácticos adicionales que te
ayudarán a permanecer despierto durante el día y al mismo tiempo
promoverán el sueño por la noche.
Lo que hacen durante el día los durmientes normales
Una manera en que muchos durmientes normales vencen el cansancio diurno
es tomando una breve siesta en mitad del día, como una forma de recargarse
148
y aún así dormir bien por la noche. Así como un bebé extremadamente
cansado no será capaz de dormirse, un insomne ‘cansado pero con energía’
tampoco podrá hacerlo, por lo cual tomar una breve siesta tiene el beneficio
de reducir el exceso de cansancio, desactivar la ansiedad no deseada y calmar
una mente acelerada, en preparación para la noche por venir.
La clave es que la siesta no dure más de 20 minutos, ya que esto evita que
se debilite tu deseo de dormir si realmente te quedas dormido en la siesta.
Además, evita que tu mente se nuble, que es lo que sucede cuando te
despiertas de un sueño profundo.
Ejercicio: La siesta en tres pasos del durmiente normal
Si practicas esto, creemos con seguridad que eventualmente descubrirás
que el sueño llega rápidamente.
• Elige un momento, preferentemente luego de almorzar o temprano por
la tarde, para dormir una siesta de 10 a 20 minutos. Evita dormir luego
de las 3 de la tarde. Encuentra un lugar tranquilo, oscuro y cómodo para
sentarte o recostarte, donde nada te moleste.
• Cierra los ojos y permítete entrar en la fase de tranquila vigilia que
precede al sueño. Si tu mente sigue acelerada, entonces utiliza el tiempo
para realizar tu práctica de respiración consciente. Si sientes que
podrías dormirte por demasiado tiempo, entonces utiliza una alarma.
• Si estás bastante seguro de que no vas a dormirte, no te preocupes. Saca
al sueño de la ecuación y visualízalo como una oportunidad para
practicar un estado de vigilia tranquila. El foco está en obtener un
valioso descanso más que en tratar de dormir.
Si estás embarazada, acabas de tener familia o tienes problemas de salud
serios, tendrás una mayor exigencia sobre tus niveles de energía, por lo tanto
puedes tomar una siesta más larga: un ciclo completo de sueño de 90
minutos. Es importante para ti superar cualquier estrés adicional que estés
experimentando y entonces comenzar a trabajar en la creación de un ciclo
robusto de vigilia-sueño, una vez que tu salud esté recuperada.
149
Mantenerse activo y vivir
Cuando te sientes realmente cansado durante el día, la urgencia por
enroscarte sobre ti mismo y escapar del mundo a veces puede ser aplastante.
Replegarse de esta manera puede ser útil, especialmente si te sientes enfermo
o estás saliendo de un resfrío.
En otros momentos puede ser mejor mantenerse activo y seguir adelante
con tu vida aún con el cansancio encima. Puedes obtener un gran impulso de
una caminata de 20 minutos a la hora del almuerzo como una manera de
lograr continuar con el día. La luz natural estimula tu nivel de vigilia y el
ejercicio suave libera endorfinas, que ayudan a mejorar tu estado de ánimo.
No es necesario que corras una maratón para lograr esto, sino simplemente
informarle a tu cerebro con amabilidad que estás dispuesto a seguir adelante
con tu vida, no importa qué tan pequeña sea la acción.
Buenos hábitos de sueño
La mayor parte de las actividades detalladas hasta ahora han apuntado a
aprender a deshacerse de la lucha contra las cosas que no se pueden cambiar,
como por ejemplo tus pensamientos, tus respuestas emocionales y tu
insomnio. Sin embargo, también es útil cambiar las cosas que pueden
cambiarse si esto te ayuda a acercarte al sueño natural.
Por lo tanto, esta sección se enfoca en los cambios que puedes hacer en tu
estilo de vida y que tendrán un efecto positivo sobre tu sueño.
Higiene del sueño
‘Higiene del sueño’ es la forma en que se denomina al control de todos los
aspectos de tu entorno y estilo de vida que podrían potencialmente interferir
con la calidad de tu sueño. Este tema se trata ampliamente en los consejos
tradicionales para dormir, por lo cual sólo lo mencionaré brevemente y
puedes encontrar más información en el sitio web de The Sleep School.
Las investigaciones muestran que se duerme mejor si la habitación está
fresca, limpia, cómoda, tranquila y oscura. Llevar un estilo de vida saludable
también ha demostrado ser de utilidad, lo cual explica por qué dicha
información se distribuye rutinariamente en todos los consultorios médicos.
Incluye consejos muy sensatos como por ejemplo asegurarse de dormir en
150
una habitación oscura, hacer mucho ejercicio y beber menos estimulantes,
como la cafeína. Sin embargo, si te pareces en algo a la mayoría de los
insomnes, puedes bien haber hecho todo esto y aún así no dormir. A menudo
bromeo con los clientes sobre que probablemente tienen los mejores
dormitorios del mundo o que son las personas más saludables que conozco,
debido simplemente a todos los cambios que han hecho a fin de lograr una
buena noche de sueño.
Si aún no has hecho cambios en este sentido, relájate; puede que no tengas
que hacerlos. No garantizan un sueño mejor y, si uno se obsesiona con ellos,
pueden convertirse en parte del problema. La clave está en hacer lo que te
ayude a dormir, y con esto quiero decir hacerle cambios a tu dormitorio y
estilo de vida sólo cuando y donde sea necesario. Toda la información aquí
presente está diseñada para brindarte una visión equilibrada de muchos de los
buenos hábitos de sueño que se debaten frecuentemente y para indicarte
donde marcar el límite en el nivel de atención que les prestas.
El entorno del dormitorio
Luz
La luz juega un papel importante en la regulación de tu ciclo de vigilia-sueño
y dormimos mejor en condiciones de oscuridad. Aunque no es necesario que
la habitación esté completamente a oscuras, tener unas buenas cortinas,
persianas o utilizar un antifaz son todos elementos útiles, especialmente en
los meses de verano. También será de ayuda deshacerse de las luces
artificiales innecesarias como por ejemplo los relojes LED u otros
indicadores luminosos.
Temperatura
Dormimos mejor en ambientes frescos, idealmente alrededor de los 17 a 19
grados Celsius (63 a 66 grados Fahrenheit). Cuando la temperatura está por
arriba o por debajo de esos valores, tu cuerpo puede incomodarse y tu sueño
se ve perturbado.
Si te sientes demasiado acalorado, sudoroso o experimentas sofocos durante
la noche, recuerda que es la manera en que reaccionas lo que determina
cuánto se ve afectada tu capacidad para dormir. Elegir luchar contra ello
removiéndote en la cama, resoplando, tapándote y destapándote o entrando y
151
saliendo de la cama sólo exacerbará la situación. Elegir observar
objetivamente y abrazar las sensaciones de calor en tu cuerpo y los
pensamientos negativos en tu mente no harán que se vayan, pero tampoco los
amplificarán.
DATO SOBRE EL SUEÑO
Tu cuerpo tiene millones de sensores tanto en su interior como en su
exterior que envían información constantemente a tu cerebro acerca de
tu situación actual. Tus ojos y oídos te dan el poder para ver y oír cosas
de tu entorno. Los sensores de tacto y temperatura en tu piel te ayudan a
detectar el contacto de tu ropa o si tienes calor o frío. Los receptores de
estiramiento y de dolor en tus músculos te dan retroalimentación sobre
tu posición y nivel de dolor.
Toda esta información llega al centro de vigilia de tu cerebro conocido
como sistema de activación reticular. Si se está recibiendo un nivel alto
de información, entonces es probable que estés en un nivel
correspondientemente alto de alerta o vigilia. Esto explica los beneficios
de cerrar tus ojos y estar en una habitación oscura, tranquila, fresca y
cómoda cuando intentas dormir, ya que ayuda a minimizar la cantidad
de información sensorial que tu cerebro recibe y por lo tanto te resulta
más fácil dormirte.
Camas y colchones
Sin volverte obsesivo, ten en cuenta que la comodidad de tu cama puede
jugar un papel en la calidad de tu sueño, especialmente si la cama es
compartida. Tener suficiente espacio para moverte puede reducir las
posibilidades de que tu pareja te despierte. Tu elección de ropa de cama y
almohada también puede afectar la calidad de tu sueño, exactamente al igual
que tu colchón. En última instancia, la elección es tuya y la clave es
experimentar.
