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1
Mayday revista poética
Es una publicación independiente con base en el aire.
Julio de 2018
Numero 3
Dirección
El otro Miztlán
Virgilio G.M.
Colaboradores
Mariscela Z. Yatzil
Iván Figueroa
F. Fernández
Andrés O. Pantaleón
Pintura
Ery malzielo
Uziel Levit M
Pintura de la portada
Alfredo Hidalgo
(Zordaz)
Relaciones públicas
Mariscela Z. Yatzil
yatzitlan@gmail.com
http://maydayrevistapoetica.blogspot.com/
FB: May Day
Una revista sin sobre guardar más que su silencio, más que entrelazar palabras,
plasmar lo que ya está dicho y que de una forma u otra, necesitamos
remarcar la esencia que nos conduce, tal vez al irremediable olvido.
Henri Michaux, Bélgica (1899-1984), poeta y pintor. Nacionalizado francés.
Entre Los Angelinos* se encuentra,
Julio Benítez, Guantánamo, Cuba. Poeta, novelista, crítico literario; a lo largo
de su carrera ha obtenido numerosos premios. Por mucho tiempo vivió en
Los Ángeles, California, USA. Actualmente reside en Miami, Florida.
Luissiana Naranjo Abarca, Costa Rica. Editora, poeta, escritora y promotora
cultural, ha sido presidenta de la Asociación de Autores Costarricenses. Reside
en Costa rica.
José Manuel Rodríguez Walteros. Nació en Colombia, reside en Los Ángeles,
California. USA. Poeta, novelista, y cuentista, ganador de innumerables premios
internacionales.
Raúl Parra, Tecpan de Galeana, Guerrero, México, poeta y narrador.
3
¿Hay un punto donde la poesía se aleja de las palabrerías o las palabrerías
también son poesía?
Se ha dicho que se puede hablar de buena o mala música, pero no de mala
poesía, porque la poesía existe o no, pero no puede ser mala, así de contundente
es la afirmación, pero, ¿a qué se debe entonces cuando alguien agarra el
micrófono y lee solo palabrerías, le aplauden, y le llaman poeta? ¿Es cuestión
de gustos? ¿Dónde empieza y termina la poesía? Ahora con las redes sociales,
se ha soltado una avalancha de poetas. Al parecer, solo es cuestión de coleccionar
amigos, publicar un par de líneas para dejarse llamar poeta. (Y hay unos
que se autonombran poetas). Revista Poética Mayday, intentará publicar la
otra poesía, si es que existe la otra poesía. La que está más allá del monitor, del
micrófono, más allá del libro, la que no cabe en un recital de señoritas.
“El verdadero poeta lucha contra la poesía y hace largos esfuerzos por librarse
de ella antes de rendirse”.
“Fueron los Poetas los creadores de la idea de Dios. Después se la apropiaron
sacerdotes, filósofos y líderes.
Si quiero hablar de Dios, no busco a un teólogo; busco a un poeta. Los teólogos
tienen a Dios por oficio y profesión. Pero Dios nunca habla con los teólogos,
Dios, solo habla con los poetas”.
Jaime J. Escobar
“Bienaventurado el poeta que pone
al descubierto la intimidad
del universo”.
Ángel Negro
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Poemas de
Henri Michaux
Bélgica
En cama
La enfermedad que tengo me condena a una inmovilidad
absoluta en cama. Cuando mi aburrimiento
cobra proporciones excesivas y que van a desequilibrarme
si no intervengo, he aquí lo que hago:
Aplasto mi cráneo y lo extiendo delante de mí lo más lejos
posible y, cuando está bien aplanado, saco a mi caballería. Se
oye claramente los golpes de los cascos en ese suelo firme
y amarillento. Los escuadrones comienzan el trote de inmediato,
y piafan, y dan coces. Y ese ruido, ese ritmo nítido y
múltiple, ese ardor que respira combate y victoria, fascinan
el alma del hombre que, clavado en cama, no puede hacer ni
un movimiento.
5
Henri Michaux
Bélgica
Dragón
Un dragón ha salido de mí. Sacó cien colas de llamas y de
nervios.
