23“I am blindingAutoluminescentI am white heatI am heaven sentI was a nightmareBut I’m not gonna go thereAgain”.(Autoluminescent - RSH).
completamente distinto y con loque Rowland nunca pudo volvera identificarse. Años despuésreconocía que se veía obligado aincluirlo en su repertorio pero losentía como un tema ajeno, comosi interpretara una versión. Nickpor su parte admitió que Rowlanddebería haber cantado ese temaen lugar de él.Rowland redefinió a The BoysNext Door, luego reconvertidosen The Birthday Party, con elpunzante sonido de su guitarra,lleno de feedback y distorsión.También con su imagen vulnerabley andrógina en contraste con lafuria de su sonido en directo, y supresencia sobre el escenario, sinrumbo fijo y tambaleante, comosi no estuviera realmente allí.“Creo que fue por una mezcla deignorancia y confianza ciega enmí mismo que hice cosas porquepensaba que sonaban bien y Nickme animaba a probar cosas, ruidosridículos. Recuerdo un punto enque escribía temas y me decía ‘ycuando llegue esta parte quieroque hagas un ruido horrible, tieneque ser completamente distintoa cualquier otro ruido horribleque hayas hecho antes’, así queme comía la cabeza intentandoencontrar esos sonidos”.El grupo sentía que su escenase les quedaba pequeña y queel césped era más verde al otrolado de la valla, así que en 1980la banda y su pequeño enjambrede novias y acompañantes semudaron a Londres. A Rowlandle acompañaba GenevieveMcGuckin, su inseparable parejasentimental y artística. Todosjuntos, unas diez personas, seinstalaron hacinados en un pequeñoapartamento de un dormitorio, sindinero y sin un plan concreto másallá de conquistar el mundo consu irresistible arte. Pero Londresno era el paraíso que esperaban.No era una ciudad amable ointegradora con estos extrañosrecién llegados de Australia y laescena musical de la época lesresultaba desesperante. NickCave dice que Rowland “se tomóLondres como algo personal, comosi alguien lo hubiera construidoa propósito para hacerle infeliz…aunque podría decirte que esaera su actitud para con el mundoentero”. Rowland recordaba que lopasaron fatal, no tenían nada, sufriómalnutrición, y con ese lenguajelleno de imágenes que poblaba sucabeza dijo: “We went from beingbig fish in a tiny pond to being frogspawn in an ocean” (“pasamos deser peces grandes en un pequeñoestanque a ser renacuajos en unocéano”). El resultado de todo estofue que sus actuaciones en directose fueron haciendo más violentasy antagonistas, como vehículo desu frustración. En 1981 se fueronde gira hasta Estados Unidos. EnNueva York tampoco estaban listospara recibirlos. A los pocos minutosde empezar a tocar los dueños delas salas les impidieron continuar,asustados por la dinámica de susactuaciones. En total tocaron unos25 minutos en conjunto en sus tresconciertos en la ciudad. Esto lessirvió para que en la Costa Oesteles esperasen con curiosidady anticipación, y para llamar laatención de Lydia Lunch, que sequedaría prendada del talento deRowland.Después de girar por Australiay Europa decidieron instalarseen Berlín Oeste, una ciudad conuna escena mucho más vibrante,experimental y libre en aquellaépoca, sin reglas. Caos, locura,drogas. La ciudad les recibió conlos brazos abiertos. El director decine Win Wenders fue testigo delefecto que causaron en la escena.“Se imponía un silencio cadavez que aparecían en un sitio.Eran enormes, lo más grande deBerlín”. (Wim Wenders incluiríaimágenes de ambas bandas post-The Birthday Party, Crime &the City Solution y Nick Caveand The Bad Seeds, tocandoen directo en su película “DerHimmel über Berlin” – “El cielosobre Berlín” de 1987). Se pusode moda su imagen, su actitud, suforma de estar y moverse. Fueronlos dueños de la ciudad durante lossiguientes dos años, hasta que lasrelaciones entre los miembros dela banda, y de esta con su público,empezaron a agrietarse. De unaaudiencia que era sorprendidapor unas actuaciones en las quenunca se sabía qué iba a ocurrir,pasaron a un público que no seimplicaba y simplemente esperabaser sorprendido.Las grietas en la banda se hicieroninsalvables. Rowland y Cave sefueron distanciando creativamente,ambos estaban haciendo músicay escribiendo letras con las que elotro no podía sentirse identificado.Rowland se sentía marginado.Además apareció en escenaBlixa Bargeld (EinstürzendeNeubauten), un personaje con untalento atómico, impredecible yanárquico, que era justo lo que Cavenecesitaba en ese momento. Blixase aproximaba a la guitarra de unaforma totalmente opuesta a la deRowland. No sentía ningún apreciopor ella y la mayor parte del tiemponi siquiera tenía una consigo, usabala primera que encontraba o podíaconseguir prestada y la enchufabaen cualquier amplificador. Blixa seincorporó a las últimas sesiones24