Igualmente, lo que vistes en la cama puede afectar tu nivel de comodidad
y por lo tanto la calidad de tu sueño. Elige ropa suelta que te permita respirar
y moverte fácilmente.
Si necesitas más detalles, hay algunos consejos útiles en nuestro sitio web.
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Ruido
El ruido puede ser una verdadera pesadilla si tienes insomnio: puede tanto
disparar como mantener la vigilia. Durante las fases más ligeras del sueño
puede que sólo sea necesario que alguien abra suavemente una puerta o el
sonido de pasos en la habitación para que tu sueño se perturbe. Esto significa
que parejas que roncan, vecinos de fiesta, bebés que lloran, perros que ladran,
automóviles que hacen ruidos, aviones que despegan o incluso sonidos
agradables como los pájaros al amanecer pueden perturbar tu sueño. Una
manera simple de controlar esto es usar tapones para los oídos.
Sin embargo, hay un par de cosas para tener en cuenta. En primer lugar,
aunque bloquean por completo todos los sonidos externos, el nuevo silencio
hace que seas más consciente de los sonidos internos que pueden mantenerte
despierto, como ser el latido de tu corazón. Y en segundo lugar, no dejes que
se conviertan en un accesorio imprescindible para dormir. Es vital que los
uses sólo cuando realmente los necesites. Si quieres saber qué marcas y
productos ambientales para dormir recomiendo, por favor visita
www.thesleepschool.org.
Hábitos de vida
Cafeína
La cafeína es una de las primeras cosas a eliminar siempre que alguien
comienza a sufrir de insomnio, pero yo no necesariamente concuerdo con
esto, salvo que seas ultrasensible a la cafeína, en cuyo caso no tiene sentido
consumirla cuando tienes insomnio.
La clave es el equilibrio: encontrar un nivel de consumo que sea práctico
tanto para tu vida como para dormir. Si la eliminas por completo, corres el
riesgo de que se transforme en otra cosa más que haces para solucionar tu
insomnio, algo que puede poner aún más el sueño en un pedestal, elevar el
nivel de ansiedad y empujar tu meta aún más lejos. De la misma manera, si
consumes gran cantidad de cafeína como forma de lidiar con el cansancio
proveniente de dormir mal, entonces es problable que afecte la calidad del
sueño que realmente logres. Probablemente es prudente no tomar más de dos
o tres tazas en total y suspenderlo hacia las primeras horas de la tarde (o sea,
justo luego de almorzar). Si deseas tomar una bebida caliente a una hora
posterior, entonces elige una de las muchas variedades de té herbal
153
disponibles o prueba con el descafeinado, pero ten en cuenta que este último
aún contiene una pequeña cantidad de cafeína.
DATO SOBRE EL SUEÑO
La adenosina es una sustancia que se genera en el cerebro durante cada
hora que estás despierto y se cree que contribuye al incremento natural
del deseo de dormir que ocurre simultáneamente. Su acción es
desacelerar tu sistema nervioso y por lo tanto tiene sentido que pueda ser
responsable de sensaciones de somnolencia y sopor que aparecen en el
transcurso del día.
La cafeína es el antagonista de la adenosina, lo cual significa que
bloquea el uso de la adenosina por parte del cerebro. Esto explica por
qué tu sistema nervioso se acelera luego de haber tomado una taza de
café o té. Consumir demasiada cafeína o tomarla demasiado tarde puede
potencialmente disminuir tu deseo de dormir y alejarte aún más del
sueño.
El alcohol
Tomar de vez en cuando una copa de vino en la cena puede ser algo
placentero. Sin embargo, cuando se trata de mejorar tu sueño, es una de las
primeras cosas que se eliminan y por lo tanto otro ejemplo del ‘intento’ por
dormirte y una posible fuente de ansiedad por el sueño. Una vez más, la clave
es encontrar un equilibrio y comprender todos los factores. El alcohol puede
hacer que te sientas más relajado y somnoliento; sin embargo, si se toma en
exceso o demasiado cerca de la hora de acostarse, puede provocar un sueño
perturbado y poco profundo, sueños anormales y despertares frecuentes por la
mañana.
A tu cuerpo le lleva una hora metabolizar una unidad de alcohol. Esto
significa que si tomas una copa de vino de tamaño estándar (o sea, 2,5
unidades) con la cena a las 7 de la noche, habrá sido mayormente eliminado
de tu sistema para las 9 y media y en consecuencia tendrá muy poco efecto
sobre tu sueño. Si eres muy sensible al alcohol o tienes un metabolismo lento,
entonces este proceso podría llevar más tiempo. Por lo tanto, sigue adelante y
154
toma esa copa de vino con la cena si es algo que disfrutas. Dicho esto, si
tomas con regularidad más de uno o dos copas por noche, entonces el
contenido de alcohol en tu sangre durante el sueño podría ser un problema.
Disminuir la cantidad podría ser útil tanto para dormir bien como para tu
salud a largo plazo.
Es frecuente que mis insomnes crónicos hayan utilizado el alcohol para
dormir, como una forma de silenciar una mente acelerada o reducir los
sentimientos de ansiedad. Aún cuando podría funcionar para dejarte dormido,
el sueño no es restaurador y te levantarás al otro día sintiéndote cansado, si
no con resaca. Las implicaciones de salud adicionales hacen que no sea una
buena estrategia a largo plazo. Si sientes que actualmente no puedes dormir
sin tomar alcohol, entonces aprender a aceptar la urgencia, como discutimos
en la Semana 3, debería ayudar. Si el problema permanece, entonces comenta
la situación con tu médico clínico.
El cigarrillo
A menudo se fuma como estrategia para lidiar con el estrés, por lo tanto los
insomnes recurren al cigarrillo justo antes de acostarse o en medio de la
noche. Aunque fumar podría brindarte una sensación de calma y relajación, la
nicotina es un estimulante y por lo tanto te mantiene despierto.
Obviamente dejar el cigarrillo sería positivo, pero al menos fuma tu último
cigarrillo cuatro horas antes de acostarte y evita por completo fumar en medio
de la noche.
La marihuana
Fumar marihuana puede hacer que te sientas somnoliento y muchas personas
descubren que les ayuda a relajarse y dejarse llevar para dormir. Las
investigaciones muestran que, aunque puede ayudar a que te duermas, en
realidad la marihuana parece interferir con las etapas posteriores del sueño,
fragmentándolo y dejándote más cansado por la mañana. La marihuana
también puede asociarse con la paranoia, algo que no es de ninguna ayuda si
tu mente ya está cansada por demás y repleta de pensamiento preocupantes.
El ejercicio
Mantenerse físicamente activo durante el día puede ayudar a cansar los
músculos y el cuerpo, dos factores de utilidad para fomentar una noche de
155
sueño reparador. Sin embargo, no es garantía de que eso ocurra y he
trabajado con insomnes que literalmente han corrido maratones para cansarse
pero han terminado en la cama despiertos toda la noche, físicamente
exhaustos pero mentalmente alerta. Como muchos hábitos del estilo de vida,
el punto clave aquí es tu intención. Si haces ejercicio porque es algo que
disfrutas y te resulta saludable, entonces puede tener un impacto positivo
sobre tu sueño. Sin embargo, si lo haces con la intención de dormir, corres el
riesgo de recargar sobre ti mismo aún más ansiedad y presión no deseada e
involuntariamente alejas el sueño aún más.
Ponte como objetivo estar más activo cada día a través de una caminata al
aire libre de al menos 20 minutos. Es sorprendente cómo aún una caminata
corta puede elevar los niveles de endorfinas y mejorar tu estado de ánimo,
como así también ser positivo para tu salud física. Si dispones de más tiempo,
haz ejercicio por al menos 30 minutos, 3 veces por semana, asegurándote de
que incrementas los latidos de tu corazón y tu respiración, como así también
que transpiras un poco. Si has tenido una mala noche y no tienes ganas de
hacer ejercicio, a menudo vale la pena obligarte a hacerlo, ya que
generalmente te sentirás mejor. No es necesario que te esfuerces en exceso,
sino simplemente que te mantengas activo. Sin embargo, la sensibilidad de
las personas al ejercicio es variable; experimenta hasta encontrar lo que
funcione bien para ti.