¡Qué esfuerzo hice para obligarle a levantarse, azotándole
por encima de mí! Los bajos eran prisión de acero donde yo
estaba encerrado. Pero me obstinaba y mantuve el furor y las
chapas de la implacable prisión acabaron desuniéndose poco
a poco, forzadas por el impetuoso movimiento giratorio.
Era porque todo iba tan mal, era en septiembre (1938), era
martes, por eso estuve obligado a adoptar una forma tan
extraña para vivir. Así pues libré una batalla para mí solo,
cuando Europa todavía dudaba y partí como dragón contra
las fuerzas malvadas, contra las parálisis sin número que subían
de los acontecimientos, por encima de la voz del océano
de los mediocres, cuya gigantesca importancia de pronto se
desvelaba de nuevo vertiginosamente.
6
Henri Michaux
Bélgica
¡En contra!
Yo les construiré una ciudad de andrajos.
Sin planos y sin cemento les construiré un edificio que no destruirán
Y que sostendrá e hinchará una especie de evidencia espumeante,
Que irá a rebuznarles a las narices y a las heladas narices
De todos sus Partenones, sus Artes Árabes y sus Mings.
Con humo, con la dilución de la niebla y del ruido de pieles de tambor,
Yo les asentaré soberbias fortalezas aplastantes,
Fortalezas hechas exclusivamente de torbellinos y temblores,
Contra las cuales su orden multimilenario y su geometría
Caerán en un amasijo de sandeces y polvo de arena sin sentido.
¡Tañido fúnebre! ¡Tañido fúnebre! ¡Tañido fúwnebre! ¡Sobre todos
ustedes! ¡La nada sobre los vivos!
¡Sí, creo en Dios! Por supuesto, él no lo sabe.
Fe, suela inagotable para quien no avanza.
¡Oh mundo, mundo estrangulado, vientre frío!
¡Ni siquiera un símbolo, sólo la nada!
¡Estoy en contra! ¡Estoy en contra! ¡Estoy en contra y te cebo con
cadáveres de perros!
¡A toneladas, me oyen, a toneladas les arrancaré
Lo que me han negado en gramos!
El veneno de víbora es su fiel compañero.
¡Fiel! Y él lo estima en su valor justo.
Hermanos, malditos hermanos míos, síganme con confianza,
Los colmillos del lobo no abandonan al lobo,
Es la carne de cordero la que cede.
¡En lo oscuro, veremos claro, hermanos míos!
¡En el laberinto encontraremos el camino!
¡Osamenta! ¿Acaso cabes aquí?
¡Estorbo! ¡Meona! ¡Tiesto roto! ¡Polea quejumbrosa!
¡Cómo vas a sentir los cordajes tensos de los cuatro mundos!
¡Cómo voy a descuartizarte!
7
Roberto Juarroz
Argentina
(Poesía Vertical VI, 19)
Algunos de nuestros gritos
se detienen junto a nosotros
y nos miran fijamente
como si quisieran consolarnos de ellos mismos.
Algunas palabras que hemos dicho
regresan y se paran a nuestro lado
como si quisieran convencernos
de que llegaron a alguna otra parte.
Algunos de nuestros silencios
toman la forma de una mujer que nos abraza
como si quisieran secarnos
el sudor de las ternuras solitarias.
Algunas de nuestras miradas
retornan para comprobarse en nosotros
o quizá para permitir que nos miremos desde enfrente
como si quisieran demostrarnos
que lo que nos ocurre
es una copia de lo que no nos ocurre.
Hay momentos y hasta quizá una edad de nuestra imagen
en que todo cuanto sale de ella
vuelve como un espejo a confirmarla
en la propia constancia de sus líneas.
Así se va integrando
nuestro pueblo más secreto.
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Poetas Angelinos y uno
que otro desarraigado
Joaquín M. López, Mariscela Z. Yatzil, Jose M. Rodriguez. W, y Alejandro Molina.
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Poemas de
Julio Benítez
Cuba
Imágenes
En la noche se escapan las gaviotas
y los huracanes arrasan los senderos.
Ayer quise borrar las lágrimas de mi vida,
pero brotaron sonrisas de cangrejo triste.
¿Dónde está la magra ración de felicidad
que me entregaron por nacimiento?
