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Revista Microbio #01

Revista Microbio es un proyecto de Microbio Editorial, de publicación trimestral, que se centra en la recopilación de textos literarios y material visual, independiente del género al cual correspondan y la notoriedad o nacionalidad del autor. Así también, se busca dar visibilidad y promoción a otros proyectos culturales independientes que se encuentren en crecimiento.

Revista Microbio es un proyecto de Microbio Editorial, de publicación trimestral, que se centra en la recopilación de textos literarios y material visual, independiente del género al cual correspondan y la notoriedad o nacionalidad del autor. Así también, se busca dar visibilidad y promoción a otros proyectos culturales independientes que se encuentren en crecimiento.

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REVISTA

MICROBIO

Poesía | Crónica | Ensayo | Relato | Reseñas

Dibujo | Pintura | Ilustración | Fotografía

MARZO 2021 | NÚMERO 01


Edición, diagramación y maquetación por:

Nali Sáenz

Corrección de textos por:

Benjamín Sánchez y Nali Sáenz.

Diseño Portada y Contraportada:

Imágenes Portada y Contraportada:

Diego Tapia

Esta revista se edita desde Aldeia, Portugal.

Distribuído físicamente en Europa y América

Latina


REVISTA MICROBIO

M

icrobio Editorial

nace desde la profunda

convicción

acerca de la importancia

y necesidad

del relato –en su más amplio sentido– sobre

la gestación, configuración y perpetuación de

la cultura humana. En este sentido, teniéndose en

cuenta que, a lo largo del tiempo, la producción cultural

se ha encontrado enmarcada en un espacio hegemónico

acaparado por ciertos grupos de poder, surge la

necesidad de generar nuevos proyectos que puedan

disputar este espacio.

Es así como durante los últimos años en

Chile, ha sido posible apreciar un auge en la creación

de micro editoriales que, desde sus respectivos

nichos y posibilidades, han comenzado a generar

y difundir nuevos contenidos, con el fin de

acercarlos a las personas.

De esta forma, Microbio Editorial busca generar mecanismos

que permitan localizar, editar y difundir nuevas voces

literarias que, mediante una particular forma de observar y

expresar el mundo, inviten a una reflexión acerca de éste en

el lector, como una forma de infectar el espacio hegemónico

cultural y, a la vez, ayudar a sanar la herida en aquellos que,

por décadas, han sido excluidos de éste.


Vicente Venegas

Sufrimiento

Las tejas de la casa de Eugenio se tambalean y caen

Se quiebran

Se quejan

Y son arcilla

No es por algún temblor que toque a su puerta

No es por algún movimiento que sacuda su casa

No

Sucede que Eugenio está frente al espejo y tiene algo metido en el ojo izquierdo

Y su ojo vibra como lámpara en velador gastado

Y la casa de Eugenio tiembla en la mitad de la cuadra

Y Eugenio tiembla en la mitad de una baldosa

Eugenio se pasea

Se desespera

Irreversible

Eugenio se mira en el espejo:

“Eres una hormiga sobreviviendo en el lavamanos” le dice su boca, en el espejo

Tres y cuarto y se decide

Agonizando

Dedo índice y pulgar descubren su ojo

Enfoca

Su ojo

En el espejo

No hay nada

Nada más que Eugenio

Y su pupila izquierda

Que tiembla

En el lado derecho

De su reflejo

4 Microbio Editorial


Vicente Venegas

Alma

Qué es lo que quiero decir cuando hablo de mi

alma

Qué es lo que pienso

Lo que siento

Lo que escribo

Lo que niego

De quién es este cuerpo que juega con la tierra

De quién es esta cara que se mira en el espejo

De quién el dolor

De quién la esperanza

De quién el tiempo y el espacio

Qué es lo que quiero decir cuando hablo de mi

alma

Tiempo

Pasado y futuro

Van y vienen sobre las colinas

Como pájaros livianos que flotan en el aire

Pasado y futuro

Se recogen y se estiran por las calles

Como olas que se rompen y comprimen incesantes

Pasado y futuro

Se esconden entre la neblina calurosa

Como las estrellas invisibles que decoran el

mundo

Y tú vas corriendo

Como un niño apurado tras el aro de fuego

Arrancando del tiempo, a la espera del tiempo

Pasado y futuro

Van y vienen sobre las colinas

Como pájaros livianos que flotan en el aire

Microbio Editorial 5


Marina Blazquez

I.

Es mi corazón de las muertes en que persisto

Lóbrego y lábil atravesado por el escorzo de un ciervo

Detrás de los cristales dibujo tu silueta y pienso

Cuándo volveré a verte, aunque apenas te has ido,

De las cosas que he tocado, me duelen los dedos,

Mis días fatídicos sin la emoción en la que pudiese decir

Yo más alto, pude vencer las inmundicias,

Me desquicio llorando en los rincones

II

Solo tengo mi pequeña cama pequeña en este mundo enorme

Mi habitación de dos por tres metros que me rodea este cuerpo infame

Esta sensación de abrirme por dentro cada dos por tres que arranca la garganta y me deja las

ganas llenas de nadie

En las esquinas he visto las enormes arañas acercarse a mi cuerpo

Querían verlo y quererme con sus telas

Ellas me han envuelto en este armazón en el que ahora estoy y del que no entiendo nada

En este armazón extraño en el que nada entiendo

En mi cuerpo repartido en goznes que se despeñan

Mis miembros se deshacen a cada pequeño golpe

Que hasta las caricias me revientan

III

Del tiempo se deslizan las incógnitas enroscadas

Caminamos preguntando

De las respuestas hacemos templos, y casas, acueductos que nutren nuestros deseos

Al cabo nos damos cuenta

¿Podría ser de otra manera?

Nos asusta

El cielo, las nubes tienen sombra de hombre

Nuestros sueños se pueblan de criaturas

6 Microbio Editorial


Microbio Editorial 7


Ignacio Mardones Nally

De “Esfinges”.

1.

18.

Manchamos al geólogo con barro de la quebrada.

Una forma natural

de relacionarse y de vivir

entre el pulso de los litres.

Después de minutos: correas tensas, interiores

donde la fascinación es absoluta.

Empieza la mañana,

en silencio el hombre se desprende

de su dolor.

Así está limpio cuando sus párpados se abren

y su mano tuerce la reja.

Buenas noches, dices

––cuando no entendamos nada

te haré una caña de pesca con bambú

cordel y un alfiler de gancho:

levantarás hojas secas del jardín

gracias al anzuelo.

Pero la hoja que aparece en una bandera

(en su centro)

custodiada por franjas rojas

te despertará.

Alguien que bucea con tiburones

valora la cárcel submarina

que otros en la tierra

diseñaron para él.

Desde corales, un pez

va a tu mano y se rinde.

Él es nuestra ira.

8 Microbio Editorial


Ignacio Mardones Nally

30.

35.

Lo que se espera de nosotros,

simplificado.

Convertir una raza incomprendida

en manos de un viejo irresponsable, en una raza

de pelusas sobre montañas.

Almuerzas y crees que el alimento

cae dentro de ti y salpica tu agua

(te pones de lado

y surge otro pensamiento).

A la que parió le confeccionan

un ombligo nuevo y la amarran al quitasol ––no tiene

futuro, pero sí su hijo.

Él podrá desvanecerse o transformar

un grano de arena en pétalos y silencio.

Como el que decide por lo que entiende perfecto

y pierde.

O como el que escoge participar

a través de la reja

en la caída súbita.

El queltehue que adoptamos volará

si hay una nube impávida que humedezca

estos árboles iluminados.

Y en el cielo

debe ser irreconciliable con todo lo demás.

¡Es expresivo!

Arregla sus plumas de acuerdo a lo que piensa

en medio del coro de los yuyos.

Decimos que encarna un compromiso.

La promesa de ser

buenos, simples, generosos.

Ya las capitales son otras

imposible matizarlas: el enredo exagerado

de ti, de mí, de nuestra dulzura

ocurrirá aunque seamos hábiles.