La dieta
Consumir alimentos saludables provee al cuerpo con la energía y los
nutrientes esenciales que ayudan al crecimiento y la restauración, y promueve
una buena salud mental y bienestar general. La mayoría de los consejos para
dormir sugieren la utilización de alimentos para dormir basándose en que
ciertos alimentos contienen la hormona melatonina, promotora del sueño, o
los aminoácidos triptofano y serotonina, los cuales pueden ser utilizados por
el cuerpo para fabricar melatonina. Los llamados alimentos ‘sedantes’
incluyen las semillas de zapallo, las almendras, el tofu, el pollo, el pavo, la
lechuga, el maíz dulce, las bananas, los tomates, el arroz, las papas y la pasta.
Si bien es cierto que muchos de estos alimentos sí contienen estos químicos,
se encuentran en cantidades tan pequeñas que tendrán muy poco efecto sobre
tu sueño y potencialmente conducen a una mayor ansiedad si no funcionan.
Haces mejor uso de tu tiempo y esfuerzo al evitar, cuando se acerca la hora
156
de acostarte, ciertas comidas que pueden interferir con el sueño o moderar la
cantidad que consumes. Por ejemplo, comer bocadillos dulces por la tarde
puede bajar tu nivel de glucosa y provocar que te despiertes con hambre
durante la noche. Lo mismo se aplica a comer chocolate cerca de la hora de
acostarse. De la misma manera, comer un curry picante o algún queso fuerte
antes de irse a la cama podría perturbar tu sueño. Si comes en exceso justo
antes de acostarte, también corres el riesgo de pasar la noche despierto
digiriendo tu comida. Come una cena liviana al menos un par de horas antes
de ir a la cama. Si te sientes con hambre antes de acostarte, entonces come
algún bocadillo pequeño, como yogurt natural, una banana o un bol pequeño
de muesli para aguantar hasta la mañana. Uno de los problemas de dormir
mal y estar cansado es que altera las hormonas que regulan tus niveles de
apetito y saciedad. Esto probablemente explica por qué siempre te sientes con
ganas de comer algo dulce y tienes la urgencia de comer porciones más
grandes cuando estás cansado. Por lo tanto, es importante ser capaz de
enfrentar tales urgencias, en vez de rendirse a ellas.
Muchos de ustedes también se despiertan con hambre en mitad de la noche
y entonces bajan a comer algo como manera de solucionar el problema.
Aunque esta técnica a veces puede funcionar, si repetidamente haces una
comida adicional, pronto subirás de peso. También corres el riesgo de que tu
cerebro se vea condicionado a despertarte para comer a esas horas. Tal
comportamiento puede generar creencias negativas como ‘No puedo dormir
salvo que coma mi bocadillo de medianoche’, lo cual fomenta una relación
inflexible con el sueño.
La noche es un momento de ayuno y por lo tanto es perfectamente normal
tener hambre; el punto es que normalmente estamos dormidos y no nos
damos cuenta. Si esto es un problema para ti, entonces los ejercicios de las
Semanas 2 y 3 te ayudarán a conocer mejor tu hambre y deshacerte de la
necesidad de hacer algo en relación a ello durante la noche.
La salud
Tu salud juega un papel importante en la calidad de tu sueño y por lo tanto es
importante hacer todo lo que esté a tu alcance para mantenerla. Como
comentamos en la Semana 1, el insomnio deriva de varios desórdenes físicos
o mentales, como por ejemplo depresión, ansiedad, dolor crónico, artritis,
157
cáncer, cardiopatías, fatiga crónica, tinnitus o incluso algún otro trastorno del
sueño como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas. Obtener la
asistencia médica y el tratamiento correctos para tales desórdenes es vital
para mejorar tu sueño, mientras simultáneamente sigues el presente plan.
158
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VIVE
… tus días al máximo y duerme bien todas las
noches
‘Pero aquel que no se atreve a agarrar la espina no
debería ansiar la rosa’
Anne Brontë
Esta semana, en la etapa final del programa, vamos a:
Hacer planes para el resto de tu vida, ya que vivir lo mejor posible te ayuda
a dormir a la noche.
Volver completamente al mundo para tener la vida que deseas vivir, en
lugar de perderla en una batalla interminable con el insomnio.
Aprender cómo mantener el buen dormir enfrentando con calma el
insomnio si regresa, tal como lo haría un durmiente normal..
Caso de estudio de un cliente: Patricia y su vida limitada
Patricia comenzó a dormir mal en el momento que empezó a trabajar después
de terminar la universidad. Ella describió que durante tres años a partir de ese
momento, se involucró en una misión para encontrar la causa de su sueño
precario. Culpaba a su insomnio por arruinar su vida y describió cómo la vio
con impotencia reducirse a casi nada.
Patricia había abandonado su primer empleo porque pensó que tal vez era
el estrés lo que causaba el problema. Terminó su relación porque no podía
dormir cuando su novio estaba cerca, y cuanto más discutían, más empeoraba
su sueño. Volvió a vivir con sus padres porque solía poder dormir bien en su
hogar, y el campo era mucho más tranquilo que vivir en la ciudad. Ella dejó
de socializar con sus amigos a la noche porque le preocupaba que afectara su
sueño. Además, como seguía todas las recomendaciones sobre evitar beber
160
alcohol o cafeína y comer únicamente ciertos alimentos en determinados
momentos, esto hacía que salir fuese muy complicado. Trató de cansarse con
ejercicios, pero luego dejó de hacer gimnasia porque no funcionaba y
aparentemente la hacía sentirse más despierta.
En su lugar, la mayoría de los días los pasaba pensando en su sueño, y
toda su energía de vigilia, que incluía la mayoría de las noches, estaba
dedicada a tratar de resolver el problema de por qué no podía dormir.
Al momento en que vino a verme, estaba agotada física y mentalmente.
Estaba desesperada, sola, deprimida y convencida de que era una causa
perdida y que nunca más volvería a dormir correctamente. Me contó que ya
no tenía vida, que el insomnio había arruinado todo y que se sentía un bicho
raro.
Durante nuestra primera sesión, le expliqué que todos sus esfuerzos por
solucionar su sueño precario y alejar el dolor eran normales, pero que
también eran parte del problema. Mencioné que, aunque ella culpaba a su
insomnio por todo lo que había pasado, en realidad era su temor a
experimentarlo y luego sus intentos constantes por controlarlo lo que la
habían llevado a dejar de vivir su vida. Le expliqué que lo único que se
interponía en su camino era ella misma y que si estaba dispuesta a enfrentar
sus temores, podría empezar a recuperar su vida y, al mismo tiempo, a
reentrenar a su cerebro para que duerma.
Vuelve a vivir tu vida
La mayoría de los insomnes han restringido sus vidas para controlar su falta
de sueño. Patricia es un ejemplo extremo, pero quizá te ves reflejado en
algunas de sus acciones y en la forma que vives tu vida.
A medida que tu enfoque se reduce a solucionar tu insomnio, puedes
perder de vista lo que es importante para ti o dejarlo en suspenso con la
esperanza de dormir. Vivir pendiente de deshacerte del insomnio en realidad
no es vivir, porque te deja más aislado, estresado y ansioso, lo cual ayuda a
mantenerte despierto.
Al estar desesperado por probar cualquier cosa para dormir, la vida queda
en el final de la fila, ya que toda tu energía se desvía hacia intentar deshacerte
161
de las noches de desvelo y sus consecuencias. Para la parte de tu cerebro
encargada de la ‘resolución de problemas’, vale la pena hacer algo que
aliviará tu dolor y tu sufrimiento.
Por eso, si salir con amigos a la noche significa que pases todo el tiempo
‘mirando el reloj’ y preocupándote por si podrpor si podrás o no dormir y
cómo te sentirás si no lo haces, entonces la solución obvia es evitar salir. De
la misma manera, si compartir la cama con tu pareja hace que te sientas
demasiado ansioso porque sus ruidos o movimientos perturbarán tu sueño,
entonces la solución obvia, nuevamente, es mudarte a la habitación libre
donde todo está quieto y en silencio. Cualquiera sea el escenario, cuando te
enfrentas a una molestia como esa, tu mente pensante propone rápidamente
formas de controlarlo o evitarlo.
162
Imagen 5.1 Cómo el insomnio limita tu vida
Este tipo de evasión del dolor no está limitada al ámbito del insomnio.
Todos hemos tenido momentos en nuestras vidas en los que elegimos no
hacer algo para evitar la posibilidad de experimentar dolor: decidir no ir a una
entrevista de trabajo para evitar sentirnos rechazados; terminar una relación
cuando se estaba poniendo seria para evitar el desamor o dejar una dieta para
evitar el dolor de sentirnos hambrientos.