El ladrón escapa con mis sueños mientras
el olor del océano reverbera en las alturas.
No creo en los discursos altisonantes
ni sueño con renacer en la primavera de la Isla.
El Oeste va desapareciendo con mis años en la mochila
y un vuelo de águila borra los sueños marchitados.
Mi hijo con mis nietos estarán cerca
porque mi caja fuerte los tiene conmigo.
El corazón es un cañón que no dispara
bomba que tiene los amores fuertes.
Entonces, ¿me queda Dios?
Con las montañas y el mar que va conmigo.
10
Julio Benítez
Cuba
A veces siento que la vida se esfuma
Que mi cuerpo es como el auto desgastado
y el motor no quiere arrancar en una mañana de invierno.
¿Habré llegado al límite?
Una Imagen de Resonancia Magnética
Puede escabullir las esperanzas.
¿Nunca caminaré Paris ni disfrutaré un tablao con vino y castañuelas?
La edad es cosa de interponerse a los achaques.
Pero quién puede contra el destino que te llena de verrugas
mientras tu bilis se encierra en la vesícula rodeada de calcio.
No soy pesimista y me gusta la vida
aunque no la he vivido con toda la fuerza que he soñado;
pero soñar no es malo solo que te decepcionas
y las canas te acurrucan detrás de lo que queda.
Hay días que parece que ya es el último
y pides un poco más de tiempo
para beber el vino que no saboreaste,
para besar la muchacha joven que ya no te corresponde.
A veces quisieras escribir el poema que me inmortalice
si es que eso existe porque más allá de Dios
No hay remedo para pensar en lo que viene
Y digo Dios porque me niego a decir que ha muerto
aunque Nietzsche y toda su cohorte así lo afirme.
Yo prefiero los veinte o treinta años que no me quedan
y dejar mis estúpidos versos en el cajón de la vela que se despide.
11
Julio Benítez
Cuba
Insomnio
Yaces en el lecho y tus ojos contemplan el despertador.
No es apnea ni tampoco las preocupaciones.
Puede ser, a fin de cuentas, la gente pierde el sueño
por una cena a destiempo,
un trago convertido en reflujo
o un amor despechado.
Ya no puedes escaparte al descanso de lo incontrolable.
Ya no puedes sentir la almohada bajo tu cuello.
Tal vez la pantalla de la computadora es cómplice.
Quizá la falta de trabajo o el mucho te mantienen alerta.
¿Has pensado en el mejor número de la lotería?
A veces los huesos no se acomodan en la cama;
muchas veces el pensamiento surge en medio de la vigilia.
Los comprimidos de nada sirven;
la calma de una madrugada se convierte en tortura de la oscuridad
mientras la imagen de la última matanza se abalanza sobre tu respiro
¿Quién aborrece las ocho horas que brinda el descanso?
¿Por qué las imágenes se repiten como una descarga eléctrica?
Las bombas invaden el mundo y falta el agua en California.
Tus problemas son ridículos comparados con el calor de la tierra.
A veces yo mirara a ese colchón maldito,
le exigiera libertad para dormir, ni siquiera soñar que ya es mucho.
La boca se llena del agrio sabor de una fruta fermentada
El cuerpo se rinde y se levanta.
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Julio Benítez
Cuba
En medio de la oscuridad
La vigilia con sus espuelas de plata
clavan su ponzoña en el descanso.
Recuerdo las bombas sobre un hospital,
la locura de un insano armado,
las discusiones sobre nuestro Presidente.
Quiero cerrar los ojos y viajar a Paris;
me gustaría sentir el martillar de un canguro;
caminar por la Gran Muralla
o meditar entre Buda y el Rey mono.
Me repito como tantos otros:
Dios y las dudas que confunden.
¿Cómo sería bailar un areito
junto a mis taínas desplegando sus pechos libres?
Callad neuronas.
Dejadme acurrucar en el lecho,
soñar con la dama y sus dos gatos.
La reina gitana no mirará mi cuerpo desgastado
Entonces, aquellos cabellos alumbrados
por la sonrisa que me abandonó
me brindarán un poco de esperanza.
Todo va y viene, incluso el preludio
de la última escena
¿Vuelvo al mismo ciclo?