Esta es la pieza en que vivimos, esta

la ventana que da al pasto

––puertas que abres y cierras por la tarde

para empezar de nuevo.

Caminamos, ves algo moverse en el pasillo.

No puedes dejar de reír.

Tanto que las piedras se

transforman en campanas,

la arena en glitter, instrucciones y música

en amor para acompañarte: amor, amor.

Microbio Editorial 9


Benjamín Fernández

Posible poema de amor

Como reloj con taquicardia,

Pienso en esos ojos que brillaban en la oscuridad de la pieza

En el ruido de sus dientes

Al chocar con los míos,

En su respiración acelerada, cuando con colores

Apuñalaba sus costillas con mis dedos

lánguidos

Estremecido por distancias

Ojos de besugo

Roedor de entre los matorrales de los deseos

Corazón de mar, como torbellino apasionado

Gritaste preguntando ¿Cómo no amarte más?

Fue lo único que no me pudiste enseñar,

Hostil migaja de pan, sereno llanto de un domingo vacío

Corazón de la fruta, que jugo manaba entre los dedos

Manos acaloradas,

Un cincel entre los dedos de tus pies

Para tallar una pródiga sensación,

en los alborotados

son los míos,

Tallaste tu nombre entre mis dos ojos

Resonando así, la idea de mi delirio.

-tenías en mente-

10 Microbio Editorial


Benjamín Fernández

Ventana Pálida

Sentados, nos mirábamos. Examinamos cada extremo de los

pálidos rostros. Sobre la mesa humeaba un cigarrillo enrollado.

Unos vasos a medio beber y el escrutinio de los sonidos compartían

el instante. Todo indicaba algo de los ojos, como si fuese un

mensaje. O sobre ideas no elaboradas que ruidosas se mostraban

tras la imaginería de una diversidad de dudas. Plantas molidas y

puestas en papel nublaban los ojos de momento, tormentoso pasaje

asomaba sus fauces y ella desaparecía por un instante. Se venía

así una vieja carretera, antigua en toda su edificación. Sonidos

exuberantes invadían la melancólica imagen y desaparecían en el

horizonte. Quizás, sobre esta intención de abandonar la inercia,

se pensó locuazmente. Sus palabras atoradas en el PezCuezo

podían irrumpir el tejido de la situación. Tienes ojos de pena,

-interrumpió ella, dejando escabullir levemente su ternura. No lo

creo- respondí. Son así casi por costumbre, querida. Una bruma

nocturna se apoderó de la noche siguiente. La luz se desvanecía

mientras los cuerpos palpitaban en una eterna danza. El bullicio

de mil sentires, se conformaban. El jolgorio se componía de sus

excesos, lentamente todo nublaba la visión. Ella reía, miraba de

reojo mis formas de relación. Me abrazaba, rendía su cuerpo y la

decisión. Sus lágrimas caían como pétalos ahogados en mi cuello,

buscaba su rostro para comprender su dolor. No la debo soltarpensé

mientras ella se desvanecía. Mi sentimiento se unificaba y

sentía amarla por un momento. Sin esperar tránsito, nuevamente

la carretera era eterna, paradigmas iban y venían, su camino, la

corrección, la razón de los movimientos y el antojo de la curiosa

y repugnante duda. Ella miraba y reía con su vaso en la mano. Un

parpadeo de ojos, su movilidad brillaba. Ella miraba y sonreía.

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Nali Sáenz

El tipo de la pizzería

Tony

El tipo de la pizzería es buena gente

Me hace el favor de cargar mi celular

Conversamos y me cuenta cómo

conoció a su esposa venezolana

Su español es tosco y su acento centroamericano

-ahora que estoy solome

conforta y me hace sentir en casa

El tipo es buena gente

incluso me hace un descuento en la cerveza

y no se molesta porque fume

cerca de la ventanilla

inundando el local de humo

El tipo es buena gente

y me cuenta la historia de cómo

consiguió tener dos pizzerías en ocho años

-antes no tenía nada

sólo a su esposa venezolana-

La pandemia le ha jodido el negocio bastante

-trabaja como un locopero

el tipo es buena gente y piensa

que a los chinos de aquí

de Portugal hay que exterminarlos

A todos, me dice

Putos chinos, me dice

El tipo de la pizzería es buena gente

Aquí tienes tu teléfono, me dice

Hasta luego, me dice

Tony ya tuvo 50 carros

y más de 50 empleos

Tony fuma dos paquetes diarios

de los peores cigarrillos de Portugal

y adora pelear con su hija

casi tanto como la adora a ella

Tony se bebe un litro de cerveza

-directo de la garrafacada

vez que se sienta a comer

-y lo hace en 3 o 4 tragos-

Trabaja como un loco

y como un loco va dejando

cicatrices en su cuerpo curtido

Tony bromea cada vez que puede

pero casi nunca ríe

En los cigarrillos gasta

300 euros al mes

y al día 15 ya no tiene

apenas dinero

Nunca les faltó nada, dice

cuando su hija se lo echa en cara

Tony responde siempre

porque adora pelear con su hija

Casi tanto como la adora a ella.

Microbio Editorial 15


Nali Sáenz

Lucía

Ven, niña

Te invito a caminar por Aldeia

tomados de la mano.

Andaremos colina arriba

siguiendo el camino de las lagartijas

dejando migas de pan para no perdernos.

Prometo que te subiré a mis hombros

para enseñarte los molinos

y explicarte cómo funcionan

y cómo gracias a ellos

herviremos el agua de la vertiente

para beber té de melisa

mientras reímos del mundo y sus tragedias

que no existen aún en tus ojos.

En tus tiernos ojos de niña.

16 Microbio Editorial


Rodrigo Ponce

De “Un arma puede ser un cigarrillo inesperado a las 3 de la tarde”.

DOMINGO

FUMAR MATA

Marina se levanta temprano

para ir al trabajo.

Le pido que me ponga

una colcha encima.

Se va. Suena el despertador.

Son las 12.

Vivo en el Mediterráneo

(lo sé

porque he olido el mar

al abrir el cajón de mi mesilla)

Salgo a comprar leche y una barra de pan.

Los bares están abriendo.

Una mujer me pide

que le acomode el tirante

de la bolsa de compras

sobre el hombro

y un vagabundo me pide

los 50 céntimos que he gastado

en la barra de pan.

Vacío el cenicero de colillas de ayer

cuando Marina

con el torso desnudo

me leía poemas.

Ahora leo y me lío un cigarro

mientras pienso en el día

que tengo por delante:

desinfectar la casa de chinches

y escribir un par de poemas.

Mi amigo Carlos

me dice

que en realidad

no tenemos lo que se dice

una buena comprensión

lectora.

Si no - dice- cómo explicaríamos

que sigamos fumando

a pesar de que nos adviertan

en el mismo paquete de tabaco

que eso que estamos consumiendo

nos va a matar?

Es como ver en un envase

de veneno para ratas

el símbolo de la muerte

y las advertencias

y aún así

consumirlo.

Nos quedamos

un momento

reflexionándolo.

Ahí- coincidimos- está

la explicación.

Seguimos fumando.

Microbio Editorial 17


Rodrigo Ponce

UN SECRETO

Tengo un secreto

que no le he dicho nunca

a nadie:

a veces el mundo

conspira a mi favor.

La gente que pasa se da la vuelta para mirarme.

Los pájaros dirigen su canto hacia mí.

Todo mi pasado confluye

en una única vía

que me lleva a este momento

de felicidad.

Todo tuvo que haber pasado

absolutamente todo: guerras, asesinatos, violaciones,

matrimonios, amistades profundas como un glaucoma, divorcios

nuevos amores, países enteros destrozadas por el hambre,

malas decisiones, tristezas, desesperación.

Todo

para llegar

a este momento.