Aunque evitar ese malestar y vulnerabilidad tiene sentido para tu mente
pensante, que siempre busca protegerte del dolor y del sufrimiento en tu vida,
el efecto tiene corta duración.
Si no estás preparado para sentirte rechazado, ansioso, con el corazón roto,
dolorido o hambriento, entonces quizá nunca vivas la vida que deseas. Una
vida sin dolor y molestias se alcanza sacrificando la vida misma. No se puede
tener una cosa sin la otra. Es únicamente cuando te abres a ser vulnerable y a
la posibilidad de experimentar el dolor que puedes vivir.
Hacer tu vida es por eso la etapa final para curar tu insomnio porque
aunque reconozcas que esta afección está presente, tomas la decisión
consciente de no dejar que maneje tu vida.
La paradoja es que al elegir hacer tu vida con tu insomnio, en vez de a
pesar de ello, eliminas la razón por la que luchabas contra el desvelo en
primer lugar. Menos lucha significa menos excitación nocturna, menos
energía desperdiciada y, por ende, más capacidad para tener una vida rica y
significativa, lo cual crea un entorno desde el que puede emerger el sueño
natural.
163
Luchamos contra el insomnio porque nuestra mente teme a las
consecuencias de la falta de sueño e imagina cómo afectará esto el resto de
nuestra vida. El problema es nuestra respuesta. Dejar de lado parte de tu vida
para controlar tu insomnio, de manera que puedas volver a hacer tu vida, no
es una ecuación viable, sino otro círculo vicioso.
Para dormir bien, has añadido el problema de no hacer tu vida, algo que
disparó el desvelo en primer lugar. La paradoja es que si no estás preparado
para aceptar la molestia de tu falta de sueño, quizá nunca experimentes un
dormir de buena calidad.
Continuación del caso de estudio… Al darse cuenta de que se había dejado
llevar por sus temores y había permitido que su vida estuviese definida por su
lucha contra el insomnio, Patricia se sintió enojada y molesta. No podía creer
cómo dejó que la situación se saliera tanto de control y que no notó lo que
estaba pasando más pronto. Ella describió una necesidad de tener que luchar
aún más y que, cuando no prestaba atención, su mente la castigaba
silenciosamente. Le expliqué que todo lo que había hecho era completamente
normal y que es fácil quedarse atrapado en la lucha cuando sientes que tu
vida está amenazada. Ella reconoció que tenía opciones en términos de cómo
comportarse y que seguir estando enojada no la ayudaría a avanzar; y
ciertamente no la ayudaría a dormir naturalmente.
El punto de inflexión para ella fue cuando se dio cuenta de que al empezar
lentamente a hacer su vida y a hacer todas las cosas que había dejado en
suspenso, como salir con amigos, encontrar un novio y conseguir otro
empleo, no solo estaría haciendo su vida, sino que además reduciría su lucha
contra el sueño precario. Tenía que aprender a aceptar la molestia que trae
aparejada el sueño deficiente, pero podía elegir empezar a vivir a partir de ese
momento.
Recuperar tu vida
Los insomnes a menudo dicen: ‘Si tan solo pudiese deshacerme de mi
insomnio, entonces podría empezar a hacer mi vida nuevamente’. Si te dejas
llevar por un pensamiento como ese podrías esperar un tiempo muy largo o,
lo que es peor, quizá nunca hagas tu vida. Si te has sentido así, intenta
164
describir cómo sería esta otra vida y qué estarías haciendo diferente en
comparación con lo que haces ahora.
¿Cómo sería tu nueva vida si no tuvieses que gastar toda tu energía en
controlar tu sueño? Apunta a cosas más valiosas que ‘Yo solo quiero dormir’,
‘tener más energía’ o ‘ser feliz’, porque aunque sean reales, no son lo
suficientemente concretas para que actúes en pos de ellas. Estas son algunas
de las respuestas de valor que recibí:
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‘Pasaría más momentos íntimos con mi pareja’
‘Compartiría la misma cama con mi pareja’
‘Jugaría con mis hijos’
‘Buscaría una pareja para amar y apoyar’
‘Correría, iría al gimnasio, y comería alimentos más saludables’
‘Pasaría más tiempo socializando con amigos’
‘Estaría embarazada e iniciaría mi propia familia’
‘Me esforzaría por conseguir un ascenso en el trabajo’
‘Me concentraría en mis estudios para poder pasar los exámenes’
‘Me involucraría más en eventos de mi barrio’
‘Iría a más galerías de arte, al teatro y al cine’
Una vez que tengas algunas cosas en mente, pregúntate si podrías hacer
algunas de ellas ahora mismo. Quizá la respuesta sea ‘Sí’, porque en realidad
no hay nada que evite que hagas estas actividades. Es el poder que le diste a
tu insomnio lo que te hace creer que no puedes hacerlo. Es cierto que el
insomnio debilita; sin embargo, incluso en los momentos oscuros cuando
peor te sientes puedes elegir actuar de una manera que dirige tu vida hacia
cosas de valor. Quizá los pasos no sean los saltos que tú esperabas, pero aún
los pasos pequeños te hacen avanzar más que si te quedas atascado luchando
contra el insomnio.
Tomar medidas
Si tienes intenciones serias de recuperar tu vida, entonces este es el momento
de tomar medidas. Piensa en lo que puedes hacer en las próximas 24 horas
que te acerque a lo que es importante para ti en tu vida y luego hazlo.
¡Recuerda que cuantos más actos pequeños, mejor!
Dile a un amigo que se junten para un café, lleva a comer afuera a tu
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pareja, ve al gimnasio antes de ir a trabajar, comparte tu cama con tu pareja,
come un almuerzo saludable, juega con tus hijos en el parque, ve a mirar una
película en el cine, ayuda a tu vecino, inscríbete en un sitio online de citas o
en un curso. Intenta hacer al menos una acción positiva todos los días y
mantén un diario de todo lo que haces.
Tomar medidas se puede comparar con derrumbar ese primer dominó y
luego mirar la serie de pequeñas acciones que le siguen automáticamente. Es
muy probable que seas bueno en dormir mal porque repetiste malos hábitos.
Lo que estás a punto de hacer ahora es exactamente lo mismo, solo que esta
vez tus acciones te ayudan a volver a hacer tu vida al máximo y a convertirte
en un buen durmiente.
‘Descubrí que vivir según mis valores me da algo a lo que
aferrarme. Me da una sensación de logro cuando asistí a un
evento, algo que en el pasado hubiese dudado hacer. Además, me
di cuenta de que cuanto más hago, más confianza tengo. ¡Es mi
vida, y yo voy a escribir el guion!’
Fran, Reino Unido
Continuación del caso de estudio … Un obstáculo que notó Patricia fue lo
mucho que el insomnio había afectado su confianza en sí misma. Ella contó
que solía ser muy extrovertida y siempre estaba lista para un desafío, pero
ahora cuestionaba su capacidad para realizar incluso las tareas simples. Se
sentía en conflicto porque, por un lado realmente quería volver a hacer su
vida y por el otro dudaba de su capacidad para lograrlo. Le expliqué que
muchos de mis clientes sienten lo mismo. Cuando pasaste un largo tiempo
eligiendo no hacer tu vida, efectivamente estás fuera de práctica. Los eventos
de todos los días como viajar al trabajo, cuidar a los niños o encontrarte con
tus mejores amigos pueden repentinamente parecer abrumadores. En este
punto es fácil querer salir corriendo y escaparte de nuevo, pero sabes que esa
no es la respuesta.
Todos los días, Patricia eligió hacer cosas importantes y de valor, y
descubrió que cuanto más hacía, más fácil era. Cuando hablé con ella algunos
meses después, dijo que su momento ‘eureka’ llegó cuando reconoció que su
166
falta de confianza en sí misma era simplemente otro pasajero en su autobús, y
aunque a ella no le gustaba que estuviese allí, podía decidir si le dejaba
conducir o no. Desde ese momento, Patricia siguió con su vida y descubrió
que con cada pequeña cosa que hacía, su confianza regresaba y su dormir
mejoraba.
‘Los fracasos son postes de señalización en el camino del logro’.