Traté e intentaré aventar el estrés
a una mañana de domingo.
Tal vez el sueño reaparezca
vestido como esa mujer amable
que me invita a esconderme
entre las sábanas que me abandonaron antes.
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Julio Benítez
Cuba
Poema de la Liebre encantada
Nacido en luna de murciélago
corre y adora Tigresas.
Vestido rojo engaña arrebatos
que Leo cincuenta y uno envidia.
Metáfora suena a Cante jondo
y taconeo de flamenca
gitana de carnes lujosas
marquesa partiendo cisnes
lanza rayos prestados
que a Zeus roba
como Ishtar en celo.
Palabras no faltan y musa sobra
cuando punzas tus versos.
Ojos arrebatados labios de yerbabuena
inspiran amanuense del trópico
embriagado por tu inteligencia
pechos de reina, corales y grabados
arrebatando el corazón sin dientes
del tímido escribano.
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Poemas de
Luissiana Luissiana
Naranjo Abarca
.Zip
Me miro al revés
como si mi nombre empezara con “zeta”,
zodiacal,
zopenca,
zarposa,
zigzagueante.
La complicada conjetura de un sonido que no remedia su soledad,
zorrilla,
zafarrancho,
zamba,
zumbido.
Volverse objeto de la estupidez social,
zanganada,
zarina,
zangarilleja,
zozobrante.
La “z” que se muerde para dormir,
zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz,
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irreversible tono de la histeria,
.zip,
concuerdo con el insomnio y sus archivos insolentes.
Todo es un látigo para desear,
-la zeta del zorro
-la zeta de Dragonball.
Dejarme la piel de zetas y puntuaciones,
zacate que ya no cortan
zapato que solo usan,
zoológico que atrapa bestias,
zaranda sin tamizar,
en fin,
es el verbo que me traiciona,
me zangolotea,
y me zambulle
o vos,
con el zarpazo de tu abandono,
el zanate de tus conquistas,
el zurcido de tus agujas.
La zeta que me convoca a la realidad,
la pastilla Zoplicona que adormece mis cansadas posibilidades,
laTelorZZan que ahuyenta mis delirios,
o el dios zurdo que esquiva mi corazón.
Me sigo mirando al revés,
en mi zona norte,
en tu zona sur,
en la zarzuela de mis antojos,
en la última palabra de mi abecedario,
en el .zip de mí misma.
16
Poemas de
Luissiana Luissiana
Naranjo Abarca
Autobombo
Claro, decirse poeta a todas horas del día
como si fuera una memoria desperdiciada,
hoy, llena de un mes cualquiera,
con la costumbre de leer diarreas emocionales,
veo cuchillos de mesa en una soda barata,
pinturas de monotonía que llenan los vicios de vivir,
que el perro acaricia la soledad,
que el gato nos dice de falsos ronroneos poéticos,
que la mesa es alcahueta de los decires del borracho,
del luminoso,
del frívolo que se aterra jugoso de elementos vacíos.
No importa,
seguimos con los bramidos y la rutina.
Es pasajero eso de decir ¿qué es el amor?,
el amor es nada,
nada de lo que creemos,
más de lo que el espejo juzga,
más de nada que de imposibles,
mi madre, mi hija,
mis cuatro amigos,
leves y honestos cuando me abrazan, eso,
es la disposición
junto al mar,
en toda orilla vertiginosa,
eso, es decir algo cuando encuentras sentido a la sal,
a la incomodidad de otros,
a la peste del inconforme,
a la hipocresía constante de la maldad que existe,
¿cómo negar su daño,
iracundo,
postrado de utopías
para jugarse el último partido con la inmortalidad?
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Luissiana Naranjo Abarca
Costa Rica
Lo que no somos
No somos mujeres artefacto, ni tinaja donde se recibe el semen,
ni arteria adicional del otro sexo. No solo perpetuamos
descendencia donde los siglos dicen que nació de una mujer,
porque cuando esa heredad ya no es permitida se abandona
el amor.
No es solo cuerpo que suda en sus orgasmos ni sé cómo decirlo
después de eso y del siguiente día, donde no hay caricia
que se frecuente. Y no es atropello decirles a los prejuicios
que ya son volátiles y que no aceptamos tiranos en el cuerpo.