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Guayaquil, la ciudad de los muertos de

cartón

Historias desde la pandemia

Por LUCAS MOREIRA

C

aminamos cada uno con una silla

plástica al hombro por las calles

de cemento de este pequeño pueblo

manabita, en lo profundo

del Ecuador. Pasamos el parque,

doblamos un par de esquinas y llegamos hasta

una calle cubierta de piedra y polvo, una cuesta

estrecha y oscura nos espera, innumerables casas

de madera nos hacen una corte fúnebre. Mientras

avanzamos, escucho niños llorando, cucharones

golpeando las ollas de las personas que aún preparan

la cena, una radio distorsionada en la que

apenas y se logra escuchar al Ruiseñor de América:

“¿Por qué los días terminan así, en esas tardes

tan tristes señor?”.

Avanzamos, la abuela Auxilia lleva unas flores

en su mano derecha, mi madre la lleva de la

mano izquierda para que no tropiece. “Hola comadre,

ya nos vemos acá”, le dice la abuela a una

amiga que reconoce en el trayecto. Hemos llegado

al final de la calle, una pared blanca se levanta

sobre nosotros, un enorme rótulo nos da la bienvenida:

“Aquí termina la soberbia y comienza la

igualdad”. Es un cementerio.

Todo Barraganete se amontona en un solo

lugar cada noviembre. En el día de los muertos,

que en esta parroquia es más bien la “noche de los

muertos”, las familias dejan sus hogares y acompañan

a los difuntos, encienden velas, comen

junto a ellos en las tumbas, lloran su ausencia,

cuentan sus historias. Porque los difuntos, aunque

muertos, no dejan de ser queridos. Porque

aunque estén muertos ellos todavía se llaman

Papá Abilio, Tío Tito, Mamá Toya. Porque aunque

sean solo cadáveres y no haya plata, siempre

habrá madera para hacer una caja en la cual

ponerlos antes de meterlos al hueco de cemento,

porque sino es como enviarlos desnudos y para

desnudo el nacimiento, a la muerte hay que ir vestidos.

Porque los muertos, aunque de ellos solo

Microbio Editorial 23


queden los huesos o las cenizas, llevan impregnado

en el cuerpo, ese cuerpo que ahora es cadáver,

nuestros afectos más humanos.

Nos sentamos junto a ellos. Hay un silencio

profundo. La abuela solo mira las tumbas. Me

pregunto qué piensa, qué recuerda, qué siente.

Comienza a llegar la familia. De repente, el

momento solemne y triste se convierte en alegría.

La gente conversa, ríe, come, baila, bebe. Las generaciones

más jóvenes se sacan fotos: “Una selfie

con mi abuelito”, dice una chica mientras posa

frente a la tumba de Teófilo Moreira Zambrano

/ 1937-2019. Así de vivos están los muertos, tan

presentes que hay que reír, comer, bailar, beber y

tomarse fotos con ellos. Los muertos nunca dejan

de estar.

Unos meses más tarde en Guayaquil, esta ciudad

llena de “gente extremadamente ignorante,

indolente e indisciplinada” que migró de lugares

como Barraganete, nuestro espíritu de supervivencia

le ha ganado la batalla a los afectos, pareciera.

A diferencia de Barraganete, a Guayaquil se

le acabó el amor por los muertos. No hay memoria

ni recuerdo ni llanto ni bailes ni rito ni tumbas

ni entierro. En el Puerto Principal los cadáveres

reposan en las veredas, en las calles, en los basurales,

aislados en las casas, en los pasillos de los

hospitales, amontonados en contenedores. Los

muertos ya no tienen nombre ni identidad ni dignidad

ni humanidad ni derechos. Han dejado de

ser madres, padres, primos, sobrinos, tíos, abuelos

para convertirse en el estorbo en un sistema de

salud eficaz, en el problema que ha deteriorado

la imagen internacional de un país entero, ¡qué

horror!, en la evidencia de que Ecuador no necesitaba

324 millones de dólares.

de guayarte, de los malecones 2000, del salado

y lineal, la ciudad de la perla, de la iguana, el

mono, el papagayo y de guayas y quil, la ciudad

moderna y cosmopolita les da, encima de todo lo

que les da el estado, ataúdes de cartón para sus

muertos, ¿de qué se quejan?

De vuelta a Barraganete, ese noviembre terminamos

la noche frente a la casa de una tía,

comiendo una torta en la vereda. Recordando a

otros muertos amados, el Papá Lúcas, la Mamá

Ula, insistiendo en su memoria para que no dejen

de ser ni estar. Siempre seguiremos amando a

nuestros muertos, tanto como amamos a los que

todavía sobreviven. Cuando podamos pelear por

ellos, estaremos ahí en la Plaza Grande, junto a

Pedro Restrepo, reclamando a nuestros difuntos

para hacer el velorio, comer roscas con café,

caminar hasta el cementerio, enterrarlos, hacer

el duelo. Pero hoy que la gente se reconoce abandonada,

sin derechos, sin salud, sin alimentos;

hoy que los vivos apenas y se sienten humanos o

pueden quejarse; que su derecho a la salud se ha

reducido a un número telefónico, que son criticados

por salir a comprar todos los días y no guardar

la cuarentena sin considerar que hay vivos

que sobreviven de lo que ganan a diario; hoy que

los mandan a quedarse en sus casas sin agua ni

luz ni internet ni aire acondicionado ni rutinas

de ejercicios ni recetas de comida ni libros ni

música; hoy hay que alzar la voz en resistencia,

por los muertos y por los vivos que lo parecen.

El problema en realidad son los guayaquileños,

pero no los “madera de guerrero” de cepa, son

esos migrantes primitivos que se quejan por todo.

Si se les ha dado hospitales equipados con suficientes

respiradores, médicos preparados, bien

pagados y con equipamiento para su seguridad

personal, ambulancias, bono, ¿de qué se quejan?

Incluso tienen ataúdes gratis para sus difuntos.

La ciudad de los adoquines, de la regeneración

urbana, la ciudad de la metrovía y la aerovía, la

ciudad de las peñas, del puerto santa, la ciudad

24 Microbio Editorial


Microbio Editorial 25


Del verdadero rol de los verdaderos

historiadores

Apuntes del diario de vida del excelentísimo príncipe Vlad III, recopilados y corregidos

por el ex-jesuita Julián de Arriagabordegaray en sus años de ascetismo en la Valaquia

rumana.

Por Isidro Valdés

N

o hay quien jamás se haya

preguntado sobre aquello

que es y aquello que significa

para el devenir de los

tiempos la Historia. Y si lo

hay, pues qué bruta personalidad habremos

encontrado. Pero nos trae al fresco la potencial

existencia de tales personas en este momento,

puesto que lo que nos ocupa y urge es un afán

tanto más noble como complejo, y responde

dicho afán al develar, o mejor dicho, teniendo

en cuenta nuestro férreo antiesencialismo, a

construir y empoderar una definición de aquello

que es la Historia y los historiadores que

dan cuenta de ella. Es aquí precisamente donde

parte nuestro tendencioso y no por ello menos

válido análisis.

Dar cuenta de la historia. Pasividad. Erigirse

a sí mismo en portavoz e intermediario

de un proceso análogo a nosotros, dejando

borbotear fuera de nuestras bocas y nuestras

cada vez más escurridizas plumas los chorros

espumeantes de acontecimientos que se han

constituido en segmentos del hilo conductor

de la línea de tiempo de la bella humanidad,

vomitando retazos que apenas sí contemplan

el apego a la veracidad de los hechos sobre hojas

en blanco para ser leídas por gentes carentes de

voluntad suficiente para hacerse con la Historia

misma, siendo que el único verdadero honor

que se le puede rendir a una ciencia tan noble

como ella es precisamente someterla a nuestra

voluntad y manejar con brío y pericia el

látigo inclemente, fustigando a cada momento

a la bestia encargada de tirar del carruaje del

Tiempo y los Hechos, guiándola por donde a

Nos conviene. Sólo para inseminar a mi respetada

audiencia lectora con la idea que planteamos,

me permito esta breve ilustración: aquel

que se hace llamar pintor, es porque bien pinta,

y estarán de acuerdo en esto conmigo. Aquel

que se hace llamar escritor, es porque bien

escribe, y esto está correcto. Aquel que es llamado

guerrero o combatiente, es porque bien

se desempeña en las artes del mandoble y la

esgrima, y sabe blandir con convicción y coraje

el garrote de la justicia (justicia sujeta a la opinión

de los mandamases de turno) y porque a

26 Microbio Editorial


fin de cuentas, hace la guerra y el combate. Pues

bien, mis ávidos lectores, me permito una pregunta.