C.S. Lewis
Si el insomnio regresa
Si seguiste el recorrido de este programa, estarás empezando a disfrutar de un
sueño normal nuevamente. Mentalmente te sientes alerta, focalizado, seguro e
incluso feliz con la vida. Físicamente te sientes ligero, lleno de energía y listo
para aprovechar cualquier desafío físico que se cruce en tu camino. La vida es
bastante buena, o al menos mucho mejor que cuando no podías dormir. Ya
sea que hayas dormido bien una noche, una semana o un mes, empiezas a
pensar que lo lograste y que tus noches de desvelo quedaron atrás.
Entonces una noche te das cuenta de que estás despierto. Tu mente empieza a
preguntar qué puedes hacer para solucionarlo, con la esperanza de cortarlo de
raíz lo más rápido posible. Haz probado el sueño normal nuevamente, y estás
preparado para hacer lo que sea por conservarlo. Por desesperación,
comienzas a luchar y a escapar de las sensaciones que empiezan a llegar. Tu
corazón se acelera, se forma un nudo en tu estómago, aparece la ansiedad y tu
mente pensante empieza a calcular lo que puedes perder si regresa el sueño
precario. Parece que tu sueño normal está hecho trizas y que tu insomnio
volvió. Pero espera… La verdad es que el hecho de que hayas aprendido a
dormir con normalidad nuevamente no significa que seas inmune al
insomnio. Atención, tampoco lo es el durmiente normal.
Continuación del caso de estudio … En unos pocos meses, el sueño de
Patricia había mejorado inmensamente y había retomado su vida. Por esta
razón, decidió irse de vacaciones, algo que había evitado por muchos años
como una manera de controlar su sueño. Fue a los Estados Unidos y pasó
unas vacaciones geniales con sus amigos. No obstante, al regresar, como la
167
mayoría de las personas, experimentó un poco de jet lag, lo que hizo que
estuviese despierta por la noche. La conmoción de estar despierta en la cama
instantáneamente trajo un aluvión de pensamientos saboteadores que le
decían que todo volvería a ser como antes y, lo peor de todo, disparaban las
viejas sensaciones de ansiedad y pánico. Obviamente este no era el escenario
en el que quería estar, y pronto la consumió la necesidad de controlar su
sueño. Recibí un llamado telefónico temprano a la mañana siguiente y
Patricia me contó todo lo que había pasado; me dijo que quería volver a
donde estaba antes de irse. Me explicó que había intentado usar todas las
herramientas que yo le enseñé, pero nada funcionaba.
En ese momento supe que Patricia estaba atrapada en el sabotaje del sueño
que afecta a muchos de mis clientes cuando regresa el sueño precario. Le
expliqué que lo que le sucedía era bastante normal y que el desvelo asociado
con el jet lag había desencadenado todos sus viejos temores. Cuando le
pregunté qué quiso decir con ‘nada funcionó’, se dio cuenta de que en su
desesperación por evitar que regresara el sueño deficiente, involuntariamente
había empezado a usar las herramientas que había aprendido conmigo para
intentar controlar su insomnio, en lugar de aceptarlo. El resultado final fue
que pasó toda la noche derrochando grandes cantidades de energía al luchar
contra su desvelo en lugar de estar despierta simplemente por el jet lag. Esta
experiencia puso en evidencia para Patricia lo fácil que es empezar a luchar
nuevamente contra el sueño precario, ¡especialmente cuando crees que lo has
superado!
Tu cerebro recuerda tu insomnio
Recuerda, tu cerebro es una máquina pensante que constantemente relaciona
trozos de información y los usa como referencia para anticiparse a lo que
podría pasar en el presente o en el futuro. Como vimos en la Semana 1, tener
una máquina solucionadora de problemas tan brillante a tu disposición tiene
un costo. Lo único que tienes que hacer es creer y actuar según las historias
que proyecta tu mente sobre el desvelo y podrás mantenerte despierto por
días. Comprender este proceso no solo es primordial para aprender a dormir
naturalmente de nuevo, sino que además tenemos que recordarlo para
prevenir una recaída.
168
¿Recuerdas la Semana 1, cuando señalamos que casi todo el mundo
experimentará alguna noche de desvelo en algún momento de su vida? Los
disparadores como problemas laborales, discusiones familiares,
preocupaciones financieras, jet lag o incluso el resfrío común pueden ser
suficientes para inducir un brote breve de desvelo. No obstante, para la
mayoría de las personas, una vez que se resuelve la situación estresante, su
sueño regresa al patrón original porque el cerebro no tiene razones para no
hacerlo.
En el caso de los insomnes en recuperación, esto no siempre ocurre,
porque tu mente pensante lucha por distinguir entre lo que se consideraría
una noche normal de sueño precario y la posible amenaza del regreso del
insomnio. Esto significa que mientras que ese brote de sueño deficiente
probablemente pasará en algunos días, tu mente no puede evitar hacer la
pregunta: ‘¿Qué pasa si esto es el inicio del regreso de mi insomnio?’. Repito,
no se trata de un acto malicioso, sino que tu mente accede a tu historial de
sueño accidentado y lo utiliza para advertir de cualquier riesgo potencial en el
futuro.
A veces solo se necesita un indicio de sueño precario para que se
desencadene. Por ejemplo, si tu insomnio se desencadenó originalmente por
eventos en tu vida como estrés laboral o un embarazo, experimentar eso
nuevamente es un posible disparador. A veces incluso puede ser el buen
dormir que te recuerda a tu sueño precario y que sirve como desencadenante
para que este regrese.
Irónicamente, ha habido personas que cancelaron su cita con The Sleep
School para evitar pensar en la falta de sueño y arruinar potencialmente su así
llamada ‘buena racha’. Lamentablemente, como ya sabes, aquello a lo que te
resistes persiste y por eso si mantienes tu temor a que regrese el desvelo,
aumentas l as probabilidades de que eso ocurra.
Tu cerebro siempre recordará tu historial de sueño
precario y por eso siempre tendrás un riesgo mayor
de experimentar falta de sueño que alguien que
nunca ha padecido insomnio.
169
La manera en que eliges actuar cuando aparece el pensamiento o la
realidad de una noche de desvelo determina si amplificas o reduces la
posibilidad de que regrese el insomnio crónico. Si te sientes preocupado con
respecto a ello, entonces vuelve a leer las Semanas 2 y 3 para recordarte
cómo reconocerlo hábilmente y a la vez no prestarle demasiada atención para
no causar ninguna amplificación no deseada. Actúa como un durmiente
normal y considéralo una cosa aislada.
Antes de que sientas que todo está perdido y que no tiene sentido seguir
leyendo, ten en cuenta que solo porque tienes recuerdos pasados de mal
dormir no significa que inevitablemente lo experimentarás nuevamente.
Recuerda el ejemplo que di antes y que muestra que la manera en la cual una
persona se comporta con los perros después de haber sido mordida determina
el poder y la duración de la respuesta. Entonces, si eliges evitar a todos los
perros en el futuro, obtendrías el beneficio a corto plazo de no sentirte
asustado, pero corres el riesgo de sufrir las consecuencias a largo plazo de
siempre tener miedo a los perros. En contraste, si decidieras tener contacto
con perros nuevamente y aprendieras que no todos son peligrosos, ese temor
puede casi desaparecer con el tiempo. Solo si estás abierto a la posibilidad de
que regrese el sueño precario podrás entrar en un sueño pacífico.
170
Imagen 5.2 El regreso del sueño precario
Continuación del caso de estudio … Patricia contó que en el instante que
entró en su mente el pensamiento ‘¿Qué pasa si regresa mi sueño precario?’,
fue como si se hubiese abierto una puerta en su cuerpo que dejó que entraran
todos los otros invitados no deseados. De repente sintió un pinchazo de
ansiedad en su estómago, una aceleración de su ritmo cardíaco, un
endurecimiento de sus músculos y una necesidad abrumadora de bloquear
todo esto. Cuanto más intentaba deshacerse de los sentimientos, más fuertes
se volvían y más imágenes catastróficas aparecían en su mente sobre lo mal
que se pondría todo. Ella dijo que se sintió completamente impotente frente a
ellos y aun así no podía evitar luchar.
Al escuchar que Patricia había batallado contra su sueño toda la noche y
171
notar su frustración constante, le pedí que volviera a repasar la noche en su
mente. Excepto que esta vez quería que describiese objetivamente y en voz
alta todo lo que se presentó ante ella y en orden. Guié su búsqueda con
preguntas descriptivas como: ‘¿Quiénes se presentaron ante ti?’, ‘¿En qué
parte de tu cuerpo sucedía todo esto?’, ‘¿Qué hacían tus emociones?’ y así
sucesivamente. Ella conocía bien estas técnicas y no tuvo problemas en bajar
el ritmo y prestar atención.