Ya no somos como éramos, se ha traspasado la sucesión en
una continuidad distinta, ser desde todos los ángulos, desde
todos los silencios que nos daban miedo, ya la voz tiene otro
sonido plural de mujer.
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Poemas de
José Manuel
Colombia
A Rubén Darío
Premio 2018
Consulado general de Nicaragua en Los Ángeles.
Y digo a voz en cuello y frente al mundo abierto,
que tu voz Rubén Darío sigue intacta.
Y sigue tu figura caminando,
vas de aquí para allá sembrando azules
y pariendo poemas que salvarán la noche.
No ha de morir la muerte en tu mirada
ni tu afán modernista de ser canto.
Arde la Nicaragua en tus adentros,
igual que toda América y España.
Tu lucha universal ha perdurado,
igual que ha perdurado tu agonía.
Se trenzan en un duelo las palabras,
la métrica, la oscura realidad del condenado.
Eres la Matagalpa encantadora,
y eres también León con su quebranto.
Ruge en ti la Managua embravecida,
y toda Nicaragua habla por tus heridas en voz alta.
En Chile van tus pasos y tus prosas,
igual que en Buenos Aires, tu condena.
Nadie con tu talante arde en la Francia...
ni nadie como tú se bate a muerte con el papel en blanco.
Igual que tú la vida tiene fosos y tiene rosas rojas,
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y tiene acantilados y jardines etruscos para tu placidez.
Infractor de poemas perdurables.
En ti por igual senda se va el indio con el que trajo el mar.
La noche ha de encontrarte laburando.
Sigues haciendo versos que hoy son imprescindibles
y que nos han de alumbrar la oscuridad latente.
Rompes en dos la historia que escribimos,
unos antes que tú y otros después.
Todos de todo lado te debemos la nueva poesía.
La nueva valoración de las palabras.
La joya que tallaron tus escritos tan nuestros,
Y la senda universal de tu extravío.
Nunca se va del todo quien escribe,
quien logra en un papel llegar muy lejos...
y tú eres de los nuestros una muestra,
vaya por ti la gloria del recuerdo.
El gusto Nicaragua de tenerte tan cerca en la memoria.
***********
Mordiendo trozos del padre sol,
pateando piedras y firmamentos.
Llega la tarde a tus aposentos.
No es a agacharte a lo que has venido
Mujer de fuego, mujer de sal.
Vives la vida en una escapada,
y aunque la noche se te cae en pedazos.
Brindas verano en cada abrazo que sueles dar
desde la salita a la facultad.
Cierras heridas, abres ventanas.
Son tantas luchas que hay que luchar.
No habrá otro tiempo ni otra Argentina, por más dolores que
lleve adentro.
Triste es la senda de la victoria.
Bienaventurado aquel que se conmueva.
Al verla libre haciendo castillos en el arenal.
Ven únete a la fiesta.
Tienes un sitio entre los caídos,
los exiliados, los sin ahora,
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los de la calle te saludamos.
Siempre habrá campo para uno más.
Regálame tus manos.
Vamos haciendo lo ya imposible.
Seas nuestro sol, nuestro mediodía, nuestra tristeza si estás presente.
Se vuelve rabia que cierra heridas.
Hoy que caminas la senda del loto,
del despertar, de la triste pena,
te vuelves lluvia y despeñadero.
Tu corazón, sobreviviente de la era del pez,
aún tiene fuerza de alzar el mundo.
No lo contiene el sujetador,
y en este sábado de caravana.
Ven a la fiesta que el barrio bajo se va a romper.
Si es que ves el firmamento,
mujer de luna, flor de neón.
Por las fronteras y los subsuelos,
lejos de todo y lejos de ti,
los emigrantes te saludamos,
y que sean nuestros tus pensamientos.
Danos tus ojos para mirarte,
con tu sonrisa se hace más fácil la soledad.
Ven, únete a la marcha.
Eres de barro y eres de sombra.
Vale la pena esta mala hora.
Si estás conmigo no estarás sola,
y será cierta la dulce aurora,
la lluvia nace en tus manos.
El viento tiene tu nombre triste.