¿No debiera entonces el historiador ser

aquél que efectivamente historia? ¿Será que

nuestra sociedad es aún demasiado pusilánime

y mojigata para pensar siquiera en inventar el

verbo historiar? ¡Efectivamente, el historiador

es aquél que se hace con la Historia y la desarrolla,

aquél que toma en sus manos el látigo y

fustiga al mundo para que tome curso! O más

bien me equivoco: el historiador debiera ser

tal, puesto que hasta hoy, lo único que hemos

conocido por historiadores son bandas de charlatanes

demasiado deslumbradas por la inane

“grandeza” del mundo, demasiado acobardadas

ante la perspectiva de poder incidir en esta

grandeza y hacerla algo propio. ¡Oh, Nos una

vez conocimos a un verdadero historiador! Su

coraje era tal que las mismas aguas no osaban

hacer gala de fuerza ni oleaje por temor a desafiar

su fuerza. ¡Oh, Fedor Mijailovich! ¿Dónde

estás ahora? ¿Qué se ha hecho de tu bravo espíritu

y tu irrefrenable virtud? ¿Llegaste a posicionar

finalmente tu nombre y tu persona en el

vasto y solitario mundo de astros que trascendieron

esta tierra insulsa? ¡Amigo, sea donde sea

que estés ahora, la paz sea contigo después de

que lo fuera esta tediosa existencia que supiste

derrotar! Pero bueno, por lo pronto, pensamos

que conviene a nuestros fines hacer una detallada

descripción del verdadero carácter del

verdadero historiador, que es aquél que hace

Historia, a fin de cuentas.

I. Sobre el temple y la fuerza de ánimos del

verdadero historiador.

Historia es una ciencia compleja. Compleja

y caprichosa, como diría el gran Raúl, célebre y

auténtico historiador de pacotilla, conocedor de

ella y en ocasiones esgrimista del arte de historiar

propiamente. Tanto así, que ella misma ha

sabido dar cuenta de las innumerables personalidades

que han tratado de hacerse con ella

y han fracasado. Historia se burla de los débiles

y faltos de temple. Muchas personalidades

se han precipitado en el espiral abismal de la

locura, de la degeneración, e incluso de la megalomanía

aguda, una forma de locura quizás más

respetable que la locura común y corriente, pero

más grave y peligrosa. Aquel que osadamente se

asoma a mirar en el vacío, debe estar preparado

también para que el vacío se asome a mirar dentro

de sí, como lo diese a entender sabiamente

Nietzsche en su tiempo. Y aquel que se asoma

al vacío, agregamos Nos, debe también tener

en cuenta que lo que allí hallará no será nada

sino lo que se disponga hallar: si se asoma dominado

por el miedo de lo que allí habrá de encontrar,

sus más profundos miedos encontrará,

y éstos al fin darán cuenta de él. Si se asoma

dominado por el morbo de la curiosidad vana,

hallará solamente falsos ídolos y doctrinas efímeras

que harán perecer aplastado su nombre

en el campo de la vida, poblado de grandes

nombres que buscan, muchos de ellos en vano,

algunos pocos blandiendo la luz de su verdad

como sable frente a esta permanente guerra,

hacerse el espacio para sobrevivir haciendo Historia.

Si se asoma entristecido y defraudado, no

hallará sino desconsuelo y rechinar de dientes,

no demasiado distinto a lo que mostró Virgilio a

su protegido al asomarse a la laguna Estigia. Y si

se asoma en cambio empoderado de su espíritu

y de su época, hallará en el abismo la clave para

hacerse con ésta última y sujetar de la brida

a los implacables vaivenes del devenir, con los

cuales escribirá las páginas de la Historia a su

libre voluntad. Quien de verdad ansíe ostentar

la noble categoría de historiador debe sentarse

y consultar con valentía y decisión por los enigmas

que plantea el ser un verdadero Espíritu

de su Época, con la mente preclara y la inteligencia

clarividente, y más aún, hacerse cargo

de estas respuestas si tiene la fuerza de ánimo

suficiente para encontrarlas. Tiempo e Historia

son instancias esquivas y caprichosas, y sólo un

ser humano verdaderamente noble y valiente

sabrá hacerse con la clave para dominarlas a

ambas y hacer con ellas lo que su antojo dicte.

La entereza frente a la adversidad y la altura de

miras son características indispensables del verdadero

historiador, puesto que ocurrirá muchas

veces que el conglomerado de ignaros que pueblan

nuestras tierras tomará distancia de personas

así, apostrofándolas de idiotas, o peor aún,

de superficiales, y las aislarán en el más solitario

confinamiento, del que si logran salir lo harán,

no obstante, bravamente fortalecidos y listos

ya para dar unas cuantas lecciones de acción y

Microbio Editorial 27


voluntad a un mundo completamente carente

de espíritu y de virtuosismo.

II. Sobre el deber moralmente concebido del

verdadero historiador.

La entereza, el temple y la fuerza de ánimo

no son características aplicadas meramente al

proceso de discriminar entre aquellos que cumplen

con el porte de un verdadero historiador y

aquellos que no. Son, además de esto, facultades

que comprometen al verdadero historiador con

el llevar adelante la enorme tarea que descansa

sobre sus hombros. Son un regalo y una deuda.

Son una bendición y una angustiante carga. Son

un poder y una responsabilidad. El historiador

tiene sobre sí el mayor de los deberes que se le

podría asignar a un ser humano: el de continuar

adelante con el proceso de esculpir, trabajar,

hacer brotar de sus acciones el fértil terreno en

el cual la humanidad podrá proseguir actuando.

Son los encargados de gestar y dar a luz este

espacio que llamamos Historia y sin el cual la

humanidad vagaría eternamente perdida en un

abismo sin dimensiones, en donde todo estaría

determinado por las suertes del azar, y todos los

actores en este escenario abismal no serían más

que marionetas maltratadas por el capricho

del momento. Este deber hace del historiador

entonces un hombre que, si bien es plenamente

libre en tanto ejecuta su propia voluntad a su

antojo, está también sujeto a la condición de

súbdito que su deber impone. El verdadero y

auténtico historiador aún tiene un amo, un

amo que morirá al mismo tiempo que lo haga el

último de los verdaderos historiadores, es decir,

aquel que reunirá consigo la suficiente fuerza

de voluntad para acabar con él, arrastrando con

esta muerte la suya propia y la de todo el género

humano. Este amo es la Moral. Por esto es que el

deber del verdadero historiador es moralmente

concebido. La Moral es el único amo que está

por sobre la figura del verdadero historiador.

La Moral aconseja, la Moral da, la Moral quita,

al igual que el empoderado, pero hay una sola

cosa que hace a la Moral trepar un escalafón por

sobre el empoderado: ella no obedece. Todo lo

que hay en la tierra de restante, sí. El historiador

obedécele solamente a la Moral, es cierto, pero

esta obediencia, que el auténtico historiador

clarividente sabe interpretar como un acto de

libertad a toda costa, es lo que mueve el mundo

creando Historia. De aquí que todo gran hombre

en la Historia haya mantenido una cuidadosa

observancia por la rectitud de alma y por el

bienestar espiritual de sus súbditos. No en vano,

a modo de ejemplo, ordenó aquel faraón bíblico

el suplicio de todo hebreo recién nacido: este

clarividente empoderado, sujeto firmemente a

sus nobles convicciones, supo interpretar en el

desenfrenado crecimiento de la población judía

una peligrosa perspectiva futura de potencial

rebelión, así como una reprochable y desenfrenada

vida lujuriosa. No contento con haberles

hecho el favor de salvarles de aquellas conductas

barbáricas en las que inexorablemente

habrían caído, les concedió una doble jornada

de trabajo para que así pudiesen distraer sus

afanes pulsionales y rencorosos en las manualidades

que el Imperio Egipcio demandaba. ¿El

resultado? Una civilización esplendorosa. Lástima

que Yahvé no lo interpretase así, y que en

su delirante afán de ser reconocido como el

Uno y Solo Dios, haya hecho caer toda clase de

calamidades sobre tan grandioso imperio y tan

benevolente faraón.