Después Patricia describió la diferencia entre lo que había estado haciendo
y lo que hizo recientemente. Instantáneamente pudo ver como en la
intensidad del momento, todo lo que había hecho estaba focalizado en la meta
de deshacerse de su insomnio y que había muy poca aceptación. Se
sorprendió al ver cuánto se había dejado llevar por el sabotaje y cómo su
rechazo a permitir que ingresaran la había llevado a experimentar mayores
niveles de pánico, frustración y desvelo una vez más. Le expliqué que estar
abierta a experimentar el sabotaje era una parte vital de mantener su buen
dormir encaminado.
Tomar medidas efectivas
Estar calmado y aceptar una noche ocasional de sueño precario es una parte
esencial de la etapa de mantenimiento y el último paso necesario para dormir
bien. Los insomnes que logran una recuperación de largo plazo son aquellos
que están dispuestos a abandonar la lucha y en su lugar notan y aceptan las
reacciones de su cuerpo y su mente al insomnio. Ellos reconocen que luchar
contra esta afección no solo es agotador sino que además es inútil.
Comprenden que una mala noche no significa el regreso de su insomnio. Si
ya experimentaste la recurrencia del sueño precario y le permitiste pasar
conscientemente, entonces felicítate a ti mismo, porque esta es una parte
fundamental de tu recuperación. Estás progresando. Cuanto más practiques el
notar y dejar pasar tus reacciones ante el sueño precario cuando se presentan,
menos poder tendrán sobre ti, y más cerca estarás de dormir normalmente.
La forma de tratar el regreso de tu insomnio es exactamente la misma en
que lo has tratado hasta ahora. Esta es una recapitulación del programa para
que lo encuentres rápidamente cuando lo necesites.
172
Aceptación
Una de las razones más comunes para el insomnio es la pérdida de la
concientización. Cuando empiezas a dormir mejor y tu vida ya no gira en
torno a lograr conciliar el sueño, es fácil dejar que se te escapen las prácticas
de atención.
Frecuentemente escucho: ‘Todo iba muy bien, así que pensé que no
necesitaba practicar’. No tienes que practicar durante horas todos los días,
pero un poco de práctica como prestar atención a tus sentidos cuando
caminas por la calle o notar tu respiración puede ser suficiente para evitar que
te quedes atascado nuevamente. Todo lo que aprendiste en este libro está
relacionado con aumentar tu consciencia sobre cómo puedes ser un obstáculo
para tu sueño, no se trata de controlarlo. La práctica moderada te ayuda a
prestar atención a tus experiencias a medida que se desarrollan, y te ayuda a
elegir cómo responder ante ellas, no a interponerte en el camino de tu sueño.
El acto de estar consciente será útil en todas las áreas de tu vida. Por
ejemplo, si estás teniendo una conversación y notas que tu mente se distrae
pensando en si vas a dormir esta noche, puedes regresar tu atención a la
conversación. De la misma manera, cuando estás en una reunión, en el
gimnasio, mirando TV o en el teatro, debes estar presente para experimentar
completamente lo que estás haciendo. Si has perdido la práctica con los
ejercicios de atención, entonces vuelve a leer la Semana 2.
Abrazar
Abrazar te permite crear un espacio para los pensamientos, emociones,
sensaciones y necesidades que se presentan en tu interior. Esta acción se
caracteriza por estar dispuesto a experimentarlos, reconocerlos e incluso jugar
con ellos. Al hacerlo, envías un mensaje poderoso a tu cerebro que le dice
que estás a salvo. Como resultado sentirás una menor necesidad de luchar
para evitar, cambiar o deshacerte de estas sensaciones, y así te despertarás
menos, ahorrarás tu valiosa energía y podrás reenfocar tu atención hacia
hacer tu vida.
Crear
No tiene sentido construir una casa a menos que tenga buenas bases; de la
misma manera, no tiene sentido trabajar en mejorar tu sueño a menos que
crees un fuerte patrón de sueño para ayudar a que este florezca.
173
Esto significa prestar atención a los elementos básicos asegurándote que la
duración y el momento de tu sueño sean correctos para ti. Cuando duermes
mal una noche, puede ser fácil caer nuevamente en hábitos negativos como
quedarte hasta tarde en la cama para recuperar el sueño perdido, a pesar de
que sabes que debilitará tu motivación para la noche siguiente y confundirá a
tu reloj interno. Si aún no estás seguro sobre tu patrón de sueño, entonces
vuelve a repasar la Semana 4.
Cómo comportarte como un durmiente normal
Recuerda, para convertirte en un durmiente normal, tienes que actuar como
uno:
•
•
•
•
•
•
Acepta que antes de que puedas volver a no hacer nada, tienes que
esforzarte un poco. Sé que es frustrante, pero te prometo que valdrá la
pena.
Crea un enfoque relajado y flexible del sueño que lo trate como una parte
ordinaria de la vida diaria, en lugar de ser el eje en torno al cual gira tu
mundo.
Deja atrás cualquier soporte del sueño innecesario que utilices.
Es esencial aprender a quedarte en la cama y descansar, en lugar de
levantarte durante la noche.
Si vas a crear un ambiente para que emerja el sueño, entonces es
importante lograr un equilibrio en estas áreas en las que hagas lo suficiente
para fomentar el sueño pero a la vez no permitas que eso se convierta en un
punto de obsesión.
No renuncies a todo; ten un enfoque equilibrado de la comida, la bebida y
las salidas nocturnas.
Aprender a vivir
Ahora es tiempo de avanzar a la etapa final del Programa de cinco semanas:
vivir. Algunos de los insomnes que completaron el programa de repente
sienten un nuevo aliento, deciden buscar un ascenso en el trabajo, empiezan a
ejercitar con frecuencia y se inscriben en cursos de la universidad. Se sienten
fantástico porque su vida finalmente se dirige en la dirección que ellos
174
querían. No obstante, es vital recordar que tu recuperación no es un camino
recto. Pueden ocurrir eventos imprevistos que te desafíen, y una ocasional
noche de desvelo es uno de ellos.
Para otras personas, una irregularidad en su sueño confirma sus temores
originales y se descubren pensando: ‘Sabía que esta buena racha de sueño no
duraría’; y que seguir a su corazón los ha hecho vulnerables al dolor. Para
empeorar las cosas, ahora sienten que tienen mucho que perder y que pueden
caer desde mucho más alto que si simplemente hubiesen mantenido su viejo y
fiel hábito de la evasión.
En este punto, ten la flexibilidad de moderar brevemente tus planes en lugar
de abandonarlos por completo. Esta flexibilidad te permite manejar
habilidosamente cualquier desvelo y dejar que pase tan rápido como llegó.
Por ejemplo, podrías elegir hacer una caminata en lugar de ir a correr, o
llamar a un amigo en lugar de encontrarte con él. De cualquier manera, hacer
tu vida de la manera que tú quieres enciende una sensación natural de alivio
en tu interior, la cual se transfiere a tu sueño. Es mucho más probable que
duermas si tu cerebro sabe que el mundo a tu alrededor es seguro.
He trabajado con muchos insomnes que han elegido dejar de hacer sus
vidas para tratar de luchar contra el insomnio. En todos los casos, la lucha ha
sido inútil y solo los condujo a un recrudecimiento de su insomnio y a la
limitación de su valiosa vida. Recuerda que no puedes evitar experimentar un
sueño precario, pero puedes determinar cuánto le costará eso a tu vida y a ti
mismo. Al adoptar una actitud amable, sin juicios de valor y receptiva hacia
el desvelo, debilitas el poder que este tiene sobre ti.
Tomar medidas
Como dice el refrán, ‘puedes darle un consejo a alguien, pero no puedes
obligarlo a que lo siga’. Durante todo el programa hemos revelado cómo
comenzó tu insomnio, aprendimos a observar y abrazar todas las llegadas no
deseadas en tu cuerpo y mente, aprendimos cómo construir un nuevo patrón
de sueño para ti mismo y, por último, qué significado quieres darle a tu vida.
Sin embargo, todo esto no valdrá nada a menos que actúes. Puedes seguir el
camino conocido del control y la evasión, que puede seguir pareciendo
atractivo o seguro a pesar de que no te ayuda realmente. Por otra parte,
175
puedes seguir un camino nuevo de aceptación y compromiso, en el que eliges
voluntariamente aceptar tu vida tal cual es en este momento, con tu insomnio,
para que puedas avanzar hacia adelante con firmeza.