El fuego nace de tu alegría.
En ti la noche se hace de día.
Vive la magia en tu caminar.
Ven, únete a la marcha.
Te precisamos en las pateras,
en los altares de las trincheras,
en el callejón de los ilegales...
Ir de tu mano por la frontera.
A darle frente a lo que vendrá.
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José Manuel Rodríguez
Colombia
Ché Guevara
Premio 2017 Revista Hemisferio Izquierdo
Poesía Homenaje al Ché
Montevideo, Uruguay
Poesía
Ché Guevara
Quién es el que golpea las escotillas de todo un continente
Lejos de padre, lejos de su sombra y cerca de mi hermano
Ché Guevara musita la explanada de las bayonetas con temor
Hemos en las rodillas y en la moto con los brazos cortados
A punta de machete en plena zafra o bajando a la mina
Yo tengo piel de obrero Che Guevara, amigo fiel de toda la espesura
Cuba debe brillar en plena noche, tu risa franca, tu asma sosegada
Me llevo tus cabellos y tus ojos en una camiseta, pero vas más allá
Vas hasta la enramada donde duerme el esclavo
El látigo descansa en las espaldas y la noche se cierne sobre Honduras
Cómo nos falta el pan, la dentadura, una piel de manjar
Hace tanto que no tengo bolsillos doy espanto
Los obreros del cobre y la manigua se entregan a San Lázaro
Ha de ser más que un viernes la vida verdadera
El pan, la cementera, el fuego que redime y no la culpa
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Padre fue una ventana que jamás se abrió
Casto y secular eyaculó en las sombras del confesionario
Todo en manos del dios que nos llegó de lejos, nunca el nuestro
La otra mejilla, la otra caparazón, ese es tu sino
Entonces la Bogotá del llanto ardió en el tiempo
Los cuarteles vomitaron su carga, la Plaza de Bolívar parió lanzas
Padre en su overol y sin zapatos remendaba las nubes
Todos los muertos nuestros forman uno
El mismo pero distinto rostro y vientre
Nadie se mirará en nuestros adentros
Padre no tuvo tierra pero fue un sembrador
Cosechero de hijos que parió la ciudad venturosa y brutal
Y arriba en el cielo aterciopelado de los dueños del día abrían el vals
Iban a Copenhague, fornicaban con un pudor antiguo en tierra santa
Está será tu casa, esta tu fabrica, estos los muertos tuyos y
aqueste tu abolengo
Abajo en el barrial la abuela lamia en latón la rabia
Furia del arrabal que se permuta
Sindicato de los expendedores de madera arde en fuego
Sindicato del cobre
Que alguien le ponga un rostro a los obreros
La América era una tierra inhabitada
Lengua coral y asfalto y yerbabuena
Pastoreo repelente de almas ensimismadas
Hasta que alguien ajustó los caminos a una senda
Si en Ecuador suspiras en Asunción me viene la resaca
Es mi hermano el obrero que allá en Minas Gerais
O en fin Montevideo también levantan muros
Pero vino la luz y no era mortecina
Una fiera águila que ensordece se tragó nuestra entraña
Destino manifiesto que le da un puñetazo en plena Amazonía
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Y luego el cocotero, luego la dulce desolación de medio tarde
en las azucareras
Cuba es una serpiente levantada en sus patas que deshila las horas
Y nosotros en ellos Ché Guevara
Paso a paso saliendo del infierno
Amoratando la costra que cercena
Destilando los fuegos que han de alumbrar al hombre
Tengo una oscura herida emponzoñada doctor de los doctores
Se llama ministerio de justicia, se llama La Moneda, Estadio Nacional
Ha de llamarse el Esma, Vesubio, Villa Grimaldi
Tiene tantos nombres que no basta la vida ni la muerte
En el pozo recitan su canción Los Innombrables
Para que el tiempo pase y que no pasa
Hoy como ayer cuando las carabelas
O cuando el alemán o el conde inglés
Los mapuches retuercen su cadencia
Salen del agujero como antaño
El tiempo tiene un cerco y un candado y estamos bien adentro
La quebrada del Yuro nos late como un perro sonámbulo para
amargar la noche
Y aquí de punta a punta lo mismo la mujer que los obreros
El árbol, la ceniza, la nieve, la esperanza
Aquí todo se vende o se ha vendido
Nos queda la vejez indomeñable y vacua que da pena
Los grises callejones atestados