Respecto a este dilema frente a la aparición

de la Moral como lo absoluto, tropezamos

con dos posibles contradicciones que nos apresuraremos

a solucionar. Una, y la más obvia,

refiere al papel ciertamente subordinado que

el empoderado juega frente al dominio regio de

la Moral en el mundo. Efectivamente, el auténtico

historiador -el atento lector ya habrase

dado cuenta de que dicho concepto ostenta la

categoría de empoderado en calidad de sinónimo

de sí mismo- tiene ‘algo’ por encima de sí,

hay una entidad que lo rebasa. Esto se torna

especialmente complicado cuando caemos en

la cuenta de que empoderarse de Historia es

esgrimir su curso a la propia manera y antojo,

algo que choca abiertamente con el ser rebasado

por una entidad mayor, o sea, una entidad

que podría eventualmente determinar el

curso de las cosas. Aquí ligamos con la segunda

contradicción (condición esencial de una Moral

absoluta), pero para evitar confusiones, seguiremos

con esta y abordaremos la segunda una

vez esclarecida la primera. La existencia de una

Moral absoluta no es activa por sí misma, sino

28 Microbio Editorial


sólo en tanto encuentra un catalizador que la

ponga en marcha sobre el mundo, un receptáculo

dentro del cual pueda hacerse fuerte por

medio de la propagación de su Belleza dentro

del receptáculo mismo, que luego hará de ella

su principal energía de acción. O sea, la Moral

tiene únicamente la posibilidad de imbuir de

su germen delicioso a un heraldo lo bastante

elevado como para hacerse cargo de la tarea de

llevar la Verdad y la Belleza consigo mismo. En

este sentido, podemos vislumbrar que si bien

la Moral es lo más perfecto, no ejerce coacción

ni ordena activamente nada a nadie, salvo

cuando un empoderado con la altura de miras

suficiente y el coraje heroico que lo caracteriza,

se subordina voluntariamente a ella y se deja

imbuir por su hálito de Verdad. Es en este acto

de sumisión voluntaria, en la que el empoderado

reconoce que hay algo bello, verdadero y

perfecto, que dicho personaje adquiere su condición

superior, dominante y noble. El auténtico

historiador reconoce que existe ‘algo’ superior,

un ‘algo’ que puede inocularle esta superioridad

y del cual debe servirse a sí mismo para servir

al mundo y a la humanidad completa facilitando

el crecimiento y desarrollo de Historia, la

máxima de las ciencias. Historia y Moral, paradigmática

unión de las ciencias y del espíritu.

Así pues, no es tan paradójica esta dimensión

del empoderado cuyo devenir actual hemos llamado

Observancia por lo Bello, o más coloquialmente,

Subordinación Empoderada.

La segunda contradicción responde al

carácter aparentemente esencial de la Moral.

Como hemos dejado en claro más arriba, Nos

somos férreamente antiesencialistas, y no

podríamos admitir la existencia de algo subsistente

por sí mismo, eterno y universal. Efectivamente

le conferimos a la Moral un carácter

absoluto, pero esta cualidad refiere a la capacidad

propia a la Moral únicamente de poder

abarcar mediante el radio de su inane perfección

todo aquello que nace, se mueve, desarrolla

y muere dentro del terreno de Historia. Nuevamente

vemos aquí la hermanación de Moral e

Historia, que nos remite al carácter moralmente

concebido del verdadero historiador. Ahora,

además del carácter absoluto de la Moral, que

ya hemos descartado como un carácter esencial

en el sentido de ser esencia subyacente, nos

ocupa en este caso también el hecho de que el

empoderado acceda a la Moral, ya que efectivamente,

desde cierta perspectiva, lo hace. ¿Significa

esto que la Moral está ahí, languideciendo

por los siglos de los siglos, y que efectivamente

subsiste por sí misma irradiando Belleza, Verdad

y Perfección al mundo? No. Es fundamental

dejar esto muy en claro. No, la Moral no subsiste,

no es eterna, ni universal, por un motivo

particular, puntual y muy poderoso. Siendo que

abarca todo lo que se mueve dentro de los planos

de Historia, la Moral tiene absoluta claridad

respecto a todo lo que existe, incluyendo de

este modo la vida y la muerte, que se encuentran

unidas en un ciclo permanente de causalidad

circular: la vida es causa de muerte, como

la muerte es también causa de vida. Esto significa

que la Moral vive y muere sólo en tanto

participe del ciclo circular en el cual ella está

también inserta: la vida y la muerte, la creación

y la destrucción del mundo. Todos somos causa

de que exista la Moral, y la Moral, como hemos

visto, es causa también de que la existencia sea

posible. Por lo tanto, no hay Moral sin mundo,

y no hay mundo sin Moral, y la Moral no llega a

afectar de manera adecuada al mundo si no es

porque existen hombres empoderados que llegan

a ella. Pasamos entonces, después de dejar

en claro por qué la Moral no es una esencia, al

tercer punto.

III. Sobre la importancia preponderante del

verdadero historiador.

“La Moral no llega a afectar de manera

adecuada al mundo si no es porque existen

hombres empoderados que llegan a ella.” De

esta manera terminábamos el segundo punto,

referente al deber moralmente concebido, y

de la misma comenzaremos el tercero que, si

bien más breve, no por esto deja de ostentar

máxima importancia, de manera tanto cuantitativa

como cualitativa. Abordemos la primera

de ellas:

Sobre la importancia preponderante, cuantitativamente

referida: hemos esbozado ya en

los breves pasajes anteriores una aproximación

a lo que es la importancia del empoderado

respecto al devenir. El atento lector lo

habrá notado y deducido ya, y el activo lector

Microbio Editorial 29


habrá tomado severa nota de lo que implica el

deber moralmente concebido del historiador.

El empoderado alberga bajo su manto al devenir

mismo, es el canal a través del cual la Moral

puede actuar en el mundo, al mismo tiempo que

el sustrato necesario para que de esta interacción

surja la vida, el Tiempo, la Historia. Cuantitativamente

hablando, esto quiere decir que toda vida,

toda estadística, todo algoritmo de acción en el

terreno de la vida, carece absolutamente de sentido

y de materia si no es porque existen empoderados

que les dan cabida. Si existen un millón de

vidas en este oscuro mundo, un millón de veces

hemos de agradecerle a quien lo ha hecho posible,

a quien ha osado cargar con la tarea de liberarse

a sí mismo, regir, y posibilitar que la vida

florezca.

Sobre la importancia preponderante, cualitativamente

referida: si hablamos sobre la base de

conceptos, no hay abstracción suficiente que se

aproxime al grado de iluminación que el empoderado

ostenta. Esto quiere decir que el rango de

posibilidades de acción que nos está permitido

en el mundo cuenta con una escalada de abstracción

posibilitada por la pureza del historiador. Es

cierto, objetarán las mentes científicas (a quienes,

dicho sea de paso, delego las húmedas mazmorras

de mi castillo), que este silogismo involucra

una gradiente. Bien, sea, seguimos moviéndonos

en el plano cuantitativo. Pero, ¿de dónde obtiene

esta gradiente, estos rangos de acción, esta cuantificación

del mundo su estatuto de real, su pertinencia

conceptual, en suma, su ser en el mundo?

¡Ah! ¿Os dáis cuenta ahora? ¡Pues sí, claro que sí!