De todo corazón espero que ahora te sientas equipado para aceptar el
compromiso y que tomes las medidas para que esto ocurra.
‘Yo había seguido el programa de The Sleep School por unos seis
meses, con resultados generales muy positivos. Naturalmente,
pensé que lo había “vencido”; aunque no me gustaba admitirlo en
voz alta, definitivamente lo pensaba. Lo cual era perfecto porque
se aproximaba un viaje de trabajo de una semana bastante
estresante, seguido por unas vacaciones especiales, y por supuesto
quería estar en mi mejor forma para ambos, lo cual implicaba
dormir bien.
A medida que se acercaba el momento, la presión se acumulaba.
Apareció el deseo de alcanzar la perfección en el sueño, de
proteger lo que había cultivado con tanto cuidado. Mientras
comenzaba la inevitable espiral descendiente y mi sueño se
deshacía, ¡todas las herramientas salieron de la caja¡ probé con
todas; en algunos momentos sentía que era un bombero en la mitad
de la noche, usando una herramienta tras otra en un intento
desesperado por controlar el sueño. Mientras tanto, perdía de vista
completamente el verdadero propósito. Esto no era nada nuevo,
pero lo sentía como una situación nueva porque era una recaída.
Mi necesidad impaciente de “solucionarlo” aún estaba allí,
hasta que toqué fondo y me golpeó la realidad de que es una lucha
que nunca ganarás y que la única alternativa es dejarlo pasar.
Eventualmente, pude dar un paso atrás y ver la situación como lo
que realmente era; y así lentamente empecé a practicar a “no
hacer” nada una vez más’.
Christine, Londres
176
El viaje de aquí en adelante
Al terminar el Programa de The Sleep School, las personas a menudo
comentan que tienen las características de un insomne pero ahora duermen
bien. Esto me dice mucho sobre su progreso porque significa que aceptan el
hecho de que tienen el insomnio en su banco de recuerdos, pero reconocen
que no tiene por qué determinar la manera en que duermen o viven sus vidas.
Ellos respondieron a todo sabotaje constante de una manera habilidosa que le
enseñó a su cerebro que ya no están bajo ataque y que está bien que emerja el
sueño natural. La repetición del proceso reduce el tenor y la frecuencia de la
reaparición del insomnio hasta que desaparece.
Si te gustaría ver cuán lejos has llegado, entonces vuelve a la introducción y
revisa la ‘Encuesta sobre el Insomnio de The Sleep School’. Si te gustaría
volver a completarla, hazlo en www.thesleepschool.org
177
Imagen 5.3 Te deseamos el mejor de los sueño
178
Conclusión
‘Solía pensar que mi cerebro era el órgano más
importante; hasta que me di cuenta de qué órgano me
estaba diciendo eso’
Emo Philips
Felicitaciones. Espero que hayas tenido un gran avance con tu sueño y que
ahora descanses y duermas más fácilmente. Sin duda no ha sido el viaje más
fácil que hayas emprendido, pero podría ser el mejor, porque no hay nada
como despertarse después de una fantástica noche de sueño.
Durante el desarrollo de este programa descubriste que luchar por
controlar tu sueño simplemente te mantenía despierto. Al aceptar y prestar
atención a lo que se presenta en tu cuerpo y tu mente a la noche, y abrazarlo
cuando sea necesario –incluso cuando lo único que quieres hacer es luchar
contra ello–, habrás recobrado parte de tu energía y placer por la vida.
Si seguiste el programa, habrás creado un nuevo patrón de sueño que te
conduce naturalmente a un descanso pacífico. Y finalmente has aprendido a
empezar a vivir tu vida al máximo nuevamente. Avanzar con este libro,
practicando la concientización y la aceptación, indirectamente te habrá
acercado a ti y a tu cuerpo al buen dormir, en lugar de hacerlo de manera
forzosa.
La aceptación consciente desacelera tu ritmo; abrazar implica seguridad; la
creación genera bases fuertes; y vivir crea alegría. Todo esto fomenta un
dormir maravilloso. Tu tarea ahora es seguir con tu vida como un durmiente
normal. Si ocasionalmente tienes una noche de sueño precario, eso significa
únicamente que ahora eres otra vez un durmiente normal, ¡y que una sola
noche no implica el regreso del insomnio crónico!
Si descubres que nuevamente estás despierto en la cama, relájate y
acéptalo; recuerda las medidas que tomaste en estas semanas que pasaron.
Practica cualquier parte del programa que creas que puede ayudarte.
A continuación encontrarás una lista de puntos importantes para
asegurarte de haber completado los pasos esenciales:
179
Semana 1. Descubre y comprende por qué sufres de insomnio en primer
lugar al conocer los factores de riesgo, disparadores, llegadas y
amplificadores.
Semana 2. El primer paso para tener más energía es dejar de luchar, dejarlo
pasar y simplemente descansar. Quédate en el presente y acepta las cosas tal
cual son.
Semana 3. Aprovecha el poder de la respuesta del abrazo al invitar a entrar a
todo lo que se presenta en tu mente y tu cuerpo.
Semana 4. Compórtate como un durmiente normal y crea un ciclo de sueñovigilia
saludable.
Semana 5. Mantente focalizado en vivir y dormirás mejor. Sigue con tus
prácticas para que puedas volver a encaminarte si el insomnio intenta
regresar.
Si completas todas las semanas del libro, los efectos serán sólidos y
duraderos, tanto para tu sueño como para el resto de tu vida.
Si vuelves a dormir bien, como muchos otros que han completado el
programa, entonces disfrútalo; recuéstate y no hagas nada, tal como un
durmiente normal.
Te deseo una larga y feliz vida de buen dormir.
Te lo has ganado.
Dr. Guy Meadows
180
Anexo
Soporte e información adicionales
Soporte
Planillas de trabajo gratuitas de The Sleep School
Para ayudarte en tu viaje a través de este libro, puedes descargar una serie de
planillas de trabajo gratuitas, hojas informativas y audios en
www.thesleepschool.org
La aplicación de The Sleep School
Para recibir apoyo adicional, puedes descargar la aplicación de The Sleep
School ingresando en www.thesleepschool.org. Este software te guía a través
del Programa de cinco semanas de The Sleep School con el uso de
herramientas de apoyo, audios para la concientización, animaciones
educativas y contenido audiovisual que no se incluye en el libro.
Las clases en The Sleep School
Si te interesa asistir a alguno de los cursos, talleres o retiros, por favor visita
www.thesleepschool.org para encontrar información sobre las próximas
fechas.
Libros sobre la Terapia de aceptación y compromiso
El siguiente libro se encuentra disponible en inglés: ‘Get Out Of Your Mind
And Into Your Life: The New ACEPTARance And Commitment Therapy’,
de Steven C. Hayes y Spencer Smith, New Harbinger Publications, Oakland,
California, 2005.
Enlaces a sitios web útiles
Para saber más sobre la Terapia de aceptación y compromiso visita
www.contextualscience.org
O mira las ‘Metáforas animadas’ de la terapia de aceptación y compromiso,
por Joe Oliver, tituladas ‘Unwelcome Party Guest’, ‘Demons on the Boat’ y
181
‘Passengers on the Bus’ (en español, ‘Invitados a la fiesta no deseados’,
‘Demonios en el bote’ y ‘Pasajeros del autobús’, respectivamente).
182
Notas finales
Los siguientes libros y materiales se encuentran disponibles en inglés:
1 Hayes, S. C., Strosahl, K. D., y Wilson, K. G. (1999). Aceptance and
commitment therapy: An experiential approach to behavior change. New
York: Guilford Press.
2 Spielman, A., y Glovinsky, P. (1991). The varied nature of insomnia. In P.
Hauri (Ed.). Case studies in insomnia. New York: Plenum.
3 Burch Vidyamala, (2008). Living Well With Chronic Pain and Illness: The
Mindful Way to Free Yourself From Suffering. London: Piatkus.
4 Gross C.R. et al., Mindfulness-based stress reduction versus
pharmacotherapy for chronic primary insomnia: a randomised controlled
clinical trial. Explore, New York, 2011, 7 (2): 76–87.
5 Hölzel, B.K. et al., (2011). Mindfulness practice leads to increases in
regional brain gray matter density. Psychiatry Res. 30;191(1):36-43.