Montañas recicladas de huesos blanqueados por el sol
Se vende y todo compra el hijo de la América
Se arrodilla y se golpea en el pecho
Se trepa en la cruz y se clava la estaca
Duchos en doblegarnos han vendido tu rostro
Ché Guevara en pie me rebeló a suicidarme
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De muerte natural o de silencio
De consuelo bajito
O que me compren con un salario mínimo aunque al menos hay pan
Debajo de los puentes la ciudad de la rabia y la jeringa
Y Uribe y los Uribes que traicionan departen en una playa gringa
La vida hay que vivirla y es hermosa
Es digna de unos cabellos que bordean la entrepierna
Y de un jacuzzi con ritmos saltarines
Y nuestros ojos que acusan en silencio y a gritos
Separados por almas y barreras
Alguna vez Guevara han de encontrarse las almas y los ojos
Nos sentaremos sobre todos los muertos a preparar el fuego
Ché del altiplano le diremos al que viene del frío
Oye tú de los cocos y de las barracudas
De la cumbia misteriosa Ché de la tamborera
O tú Ché paridora en la inmensa antesala
Tu hijo es hijo de todos y nace a contravía donde no crece hierba
Ché bebecito azul tierna la tarde para que bebas agua antes
de que se acabe
Apuna que da miedo la esperanza sobre Ché Santa Clara
Hablan en Aymará los que te bien reciben
Ché Bogotá del llanto
Ché Bronx pulula que arde el cielo
Se inflaman los periódicos y las televisiones
Se desdibuja tu rostro, te cargan de ignominia y vuelven a matarte
No estás muerto
Nosotros que vivimos en lo oscuro, en la vida sin tanta donosura
Sabemos que estás vivo
A la hora del almuerzo y en la fábrica
Subiendo la colina
Masticando las tuercas del furor y la angustia
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Somos ante la vida Ché Guevara tristes sobrevivientes
Pero vivos
Ché Guevara es mi casa que da a un gris callejón
Che Guevara de todas las faenas para amarte
Igual que amo la herramienta que nutre nuestra hambruna
En cada línea que no sea las de Nazca
Cada historia, cada libro, cada fiel testimonio
Yo soy Guevara en ti para el cadalso, el quirófano, la junta, el piquetero
Mi ciudad capital es Ché Guevara, Guevara mi país arrodillado
Guevara la terca carretera que viene desde el sur hasta los hornos
Y es Guevara la digna pulcritud del justiciero
Reunión extinta del sindicato extinto
Hoy no quedan obreros solo hay amo
Se perdió la retina es todo oscuro
Y desde la Nueva Babilonia nos llegan los comandos
Recortes, los ajustes de nómina
Y nosotros temblando en plena esquina con la mano estirada
Qué falta Comandante para que caiga el alba
Se rompan los cristales, el general se arranque las insignias
Memoria Ché Guevara es mi memoria
Donde ayer un río, un socavón, una guerrilla con todo y guerrilleros
Y la firme certeza del camino
Lejos la facultad, las metralletas
Cerca muy de cerquita el desaparecido
Nos han quitado el grito de la sangre
Pero yo soy Guevara plenamente
Como otros rezan padre nuestro yo digo hermano mío Comandante
Quisiera el aymará o el gran tolteca acariciar tu rostro
Posarse en tu mano el cóndor de los Andes
Y quitar el rastrojo, redescubrir la ruta verdadera que lleva a las entrañas
Yo soy el pan Guevara para todos
26
Los niños Ché Guevara que no mueren ni que son subastados
Ché Guevara el desierto sin mujeres cortadas en pedazos
Y la plaza Guevara donde los viejos viven plenamente
Ché Guevara de niebla, piedra y bronce
Ché Guevara de madrugada fría y bajo la lluvia
Ché Guevara en lo oscuro celda sellada sótano implacable
Ché Guevara haciendo el hijo mutuo de la América
Ven vamos descorriendo el cortinero
Que se venga la fiesta con sus verduras todas somnolientas
La mesa Ché Guevara ya está puesta no hay mas selva
Solo un hogar de todos compartido lejos del huracán
Deja Guevara el ritmo de la quena
De muy lejos del sur viene subiendo
Deja atrás potosí el acantilado y ven conmigo que Guevara llama
Todos sitio en la tierra y sin papeles
Sin más certificado que la sangre
Las ganas de bailar, de arar la tierra
De ser el Ché Guevara para siempre.