¡Del ingente radio de alcance vital que florece en

cada rincón del mundo a partir de la posibilidad

otorgada por el devenir de Historia, o sea, posibilitada

por la acción del empoderado, quien fustiga

al mundo para que tome curso! La vida sigue

sólo en tanto Historia se siga escribiendo. Historia

se seguirá escribiendo sólo en tanto la Moral

sea el amo indiscutido del mundo, y la Moral sólo

será el amo indiscutido del mundo cuando se personifique

en el cuerpo del empoderado.

30 Microbio Editorial


Jogger

Por OSCAR CID

E

stá todo bien. Está todo bien.

Mira el sol, las plantas, los

árboles, las pocas nubes. Sí,

está todo bien. ¿Por qué...?

¿Importa? Cuenta cinco objetos

a tu alrededor, respira. Mira mis piernas,

eso, míralas, idiota. Por algún motivo me hace

sentir bien estar rodeado de gente. Nunca he

llegado del todo a comprenderlos y hacerme

comprender, evidentemente, pero estar entre

otros cuerpos al parecer me tranquiliza, me

hace sentir, en cierto nivel, a resguardo. Estar

en una fiesta, hacer contacto visual, realizar

un leve movimiento de cabeza hacia arriba y

luego hacia abajo, pretender que estamos en

una cierta sintonía. Tampoco entiendo cuál

es la fascinación de la gente hoy en día con

estar constantemente emocionados, siempre

sintiendo, moviendo sus cuerpos, expresando…

Como sea, los beats repetitivos suelen entenderse

con mis piernas. Me pongo los audífonos,

tiene buenos bajos y altos, Nicola Cruz,

es agradable, me mantiene activo y me relaja,

me pone en un mood interesante. Tiene un

sonido latinoamericano, mezcla la salsa con

un buen beat. Es casi como si fuese música

latina, pero europea. Quién necesita más hoy

en día. Mis piernas están un poco duras, me

duele la rodilla hace dos semanas. A menos

que se reviente, no veo cuál es problema,

quiero decir, mi psicóloga -Carla, mi amor es

tuyo- me ha dicho siempre que no tengo que

anticipar los problemas antes de que sean efectivamente

problemas en el presente. Siempre

me habla del presente, que debería vivir el aquí

y el ahora, y cuando le digo que no entiendo

lo que me está diciendo, o que, si lo entiendo,

entonces es lo que yo le digo repetitivamente,

que todo está conectado y que el pasado está

siempre en el futuro y viceversa. Que deje el

pasado en el pasado, que deje el pasado… ¿Y

por qué no dejas al imbécil que te trata mal

acaso, Carla? ¿Quién vive el pasado ahora, ah?

Claro, que antes no era así y que te prometió

cambiar. Por qué no vives el presente conmigo,

mírame, mira mis piernas, mira cómo avanzan,

cada zancada es cada día más larga, cada día

más gruesas, más marcadas… Mierda, mis llaves,

dónde mierda están mis llaves, imbécil; en

el otro bolsillo, siempre cambiando de lugar

las cosas por mayor seguridad, ya, sí, riamos

juntos, eso niña, mi sonrisa es para ti, ha ha ha,

mierda. ¿Se casaría conmigo si la detengo, la

miro a los ojos, le digo que sé que no nos conocemos,

pero que intentaría hacerla feliz cada

día como si fuera el último, que tengo un Audi

A4 y casa en la playa, se casaría conmigo? ¿No?

Pero mis piernas, míralas. Bien, jódete, Karen,

eras insuficiente para mí de todos modos. Estos

beats, esto es la mierda, Alfredo Jaar, hijo del

artista, el otro Jaar… No me estoy sintiendo

muy bien, creo que exageré… ¡Siempre haces

Microbio Editorial 31


lo mismo, Charly! Crees que eres invencible,

un ganador y eres realmente un patético idiota

con un peinado de imbécil. Sí, George, siempre

hago lo mismo y mira cómo me va en la vida,

puto cajero. ¡No trates así a tu padre, Charly,

ni siquiera puedes sostener una erección y te

haces llamar hombre! ¡Tú sabes que estaba

ebrio, madre, tú sabes que había bebido de

más! Claro, siempre bebiendo de más y solo,

ya nadie te soporta. Sabes que fue sólo una vez,

una vez en un mes, qué más quieres, qué más

quieres de mí… ¡Y sabes que si quisiera podría

estar rodeado de gente que me adoraría, si es

que quisiera al menos ser adorable, si es que

alguien valiese acaso más que cinco minutos!

Respira, siente tu respiración, eso, cálmate,

mira tu entorno… Pero ese cajero con esa pensión

de mierda… que no me hable, que ya no

me hable más… Preocúpate por respirar, concéntrate

en tu ritmo, tu propio ritmo, que no te

importe la velocidad de los demás…Pero cómo

podría saber qué tan rápido voy, si no veo a

nadie más que a mí mismo… Inhala, exhala,

reduce tu ritmo cardiaco, incrementa tu potencia…

Sí, mi potencia, háblame más sobre eso…

Ya lo hemos hablado múltiples veces, cada vez

que te agitas, te angustias, tu fuerza se reduce,

respira…

Mierda, al parecer estamos en otoño.

Las hojas amarillentas han caído y cubren el

pasto de manera extensiva. Eso, mírame ¿Te

gustan mis piernas, blondie? ¿Será una disposición

natural la atracción a los cabellos rubios

o será mero efecto de la publicidad? Sinceramente,

poco me importa lo genuino de mis

erecciones. Las acacias y los olmos cuyas hojas

rojas y anaranjadas caen lentas, pero con aparente

constancia, se acumulan efímeramente

repartidas en torno al mismo centro que sólo

un idiota pensaría que es su origen. Sí, Rosa,

sí ¿Sabes qué hora es? Sí, son las 17.53 ¿Sabes

qué día es? Sí, es martes. Mira la agenda, okey

lo sientes, cuántas putas veces más tengo que

decirte que nadie me interrumpe cuando estoy

haciendo jogging. ¿Que es urgente? Mis piernas

son urgencia, dile a Johnson ¡Dile a ese

hijo de puta que mañana lo llamo! Sí, a primera

hora. Bien podría apreciar el cambio de

estación, el movimiento, el proceso ¿Quién

tiene el tiempo? Prefiero las cosas estáticas

y firmes, las piedras, las montañas, están ahí,

uno puede hacerse una impresión, convertirlas

en un recuerdo concreto que será siempre el

mismo y no necesitaría volver a ser pensado

nunca más, menos tendría uno la necesidad

de volver a verlas, simplemente uno podría

recordarlas cuando quisiera y decirse sí, he

visto una piedra, era inmóvil, me recuerda a las

otras piedras que he visto, que me recuerdan

a mi padre y mi infancia. Pulsaciones: Ritmo

cardiaco: No hay inclinación ni subida que

me detenga. En el horizonte sólo se refleja mi

imagen y atrás están todos los que quieren ser

como yo, tener mis piernas; los joggers vamos

a conquistar el mundo, nos estamos preparando,

cada mañana, cada tarde, cada noche,

con nuestros bio alimentos dinámicos, licuados,

perfectamente equilibrados, fibras y proteínas

científicamente seleccionadas, cada día

planificado, cada día balanceado, cada día que

incrementan nuestras piernas y nuestra convicción,

herederos de los Atlantes, precursores

del imperio romano, hijos de Napoleón, quinto

jogger conquistador de la historia oculta, cuyas

piernas inverosímiles para la época fueron falseadas

por caballos mundanos. Con nuestra…

¡Sí, mierda, Rosa, qué mierda pasa, dile a Johnson,

dile a ese imbécil!…Con nuestra ropa aerodinámica

de poliéster absorbente, zapatillas

amortiguantes con React foam, occidente se

erigirá glorioso, no habrá economía asiática

que resista el avance de las gloriosas piernas

hinchadas que llevarán a cada cuerpo, cada

máquina, hacia la reconquista del futuro…

¿Acaso no te gusto, acaso no te gustan mis

piernas? ¿Acaso no sabes lo que quieres? Bien

por ti, sigue perdida por el resto de tu vida. Sí,

vamos, Charly, ya nada ni nadie puede detenerte.