6 Gold, D. B. y Wegner, D. M. Origins of ruminative thought: trauma,
incompleteness, nondisclosure, and suppression, Journal of Applied Social
Psychology, 1995, 25: 1245–61.
7 Yoo, S.S. et al., The human emotional brain without sleep: a prefrontalamygdala
disconnect, Current Biology, 2007, 17 (20): 877–8.
8 Walker, M. P. y Stickgold, R. Sleep, memory and plasticity, Annual
Review of Psychology, 2006, 57: 139–66.
9 Breslau, N. et al., Sleep disturbance and psychiatric disorders: a
longitudinal epidemiological study of young adults.
Sleep_layouts_3_KG_PR3.indd 205 17/12/2013 14:24 Biol Psychiatry, 1996,
(39): 411–418.
10 Lieberman, M. D. et al., Putting feelings into words: affect labeling
disrupts amygdala activity in response to affective stimuli. Psychological
Science, 2007, 18 (5): 421–8.
183
Índice
Aceptación, 85-91
vs. resignación 88-90
Acondicionamiento,
operante, 53-54
de respuesta 44-45
Actividad e insomnio 53
actividades con aparatos electrónicos, y el insomnio 49
Actividades de ocio, y el insomnio 63
Actividades manuales, y el insomnio 49
Adenosina 202
Adrenalina 36, 41, 106, 178, 192
Alcohol 37, 47, 55, 57, 113, 202-203
Alimentos, ‘soñolientos’ 61
Ambiente de la habitación, 198-199
temperatura 198
Amígdala 39, 41, 45, 145, 155
Ansiedad 39-42, 55-62, 95, 125, 133-137
Aplicaciones para teléfono inteligente 108-109
Apnea de sueño 207
Arranque 193
Autónomo 65
Baño, tibio 47
Baño, visitas al 35, 118, 162, 186
Bebidas de hierbas 49, 197
Cafeína 37, 62, 197-202 210
Cama, estar despierto en, 181-182
quedarte en 171-172, 211
Camas y ropa de cama 200
Cambios de humor 81
Caminar 118, 234
184
Cáncer 33, 207
Cansancio,
consciencia del, 146 y la cafeína, 201 y la regulación emocional, 145-146
excesivo, 81 de corto plazo 83
Celos 136, 144, 191
Cerebro,
cambios asociados con la concientización, 117
y la resolución de problemas, 68-69, 215
ver también amígdala;
sistema límbico; 155
corteza prefrontal; 155
sistema de activación reticular 199
Charla interna 59-60
Chocolate 206
Ciclos del sueño 161-162
Comer, con consciencia 113
Compartir la cama 64, 181, 189-192, 213
Comportamientos amplificadores 47-48, 66-68
Concientización, 91-98, 226
en la vida diaria, 117-118
a la noche, 119-120
investigación de, 116
herramientas para 97-98
Corteza prefrontal 155
Cortisol 41, 170, 193
Depresión 33, 37, 86, 95, 144-145, 207
Desafío mental 57-58
Desayuno 193
Día, hacer siesta durante el 48, 194-196
Diarios del sueño 166
Dientes, cepillado de 118, 177
Dieta 205
Dispersión de la mente 98, 112-113
Dispositivos de terapia lumínica 171
Dolor crónico 33, 207
185
Dolor, original y amplificado 78-84
Dudar, en la capacidad para dormir 72, 82
Durmientes normales, 161-162, 234
comportarse como, 228-229
y las siestas diurnas, 194 y las tardes, 174-175
y las noches, 174-175
y la relajación, 176- 177
y el arranque 193-195
Edad, 35
e insomnio, y los requerimientos de sueño 163
ejercicio 63-64, 84, 204-205
Ejercicios de relajación 61-64
Embarazo 35, 37, 221
Emociones, describir y evaluar, 153
control de las, 161
regulación de las, 140-144
y el cansancio, 145-146
no bienvenidas, 147-154
Endorfinas 197
Energía, conservación de 121, 179-181
Enfermedad cardíaca 33, 35
Enfermedad cardiovascular 191, ver también enfermedad cardíaca
Estatus socioeconómico, y el insomnio 36
Estilo de vida, 197-198, 204
cambios en el 66-68
Estrategias de afrontamiento 47-48, 50, 54-55, 183
Estrés 37-41
Estudio sobre el insomnio 26-29
Evitar el dolor 213
Evolución humana 68, 78, 90
Excitación, niveles de 60, 16
Fracaso, temor al 81, 144
Fumar 62-63, 85, 203-204
186
Hacer dieta 205
Higiene del sueño 197-198
Historial familiar,
y el insomnio, 35 y los requerimientos de sueño 164
Hormonas del estrés 36, 41, 178
Insomnio, crónico, 32
costos del, 73 desarrollo del, 33-35
obstáculos para superar el, 80-84
primario, 33
psicofisiológico, 32
regreso del, 218-220
factores de riesgo, 36, 75
secundario, 33
disparadores, 36-37
tipos de, 32-33
abrazar el 125-128, 226-227
Interacción social, y el insomnio 50
Jet lag 37, 161, 219-221
Juegos de computadora 156, 177
Juegos mentales 54-55
Leer 49, 98, 132
Limitación del sueño 164
Marihuana 37, 57, 204
Máscara para ojos 51
Medicamentos, 55-58, 159
y la calidad del sueño, 55
retiro de 55-56
Melatonina 170, 193, 205
Menopausia 37
Menstruación 37
Mente, ‘de principiante’ 93,
‘prejuiciosa’ 104-105, 110,
187
‘pensante’ 120, 152, 154
Metáfora de la ‘leche, leche, leche’ 137
Mioclono del sueño 178
Mirar el reloj 55, 188-189
Motivación para dormir 175-177
Mujeres, y el insomnio 35
Muñeca quitapenas 155
Niñez, el insomnio 39
Niveles de luz,
cambios en Noche, 170
y el Podio Olímpico 180-183
noches 115, 179, 183-184
Noches de domingo 170
Oración de la serenidad 90-91
Pasatiempos y deportes 63
Pastillas para dormir, ver medicación
Pavlov, Iván 44
Pensamientos, consciencia de los, 93-96
no deseados 100-103
Pérdida 226
Pesadillas 37
Podio Olímpico de la Actividad Nocturna 180-182
Predisposiciones genéticas,
y el insomnio, 36
y el tiempo para dormir 165-166
Preocupaciones financieras 37, 221
Productos para dormir,
recomendados 200
Programa de Cinco Semanas 16-19
Pulsación 109-110, 112
Queso 206
188
Recuerdos 145, 161
Relaciones, 64
ruptura de 85
Relajarse 176-180
Reloj biológico 37, 170 -172
Reloj circadiano,
ver reloj biológico
Relojes LED 198
Resfrío común 221
Respiración,
consciencia de la 107-109, 112, 226
Respuesta de supervivencia 132-133
Ritmo cardíaco 41, 106, 135, 142, 224
Ritmos de respiración 103, 149, 204-205
Rogers, Carl 87
Roncar 37, 189-191, 192
Ruido 33, 200
Salud, y la calidad del sueño 207
Sensaciones,
consciencia de las, 112-116, 119-120
describir y evaluar las, 153
no deseadas 147
Sensores corporales 199
Sentidos,
consciencia de los 98-99, 11, 226
sentimientos, describir 155
Serotonina 205
Síndrome de piernas inquietas 37, 207
Sistema de activación reticular 199
Sistema límbico 155
Skinner, Burrhus Frederic 53
Soledad 86, 136, 144, 191
Soñar despierto, 91-92
Soñar,
189
y el sueño REM 51, 161
Sueño,
cantidad promedio de, 163-165
‘ponerse al día’167 168
profundo, 57, 161, 180
liviano, 160, 179-180
normal, 160-163
REM, 57, 161
tiempo del 48, 171-172
Tapones para oídos 51, 68, 137
Terapia cognitivo-conductual (TCC) 18
Terapia de control de estímulos 184-186
Terapias de aceptación y compromiso (TAC) 18-19, 85-86
Trabajo 36-37, 65, 220-222
Trastorno obsesivo compulsivo 37, 95
Trastornos del sueño (diferentes al insomnio) 37, 206-207
Trastornos psicológicos 37
Triptófano 205
Vacaciones 64, 83
Yoga 47, 61
Zumbido de oídos 206-207
190