27
Poesía de
Raúl Parra
Guerrero, México
No hay duda
Borracho
soy la metáfora de mí mismo
Me salen alas y me crece la sangre
Me reinvento
Vuelo y desvarío
Mi sexo se transforma en un panal de abejas tiernas
rosadas y carnosas
recién nacidas
¡Ah, deliciosas forajidas de la concupiscencia!
violadoras innatas
indecentes pirañas de mi sangre
No hay duda
soy otro y el mundo también
La Luna se viste de hembra para mí
Copulo con ella
cabalgamos el cielo
acariciamos la tierra
nuestros jugos son el Mar
Me regala saliva blanquísima
y la noche húmeda de su vientre
las mezclo y me hundo
No hay más
estoy yo
feliz y borracho
bebiendo en su vulva
historias de amor
28
Raúl Parra
Guerrero, México
Sedimento
De todo esto vida mía
no queda más que saliva
palabras y esperma
sudor y arrepentimiento
soledades de hotel
29
Andrés O. Pantaleón
Guerrero, México
Cero, para volver
-Solamente buscabas un pretexto
-le dije cuando decidió marcharse.
Antes de cerrar la puerta,
descolgó con su mirada la simulación
de su amor,
que aún pendía de las paredes.
Parecía como si su propio
pretexto
la siguiera apenado,
deslizándose por debajo de la puerta. Y
acurrucado en el ático,
su recuerdo murió.
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Disertación del autor del poemario TENACIDAD EMIGRANTE en su primera
presentación oficial auspiciada por el grupo editorial de la revista literaria
MAYDAY el 4 de Mayo del 2018.
La lectura es el arco que dispara el flechazo llamado poema. En un estado de
meditación permanente sobre lo que hemos leído, desarrollamos la inspiración
para lograr un buen poema.
Como dice el poeta Uriarte: Se lee siempre más allá del libro mismo.
Y yo digo: La clave para lograr un buen poema es leer, leer y releer. Porque el
que escribe más de lo que lee corre el riesgo de improvisar y la improvisación
no siempre sale bien, caemos en la simpleza, el subjetivismo y a veces en el
disparate o la contradicción. Una vez publicado el poema, no hay vuelta atrás.
Yo desconocía esta primicia, tenía miedo ser influenciado, mis dos primeros
poemarios los escribí sin haber leído un mínimo necesario (me refiero a los
grandes autores literarios). El resultado fueron unos poemitas de cursilerías y
uno que otro aceptable.
Por eso mi tercer poemario tardó varios años en salir, me recetaron una lista
interminable de libros de los cuales yo conocía algunos solo por referencia
pero nunca me había propuesto leerlos con la intención de producir poesía.
Todo comenzó cuando conocí al poeta Uriarte, cada poema que le presentaba
me decía “tíralo en prosa” y yo disimulando mi ignorancia me preguntaba
¿Cómo lo hago? ¿Cómo paso un poema en verso a prosa?
Yo mismo llegué a la conclusión de que:
El pilar del universo
poético es el verso
pero la prosa…
¡es más sabrosa!
La prosa permite al poema un diseño más versátil, liberándolo de las ataduras
métricas y rítmicas, logrando versos prolongados que nos permiten expresarnos
con mayor soltura. Es como quitarse la camisa de fuerza del verso tradicional.
Esto no quiere decir que el verso haya pasado de moda. Así como la lectura y
la meditación es la base del arte poético, el verso y la prosa seguirán siendo los
grandes componentes de la poesía y la literatura en general.
El resultado fue este libro estructurado principalmente en prosa (con algunas
excepciones) y a pesar de los años de prueba y error, aun me quedaron indicios
de insatisfacción.
Iván Figueroa
Los Ángeles CA, USA
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