Julia, mierda quiero volver a follármela.

¿Debería llamarla? Que me mire durante horas

mientras la follo horas y horas, mierda, esas

tetas, su boca jadeante y ese puto de mierda

de Johnson, cabrón hijo de perra cree que es

más grande que yo, cree que me va a doblegar,

sigue llamándome, imbécil… Mierda, quizás

pierda el contrato si no lo llamo, pero mis piernas…

Nadie te entiende, Charly, por qué nadie

te entiende... eso mírame, deséame, te encanto,

tu boca, esa boca, mierda, es la misma que la

32 Microbio Editorial


de Claudia cuando me agarraba los testículos

con su mano izquierda y con la derecha agarraba

la base y en milésimas de segundos lo

hacía desaparecer por completo. ¿Quién es mi

bebé? ¿Quién es mi bebe? ¡Sí, soy yo, yo soy tu

bebé! Mierda ¿Me acabo de cagar? Pero… soy

un adulto, tengo… ¡Sí, Charly tienes 36 años y

te has cagado encima! ¡siempre chupándote el

dedo como un adicto! Con esos abrigos Montgomery

y tus camisas coloreadas de diseñador,

pensado que eres…No, no, idiota es tu sudor, es

tu propio sudor de tu esfuerzo, idiota, tu culo

sólo suda todos los logros que has tenido, sí,

ya nada puede detenerme, sí, ninguna cagada

de pantalones, ni mujer del pasado, yo soy, soy

uno con el mundo, soy el desplazamiento unívoco

de las partículas sin cuerpo, soy la permanencia,

la trascendentalidad del espíritu, soy

la heterogeneidad de los eventos sin registro,

soy… Mierda. ¿Qué?, ¿Por qué… Qué mierda

están mirando…mi rodilla. ¡Ayúdame a levantarme!

Que debería quedarme recostado…

¿Sabes quién soy? Llama a Carla, mi psicóloga,

ella sabrá… Sólo ponme en pie nuevamente…

Sí, gracias a ti, imbécil. Maldita gente, siempre

preocupándose de lo que no les incumbe, que

he estado inconsciente por un minuto… ¡Ustedes

llevan toda su vida estando inconscientes!

¡¿Y les digo yo algo, acaso?! Quizás, mierda, me

duele, quizás debería sentarme un rato, detenerme,

sólo descansar… Quizás deberías calmarte

un poco, Charly, sabemos que eres un

gran hombre, pero todos fallan a veces, sólo

tienes que aprender de tus errores. Eso, respira,

cuenta cinco objetos a tu alrededor. Sí,

ya, estoy…bien, Nu definitivamente logra un

ambiente interesante, esos beats, es casi como

si estuvieras conectado.

Microbio Editorial 33


La banda Curcumbia nace en la ciudad de Porto a mediados

del año 2020, formada por dos portugueses, dos chilenos,

una italiana, un argentino y un brasileño. En medio de la

actual pandemia, Curcumbia ha llevado ritmos latinoamericanos

como la cumbia y la salsa por las calles de la ciudad, presentando

también su repertorio -compuesto por composiciones

originales y covers- en bares y centros culturales. Al hablar

acerca de sus influencias, surgen naturalmente los nombres

Santo Remedio y Supercumbia y la Liga de la Alegría, así como

el Forró, el Ska, el Cuarteto Cordobés, la música balcánica, el

folk y la música popular latinoamericana en general. Por otra

parte, la banda tiene conexiones con otros proyectos culturales,

tales como Associação Cultural Casa Bô, Ginásio Clube

Mafamude, INAC (Instituto Nacional das Artes Circences) de

Famalicão, Casa da Horta, Espaço Compasso y Casa d’Abobora.

Finalmente, la banda refiere que actualmente se encuentran

en proceso de grabación de distintas composiciones originales,

pensando en la difusión del proyecto, con miras a presentarse

en festivales y conciertos, para luego expandirse fuera de Portugal.

@curcumbia

Curcumbia

Curcumbia

Biblioteca del Error nace en 2018, bajo la dirección de Valentina

Izquierdo y Ale y sus respectivas disciplinas: la literatura

y el diseño gráfico. De esta forma, se constituyen como una

biblioteca que rescata material impreso con errores de diseño,

imprenta, encuadernación, edición, etc. Inspiradas en la Patafísica

de Alfred Jarry, enfocan su trabajo hacia la recolección

de piezas particulares, dándole cabida a lo residual, a lo imperceptible,

a aquello que usualmente se considera innecesario e

inútil por parte de una sociedad que margina todo aquello que

desencaja o que no adscribe a una categoría o una generalidad.

De esta forma, nos cuentan que los errores en los libros

nos recuerdan que este es parte de un proceso de producción

e interfieren en nuestra lectura, obligándonos a abrir los ojos

para mirar y leer de distinta forma el libro. Así también, permiten

que el libro se libere de ciertas categorías, transformándose

o transitando de una a otra, pudiendo un libro de narrativa,

por ejemplo, que se imprime con las hojas recogidas y dobladas,

volverse un libro de origami o incluso un libro pop-up.

Por otra parte, al momento de nombrar otros proyectos

con los cuales se relacionan, surgen nombres como CECLI

(Centro de Estudios de Cosas Lindas e Inútiles), revista digital

que estudia, publica y trabaja en torno a la reivindicación de

manifestaciones de la cultura material, o la Oficina de la Nada,

ambos proyectos chilenos. Finalmente, nos cuentan que a futura

buscan ser una biblioteca andante y colectiva que funcione

no solamente de forma digital, sino que armando colecciones

materiales para poder exponerlas. Quieren ser un repositorio

físico de errores.

@errorbiblioteca

correodelerror@

gmail.com

34 Microbio Editorial


Printz Mafia nace en 2020, fundado por los hermanos

León y Miguel, motivados por el deseo de otorgar a la escena

del arte visual emergente, la posibilidad de acceder a formatos

de impresión de alta calidad que permita una valorización de

su trabajo. De esta forma, Printz Mafia se erige como una plataforma

de venta de arte emergente, que produce las obras en

calidad fine art, dándole un valor agregado a la calidad y durabilidad

de la obra, permitiendo una venta que beneficie más al

artista.

@printzmafia

printzmafia@

gmail.com

Influenciados por la venta callejera del arte y la cultura

hip-hop, en un país como Chile donde a los artistas que

no participan del espacio hegemónico del arte, les resulta casi

imposible sustentar sus vidas a través de este, buscan generar

una visión colectiva del arte visual, poniendo a los artistas, de

distintos territorios y estilos, en una plataforma común que

trascienda la publicidad individual que cada artista puede autogestionar

hoy en día desde las redes sociales, con el fin de

permitirle a los artistas una mayor exposición e ingresos.

Han realizado exposiciones en la Biblioteca Comunitaria

Malaquías Concha y son asistidos técnicamente por el laboratorio

Black Pix.

El Sello Jaguar se conforma el año 2020 tras un proceso

de casi un año desde que se pensó inicialmente. Se crea con la

intención de generar un sello que se diferenciara de los “sellos

fantasmas”, que se limitan a ser una página de Instagram, y

ofrece a sus proyectos la gestión de prensa, booking, y distribución

de su música. Además, nace de un interés por registrar

lo que ocurre en Chile en el ámbito musical, ya que observan

que existen muchos proyectos interesantes que se pierden en

internet por no contar con respaldo.

@sellojaguar

Sello Jaguar

jaguardiscos@

gmail.com

Sello Jaguar

Sus fundadores Paolo Riffo, Daniel Norambuena, y

Alonso Calderón indican como referente el sello Quemasucabeza,

que trabaja con proyectos de diversa sonoridad musical,

y cuyo principal lineamiento es una postura política de cómo

se deben hacer las cosas. En ese sentido, Sello Jaguar busca

convocar proyectos que resulten interesantes, independiente

de su género. Entre otros referentes se encuentran Matador

Records, Jagjaguwar, Polivynyl y Run For Cover.

La edición física de sus proyectos se hace en formato

cassette, por su facilidad de producción, así como las posibilidades

que permite en la elaboración del arte, innovación en

materiales e imagen y su acompañamiento de merchandising.

Entre sus proyectos actuales se encuentran: la edición de un

compilado de proyectos seleccionados de una convocatoria

abierta, con lanzamiento a principios de 2021, la producción del

primer disco de Hermano Deporte, y el lanzamiento en físico

de un compilado del sello DreamCultpress de Estados Unidos.

Microbio Editorial 35


Colaboradores

Antonio De Vescovi Chileno, 26 años. Ha incursionado de manera intermitente en el mundo del

tatuaje -tanto a máquina como handpoke-, desde un estilo influenciado por el ignorant, pero con

diseños que transforman figuras del imaginario común en elementos descolocantes para sus

observadores. Actualmente se encuentra incursionando en el mundo escultórico.

[Diseños páginas 2, 7, 24-28] [Instagram: @oompa.lumpen]

Benjamín Fernández Chileno, 27 años. En el área de la literatura ha participado en diversos talleres.

En cuanto al dibujo, realiza trabajos en base a tiralíneas y tinta china.

[Poemas páginas 8 y 9. Ilustraciones páginas 3, 8 y 9]

Benjamín Torres Chileno, 26 años. Ha participado en exposiciones conjuntas, así como en solitario.

Destacan sus exposiciones del año 2018 en Australia y Nueva Zelanda: Interim Visa, 1000

Hopes, Made in New Zealand, y Affordable Skills. Actualmente reside en Santiago, Chile.

[Fotografías páginas 17 y 18] [www.bentattempt.com] [Instagram: @bentattempt]

Catarina Oliveira Portuguesa, 20 años. Arquitecta de profesión, ha realizado obras en formato

dibujo y pintura. Su trabajo ha sido expuesto en diversas actividades de Colectivo a

Postos (@colectivoapostos).

[Dibujos páginas 10-12] [Instagram: @catarina_lopesoliveira]

Claudio Soto Peruano, 30 años. Diseñador de profesión, ha participado de colectivos artísticos

en su ciudad natal de Lima, incluyendo “BISTÉ A LO POBRE” (que produjo, entre otras cosas, los

fanzines “Porno para dinosaurios”, “Porno para pobres”, y “Dibújame la vagina”, de donde nacen

las imágenes que aquí presenta) y “BUMP & GRIND FANZINE”. Actualmente reside en Chile.

[Ilustración página 5] [Facebook: /bistealopobre] [Facebook: /umpandgrindfanzine]

Ignacia Lempereur Chilena, 25 años. Desde el año 2016 se desempeña como tatuadora, trabajo

con el cual ha participado en ferias y festivales, tales como Rvda y Femstival. Por otra parte, ha

participado como muralista en actividades comunitarias relacionadas al 18 de Octubre.

[Dibujo página 23] [Instagram: @extincion_ ]

Ignacio Mardones Nally Chileno, 30 años. Cineasta de profesión, ha escrito guiones, realizado

servicios editoriales y trabajado como redactor. En 2016, bajo el sello Chancacazo, publicó La

península, su primer poemario.

[Poemas páginas 6 y 7]

Isidro Valdés Chileno, 27 años. Actualmente viviendo en Portugal, de ocupación ideólogo, ha

conseguido varios títulos, entre los que destacan el de Psicólogo, Campeón de las Olimpiadas de

Voluntad 2016, Capitán de Navío y Premio de Historia en Sus Propios Términos. Dedicado a la

música, ha publicado trabajos como solista y con bandas ya disueltas. Actualmente toca el acordeón

balcánico en Balklavalhau, el bajo en Curcumbia y compone su nueva obra como solista.

[Ensayo páginas 24-28] [Spotify: Isidro Valdés]

36 Microbio Editorial


João Costa Portugués, 29 años. Diseñador de profesión, ha colaborado con proyectos como la

revista Colagens Boémias (Issu) y plasmado su trabajo en distintas zonas urbanas. También ha

realizado colaboraciones con el artista portugues Tiago de Carvalo (oaktree draws).

[Dibujo página 14]

Lúcas Moreira Ecuatoriano, 36 años. Se desempeña como escritor, crítico y comunicador,

habiendo sido publicado su trabajo en diversos medios a lo largo de su carrera. Además,

es cofundador y editor de la revista guayaquileña Matavilela.

[Crónica páginas 21, 22] [https://danielucasec.medium.com]

Marina Blázquez Española, 27 años. Graduada en Filosofía, ha cursado un máster en Estudios

Comparados. En 2017 publicó su poemario Tocador en Ediciones Paralelo. Actualmente, compagina

la escritura con la programación web y su trabajo como vigilante de museo.

[Poemas página 4]

Nali Sáenz Chileno, 26 años. Actualmente viviendo en Portugal.

[Poemas páginas 13 y 14]

Olga Wardęga Polaca, 22 años. Estudia Pintura en la Academy of Fine Arts in Gdańsk. Su arte,

inspirado en viajes, personas y estructuras, ha sido exhibido individual y colectivamente en Francia,

Islas Canarias, Portugal y Polonia. Sus principales medios son el dibujo, la pintura y el video.

[Pinturas páginas 19 y 20] [Instagram: @evvivalarty]

Oscar Cid Chileno, 29 años. Ha participado en talleres literarios de Balmaceda Arte Joven. Actualmente

cursa un máster en Filosofía con Mención en Análisis y Crítica de las Artes y la Cultura, en

Paris. Sufre de calvicie prematura y fatiga permanente, problemas que se han agudizado desde

su llegada a Francia.

[Relato páginas 29-31]

Rodrigo Ponce Chileno, 26 años. Actualmente viviendo en Barcelona, ha publicado los libros de

poemas Diario de birra, Un arma es también un cigarrillo inesperado a las 3 de la tarde y TODOS

VAMOS A MORIR bajo el sello Antropófagos. Colabora en diferentes proyectos literarios como

la revista 2+ y editorial La Siega. Actualmente trabaja en un libro de relatos titulado El fantasma

de la autoficción.

[Poemas páginas 15 y 16] [Dibujos páginas 4, 15, 16 y 31]

Vicente Venegas Chileno, 27 años. Psicólogo de profesión, se encuentra dedicado a la psicología

clínica. Además, ha participado en talleres literarios, siendo sus medios de expresión la poesía,

el dibujo y la pintura.

[Poemas páginas 2 y 3]

Microbio Editorial 37


Convocatoria

Revista Microbio es un proyecto de Microbio Editorial, de publicación trimestral, que se

centra en la recopilación de textos literarios y material visual, independiente del género al cual

correspondan y la notoriedad o nacionalidad del autor. Así también, se busca dar visibilidad

y promoción a otros proyectos culturales independientes que se encuentren en crecimiento.

En este sentido, se extiende la convocatoria para todas aquellas personas que quieran

colaborar con sus trabajos, siempre y cuando estos sean originales e inéditos. Los textos

deben remitirse en fichero adjunto y en formato Word (Arial 12, interlineado 1,5), junto con

una breve reseña bio-bibliográfica. De la misma forma, el material visual debe remitirse en

formato JPG, PNG o VSG, acompañado también de otro archivo con la respectiva reseña

del autor. Así también, si formas parte de un proyecto independiente y te gustaría que

hicieramos una reseña de éste, puedes contactarnos. Los trabajos deben ser enviados al correo

microbioeditorial@gmail.com

El equipo editorial leerá y revisará todas las colaboraciones recibidas, reservándose el

derecho a su inclusión en la revista. Todos los autores de aquellos trabajos que sean considerados

para su inclusión en la revista serán contactados por el equipo editorial.

Los derechos de propiedad intelectual de las obras recibidas son de exclusiva propiedad

de los autores, quienes solamente ceden el derecho de publicar estos textos a Microbio Editorial,

tanto en el número de la revista correspondiente como en redes sociales, llegado el caso.



SANTIAGO, CHILE

ALDEIA, CINFÃES, PORTUGAL

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